Campione (NL)

Volumen 9

Capítulo 5: Donde Esta Espada Herirá.

Parte 2

“Ena había previsto inicialmente enseñarle todo el conocimiento sobre Athena. Esta noche, con Su Majestad -. Umm, yo estaba pensando que debería haber todo tipo de cosas que podría hacer para Su Majestad quien estaba arriesgando su vida en una batalla contra un [Dios Hereje], por lo que además de ofrecer el conocimiento, debía haber otra cosa. Eso es lo que estaba pensando Ena…”

“¿¡A-Aparte de los conocimientos!?”

Antes de que él hiciera su arrebato conmovedor, Godou ya estaba buscando una vía de escape.

Ena seguramente debía estar hablando casualmente. Tal vez lo único que quería hacer era jugar juegos a través de la noche.

Probablemente tarjetas de Uno o Hanafuda. O tal vez juegos de cartas como Concentración o Sevens.

“A pesar de que Su Majestad es muy fuerte, todavía hay una posibilidad de muerte… Así que antes de que Su Majestad se ponga en marcha para la batalla, el cuerpo de Ena acompañará a Su Majestad por la noche para ayudar a restaurar su energía. ¿Tal vez en el peor resultado, el linaje de Su Majestad se pueda conservar?”

Sus intenciones fueron explicadas más concretamente.

¡En otras palabras, ella no había entendido el significado de “asunto” de ninguna manera!

“P-Por favor, cálmate Seishuuin. Vamos a sentarnos allí en primer lugar.” “He estado sentada tranquilamente desde el principio.”

“E-entonces, siéntate en seiza. Siéntate correctamente y escúchame en serio.”

“Yo ya estoy sentada en seiza. Ena ha estado sentada en serio durante todo este tiempo. Es Su Majestad quien tiene que hablar en serio.”

Todas las vías de escape habían sido bloqueadas. ¿No había manera de evitar una confrontación frontal?

Godou cruzó las piernas y se sentó ante Ena.

“Bueno, ¿cómo debo decirlo?… Estoy muy agradecido por tu oferta, pero creo que ese tipo de comportamiento sólo es adecuado para las parejas casadas. ¿Está claro?”

*(Dios mio… aquí una mujer te dice eso y el hombre no la piensa tanto, tan moralistas estos japoneses…)*

Él con calma la interrogó en serio.

En cualquier situación, no había ningún arma más poderosa que la justa sinceridad. Probablemente.

“Ya lo he dicho antes. Ena está bien con ser una amante. No estoy preocupada por las formalidades. Además, ¿no que Su Majestad ya lo ha prometido? El tener a Ena a su lado por siempre.”

Ena se opuso con un mohín. Era exactamente como ella lo habia descrito.

Ya no era una cuestión de sinceridad, sino una cuestión de preparación mental.

“Ah, pero Su Majestad se lo dijo de nuevo a Ena anteriormente. Algo por el estilo de “ser una mujer práctica está bien”. Lo siento, Ena lo había olvidado.”

¿No es esto lo que se llama el soñar despierto completamente?

Ena parecía haber recordado la escena que le hizo pensar eso. Abatida, bajó la cabeza. Con la cabeza inclinada, comenzó a dudar cuando ella murmuró para sí misma.

“Aún así… Ena quiere ser la novia de Su Majestad.” Una expresión directa de su deseo.

Ella mostraba una timidez que hacía que su comportamiento habitual pareciera increíblemente el parecer una farsa.

Ante el estado actual de Ena, Godou comenzó a sentir su control deslizándose. Él no sería capaz de resistir por mucho tiempo. Esto era malo.

“Después de todo, yo todavía quiero vestirme de blanca por todas partes y tener algún tipo de ceremonia… ¿Puedo?”

“NNNN-No, por supuesto que no. ¡Después de haber dicho que no, umm, más bien, debo decir en su lugar, que ese tipo de cosas son demasiado prontas para nosotros!”

Encontrando a Ena demasiado adorable, Godou desvió su mirada y trató desesperadamente de explicarle.

Si tuviera un poco más de experiencia en el trato con estas situaciones, tal vez podría mantenerse fresco. Pero ahora él estaba llegando a su límite. Estaba a solas con una chica como esta.

Además, se habían sentado sin saberlo en el mismo lecho.

Sus cuerpos podían tocarse por un sencillo alcance de sus manos. Este tipo de distancia era de todo menos tranquilizadora.

Si hubiera sido Erica, Godou por lo general estaba en alerta máxima para evitar que el estado de ánimo se acumulara hasta estos niveles (aunque hubo momentos en los que no). Pero esta vez Ena había hecho un ataque por sorpresa, arruinando por completo sus precauciones habituales.

“Vamos… ¿Por qué Su Majestad no quiere que Ena se quede con usted por la noche?”

Le rogaba por favor, no, más bien lo declaraba de una manera tan linda.

A pesar de que Godou quería rechazarla fuertemente, sería equivalente a admitir su derrota. Sería revelado el hecho de que estaba a punto de sucumbir.

“Ah, ya veo. Está bien.”

Ena se detuvo de pronto tratando de ser difícil y bajó la mirada de nuevo.

Mirando hacia abajo – ella estaba mirando la manta con la que estaba jugando con su dedo índice.

“Una chica como Ena no es linda y no es muy femenina, tampoco muy digna ni virtuosa. Ena no puede tener ese tipo de personalidad, así que no se puede evitar. Y Su Majestad ya cuenta con tantas chicas lindas alrededor de él…”

“No digas tonterías, no es nada de eso.”

Ante el abatimiento de Ena, Godou instintivamente se acercó con la mano sin pensar.

Puso su mano sobre su prístina mano blanca que estaba jugando con la manta y la sostuvo con fuerza.

“Eres una chica hermosa y linda. Soy yo el que no es digno.”

Godou habló sinceramente mientras la miraba a Ena haci su cara y sus ojos. “¿En serio?”

“Hoho, de verdad. Créeme.”

“¿En serio?… Si Su Majestad lo dice así, Ena no dudará.”

La Hime-Miko de la Espada finalmente volvió a sonreír y lentamente cerró los ojos. Inclinando su boca arriba tentadoramente. El mensaje era obvio.

No tengo elección para aclararme. Godou en silencio reflexionó.

Era cierto que a él simplemente le faltaba el coraje para cruzar un cierto límite. Con Erica y Yuri, así como con Liliana. También era cierto que los pensamientos de otras chicas estaban surgiendo en su mente.

Sin embargo, la oferta sincera de Ena hizo que finalmente se diera cuenta de su corazón.

¿Por qué estaba siendo incapaz de actuar con decisión? ¿Cuál era la razón? Ese era el violento deseo arraigado en lo más profundo de su corazón.

Godou asintió. Tengo que hacer lo que me he decidido. Acercandose a la cara de Ena, él la tomó por los labios.

Con sus labios apretados, íntimamente acariciandose entre sí, mezclaron sus sentidos en uno solo.

“S-Su, Su Majestad, por favor perdone las fallas de Ena en servirle a usted…” Después de un largo beso, los labios de Ena fueron liberados y susurró en voz baja.

Su mansedumbre hizo que su habitual audacia pareciera irreal. Sin embargo, cuando la Hime-Miko trató de aflojar el cuello de su vestido blanco, Godou negó con la cabeza una vez más.

“Esto es suficiente. Es todavía demasiado pronto para eso.” “¿Eh eh? Ena no es lo suficientemente linda después de todo…”

“No, no es así. ¿Cómo debo decirlo?… lo haré… Tú- ¿Podrías esperar al momento en que por fin tenga la capacidad para asumir todas las dificultades que sufren ustedes?”

Godou declaró en voz baja. Su corazón ya no estaba confundido.

Era un hombre que asumiría la vida de las jóvenes cerca de él. La peor clase de hombre, uno como un demonio.

Sin embargo, en momentos como éste, tenía que depender de sus sacrificios con el fin de luchar.

Frente a los absurdos dioses, luchar contra ellos en nombre de la humanidad.

Por otra parte, las chicas no sólo ofrecieron sus vidas, sino que incluso la pureza de sus pensamientos y su estilo de vida fueron para Kusanagi Godou, lo que mostraba una gran voluntad y espíritu para acomodarlo.

Por ahora, Godou se persuadía fuertemente a sí mismo.

“A pesar de que todavía soy un estudiante, pero de todos modos, el problema es que yo siento que no soy lo suficientemente digno de que vayas tan lejos por mí-. No quiero complacerme a mí mismo en esa zona cuando no puedo perder ante el deseo egoísta”.

“¿No puede perder…?”

“Hoho, lo siento. Estoy muy agradecido por tu amable ofrecimiento, pero escucha, voy a decir algunas cosas obstinadas”.

Él estaba en contacto íntimo tanto con el cuerpo y la mente de Ena.

¿Quién sabía si otras chicas podrían unirse en el futuro? En ese caso, la vida cotidiana de Godou podría convertirse en un paraíso para su propio placer personal.

Sin embargo, la indulgencia en tales placeres fácilmente podía quitar los colmillos a sí mismo.

Por el bien de la batalla, la voluntad decidida para hacer frente a todas las pruebas y tribulaciones era indispensable.

Podría ser fácilmente erosionado.

Eso sería inaceptable. Las peleas con los dioses o los problemas de decisiones de lo Reyes Demonios podrían llegar en cualquier oportunidad.

“Si aceptara todo lo que me ofrecen, probablemente no habría sobrevivido en mis batallas hasta nuestros días. Todavía es demasiado pronto. Tengo que esperar hasta que sea digno, sólo entonces puedo tranquilamente aceptar tales cosas.”

Todo era por el bien de la batalla. Por la victoria.

El cortejo de esta chica atractiva había sido una total sorpresa.

Sin embargo, tengo que terminar las tareas de mayor prioridad primero. Por lo tanto voy a ser completamente obstinado.

Bueno, tal vez existieran personas que dirían cosas como “tener a alguien para proteger podría hacerme más fuerte.” Y aquellas personas que podrían hacerlo, sonarian muy justificadas por si mismas. Pero a mi no me importa acerca de tales justificaciones.

Mis enemigos no son oponentes que puedan ser derrotados por ese nivel de fuerza.

El hombre que ignora por completo la vida normal en la sociedad sólo se busca capacitar a sí mismo para alcanzar el nivel de cortar dioses.

La diosa que había ido tan lejos como para traer la ruina al mundo simplemente por el bien de derrotar a Kusanagi Godou.

Ese era el tipo de enemigos que Godou tenía.

“… Ya veo. Bueno, entonces, no hay otra manera. Ena esperará, Su Majestad.”

No importa cómo se expresara, esta era sólo la obstinación de un tonto. ¿Por qué Ena sonreía y contestaba con tanta confianza?

“Ese tipo de cosas no las puedo entender. Ena también entra en las montañas con frecuencia, porque mi poder no se puede utilizar a menos que el cuerpo y la mente se purifiquen. A pesar de que hace bastante mal y a veces es bastante solitario.”

La técnica mística de posesión divina era una habilidad fundamental para la obtención del espíritu y el poder divino. Esto le había sido explicado antes.

El cuerpo y la mente debían ser puros con el fin de utilizar la técnica.

Dejando que profundamente el difuso aire de la montaña pasara a través de los órganos internos, alcanzando un reino mental de la paz absoluta. Esto se decía que eran los deberes de los usuarios.

No podían permitirse ser contaminados por la inmundicia del mundo mundano.

De ahí que Ena se había visto obligada a entrar en las montañas sagradas con frecuencia para purificarse. Al parecer, ella nunca se quedaba en el pueblo durante más de un mes a la vez. Esto no era una vida que cualquier chica adolescente debiera llevar.

Sin embargo, ella había elegido esta forma de vida por su propia voluntad.

“Por favor, tenga la seguridad. Después de todo, Ena sigue siendo una hija de una familia de guerreros.”

La hija de la Casa Seishuuin, la Hime-Miko de la Espada.

Sus antepasados incluían a un daimyo durante la época de los Reinos Combatientes, explicó la Yamato Nadeshiko alegremente.

“Pero hubo también maridos que fueron hacia la guerra y no regresaron durante una década. Al esperar esas largas duraciones se debe tomar una gran resolución. Así que si yo lo veo de esa manera, sin duda va a estar bien.”

Ella sonreía incondicionalmente como de costumbre. Segura de que Godou un día correspondería sus sentimientos, Ena habló:

“Por lo t-tanto. La espera está completamente bien.” Ella expresó tal deseo.

“De todos modos, vamos al b-bk-beso primero, ¿de acuerdo? Si es así, todavía quiero más”.

Con los ojos mirando a Godou, Ena era tan adorable como una pequeña niña.

“Si quiere luchar con Athena, ¿no que la [espada] es esencial después de todo? También… Es muy triste. Anteriormente, todavía podía soportarlo, pero tengo muchas ganas de pasar más tiempo con Su Majestad y que tengamos más contacto unos con el otro.”

Por otra parte, sus ojos brillaban con lágrimas mientras se declaraba. Maldita Sea. Godou se maldijo a sí mismo. Ante tales palabras, ¡¿cuánto más podría soportar?! Procedió a besar a Ena en silencio.

No, no fue tan suave. Él enérgicamente selló sus labios.

“Ah… mmm. Su Majestad, tan fuerte… Por favor, sea más suave…” A pesar de que declaró en voz baja, no lo negó. No pudo parar.

Godou salvajemente tomó a Ena en sus brazos y se inclinó hacia adelante hasta el final.

Presionó sus labios sobre los suaves y apacibles labios de la Hime-Miko. Todo lo que ella había lanzado desde su boca le pertenecía – el aliento, la saliva, las palabras, todo era de él. Era un violento beso.

Debajo de un par de labios, otra pareja estaba temblando. Este sutil movimiento adicional estaba emocionando a Godou.

Con la falta de aire, los labios de Ena se soltaron. Pero no se lo permitió. Godou abrió la boca aún más ampliamente y completamente selló los labios de la Hime- Miko.

El sonido de sus jadeos se mezcló entre sí dentro de sus bocas, mientras que la saliva también se mezcló como una.

“Mmm… Su Majestad es tan malo. Ena no puede respirar…”

Ena con lágrimas en los ojos le susurró.

Sin embargo, Ena no trató de escapar del beso de Godou. En cambio, abrazaba fuertemente a Godou mientras que presionaba sus labios contra él, sin más que estar expresando las palabras de sus alegres emociones.

De ahí que Godou no tenía nada de qué preocuparse.

Obligó a que su lengua se moviera en la boca de Ena buscando su lengua. La encontré.

Poniendo toda su fuerza, él utilizó su lengua para someter a la lengua de Ena que se retorcía como una sanguijuela.

Torciéndose, torneándose y enredándose. Sus lenguas hicieron clic, lamiéndose una y otra vez. Entonces audazmente se burlaron entre sí.

“Mmmhmm. Su Majestad, no… haga… haga eso nunca más.” Ella ya le estaba suplicando.

Esta rara exhibición de la voluntariedad de Ena significaba que las cosas tenían que ser llevadas a un nivel superior.

Godou besó apasionadamente mientras sostenía la mano de la líder Hime-Miko, apretandola fuertemente con gran fuerza como si estuviera tratando de afirmar su existencia. Ella respondió de inmediato y lo abrazó con fuerza a su vez.

La mano derecha sostenía la mano izquierda.

Tratando de establecer nuevas conexiones además de las bocas, se convirtieron en uno a través de los pensamientos y sentimientos naturales.

Fue en este momento cuando el corazón de Godou sentia como si estuviera galopando / corriendo / huyendo a toda velocidad.

Godou poseía la espada que era la encarnación final de Verethragna, el [Guerrero] que blandía la espada de la sabiduría. Las palabras hechizo de la espada herética que cortaban a las antiguas deidades.

Por el bien de la preparación de esta espada, estaba a punto de forjar un vínculo de magia con Ena.

Sin embargo, hubo otra espada.

Ciertamente. Las espadas de Kusanagi Godou eran dos.

Ama no Murakumo no Tsurugi. Ya fuera Seishuuin Ena o Kusanagi Godou, la espada divina actuaba como su “socio”.

Espada y espada. Dos Espadas. Dos usuarios. Además, había una nueva arma.

¿Esta revelación divina proviene de los instintos de un Campione? ¿O viene de la Ama no Murakumo no Tsurugi?

No importaba en ambos sentidos. Por el bien de la batalla, usaría cualquier cosa y todo lo disponible.

“Seishuuin, vamos a ajustar nuestro plan ligeramente. Ahora con nuestra espada-. Vamos a ver si podemos sacar nuevas posibilidades.”

“Sí… Para obtener un nuevo poder. Su Majestad y Ena juntos.” Ena inmediatamente asintió ante los suaves susurros de Godou.

Todo dicho y hecho, ella era la miko íntimamente conectada con Ama no Murakumo no Tsurugi. Ella también había recibido la revelación divina sobre la espada.