Campione (NL)

Volumen 11

Capitulo 3: Espada, Erica, Melqart

Parte 4

Con eso, la situación de la batalla cambió por completo.

Hasta ese momento, había sido un tango salvaje entre el viento, los truenos y las cuchillas de luz que llenaban el cielo, un concurso de tiro más extraordinario. Pero ahora, se convirtió en una confrontación directa entre un gigante majestuoso y una bestia negra, como una escena de lucha en una presentación de efectos especiales.

“O Yagrush, oh Ayamur, ¡vuelvan a mis manos!”

¡¡ROOOOOOOOOOAAAAAAAAR!!

Con un aullido, la gigante bestia feroz tenía una ventaja en combate.

Las hermosas calles costeras de la antigua capital de Sicilia quedaron como el telón de fondo del campo de batalla.

Viendo sus habilidades como guerrero valiente, Melqart ejercía Yagrush en la mano derecha con Ayamur en su izquierda. Moviendo sus mazos pesados tan rápido como el viento, atacó ferozmente con la velocidad del rayo.

A su vez, el [Jabalí] esquivó los ataques con los movimientos agudos y ágiles.

Eso también demostraba inconmensurable velocidad con su gigantesco cuerpo. Esto era de hecho la rapidez de una bestia salvaje, evadiendo ataques enemigos con movimientos suaves y luego preparándose para un ataque de carga.

El [Jabalí] era verdaderamente increíble. La carga excepcionalmente aterradora de un jabalí.

Ruidosamente dando patadas contra el suelo (más exactamente en la la carretera), se lanzó en curso de colisión violenta con una velocidad explosiva. Sus dos colmillos como lanzas fueron hacia el cuerpo de Melqart.

Melqart atacó a cambio.

Preparando sus mazos mágicos para un contraataque, saltó hacia un lado para evadir y envolvió sus brazos alrededor del cuello del [Jabalí] en una llave de estilo de lucha libre.

Sin embargo, el [Jabalí] no había perdido aún.

Los mazos contragolpearon violentamente la cabeza negra de la bestia divina con un gran estruendo.

El [Jabalí] soportó el impacto con su robusto cráneo de jabalí y el cuerpo gigantesco, sin dejar de cargar. Aunque los mazos de Melqart no se hicieron añicos en la colisión, fueron enviados a volar de regreso. Volando alto en el cielo, las armas de inmediato regresaron a manos de su amo.

Melqart una vez más intentó una llave de lucha libre, pero el [Jabalí] retorció su gigantesco cuerpo negro y luchó gratuitamente. Las mareas de la batalla se balanceaban adelante y atrás. Sin embargo, los participantes parecían enormemente emocionados.

‘Kukuku… Muy bien. ¡Ha pasado tanto desde que mi sangre hierve con tanta emoción! En verdad, ¡sólo esta especie de batalla proporciona satisfacción! ¡Dame todo lo que tienes!’

El antiguo rey divino fenicio rio con alegría y echó fuera su única pieza de vestimenta presentable, arrojando el manto lejos. Vestido con un cuero pectoral, taparrabos y sandalias, él sería mejor descrito como un salvaje inculto en lugar de un rey.

En respuesta, el [Jabalí] también rugió con voz visiblemente emocionada.

¡ROOOOOOOOOAAAAAAR!

“¡Fuyaaaaaaaaah!”

Con cada rugido, la destrucción había sido hecha a los alrededores.

Melqart lanzó Yagrush y Ayamur al mismo tiempo. Con el fin de esquivar este ataque, el [Jabalí] se abalanzó ferozmente y chocó con el cuerpo gigante del Dios del Cielo.

Después de haber perdido su objetivo, los dos mazos mágicos demolieron varios edificios en su lugar.

Melqart flexionó los músculos abultados por todo el cuerpo y tomó la carga del [Jabalí] con gritos de ‘¡Oomph!’ mientras que era empujado hacia atrás por el impulso imparable. Con el sonido del ruidoso traqueteo, las casas elegantes de piedra fueron aplastadas en su estela.

Pero Melqart luego agarró al [Jabalí], recogiéndolo y tirando su cuerpo masivo a la carretera. Los coches y camiones estacionados allí fueron barridos en la confusión y se enviaron volando.

“H-han ido a las calles. ¡Esto está realmente fuera de control!” “Todos los residentes han evacuado. Qué suerte.”

Godou y Erica observaban la destrucción de las hermosas calles de Sicilia frente al mar.

Los dos se distanciaron de la carretera principal, donde la intensa batalla de cerca estaba teniendo lugar y se trasladaron al puerto de yates, cerca del mar. Como nota al margen, las decenas de yates amarrados normalmente allí, casi todos ya habían sido arrastrados por la tormenta hace un momento.

Sin embargo, distanciándose de la batalla no significaba que estaban a salvo. “Mira hacia el mar, ¡Godou!”

Impulsada por la advertencia de Erica, Godou estaba sin habla por lo que vio sobre el mar. No sólo era el horizonte envuelto por la niebla negra, esta niebla también fue avanzando tierra adentro desde el mar a una velocidad alarmante.

‘¡Asesino de dioses! ¡Luchar contra tu subordinado me ha traído mucha alegría!’ El vozarrón de Melqart salió desde la carretera principal.

“Pero no nos olvidemos de ti. Puesto que has desatado una bestia divina, es lógico que llame a mis siervos.” La niebla negra ya había alcanzado a pocos metros de diez impares del muelle.

Un zumbido desagradable se sintió desde sus orejas. ¿Era éste el sonido de las alas? Godou lo descubrió. ¡Eso no era niebla – era un enjambre de langostas!

Esta niebla reunió un número masivo de langostas, un enjambre de cientos de miles. “Ahora lo entiendo. Melqart puede ordenar langostas. Ahora que lo recuerdo, lo hizo en

Cerdeña también.” Excesivamente grandes enjambres de langostas devorarían cultivos y llevarían la desgracia–

Antes de los tiempos modernos, estas plagas con frecuencia aparecían en enjambres con tamaños del orden de diez mil millones. Si los actuales cientos de miles de langostas se alimentaban de ellos, Godou y Erica estarían muertos con seguridad. Pero ahora que la [Espada] ya no estaba disponible, Godou no tenía armas para protegerlos.

En ese caso, ¡Melqart debe ser derrotado antes de que llegara ese enjambre de insectos! “¡El portador de colmillos afilados! Mata de un golpe, ¡pisotea a los enemigos hasta el polvo!”

Godou infundió al [Jabalí] con todo su poder mágico. EL enorme cuerpo de la bestia divina se cubrió de llamas azules y empezó a arder intensamente.

“¿Oh? ¿Tratando de dar el golpe final ahora? ¡Que divertido!” Melqart flexionó enormemente sus abultados músculos poderosos de turno.

Cruzando los mazos mágicos Yagrush y Ayamur ante él en una forma de X, preparó una postura para recibir el ataque. Por otro lado, el [Jabalí], ardiendo con llamas azules, cargó hacia adelante a toda velocidad.

Con la velocidad como un rayo.

Además, las ondas sónicas fueron creadas por el cuerpo galopante gigante, enviando los edificios de los alrededores y vehículos volando. El [Jabalí] desató el poder más grande que había mostrado nunca. Sea como fuere, Godou se dio cuenta de que era demasiado ingenuo.

Pensar que Melqart pasó a ver a través de la carga ridícula del [Jabalí] y ágilmente saltó hacia atrás en el cielo para evadir. Hasta ahora, Melqart había estado “usando la fuerza en respuesta a la fuerza.”

Esto correspondía a su imagen del guerrero salvaje, causando con ello que Godou fuera engañado por ideas preconcebidas, pensando que iba a seguir respondiendo con las mismas tácticas.

Pero en este momento decisivo crítico, Melqart voló tan ligero como el viento para evadir el ataque del [Jabalí].

Por lo tanto, la bestia divina negra continuó cargando hacia adelante, golpeando violentamente en la gran puerta detrás de su presa. Ese era la Porta Felice.

Una puerta de piedra maciza con tallas intrincadas.

A pesar de que era llamado una puerta, en realidad, se trataba de una estructura del siglo XVI mejor descrita como dos torres de pie a ambos lados de la carretera.

En días pasados, esto se consideró la entrada de la ciudad de Palermo desde el puerto. Golpeada por el cuerpo masivo cargando, las puertas fueron demolidas de forma natural.

“¡Jajajaja! Inmaduro como era de esperar, asesino de dioses. ¡Yendo directo como esto antes de discernir claramente el poder de tu oponente!

Flotando en el aire, Melqart le ridiculizó cuando lanzó Yagrush y Ayamur.

¡ROOOOOAAAAAAAAAR!

Por primera vez, Godou oyó los gritos de dolor del [Jabalí]. Después de ser tratado con fuertes golpes en la cabeza por el primer mazo y en la parte trasera por el segundo, la bestia divina yacía en el suelo.

Melqart aterrizó majestuosamente junto a él, su cuerpo gigante apareció ser poco realista.

Mientras tanto, el [Jabalí] trataba desesperadamente de levantarse, pero no pudo. Sus patas delanteras negras se rascaban ruidosamente contra la superficie de la carretera, sus luchas fueron en vano. El daño infligido por Yagrush y Ayamur ahora era demasiado grave.

Por otra parte, los cientos de miles de langostas ya habían llegado al muelle donde se localizaban Godou y Erica.

Siempre que estas plagas aparecieran en gran número, se convirtirian en grandes desastres que podrían llevar a los países a la ruina. Usando sus pequeñas pero afiladas mandíbulas, habrían devorado toda la vegetación de los campos fértiles.

Además, este enjambre masivo de langostas estaba comandado por Melqart.

Este enjambre de insectos de la muerte encarnaba su aspecto como un dios de la destrucción. Ya fuera de hierro o de hormigón, todo lo apuntado se devoró en totalidad.

¿¡Cómo podría superar esta crisis!? Del mismo modo que la espalda de Godou estaba empapada en un sudor frío…

“¿Eli Eli lama sabactani? Oh Señor, ¿por qué me has abandonado?” Erica levantó la voz y cantó.

Este era su carta de triunfo, las palabras de hechizo que había usado durante la batalla contra Verethragna.

“Dios mío, lloro durante el día y no oyes; Y en la temporada de noche, no estoy en silencio, Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel”

Estos eran aparentemente las palabras de hechizo de Gólgota. Se decía que Jesús expresó su desesperación y alabó a Dios Padre por medio de la canción de la muerte poco antes de su ejecución.

Godou podía sentir sus alrededores llenos del “aura” terrible de angustia y desesperación.

“¡Oh, mi fuerza, date prisa en socorrerme! Anunciaré tu nombre a mis hermanos: En medio de la congregación te alabaré”

Cuando las armas fueron infundidas con las palabras de hechizo de Golgotha, incluso los dioses podrían odiarme– Antes de la batalla contra Verethragna, Erica había mencionado una vez.

Entonces seguramente esto era todo. Así como Godou imaginó, Erica levantó la espada mágica Cuore di Leone hacia el cielo. Con su esbelta hoja de plata y hermosa como una obra de arte, la espada absorbió las palabras hechizo de Gólgota.

Por otra parte, el canto de las palabras de hechizo de Erica no terminó ahí.

“Por el bien de mantener el orden en Roma, ¡el Senado decretó la suspensión de imperium! ¡Ultimum Senatus consultum, por la presente decretó!”

Ella procedió a implementar la más fuerte magia defensiva.

Imbuida de las palabras de Gólgota, Cuore di Leone cambió de una espada mágica en forma de cadena. Arrollandose alrededor como una gran serpiente, trazando un sendero en espiral alrededor de Godou y Erica.

Transformada en una cadena mágica espiral, se puso en pie como una fortaleza de hierro impenetrable. ¡Esto debería protegerlos del enjambre gigante de langostas!

Dispuesta en una espiral, la cadena estaba envuelta en un rayo azul-blanco. Acompañado por ruidosas explosiones de chispas, todas las langostas fueron repelidas.

“Voy a aguantar por ahora, pero no puedo mantenerlo por mucho tiempo. ¡Godou, por favor derrota a Melqart antes de que mi barrera se acabe!”

“Uh, sí.”

Dadas sus condiciones desesperadamente desfavorables, al pensar en Erica ni siquiera habló de vuelta. Sin embargo, Godou asintió a sus palabras. No había opciones viables más que eso. “Así que, ¿cuánto tiempo puedes aguantar…?”

“Por mucho me gustaría decir para siempre, teniendo en cuenta que son sirvientes convocados directamente por un dios, con los números actuales – dos minutos debería ser

el límite a pesar de que funciona como una carta de triunfo frente a los de la talla de Bianchi, pero la situación actual está en un nivel completamente diferente”.

El tono de la voz de Erica era muy tranquilo.

Sin embargo, ella probablemente estaba fingiendo. Con tan sólo minutos del final, por otra parte, con su vida a cargo de otra persona, debía ser imposible mantener la compostura.

Cuando Godou la miró en silencio, Erica mostró una sonrisa sin miedo.

Pero, así como él sospechaba, le faltaba un poco de su glamour habitual y se sentia un poco forzada.

“Yo no soy el tipo que planifica mi vida hasta el último detalle. Sin embargo, tener mi vida truncada a esta temprana edad sería realmente inesperado. Mi futuro, el de Erica Blandelli, ¿puedo confiártelo a ti?”

Esta hermosa chica ya se había vuelto más estrecha en la relación con Godou, más importante que cualquier otra persona, aparte de la familia.

Godou se obligó a despertar su ánimo. En ese caso, no tenía más remedio que actuar. El destino de esta ciudad de Palermo, e incluso la vida de Erica, todo dependía de él.

Por lo tanto, no podía renunciar. Dejando de vacilar sobre esto o aquello, ¡simplemente corre hacia adelante impulsado por el espíritu! “Sí, me quedaré a tu lado incluso hasta la tumba. Dejamelo todo a mí.”

“Wow, que raro es escuchar realmente esas palabras fiables de ti. Entonces creeré en ti.

¡Ah, sólo para estar segura, debo aclararlo de antemano!”

Erica de repente gritó como si se hubiera dado cuenta de ciertos significados. “Cuando hablé de confiarte mi futuro, no quise decir nada especial, ¿de acuerdo?

Definitivamente nada análogo para bien o para mal, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, ¡hasta que la muerte nos separe ni nada de eso! ¿¡Estás claro en eso!?”

“Uh, sí. Por supuesto. Esa noción no podría habérseme ocurrido, ¿verdad?”

Cuando los dos conversaron, el enjambre de langostas se reunió, intentando atacarlos. Bloqueandolos estaba la barrera espiral de la cadena que emitia una descarga eléctrica y calor.

Mientras tanto, quienes se encontraban en la carretera principal eran Melqart quien había aterrizado y capturado al [Jabalí]. Con indiferencia, el rey divino enviaba patadas rápidas y feroces en la parte posterior de la bestia gigante que yacía expandida en el suelo.

¡Uwooooooooooooooh! Los graves rugidos del [jabalí] resonaban por todas partes. ‘Hoo… ¿No es esto un final digno?, ¡bestia divina! ¡Preparate a morir!’ Melqart declaró al aterrizar golpes viciosos y patadas en el [Jabalí].

La bestia divina negra curvó sus piernas, ya que estaba en el suelo. Lo hizo para proteger a su parte más vulnerable y soportó los ataques de Melqart con su espalda.

Entonces el rey divino llamó a sus dos mazos que habían estado volando en el aire. Blandiendo Yagrush en su mano izquierda y Ayamur en su derecha, comenzando una nueva ronda de ataques cada vez más feroces en la espalda del [Jabalí].

Todo su cuerpo fue repleto de músculos, el hombre medio desnudo atormentó la lucha bestial– Tal salvajismo era evocador de un escenario de caza de Edad de Piedra.

Melqart ni siquiera le dio a Godou una sola mirada. No podía ser descuidado y complaciente, ¿verdad? Pero, en cualquier caso, actualmente atrapados por este enjambre de langostas, Godou estaba enfrentando una crisis desesperada por su cuenta final de las cosas.

En estas condiciones, ¿¡cómo podría Melqart ser derrotado!?

Godou buscó desesperadamente su mente. Sin embargo, parecía un desperdicio inútil de tiempo.

“Sólo treinta segundos del final, hasta el límite. Es mejor que estés preparado, ¡Godou!” Erica finalmente anunció que el tiempo se estaba acabando.

La cadena espiral los protegía del enorme enjambre de langostas que eran como una nube. Sin embargo, las grietas estaban empezando a aparecer por toda la cadena, y su rotura inminente era fácil de ver.

Godou en este momento, decidió abrazar su destino con los brazos abiertos – ya había hecho todo lo que podía hacer.

Tomando una respiración profunda, relajó sus hombros. No había nada que le inquietara. Reflexionando en estos definitivos últimos momentos, él desvió la mirada.

En silencio, miró hacia el cielo. Anteriormente, su visión del cielo se había oscurecido por la cadena en espiral y el enjambre de langostas.

El sol que no se había visto desde hace días, brillaba claramente con tan brillante resplandor… ¿El sol? Ahora que lo pienso–

El señor de la guerra Verethragna era el niño celestial del sol. Un hecho que se había olvidado por completo. Fue precisamente al robar sus llamas con el [Secreto Tomo de Prometeo] que Godou fue capaz de hacer su ataque final para derrotar al dios.

“Si ese es el caso, debe ser de forma natural entre las diez encarnaciones, ¿verdad?”

Entendió el instante en que se dio cuenta del hecho. La bestia sagrada que llevaba el resplandor del sol. Además, no había ningún problema con las condiciones de uso. Godou asintió.

“Tal como correspondía a un dios de la justicia… Los únicos objetivos permitidos del [Caballo Blanco] son grandes pecadores que han traído sufrimiento a las personas.”

“¿Eh? ¿Qué está pasando?”

“Te lo explicaré más tarde. Pero antes de eso…”

Manteniendo la cadena de espiral, Erica cuestionó con un murmullo.

Manteniendo la respuesta para más tarde, Godou centró su atención en la batalla entre los dos cuerpos gigantes.

Transmitió sus intenciones al [Jabalí] que estaba siendo pateado y golpeado ferozmente por Melqart como un saco de boxeo. –De esta manera, ¿te puedes mantener más tiempo?

Si podía hacer eso, seguramente vencería a su enemigo. En ese mismo instante, Godou entendió.

Los ojos del [jabalí] parecían estar diciendo “No me subestimes”, ya que destellaban brillantemente. A pesar de que la bestia divina negra estaba tendida en el suelo en su último aliento, todavía mordió a Melqart en el tobillo.

“¡Jajajaja! ¡Qué terriblemente débil! ¿¡Donde ha ido tu espíritu ahora!?” A pesar de que fue mordido, Melqart rio como si totalmente no le doliera.

Además, utilizó su pierna libre para patear la cara del [Jabalí]. La bestia divina negra ya no pudo resistir y cayó hacia atrás, liberando el tobillo que había estado mordiendo.

“Que loable eres, ¡bestia salvaje! Lo has hecho bien, frente a Melqart en la batalla

¡Kukuku, que tiempo ha pasado desde la última vez que he cazado, es verdaderamente emocionante esforzarme y trabajar duro por el sudor!

Melqart arrojó a Yagrush y Ayamur.

Usando sus fuertes brazos para envolver alrededor del torso del [Jabalí], se levantó en alto como un cubo de madera – vertiendo toda su fuerza. Puramente con fuerza en los brazos,

aplastó la columna vertebral de su enemigo. Esto se llama un abrazo de oso en la lucha libre.

¡RAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! El [Jabalí] gritó en voz alta y trágicamente.

Este fue el momento en que Godou había estado esperando, cuando Melqart estaba ejerciendo la fuerza de todo su cuerpo enviando la bestia divina a su tumba.

¡Aprovechando esta oportunidad para atacar, eso impediría a Melqart evadirlo como antes!

“Por la victoria, acelera girando ante mí… O sol Inmortal, yo te ruego que otorgues la luminosidad al semental. O semental que se mueve con la gracia divina maravillosa, trae adelante el halo de tu maestro–“

Las palabras salieron desde su boca como murmullos en un primer momento. Al final, se recitaban sonoramente como si ocultaban un sol dentro de ellas.

Bajo la mirada de Godou cuando cantaba, el [Jabalí] perdió su forma y se disipó como la niebla. Con el fin de cambiar las encarnaciones al [Caballo Blanco], ya no podía sostenerse.

El caballo blanco, que actuó como el transporte del sol, era la tercera encarnación de Verethragna. En la ubicación al este de Godou y Erica – en el horizonte a través del mar, apareció el brillo dorado. Un segundo sol.

Durante los tiempos de la madrugada, el sol saliendo por el este podría iluminar la tierra con un color rosado. Ahora, el mismo resplandor glorioso y resplandeciente brillaba en Palermo desde el otro lado del Mediterráneo.

A continuación, el segundo sol dio a conocer una “lanza blanca de luz.”

Las atmósferas estelares podrían ocasionalmente tener erupción con explosiones conocidas como llamaradas. La encarnación del [Caballo Blanco] era la técnica final que salía disparada con llamas blancas desde el cielo oriental equivalente a las erupciones solares.

Naturalmente, el objetivo era Melqart cuya tormenta grande había atormentado a la población.

‘¡Nugaaaaaaaaaaaaaaaaah!’

Volando desde el cielo del este, la brillante lanza de llamarada solar cruzó los cielos. Envuelta en conflagración apocalíptica blanca, esta vez fue el turno del Dios del Cielo para emitir gritos de dolor.

En un estado totalmente listo, Melqart podría haber sido capaz de defenderse contra estas llamas. Pero, tal como era de esperar, apenas podía lograr eso en su postura de abrazo de oso. Las chispas cayeron sobre Godou mientras que asentia.

Melqart era visible en medio de las llamas blancas abrasadoras. Godou emitió la orden de “¡Ven!”

“Erica, suelta las cadenas. ¡Salta en el mar!” “–¡Sí, entendido!”

Su “socio” de inmediato respondió a sus órdenes repentinas.

Todas las chispas descendentes eran rescoldos, pero las langostas de Melqart fueron incineradas instantáneamente en el contacto y se vaporizaron. Viendo esto desprotegida, Erica lanzó la cadena en espiral.

Al mismo tiempo, ella y Godou corrieron a toda velocidad hacia el mar. Una parte de las langostas intentaron llegar hacia ellos, pero fueron bloqueadas por las chispas y se quemaron.

Inmediatamente después de que la pareja había saltado en la bahía de Palermo–

La conflagración apocalíptica del [Caballo Blanco] incineró a Melqart como un horno y se extendió por todo el camino hasta el puerto deportivo, donde Godou y Erica habían estado alojados en este momento. En un instante, la gran plaga de langostas fue completamente vaporizada, decenas de miles a la vez.

***

Les llevó mucho tiempo antes de que el fuego se calmara por completo – Godou había estado preocupado en secreto.

Como algo que correspondía a lo producido a partir de una autoridad. Estos fenómenos ridículos más allá de la creencia, se desvanecieron después de unos pocos minutos de diez y pico. Por otra parte, no hubo calor sobrante que quedara donde la incineración había tenido lugar.

Godou flotó de nuevo cerca del puerto de yates.

El toque suave de la suave brisa acariciando su rostro era como la primavera mediterránea. En comparación con los vientos cálidos que soplaban de la escena del horno de fuego ardiendo, era como la diferencia entre el cielo y el infierno.

Godou asintió con la cabeza cuando Erica le hizo una seña con los ojos mientras flotaba a su lado. Después de haber tomado su decisión, regresaron a la orilla.

“¿Qué debo decir? esto es bastante aterrador…”

“Quiero dejar esto claro de antemano, esto fue prácticamente la totalidad de tu propio hacer.” Erica ofreció su comentario cuando Godou exclamó.

Este era el camino principal que se extendía al otro lado de la orilla del Mediterráneo. Más bien ajustado para esta antigua capital de Sicilia en la costa, lo que solía ser una calle tranquila donde la gente siempre había vivido en la felicidad en medio del cielo azul claro y el océano.

Ahora bien–

Hubo numerosos casos de estructura de acero o estructuras construidas de piedra, así como las carreteras de asfalto, con signos de abrasadores llamaradas solares. Aún estaban las que conservaban sus formas básicas. Sin embargo, sus contornos eran desiguales como el cristal que se había derretido y re-solidificado.

Naturalmente, los objetos inflamables como árboles en las carreteras fueron completamente eliminados.

La atracción turística de Porta Felice que actuó como la entrada al Corso Vittorio Emanuele y acababa de ser dañada por el [Jabalí], ahora había colapsado completamente.

“Incluso si alguien dice que un fragmento del sol había descendido aquí hace cien años, todavía sería posible que alguien pudiera creer eso…”

Tras ser testigo de los resultados del uso de su poder divino, Godou se agarró la cabeza entre sus brazos.

¿Qué demonios he hecho? Los sentimientos de vergüenza y arrepentimiento lo abrumaron como fieras ondas del océano. Lo único de la suerte fue que Melqart y el enjambre masivo de langostas habían sido destruidos–

Justo en ese instante, todo el cuerpo de Godou de repente experimentó un intenso calor y golpes, y luego se quedó afectado.

Dañado como si acabara de ser golpeado por una ronda de tanque. No es bueno, no puedo soportarlo más, ni puedo levantar un dedo. Poco a poco, su conciencia empezó a desvanecerse.

No te mueras al menos, voy a tener que confiar en él [carnero]…

Sólo habían pasado pocos días desde que se convirtió en un Campione, pero gracias a la experiencia de combate real, muchas veces, Godou ya se había familiarizado con el uso de su autoridad.

“¿¡Podría ser esta Alteza – el rey Melqart!?”

Lo que acababa de golpear a Godou de repente fue el mazo Ayamur.

Anteriormente, el mazo había sido dimensionado en la proporción de Melqart para manejarlo, pero ahora se había reducido a dimensiones de un ser humano normal.

Erica miró en estado de shock en la dirección desde donde el mazo había llegado volando.

Una bola de trueno se movía sobre la Vía Cala que estaba medio-derritida por la llamarada solar blanca. Ruidosamente emitiendo débiles chispas azules y blancas, era una esfera de plasma.

Erica se dio cuenta. Hace un momento, ¡el [caballo blanco] no había derrotado a Melqart por completo! Al parecer, había perdido su cuerpo material, pero su ectoplasma todavía sobrevivió–

“Cierto… De hecho, ¡es así! ¡Pensar que sería derrotado por el mocoso esta vez!” El trueno respondió con la voz y solemnidad de Melqart.

“Mmm, no sé si mi ira podría sofocarse al eliminar el dios de la guerra de los pequeños trucos baratos. Pensar que mostraría una apertura tan tonta. Lo que sea, incluso teniendo en cuenta eso, si no, lo has hecho bastante bien…”

“¿Piensa su Alteza matar a Kusanagi Godou?”

Erica cuestionó al dios majestuoso. Una vez más, convocó el acero de león, Cuore di Leone, en la forma de espada mágica. Si eso era lo que el rey divino de tormentas tenía como intención, ella no tendría más remedio que enfrentar su vida en su contra…

‘De hecho, eso es precisamente mi deseo. Lamentablemente, ese ataque solo ha agotado mis fuerzas restantes. Por ahora, no puedo hacer nada, ¡aparte de asomarme como esto en el aire!

Pasó un trueno que poseía un cuerpo material y probablemente se había resoplado con su nariz. El ambiente estaba cargado de ira y frustración.

“El tipo de destino ilegítimo que nos reunirá para una revancha futura una vez que se restaure mi cuerpo, existe entre este mocosa y yo. ¡Bueno, esta vez es mi derrota – no, es un empate!”

Cambiando su condena a medio camino mostrándose claramente la personalidad competitiva y desafiante del dios. Este fue el veredicto de Melqart.

Erica relajó sus hombros y se sintió aliviada.

A pesar de que había perdido su cuerpo material, todavía era un dios. Ya fuera luchar o huir de él, sería bastante difícil para Godou y Erica quienes no tenían fuerzas. Un alto el fuego sería lo mejor por ahora.

‘Por lo tanto, me iré. No se sabe si el destino cruzará nuestros caminos o cuando voy a encontrar a ese mocoso de nuevo en el futuro – pero va a suceder. ¡Yo me haré cargo del futuro correctamente!’

Como el viento comenzó a soplar, el trueno hablando voló.

Atrás quedaron Erica Blandelli y el joven asesino de dioses inconsciente. Una situación muy similar a la de hace unos pocos días.

Godou estaba durmiendo con el fin de revivir, sin nadie que lo protejiera al margen de ella. Al darse cuenta de esta coincidencia, Erica se levantó y apoyó la cabeza del joven durmiendo.

“… Buena lucha, Godou. Esta es ahora mi galardón otorgado a ti. Nunca haré esto otra vez, especialmente cuando estés consciente. Así que por favor, descansa adecuadamente, por ahora.”

Como si no tratara de perturbar el sueño del joven, Erica habló en voz baja con tonos suaves cuando ella le servía de almohada.