Shijou Saikyou No Daimaou Murabito A Ni Tensei Suru (NL)

Volumen 4

Capitulo 2: ¡Una Pareja Explosiva! ¡Mujeres Enemigas!

Parte 1

Incluso con todo lo que pasó, nuestro primer día de viaje escolar había llegado a su fin.

Los estudiantes entraron a la posada y encontraron sus habitaciones asignadas para tres personas antes de reunirse para cenar y bañarse.

Era hora de acostarse.

“Buenas noches, señorita Ireena y señorita Sylphy.” “Buenas.”

“¡Estoy agotada!”

La luz de la lámpara se apagó y la habitación quedó envuelta en tinieblas. Ireena y Sylphy se acurrucaron. Ginny se tapó la cabeza con las mantas.

“¡Zzz…! ¡Zzz…! ¡Guau! ¡Lydie! ¡Esa no es la cabeza del Señor Demonio!

¡Eso es una piña!” Sylphy gritó dormida entre ronquidos después de quedar inconsciente de inmediato.

Ginny ya podía decir que sería una noche de insomnio. “… ¿Está despierta, señorita Ireena?”

“… No creo que nadie pueda dormir con esto”. “Cierto. ¿Deberíamos intentar reducir el ruido?” Aproximadamente 15 minutos después…

“¡GAH… AAAH! ¡BAH! ¡BLERGH!”

“”Si… no.””

Nada había funcionado: amordazarla, taparle las fosas nasales, hacer garabatos en la cara… Todo había empeorado el problema.

“Suspiro. Supongo que solo tenemos que lidiar”, se lamentó Ginny. “… Quedémonos despiertas hasta que podamos dormirnos”.

Asintieron y empezaron a tener una pequeña charla. A pesar de que parecía que estaban en desacuerdo todo el tiempo, no tenían ninguna razón para enfadarse sin Ard.

… Siempre y cuando no estuviera involucrado…

Después de dos horas, no había nada más de que hablar… hasta que Ginny finalmente sacó el tema prohibido.

“Oye, señorita Ireena. ¿Estás enamorada de alguien?”

“No se sentiría como una fiesta de pijamas sin esa pregunta”. Ireena se rio entre dientes con sarcasmo y se quedó en silencio.

Ella no necesitó decir nada. Ginny no intentó presionarla.

Comenzaron a charlar sobre sus experiencias románticas que no involucraban al chico en cuestión, todo, desde sus primeros amores hasta sus parejas ideales.

Eventualmente, sin embargo, todo volvió a él.

“No puedo encontrar en mí mismo para firmar tu sueño. La sola idea de un harem me enferma”.

“Dudo que alguna vez estemos de acuerdo en el asunto”.

“…Simplemente no entiendo. ¿Cómo puedes estar bien con otras chicas que andan con la persona que te gusta? “

“No creo que una persona sea suficiente para él”.

Ginny había pensado que estaba segura de esto… pero algo en su corazón la hizo insegura.

“Cielos. Si realmente está de acuerdo con eso, entonces no tengo nada más que decirle. Excepto por una cosa: esta es la única vez que no dejaré que las cosas sigan su camino”.

“Lo mismo digo”, respondió Ginny.

La conversación comenzó a apagarse, dejándolas abrumadas por la somnolencia.

Incluso con Sylphy causando un escándalo, podrían haber podido dormir ahora.

“Guardemos esto para otro momento”. “‘Buenas noches.”

Ireena y Ginny cerraron los ojos y la conmoción comenzó a desvanecerse más lejos… hasta que Ginny dejó que su conciencia se desvaneciera por completo.

***

Cuando recobró el sentido, Ginny estaba parada en un bosque. Había una calidez que la hacía sentir como si hubiera aterrizado en un cuento de hadas.

El lugar estaba lejos de ser normal.

El sol en el cielo tenía un rostro cincelado y una sonrisa demasiado brillante.

Los insectos del bosque piaban de una manera peculiar.

Dum. Du-du-dum-dum. Dum. Du-du-du-du-du-du. Dum. Du-du-dum-dum. Du-du-du-du-du. Dum.

Este estruendoso coro resonó en el aire mientras pequeños animales bailaban locamente sobre sus patas traseras.

“… Este es un nuevo tipo de pesadilla”.

Ginny frunció el ceño. Ella solo quería despertar. Sin embargo, a pesar de intentar todos los medios disponibles para ella, no pudo lograr despertarse.

“Oh, cielos. ¿Qué se supone que debo hacer ahora?”

Con el coro de insectos y animales bailando de fondo, Ginny se cruzó de brazos.

“Hyuck-hyuck-hyuck. Hola, señorita. ¿Quieres una apli—?” “Estoy bien.”

“¡Déjame terminar, aguafiestas!” alguien gritó en respuesta, pateando el suelo con rabia.

… Sorprendentemente, no era una anciana con un manto negro. “¿Por qué estás en mi sueño, Lady Verda?”

Verda. Uno de los antiguos Reyes Celestiales y legendaria alborotadora.

“Heh-heh. Aunque esto parezca un sueño, no estás soñando, Ginny. He entrado en tu subconsciente para una determinada trama… ¡Oye!

¡Escúchame! ¡Deja de escalar ese árbol!” “Pensé que podría despertarme si saltaba”.

“¡Cielos! ¡No puedo creer que lo intentaras! Quiero decir, ¡apenas sabes dónde estamos! ¡Deberías temer a lo desconocido! ¡Mierda! Incluso yo estoy sorprendida. ¡Los humanos modernos están locos! “

“Lo dice usted… De todos modos, ¿cómo puedo ayudarla?”

“Correcto. Me desvié por la tangente… Pongámonos manos a la obra”. Verda rompió en la sonrisa espeluznante que constantemente adornaba su rostro infantil.

Levantó su mano derecha hacia el cielo, con la palma hacia arriba. Inmediatamente comenzó a brillar.

“Vaya. Equivocado.”

Ginny vio como una espada sagrada o algo se materializaba y Verda la arrojó a un lado.

Su palma comenzó a brillar de nuevo… y unos momentos después, apareció una pequeña botella en su mano. Estaba lleno hasta el borde con un líquido transparente.

“¿Qué es eso?”

“Algo que te mueres por tener. Una poción de amor”.

Ginny arqueó una ceja. “¿Una poción de amor? … No lo necesito”. “¿Ah, de verdad? Prácticamente puedo ver tu corazón en tu manga”. “… ¿Qué quieres decir?”

“¿No quieres ser todo para Ard?”

Ginny se quedó en silencio. Si Verda le hubiera preguntado antes, ¡habría respondido de inmediato que era imposible! Ahora, sin embargo, algo la estaba deteniendo.

¿Qué era?

Verda parecía estar escuchando el monólogo interno de Ginny, mostrando una amplia sonrisa y respondiendo por ella.

“Porque finalmente encontraste algo de confianza, Ginny. Solías ser una cobarde negativa antes de conocerlo. Incluso después de que se conoció, las cosas no cambiaron de inmediato. Tenías una forma extraña de abordar las cosas. Con eso, me refiero a tu harem”.

Ginny intentó discutir, pero se dio cuenta de que no tenía nada que decir. Después de todo, no podía refutar la evaluación de Verda.

“Todo fue porque te estabas volviendo loco. Nunca pensaste que serías suficiente para él. No te permitiste pensar que podrías ser el único objeto de su afecto. No había manera. Solías pensar al revés, pero ahora… las cosas han cambiado”. Verda señaló a Ginny. “Has crecido en cuerpo y alma. Más que nadie. Más que Ireena, tu rival. Por eso dejaste de odiarte a ti mismo… y te liberaste de esos pensamientos extraños”.

Verda se acercó lentamente. “No eres quien solías ser”, susurró. “Por eso… tienes derecho a hacerlo tuyo y convertirte en su todo”.

Qué dulce tentación. Ciertamente no la hizo sentir mal consigo misma. Pero… simplemente no se atrevía a admitir esto.

“No tengo la intención… de hacerlo mío. Debería ser un amante para… todos. Y creo que… me atrae más… cuando está rodeado de otras chicas”.

Sonaba como si Ginny estuviera uniendo palabras al azar. Nada de eso parecía provenir de su corazón. Verda dio voz a las sombras de la duda que había reconocido claramente.

Las comisuras de la boca de Verda se curvaron, como si pudiera leer la mente de Ginny. La erudita le tendió el frasquito que tenía en la mano.

“Bueno, es tu decisión. No hace daño tomarlo. ¿Cierto?”

¿Lo tomo o no? Ginny no había tomado una decisión, pero su cuerpo comenzó a responder honestamente por ella.

Antes de que pudiera detenerse, su mano izquierda fue hacia la botella como atraída por un señuelo… y aceptó la poción de amor.

“Buena elección.” Verda sonrió como una bruja de un cuento de hadas. “¡Okay! Ahora que eso está fuera del camino, ¡permítame establecer las reglas!”

“¿Qué reglas?”

“Mi poción de amor no es tu típica fiesta de repetición. ¡No funcionará con solo tragarlo! Si quieres que la otra persona te amé, ¡debes seguir las reglas! Solo los diré una vez, ¡así que escúchalos con atención!”

“Um, oh, está bien”.

Verda empezó a traquetear los escalones.

ACTIVIDADES PREVIAS AL REQUISITO

Número 1: ¡Debes beber la mitad tú misma!

Número 2: ¡Debes completar cualquiera de las tres acciones básicas en 12 horas!

Número 3: Se le otorgará un punto por cada Acción Básica completa que se enumera a continuación.

Una vez que tengas tres puntos, ¡la poción hará su magia! ¡Tenga en cuenta la excepción relacionada con la acción número 3! Detalles como sigue.

ACCIONES BÁSICAS

Número 1: ¡Haz que tu objetivo diga “amor” de cualquier manera! No tiene por qué ser en el sentido romántico.

Número 2: ¡Besa a tu objetivo!

Número 3: ¡Haz que el objetivo beba la poción directamente! Si tiene éxito, ¡Obtendrá los tres puntos de una vez!

“Con eso fuera del camino, comenzaremos una pelea justa. ¡Sigue el código de deportividad y participa en una batalla por el amor! ¡Nos vemos!”

Tan pronto como comenzó a saludar, Ginny comenzó a sentirse mareada. Verda sabía que no pasarían ni tres segundos más antes de que se despertara.

“¡Oh! ¡Cierto!” Verda maldijo. “¡Me olvidé de decirte! Hay reglas ocultas para las Acciones Básicas—”

Pero la conciencia de Ginny se cortó a mitad de la oración.

***

“N-ngh…” gimió Ginny, frunciendo el ceño.

Cuando parpadeó lentamente y abrió los ojos, se dio cuenta de que ya no estaba en el bosque extraño, sino de vuelta en su habitación asignada en la posada.

“¿Fue eso… una pesadilla…? Tenía que ser un sueño… Me cuesta creer que la verdadera Lady Verda entienda mis verdaderos sentimientos…”, murmuró para sí misma.

En ese momento, notó una extraña sensación en su mano. Ginny lo sacó lentamente de debajo de las mantas.

“Esto es…”

Sus dedos agarraron la pequeña botella que Verda le había dado en el sueño. El líquido claro se agitó en la oscuridad.

“Yo…” susurró Ginny, su voz se fundió en la noche.

Antes de darse cuenta, se encontró recordando su conversación.

Te has liberado de esos pensamientos extraños…

¿No quieres ser todo para Ard?

… Verda había dado en el clavo.

Desde que conoció a Ard, Ginny había crecido en cuerpo y mente después de experimentar una serie de eventos increíbles.

Atrás quedó esa chica débil y pesimista.

En el fondo de su corazón, se había permitido reconocer… que quería que él la notara.

Quiero que solo me mire a mí.

No me importa si estamos rodeados por la gentuza. Siempre y cuando yo siempre salga ganando.

“… Todo lo que necesito para que mi deseo sea concedido es esta poción”, dijo Ginny, tragando saliva mientras miraba la pequeña botella. “… Pero no lo usaré”.

Había verdadera determinación en su voz.

Si usaba la poción de amor, sería muy fácil robarle el corazón. Sin embargo, Ginny no era lo suficientemente débil como para emplear esta táctica sin valor. Su orgullo no lo permitiría. Usaría su propio encanto para capturar su corazón. Formaba parte de su identidad como súcubo, transmitida de generación en generación.

“Disculpas, Lady Verda, pero necesito rechazar tu oferta.” Ginny se levantó para tirar la poción.

“N-ngh…”, gimió Ireena en la cama junto a ella mientras abría lentamente los ojos.

Por unos momentos, Ireena se movió debajo de las sábanas antes de sentarse derecha. Debe haber necesitado ir al baño o algo así.

Ginny no pensó nada en eso… hasta… “¿Hm? ¿Qué es esa botella?”

“A-ah, esto es—” Ginny se apresuró a encontrar una excusa.

Antes de que pudiera pensar en algo, los ojos de Ginny captaron un destello en la oscuridad proveniente de la mano de Ireena.

Era… una pequeña botella llena de la poción de amor. “¡S-Señorita Ireena…! ¡¿E-Es esa botella…?!”

“… Supongo que no fui la única que soñó con Lady Verda”.

Por unos momentos, todo lo que pudieron hacer fue respirar y asimilar la situación antes de sentarse en sus camas uno frente al otro. Aturdidas, agarraron sus pequeños frascos.

El silencio se cernió sobre ellas… hasta que Ireena habló nerviosamente. “¿Qué debemos hacer?”

Después de un pequeño suspiro, Ginny decidió compartir sus pensamientos. “Me voy a deshacer del mío”.

“¿Si?”

“Obviamente. ¿Qué satisfacción obtendría de ser amado de esta manera?” “Te escucho.”

“Quiero que él me elija por su cuenta. ¿No estás de acuerdo?” “Estoy totalmente contigo”.

“Solo una cobarde usaría esta poción para robarle el corazón”. “Exactamente. No tengo nada más que decir”.

“Señorita Ireena. Vamos a tirarlos juntas”. “No, gracias.”

………

……

…¿Qué es lo que ella acaba de decir? “U-um, debo haberte escuchado mal.” “¿Qué parte?”

“Ah, bueno… Creí escucharte decir: ‘No, gracias’.”

“Uh-huh. ¿Qué pasa con eso?” “¿Qué?”

“¿Qué?”

“… Aclaremos esto. No tengo la intención de usar la poción de amor. Después de todo, es la forma de los cobardes. Y estás de acuerdo…

¿verdad?” “Correcto.”

“Entonces… sabes lo que tenemos que hacer con estas botellas. ¿Los vamos a utilizar? Digámoslo juntas… No.”

“Tú lo dices, y tienes todo el derecho a elegir ese camino. Pero no me fuerces a tomar tu decisión”.

“… Eso no es lo que estoy tratando de hacer. ¿No acabas de estar de acuerdo conmigo? ¿No crees que es patético usar esta poción?”

“Si.”

“¿Y qué sería lo lógico?” “Tirarlo, supongo”.

“¡Lo entiendes! Bueno. ¡Deshagámonos de ellos!” “No”.

“¡¿Por qué no?!”

“¿Por qué no lo usaría? Con esto, Ard solo tendrá ojos para mí. Eso sería un gran peso de mis hombros. Nada de lo que cuelgues frente a él lo tentará más, y no tendré que molestarme por ti. Es perfecto.”

“… Por favor, espere un segundo”.

La cabeza de Ginny estaba empezando a palpitar. Ella presionó sus sienes.

“¿No tienes ningún orgullo? ¿No te romperá el corazón? Dijiste que sabías que sería patético. Entonces, ¿por qué elegirías usarlo?”

“Bueno, sí, lastimaría mi orgullo. Y mi corazón. No querría usarlo si tuviera otra opción. Pero…”

“¿Pero?” Repitió Ginny.

Ireena suspiró, formando una sonrisa beligerante. “Si esto aplasta tus planes, mi orgullo puede ir a los perros”.

La mejilla de Ginny se contrajo involuntariamente mientras procesaba este desafío.

…Cierto. Este siempre había sido el caso. Esa era la naturaleza de su relación.

No estaban necesariamente en malos términos, pero… se negaron a comprometerse una vez que sus mentes estaban puestas en algo. Hasta que se resolviera este problema con Ard, nada cambiaría.

“Oye, Ginny. No sé cómo te sientes por mí, pero creo que… ” “Oh-ho. No te molestes. Me siento igual.”

Se gruñeron la una a la otra, compartiendo el mismo sentimiento.

¡Ella es mi enemiga!

“Señorita Ireena. Siempre te he odiado. Después de todo, siempre has sido su… favorita. Estás descansando en el lugar donde quiero estar”.

“¿Si? Bueno, yo también te odio. Sigues metiéndote entre Ard y yo. Eres la persona más molesta del mundo”.

Heh-heh-heh. Hee-hee-hee.

Aunque las risas salieron de sus labios, sus ojos se lanzaron miradas de muerte la una a la otra.

“La derribaré, señorita Ireena”. “Te voy a aplastar, Ginny”.

Las cortinas se levantaron, comenzando una sangrienta batalla entre dos doncellas enamoradas del mismo hombre.