Last Round Arthurs (NL)

Volumen 4

Capítulo 5: Resolución De Luna

 

 

“!”

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Rintarou se dio cuenta de que estaba en el salón de Logres Manor, en algún lugar familiar.

“Oh, ¿eh? ¿Por qué estoy aquí…?” Observó su entorno, confundido. Reconoció esa mesa, el sofá, el mobiliario habitual. “¡Oye, Rintarou! ¡¿Por qué sigues espaciando?!” Y estaba Luna, tan vivaz como siempre.

“Debe estar agotado porque seguiste arrastrándolo por el campus”. Sir Kay estaba allí, suspirando.

“Hee-hee-hee. Buen trabajo, Rintarou. He preparado un poco de té. Por favor, ayúdate a ti mismo.”

Emma estaba vestida con su traje de sirvienta, sonriendo gentilmente y sirviéndole una taza.


“En serio, Rintarou… Puede que no lo parezca, pero estamos en medio de la guerra, aquí. ¿No crees que estás demasiado relajado?”

Felicia bebió un sorbo de su taza de té, sonando molesta con él.

“Eso es inusual… no puedo creer que Merlín se adormezca tan indefenso frente a los demás”.

Junto a Felicia, Gawain pinchaba un pastel.

“… ¿Qué pasa, Rintarou?” Nayuki estaba mirando su rostro desde su lado.

“…” Al presenciar esta escena tranquila… las esquinas de los ojos de Rintarou comenzaron a humedecerse.

“¿…? ¿Tus ojos están mojados? … ¿Estabas llorando?” “Nah. No es nada.” Rintarou se secó los ojos y levantó la cara.

Miró a su alrededor mientras sus amigos le devolvían el parpadeo, preguntándose qué estaba pasando.

“Está bien. Esto es un sueño. Lo sé. Estoy bien.”

“… ¿Rintarou?”

“Así es. Mientras tenga el Santo Grial… puedo salvar esto. Puedo hacerlo realidad. Lo sé… está bien… ”

Nayuki le habló con una sonrisa alegre.

“… Sí, eso es correcto. El Santo Grial puede hacer realidad cualquier deseo. ‘Pide y recibirás’… Es el tesoro supremo que puede hacer que eso suceda…”

“Sí, por supuesto. Por eso lo necesito”.

“Sigue así, Rintarou… Está ahí… Haz tu mejor esfuerzo, ¿de acuerdo?”

“… Sí, solo espera, Nayuki. Lo hare…”

Contraerse de dolor.

“¡¿Ow?!”

El dolor se disparó por la palma derecha de Sir Kay… haciéndola saltar y agarrar su mano.

“Ow. Ow, ow, ow… ¿Qué está pasando…?”

Fue difícil para ella darse cuenta de lo que estaba pasando, ya que era la mitad de la noche. Ella estaba en las profundidades de un bosque, un campamento improvisado, ya que estaban en medio de su búsqueda del Santo Grial.

Su palma derecha se sentía tibia y resbaladiza, como si estuviera mojada. Cuando lo sostuvo a la luz de las brasas restantes… “…Lo sabía.”

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Tenía un corte ensangrentado que le atravesaba la palma de la mano. Esta herida fue particularmente profunda.

Es como si me hubiera agarrado firmemente a una hoja desnuda…

Sir Kay había reconstruido el motivo de la herida que se abría en su mano una y otra vez.

Estoy segura de que esto es una advertencia… aunque no sé quién está tratando de cuidarme o de qué están tratando de mantenerme alejado…

Se dio cuenta de que su corazón latía con fuerza.

La profundidad de la herida marcó la gravedad del peligro que venía a atacarlos.

  • Creo que… este es el punto de inflexión. Después de esto, no podemos volver atrás… Estamos en una encrucijada…

Sir Kay estaba pensando en la urgencia y lo inusual de su herida…

“Así que está despierto, Sir Kay”. Escuchó una voz a su lado. “Tiempo perfecto. Estaba a punto de despertarte”.

Luna estaba levantada, mirando algo con una expresión algo avergonzada.

Ella estaba mirando una vieja cruz celta de espino.

No parecía el mismo que Luna le había dado a Rintarou como regalo en el pasado.

“… ¿Paso algo?”

Luna señaló con la barbilla en una dirección.

“… ¿Rintarou?”

Ella señaló en la dirección de su lugar, que estaba desocupado. Su manta de viaje estaba vacía.

Cuando enfocó sus ojos… pudo ver destellos de una luz dorada en la parte posterior del bosque. Era una luz que Luna y Sir Kay reconocieron demasiado bien.

“¿E-Es eso…?”

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“Creo… finalmente entiendo… dónde está el Santo Grial”. Luna le dio un buen apretón a la cruz de espino. “Sir Kay, prepárate para la batalla”.

Luego, tomó su propia Excalibur y se puso de pie.

“Hemos llegado al punto de inflexión… de esta larga búsqueda del Santo Grial”.

Swsh, swsh, swsh… Luna y Sir Kay avanzaron hacia el bosque.

Apuntaron a la luz dorada que brillaba entre los árboles, caminando lentamente.

“Sabes, hubo muchas pistas…”, dijo Luna desde el frente. “En la antigüedad, una línea de caballeros fuertes e incluso el propio Rey Arturo no habían podido obtenerlo. Sir Galahad fue el único que tuvo éxito… ¿Por qué?”

“…”

“En cada parada, recibimos un favor milagroso del Santo Grial. ¿Por qué sucedió eso?”

“…”

“Vimos más milagros de los que podíamos contar, dondequiera que fuéramos. A pesar de que nos acercamos tanto, nunca pudimos llegar a eso… ¿Por qué no? ”

“…”

“Y por último, Dindrane, nuestro guía que condujo a Sir Galahad por el camino del Santo Grial… ¿Qué fue lo último que dijo?”

“Te esperaré en este barco…”

“Creo que he llegado a conocer la verdadera naturaleza del Santo Grial. Es algo que los caballeros de la era legendaria y el rey Arturo no habrían podido obtener. Y—”

Luna sacó algo de su camisa: la cruz celta de espino.

Esa fue la única evidencia de su vínculo con su amado criado.

Luna lo miró con nostalgia… ahogando sus palabras.

“Como está ahora, Rintarou no podrá asegurar el Santo Grial. Bueno, tal vez sea más exacto decir que no podemos llegar a eso específicamente porque Rintarou está aquí. La única persona capaz de triunfar es alguien tan puro como un niño… ”

¡Fwsh! Al separar el denso bosque, Luna y Sir Kay entraron en un área abierta.

Era la orilla de un lago desierta en medio de un matorral de coníferas. Bajo la luz de la luna, esta vista panorámica se extendió ante ellos…

“¿Luna?”

Rintarou estaba parado allí, pareciendo algo fuera de lugar. Junto a él

estaba…

“…Oh, lo siento. Así que viniste por mí… Siento haberme ido sin decir nada”.

“… Rintarou.”

“No estaba tratando de ocultarlo. Pero no tienes ningún recuerdo de ella, ¿verdad?”

“…”

“Te presentaré. Esta solía ser nuestra amiga, Nayuki Fuyuse”.

“Ha-ha-ha, ha pasado tanto tiempo, Luna… Bueno, supongo que no sabes quién soy. Encantado de conocerte… supongo…”

“No te veas tan triste. Una vez que lo llevemos de regreso al mundo real, todo volverá. Recuperarán sus recuerdos”.

“E-Eso es cierto, pero… es solo… bueno…”

“…” Luna se quedó sin habla, mirando sombríamente la cosa al lado de Rintarou.

“Estamos en lo profundo del inframundo. Nayuki es parte de Dame du Lac… un humano cercano al Mundo Ilusorio. Por la noche… por un corto tiempo… dice que ella puede volver a este mundo… pero ella es como un fantasma. Yo también estaba asustado al principio”.

“¡Oye! ¿Cómo pudiste llamarme así?”

“Quiero decir, ahora mismo, pareces un fantasma. Tú también eres transparente”.

“Hmph. Necesitas leer sobre cómo tratar a una chica con respeto. Sigue así y Luna eventualmente te rechazará”.


“¿Por-por qué la mencionas…?” Rintarou continuó su conversación…

“¿L-Luna…?” Sir Kay miró nerviosamente entre Rintarou y Luna, la sangre se le escapó de la cara.

“…………” Luna cerró los ojos con fuerza, solo una vez. “Oye, Rintarou…”

Parecía decidida a comunicarse con él. “¿Qué es esa cosa… a tu lado?”

“… ¿Eh? ¿Qué…?” Rintarou miró a su lado. “Como dije, esa es Nayuki Fuyuse. Es Nayuki. Entiendo por qué eres tan cautelosa, ya que parece un fantasma y no tienes ningún recuerdo de ella, pero… ”

“… ¡Gh!” Luna apretó los dientes mientras lo miraba.

Rintarou acababa de señalar el Santo Grial, oro brillante.

“Así que… ha sido influenciado durante un tiempo…” “¿Influenciado… por quién?”

¿Por qué no se había dado cuenta a pesar de que había estado justo frente a ella? Cuando miró muy de cerca, los ojos de Rintarou estaban vacíos. Aunque parecía cuerdo… hacía mucho que había perdido la cordura.

¿Cómo pudo pasar esto…? ¡Esto está mal…! Luna frunció el ceño, detestando al culpable.

Por supuesto, el Santo Grial siempre aparecería justo frente a ellos como si estuviera un paso por delante. Eso fue porque siempre había estado ahí con ellos desde el principio.

¿Informarnos que el tesoro está escondido en algún lugar de esta isla? Bueno, ¡no te equivocas! ¿Diciéndonos que nos esperará en el barco? ¡Por supuesto que lo haría! ¡Porque ya estaba ahí!

Luna le gritó. “¡Rintarou! ¡Abre tus ojos! ¡Y escuche la verdadera naturaleza del Santo Grial!”

“¿Por qué estás hablando de eso…?”

“¡El Santo Grial es un tesoro que encarna milagros! ¡Pero no puedes obtener el Santo Grial por razones egoístas! ¡Esa ha sido siempre la regla!”

“¿Eh? ¿Quién lo dice…?”

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“¡Piensa en ello! Los caballeros de la era legendaria buscaban el Santo Grial en busca de fortuna o prestigio. ¡Todo fue por su propia reputación y gloria! ¡Por eso no pudieron obtenerlo! ¿Pero esas bendiciones otorgadas a los aldeanos? ¡Eso sucedió porque deseábamos un milagro para otras personas! ¡Fue porque estábamos tratando de abrir el camino con nuestras propias habilidades! ¡Es por eso que el Santo Grial aparecería y nos concedería milagros!”

“…………”

“No funcionará de otra manera, Rintarou… Ya hemos deseado el Santo Grial nosotros mismos. Bueno, nunca tuve ningún uso para esa estúpida taza, y Sir Kay me acompañó para protegerme. Pero siempre has querido el Santo Grial… ¡para ti!”

“… N-No, te equivocas, Luna…”

En ese momento, Rintarou se agarró la cabeza como si tuviera un dolor inmenso, retrocediendo un paso, luego dos.

“Yo tampoco quería el Santo Grial para mí… ¡Solo lo quería para salvar a Nayuki… lo quería para alguien más que yo…!”

“… No, no, Rintarou…” Ella lo miró con lástima y sacó algo de su bolsillo.

Era la cruz celta de espino.

“Me pregunto si es porque estamos en lo profundo de un inframundo. Pude vislumbrar el sueño que has estado teniendo… creo que es a través de nuestros encantos a juego”.

“… ¡¿Eh?!”

“Lo siento, Rintarou. Eché un vistazo a tu pasado. Lo siento… La pasaste mal por mí… Lo siento mucho… ”

“¿Eh? ¿Gracias a ti? ¿De qué estás hablando…?”

Sin importarle su desconcierto, Luna continuó, “Has estado sufriendo todo este tiempo, hastiado del mundo… Has sufrido tanto que ni siquiera recuerdas el recuerdo original que lo causó en primer lugar… Finalmente aseguraste un lugar donde pertenecías… lo que podría desmoronarse sobre sí mismo”.

“…”

“Me imagino que debiste sentirte indescriptiblemente incómodo cuando perdiste a Nayuki en un lugar fuera de tu alcance … Tal vez comenzaste a pensar que tu lugar de pertenencia era frágil, rompiéndose con un solo toque si no gastaste todos tus poderes para protegerlo. Tal vez hayas comenzado a preguntarte si tus habilidades equivalen a algo… Después de la muerte de Nayuki, tu sentido de ti mismo comenzó a desmoronarse, poniéndote ansioso… ¿verdad?”

“Así que quieres hacer cualquier cosa para protegerlo, lo cual podría lograrse mediante el poder absoluto del Santo Grial. Podrías devolverle la vida a Nayuki. Incluso podrías hacerme rey. Naturalmente, podrías proteger a todos y tu lugar en el mundo… Por eso lo ansiabas desesperadamente”.

“…”

“Por supuesto, comenzaste esta búsqueda para salvarla. Pero en algún momento, quedaste cautivado por el poder del Santo Grial. O una pequeña parte de ti en el fondo de tu corazón podría haberse sentido así desde el principio. Lo querías para salvar tu sentido de pertenencia. Por lo tanto, querías el Santo Grial para ti… ¿Me equivoco?”

“…………”

Cuando Luna señaló eso, Rintarou terminó en silencio.

Esa fue una confirmación más elocuente que cualquier otra.

“Oye, Rintarou… Renunciemos al Santo Grial. No puedes tener éxito como estás ahora”.

Eso condujo a Rintarou como un cuchillo.

“H-Hey… ¿De qué estás hablando…? Tienes que estar bromeando… ¿Me estás diciendo que me rinda con Nayuki…?” Parecía hervir de ira.

“Por favor, Rintarou, despierta. Hay una especie de despecho desconocido

en el Santo Grial. Lo que buscas para ti mismo nunca estará disponible… Eso lo convierte en un acertijo Zen en una taza. Estoy seguro de que hay algo en el Santo Grial que no debemos tocar. No sé si siempre ha sido así… o tal vez cambió con el tiempo. Pero de cualquier manera, una copa sagrada es simplemente absurda. Estoy seguro de que es malvado. Sir Galahad no se lo devolvió al rey Arturo, sino que se lo llevó al cielo… Ahora que lo pienso… ”

“¿Cuál es tu base para decir estas cosas…?”

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“¡¿Qué es eso con lo que estás hablando?!”

Con ojos llenos de enemistad, Luna señaló con un dedo el espacio al lado de Rintarou.

El Santo Grial estaba ahí.

Aunque su color dorado había sido hermoso en todos los demás encuentros, ahora parecía un resplandor siniestro.

“¡Te lo he dicho una y otra vez…! Esta es Nayuki Fuyuse…”

“¡Eso es un doppelgänger! ¡Como si pudiera quedarme quieto cuando hay una copa sagrada pinchando los puntos débiles del corazón de una persona! ¡Has sido completamente influenciado por el inframundo creado por el cáliz! Parecías lleno de ti mismo cuando me dijiste esa frase: ‘¡Cuando miras al abismo, este mira hacia atrás en ti’!”

“¡No! ¡No me han manipulado! ¡Estoy en mi sano juicio! ¡Estoy a punto de obtener el Santo Grial! ¡Nayuki está de acuerdo conmigo! ¡Como si pudiera rendirme ahora que he llegado hasta aquí! Yo… voy a salvar a Nayuki… ¡voy a protegerlos a ustedes…! ¡No dejaré que te lleven de nuevo!”

En ese momento, como reaccionando a sus deseos… el Santo Grial brilló aún más y cambió de forma.

Tras una inspección más cercana, la luz parecía extraña. Aunque su resplandor era cegador, había algo oscuro en él.

Una chica salió de la luz dorada, alguien con el pelo azul brillante y ondulante. Ella era la que Luna y los demás habían llamado una vez “Nayuki”.

Sin embargo, su iris originalmente azules se habían teñido de rojo sangre, y aferrado a su cuerpo había un vestido de novia negro azabache.

Fue Dark Nayuki. Al aparecer frente a ellos, solo podía describirse de esa manera.

“Así es, Rintarou… No dejes que te engañen. Son demonios…” Abrazó a Rintarou desde un lado y sonrió seductoramente mientras susurraba.

“Eso lo explica…”

“¿No lo sabes? La causa más común de muerte en esta búsqueda en la era antigua era el fuego amigo… Se destruyeron a sí mismos, engañados por los demonios que aparecieron en sus ubicaciones…”

Rintarou sostuvo su cabeza y gimió dolorosamente. “Sí… estoy bien… como si dejara que algo me engañara…”

“¡No estás bien en absoluto! ¡Te está engañando!”

“No prestes oído a los demonios. Si sigues así, Rintarou, te quitarán a tus amigos… Necesitas ayudar a Luna ya los demás. Echa un vistazo de cerca a esa forma repugnante…”

No tenían idea de lo que estaba viendo Rintarou.

Mientras miraba a Luna y Sir Kay, sus ojos estaban teñidos de disgusto, asaltando desde el interior.

“… ¡Maldita sea! ¡Mierda! ¡Ya veo! ¡Así ha sido todo el tiempo…! ¡¿A dónde fue Luna…?!”

Shing. Rintarou sacó sus espadas y las preparó.

No le tomó mucho tiempo expresar su intención asesina. La tensión era palpable.

… Esto no es bueno… Luna suspiró ante el desarrollo del que había tenido una ligera premonición.

No puedo creer que Rintarou, de todas las personas, sea engañado tan fácilmente…

Si lo reformuló…

… Debe haber estado tan preocupado en lo profundo de su corazón…

Esa fue probablemente la singular debilidad de Rintarou Magami.

Después de una dura vida solitaria, quería proteger y recuperar el sentido de pertenencia que finalmente había obtenido.

El miedo a perder eso… era el talón de Aquiles en el corazón de Rintarou.

El Santo Grial lo había pinchado con malicia.

“… ¿Luna? ¿Qué debemos hacer…?” Sir Kay había desenvainado su espada, sintiendo una turbulenta sensación de aprensión mientras le preguntaba en voz baja a Luna.

“…” Luna pensó en sus opciones.

Ella miró a Dark Nayuki.

La figura todavía estaba abrazando a Rintarou, riendo a través de su encantadora sonrisa. Sus ojos parecían traspasar a Luna como si se burlaran de ella.

No hay forma de que algo tan repulsivo pueda ser lo que Nayuki Rintarou quería proteger… Definitivamente hay algo mal con el Santo Grial… No. El poder del Santo Grial en sí era real… lo que significa que debe haber sido poseído por algún mal desconocido…

Last Round Arthurs Volumen 4 Capitulo 5 Novela Ligera

 

Luna estaba convencida…

Alguien los estaba mirando.

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Creyó sentir los ojos de algo que se movía profundamente en la oscuridad, observándolos.

“…” Luna comenzó a pensar de nuevo.

¿Bien? ¿Qué se suponía que ella hiciera? ¿Qué debería hacer ella?

¿Seguiría intentando persuadir a Rintarou, creyendo que podría llegar a él?

¿Buscaría otro método y se retiraría por ahora? Luna pensó en sus opciones, largo y tendido. Después de tanto pensar, llegó a una conclusión…

“… Rintarou.” Luna desenvainó su Excalibur con un movimiento fluido.

“Déjame decirte una cosa. Estás lleno de tonterías”.

“… ¿Qué dijiste?”

“¡Dije que estás lleno de tonterías!”

Con silenciosa rabia en sus ojos, Luna miró directamente a Rintarou.

“¿A quién se supone que estás sirviendo? ¿Estoy en lo correcto? ¿Crees que puedes cambiar las lealtades así? ¡Eres mi vasallo! ¡Se supone que soy tu señor! ¡No es el Santo Grial! ¡Concéntrate y abre los ojos!”

“¿Eh? ¿Qué estás diciendo…?”

“¿Bien? ¡Tu lugar está a mi lado! Para proteger ese espacio por ti mismo, ¡comenzaste a mirar hacia el Santo Grial en busca de fuerza en lugar de a mí! ¡Intentaste proteger tu lugar usando el poder del Santo Grial! ¡Lo que significa que adoraste su poder sobre el mío! ¡Dime algo más traidor que eso!”

“…… ¡Gh!”

“¡Oye, Rintarou! ¿De verdad crees que no soy de fiar? ¡¿Desconfías tanto de mí que te preocupa que me derrumbe sin ese Santo Grial?! Estoy…” Luna se enfureció hasta ese punto…”… No… Cierto… Eso es. ”

Podría haber recordado algo. Luna se calmó de nuevo.

“Hay una razón por la que no puedes creer inmediatamente en mis poderes… Hay una razón por la que sirves al Santo Grial sobre mí… Es totalmente esperado, ahora que lo pienso. Aunque nunca lo indicaste, lo demuestran tus ansiedades y desesperación… No fui otro que yo quien te hizo de esta manera…”

“… ¿Eh?”

“Y me has estado cargando en tu espalda durante toda la Batalla de Sucesión del Rey Arturo… Nuestro puntaje final para nuestras luchas con espadas fue de cero a 113. Ni una sola vez gané contra ti. Supongo que eso te haría tomar el lado del Santo Grial sobre mí…”

“¿Peleas de espadas? E-Eres un demonio… no entiendo de qué estás hablando”.

Luna empujó el extremo de su espada hacia Rintarou, quien estaba perturbado por su incapacidad para procesar esta información. “Te lo demostraré, ¡aquí y ahora! ¡Te haré recordar! ¡Te haré recordar a quién deberías estar sirviendo! Y—”

“¡Pfft! ¡Cállate! ¡¿Quién seguiría a alguien tan débil como tú?!”

“¡Si quieres convertirme en tu vasallo, tienes que hacerlo después de ganarme!”

“Voy a demostrar… que soy el mejor rey del mundo, apto para tenerte como mi vasallo”.

Probablemente esa era la única forma.

Las ansiedades de su corazón nublaban sus ojos. Para despejar su mente de preocupaciones, todo lo que podía hacer era mostrar su poder. Para decirlo sin rodeos, necesitaba darle una paliza hasta que volviera a sus sentidos.

“¡Esto es un encuentro, Rintarou! ¡Te voy a despertar!”


“¿T-Tu eres…?” Rintarou no parecía muy seguro de lo que quería hacer… “¡No, Rintarou! ¡No puedes escuchar a ese demonio!” Como para protegerlo, Dark Nayuki se adelantó.

“¡Recuerda! ¡¿No me vas a salvar con el Santo Grial?! Vas a proteger a todos los que son preciosos para ti, ¿verdad? ¡No puedes dejar que te engañe!” Dark Nayuki levantó las manos.

El maná negro en todo su cuerpo se convirtió en un Aura que la inundó y se arremolinaba hacia arriba. El frío ártico a su alrededor se convirtió en una ventisca, asaltando el área. En un instante, la temperatura descendió por debajo del punto de congelación y los densos árboles se volvieron blancos como el hielo, desmoronándose con grietas afiladas.

“¡¿Gah?!”

La violenta tormenta se acercó a Luna como si estuviera a punto de

tragarla…

“¡Hyaaaah!”

Fue entonces cuando sucedió.

Como un relámpago desde un costado, Sir Kay se dirigió hacia Dark Nayuki y la atacó.

“¡¿Gh?!” Dark Nayuki inmediatamente generó una espada de hielo para bloquear el golpe de Sir Kay.

Mientras eso sucedía, perdió su enfoque, dispersando la escarcha que trató de envolver a Luna.

“¡Luna, yo me ocuparé de ella!” Sir Kay miró a Dark Nayuki por encima de sus espadas cruzadas.

“¿Sir Kay…?”

“¡He estado pensando en por qué sirvo como tú Sirviente! ¡Sobre por qué estoy a tu lado!” Sir Kay expresó su mente como si estuviera sufriendo. “¡He tenido problemas todo este tiempo! Que todo lo que podía hacer era estar al lado de Arturo… ¡Eso era todo, todo el significado de mi existencia…! ¡Pensé que no contribuía a nada, estuviese allí o no…!”

Sir Kay contraatacó con su espada.

Tal vez tomó a Dark Nayuki con la guardia baja, porque se agachó, retirándose de la espada de Sir Kay, que debería haber sido inferior en habilidad. Mientras se lanzaba rápidamente a perseguirla, Sir Kay soltó un grito mientras agitaba implacablemente su espada hacia la aparición.

“En la era legendaria, estaba celosa de Merlín… Estaba celosa de Sir Lancelot, Sir Lamorak y Sir Tristan… Estaba celosa de Sir Gawain, en quien, después de tantos problemas, Arturo todavía tenía fe. ¡Estaba celosa de todos en la Mesa Redonda! ¡Sabía que nunca me volvería como ellos! ¡Pero no me he rendido! ¡Eso era lo que había resuelto!

“¡Incluso en la era actual! Estoy seguro de que Rintarou debería estar a tu lado, ¡no a mí! ¡Él es quien allanará el camino para tu camino real! ¡Así que no te pediré nada! Está bien incluso si no puedo caminar a tu lado… ¡No necesito prestigio, fama o gloria! ¡Estoy bien con ser una piedra en el camino por el que tú y Rintarou caminan! Estoy bien solo observándote desde un poco lejos… ¡Quiero esto por el bien de ustedes dos…!”

Para un caballero que buscaba prestigio y fama, que valoraba la gloria, que creía que servir a un rey era el honor supremo, debe haber sido una decisión difícil. Independientemente, fue elección de Sir Kay. Ella había decidido su propio destino.

“¡Por favor déjame hacer esto! Como alguien que no busca nada, ¡puedo luchar solo por esta vez! Creo que la razón por la que me convertí en tu Sirviente podría haber sido por hoy, ¡por este momento! ¡Así que concéntrate en Rintarou!”

Sir Kay blandió su espada hacia Dark Nayuki, cortando el aire como un vendaval.

Mientras uno no lo buscara por sí mismo, el Santo Grial prestaría su fuerza a la persona. Atraparía a la gente con esos milagros.

Como si respondiera a los deseos de Sir Kay, la luz dorada envolvió a la caballero, impulsándola con más poder de lo habitual.

“¡Hyaaaaah!”

“¡¿Guh?!”

La espada de Sir Kay y la espada de hielo de Dark Nayuki se cruzaron. El que debería haber estado en gran desventaja ahora rivalizaba con Dark Nayuki.

“¡¿N-Nayuki?!” Rintarou corrió para tratar de ayudarla.

“No me hagas que te lo cuente de nuevo. Soy tu oponente”. Luna se interpuso en su camino, ganando confianza con la resolución de Sir Kay.

“Maldita sea… ¡Tienes que estar bromeando…! ¡Así es como los demonios roban cosas… roban a mis amigos… roban mi lugar en el mundo…! ¡Para!”

¡ZWOOSH! Rintarou liberó su poder fomoriano.

Un aura más oscura que la oscuridad fluyó a través de él, transformándolo en un gigante.

Eso es correcto… Mátala… mátala.

Aquí y ahora. Cumple tu destino otorgado.

Una voz que podía provocar escalofríos salió de la nada.

Yo te creé para este tiempo.

Ve por ella. Mátala.

La voz bajó entre ellos.

Yo soy el “que elige al rey”.

Y también soy el “que mata al rey”.

Desde el principio, fui creado a partir de ese deseo. Soy uno para cumplir mi destino.

Nunca prestar atención a cuantas lunas pasen, cuantas veces renazco. Mi destino siempre se cumplirá.

Todas las circunstancias, todas las razones, todas las emociones…

Como el diluvio de un arroyo fangoso, todo será absorbido, permitiendo que el destino converja.

Tú “elegiste al rey” de acuerdo con tu destino.

Entonces “debes matar al rey” de acuerdo con tu destino.

Cumplir con el destino. Debes seguir adelante con tu destino.

En mi nombre, se te ordena…

Por mí, que soy tu padre, me llamo The Evil Eyed—

“¡CÁLLATE!” Luna rugió ante la voz que los atropelló, alejándola. “¡Este es un problema entre Rintarou y yo! No sé quién eres, ¡pero no metas tus narices en los asuntos de otra persona!”

Luego, sin miedo, sin inmutarse, preparó su espada y cargó contra Rintarou. “¡Vamos, Rintarou! ¡Hyaaaah!”

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Su espada, lanzada con toda su fuerza y espíritu…

“¡Aaaaaah!”

… y las espadas de Rintarou, perforando hacia adelante mientras rugía

como una bestia…

… Las armas se golpearon directamente y nivelaron el área a su alrededor.

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