Campione (NL)

Volumen 9

Capítulo 5: Donde Esta Espada Herirá.

Parte 3

“Vagando sin algún objetivo, aclarando cuando se ve la luna, ¿donde será el destino final de mi corazón?”

Godou recordó sus pensamientos mientras escuchaba las palabras de hechizo de Ena.

El hechizo utilizado por la Ancestra Divina Guinevere para instruirlo, ya le había sido explicado por Liliana antes de que fuera petrificada. Era más probable impartirlo mediante el [Adoctrinamiento Místico].

La [Instrucción] sólo lograba enseñar conocimiento y no podía impartir habilidades mágicas.

Para el lanzamiento de hechizos, se le dijo que los aspectos de los sentimientos y la preparación mental eran más importantes que el componente del conocimiento.

Sin embargo, el [Adoctrinamiento Místico] no realizaba tal restricción.

Era una super magia de alto nivel que incluso el caballero de cabello plateado era incapaz de realizar. El hechizo también era inútil a menos que se realizara en alguien que ya hubiera desarrollado un poder mágico. Además, todo se olvidaría al cabo de unos días.

“Listo… Vamos a empezar de nuevo.”

Cuando Ena le susurró, Godou se acercó y la besó de nuevo.

En la sala de este antiguo edificio. Dos personas se sentaron en una manta. A pesar de era en la misma localidad, un nuevo y diferente ritual estaba a punto de comenzar.

Godou comenzó a hablar cuando apretó los labios de Ena.

“El Santo Grial es el artefacto creado por la Ancestra Divina Guinevere cuando todavía era una diosa.”

El significado de lo realizado por la Hime-Miko era la [Percepción Espiritual Compartida].

No era el hechizo de instrucción habitual para pasar conocimientos. Sino que al evocar las impresiones y sentimientos sutiles en el corazón, era un hechizo que permitia compartir pensamientos y emociones.

Un hechizo alcanzado por múltiples lanzadores de conjuros – se decía que habían sido utilizados durante los rituales mágicos.

Un hechizo que no podía tomar forma si los pensamientos del lanzador del conjuro estuvieran en desorden.

“Este artefacto es como el medallón de Erica, una vez que se me ha confiado para su custodia. Es imposible de dañarlo o destruirlo. Como si incorporara la verdad del mundo.”

Entonces Godou comenzó a relatar los orígenes del Santo Grial.

El asesino de dioses y la Hime-Miko de la Espada. Ambos eran los usuarios de la Ama no Murakumo no Tsurugi. Con el fin de confirmar el objetivo de la espada, hablaron de ello y se besaron.

Desde que el [Santo Grial] estaba todavía en su memoria, podría ser enseñado e impartido.

“Antes, cuando Guinevere era una diosa, el acto de la creación de ese artefacto asombroso aparentemente consumió la mayor parte de su vida. Una diosa madre tierra inmortal. Y entonces ella realmente murió, ofreciendo el resto de su vida al Santo Grial como su último deseo.”

“De ninguna manera eh… Incluso las deidades son impotentes contra ese artefacto divino…”

Dándose un respiro para conversar. Ena picoteó afanosamente los labios de Godou.

A diferencia del anterior beso, ella anduvo con cuidado. Sin embargo, o quizás a causa de haber experimentado el contacto íntimo anteriormente, este beso se sintió fresco y delicioso en su lugar. De esta manera, aplicó con calma la magia hacia el Campione.

“Consecuentemente, como la joven del Grial bendecida por el cielo, Guinevere es el ser más íntimo que nació de él. Yo aprendí de ella que el Santo Grial es un dispositivo para absorber la fuerza vital de las diosas madre tierra. Y también el método de activación de ese poder.”

Robando la vida de una diosa madre tierra y almacenándola como poder mágico.

En resumen, esa era la única función del Santo Grial. Por lo que la estrella blanca – la que creó las [Espadas], debió haber sido algún otro poder divino.

“El buque en sí no puede ser dañado incluso si es cortado…”

“Cierto. Pero podría ser posible el cortar específicamente la habilidad activada…”

Después de haber confirmado el objetivo, los dos inmóvilmente se miraban el uno al otro antes de reanudar el contacto con un ligero beso.

Para explotar a Kusanagi Godou, la Ancestra Divina Guinevere le había dado el conocimiento y la hechicería.

Ya que ella los había dejado en él sin permiso en primer lugar, Godou estaba perfectamente justificado en usarlos para sus propios objetivos. Así que se permitió usarlos libremente tal como quería.

El problema era si iba a funcionar o no.

¿Será capaz de prepararse adecuadamente y cortar la función del Grial? Y después de cortarlo, ¿Iba a obtener el resultado deseado? Pero no importaba qué, tenía que intentarlo.

“Entonces, vamos a ir. Su Majestad y Ena, los dos utilizaremos a Ama no Murakumo juntos… Apóyese en esta sensación…”

Ena murmuró y deslizó su lengua dentro.

Entrando en la boca de Godou con temor, ella sin poder hacer nada sólo se movía con movimientos débiles en busca de la otra lengua.

Fue sólo durante tales ocasiones que Ena verdaderamente se encogía.

Godou se rió con ironía y ferozmente interceptó la lengua entrante de Ena chupándola apasionadamente.

“¿¡Ah!? Ena aún no se acostumbra a esto… Deje de ser un matón…” Pero Ena no huyó. Así que no había motivo para preocuparse.

Retozando con la lengua de Ena al contenido de su corazón, Godou luego le susurró al oído.

“De esta forma… Ven de esta manera un poco. Es muy difícil actuar en concierto de otra manera.”

“Ah… Mmm, mmm. Lo tengo, pero no me intimide demasiado…”

Godou procedió a morder su lóbulo suavemente y comenzó a lamerlo. La respiración de Ena se debilitó progresivamente.

Ella se rió y ligeramente ajustó su respiración.

Luego se inclinó aún más cerca. A pesar de que Godou estaba sentado con las piernas cruzadas, Ena simplemente se agachó y se plantó en él.

Luego envolvió sus piernas alrededor de Godou.

De esta manera, los dos se abrazaron entre sí más estrechamente juntos, cara a cara.

El cuerpo de Ena, que siempre había sido tan enérgico, ahora estaba desprovisto de vigor cuando ella bien le confió el peso de su torso superior a Godou mientras que se apoyaba en él.

Presionando bajo el pecho increíblemente voluptuoso de Ena, Godou experimentó plenamente esa sensación de peso transmitiéndose desde su íntimo abrazo.

Su cuerpo era muy sofocante con la piel muy suave.

Godou disfrutó de las sensaciones de todo el cuerpo de Ena mientras movía sus manos hacia su espalda, abrazándola fuertemente.

“Fuah… Apréteme con más fuerza, abrázeme más. Aun más cerca.” Ena declaró mientras que parecía fruncir el ceño dolorosamente.

¿Así que mientras más fuerte con el sentido de la esclavitud, mayor era su disfrute? Así tal como ella deseaba, Godou la abrazó fuerte con todas sus fuerzas.

Tomada en sus brazos, Ena parecía que sonreía de felicidad en estado de embriaguez.

“Ah… El corazón de su Majestad… Puedo oírlo latir tan fuerte.”

“¿No es lo mismo para ti? Parece que estás ocupada jadeando bastante.”

Estando muy juntos, podían sentir los latidos en el pecho de uno al otro. Luego se miraron a los ojos sonriendo y se besaron de nuevo.

Los dos estaban sentados con las piernas cruzadas enredadas entre sí, intercambiando besos sin fin.

Mientras que hacían más conexiones mágicas, la excitación de Godou se transmitió a Ena igual que la intoxicación de Ena pasó hacia Godou.

“Su Majestad, ¿lo sabía? Ena puede sentir la Ama no Murakumo durmiendo en el cuerpo de Su Majestad…”

Mientras que Ena le susurró durante un breve respiro entre besos, Godou asintió.

La Hime-Miko de la Espada era la anterior portadora de la espada divina. En comparación con el portador actual, era más capaz de detectar su existencia y hábilmente manejarla.

Ena había percibido la Ama no Murakumo no Tsurugi escondida en el brazo derecho de Godou transmitiendo la sensación.

“Ama no Murakumo… Por favor evoca la imagen de ser manejada por dos personas a la vez. La mano de Ena, la superposición con la mano de Su Majestad… Nace en lo alto…”

Esta vez, ella arrastró las palabras cuando sus labios se juntaron mientras se besaban.

La imagen mostrada en el corazón de Ena le fue transmitida. Entonces la envainada Ama no Murakumo no Tsurugi y la mano blanca de la Hime-Miko agarrando la empuñadura de la espada, vinieron hacia la imaginación de Godou.

La mano de Ena sosteniendo la espada divina, cubierta por su propia mano y manteniéndose con más fuerza.

“Ah… No haga eso, Majestad… va a doler, por favor sea más suave, lentamente… se lo ruego…”

Ena expresó su dolor soñolienta. Si él no procedía con mayor cautela…

En aras de prevenir el sufrimiento de la adorable doncella, Godou comenzó a concentrarse tan duro como pudo.

Alcanzando la delicada mano con la que se enorgullecía de su habilidad con la espada, Godou colocó lentamente su mano sobre su palma, luego entrelazó sus dedos con los largos, delgados y pálidos dedos de ella.

A pesar de que la acción se llevó a cabo dentro de sus corazones, de alguna manera Godou podía sentir la suavidad de la piel de Ena sudorosamente humedecida.

Godou tomó suavemente su mano mientras saboreaba esa tierna sensación excepcionalmente.

“Sí así… Poco a poco… ¡Ah, se ha ido un poco!…”

Los dos controlaron las manos imaginarias en sus corazones.

Los dedos superpuestos fueron ligeramente desapareciendo, así que con cuidado se cambiaron y reposicionaron. Debido a que no estaban acostumbrados a esta tarea, la cual era similar a la sensación de caminar a través de la oscuridad absoluta.

“Ooh… Al igual que… Está bien… Ah, no es demasiada fuerza, … Se desvió de nuevo

… Mmm, mmm, bien, aquí es… ¡Bien, así es-!”

Por último, Godou y Ena fueron capaces de agarrarse de la vaina de Ama no Murakumo.

Ena sonrió entre lágrimas hacia Godou al poder al fin completar la tarea tan torpemente. Ella debía de estar preocupada por este tipo desconocida de acción cooperativa.

Superándose con un tierno afecto, Godou le robó una vez más sus labios.

Esta vez, la lengua de Ena lo recibió con iniciativa y la debió de haber sentido en abundancia.

Mezcladas entre sí, la viscosa saliva humedeció las esquinas de la boca, y los pensamientos y sentimientos se fundieron en uno solo.

Vamos a terminar con esto de una vez. Una imagen mental apareció desde los dos para sacar la Ama no Murakumo no Tsurugi desde su vaina juntos.

Desenvainando la espada y balanceándola juntos en perfecta armonía. Godou y Ena forjaron nuevos y más profundos lazos entre ellos a través de la Ama no Murakumo no Tsurugi.

Inmediatamente, su entorno se reunió con un drástico cambio. Su habitación había sido completamente rodeada por el fuego.

***

Iluminada por el resplandor carmesí, la habitación en la residencia fue completamente rodeada por las ardientes llamas.

Si este hubiera sido un incendio real, hubiera quemado todo el edificio anormalmente. Sin embargo, Godou y Ena eran los únicos que no fueron tragados por las llamas del fuego.

Es evidente que esto fue el resultado de algunos fenómenos sobrenaturales. Por otra parte, la identidad del culpable era obvia.

“¿Un incendio… ilusión? ¿Por qué ese hombre haría eso?” “Su Majestad, que… Ha comparecido ante Ena y nosotros.” Impulsada por Ena, Godou lo notó.

Hasta ahora desconocida para ellos, la Ama no Murakumo no Tsurugi se había manifestado. Incrustada en el suelo estaba la magnífica cuchilla de tres pulgadas y media. La vista esplendorosa no le convenía a esta residencia de campo.

Sin embargo, el impacto visual de las llamas ardientes era realmente una fantástica vista.

“Hmm. ¿Has aprendido algo sobre cómo usarme?

Godou finalmente escuchó la voz de la Ama no Murakumo no Tsurugi con claridad.

A pesar de que la había oído durante la batalla contra el Gran Sabio que Iguala el Cielo, era mucho más clara ahora.

“Es Ena. ¿Sabías que apareciste para que pudiéramos manejarte juntos?”

“Así es. Sería más fácil para mí hablar con ustedes dos de esta manera. Esto también significa menos problemas para ti.”

Cierto. Godou asintió ante esta respuesta descortés.

La espada divina que era llamad “socio”, había sido bastante entrometida todo el tiempo.

“Es cierto que ahora es más fácil de hablar… Pero ¿por qué el fuego?”

“Ustedes dos planeaban forjar una nueva espada, ¿verdad? El fuego es crucial en el nacimiento de una espada”.

¿Es así? Godou miró fríamente hacia la ilusión de fuego.

Este hombre realmente amaba hacer escenas y probablemente fue un alma gemela junto con el [Jabalí].

“Bueno, esa es la situación. A la luz de lo que ha logrado su cooperación, la ayuda que puedo proporcionar se ha ampliado en su alcance. Esto es digno de elogio. Rey, voy a responder tu petición.”

A pesar de ser la posesión de Godou, la espada le divagaba desafiantemente.

¿Qué tipo de “socio” fue eso? La espada actuaba como si fuera un igual. Pero a Godou no le importaba realmente.

“¿¡Entonces eres consciente de eso!?”

“Así es. Mezclando la espada junto con la espada, dos espadas en una sola. Pero no te hagas ilusiones demasiado grandes. El objetivo es un artefacto divino indestructible. No está claro si mi poder resultará eficaz…”

La espada divina le advirtió con calma. Aun así, Godou se sentia muy satisfecho.

Ena también estaba sonriendo como si estuviera eufórica. Tal vez ella había estado siempre en comunión con la espada divina tal como ahora.

“Por cierto, has estado siguiendo al viejo abuelo Susanoo durante mucho tiempo, ¿Verdad? ¿Qué diablos es esa Alabarda Inversa Celestial?”

Godou le planteó la pregunta que de repente le entró en su mente.

Ama no Murakumo no Tsurugi había sido la antigua espada personal del Dios por miels de años.

“Ajá, ¿eso? ni idea. E incluso si lo supiera, no haría comentarios.

“Bueno entonces, ¿por qué los ancianos no dicen nada acerca de por qué no van a responder a las preguntas de Ena?”

“Ni idea tampoco. No me importa.”

Después de repetir estas frías respuestas, la espada divina dijo:

“Deja de hacerme este tipo de cosas. Como una espada entre los dioses, yo también soy una divinidad perteneciente a una pandilla extremadamente leal, ¿Verdad? Sólo me importa lo relacionado con la batalla. Todo lo demás es irrelevante. Cosas triviales sólo aburren a la cuchilla de la espada.”

“Ah sí, los ha dicho antes, ahora recuerdo.” Ena habló como si recordara.

“Pero entonces, me di cuenta de que ya en la época del Gran Sabio que Iguala el Cielo. ¿Pero acaso ese mono no emitia este mismo tipo de impresión? Aparte de luchar, él también le gustaba divertirse y jugar bromas.”

“Ese tipo es un mestizo, miko. Un dios híbrido que amalgamó diversos elementos y divinidades además de una espada de dios. Completamente diferente del [acero] puro que descendió del linaje más primitivo. Ese tipo de compañero no es tan puro como yo, y muestra rasgos mucho más complicados como una divinidad.

Así que era de esa manera. Había muchas diferencias de orígenes entre los dioses. Godou se sintió impresionado cuando Ama no Murakumo lo siguió mirando y dijo:

“Entonces rey, me acaba de mostrar entereza de un hombre como un socio digno de mi cooperación. ¡Si va a perder ante una diosa de la tierra, mancharía el honor de la espada!

Tanto la Ama no Murakumo no Tsurugi y las llamas ilusorias de repente desaparecieron.

Godou y Ena finalmente terminaron el ritual.

Chirrido, chirrido, chirrido, chirrido. Era el sonido de los pájaros al piar. Los refrescantes brillantes rayos de la mañana brillaban por la ventana.

Fue una buena noche de descanso, pensaba Godou mientras yacía debajo de la manta.

Con un poco de tiempo antes de despertarse completamente, sentia una sensación muy agradable y confortable.

Al abrir los ojos ligeramente, inspeccionó la habitación.

Seguía siendo la misma habitación. Después de terminar el ritual, Godou se había quedado dormido agotado.

Miró el teléfono móvil con su almohada por mensajes – ninguno. Godou se sintió aliviado.

Nada parecía haberle pasado a la estatua de Athena de pie en la playa. La vergüenza de dormir al recibir un mensaje urgente se había evitado.

Godou comenzó a disfrutar una vez más la cálida y reconfortante sensación de contacto con la manta y la piel humana.

Se sintió un poco mal por los responsables de la custodia de toda la noche. Él debía levantarse más temprano y prepararse adecuadamente para la batalla. Sin embargo, este pensamiento se fue al dejar la sensación de calor de piel humana…

¿Hmm? ¿Piel? ¿Piel humana?

Su mente se despertó instantáneamente. Godou se volcó con la manta.

Seishuuin Ena estaba durmiendo justo a su lado. ¿¡Podría ser posible, que hubieramos dormido juntos!?

Sus recuerdos después del ritual eran difusos. Debió haber estado tan cansado que al instante se debió haber quedado dormido como un tronco.

Pero la aparición de Ena.

La Hime-Miko de la Espada se había quitado el traje de miko.

Dispersamente al lado de la cama había diversas prendas de vestir de color rojo y blanco que se habían desprendido. ¿Se las quitó antes o durante su sueño?

De todos modos, ante los ojos de Godou yacía Seishuuin Ena completamente desnuda.

La forma en la que cada ser humano nace. Era voluptuosa en todos los lugares correctos, sin embargo, delgada y delicada en todas partes, una figura milagrosa.

La última vez que la había presenciado en las aguas termales Chuuzenji, era la visión similar a un precioso jade blanco.

Godou llegó a darse cuenta de que el objeto que abrazaba mientras dormía, el que con ternura atesoraba su calor e incluso con el que había jugado y disfrutado más o menos, ¿¡Podría ser esto!?

“… Ah. Su Majestad despertó ¡Iyaaah!”

Ena se despertó en el peor momento posible.

La somnolencia sólo le duró brevemente. Inmediatamente llegando a sus sentidos, ella agarró la manta y la puso a su lado.

Cubriendo el cuerpo desnudo que estaba siendo iluminado por los brillantes rayos del sol de la mañana hizo frenéticamente lindos pequeños gritos.

“S-Seishuuin… Tú dormiste aquí…”

“Sí, sí. Al usar la posesión divina ayer ya estaba muy cansada… Creo que me quedé dormida inmediatamente después del ritual. Pero los recuerdos son muy difusos.”

No sólo su rostro, sino que la totalidad de la piel blanca pálida de Ena se habían vuelto rojos.

Era una manifestación a partir de las partes expuestas desde los hombros y el pecho, así como los muslos y las piernas desnudas.

“Yo no tenía ni idea. Se siente como que después del ritual, Su Majestad y yo simplemente caimos de cabeza en las sábanas y luego nos fuimos a dormir así.”

“C-como que ¿eh?”

Los dos estaban conversando con rigidez con sus caras todas rojas.

“P-Pero. Hay algo un poco preocupante… Ena no puede recordar quitarse la ropa… eso significa, ¿Que Su Majestad las quitó?”

“NNN-No, de ninguna manera. O más bien… ¿Probablemente no? ¿Umm?”

Godou se sorprendió. A pesar de que estaba completamente seguro de que él no tenía ningún recuerdo, también parecía que Ena no se había desnudado por sí misma.

Por lo tanto, no podría afirmarse de cualquier manera. ¿Podría haber hecho algo tan bestial?

Teniendo el duro golpe a su imagen de sí mismo, Godou caminó tambaleándose hacia la ventana.

Mirando hacia fuera en la playa delante de él. Todavía estaba fuertemente custodiado.

Era finalmente el día para llegar a una conclusión definitiva con Athena.