Shijou Saikyou No Daimaou Murabito A Ni Tensei Suru (NL)

Volumen 5

Capítulo 58: El Ex-Señor Demonio Y Los Deberes De Un Guardia

El tiempo se me escapó. Ya había pasado una semana desde el final del viaje escolar y nuestro regreso a la capital. Todo este período fue la definición de normalidad, como si el pandemonio nunca hubiera sucedido. El tiempo pasó sin incidentes.

Habían pasado dieciséis años desde que reencarné. ¿Cuándo fue la última vez que no pasó nada durante tanto tiempo?

Este día no fue diferente. Las cosas iban bien en la Academia.

…Sin embargo.

“¡¿Dónde está esa payaso?! ¡Muéstrate, Sylphyyyy!” “¡¿Aaaaaaah?!”

Dos de los sospechosos habituales eran tan ruidosos como siempre.

En el aula, todos bostezamos y estirábamos las extremidades después de un largo día en la escuela. Olivia había agarrado un puñado del pelo rojo de Sylphy y estaba arrastrando a la pobre chica.

“Esto se ha convertido en parte de nuestro ambiente en el aula”.

“Uh-huh. Solía desanimarme, pero ahora se siente totalmente normal”.

Ginny e Ireena se encogieron de hombros y miraron mientras Sylphy era remolcada.

“¡Daddy!”

“¡Trabajé al máximo hoy!”

Dos chicas se lanzaron sobre mí por ambos lados. “¡Dame un masaje en la cabeza! ¡Dame! ” “¡Alábame! ¡Alábame! “

“Excelente trabajo, Lumi, Lami”.

Las dos chicas suspiraron felices, las caras se fundieron en sonrisas.

Lumi y Lami parecían adorables niñas… excepto que eran espíritus que deberían haber perecido en la era antigua. Un cierto incidente en la escuela nos puso en contacto con ellos. Una cosa llevó a la otra, y ahí estaban.

“De todos modos, no estaba seguro de si esto funcionaría… pero parece que realmente encajas en la Academia”.

“¡Uh-huh!”

“¡El viaje escolar fue tan divertido!”

“Al principio tenía miedo de las actividades del grupo”. “¡Pero Carmilla y Veronica fueron súper amables!”

Carmilla y Veronica, dos estudiantes de la Academia, cada una cargada con su propia historia de fondo.

“Oh, Verónica. ¿Te vas por el día?” Le pregunté a la chica rubia justo cuando estaba a punto de irse.

“Finalmente resolví algunas cosas con mi familia. Estoy pensando en volver a casa temprano a partir de ahora”.

“Oh. Me alegra escucharlo.”

“Hee-hee. Todo gracias a ti. Te lo devolveré algún día, Ard Meteor.” Ella me dedicó una suave sonrisa antes de salir de la habitación.

La hija de un duque había tenido algunos problemas en casa, pero parecía que las cosas estaban cambiando.

“U-um, Ard.”

“¿Sí, Carmilla?”

Carmilla tenía una cabellera plateada. Como Ireena, era descendiente de los Dioses Malignos y… mitad demonio.

Ireena y yo la habíamos rescatado cuando la mantuvieron cautiva como parte de una antigua costumbre en cierta aldea. Avance rápido hacia el presente.

“Yo… um… estoy teniendo problemas con algunas cosas en nuestra clase de Estudios Mágicos. ¿Te importaría… eh… enseñarme?”

“Sería un placer. Ireena, Ginny. ¿Te importa si nos quedamos atrás?” “¡No hay problema! De hecho, ¡te ayudaré! “

“Podría ser útil repasar el material del curso”. “¡Lumi también lo hará!”

“¡También Lami!”

Todos nos dedicamos a nuestros estudios. Fue una espléndida instantánea en el tiempo.

Estaban cerrando los terrenos de la escuela por el día. La campana sonó en toda la Academia, instando a los estudiantes a regresar a casa. Ireena, Ginny y yo ya estábamos cruzando los terrenos de la escuela cuando lo escuchamos. Sylphy todavía estaba siendo mordida por Olivia, lo que explicaba su ausencia.

“¿Vamos a nadar en educación física mañana?”

“Hee-hee. No podrás apartar los ojos de mi traje de baño, Ard. “

Estábamos charlando un poco mientras regresábamos a los dormitorios. Días felices. Un momento en el tiempo como el agua tibia de un baño que te dio ganas de sumergirte para siempre.

Sin embargo…

Parecía que había planes más grandes para mí que no me dejaban estar.

Tan pronto como vi a una multitud con armadura de placas completa, mi sexto sentido gritó peligro. Mi instinto tenía razón.

Uno de ellos se acercó a nosotros y gritó: “Sir Ard Meteor. Lady Ireena Litz de Olhyde. Su Majestad los ha convocado a los dos. Por favor, venga al palacio de inmediato”.

Bueno, no podríamos decir exactamente que no.

Aunque no podía quitarme la sensación de hundimiento en el estómago, Ireena y yo nos dirigimos al palacio…

***

Dycaeus. La capital del Imperio de la Hechicería de Laville. Como la ciudad más grande del país, la capital estuvo a la altura de sus expectativas como hogar del castillo de la reina.

El centro de la ciudad inmediata era claramente lujoso, como para subrayar la autoridad de la reina. Los terrenos del castillo estaban apropiadamente extensos, pero cada centímetro estaba meticulosamente cuidado.

El patio era una obra de arte. La propia reina había afirmado que su preciado recinto fue creado por cientos de los mejores jardineros a su servicio.

En un área con una vista particularmente espectacular del jardín, habían preparado un juego de sillas alrededor de una mesa. Si este fuera un día normal, encontrarían a la reina contemplando su creación y bebiendo té para recuperarse de los asuntos gubernamentales, pero…

En este momento, la reina Rosa no había fijado los ojos en el jardín con los otros dos espectadores.

Estaban observando una batalla entre dos magos… mi oponente y yo.

“Mmm. Sabía que tus habilidades estaban más allá de la norma, Ard Meteor. Pensar que competirías con un Septágono de Séptimo Rango a la tierna edad de dieciséis años”.

Sentada a la mesa, la bella Reina Rosa expresó su admiración.

“¡Heh-heh! ¡Obviamente! ¡Nadie puede vencer a mi Ard!” alardeó uno de los espectadores, Ireena, sentándose orgullosa.

“¡Nghhhh…! ¡Deja de arruinarlo! ¿Te llamas a ti mismo un mago superior?

¡No deberías estar luchando contra un mocoso!”

El tercer espectador era el anciano que había organizado esta batalla. El primer ministro Valdr gritó con irritación.

Al recibir esta reprimenda, mi oponente frente a mí bloqueó mi ataque mágico con una sonrisa irónica. A los cuarenta años, había logrado ascender al rango más alto entre los magos, Septágono, demostrando ser más que un cabeza de carne con poco talento.

En un lado de la escala, estaba el honor de ganar. Por otro lado, existían riesgos al reclamar esta victoria. Este hombre había pesado esa balanza y había tomado la decisión correcta. Él podría hacer mucho.

En otras palabras, había decidido perder a propósito, considerando que el riesgo era demasiado alto.

… Por eso esta batalla estaba resultando ser feroz. Porque yo tampoco estaba tratando de llegar a la cima.

“… ¿Un hechizo de defensa de alto nivel sin cantar nada a tu edad? Supongo que eso es normal para el hijo de los Grandes Magos”.

“Me halagas. Eres el Septágono más joven de la historia. Ni siquiera puedo comparar”.

“Pshh. No pasará mucho tiempo antes de que superes mi récord”. “Oh por favor. No hay forma.”

“Bah. No hay duda.” “De ninguna manera.” “Vamos.”

Estábamos dándole vueltas el uno al otro mientras intercambiábamos violentos golpes… para intentar sentar las bases de nuestra propia derrota.

…Hombre. Este chico era bueno. Él leyó todos mis movimientos y hábilmente evitó que perdiera.

Especialmente el primer encuentro. Tenía mi aprobación. Había inventado el escenario perfecto: tropezar de la manera más inocente, creando un momento en el que no podía protegerme. Estuve así de cerca de tomar la peor parte de su ataque y aceptar la derrota… excepto que él me había lanzado un hechizo de defensa a una velocidad increíble. ¡Había frustrado mi plan!

¿Cuándo fue la última vez que un oponente tuvo una lectura tan precisa sobre mí? Había vivido el tiempo suficiente en este planeta para saber que este hombre era extraordinario.

Honestamente, ¿podría perder contra él…? Estaba empezando a sentirme un poco inseguro de mí mismo…

“¡¿Nwagh?!” El hombre fue arrojado violentamente hacia atrás.

No fue por mi voluntad. Me había lanzado un hechizo de ataque e inmediatamente aumentó la teatralidad para que pareciera que lo habían destruido. El impulso lo hizo rodar por el suelo, donde dejó escapar un gemido de angustia cuando finalmente se detuvo.

“¡N-Ngaghh…! ¡¿Q-Qué hiciste, Ard Meteor…?!” “… ¿Disculpa?”

“¡Yo-yo ni siquiera vi venir tu círculo mágico…! Y sin embargo… ¡has hecho tanto daño…!”

“No, espera—”

“¡Yo… no puedo levantarme…! ¡Me mata decir que he perdido esta batalla…! “

Espera. Espera. Espera. Espera. No solo te escuché decir eso.

“¡Mmm! ¡Sabía que lo tenías en ti, Ard Meteor!”

“¡Lanzando magia sin un círculo! ¡Eres totalmente increíble, Ard!” “Um. Espera. No hice nada”.

Empapado en sudor, me apresuré a explicar la situación…

“¡¿No hiciste nada…?! ¡¿Qué quieres decir…?! ¿Estás diciendo que esta misteriosa técnica no fue nada para ti…? ¡Eres… eres un genio…!”

Mi enemigo había tomado mi declaración y la había torcido fuera de proporción.

“¡De hecho, Ard Meteor, eres más que apto para la misión que tengo reservada para ti! Sin objeciones, ¿verdad, Valdr?”

“¡Gnghh…! ¡Es un farsante! ¡Debe haber usado algún truco bajo la manga!” El rostro arrugado de Valdr enrojeció de rabia.

No sé qué hice para incurrir en su desdén desde nuestra primera interacción, pero aparentemente ahora era su archienemigo.

Sin embargo, eso funcionó para mí en ese momento.

Maravilloso. Gracias, Valdr. Me has echado una mano.

Decidí lanzar su tema de conversación.

“¡Yo… de hecho, sir Valdr! ¡Soy un tramposo! Yo—”

“Sí. Básicamente está engañado. Solo podemos etiquetar su extraordinaria habilidad de esa manera…”

Mi oponente estaba pisoteando todas mis esperanzas.

“¡Grr! ¡No dejes que se te suba a la cabeza, Ard Meteor!” ladró el primer ministro. “¡Me niego a admitir esta derrota!”

Valdr luego huyó de las instalaciones, dejándonos con palabras de despedida que carecían de deportividad. Mi oponente corrió tras él… pero no antes de enviarme una mirada significativa para transmitir su mensaje final.

“Deberías aprender a perder mejor. Necesitamos este tipo de habilidad”.

… Un pensamiento surgió del profundo abismo de mi corazón. Quería sufrir la derrota.

“La opinión de Valdr no importa. Como discutimos antes, Ard Meteor e Ireena, actuarán como mis guardaespaldas,” anunció la Reina Rosa, sonriéndonos antes de tomar un elegante sorbo de su té.

Así es. Esta última batalla fue para decidir quién serviría como sus guardias.

… Tuve un flashback de todo lo que nos había llevado a ese punto.

Todo comenzó inmediatamente después de que los caballeros nos escoltaran hasta Rosa.

“Has oído hablar de la nación santa, Megatholium, ¿verdad?”

Ireena y yo asentimos en asentimiento a la pregunta inicial de la reina.

Megatholium. Acurrucada en el mismo centro del continente, la santa nación se componía de varias características únicas.

Primero, su tamaño. Era estándar para un país abarcar muchas ciudades, pero Megatholium tenía aproximadamente el tamaño de una pequeña ciudad. Sin embargo, su balanza de justicia se consideraba la regla incondicional en todo el continente, y otros países estaban ansiosos por escuchar sus opiniones sobre asuntos internacionales.

¿Porque preguntas?

Porque Megatholium albergaba la sede de la religión más grande del mundo… el Credo Unido.

La iglesia tenía mucho poder sobre el mundo moderno, donde todas las culturas y costumbres tenían sus raíces en la adoración al Señor Demonio. Con la gente importante del clero en Megatholium, la nación santa se consideraba excepcional, incluso entre las excepciones.

“… ¿Bien? ¿Cómo se relaciona Megatholium con tu citación?”

“Pronto serán los anfitriones de una conferencia. Hay cinco naciones en este continente conocidas como las Grandes Potencias. Esto incluye el Imperio de Hechicería de Laville. Esta es una asamblea de esos líderes supremos… un evento trascendental”.

En este punto, pude reconstruir por qué nos habían llamado aquí. Parecía que mi pequeña e inteligente Ireena estaba en la misma página.

“¡Así que quieres pedirnos que te protejamos! ¡¿Verdad, Rosie?!”

“Correcto. Si esta asamblea se hubiera podido llevar a cabo subrepticiamente, no te habría molestado. Debido a que el contenido de nuestra cumbre tendrá un efecto profundo en todo el continente, me temo que no hubo más remedio que anunciar esta conferencia”.

“… ¿Qué tipo de contenido?”

“Un tratado de paz entre las cinco potencias. Naturalmente, esto incluye un pacto de no agresión, pero queremos discutir el intercambio de todos los asuntos confidenciales y desarrollos tecnológicos… La intención del tratado es unificar el continente en una sola nación, con Megatholium en su centro”.

“Interesante. Eso es atrevido”.

Como acaba de decir, las Cinco Potencias gobernaban el continente, e incluía el Imperio de la Hechicería de Laville. Su lucha por controlar el continente era milenaria y todavía no había un ganador claro.

Si hubiera alguna razón para que se convirtieran en uno—

“He oído que últimamente ha habido una mayor actividad con los demonios”, observé. “No me di cuenta de que estamos en un punto en el que las grandes potencias no tienen más remedio que unir fuerzas”.

“Aún no ha caído una gran lucha en nuestra nación, porque estamos en posesión de muchos héroes, incluidos ustedes mismos… Sin embargo, ese no es el caso en otras naciones. Nuestros espías han informado que una ciudad entera fue aniquilada cuando los demonios llevaron a cabo una gran ceremonia en cierta nación”.

“…Ya veo. Sin duda, ahora no es el momento de pelear entre nosotros”.

“Correcto. Me imagino que los demonios pueden eventualmente resucitar a los Dioses Malignos en una de nuestras naciones. Debemos darnos prisa. Como parte de este plan, el propio Papa propuso el tratado de paz”.

El Papa era el rey de Megatholium y el miembro más alto del clero que reinaba sobre el Credo Unido. En la era moderna, el Papa habló en nombre del pueblo, lo que dificultó desafiarlo.

Sin embargo, las Cinco Potencias estaban en sintonía con esta situación, lo que explica por qué pudieron llegar a una decisión tentativa al respecto.

“Ya no podemos permitirnos pelear entre nosotros. Por lo tanto, hemos decidido unirnos. Creemos que la gente será receptiva a este tratado y se unirá a nosotros en nuestra lucha colectiva contra los demonios”.

“Fortalecer una coalición entre los civiles a través de las fronteras… no solo los países… ya veo. Sería imposible mantener la asamblea en secreto. Sin embargo, esto podría provocar que los demonios intensifiquen su actividad terrorista. Lo que significa que necesitarás estar protegido… y nos has elegido como tus guardias”.

“No hay nadie en quien pueda confiar más que en ti”.

Ireena estaba claramente emocionada de recibir sus elogios, pero… yo era exactamente lo contrario.

Para ser honesto, no quería ser un guardaespaldas. Solo llamaría la atención no deseada.

Quiero decir, piénsalo. Si aceptara este trabajo, superaría involuntariamente las expectativas y me convertiría en un nombre familiar en todo el país, no, en todo el continente. Obviamente, eso significaba que cimentaría la teoría de trabajo de la figura hermana en mi vida, Olivia, de que soy el Señor Demonio. Me la imaginaba dándome una sonrisa brillante.

Si había algo que tenía que evitar era eso.

Traté de encontrar una excusa, cualquier excusa, para rechazar el trabajo. Pero antes de que tuviera la oportunidad…

“Lo siento mucho, Su Majestad. Yo, Valdr, me opongo a que Ard Meteor te acompañe”. El primer ministro intervino desde su lugar junto a Rosa.

“¿Qué? ¿Por qué?”

“Su asistencia a esta reunión sería inapropiada”. “¿Inapropiada?”

“Indudablemente. Ard Meteor carece de las calificaciones necesarias, que la hija del barón, Lady Ireena, posee… Si sabes a qué me refiero.”

Por una fracción de segundo, nuestros rostros palidecieron por los nervios.

… La fraseología de Valdr solo indica que él estaba al tanto de la verdadera identidad de Ireena.

Ireena era más que una linda chica elfa. Su padre, Weiss, y ella eran descendientes de los Dioses Malignos y… la verdadera familia real de Laville.

Rosa básicamente sirvió como una gobernante títere, por así decirlo. El gobernante legítimo de esta nación era Weiss, conocido como el Barón Heroico. Esto convirtió a su hija en la princesa heredera.

Si el público supiera que la realeza tiene vínculos de sangre con los dioses malignos, la nación estaría en peligro de destrucción. Durante generaciones, Laville tuvo un sistema peculiar: colocar a los gobernantes títeres al frente, controlados entre bastidores por la verdadera familia real.

Ahora que lo mencionó, se podría argumentar que Ireena estaba perfectamente calificada para unirse a la asamblea. Después de todo, era una verdadera princesa.

“Ard Meteor es simplemente un plebeyo. Los líderes de cada nación estarán presentes… con guardias de linaje estimado. Si Su Alteza es la única con un plebeyo a cuestas… será una vergüenza”.

Bingo. Buen trabajo, Valdr. Estás absolutamente en lo correcto.

Me pareció un buen momento para participar.

“Sir Valdr tiene razón. Los líderes de las otras naciones mirarán con desprecio a Su Majestad si un aldeano le sirve como guardaespaldas. Me temo que debo rechazar…”

“Mmm. Muy bien, Ard Meteor. De ahora en adelante, eres duque”. “¡¿Qué?!” Valdr y yo gritamos al unísono.

“¡Mmm no! ¡Uh-uh! ¡De ninguna manera! ¡¿Qué estás diciendo?!” Yo pregunté.

“¡¿Un plebeyo que se une instantáneamente a las filas de un duque?! ¡¿No te parece imprudente?!”

“¿Mmm? Pero eso resuelve el asunto, ¿no es así? Si el linaje es el obstáculo, deberíamos cambiarlo. Por lo tanto, Ard Meteor, otorgo un ducado a tu familia”.

“”¡No, no, no, no, no, NO, NO!””

Valdr y yo estábamos sincronizados una vez más.

“¡Magnifico, Rosie! ¡Eres un genio!” Ireena canturreó, aparentemente conmovida por el acto. Pensé que la reina era una idiota furiosa.

… Al final de nuestra discusión, que me dejó con una migraña horrible…

“¡Yo, Valdr, prepararé un guardia ideal que presuma del linaje perfecto! ¡El plebeyo se enfrentará a esta guardia y el ganador servirá a Su Majestad! Independientemente del resultado, Ard Meteor seguirá siendo un plebeyo.

¡¿Está bien?!”

Y esa es la historia.

…Avance rápido hacia el presente.

“¡Vámonos! ¡A la santa nación de Megatholium!”

“¡Ahora que Ard y yo estamos aquí, protegerte será muy fácil!” Puedes ver cómo terminó.

“¡Con ustedes dos a mi lado, no temeré nada! ¡Será como si estuviéramos de vacaciones!”

“¡Apuesto a que podremos descansar y relajarnos!”

Cruzando los brazos mientras los miraba a los dos, dejé escapar un suspiro de cansancio.

Ahora oficialmente en guardia, me dirigí hacia la nación santa con la reina y su séquito.

… ¿Por qué se llegó a esto?