Seirei Tsukai no Blade Dance

Volumen 11

Prologo: La Primera Posibilidad

“Ugh… ”

Kamito abrió los ojos. Lo primero en entrar en su visión era un techo de color blanco puro.

Cálida luz del sol entraba a raudales en la habitación a través de las cortinas. Las sábanas eran blancas y recién lavadas

¿Por qué exactamente estaba aquí?

Antes de eso, ¿qué diablos…?

(¿Qué es esto?)

… Su cuerpo no podía moverse.

La primera posibilidad que vino a su mente era que algo estaba restringiendo su libertad.

Pero en la parte superior de la cama, no había nada parecido a grilletes. Si hubiera sido restringido por medios mágicos, entonces él no debería ser capaz de levantar ni un dedo.

(¿Estoy tan débil simplemente por agotamiento?)

Buscando esta tentativa conclusión, inspeccionaba la habitación para tener una idea de la situación.

Primero vio el jarrón en el estante junto a la cama. Además, había una gran mesa en el centro de la habitación con un armario colocado contra la pared. Aunque este mueble no estaba adornado con lujo excepcional, era evidente, al menos, que era de alta calidad y elegido con cuidado.

Además, la cama era muy cómoda, como si su cuerpo pudiera hundirse en él por completo.

(¿…Esta es una habitación utilizada por un noble?)

Por lo menos, no parecía la habitación de un plebeyo.

Entonces, si ese fuera el caso, ¿por qué estaba en la habitación de un noble?

(… ¿En prisión? No.)

Esta habitación tenía una ventana. La puerta también estaba hecha de madera y parecía fácil de romper.

A diferencia de una prisión, que en el centro estaba rodeado de roca fría, esto era diferente.

En ese momento, pasos se escucharon fuera de la habitación.

Los pasos que se acercaban no mostraron intención de ocultarlos.

… A juzgar por la situación, era probablemente una persona. ¿Fue quien le había trasladado a esta habitación? Kamito no tenía idea de cuáles eran sus intenciones, pero si era necesario, lo obligaría a decirle la verdad.

Su cuerpo entrenado respondió de forma natural, recogió algo que estaba cerca para usar como arma -El jarrón en el estante junto a la cama-.

Los pasos se detuvieron. Luego vino el sonido de una llave y la puerta se abrió lentamente.

Kamito inadvertidamente se quedó sin aliento.

Apareciendo en la puerta, era una belleza de cabello rojo.

En el instante en que sus ojos se encontraron, los ojos rubí de la chica de repente se ampliaron considerablemente.

“¿…Kami… to…?”

“¿Huh?”

La jarra de agua en su mano cayó al suelo con un fuerte golpe.

Pero ella permaneció aturdida, su cuerpo estaba congelado y clavado en ese lugar.

(¿…Qué?)

Sosteniendo el vaso, Kamito estaba un poco inseguro de qué hacer.

Él nunca esperó que quien lo encarceló reaccionaria así.

Varios segundos de silencio después, la chica tomó una respiración profunda

“Kamito, finalmente despertaste.”

Sin ningún recelo en absoluto, corrió directamente hacia Kamito.

(…)

Debido a esta acción inesperada, las reacciones de Kamito se desaceleraron.

La chica abrió los brazos y abrazó Kamito en la cama.

Entonces…

“WAAAAAAAAAAAAH…”

De repente se puso a llorar a gritos.

“¿Qué estás haciendo…?”

Muy confuso, susurró Kamito.

(¿…Qué diablos pasa con esta chica?)

Completamente desconcertado. ¿No es esta chica quien lo encarceló?

En la cama, la chica se frotó los ojos que estaban hinchados levemente por su llanto.

“Tú no habías abierto los ojos durante la última semana. Los médicos de la Academia no te pudieron sanar. Durante todo este tiempo, yo estaba pensando que si permanecías de esta manera, Kamito, nunca despertarías, Qué diablos debo hacer. .. Durante todo este tiempo, yo estaba pensando en esto, todo este tiempo. ”

“¿…Una semana, la Academia?”

Kamito frunció el ceño e inclinó la cabeza.

“¡Sí. Todo el mundo, todo el mundo está tan preocupado por ti, wahhhhhhhhhh!”

Enterrando su cara en las sábanas, la chica comenzó a llorar de nuevo.

“¿Todos?”

“¿Tengo que deletrearlo? Ellis, Rinslet o la princesa pervertida, todo el mundo.”

“… Espera. Déjame preguntarte esto antes de cualquier otra cosa.”

Kamito interrumpió a la chica.

“¿Qué?”

Perpleja, la chica levantó la vista de las sábanas.

“En primer lugar, ¿quién eres?”

Al instante, el rostro de la chica se congeló.