Shijou Saikyou No Daimaou Murabito A Ni Tensei Suru (NL)

Volumen 4

Capitulo 1: El Espíritu De Ireena

Parte 1

“¡Quiero ser mamá!”

La luz del sol inundó la calle principal de Kingsglaive, e Ireena gritó esta repentina declaración con todo su corazón.

“… Um, ¿señorita Ireena? ¿Qué provocó eso?”

“¡Oye! ¡¿Qué pasa con esa cara?! ¡Te veo encogerte!”

“No. Bueno… acabas de decir que querías ser mamá… quiero decir…” Ginny me miró en busca de respaldo.

Asentí una vez. “¿Qué pasó? No entiendo por qué quieres tener un hijo…

¿O alguien te dejó embarazada? Dime su nombre y dirección. Solo quiero saludar”.

Y desmembrarlo. Se merecía morir, obviamente.

Mientras dejaba que cada emoción maligna en mí se volviera loca, Ireena negó con la cabeza.

“¡No! ¡Me conmovió mucho nuestra conversación anterior!” Sus ojos redondos brillaron.

“¿Cuál?”

“¿Te refieres al de la Santa Madre?” Preguntó Ginny, incrédula. Ireena asintió y finalmente lo entendimos.

***

Acababa de suceder.

Después de dejar el instituto de investigación de Norman, nos dirigimos al siguiente lugar de nuestro itinerario, la estatua de la Santa Madre. Según nuestro horario, esta fue la última actividad grupal del día.

Una escultura gigante de una mujer se cernió sobre nosotros.

El guía enano se paró frente a él. “Veamos. Esta es una estatua de Lady Aisha, quien crio al Señor Demonio y a Lady Olivia”.

Ella continuó. “Todo el mundo sabe que el Señor Demonio y la legendaria apóstol, Lady Olivia, eran como hermanos después de que se conocieron en los barrios bajos y se unieron… ¿No es así, Lady Olivia?”

“…Si.”

“En los textos sagrados, los detalles de su difícil vida son evidentes”. “…Bueno sí.”

“Dejados sin padres, ansiaban afecto. ¡Un día, Lady Aisha apareció de repente y los colmó de amor como si fueran sus propios hijos!”

“…Tu no estas equivocado…”

“¡Sin embargo! ¡Los Dioses Malignos se enteraron de la existencia del Señor Demonio y pusieron en marcha un plan malvado, dirigido a las vidas del Señor Demonio y Lady Olivia! Lady Aisha arriesgó todo para salvarlos… y fueron puestos en libertad, ¡a cambio de su vida! ¡Allí conoció su trágico final!”

Las lágrimas corrían por el rostro del guía. Cuando miré a mí alrededor, vi que todos los estudiantes estaban en la misma condición.

“¡Aah…! ¡Que terrible…!” Ireena sollozó.

“He leído los textos sagrados más veces de las que puedo contar… pero su despedida siempre me hace llorar…”

Ireena y Ginny se limpiaron las lágrimas de los ojos con pañuelos.

“¿…? Esto es diferente de la historia que conozco…” Sylphy fue la única que inclinó la cabeza con desconcierto.

En cuanto a Olivia y a mí, no pudimos hacer nada más que sonreír de nuestra manera sarcástica. Ninguna de las dos tenía idea de por qué llegó a ser conocida como la “Santa Madre”.

Era cierto que habíamos sido criados por un enano llamado Aisha, pero ella solo nos enseñó a ser carteristas y trampas en los juegos de azar. Y ella era una tacaña enorme…

“¡¿Qué?! ¿Esto es todo lo que ganaste hoy? ¡Cielos! ¡No tienes nada para ti! ¡Debería haber ahorrado por mi cuenta!”

Solía quejarse de que la estábamos engañando con el dinero que ganábamos, sometiéndonos a una de sus peroratas ebrias mientras se ahogaba en alcohol. Honestamente, nadie se habría opuesto a llamarla un pedazo de mierda. Obviamente, no la respetaba.

Incluso la historia de separarse de ella fue una completa basura.

Aisha no murió. De hecho, ni siquiera nos protegió. Había utilizado todos los medios a su alcance para escapar.

Había limpiado a nuestros atacantes en un santiamén. Por esa época, Olivia y yo habíamos formado nuestro ejército rebelde… pero esa era una historia para otro día.

Esa fue la última vez que vi a Aisha. O murió en el borde de la carretera o se hizo rica. En cualquier caso, no tenía ningún interés en su paradero.

… En serio, nunca pensé que sería venerada como una Santa Madre.

¡Aisha! ¡De todas las personas!

“¡Lady Aisha es un modelo a seguir para las mujeres del mundo!

¡Escuchen, señoritas! ¡Cuando tengan hijos, aspiren a ser una madre como Lady Aisha!”

Si Aisha fuera su madre, cualquier niño se rebelaría. ¿Cómo se equivocó la historia con los hechos?

… No es que pudiera hacer nada al respecto. “¡Lady Aisha es el modelo de la maternidad!”

“¡Compremos estatuas de bronce en miniatura como recuerdo!”

“Me recordará que debo comportarme de la mejor manera si lo pongo en mi habitación”.

En esta generación, las mujeres vieron esa mala vida como el estándar de oro de la maternidad. En este punto, ¿de qué me serviría cambiar de opinión? Aun así, Olivia y yo nos quedamos con emociones encontradas…

Después de escuchar una serie de ficciones, llegó el momento de dividirse en pequeños grupos.

Me molestó saber que esas anécdotas falsas se transmitirían de generación en generación.

Ireena sintió lo contrario. “¡La historia de Lady Aisha me hizo pensar en mi propia madre!”

Ireena tenía madre. Como todos solíamos. No es que la hubiera visto nunca.

“Siempre admiré a mi mamá. Creo que es increíble, como Lady Aisha…

¡por eso yo también quiero ser como mi mamá!”

Ya veo.

Ella no quería ser madre. Ella quería ser como una. Los cuentos sobre la Santa Madre deben haber encendido esos deseos dormidos.

Pude ver de dónde venía. Fue como cuando mi vieja creatividad regresó después de leer libros de arquitectura. Me hizo soñar con construir otro castillo.

“No tengo mucha confianza en ser una buena madre para mis hijos… Estoy empezando a dudar si puedo ser decente, y mucho menos como mi mamá”.

“Bueno, dicen que la crianza de los hijos no es fácil   Pero señorita Ireena,

no creo que deba preocuparse por eso ahora”. “¿Qué quieres decir?”

” ¿No sabes de dónde vienen los bebés?”

“¿Qué? ¡Deja de burlarte de mí! ¡Obviamente sé de dónde vienen! ¡Es fácil…! T-T-T-Tú… besas al amor de tu vida… y luego, ¡boom! ¡Hora del bebé! ¡Eso es lo que papá me enseñó!”

“Um… Ireena… Incluso yo sé que eso está mal. Escuche atentamente…

¡Los bebés son traídos por una cigüeña! ¡Heh-heh!” Sylphy se rio entre dientes.

“Tú también estás fuera de lugar”, dijo Ginny. “¡¿Qué?!”

Mientras observaba su intercambio, estaba pensando lo mismo que Ginny.

No había ninguna razón para que Ireena se preocupara por la paternidad. Ahora no. Quiero decir, ni siquiera sabía cómo se hacían los bebés.

No tuve ningún problema en mantenerlo así. De hecho, deseaba que nunca llegara a tener ese conocimiento.

Sin embargo, incluso yo sabía que eventualmente tendría hijos.

¡Imaginarlo me dio ganas de asesinar al padre…! Ireena era mi mejor amiga. ¡Era casi como una hija para mí! No había forma de que permitiera que nadie la tocara de esa manera.

Aunque quería que ella fuera feliz, esto no era negociable.

¡Recé para que nunca encontrara a alguien que tuviera hijos con ella…!

Estaba en medio de mis pensamientos.

Fue entonces cuando el espacio cercano a nosotros se agrietó.

Todos los rostros se tensaron al presenciar el fenómeno, y no solo las chicas. Todos en el área se pusieron pálidos.

“… Entiendo que el punto de estos incidentes es que surgen de la nada, pero me gustaría que nos dieran un descanso durante nuestro viaje”, murmuré, entrecerrando los ojos para observar la astilla flotando en el espacio vacío.

Se estaba abriendo lentamente… Justo cuando escuché un ruido sordo, alguien saltó afuera.

Una persona… Un elfo, según las orejas puntiagudas.

Una mujer. Parecía… joven, vistiendo nuestro uniforme escolar, aunque no era posible que fuera una compañera de clase.

La niña elfa que apareció ante nosotros parecía… “¿S-Señorita Ireena…?”

Exactamente. Se parecía a la joven Ireena.

“¿Q-Quién eres…?” Ireena le preguntó vacilante a su imagen reflejada, quien miró hacia atrás con una expresión algo nostálgica.

Pero eso solo duró un segundo.

Su porte se volvió determinado mientras enderezaba su columna. “¡Mi nombre es Elis! ¡Un soldado del futuro!”

Todos la miramos boquiabiertos. Elis señaló a Ireena.

“¡En este mismo día, algo terrible te sucederá! ¡Vengo del futuro para prevenirla y protegerte! Si fracaso…”

“… ¡el mundo será destruido!”

***

Una niña apareció sin previo aviso y declaró que era del futuro. Todos los ojos estaban puestos en nosotros.

… ¿Cómo debería decir esto? Esto fue realmente malo. “Umm, ¿Elis? ¿Te importaría venir por aquí?”

“¡¿Qué?! ¿Me estás compadeciendo? Lo puedo ver en tus ojos. ¡No me toques, pervertido!”

“Vamos, vamos. Por aquí… Síganme, chicas”.

Lo reservamos para salir de allí, cambiando de ubicación a un callejón desierto.

Dirigí mi atención a Elis. “¿De dónde vienes? Dime quién eres y qué quieres”.

“¡¿Qué?! ¿No tienes células cerebrales? ¡Te acabo de contar todo! ¡Soy Elis! Soy un soldado que ha venido a proteger a Ma… um, ¡Ireena! ¡Cielos!

¡Deja de hacerme repetirme!” Ella lo fulminó con la mirada, dándome una actitud importante.

“… Un soldado del futuro, ¿eh? Eso no es…” Ginny se calló, luciendo tan incrédula como todos los demás.

Un mensajero del futuro. Fue difícil de aceptar. Después de todo, no podríamos viajar al pasado por nuestra cuenta.

Dicho esto, no era imposible. Después de todo, acabábamos de visitar una antigua línea de tiempo a través de los poderes de un dios niño. Había una posibilidad de que Elis hubiera sido enviado aquí por ese mismo chico.

Le pregunté si ese era el caso. “¿Qué? ¿Dios? ¿Quien?”

Parecía que mi suposición estaba equivocada. Entonces, ¿cómo llegó ella aquí?

“¡Eso es un secreto! ¡Nunca lo diré! Y Pa… quiero decir, ¡ese viejo sucio me dijo que mantuviera la boca cerrada! Algo sobre una ‘paradoja temporal’. Como, ¿qué? ¡Dámelo en términos sencillos!” Elis me señaló con enojo por alguna razón.

“… Ard, ¿crees que tiene alguna relación con los demonios?”

Definitivamente era posible. Pero… no pude entender cuál podría ser su motivo.

Si todo esto estaba relacionado con el sospechoso que tenía en mente…

Lancé un hechizo de detección para investigar esa posibilidad, obteniendo la ubicación de cierta persona antes de lanzar un hechizo de invocación.

Solo tomó un momento para que un círculo mágico se manifestara en la calle adoquinada.

El humo se arremolinaba alrededor de los convocados. El genio. El desastre andante. El erudito en magia. Uno de los antiguos reyes celestiales.

Verda…

Más uno.

“¡AAAAAAAAAH!”

Norman corría dentro de una máquina que parecía una gran rueda.

…¿Qué demonios?

Rattle-rattle-rattle. La rueda giró.

Su fuente de energía roció sudor. “¡RAAAAH! ¡Por cierto! ¿Qué probará este experimento, maestro?”

“Tú… bueno, ya sabes… ¿Algo?”

“¿Qué quieres decir con ‘algo’? ¡No me digas que esto es solo por diversión!”

“¡Oye! Obviamente no. ¿Quién te crees que soy? Me conoces a mí, a mí y a mí. Sigue el programa… Erm. ¿Cuál era tu nombre?”

“¡Norman! ¡Es Norman! ¡¿Podrías recordar ya?!”

“Oh, apesto recordar los nombres de personas aburridas”. “¡Pero he sido tu alumno durante décadas!”

… En serio… ¿Qué diablos estaba pasando aquí?

Mi mejilla se contrajo. “Um, perdón”, le grité a Verda. “¿Puedo hablar contigo un momento?”

“¿Mmm? ¡Hola! ¡Si no es Ard! ¿Qué estás haciendo aquí…? Oh. Parece que estamos en otro lugar. ¿Supongo que nos convocaste aquí?”

“Sí… Déjame ir al grano. El tiempo es la esencia. ¿Es tuya?” Miré a Verda, sondeándola en busca de la verdad.

Elis tenía que ser una especie de clon de Ireena. No descartaría que Verda la usara para algún tipo de plan estúpido.

… Esa había sido mi suposición.

“¿Qué? No que yo sepa.” Verda ladeó la cabeza. Ireena y los demás la miraron con sospecha.

Mientras tanto… había empezado a sudar frío.

Verda no mentía. Le había lanzado una serie de hechizos indetectables. Me dijeron si sus declaraciones eran verdaderas o falsas, y esos hechizos… demostraron que había sido honesta conmigo.

“¿Es ella realmente del futuro…?”

“¿Qué? ¿Quién es del futuro? ¿Dónde? ¡Oh! ¿Podría ser esta pequeña niña? ¿Mmm? Puedo sentir que su espíritu está fuera de lo común. Está bien. Tenemos que empezar a diseccionar—”

“Perdón por molestarte. Eso fue todo. Por favor, regrese al lugar de donde vino.” Lancé otro hechizo y envié a Verda y Norman en su camino.

… Siguiente.

“Elis. ¿Quién es usted?”

“Como. Dije. ¡Soy un soldado del futuro, cerebro de pájaro!”

… Ella tampoco estaba mintiendo.

“¿P-Podría ser cierto, Ard?” Preguntó Ginny. “Sí. Parece seguro decir que ella es del futuro”.

“Eso significa…” Ireena comenzó a juntar las cosas. “¡Algo terrible va a pasar!” Sylphy gritó.

Intercambiamos una mirada antes de mirar a Elis.

… ¿Cómo diablos sucedió esto?

… No había forma de evitar aceptar que era la verdad. “Okay, Elis. ¿Y qué podría ser eso malo?”

“¡Ninguna pista!”

“…Magnifico. ¿Y cuándo sucederá?” “¡Ni idea!”

“……”

“¡Oye! ¡Deja de mirarme de esa forma! ¡No es mi culpa! Ocurrió de la nada,

¿de acuerdo? El mundo comenzó a colapsar de la nada, y cuando Pa… quiero decir, cuando el pervertido comprobó la situación, se dio cuenta de que el mundo se iba a arruinar porque Ma… quiero decir, ¡una elfa llamada Ireena se vio envuelta en un problema!”

“¿Estás diciendo que no sabes nada más?”

“¡Uh-huh! Y algo sobre ‘perturbaciones en el espacio-tiempo’ y algunas ‘observaciones’… ¡pero me desconecté porque no lo entendí!”

“…Ya veo.” No pude evitar que un largo suspiro abandonara mis labios. “Mi instinto es… encerrarnos en otra dimensión. Podemos esperar allí hasta que acabe el día. ¿Qué tal eso?”

“¡Eso no funcionará! Eso es lo que Pa… quiero decir, ese desgraciado me dijo. ¡Incluso si aislamos a Ma… erm, Ireena, no podemos alterar el incidente debido a la causalidad y los hechos o lo que sea!”

Causalidad y hechos, eh. A menos que reescribamos el destino, cualquier esfuerzo sería en vano. El incidente se pondría en marcha, incluso si resistíamos. Lo que significaba que no podíamos alterar el peligro que acechaba a Ireena.