Last Round Arthurs (NL)

Volumen 4

Capítulo 2: No Entregues Tu Vida

Parte 3

Ya era tarde en la noche, la oscuridad envolvía la ciudad dormida de Avalonia. La calle principal estuvo desierta durante mucho tiempo, e incluso la luz de las lámparas decorativas era escasa.

De vez en cuando pasaban coches en la carretera a lo lejos. El aire silbaba por los huecos entre los rascacielos.

Rintarou caminó lentamente solo por las calles desiertas.

…Despacio.

……Muy lentamente.

………

• Finalmente, abandonó el área urbana todos juntos, dirigiéndose a las afueras.

Los edificios modernos agrupados dieron paso a casas hechas al estilo británico, como para recrear un paisaje urbano antiguo… Caminó por las calles.

Finalmente, llegó a Sword Lake Beachside Park en el Área Tres.

Rintarou se sentó en un banco con vistas a la vista panorámica del mar, mirando distraídamente las olas. El océano que se extendía ante sus ojos era completamente negro, inquietante.

Su cabeza se había enfriado. Había estado a punto de explotar desde que perdió a Nayuki. Rintarou finalmente pudo pensar con claridad de nuevo.

“… La búsqueda del Santo Grial, ¿eh…?”

Los recuerdos lejanos de la era legendaria pasaron por la cabeza de Rintarou.

El reino de Logres había estado en decadencia.

Después de echar toda la culpa al Rey Arturo, los líderes de la nación estaban llegando a sus límites, a pesar de que estos políticos alguna vez habían sido su gloria suprema. El secretario de Estado, Sir Kay, intentó desesperadamente apoyar a Arturo, pero no había servido de nada.

Para restaurar el reino que avanzaba poco a poco hacia el colapso, habían emprendido una búsqueda como último esfuerzo… y esa había sido la búsqueda del Santo Grial.

Necesitaban obtener el cáliz legendario que se dice que da a su poseedor una fortuna ilimitada.

Había cuatro tesoros de salvaguardia para el reino de Logres requeridos de cualquier rey…

La espada sagrada: la espada que simboliza la “realeza”.

La Lanza Sagrada: el club que simbolizaba lo “militar”.

La Piedra Sagrada: el Diamante que simbolizaba al “vasallo”.

El Santo Grial: el Corazón que simboliza la “fortuna”.

Debido a que el Rey Arturo no pudo obtener el último… Logres había perdido su fortuna. Ésa había sido la razón fatal por la que todo su prestigio y gloria se habían derrumbado.

¿Por qué el único retador exitoso de la misión, Galahad, ascendió y lo llevó al cielo? Eso sigue siendo un misterio hasta el día de hoy. ¿Realmente puedo poner mis manos en el Grial?

Lo único que sabía con certeza era que el juicio era peligroso. Imaginó que tendría que estar preparado para la posibilidad de que nunca regresara, basándose en sus habilidades actuales.

Es para Nayuki. No me importa… pero…

Lo único que le preocupaba era… Luna.

¿Qué se supone que… debo decirle?

Vivian había divulgado más detalles después, pero básicamente, la misión se anunciaría pronto. Los cuatro juicios se abrirían al mismo tiempo. Cada persona sólo podía intentar una prueba… de acuerdo con las reglas de la ceremonia.

Y dado que estas reglas se habían decidido por arte de magia, eran absolutas. No se pueden doblar de ninguna manera.

Naturalmente, Luna podría intentar conseguir la Espada Sagrada, la Lanza Sagrada o la Piedra Sagrada… cualquier otra cosa que no fuera el Santo Grial, que era inútil. Si Rintarou intentara su juicio, ¿quién protegería a Luna durante su tiempo fuera?

Todas las misiones serán increíblemente peligrosas, aunque puede haber alguna diferencia marginal en la dificultad. Es crucial que la proteja ahora mismo. Juré que la haría rey… Y quiero verla en el trono…

Si se quedaba con Luna, no podría salvar a Nayuki.

Si intentaba la misión, no podría salvar a Luna ya que ella participó en otra prueba.

En otras palabras, necesito elegir entre Nayuki y Luna…

Tuvo que decidir ir con una de ellas. Esta fue la elección definitiva.

Tal vez… Luna podría pasar rápidamente por el juicio y obtener algún tipo de tesoro… Digamos que ese es el caso. Para salvar a Nayuki, necesitaría…

Ilusiones.

No. Hemos llegado tan lejos. La prueba no será fácil. ¿Qué haré si Luna muere en mi ausencia? Si quiero que Luna gane, entonces tengo que ir con ella… tengo que abandonar a Nayuki…

Adoptó una actitud más pesimista.

¡¿A quién estoy engañando?! ¿Abandonarla? ¡¿Cómo pude abandonar…

a alguien que fue tan lejos por mí?! ¡Eso sería absurdo! Pero…

Al enfrentar esas dos cosas juntas, sus pensamientos terminaron en círculos. Nunca llegó a una conclusión.

¿Quizás estoy perdiendo los nervios…? ¿Quizás estoy usando a Luna como excusa para evitar la búsqueda del Santo Grial…? Maldita sea… ¡No es así como debería ser…! ¡Pero…!

Sus creencias se convirtieron en un caos confuso en su cerebro.

Deseó poder tirar la toalla, destrozar a Vivian y diezmar todo… Estaba tratando desesperadamente de contener sus impulsos destructivos.

• Siguió pensando, pero siempre se reducía a elegir uno y abandonar al otro. Luna y Nayuki habían sido una gran parte de su vida.

Maldita sea… ¿Qué se supone que debo hacer…? ¿Qué se supone que haga…?

Rintarou sacó una pequeña bolsa de cuero del bolsillo del pecho y la miró fijamente.

Contenía el Fairy Crystal Core roto de Nayuki, que había recuperado de Vivian.

… Nayuki… ¿Qué debo hacer…?

Sus ojos se clavaron en él, esperando la respuesta.

Estoy seguro… me dirías que no piense en ti y que ayude a Luna… pero

yo…

Rintarou se sentó en el banco, inmóvil como una estatua.

… ¿Cuánto tiempo había pasado?

¡SHRF! Alguien aplastó hojas caídas bajo sus pies, marcando su llegada.

“… Rintarou.”

Levantó la cabeza de un tirón.

Fue Luna.

“¿Luna? Tú…”

“¡Pequeño diablillo!” Luna se abalanzó sobre Rintarou y lo agarró por el cuello, sacudiéndolo violentamente, mirándolo a los ojos a quemarropa. “¡Eres tan tonto! ¡Me dejaste plantada y rompiste tu promesa! ¿Dónde fuiste? ¿Tienes un deseo de muerte? ¿Quieres la pena capital? ¡Respóndeme!”

“… ¿Qué promesa?”

Finalmente lo recordó cuando lo mencionó.

“¡Cuando termine el día, te concederé el privilegio de tener una cita conmigo en un café! ¡Tú pagas! ¡¿Qué opinas?! ¡Apuesto a que no puedes esperar!

“¡Suena bien! ¡Necesito terminar lo último de mi agenda! Espérame. ¡Si te vas antes que yo, es la pena capital para ti!”

“… Oh, claro… Ahora que lo pienso, hablamos de eso… Lo siento…”

“¡¿Y por qué ignoras mis llamadas?! ¡Te llamé un millón de veces! Si estás vivo, coge el teléfono y dímelo. ¡Estaba tan preocupado que te pasara algo! ¡Dios mío!”

Rintarou sacó su teléfono inteligente de su bolsillo y lo miró.

Tenía una terrible cantidad de mensajes de texto y llamadas perdidas en su historial.

Se dio cuenta de que todo su cuerpo estaba empapado en sudor mientras lo interrogaba. Su cabello estaba despeinado y su maquillaje era un desastre. Su respiración era irregular. Y sus rodillas se juntaron levemente, posiblemente debido a la fatiga.

Ella debe haber estado corriendo por toda la ciudad buscándolo.

Él escrutó su rostro. No parecía que estuviera frunciendo el ceño por la ira, pero sus ojos se estaban llenando de lágrimas en las comisuras… Tuvo la sensación de que estaba más aliviada que enojada.

“¡Por supuesto! ¡Eres tan fuerte y todo lo que hago se interpone en tu camino! ¡No pensé que te pasaría algo extraño entre todas las personas! ¡Pero estamos en medio de una guerra! Si desapareces sin decir una palabra, ¡me preocupa que alguien te haya matado! ¡¿Lo entiendes?! ¡Tú…!”

Thud, thud, thud. Luna golpeó a Rintarou en sus costillas. No estaba poniendo su peso en eso, pero le dolía un poco. “… Lo siento… lamento mucho haberte preocupado…”

“¡¿Mmm?! ¡Alguien está siendo decente hoy! Está bien, ¡siempre que lo consigas! ¡Como castigo, me regalarás todos los tipos de pastel disponibles en Café du Soleil! ”

“…Si muy bien…”

Luna comenzó a jugar con su teléfono, ignorándolo. Parecía que estaba enviando mensajes a Emma, Sir Kay, Felicia y Sir Gawain de que había localizado a Rintarou o algo así. Al parecer, los demás lo estaban buscando en la ciudad. Su comportamiento debe haber causado una gran preocupación.

…¿Qué estoy haciendo…?

“Haah…”, suspiró Rintarou, oscuro y sombrío.

“…… Rintarou… ¿Qué te pasa?” Ella lo miró a la cara y terminó de enviar

sus mensajes. “Has estado actuando raro hoy… ¿Pasó algo?”

“…No es nada.” Rintarou le dio la espalda a Luna y comenzó a caminar.

Estaba frustrado por ser tan patético. Estaba tan indeciso, dudando a pesar de que había soltado el infierno con Vivian. Los hombros de Rintarou cayeron mientras caminaba hacia atrás.

“Oye, Rintarou…” Luna se acercó a él, brindándole una sonrisa y entrelazando su brazo con el de él. “¡HRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGH!”

Ella envolvió su brazo debajo de su costado, rápidamente dio media vuelta, levantó a Rintarou sobre su espalda y lo arrojó al suelo. Luna usó todo su peso corporal para derribarlo.

“¡¿Aaaaaaaah?! ¡¿Q-Qué crees que estás haciendo?!” chilló, sorprendido.

Ella entrelazó sus flexibles piernas en sus brazos y se dejó caer sobre él, plantando ambos pies encima de él.

“¡¿Gwah?!”

No estaba preparado para el bloqueo del brazo de Luna porque ella lo había pillado por sorpresa.

“¡Heh-heh! Puede que seas fuerte, pero no hay forma de que puedas escapar cuando te tengo en una llave perfecta. ¿Cierto?”

¡Esp—oye! ¿Qué crees que eres de repente? ¡YOW!

Luna apretó sin piedad su brazo, haciendo que sus huesos crujieran. Los gruesos muslos de debajo de su minifalda sofocaron la parte inferior de su rostro, amortiguando sus palabras.

“¿Mmm-gh-mhm?”

“¿Por qué parece que fueras un mártir, asumiendo la carga por ti mismo? ¡Soy tu señor! ¡Esa actitud insolente me molesta! ¡Okay! ¡Escúpelo! ¡Te escucharé como tú Rey!”

“¡¿Ngh-mhm-mmm?!”

“Tch… ¿Supongo que no vas a hablar? ¡Bien! ¡Que sea así! Torceré tu brazo hasta que estés de humor para escupirlo. Heh-heh-heh. Si quieres escapar de una pieza, ¡es mejor que hables!”

“¡Mh-gaaaaaaaaah!”

¡No podía hablar porque ella le estaba tapando la boca! ¡Estaba tan cerca de asfixiarse!

La desesperación de Rintarou no llegó a Luna… y su lucha continuó hasta que estuvo al borde del desmayo.

“Estabas. Tratando. De. ¿Matarme?”

“Ya-Ya dije que lo siento…”

Finalmente se habían calmado.

Luna se disculpó, sentada en el banco junto a Rintarou, quien se negó siquiera a mirarla.

“… ¿Así qué? ¿Qué pasó?” Ella hizo un puchero. “¡No puedo creer que te veas tan mal cuando afirmas que eres superior y tienes el ego más grande bajo el sol! … ¡Algo debe haber pasado! Dime.”

“………” Rintarou mantuvo su silencio.

Después de todo, Nayuki Fuyuse había sido completamente borrada de los recuerdos de Luna.

¿Cómo se suponía que debía explicarse? Un desliz de la lengua y ella pensaría que había perdido el control de la realidad.

El problema era que Luna no era del tipo que se quedaba al margen, si podía evitarlo. Por eso estaba tratando de pensar en una manera de mantener a Luna fuera de su caso.

Los brazos de Luna se estiraron, aferrándose a sus mejillas y colocándolas entre sus palmas. Ella lo obligó a mirarla, acercando sus rostros lo suficiente como para sentir sus cálidos alientos.

“… ¿Es así de poca confianza que tienes en mí?”

“!”

“Si no quieres hablar de eso, no tienes que hacerlo. No preguntaré más sobre eso. Pero no quiero que me mientas a la cara y lo hagas pasar por otra cosa”.

Parecía que ella había visto a través de él.

“Soy un Rey. Puedo parecer despreocupado y poco confiable… pero sigo siendo tu señor. Quiero que mis vasallos sean honestos conmigo. ¿Y tú? ¿De verdad soy tan inútil como rey para ti?”

Ella lo miró con una sinceridad y una honestidad inusuales. Era casi como si lo estuviera poniendo a prueba.

No podría resistir si ella se le acercaba con tanta franqueza.

“…Está bien. Hablaré… pero es posible que no me creas”.

Finalmente se resignó. Rintarou explicó un segmento a la vez, comenzando desde el principio.

“Oye, Luna… Solíamos tener una amiga llamada Nayuki Fuyuse… Pero es posible que ya no la recuerdes…”

“¿‘Nayuki Fuyuse’…? ¿La que mencionaste esta tarde…?”

Rintarou habló… sobre Nayuki, todos los momentos divertidos que habían compartido, la batalla cuando ella los había salvado… Explicó cómo se sentía en deuda con ella.

“…Es difícil de creer. No puedo creer que me olvidaría de alguien tan importante para mí… no quiero creer eso ni aceptarlo”, murmuró Luna, mirando a lo lejos con una expresión inescrutable.

“Bueno, eso es normal…” No le impidió continuar…

“… ¿Mmm? Parece que Nayuki Fuyuse y tú, Nimue y Merlin, compartieron algo de historia… ¿eh…?”

“Sí. Cuando me traicionó… quería maldecirla, matarla. Todavía estoy afectado por esos incidentes en mi vida pasada. Aparentemente, ella tenía sus propias razones. A su manera, ella estaba trabajando para expiar sus pecados y salvar al mundo… incluso mientras yo actuaba como una adolescente rebelde”.

Rintarou entró en detalles: que Nayuki había sido ejecutado por Vivian, que había asaltado la sede de Dame du Lac por su cuenta.

Habló sobre la forma de resucitar a Nayuki y que la búsqueda de los cuatro tesoros comenzaría oficialmente pronto. Dio detalles sobre la búsqueda del Santo Grial, una búsqueda de la que, una vez que se intentó, era casi imposible regresar.

Para salvar a Nayuki, necesitaría obtener este tesoro pasando por esta prueba.

Sin ocultar nada, lo expresó todo en palabras sencillas.

“…”

“…”

Luna debió adivinar por qué Rintarou iba a participar en esta búsqueda.

Ella debe haber leído su vacilación. El silencio era casi sofocante.

“… ¿Puedo hacerte dos preguntas?” Luna soltó como si no pudiera soportarlo más. “Primero, ¿qué es Nayuki para ti? Sé que fueron amantes en tu vida pasada… Pero, ¿te gusta Nayuki?”

“Si soy honesto… es un poco diferente. En un sentido general, soy diferente de mi versión anterior. A Merlín definitivamente le gustaba Nimue, lo que fue suficiente para influir en mí para que la detestara en el presente. Pero solo he conocido a Nayuki recientemente… No me he enamorado perdidamente de ella. Llámame débil o indeciso. Tal vez me enamore de ella en el futuro”.

Se detuvo, reflexionando sobre todo lo que había conducido hasta ese punto. “Pero… me divertí cuando todos pasamos el rato, tú, yo, Sir Kay, Emma… Felicia y Gawain, esos locos… y Nayuki… no puedo soportar que alguien desaparezca de nuestro grupo…”

“…Ya veo. Segunda pregunta. ¿Qué quieres hacer, Rintarou?”

“…Yo…”

“Contéstame honestamente. Ignora todos los factores irrelevantes, como cómo te niegas a dejarme con mis propios medios, o te preocupas constantemente por mí, o necesitas comprometerte con tus deberes como mi vasallo, o pagar tu deuda con Nayuki, o abordar tu culpa en no poder salvarla, o tratar de expiarla, o participar en el imposible juego de encontrar el Santo Grial, u obsesionarte con lo que sucedió entre Merlín y Nimue, ¡etcétera, etcétera! ”

“… ¡Oh!” Su firme regaño lo metió en el corazón.

Era como si sus pensamientos confusos e inconclusos hubieran sido despejados.

“¿Qué quiere hacer el verdadero Rintarou Magami? Respóndeme. Esa es una orden real”.

Los ojos de Luna se asomaron a su alma.

“Yo… yo…”

Se sentía como si todo lo que había estado guardando dentro de su corazón, todas las pretensiones y cadenas, se derritiera cuando miró sus hermosos y honestos ojos.

Al final, solo quedaba una cosa en su corazón.

“… Incluso si es imposible… quiero salvar a Nayuki. Incluso si todos la han olvidado… y yo soy el único que la recuerda… ella es nuestra amiga importante…”

“…”

Pasó el tiempo. Se observaron de cerca.

“… ¡Bwah-hah!” Luna farfulló, incapaz de contener su risa por más tiempo.

“H-Hey…”

“¡Ha-ha-ha…! ¡Ha-ha-ha…! ¡Ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha! ¿Qué demonios?”

Se agarró el estómago mientras chillaba de risa, como si pensara que era la cosa más divertida del mundo.

Rintarou la miró con los ojos entrecerrados mientras volvía a sus sentidos.

Supongo que debería haber esperado esto. Luna no recuerda a Nayuki.

Ella debe pensar que estos son algunos delirios vergonzosos…

Había tenido esperanzas… porque era Luna. Suspiró, ligeramente decepcionado.

“¡Caramba! ¿Es eso lo que te ha estado atormentando? ¡Parecía que se estaba matando por dentro, pero parece que ya ha tomado una decisión!”

Ella le dio a su espalda algunas bofetadas. “¡Entonces ve a la búsqueda! ¡Tienes que salvar a Nayuki! ¿Okay?”

“Esp—tú—” Rintarou parpadeó, dudando de sus oídos. “¿No ves? Si le doy prioridad a Nayuki y hago esta prueba, ¡eso significa que no puedo ayudarte!”

“Oh, eso estará bien. Simplemente iré a la búsqueda contigo”.

“¡¿Qué dices?!” Él la miró boquiabierto, con la mandíbula cayendo al suelo. “¡No me estabas escuchando en absoluto! ¡¿Entiendes siquiera lo peligroso que es esto?!”

“Oh lo entiendo. Lo hago.”

“¡Y ni siquiera necesitas el Santo Grial para convertirte en el ganador de la batalla de sucesión! ¡Esta búsqueda no tiene sentido para ti! Si quieres ganar, ¡será mejor que hagas otra búsqueda del tesoro!”

“Sí, sí, se todo eso”.

“¡Y ni siquiera te acuerdas de Nayuki! Por qué harías todo lo posible por…”

“Ella es tu amiga importante, ¿verdad? Entonces eso la convierte en mi vasalla preciosa”.

“¡¿Eh?!”

“Puede que no pueda recordar a Nayuki Fuyuse… pero lo dices en serio. Si ella está en nuestro grupo de amigos, no hay razón para que dude de ti. Así que te creo, ¡obviamente! ¡Después de todo, confío en mi vasallo insustituible!”

Rintarou no pudo cerrar su boca abierta.

“¿No… no lo entiendes…?” murmuró, como si fuera su última objeción. “Ese Santo Grial es algo que ni siquiera el Rey Arturo pudo conseguir… ¿De verdad crees que podemos encontrarlo…?”

“Oh, eso es extraño”, respondió Luna bruscamente. “¿Por qué no podríamos obtener algo que él no pudo obtener? ¿Qué? ¿Piensas menos en mí que en el rey Arturo?”

“…… ¡Gh!”

“¡Me convertiré en un verdadero rey! ¡Eso significa que yo también superaré a Arturo! Si no puedo conquistar esta búsqueda, ¿cómo podría ser coronado como rey?”

Se quedó sin palabras. “…Eh. Así es. Ese es el tipo de persona que eres”.

Todo lo que podía hacer ahora era reír.

Había olvidado… la personalidad de la chica a la que intentaba hacer rey, a la que quería ver coronada con sus propios ojos.

“¡Está bien, Rintarou! ¡Necesitamos llegar a casa lo antes posible! Primero, conseguimos algo de sustento, ¡luego tenemos una reunión de estrategia!”

“…Correcto.” Tomó la mano que Luna le ofreció y se puso de pie.

Juntos, marcharon de regreso a su base… caminando hacia Logres Manor.

En camino…

“Oh, déjame decirte una cosa, Rintarou”. Se volvió hacia él junto a ella, paseando por las calles de noche. “No planeo perder con esta chica ‘Nayuki'”.

“… ¿Eh? ¿Qué se supone que significa eso…?”

“¡¿Quién sabe?!” Ella le dedicó una sonrisa intrépida, aparentemente alegre.

Su sonrisa nacarada parecía brillar bajo la tenue luz de la luna.

…

“Ya veo… Esa es tu elección, Luna.”

En el salón de Logres Manor, Felicia acababa de ofrecer su opinión con una expresión sombría, acompañada de Sir Gawain.

“Rintarou y yo vamos a intentar la búsqueda del Santo Grial en la próxima búsqueda del tesoro”, respondió Luna descaradamente, mirándola directamente.

Ya era lo suficientemente tarde en la noche como para comenzar un nuevo día.

Hace poco, los mensajeros de la Dame du Lac (con cuerpos básicamente momificados en vendajes) habían pasado por Logres Manor para anunciar el inicio de la búsqueda del tesoro.

Efectivamente, solo anunciaron la búsqueda de tres: la Espada Sagrada, la Lanza Sagrada y la Piedra Sagrada.

“¿Cómo puedes llamarlo una búsqueda de cuatro tesoros cuando solo estás anunciando tres?” Felicia lo había señalado, pero la dama del lago había eludido su pregunta.

Esto solo confirmó la información que Rintarou había traído antes.

“Es desafortunado que no pueda recordar un ‘Nayuki Fuyuse’… Tampoco tú, Luna. Y, sin embargo, estás intentando salvarla, ¿verdad?”

“Uh huh. Voy a creerle a Rintarou. Tengo fe en que ella era alguien importante e insustituible. ¡Lo que significa que es el deber de un rey salvarla!”

“Puedes ser tan torpe… ¿No sabes que esta misión será peligrosa? Puede que nunca regreses”.

“Lo sé.”

“Y ni siquiera lo necesitas para suceder al Rey Arturo. Emprender la búsqueda cuando tiene el objetivo más amplio de convertirse en rey podría funcionar en su desventaja. No te beneficiará en absoluto. ¿No lo entiendes?”

“Obviamente. Pero no puedo evitar esto y seguir adelante. Necesito proteger a mis vasallos… mis amigos. Ese es mi camino real. Si me retiro aquí, entonces ya no sería fiel a mí misma”, declaró Luna sin dudarlo.

Felicia la miró como si buscara en los profundos recovecos de su cerebro. Finalmente, volvió a hablar. “…Entiendo. Si estás tan preparada para dirigirte a una muerte segura, no hay nada más que pueda decir”.

“Felicia…”

“… Debes completar la misión. Y trae de vuelta a ‘Nayuki’. Quiero que todos nos reunamos… y disfrutemos de una fiesta de té, Luna”.

“…Sí.”

El corazón de Luna se inundó de emoción cuando escuchó estas palabras de aliento de su amiga de la infancia, una que se había peleado y reñido con ella en muchas ocasiones.

Felicia se volvió hacia Rintarou e inclinó la cabeza. “Rintarou… por favor… cuida de mi amiga.”

“Déjamelo a mí.”

“Me disculpo, pero debo…” Felicia se calló, a punto de revelar la incómoda decisión que había tomado.

“Lo sabemos, Felicia,” interrumpió Luna, como para detenerla.

Después de una cuidadosa deliberación, Felicia había decidido participar en la búsqueda del tesoro normal. En otras palabras, su camino de aquí en adelante sería diferente al de Luna.

“También estás tratando de convertirte en rey por tus propias razones y creencias. Intentar la búsqueda del Santo Grial y salvar a Nayuki es mi propia elección. No tiene nada que ver contigo. No necesitamos trabajar juntas. Siempre estuvimos en pie de igualdad en nuestra alianza. No estamos en una relación amo-sirviente. Tú… necesitas caminar por tu propio camino”.

“Gracias.”

Se sonrieron amablemente la una a la otra.

“Heh… Dices ser iguales, pero básicamente eres dependiente de Luna”.

“Yo… pensé que prometiste no mencionar eso, Rintarou…” La mejilla de Sir Gawain se crispó.

Rintarou sonrió con sarcasmo. “Bueno, eso es todo. Es una buena oportunidad para mostrar tu caballerosidad, Gawain. Esta vez, literalmente necesitas proteger a tu señor”.

“Lo sé.”

Rintarou y Sir Gawain se sonrieron el uno al otro.

En la esquina del salón, Sir Kay parecía haber decidido algo mientras se acercaba a Luna… donde se arrodilló.

“¡¿Eh?! ¡¿Sir Kay?! ¡¿Q-Qué te pasa?!”

“¡Disculpe por ser descortés, pero necesito preguntarle algo, mi señor!” Sir Kay se postró mientras imploró a Luna. “Por favor… ¡llévame a la búsqueda del Santo Grial!”

“… ¿Eh?”

“¡Lo sé…! ¡Soy débil! ¡No soy un Sirviente que realmente pueda protegerte! Solo necesitas a Merlín, Rintarou. ¡Yo sé eso! ¡Pero por favor! ¡Llévame contigo! ¡Es con gran pesar que admito que soy una carga! ¡Pero todavía quiero protegerte! ¡Por favor…!” Suplicó Sir Kay.

Luna parpadeó confundida.

Finalmente, Rintarou y Luna suspiraron.

“Bueno… ¿Quién dijo que te dejamos atrás…?” Rintarou refunfuñó.

“… ¿Eh…? Bueno pero…”

“¡Así es! ¡Eres mi Sirviente, Sir Kay! ¡Por supuesto que te llevare!”

“¡P-Pero… mis habilidades son…!”

“¡Eres muy molesto! ¡Deja de lloriquear! ¡Es una orden real! Si dijeras que no querías ir, ¡te habría puesto una cuerda en el cuello y te habría arrastrado de todos modos!”

“L-Luna…”

Las lágrimas brotaron de los ojos de Sir Kay antes de agarrar a Luna en un abrazo de oso, sollozando.

“G-Gracias, Lunaaa… Voy a hacer mi mejor esfuerzo… ¡Definitivamente te protegeré…! ¡Lo juro, incluso si eso significa mi vida…! ¡Sniffle!”

“¡¿AaaaahhHHHHHH?! ¡Me estás asfixiando! ¡Suéltame!”

Rintarou sonrió con ironía mientras miraba a las dos.

• Odio decirlo, pero esta es la más peligrosa de todas las búsquedas del tesoro. Esto está fuera de la liga de Sir Kay. Esa es la cruda verdad. Sería prudente dejarla atrás si estamos pensando en aumentar nuestra tasa de éxito para la misión…

Esta fue la decisión racional del ex oficial de estado mayor del Rey Arturo, Merlín.

Pero incluso el caballero más fuerte de la Mesa Redonda, Lancelot, no pudo completar esta búsqueda, y mucho menos Arturo… Tal vez necesitemos algo más que poder puro…

Rintarou miró a Sir Kay desde atrás.

• Bueno, las cartas caerán como puedan. Incluso si Merlín pensaría en

Sir Kay como un peso muerto, tengo mis propias opiniones… y estoy feliz de que venga.

Él sonrió secamente.

“… Ya veo… Todos se van…” Emma parecía nostálgica junto a él. “Me siento tan molesta en estas situaciones… Perdí mi calificación como Rey. Todo lo que puedo hacer… es esperar su regreso…”

“… Emma”.

“Solo tengo una cosa que decir. Por favor… por favor regresen a casa sanos y salvos… ¡estaré esperando… estaré aquí…! ”

“…………”

La observó rogándoles que regresaran antes de mirar a los rostros de todos en la habitación.

Finalmente, Rintarou despeinó su cabello y sonrió gentilmente.

“Espéranos. Vigila nuestro lugar… Estaremos en diferentes caminos por un tiempo, pero… este es el lugar al que regresaremos”.

“… ¿Rintarou?”

“Regresemos todos aquí y pasemos el rato juntos de nuevo”.

No era solo Rintarou.

Luna, Sir Kay, Felicia y Sir Gawain sonrieron tiernamente mientras estaban de acuerdo en silencio con él.

Si hubiera estado allí, Nayuki habría sentido lo mismo.

“… ¿Entendido?”

“¡Rintarou…! ¡Estaré esperando!” Las lágrimas brotaron de las comisuras de los ojos de Emma mientras una sonrisa se extendía por sus labios.

Luna se interpuso entre ellos con una expresión macabra. “¿Oye, Rintarou? Pregunta rápida: ¿Acabas de decir algo muy vergonzoso?”

“¡Esp— ¿tú?!”

“¿‘Este es el lugar al que regresaremos’? … ¡Aaah! ¡Wow! ¡Eres un tipo genial! ¡Eso es tan cliché!”

“¡Gaaaaaaaah! ¡Paraaaaaa!” Rintarou explotó de ira cuando se burló de él, como siempre.

“¡Eeeeeeeek! ¡No hagan alboroto en el interior! ¡¿Quién crees que limpia las cosas?!”

“Oh bien.”

“Ha-ha-ha. Este es solo nuestro M.O. ”

Como de costumbre, Sir Kay parecía impotente. Felicia se encogió de hombros, renunciando a todo. Sir Gawain aprobó con una sonrisa seca.

“¡¿Esp-ow, ow, ow, ow, ow?! ¡¿Rintarou?! ¡Date por vencido! ¡Date por vencido!”

Pasó la noche en Logres Manor.

Se había anunciado la búsqueda de los cuatro tesoros.

La Batalla de Sucesión del Rey Arturo estaba llegando a su fin, acercándose a un punto de inflexión trascendental.