Jimi na Kensei (NL)

Volumen 4

Capítulo 2: El Que Reclama Los Cielos

Parte 7: Encuentro

 

 

“Sniff… Realmente no quiero hacer esto…”

Noah era el más grande y resistente de los Ocho Tesoros Sagrados. Como barco destinado a evacuaciones de emergencia, fue diseñado menos para la velocidad pura y más para la durabilidad. Habiendo sido derribada accidentalmente sobre Caputo por Shouzo, ahora estaba al cuidado de la Casa Caputo.


“Vamos, vamos, no es como que te vamos a hacer pelear”. “No quiero que me utilicen en absoluto…”

Noah, el único de los Ocho Tesoros Sagrados, consideró que era mejor que nunca cumpliera su propósito. Después de todo, fue creada con el propósito explícito de servir como embarcación de evacuación de emergencia. Dado eso, era comprensible que no estuviera encantada con la perspectiva de ser utilizada.

“Estará bien, de verdad. De todos modos, no somos nosotros los que vamos a pelear”.

“Pero… es una tontería ir a lugares peligrosos. Cuando hay peligro, lo que se supone que debes hacer es huir o esconderte”.

“Bueno, seguro, pero si todos hicieran eso, nunca resolveríamos ningún problema”.

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Aun así, era el trabajo de Shouzo convencerla; Inusualmente para él, estaba progresando simplemente razonando lógicamente con Noah.

“Lady Paulette. Solo para comprobarlo, si es realmente peligroso, se supone que debo congelar toda el área para que podamos escapar, ¿Verdad?”

“Si. Si sucede lo peor, tendremos que preguntarte eso”, asintió Paulette en reconocimiento a la pregunta de Shouzo. En el peor de los casos, huirían y lo dejarían en manos del as de la Casa Disaea. Pero era difícil creer que tal contingencia fuera necesaria en absoluto.

Actualmente había tres guerreros de primera clase alineados fuera del arca. Ran la Berserker, Tahlan el Shadow Summoner y Saiga, el heredero de la Casa Batterabbe. Por lo general, esto sería una cantidad excesiva de fuerza para dirigir a un solo objetivo humano.

Dicho esto, sin embargo, Ukyo, el as de la Familia Real de Arcana, no pudo ocultar su malestar.

“Ahm… Lord Ukyo. ¿No crees que podemos ganar?”

“Sí. No creas que tenemos la menor posibilidad”, respondió Ukyo sin dudarlo a la pregunta de Happine Batterabbe. Tampoco hubo ninguna duda en su respuesta. El sentimiento bien pudo haber estado escrito en su rostro mientras miraba a través de los páramos. Desde el punto de vista del Reino de Arcana, el as de la Casa Disaea era su verdadera carta de triunfo, lo que significa que perder aquí no sería tan catastrófico como podría parecer.

Sin embargo, Ukyo tenía una razón diferente para su pesimismo.

“Había algo en el tipo que desafiaba la comprensión. No es que me estuviera esforzando tanto”.

“¿Qué quieres decir?”

“Hay demasiadas cosas en el mundo que están más allá de mi conocimiento personal. Si hay algo que puedo decir es que no parecía carecer de experiencia, ni tampoco desconocía la situación en la que se encontraba”.

Ukyo era un héroe que había sometido a toda una nación, no con su propio poder personal, sino haciendo uso de sus herramientas y mediante una política hábil. Para él, la experiencia que impulsaba a un individuo parecía una parte vital de la ecuación.

“La razón por la que no estás demasiado preocupado por él, la razón por la que piensas que no puedes perder, es porque sangró al luchar contra cinco Guardias Reales, ¿verdad?”

“… Sí, eso es correcto. Sansui una vez derrotó a toda la Guardia Real sin sufrir ninguna lesión. Incluso lo logró sin matar a ninguno de los guardias en el proceso. Además, Sansui notó que Ran, la Berserker allí abajo, podría derrotar a la Guardia Real sin ayuda de nadie”.

“No lo dudo. Probablemente tenga razón”.

“… Entonces, ¿por qué estás tan seguro de que no podemos ganar?”

Parafraseándolo en términos bastante más directos, alguien que había sufrido heridas al luchar contra cinco Guardias Reales no tenía ninguna posibilidad contra Ran o Saiga. Ran y Saiga podrían derrotar fácilmente a un puñado de Guardias Reales.

“Saiga, Shouzo y yo conocemos todo tipo de historias y cuentos. Mi conclusión, basada en todos ellos, es que no hay contradicción en que alguien sea herido por la Guardia Real y, sin embargo, también sea imposible para los tres de allí abajo derrotarlo”.

En cierto sentido, Ukyo, como un forastero del Reino de Arcana, era más capaz de medir la fuerza relativa. Los del Reino Arcana, incluidos los guardaespaldas de Setenve, estaban demasiado acostumbrados a pensar en la fuerza utilizando a Sansui como punto de referencia. Sansui había podido demoler a la Guardia Real sin sufrir ninguna herida. Por el contrario, los guardias habían podido herir al intruso, por lo que creían que podían derrotarlo, a diferencia de Sansui. Esa fue también la razón por la que los otros presentes aquí pensaron que podrían derrotarlo.

“Es cierto que, incluso si se contuvo, los guardias pudieron herirlo. Todavía podría haber recibido daño incluso cuando luchó con todo. En ese sentido, probablemente no sea tan hábil en el combate físico como Sansui. Pero los poderosos siguen siendo poderosos, incluso si no son los mejores en el combate cuerpo a cuerpo”.

El mayor ejemplo de ello fue el as de la Casa Caputo, a bordo de esta misma arca. La existencia de Shouzo fue un recordatorio de que el optimismo sobre el resultado podría no estar del todo justificado.

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“Eso es…”

“No te preocupes, Happine. Eso no garantiza que tu prometido vaya a perder”.

Si bien Ukyo tiene sus preocupaciones, tampoco quería desmoralizar a sus aliados. Fue precisamente porque Ukyo no tenía nada que pudiera hacer en respuesta a esta situación que entregó a Vajra sin luchar y pidió refuerzos a Arcana. Ukyo era muy consciente de que esto también significaba que no tenía derecho a sermonear a sus aliados desde lo alto. Además, Arcana ya había tomado medidas para enviar al portador de Pandora como refuerzos adicionales.

“Además, en el peor de los casos, Pandora y su portador se dirigirán hacia aquí, ¿verdad? Eso probablemente significa que no tenemos nada de qué preocuparnos”.

Ukyo estaba al tanto de las capacidades de Pandora, ya que los otros Tesoros Sagrados ya le habían explicado sus habilidades. El Reino de Arcana ya había emprendido la respuesta más óptima posible a la crisis. Lo que significaba que, como soberano de un país aliado, su trabajo consistía en confiar en sus aliados. Si las fuerzas en el lugar estuvieran motivadas para luchar, entonces lo único que deberían hacer los responsables sería asegurarles una forma de retirarse si fracasaban.

“… ¡Mira bien, él está aquí!”

Saiga había mirado hacia el futuro. La escena que había visto en su sueño profético y la escena que se desarrollaba ante él eran exactamente las mismas. En los páramos oscurecidos por la nube creados por la magia de Shouzo, una sola figura apareció en la distancia.

“Él… tiene bastante presencia”. “¡Sí, parece muy fuerte!”

El hombre que se acercó con Vajra en la mano tenía un aura de intensa determinación a su alrededor. Su presencia fortaleció la determinación de Tahlan mientras que Ran, no viendo la necesidad de contenerse, había soltado su Sangre Manchada, su cabello se volvió plateado. Del mismo modo, los que estaban a bordo de Noah se tensaron al ver al hombre acercarse.

Para decirlo en términos simples y quizás clichés, el hombre exudaba fuerza por su apariencia. En ese sentido, era claramente diferente de cualquiera de los ases de las Grandes Casas. Todos sintieron un inmenso poder de él; esa era la única forma de describir al hombre. El maestro de las nubes de tormenta que envolvieron a todo el reino simplemente rezumaba poder de todo su ser, abrumando todo lo que lo rodeaba.


“…Ese poder.”

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Saiga se sintió intimidado. Saiga había visto al hombre en su sueño, pero era aún más intimidante en persona.

“¡Oh, mi maestro! ¡Has venido a retomarme!” Vajra gritó. Desafortunadamente para ella, no pudo negar sus poderes al hombre que la sostenía y, aunque podía hablar, no pudo volver al lado de su amo. Aun así, parecía conmovida al ver a su maestro a bordo de Noah.

“¡Vajra! ¿Pudiste averiguar algo sobre él?” Ukyo le pidió audazmente a su Lanza Divina información sobre la cubierta de Noah.

Todos a su alrededor estaban un poco desconcertados por la forma despiadada que exigía información de Vajra. Era cierto que ella sería la única que podría saber algo sobre el hombre misterioso, pero aun así, seguramente él podría haberle ofrecido al menos algunas palabras tranquilizadoras primero.

“¡Sí, tengo algo de información! ¡Esa tarea es un juego de niños para un arma de mi grandeza!”

El amo de las nubes de tormenta parecía indiferente ante la perspectiva de que se filtrara información a su enemigo. Simplemente permitió que Vajra continuara hablando.

“De hecho, con mi cerebro sería bastante fácil llegar a la conclusión de…” “¡Ni siquiera sé dónde están tus cerebros y, sinceramente, no me importa!

¡Manos a la obra!”

“Sob… ¡Muy bien, mi maestro! ¡Y tú, Eckesachs! ¡Ve a buscar a ese idiota Inmortal Suiboku aquí ahora mismo! ¡Este hombre es de la misma escuela que Suiboku!”

Saiga, que había estado de guardia con Eckesachs en la mano, y Tahlan, que estaba protegiendo su flanco, miraron al misterioso hombre en estado de shock. Del mismo modo, aquellos a bordo de Noah que conocían la identidad de Sansui también se sorprendieron por completo.

Incluso aquellos que no sabían que Sansui era un Inmortal habían escuchado el nombre Suiboku antes. Suiboku era el maestro de Sansui, el hombre que el mejor espadachín de este reino consideraba superior y el mejor guerrero del mundo.

“¿La misma escuela que Suiboku? Ni siquiera había oído hablar de un hombre así. ¡El aprendizaje de Suiboku fue hace al menos dos mil quinientos años!”

“… Ah, entonces eres Eckesachs, la espada empuñada por Suiboku. De hecho, soy Fukei. Yo, junto con Suiboku, aprendí las Artes Inmortales con el Maestro Kacho. Tengo cuatro mil quinientos años. Soy unos quinientos años mayor que él”.

La escala absoluta y ridícula de la conversación significó que los presentes que no sabían sobre la inmortalidad de Sansui y Suiboku simplemente no podían entender la gran cantidad de años que estaban pasando. Al mismo tiempo, el hecho de que él fuera de la misma escuela de Inmortal que el maestro de Sansui había cambiado por completo el estado de ánimo de los reunidos a continuación.

“Solo tengo un objetivo: la cabeza de Suiboku. He viajado hasta aquí para llevar ese premio a nuestra patria, y simplemente cortaré a cualquiera que se interponga en mi camino”.

La identidad y los objetivos de Fukei se habían expuesto completamente a la luz. El hombre y su vendetta no tenían nada que ver ni con el Reino de Arcana ni con la República de Domino.

“¡Al diablo con eso, viejo senil!” Ukyo, el que había aceptado silenciosamente las demandas del hombre, fue el primero en gritar desafiante. Incluso si era un oponente al que parecía improbable que derrotara, se sintió impulsado a actuar. Incluso si sus palabras no tenían nada más que respaldarlas más que su ira, tenía que hablar.

“¡¿Invadiste mi castillo, robaste mi Tesoro Sagrado, y ESA es tu maldita razón?!” ¡Estos no son los salvajes indómitos! ¡No puedes arruinar a la sociedad humana por esta mierda!”

“… Lord Ukyo tiene razón. Fukei, entiendo que tienes tus razones, pero son solo tuyas. No tenemos ninguna intención de simplemente cumplir con sus demandas”.

Saiga había sabido a través de su sueño profético que el hombre que tomó Vajra aparecería aquí hoy. Estaba aquí para interceptar a ese hombre, tanto para proteger el Reino Arcana como para retomar Vajra. Los planes de Saiga no habían cambiado en lo más mínimo después de conocer esta nueva información. Incluso si el hombre era un Inmortal, incluso si pertenecía a la misma escuela que Suiboku, esa no era razón para que se retirara.

“No tenemos ninguna intención de permitir que usted, un hombre que atacó a un aliado del Reino de Arcana y robó su Tesoro Sagrado, ponga un pie en nuestro reino”.

Suiboku vivía en un bosque cerca de la capital real. No había forma de que pudieran permitir que un hombre peligroso como Fukei avanzara sin obstáculos a través del reino, y definitivamente no había forma de que pudieran permitirle desatar sus poderes en una batalla cerca de la capital real. Saiga también tenía sus razones personales para no dejarlo pasar.

“Si bien Suiboku no pasó directamente Eckesachs a mis manos, ¡sigo siendo el aprendiz del aprendiz de Suiboku, Sansui!” Saiga declaró con orgullo, transmitiendo que su habilidad con la espada descendía de las enseñanzas de Suiboku. “¡Cualesquiera que sean tus razones, no puedo simplemente dejarte pasar si tu intención es matar al Maestro Suiboku!”

“¿El aprendiz del aprendiz de Suiboku…? ¿Tú, que ni siquiera eres un inmortal?”

Incluso si dejaban pasar a Fukei sin impedimentos, Suiboku probablemente podría hacer algo por él. Sin embargo, Saiga no podía permitir que eso sucediera, tanto desde su propia posición como heredero de la Casa Batterabbe como por el bien de sus propios sentimientos como aprendiz de Sansui. Necesitaba luchar y ganar. No podía dejarle esto al as de la Casa Disaea.

“De acuerdo, Saiga, mi hermano… Este es un oponente inesperadamente poderoso… pero no podemos simplemente dejarlo pasar”. Tahlan estuvo de acuerdo con Saiga. Como Saiga, habiendo conocido a Suiboku, este no era un problema que Tahlan pudiera admitir. Tahlan quería proteger al hombre que se había regocijado con su existencia. El hombre que, a pesar de ser el espadachín más poderoso del mundo, se había regocijado por el hecho de que él, Tahlan, un simple espadachín, era el aprendiz de Sansui.

“No sé sobre este Suiboku o lo que sea… ¡Pero si es un oponente fuerte, quiero una parte de eso!”

Para Ran, que era un Berserker y una Marcado, los detalles no importaban. Había un enemigo frente a ella, y eso significaba que quería pelear. Había recuperado la sencillez de lo que originalmente la había impulsado.

“Mm… Entonces, aquellos que han crecido a partir de las enseñanzas de Suiboku… Un contraste perfecto para probar mi entrenamiento”.

Ukyo observó a Fukei de cerca, notando la confianza sin fondo del Inmortal.

Jimi na Kensei Volumen 5 Capítulo 2 Parte 7 Novela Ligera

 

Necesitaba determinar cuándo retirarse y rápidamente. Había reconocido que era el único presente que podía determinar objetivamente ese momento.

“¡Para que todos sepan, probablemente haya consumido el Ginseng Divino! ¡Al igual que el Marcado, se regenerará y revivirá si lo desmiembras o lo quemas!” Eckesachs, que había sido el arma de Suiboku, gritó tenso.

Si su oponente era un Inmortal centrado en el combate, incluso al menos sería tan poderoso como el viejo Suiboku. Debido a que sabía ese Suiboku tan íntimamente, Eckesachs había descartado rápidamente cualquier exceso de confianza que pudiera haber sentido antes.

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“¡Esté en guardia! ¡No creas que caerá fácilmente!”

“Entonces déjame ir primero. Agradecería una mano si termino en demasiados problemas”.

Con eso, Tahlan, el que tenía la menor capacidad de combate de los tres, se adelantó.

“¿E-Estás seguro, Tahlan?”

“Como portador de Shadow Summoning, es correcto que yo tome la iniciativa. En todo caso, sería un problema si fuera de otra manera”.

Ante la preocupación de Saiga, Tahlan ofreció su gentil consuelo. Shadow Summoning fue extremadamente útil para llamar la atención y usar duplicados como señuelos, y era razonable que Tahlan, un maestro de Shadow Summoning, tomara la iniciativa.

“…Bien. Lo dejo en tus manos”.

Si bien Saiga tenía algunas preocupaciones sobre las habilidades físicas de Tahlan, confiaba en el juicio de Tahlan. Esto se debía a que Tahlan era su yo habitual, tranquilo y sereno, en lugar de parecer impulsado por algo parecido a la desesperación.

Ran, que había querido ser la primera en pelear, parecía un poco desanimada por el hecho de que Tahlan iba primero, pero como era decisión de Saiga, ella lo aceptó con una mínima queja.

“…Seguro. No cuente con que sea paciente”.

“Sí… Bueno, supongo que no voy a durar mucho por mi cuenta, de todos modos”.

Fukei era un Inmortal que había vivido durante más de cuatro mil quinientos años y que, a diferencia de Sansui, estaba completamente entrenado en las Artes Inmortales. Incluso Tahlan tuvo que admitir, con una sonrisa divertida y autocrítica, que estaba mordiendo un poco más de lo que probablemente podía masticar.

Cualquiera que sea la mecánica de una habilidad, cualquiera que sea el método de entrenamiento, mil quinientos años de entrenamiento serían suficientes para volverse fuerte, ¿no es así?


Dejando de lado la cuestión de si podría ganar, Tahlan no podía simplemente elegir no pelear. Eso simplemente no era algo que estuviera dispuesto a hacer. Por lo menos, entendió y creyó en lo que Suiboku había querido decir. Si el tiempo dedicado al entrenamiento era lo que determinaba quién ganaría, entonces no había razón para luchar. Si eso era todo lo que determinaba el resultado, entonces la fuerza era simplemente una cuestión de resistencia.

Tahlan no estaba interesado en dedicar su vida simplemente a soportar su entrenamiento. No estaba interesado en medir quién tenía más tenacidad. Por eso Tahlan dio un paso adelante. Él, que era un mero maestro de Shadow Summoning, un mero maestro de la espada, y simplemente el representante de los estudiantes de Sansui, dio un paso adelante.

“No te guardo rencor, pero esas son las necesidades del mundo mortal. Tu destino es acabar con mi espada”.

“… Parece que eres el más hábil de los tres. ¿Estás seguro de que deberías ir primero?”

“Heh heh…”

Le divirtió mucho la evaluación de Fukei de sus habilidades. Parecía que Fukei pensaba muy bien de él. Eso también le dijo a Tahlan algo más; Fukei era sustancialmente diferente de Sansui y Suiboku.

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“Desafortunadamente, soy el más débil de los presentes aquí. Para no ver eso, parece que tus ojos están nublados”.

Tahlan adoptó una postura intermedia con la espada que lo había acompañado desde su tierra natal. Mientras se posaba, repitió todo lo que había aprendido a lo largo de su vida.

Para derrotarlo, Sansui había analizado y diseccionado su Shadow Summoning. Habiendo recibido instrucción de ese mismo hombre, Tahlan ahora podía usar esa instrucción para estudiar a su oponente.

“… ¿Oh?”

“No soy un hombre tan impresionante, te lo aseguro”.

La capacidad de lucha de Fukei estaba en un nivel en el que podía ser herido por los guardias usando magia, y se curó instantáneamente, como un Berserker.

“Heh.”

Por desgracia, eso solo fue suficiente para limitar lo que Tahlan realmente podía lograr. La mayor debilidad del Shadow Summoner era su falta de poder de fuego. Eso también serviría para limitar sus opciones aquí.

Pero incluso entonces… Incluso a pesar de eso…


“¡Entonces comencemos! ¡Soy Tahlan! ¡Tahlan, el espadachín solitario!”

Tahlan había huido de su tierra natal porque no podía derrotar a los Spirit Summoners. No tenía intención de huir más.

“¡Danza de la Procesión Funeraria!”

Envió una fila de duplicados prescindibles en una procesión de una sola fila, manteniendo un ojo en su distancia de Fukei. Tahlan tenía la intención de comenzar poniendo a Fukei a la defensiva, para ver cómo reaccionaba.

“¿Sombras con masa, mm?”

Fukei balanceó a Vajra como si nada en la vista lo sorprendiera. La velocidad de sus ataques cortantes fue claramente más rápida de lo que un ser humano podría manejar. Los cambios de Fukei fácilmente dividen los duplicados, cada uno tan sólido como un ser humano, limpiamente por la mitad. Eso significaba que, como un Berserker, Fukei también estaba mejorando sus habilidades físicas.

Tahlan no pudo evitar sonreír, incluso cuando se dio cuenta de que se enfrentaba a un oponente al que no tenía ninguna posibilidad de derrotar.

“¡Danza de Círculos Entrelazados!”

Aunque sabía que no podía ganar, Tahlan no tenía intención de dejar que Fukei lo matara. Incluso con sus habilidades físicas mejoradas, Fukei había resultado herido luchando contra la Compañía de la Espada, lo que significaba que habría espacio para que Tahlan lanzara un ataque.

Los diez duplicados que Tahlan desató se movieron para rodear Fukei, luego simplemente ejecutaron una carga suicida con la intención de apuñalar a su enemigo.

Fukei esquivó el ataque simple pero letal saltando directamente en el aire. “¿Eso es todo?”

Limpió fácilmente los duplicados, cada uno de los cuales era tan alto como el propio Tahlan. Cuando bajó de su salto, Fukei se balanceó hacia abajo con su lanza. Tahlan sintió un cosquilleo de sudor frío por la espalda mientras imaginaba el poder puro detrás de ese balanceo, pero, por supuesto, no tenía intención de dejar que lo matara.

“No, no, no del todo.”

La maniobra fue ingenua, pero Tahlan rodó hacia adelante, evitando el golpe agachándose y manteniéndose cerca del suelo.

“… Ah.”

Fukei pareció impresionado cuando aterrizó donde Tahlan había estado una fracción de segundo antes.

“Basado en tu balanceo anterior, pareces bastante hábil. Además, eres rápido y fuerte. Pero tus tácticas son descuidadas. Parece que me ves como tú inferior”.

Mientras volvía a su postura, Tahlan continuó su análisis de su oponente. Fukei era ciertamente rápido, pero no tan rápido como un Spirit Summoner o Ran. Él también era hábil, pero esa habilidad no estaba en un ámbito que estuviera más allá de la comprensión.

Más que nada, Fukei no estaba leyendo bien los movimientos de Tahlan. Para escapar de un cerco, saltar hacia arriba fue probablemente la mejor solución. Atacar al Shadow Summoner fuera de ese cerco también fue correcto en términos de táctica.

Pero ahí es donde terminó su lectura de la situación. Si bien podría describirse caritativamente como tomarse su tiempo cómodamente, Fukei solo había visto cómo Tahlan esquivaba su ataque, sin hacer ningún esfuerzo por seguirlo.

“Eres fuerte… pero no tanto como para que no pueda hacer nada contra ti”. “Tienes una lengua hiperactiva”.

El oponente de Tahlan permaneció imperturbable, aparentemente indiferente a que sus ataques fueran esquivados y las críticas por su falta de tácticas.

Después de un momento de pausa, Fukei se puso en una ligera postura. Parecía concentrado, como si estuviera preparando algo.

“Entonces, ¿qué tal esto?”

Inmediatamente después de que Fukei desapareciera de la línea de visión de Tahlan, todos los presentes supieron lo que había sucedido.

“¡Danza de la Separación!”

Todos, excepto Tahlan, vieron el momento en que Fukei apareció detrás de Tahlan usando Flash Step. Fukei levantó a Vajra por encima de su cabeza y cargó contra Tahlan. Tahlan dio un salto hacia adelante sin siquiera mirar atrás, convocando a un duplicado detrás de él para enfrentarse al Fukei que se acercaba.

A pesar de ser abordado por algo del tamaño de un hombre adulto, Fukei ni se inmutó, manteniendo su postura mientras continuaba su ataque. Sin embargo, el corte diagonal que había soltado con su lanza falló y cortó el espacio vacío mientras Tahlan esquivaba el ataque.

“… Ya veo, sabías del Flash Step. Yo debería haber sabido.” “No, es la primera vez que veo ese Flash Step”.

Flash Step de Fukei tenía un movimiento de configuración claro. Hubo un momento de preparación que no se requirió con el Paso Flash que Sansui había aprendido de Suiboku, el Paso Flash que Suiboku había elevado a un arte adicional.

“Ya veo, este es el Flash Step original”.

Tahlan sintió una oleada de admiración por Suiboku. Tahlan había experimentado de primera mano cuán importantes eran en combate las cosas que Suiboku había eliminado de sus técnicas de Artes Inmortales.

No había entendido lo que Eckesachs había querido decir con su explicación de que Suiboku debía haber eliminado todo menos las necesidades básicas, pero ahora lo sabía. El hecho de que Fukei necesitara prepararse para usar Flash Step le había dado tiempo para defenderse. Si Fukei pudiera usar Flash Step sin ninguna preparación en absoluto, como podía hacerlo Sansui, Tahlan no podría decir con certeza que habría salido ileso de eso.

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“Me temo que hice una gran demostración de saltar y brincar, pero al menos pude asestar un golpe. Parece que eres bastante resistente. Además, estás bastante pesado”.

El duplicado que había abordado a Fukei también lo había apuñalado en el estómago. Fue un ataque simple y poderoso que normalmente habría sido un golpe letal. Sin embargo, a pesar de recibir ese golpe, Fukei no se había movido. No es que no se haya visto afectado por el ataque, es que el ataque literalmente no había movido a su persona.

“Supongo que es como un Cuerpo de Plomo. Te hiciste más pesado para aumentar el impacto de tus ataques”.

“Mm… parece que tu estilo desciende de las enseñanzas de Suiboku”.

Fukei permaneció tan imperturbable como siempre, a pesar de que él, un hombre que había pasado prácticamente una eternidad entrenando, había permitido que un oponente que no había vivido ni siquiera en cien años extrajera la primera sangre. No se inmutó por completo.

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