Campione (NL)

Volumen 9

Capítulo 6: Antes del Duelo.

Parte 2

 

 

“Ha sido un largo día. Aunque tengo muchas cosas que me gustaría decir, permíteme hacer una solicitud en primer lugar.”

Con muchas preguntas para Athena, Godou comenzó de esta manera.


“No es como si quisiera un favor a cambio de ayudarte, así que es una petición. ¿Podrías volver a todos y todo lo que se ha petrificado a la normalidad?”

“¿En verdad?”

“Dijiste que querías una batala sin tabúes conmigo. Ya que estamos luchando de todos modos, la liberación de ellos no te importa, ¿verdad? Por otro lado, si me veo obligado a batallar de esta manera, es como tener rehenes. Voy a estar preocupado por el pueblo convertido en piedra y no podré concentrarme en la lucha”.

“¿Eso es lo que tú quisiste decir?” Ella debió haberse sentido insultada.

La expresión de aprobación de Athena desapareció convirtiéndose en una mirada penetrante.

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“Tú planeas que una confíe en los seres humanos una vez que son liberados de su muerte interina, obteniendo así una victoria deshonrosa. ¡Que impertinente! ¡Que desvergonzado! Como la diosa del reino divino, Athena no puede aprobar tales tácticas sucias. ¡¿Sabes tú lo mal que has hablado?!”

Con un grito furioso, era la básica verdad. Los dioses no les importaban los seres humanos, simplemente los consideraban piedras. La idea de “rehenes” probablemente nunca había cruzado por su mente.

“Para mí, esas personas petrificadas son muy importantes. Incluso si tú no puedes empatizar, es realmente lo que siento. Así que por favor, restaura todo primero.

¿No harias algo tan bajo como tomar rehenes contaminando tu autoridad?” No importa qué, era necesario provocar la sensación de orgullo de Athena.

Desde que había utilizado la [Espada] de Verethragna para detener la función del Santo Grial, no había otra manera de disipar la petrificación. Esto fue por qué decidió hacer las cosas de esta manera.

Él todavía tenía una oportunidad. No era el momento para renunciar aun.


Luo Cuilian le había dicho una vez: “La fuerza de un dios es proporcional a la fuerza de su ego.”

Pensando en sus últimas batallas, Godou sentia que esto era algo con lo que estuvo de acuerdo.

Además, Kusanagi Godou descubrió otro punto. En proporción a la fuerza de su ego, también era con respecto al montón de orgullo que poseían.

A pesar de que todos los dioses traían inevitablemente calamidad a la gente, no actuaban vilmente. Todo lo que querían era visualizar tranquilamente su superioridad. Incluso ese Gran Sabio pícaro era igual.

En ese caso, tal acusación debería ser el golpe para el orgullo de Athena.

Particularmente en esta situación cuando ella le debía un favor, era muy probable que ella aceptara su solicitud.

Era una especie de juego de azar. Sin embargo, en última instancia, la diosa tenía un solo deseo. Si Athena decía que no – el tan pensamiento hacía que Godou sintiera como un dolor de estómago que se avecinaba.

Sin embargo, a pesar de que parecía mejor lo que Kaoru le había dicho… Godou no estaba de acuerdo.

Él creía que había otra razón por la cual su apuesta sería rentable.

La diosa arrogante y egocéntrica no lo decepcionaría. A pesar de que parecía bastante extraño, Godou confiaba en ella.

“Hmph. Muy bien, entonces.”

La diosa chasqueó los labios mientras hablaba.

“A medida que estés a plenitud en el campo de batalla, una otorgará caridad sobre ti, esto es lo único adecuado para una reina. Por el contrario, aceptar tu amor sería manchar el honor de esta diosa. Muy bien Kusanagi Godou. Esta vez, una te concederá tu solicitud”.

Athena procedió a liberar un pulso mágico por un instante. Voló hacia el mar – en la dirección en que el petrificado Trans-Bahía de Tokyo se encontraba.

Después de un rato, el celular de Godou comenzó a vibrar en el bolsillo.

Kaoru le había informado de que las operaciones de rescate habían comenzado. “Lo siento por hacerte preocupar. Muchas gracias.”

“No se necesita tu gratitud. Más bien, has de reflexionar sobre tu corazón desvergonzado y tu comentario impertinente hacia una reina. En cualquier caso, tú ya lo has dicho.”

Athena se burló ligeramente.

Como un pájaro feroz habiendo descubierto su objetivo o la expresión encantada de una serpiente venenosa a punto de tragarse a su presa.

“Tú estuviste hablando sobre que una pelearía de nuevo con rehenes en su poder contra ti – ¿te has dado cuenta de tu locura y cambiado tu mente?”

“En realidad no. Yo no tengo nada sobre lo que tenga que cambiar en mi mente.” Godou desestimó la acusación de su eufórica enemiga.


“De todos modos, ¿qué pasó con el Santo Grial? Era el culpable que robaba tu inmortalidad, ¿no? Por ahora, creo que ha sido eliminado con éxito.”

“En verdad. Tu ataque fue espléndido en verdad…”

¿Por qué? Athena le estaba mostrando la misma expresión que poseía en su primer encuentro.

Una sonrisa que llevaba una ligera dulzura. Era como la expresión tranquilizadora de un anciano presenciando el crecimiento de la generación más joven.

La espada y espada. ¿Estaba alabando la técnica de combinación que había cortado el Santo Grial?

¿O tal vez, ella mostró esta sonrisa por otras razones? El corazón de la diosa era imposible de discernir.

“El Santo Grial en el cuerpo de una ha sido dañado críticamente y se detuvo en su función. Con esto, se ha detenido temporalmente de drenar la vida de una.”





“¿Temporalmente?”

“Sí, temporalmente. El sol sale y se esconde una vez más, repitiéndose de este modo infinito. Para poder presionar un artefacto divino indestructible e inmortal en una esquina como tal, esa es una magnífica espada.”

Athena lo elogió ligeramente.

Ella suavemente presionó su mano contra el abdomen como un niño debajo de sus vestiduras griegas.

Ella lo debió de haber concluido al utilizar su poder como la diosa de la sabiduría (probablemente similar a la visión espiritual de Yuri, pero cientos de veces más potente en la percepción) para examinar el Santo Grial en su interior.

“¿Tú también has presenciado la Espada Divina de la Salvación? En verdad, ¡Es difícil recuperar la mayor parte de la vida robada de esta diosa con la propia fuerza que queda! En caso de que el Santo Grial inicie correctamente de nuevo, la vida restante se perderá inmediatamente. Hohoho, en verdad, tener esta tregua es motivo de celebración”.

Athena reveló indistintamente de que su muerte inevitablemente llegaría en cuestión de días.

¿El Grial era imposible de destruir después de todo? Desde que esta posibilidad había sido considerada de antemano, no vino como una demasiada decepción para Godou.

Ama no Murakumo no Tsurugi ya le había insinuado. Tenía la [Espada] de Verethragna para pdoer lograr eso, no sería sorprendente si sellara la autoridad de un Campione semipermanentemente. Pero en todas sus batallas hasta ahora, ningún dios había sido derrotado por sólo la [Espada]…

A pesar de que era un arma conveniente combinando ataque y defensa, siempre parecía carente de cierto poder decisivo.

No se puede evitar. En ese caso, voy a luchar de la manera que he decidido. “Intencionalmente sellaste el Santo Grial y despertaste a esta diosa de su sueño.

¿Tú finalmente deseas tener un duelo adecuado? ¿Tienes la intención de responder al valor de una colocándote de pie encima del campo de batalla? ¡Esto es más agradable!”

“Eso no está bien. Tal como acabo de decir, mis intenciones no han cambiado.” Godou sacudió la cabeza ante la reina guerrera que sonreía llena de glamour.

No hay duda de eso. Voy a cumplir con mi propia manera de hacer las cosas, no importa lo que pase.

“Sin embargo, si tu último deseo es una batalla conmigo, voy a responder de esa manera más o menos. Una batalla sin ninguna reserva. Pero tiene que ser llevada a cabo en mi manera.”

“¿Tu manera?”

“Eso es correcto. La victoria será mía. No voy a dejar que Athena quien quiere matarme salga sin serle enseñada una lección. Después de eso, voy a tomar ese Santo Grial… esa cosa que te está matando, y te mostraré cómo detenerlo a toda costa. Por último, al igual que la última vez, te expulsaré de Japón”.

“… Después de haber llegado a este punto crítico, tú todavía expresas un tipo de delirio. La muerte de una ya ha sido escrita en la piedra.”

Godou inmediatamente interrumpió el discurso fúnebre de Athena.

“Es el Santo Grial y la divina hoja de la salvación lo que te está matando, ¿verdad? Si yo cojo a su propietaria Guinevere y averiguo todos los detalles, y luego voy hasta el inframundo para buscar a los chicos de esa edad, tiene que haber una manera.”

Bien podría lograr nada más que retrasar lo inevitable. Sin embargo, eso era lo que Godou había decidido.

“Yo estaría muy preocupado si murieras. Todavía no he escuchado tu deseo.”

“Una ya lo ha expresado con claridad. Responde ante el reto de esta diosa, pues has tu voluntad y tu espíritu. Ese será el precio.”

Godou le devolvió la mirada a la diosa serpiente.

“También lo he mencionado ya. No voy a escuchar cualquier solicitud que traiga problemas a la gente de los alrededores. Por lo tanto nuestra batalla no cuenta. La primera vez que te derrote, entonces te ayude y escuché otra petición. Porque Yo ya lo he decidido, debes usar la fuerza si quieres cambiar de opinión”.

Salvar a Athena del Santo Grial. Eso era fácil de decir.

Por otra parte, sería difícil de lograr. Un camino oscuro y sin guía estaría por delante. Y por eso quería exhibir su “voluntad y espíritu” ante Athena antes de que llegara el peor resultado.

En aras de esta diosa que deseaba expresamente un duelo con Kusanagi Godou antes de morir.

… A pesar de ser una persona civilizada que atesoraba la paz, la opción de “no luchar contra Athena y saber cómo tratar con el Grial” parecía haber desaparecido de su mente.

¿Por qué Godou había rechazado dicho plan?, la razón era tan claro como el día. “Impresionante, tal crecimiento en este corto tiempo.”

Casi a punto de decir algo asombroso, Athena negó con la cabeza.

No parecía como si fuera el comportamiento de una gran diosa, sino más bien como el lugar de un ser humano.

“¡Tú eres descuidado, un hijo ilegítimo del tonto después de todo! En verdad, tú mantenimiento en la debilidad es incomprensible, ¿¡cuánto tiempo has podido sobrevivir!?”

Habló sonoramente en un tono de soprano.

Godou no perdió el brillo sardónico que acompaña a la mirada de la diosa.

“Uno no piensa que pudieras hacerte más fuerte teniendo tal necia debilidad… en verdad eres tonto – ¡Ay, no puede hacerse nada! ¡Además, tú buscas una batalla de fuerza contra la diosa de la guerra, tal audacia debe tener límites!” La diosa que siempre llevaba una cara de póquer sin expresión, ahora exclamaba con una expresión encantada.

Así que este tipo de expresión era realmente posible para ella. Godou pensó algo bastante grosero para sí mismo.

“Muy bien, tú serás el que derrote a Athena. Sin embargo, en la manera en que lo has descrito no debería funcionar, asi que la valentia de una iluminará a Kusanagi Godou. Si has de tener alguna objeción, entonces halza la voz a través de la fuerza como tú lo has propuesto.”

Ella debió haber querido decir algo así como “Si ganas entonces no me importaría escucharte.”

Al ver la expresión gozosa de Athena, Godou lo creyó sin causa alguna.

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Era completamente sin fundamento, pero increíblemente eso era lo que él creía. Procedió a pasear lentamente por la playa, escuchando el sonido de las olas rompiendo mientras caminaba.

Sin decir una palabra, Athena lo siguió en silencio caminando detrás de Godou.

A pesar de que estaría bien empezar de inmediato, todavía quería despertar su espíritu de combate primero. Athena debía estar pensando en lo mismo.

Dios y Asesino de Dioses caminaron mientras saboreaban su conexión forjada por el destino.

El tipo de relación fatidica escrita como mortal enemigo, pero leído en voz alta como “amigo”, imposible de articular hacia los demás.

El primer signo de cambio que Guinevere notó fue la desaparición de la presencia del Santo Grial.

Ella era la reencarnación de la diosa que creó el Santo Grial. No importa lo lejos que estuvieran separados, incluso cuando Athena había devorado el Grial, Guinevere permaneció firmemente consciente de su presencia. Pero ahora, la sensación había desaparecido de repente.

Además, hubo un segundo cambio.

Ella sintió la desaparición del poder divino que había estado saturando la zona.

El poder de Athena se había desvanecido. El poder que convertia todo en piedra, las cosas u objetos inanimados, orgánicos o inorgánicos fueron restaurados.

Guinevere se encontraba actualmente en la orilla a unas decenas de kilómetros de distancia de donde la diosa se había convertido a ella misma en piedra.

No en una playa pintoresca, sino en la parte superior de un traicionero acantilado. Debajo de ella, el mar a principios del invierno se estrellaba contra las rocas, produciendo blancas olas.

Guinevere utilizó inmediatamente el [Ojo de Bruja] la clarividencia para mejorar su visión y observó.

-El Gran camino construido sobre el mar por manos humanas.

-El Castillo construido por allí como una especie de nave y fortaleza híbrida.

-La Ciudad costera en la costa opuesta donde se encontraban Guinevere y la diosa.

No hace mucho tiempo todo estaba todavía en piedra. Ya fueran los edificios, caminos, estanques o pantanos. Incluso las partes del océano. Los seres vivos, animales, microorganismos insignificantes, los insectos y bichos rastreros, todo.

Todos habían sido cadáveres de piedra. Un cementerio de piedra.

De repente, todo había sido restaurado. Restaurado a la vida y vigor, o tal vez simplemente a su estado original. Todas las personas y los animales que se habían convertido en piedra ahora yacían dormidos dondequiera que estuvieran.

“La maldición de la petrificación es la muerte temporal en lugar de la verdadera masacre. Volver las cosas a la vida debe ser un juego de niños para Athena…”

(¡Querida niña, encuentra a Athena o a ese joven Asesino de Dioses!)

Las palabras de Lancelot se oyeron. Velando por ella desde lejos, él también había notado el cambio.

Guinevere envió frenéticamente un [Ojo] volando hacia la playa donde Athena se había convertido a ella misma en piedra.

La vio. Frente a frente contra Kusanagi Godou, la diosa había despertado.

Guinevere concluyó el hechizo del [Ojo de bruja] y utilizó inmediatamente la magia de vuelo tomando los cielos rodeada de una luz blanca mientras volaba por el aire.

En cualquier caso, tenía que apresurarse hacia la escena e investigar lo que pasó exactamente.

Entonces ayudar a Kusanagi Godou para que pudiera derrotar a la diosa.

Así como Guinevere estaba haciendo sus planes y volando sin distracciones, fue emboscada.

Seishuuin Ena era llamada la Hime-Miko de la Espada.

Sin embargo, su dominio de las artes marciales no se limitaban a la espada, sino que también incluían la naginata. Ella también tenía talento en jujutsu. No sólo eso, también habia sido entrenada en el shuriken, el jutte y las armas ocultas conocidas como anki. Por otra parte, ella sabía del tiro con arco.

Por desgracia, no era hasta el nivel conocido como el arte del arco.

No importa qué, la preparar el arco, avistar el objetivo por el azar, casualmente preparar la flecha y dar en el blanco no era una tarea fácil.

Sin embargo, con su visión excepcionalmente buena y sus excelentes instintos, Ena fue capaz de conseguir una buena mira hacia su objetivo.

“Oh Gran Dios de las armas, yo le suplico su ayuda contra mi enemigo… Que esta flecha volando de justo en el blanco.”

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Para estar en el lado seguro, había aplicado el hechizo [Flecha Maligna] desde antemano.

Era un hechizo que garantizaba la penetración incluso si el objetivo era un espíritu intangible o ectoplasma, o estuviera protegido por los hechizos desviadores de proyectiles.

Ena se encontraba en la autopista Trans-Bahía de Tokio.

Aproximadamente a un par de cientos de metros de distancia de la entrada conectando a Kisarazu. Debido a las restricciones de tráfico, no había coches en la carretera.

Los preparativos estaban completos. Y entonces fue avistada la brillante luz del objetivo.

Una luz blanca volando. Tan rápidamente volando con una velocidad considerable. Casi a punto de cruzar el espacio aéreo sobre la autopista Trans-Bahía de Tokio. El destino era la playa de Athena tal como se esperaba.

“Presta buena atención. ¡Yo puedo dejar que corras por ahí haciendo cosas furtivas en la oscuridad, pero no voy a dejar que vengas a molestar a Su Majestad deliberadamente!”

Refunfuñando para sí misma, cerró el objetivo en su mira.

La luz blanca debía ser la Ancestra Divina Guinevere. Ena la esperaba y había estado observando el cielo en alerta desde un lugar con una abierta vista.

El vuelo de la bruja apareció en el aire por encima de la autopista Trans-Bahía de Tokio.

Ena disparó la flecha con un silbido.

La flecha que se esperaba atacara en un golpe. Además, se trataba de una flecha especialmente diseñada enviada desde el hogar Seishuuin, una bala mágica que llevaba exorcización del mal y las propiedades del espíritu que se revela.

Esta flecha alcanzó varios kilómetros en el aire.

Ese tipo de distancia no era posible disparar con un arco. Este fue también uno de los poderes mágicos escondidos en la bala mágica. Un rango excepcional y un poder de penetración. Utilizado conjuntamente con los ojos y los instintos, Ena tiró del arco.

La flecha de pleno fue impulsada poseyendo todos estos factores y revocó la blanca luz.

La punta de la flecha penetró en la suave carne… Ena estaba en lo correcto.

Sus expertos instintos resultaron ser correctos e interrumpió el vuelo de la blanca luz.

La luz de inmediato desapareció para revelar la figura de la reina bruja Guinevere quien comenzó a caer de forma natural. En ese caso, se caería en el mar o en la superficie de la carretera Trans-Bahía de Tokio.

Sin embargo, el ritmo de su caída se repente se desaceleró.

Poco a poco y vacilantemente como el descenso de una hoja, ella estaba usando magia para flotar.

El brazo izquierdo de la Antepasada Divina… La región superior del brazo mostraba una laceración.

Además, su hermoso rostro como de niña se había puesto rojo de rabia disimulada. Aun así, su cara seguía siendo tan hermosa como la de una muñeca antigua.

“No es un golpe crítico… No se puede hacer nada desde que estaba volando a tales velocidades.”

La antepasada divina rubia aterrizó un par de docenas de metros más adelante en el camino.

Ena arrojó el arco y el carcaj al lado. El saludo ya había sido enviado y ahora era el momento para que las armas entraran en el escenario.

Tenía que evitar que Guinevere avanzara. Esta era la misión que se le había confiado por el hombre a quien amaba.

***

 

“Lo sé todo sobre ti. Miko bendecida con la manifestación divina.”

¿Ella había calmado su rabia tan pronto como aterrizó en el suelo?

El hermoso rostro de Guinevere ahora era tan tranquilo como un lago sin viento.

“Para obstruir a la Antepasada Divina de mayor autoridad, la reina bruja Guinevere. Que chica tan audaz. El precio exigido para tal insolencia será vuestra propia vida.”

En forma externa, ella apareció incluso más joven que Ena. Sin embargo, existia una gran diferencia en el dominio del poder mágico puro entre ellas.

Sin embargo, la Hime-Miko de la Espada había sido impávida, cargando directamente hacia la Ancestra Divina Guinevere.

“No sé si estás mintiendo – pero Ena no es alguien que se siente a esperar la muerte.”

Ena replicó con determinación. Habiendo abandonado el arco, ahora estaba desarmada.

Ni siquiera su espada japonesa habitual estaba presente. Pero ya había preparado preparado un arma sustituta.

“¡Yamato, la élite de la nación, con un sinfín de verdes montañas onduladas, rodeada por las paredes de la cumbre, la hermosa Yamato!”

Palabras hechizo fueron cantadas con el fin de utilizar la carta de triunfo.

Entonces ella lo imaginó. El socio cuya forma era una espada. Los nuevos bonos que habían forjado la noche anterior.

La posesión divina comenzó. Esta vez no fue la presencia otorgada por el dios guardian Susanoo, sino un aura divina más cercana de este socio de aquí.

“¡Suplica la gracia de Ama no Murakumo no Tsurugi! ¡Que tu sombra se manifeste aquí!”

La magnífica espada de tres pulgadas y media de repente se manifestó en la mano de Ena cuando gritó.

La hoja de color negro azabache cuya forma era de una suave curva, forjada en una estructura de estilo japonés. Esta era la Ama no Murakumo no Tsurugi que habitaba dentro del brazo derecho de Kusanagi Godou. A diferencia de antes, esta no estaba prestada temporalmente.

El aura divina de Ama no Murakumo no Tsurugi había sido convocada por el brazo derecho de Kusanagi Godou y materializada en la forma de una espada.

Esto podría decirse que es el doppelganger del Ama no Murakumo no Tsurugi. Otra hoja divina.

“Bueno… Qué espléndida. ¡Convocando el poder de los dioses de inmediato!” Aun así, Guinevere continuó sonriendo.

La poseída divina Hime-Miko de la espada debía estar en el mismo nivel que los antepasados divinos y las bestias divinas.

Ena esgrimía el aura divina de la Ama no Murakumo no Tsurugi cuando ella contuvo el aliento y se centró.

“Oye, ¿sabes? A pesar de que se le conocen como Hime-Mikos en este país, este tipo de poder se origina en la línea de sangre de las antepasadas divinas, el mismo parentesco como yo, Guinevere. Sí, sí, tú eres una de nuestros descendientes muy lejanos”.

La voz melódica de la Reina Bruja sonó en baja voz, mientras se reía con una expresión de inocencia infantil.

“Sería más desconcertante pensar que un descendiente lejano puede hacer algo que los antepasados divinos no pudieran. Sea como fuere, Guinevere pasó a ser incapaz de utilizar los hechizos de posesión-“

En ese instante, el aura divina en los alrededores de Ena aumentó explosivamente.

No desde Guinevere por sí misma, sino en otro lugar… ¡Por ahí! Ena echó su mirada hacia el vasto mar de Bousou más allá de la autopista Trans-Bahía de Tokio.

“Sin embargo, todavía puedo manejar hechizos similares. ¡Te suplico que vengas acá, siervo enviado por el dios del mar! ¡Lucha por Guinevere!”

¡¡Shyaaaaaaaaaaaaaa!!

Se oyó el ruido de un gran volumen de agua de mar empujada adelante hacia la tierra.

Ena permaneció en silencio a pesar del aumento de la tensión al enfrentar esta división de poder.

A pesar de que su apariencia completa no era visible, la cabeza del calamar gigante sugería que era de una longitud total de unos treinta o cuarenta metros.

Varios tentáculos del calamar gigante comenzaron a llegar desde el mar.

“Wohohoho. El agua y el aura divina de la tierra se examinó también por los parientes de Guinevere. Con un poco de tiempo y preparación, se pueden hacer manifestaciones con forma de bestias divinas. A pesar de que es simplemente una imitación de las divinas, al ser formadas usando el poder del Santo Grial… Sin embargo, incluso algo en el nivel de un dios falso puede manifestarse”.

Ena se sorprendió de las revelaciones en la oración confiada de Guinevere.

Al obtener la fuerza divina, entendió que una bestia divina se había extendido ante ella. A pesar de que su poder divino era bastante apresurado, su oponente era aún más extremo.

No importa qué, incluso asistida por el poder divino, Seishuuin Ena era sólo una chica humana.

Su oponente tenía el gigantesco cuerpo de una bestia divina. La diferencia en el poder y el tamaño corporal fue abrumadora.

“¡Ahora que apareciste demasiado pronto, vamos!”

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Un enorme tentáculo de calamar la atacó desde arriba.

¡Crash! La velocidad y la curvatura eran como las de un látigo gigante.

Ena saltó lejos tan rápido como un mono. Muy pocas personas podían superar la agilidad de la Hime-Miko de la Espada.

Con un margen de seguridad adecuado, ella evadió los tentáculos del calamar.

El apéndice del organismo gigante golpeó la superficie de la carretera donde Ena había estado de pie rompiéndolo directamente. El hormigón armado de acero se derrumbó estrepitosamente rompiéndose a pedazos, luego cortó el tentáculo de calamar que parecía tan fácil como si cortara una torta.

Por otra parte, el calamar gigante todavía tenía muchos otros tentáculos.

Los tentáculos gigantes atacaron repetidamente a Ena en tierra.

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Los tentáculos descendieron hacia ella desde arriba y se barrieron desde atrás, la derecha y la izquierda, todos los tentáculos estaban tratando de enredarla.

“¡En vez de preocuparte! ¡Por favor no te olvides de la existencia de Guinevere!”

Ena chasqueó los labios. El calamar gigante (más elegantemente conocido como el Kraken) estaba destruyendo la carretera utilizando docenas de tentáculos.

La superficie de la carretera se había pulverizado y desgarrado totalmente.

Fragmentos de concretos de diversas formas y tamaños rodaban por sobre todo el camino.

Los coches probablemente no podrían andar por este camino nunca más e incluso el caminar sería difícil. Si Ena no hubiera sido lo suficientemente ágil para saltar en este lugar, le habría sido imposible evadir todos los ataques del Kraken.

En este momento, el siguiente reto llegó.

Guinevere quien se había mantenido en el aire en algún momento ahora estaba sosteniendo una lanza en la mano.

“Oh jabalina de la bruja que protege el país de las sombras, revive la leyenda de la reina Scathach!” (Scathach es una diosa de la guerra Celta)

Al cantar las palabras de hechizo, la antepasada divina lanzó la jabalina.

Fue un tiro débil que omitió hacer uso de su cintura, puesto que ella debía estar sin ningún entrenamiento en las artes marciales.

Sin embargo, un tiro así era más que suficiente. Cuando la jabalina voló automáticamente hacia Ena, el arma mágica se dividió en doce lanzas cortas a toda velocidad hacia su objetivo.

Ena renunció a defenderse.

¡Usando sus reflejos para protegerse de los ataques del Kraken, se confió completamente a la Ama no Murakumo no Tsurugi!

Relajando los brazos mientras que agarró la espada divina, ella permitió que se moviera de forma autónoma.

Un destello, dos destellos, tres destellos. Cuando la hoja lustrosa sin fin brilló de un lado a otro, la Ama no Murakumo no Tsurugi golpeó en repetidas ocasiones por la embestida de las jabalinas mágicas.

Todas fueron taladas y el socio de acero defendió a Ena espléndidamente. En ese momento el hormigón debajo de ella fue destrozado.

De alguna manera, el Kraken había cavado uno de sus tentáculos en el suelo, preparando un ataque desde abajo.

Aun así, Ena logró retirarse hacia atrás con todo su esfuerzo y evadió el masivo tentáculo.

Sin embargo, el segundo y tercer tentáculo siguieron destrozando el hormigón debajo de ella, atacandola repetidamente desde el subsuelo. Ena saltó hacia su alrededor como si estuviera volando, tratando desesperadamente de escapar.

Guinevere una vez más lanzó la jabalina, pero en esta ocasión el lanzó dos al mismo tiempo.

Al separarse una vez más, un total de veinticuatro lanzas cortas llovieron.

¡Confío en ti, Ama no Murakumo!

En respuesta a su oración, Ama no Murakumo no Tsurugi se defendió una vez más con una oleada de ataques. Sin embargo.

¡¡Guooooooooooooooooooh!!

Sonó un grito aterrador. A pesar de que no estaba claro qué tipo de órgano producía el sonido, era el aullido del Kraken.

En el instante en que escuchó este sonido, todo el cuerpo de Ena se congeló.

Estrechamente constreñida por los poderes espirituales de la bestia divina, ni siquiera podía mover un dedo.

Normalmente, la posesión divina de Ena le habría permitido utilizar la Ama no Murakumo no Tsurugi para cortarlo. ¡Sin embargo, su preocupación por la situación había mostrado una apertura!

“En caso de que tuviera que tomarte como un oponente… Aunque yo lo adverti, ¿había alguna redundante preocupación?”

Guinevere comentó audazmente mientras se preparaba para el tercer lanzamiento de la jabalina.

Desde que Ena había confiado su defensa a la Ama no Murakumo no Tsurugi, su cuerpo era incapaz de moverse.

En ese caso, déjame liberar totalmente el poder de la Ama no Murakumo no Tsurugi – Ena dijo para sí misma mientras que comenzó a concentrarse.

“¡He aquí! ¡Como el diamante más fuerte que el pedernal hecho en tu frente! ¡No tengas temor de ellos, ni temas delante de ellos, porque son la casa rebelde!”

La voz familiar y maravillosa cantó palabras hechizo de acero.

Una pared de repente apareció ante Ena al igual que un panel de espesor de acero, era impenetrable como un muro de hierro literalmente y desvió las lanzas por completo.

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“Finalmente llegué a la escena más espectacular. La fortuna debe estar sonriéndome ante mi abundancia habitual de buenas obras.”

Su Majestad probablemente replicaría ese comentario.

La joven que difícilmente podría ser descrita como virtuosa en la conducta se acercó cuando Ena sonrió con ironía.

Coronada por su pelo rubio aleteando en el viento, su bello rostro brillaba con la luz del talento deslumbrante y un espíritu dominante.

Su sobrevestido estaba diseñado con rayas verticales rojas contra un fondo negro. La hermosa chica sinónimo del rojo y negro. Era Erica Blandelli por supuesto.

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