Shijou Saikyou No Daimaou Murabito A Ni Tensei Suru (NL)

Volumen 3

Capítulo 44: El Ex-Señor Demonio Y El Antiguo Campo De Batalla, Parte II

“¡Mwa-ha-ha-ha-ha! ¡Te reto a gritar! ¡Llorar! ¡Deja fluir tu sangre y tus tendones!” gritó el colosal demonio, riendo de puro deleite y locura.

Con una mano empujada hacia los cielos, la bestia convocó cinco círculos mágicos para manifestarse de la nada, lanzando relámpagos desde todos los rincones.

Un cántico de cinco capas, eh. Los demonios de esta época están en un campo de juego completamente diferente. Dicho eso…

“A este nivel, no puedo decir que valga la pena matarlo”, murmuré en voz baja para mí mismo, lanzando un hechizo que atravesó largas distancias.

Mientras el rayo amenazaba con caer sobre nosotros, capas de muros protectores se extendieron ante nuestro ejército aliado, perdonándonos cuando los dos ataques chocaron y desaparecieron.

“¡Bien, bien…!”

Los soldados de nuestro ejército aliado se escabulleron como crías de araña dispersas después de que se les perdonara la vida.

“¿Tú eres el que se interpuso en mi camino, chico?” El gran demonio y sus lacayos me miraron con un brillo en sus ojos. Tenían una intensidad que habría golpeado a cualquier civil normal en sus traseros, pero me pareció un poco a medias.

“En efecto.” Les dediqué una sonrisa fácil y el gran demonio me respondió con un gruñido.

“Tus hechizos de ahora parecían un Doce… pero debe haber sido mi imaginación”.

“No. Tus ojos no se equivocaron”.

“… ¿Quieres decirme que alguien de tu edad puede lanzar doce capas de magia a la vez?”

“Si dudas de mí, estaré feliz de intentarlo de nuevo”. Extendí ambos brazos, burlándome de él.

“¡Vamos, muchos! ¡Dale a ese mocoso un baño de sangre!” tronó el demonio, movilizando a la multitud de enemigos hacia mí.

Había muchos más de ellos que yo… que debe haber sido la razón por la que me miraban desde arriba, porque en lugar de atacarme, lanzaron hechizos para fortalecer sus cuerpos, golpeando hacia mí con furia y blandiendo sus espadas especializadas y lanzas.

Por sus expresiones, pude leer sus mentes: voy a torturar a este mocoso hasta la muerte.

Sus pensamientos eran increíblemente sádicos.

“Eres peor que lo peor”, bromeé, moviéndome dinámicamente mientras seguía sonriendo.

Seguiría su ejemplo: no usaría magia de ataque. No tenía sentido con los debiluchos. Lanzaría magia para fortalecerme y luchar con mis propias manos.

Con movimientos bruscos, di un paso adelante, desviando una de las lanzas con la palma de la mano mientras lanzaba un golpe de revés directo a la cara. Por un pelo, esquivé hábilmente un movimiento de espada vertical, empujando mi pie en un abdomen. Un garrote fue a golpear mi lóbulo temporal, pero mi puño lo rompió en pedazos antes de que tuviera la oportunidad. Le di al enemigo una patada giratoria relámpago a un lado.

Una batalla cuerpo a cuerpo a alta velocidad que requiere decisiones en una fracción de segundo.

El que se había alzado como vencedor era… yo, Ard Meteor.

“Mmm. Parece que mis oponentes no estaban adecuadamente preparados”. Miré a los demonios esparcidos por el suelo y suspiré.

“¡Gweh-heh-heh-heh! ¡No está mal, chico! ¡Supongo que solo el viejo Bulgan tiene lo necesario para hacer el trabajo!” ululó salvajemente el demonio titánico, desatando su hechizo de ataque para manifestar diez círculos mágicos.

“¡Come esto! ¡Ráfaga de vórtice!” rugió, lanzando láseres de calor que brillaban en azul en mi dirección.

El intenso calor de diez círculos mágicos se combinó en un solo rayo gigante y se apresuró a acabar conmigo.

“No es lo peor. Pero ciertamente no es el mejor,” evalué, levantando lánguidamente una mano para lanzar un hechizo defensivo. Ante mí brilló un patrón geométrico, que posteriormente se transformó en una pared semitransparente.

El rayo se estrelló contra mi pared, enviando una onda de choque a través del campo. El escudo translúcido bloqueó los gruesos rayos, esparciéndolo en todas direcciones. El ataque enemigo se extinguió sin lograr nunca su objetivo.

“¡Mmm…! ¡Pensar que un niño ya ha dominado la magia de defensa de alto nivel sin el uso de un encantamiento…!” notó el demonio, mitad en shock, mitad en alegría.

Me imaginé que el corazón de Bulgan latía de emoción por un enemigo que valía la pena cazar.

Pero, para ser honesto, ya lo había superado.

“Haah. Ha pasado tanto tiempo desde que luché contra un demonio con columna vertebral; Esperaba algo, al menos. Pero parece que esas esperanzas se han desvanecido”.

“¡¿Qué fue eso…?! ¡¿Crees que eres mejor que yo, mocoso?!” “Por desgracia sí.”

“¡Maldito seas…! ¡Todo lo que puedes usar es magia humana de alto nivel! No te adelantes a tu…”

“Si eso es todo lo que tienes que decir, realmente no eres tan bueno”, comenté, interrumpiendo a Bulgan para golpearlo con algunos hechos fríos y duros. “Este no fue un hechizo de defensa de alto nivel, sino uno de bajo nivel”.

“¡¿Q-Qué…?!” Los ojos de Bulgan se ensancharon y continué.

“Como sabes, la potencia de un hechizo depende de su magia. Acabo de cargar un hechizo de bajo nivel con un poco más de umph, un poco más de magia”. Suspiré. Mis ojos brillaron por primera vez. “Nuestra pequeña pelea no fue más que un juego de niños. No quiero continuar, sería una total pérdida de tiempo. Por eso terminaré esta batalla en tres movimientos”, declaré.

Podía sentir a Bulgan estallar de sed de sangre.

“¡No me jodas, mocoso!” gritó, la rabia sacudió el aire a nuestro alrededor. Trajo una gran cantidad de círculos mágicos ante él. “¡Puedes lamentar ese orgullo tuyo en la otra vida! ¡TODO ACABARA IVAN! “

Con esto, un fuerte trueno retumbó desde un gran círculo mágico, entrelazado con relámpagos que corrieron hacia mí. La escena era casi hermosa, pero… No podría haber sido más que un hechizo de rango medio.

“¿Te gustaría que le mostrara cómo se ve un rayo real?”

Pasando mi mano frente a mis ojos, armé una técnica en un instante. A medida que gastaba mi magia, se manifestó un gran círculo mágico, y con él estalló una tormenta eléctrica entintada, que resquebrajó y resplandeció con furiosos relámpagos.

Era la magia del rayo de nivel medio, Hydra Blast.

Los rayos de un relámpago negro se deslizaron hacia adelante, chocando con el ataque del enemigo. Mi masa de serpientes rayo se tragó sus rayos, corriendo hacia Bulgan.

Su enorme cuerpo fue completamente tragado.

… Ese fue mi primer movimiento.

Después de que Hydra Blast lo golpeó por todas partes, Bulgan plantó los pies en el suelo mientras el humo se elevaba de su cuerpo.

“R-Ridículo. ¡Yo nunca…!” Todo su cuerpo estaba cubierto de heridas. No tenía ninguna posibilidad de luchar ahora.

Además, ese último ataque había sido el as bajo la manga. Y lo había vencido fácilmente, lo que probablemente era la razón por la que el demonio ya no podía ocultar su agitación.

El corazón y la mente de Bulgan se habían arrinconado, pero no mostraba signos de rendirse. Él miró a mi lado.

“¡¿Eek?!” chilló Ginny, que había estado observando mi batalla desde las afueras.

“¡NRAAAAAAAAAAAAGH!” Con un grito de guerra, Bulgan corrió hacia ella.

Como esperaba, planeaba tomar a Ginny como rehén.

Ella pareció golpeada por la fuerza de su carga, incapaz de mover un solo músculo. Cerca de allí, Ireena tampoco podía correr en su ayuda. Ninguno estaba preparado mental ni físicamente para enfrentarse a los demonios de estos tiempos antiguos.

“¡Esto no ha terminado todavía! ¡Tengo más de dónde vino eso!” gritó Bulgan, acortando la distancia entre él y Ginny.

Diez pasos hasta el impacto. Nueve. Ocho.

Siete…

Y luego, hubo un pitido que suena extraño.

Inmediatamente después, un círculo mágico apareció bajo los pies de Bulgan, y un pilar brillante de color blanco plateado se disparó hacia el cielo. No tuvo más remedio que dejar que lo envolviera por completo…

“Im… posible… Cómo pude…” Su cuerpo carbonizado cayó silenciosamente a la tierra.

“Este fue mi segundo movimiento… Cielos, todavía me quedaba otro”.

Previendo que esto podría suceder, había tendido una trampa mágica antes de tiempo. Todo esto había salido de acuerdo con el plan, pero…

Lo había sobreestimado y lo había acabado de una vez. Todavía necesitaba trabajar para contenerme.

“Uf… ¿Estás bien, Ginny?”

“S-Sí”, ceceó. Ella debe haber estado tan asustada. Las piernas de Ginny cedieron y cayó al suelo con un ruido sordo. A su lado, Ireena dejó escapar un suspiro de alivio.

“¡Nunca me decepcionaste, Ard! ¡Incluso un viejo demonio no tiene ninguna posibilidad contra ti!” alabó Ireena.

“Estoy encantado con tus elogios”.

Ireena sonreía de oreja a oreja y le hice una pequeña reverencia.

Como si se diera cuenta de que la batalla había terminado, todos los demás comenzaron a ofrecer sus propios comentarios, prodigándome atención.

“¡I-Increíble…!”

“¿Por qué vino ese monstruo por las tropas de apoyo…?” “¡Ese hechizo era en serio otra cosa…!”

Como pensaba, los civiles carecían del conocimiento para medir las diferencias en nuestra fuerza. Todo lo que hice fue limpiar a algunos debiluchos, pero ahora me miraban como si fuera una especie de héroe.

Era un asunto trivial indigno de un reconocimiento especial.

“¡AAARGH! ¡¿Dónde está mi enemigo?!” chilló una joven que sonaba familiar.

Cuando me volví hacia la voz, vi a una pelirroja en la distancia. Era Sylphy, respirando con dificultad, vestida completamente con una armadura de cuero ligero y toda cortada. Parecía que acababa de llegar del campo de batalla… pero eso realmente no importaba.

Había algo más que me preocupaba.

“Parece que ustedes se encargaron de las cosas antes de que pudiéramos llegar aquí”.

Lydia estaba de pie junto a Sylphy. Pensé que esto era muy extraño.

Como siempre, había entrado en la batalla con ropa normal. Había una sola tira de tela cubriendo su mitad superior, mientras sus pálidos brazos y su tonificado estómago estaban audazmente expuestos. Llevaba pantalones holgados y no estaba equipada con una sola arma de metal. Las medidas defensivas eran insondables para esta mujer.

Odiaba cómo las armaduras pesaban sobre su movilidad. Por eso había descartado todas y cada una de las formas de protección, decidiendo atacar, atacar y atacar. Cuando se trataba de la guerra, la filosofía de Lydia era que las jugadas ofensivas eran la mejor defensa.

… Yo sabía esto, por eso todo esto era tan extraño.

¿Por qué Lydia dejaría las líneas del frente solo porque las tropas de apoyo estaban siendo atacadas?

Verda estaba actualmente en espera en la ciudad, lo que significaba que Lydia era la comandante suprema de estos ejércitos combinados. En circunstancias normales, estaría esperando en la parte de atrás con la retaguardia… Pero Lydia no operaba con ningún tipo de lógica. A pesar de que era la general cuya cabeza perseguía el enemigo, optó deliberadamente por lanzarse a situaciones de vida o muerte. Con sus otros camaradas a su lado, correría por el campo de batalla como un ejército aliado independiente y alteraría la marea de la batalla.

Fue este punto lo que la hizo muy similar a Alvarto, nuestro monstruo de batalla enloquecido que fue elogiado como el más fuerte y el más terrible.

Por lo tanto… Si Lydia hubiera sentido peligro entre sus tropas de apoyo,

¿no sería Sylphy quien vería cómo estamos? Me imagino que sucedería lo siguiente:

¡Oye, Sylphy! ¡La parte de atrás se está divirtiendo! Okay, Lydia, ¡déjamelo a mí!

Pero la realidad fue diferente.

Nadie quería estar peleando en el frente más que Lydia, pero ella estaba aquí por alguna razón. Tuve que pensar más en esta implicación.

“… Oye, Ard. ¿Es esto tu obra?” Señaló al general enemigo carbonizado en el suelo.

“Sí.”

“… No lo mataste, ¿verdad?”

“No lo hice. Decidí que no valía la pena matarlo. Además, incluso un guerrero como él sigue siendo un general. Pensé que podríamos obtener información de él y decidí capturarlo vivo intencionalmente”.

“¿Está bien…? En otras palabras, tienes suficiente poder para capturar a este tipo con vida”. Su sonrisa me dijo que estaba empezando a divertirse.

…¿Qué está pasando? Se siente como si estuviéramos operando en dos longitudes de onda diferentes.

“Um, Lady Lydia. Acerca del general Bulgan. En términos de rango militar, está más cerca de la parte inferior que la superior, ¿verdad?”

Lydia se rio entre dientes—”Heh-heh-heh”—rascándose la cabellera plateada y luciendo casi asombrada. “Adivina de nuevo, estúpido. Ese tipo tonto era el comandante superior y nuestro principal objetivo”.

“… ¿Perdóneme? ¿El comandante superior?”

¿Este chico? ¿Su líder?

“¡Ngggg! ¡Me robaste el premio! ¡Eres bastante descarado para ser un novato!” gruñó Sylphy en la distancia, pateando el suelo con frustración.

“¡Sabes, Ard es así de asombroso! ¡Míralo! ¡Ese es mi amigo! ¡Conseguir el jefe en su primera batalla y todo! ¡No es problema!” Ireena infló su pecho, luciendo toda engreída y resoplando de satisfacción.

“Bueno, de todos modos, seguro que eres algo”. Lydia me dio una palmada en la espalda con admiración mientras soltaba una gran carcajada. “¡Gah- ha-ha-ha!” Había pasado tanto tiempo desde que estábamos así, y había asumido que nunca volvería a suceder… Era seguro decir que no estaba triste.

Pero a pesar de mi alegría, había preguntas que quedaban entre nosotros.

¿Cómo fue Bulgan el comandante supremo? Pude ver su ataque a las tropas de apoyo como parte de algún plan inteligente.

Pero derrotarlo como estaba ahora… ¿Cómo fue eso posible?

Si estuviera en mi apogeo, cuando era Varvatos, este habría sido el orden natural de las cosas. Pero en este momento, yo era Ard Meteor, un don nadie promedio sin nada a mi disposición más que ingenio.

… Bueno, poseía el conocimiento de mis días como el Señor Demonio y me había estado esforzando por ser el mejor sin un momento de descanso desde la primera infancia.

Pero incluso entonces, ¿cómo podría tener el poder de derrotar fácilmente a un alto comandante de esta era?

… Algo se sintió mal.

Por eso no podía permitirme emocionarme por los logros que me habían llevado rápidamente hacia mi objetivo—

***

No había pasado ni un día desde que dejamos la Ciudad de Primera Línea de Aether. Fue en algún momento entre el mediodía y el anochecer. Sobre el cielo despejado, el sol brillante iluminaba el suelo debajo, calentando la tierra.

Mientras tanto, habiendo logrado esa asombrosa victoria tan rápidamente, las tropas combinadas de Verda y Lydia estacionaron a la mitad de sus soldados en una simple fortaleza antes de que el resto regresara a Aether. Con la fortaleza como punto de relevo, se dispusieron a planificar la subyugación de la metrópolis demoníaca de Almedio.

La marcha a casa fue mucho más lenta. Muchos estaban agotados por la batalla, por lo que progresaron a un ritmo suave que los soldados podían manejar.

Entre ellos, el conocido como Ard Meteor no era menos que una supernova que había aparecido repentinamente entre ellos.

“¡Nunca escuché de nadie que haya eliminado al líder máximo durante su primera batalla!”

“Ah, no es nada, honestamente”.

“¡Gracias por salvarnos! ¡Prometo devolver el favor el doble!”

“Por favor, no pienses en eso”.

Ard se vio rodeado cuando una lluvia de gratitud y alabanza cayeron sobre él.

Respondió con una sonrisa preocupada.

“¡Heh-heh-heh! ¡Mi Ard básicamente se come eso para el desayuno!” se burló Ireena.

“¡Nghhh! ¡Por favor, no se adelante! ¡Siempre atraparé a más malos que tú, Ard!”

Ireena infló su pecho y se jactó de Ard ante todo el mundo, mientras Sylphy le lanzaba un frustrado insulto mientras lo elogiaban.

En el otro extremo del espectro, mirando a Ard desde la distancia estaba… Ginny, la súcubo, sonriendo con orgullo.

Lo sabía. ¡Ard es asombroso…!

Al igual que Ireena, Ginny se llenó de alegría cada vez que Ard recibía elogios, como si hubieran sido dirigidos hacia ella.

Fue natural. ¿Cómo podría no estar feliz al ver a un ser querido que estaba bien?

Su corazón no tenía más que admiración por Ard y orgullo por su amistad.

“H-Hey, tú. Estás con ese chico, ¿verdad?” gritó una voz a su lado. Era un niño de tiernos años.

Esta era envía a los niños a la guerra, ya veo. Aunque nuestras edades no son tan diferentes.

Una vez más recordando la crueldad de la vida en el mundo antiguo, Ginny le respondió al chico con una sonrisa. “Sí, eso es correcto. Soy amigo de Ard… y también podría decirse su primera esposa. “

“¿Qué? ¡¿S-Su esposa…?!” El chico se resistió, sus ojos se abrieron como platos; él le lanzó una mirada consternada.

Esto no eludió a Ginny, quien rápidamente adivinó sus sentimientos. Y, lo que es más importante, entendió que los niños no eran de los que abandonan estos asuntos fácilmente.

“Yo… puedo verlo. Esposa, ¿eh? B-Bueno, olvidémoslo por ahora… ¡Estoy interesado en ti!”

Era un tirador directo. Desafortunadamente, Ginny no tenía ningún interés en él. No tenía ninguna intención de tener una relación con ningún hombre excepto con Ard.

Ella pensó que sería mejor estar al frente, cuando él habló de nuevo.

“Apuesto a que eres increíble como él, ¿verdad? ¡Puedo decir que la armadura está hecha especialmente!”

Estas palabras apuñalaron el corazón de Ginny y la hicieron callar.

“Los demonios casi te atrapan al final… p-pero estoy seguro de que los habrías atrapado en un instante, ¿verdad?! Oh, hombre, supongo que estoy, como, no sé, ¡súper celoso!”

Supuso que el chico había estado tratando de matarla con elogios y ayudarla a sentirse mejor.

Desafortunadamente, tuvo el efecto contrario.

“…No. No soy nada asombrosa”. Su voz bajó, levemente sombría. También debe haber sido visible en su rostro.

“¿Mmm? Um, bueno… L-lo siento”.

Debió haber sentido que le esperaba un fracaso mortal si continuaba más. Se disculpó con una expresión de vergüenza y se fue como si tratara de escapar rápidamente.

Ginny suspiró mientras lo miraba. ¿Especial? No hay forma de que pueda ser tal cosa.

… ¿Qué hubiera pasado si Ard no hubiera estado allí?

Como si reflejara su estado mental, las alas de su cabeza cayeron. Ella dio otro suspiro y miró hacia Ard. La gente todavía estaba apiñada a su alrededor, e Ireena y Sylphy estaban a su lado.

… Su conversación con el chico en este momento fue la razón por la que se preguntó si realmente pertenecía a su pequeño círculo.

Sé que Ard es increíble. Y la señorita Ireena y la señorita Sylphy también… Pero yo… soy diferente… a todos…

Ginny era de una rara raza de súcubos. Su ingenio e ingenio estaban lejos de ser promedio.

Pero… esos tres eran algo completamente diferente.

Ard, por supuesto. No era necesario entrar en más detalles. Ireena emitió una especie de aura extraña.

Sylphy era la Campeona Furiosa, cuyo nombre se convirtió en leyenda.

Comparado con eso… “Ginny” debe haber sido una existencia pequeña para ellos.

Incluso en su última batalla, todo lo que pudo hacer fue apenas mantenerse fuera del camino de Ard. El chico había dicho que ella podría haber vencido al demonio en un instante, pero simplemente no era cierto. Fue gracias a la estrategia poco convencional de Ard que ella no se convirtió en rehén y el asunto terminó sin más incidentes.

… Para empezar… Fui yo. Yo era a quien había tratado de tomar como rehén… No a la señorita Ireena.

El demonio debió haber pensado que no sería en lo más mínimo aterrador, incluso si me defendía.

Ser menospreciado era dolorosamente irritante.

Yo era el eslabón más débil. El que tiene la menor razón de existir.

¡Y por eso me eligió…!

Ella frunció los labios y apretó los puños.

… ¿Tengo derecho a quedarme al lado de Ard?

… ¿Tengo derecho a ser amigo de la señorita Ireena y los demás?

Permitir que una persona común que no hace nada más que causar problemas a todos… se quede al lado de personas extraordinarias… sería imperdonable, ¿no es así?

Ella no tuvo la oportunidad de completar este pensamiento. “¡Ginny! ¡¿Por qué la cara sombría?!” gritó una voz frívola.

Chapotear. Las suaves tetas de Ginny fueron agarradas por detrás.

“Geh-heh-heh-heh, lo sabía. ¡Tus tetas son realmente las mejores!” alguien se rio entre dientes, sintiéndola levantada.

“¡¿Eeek?! ¡Por favor, deténgase, Lady Lydia!”

Era Lydia la Campeona, la Leyenda.

“¿Quieres que te espante, eh?” Sorprendentemente, estaba aceptando el grito de protesta de Ginny y rápidamente lo soltó. “¿Bien? Te hizo sentir un poquito mejor, ¿verdad?”

De pie junto a ella, Lydia pasó el brazo por los hombros de Ginny y le dedicó una sonrisa cegadora. Al darse cuenta de que Lydia se había preocupado por ella, Ginny se disculpó.

Como si leyera su mente, Lydia le dio unas palmaditas en los hombros ligeramente.

“¿Qué te preocupa? ¿Quieres intentar hablar de eso? Tengo más experiencia con este tipo de cosas, ¿sabes? Si tuviera que intentarlo, Ginny, diría que estás preocupada por…”

“Alguien especial como tú no puedes entender”.

Las palabras salieron por reflejo. Apenas habían salido de su boca cuando se dio cuenta de su rudeza y se preocupó.

“¡Lo siento mucho…! ¡Q-Que le diga algo así al gran Campeona…!” Ginny se disculpó profusamente, pero Lydia no mostró interés. En cambio, miró a Ginny directamente a los ojos.

“Lo entiendo. Te preocupa la mierda aburrida”, declaró Lydia.

Mierda aburrida.

Con su angustia mental ridiculizada, Ginny estaba en su último nervio. Sus pálidas mejillas se sonrojaron de rabia, mientras sus rasgos se retorcían de ira.

¿Aburrida?

Sí, supongo que es para ti, ¡la crème de la crème!

¿Qué diablos sabes de mí…? Quería gritar esto, pero resistió el impulso.

“Si, tienes razón. No puedo decir que soy normal. Por eso no entiendo tu sufrimiento”.

Esta declaración pareció leer su mente, y Ginny abrió mucho los ojos mientras miraba a Lydia.

… ¿Sus ojos siempre fueron tan claros?

Aunque normalmente actuaba como un viejo sucio, su expresión seria adoptó la de una diosa que poseía todas las verdades del mundo.

“Crees que eres normal. Crees que eres diferente a tus amigos, alguien de otro mundo. Pero te acabas de categorizar a ti misma de esa manera. Por eso te estresas por cosas estúpidas, como si puedes estar con ellos,

¿verdad?”

Ginny le dio la más mínima inclinación de cabeza. Mientras lo hacía, Lydia suspiró con fuerza.

“¿Conoces a Olivia, uno de los Cuatro Reyes Celestiales?” “S-Sí. Por supuesto.”

“Okay. ¿Crees que ella es especial? “

“Eso… eso es obvio, ¿no? Después de todo, ella es…”

El Apóstol Legendario que sirvió al Señor Demonio. ¿Hubo algo más extraordinario?

Pero Ginny encontró difícil de creer la confesión de Lydia.

“Compartimos una copa juntos de vez en cuando. Un día, se emborrachó y me dijo: ‘No soy especial en absoluto. Me cansé de ser una molestia’.”

“¡¿Qué…?! ¡¿Lady Olivia dijo eso…?!”

“Sí… Su expresión no tiene precio. Pero de todos modos, escucha esto”.

Lydia se quitó un bolso de cuero de la cintura y bebió su contenido antes de pasárselo a Ginny.

“No tenía ningún talento mágico del que hablar. Las habilidades que ofrece su raza… no implican nada más que mejorar temporalmente las habilidades físicas de uno. Por eso, constantemente se interponía en el camino de Var y lloraba en las sombras cada vez”.

Echando un vistazo a la bolsa que le habían pasado, Ginny escuchó con gran atención.

“Apuesto a que ella sufrió en ese entonces tanto como tú ahora. Pero… ella nunca se rindió. Ella pulió sus habilidades, trabajó en su manejo de la espada… y se convirtió en uno de los Reyes Celestiales. La mano derecha de Var y confidente. Ella se convirtió en alguien que lo apoya más que a nadie”.

No puede ser mentira. No podría haber nadie en este mundo que pudiera mirar a los ojos a Lydia en este momento y rechazar la verdad.

“… Si trabajo incansablemente, ¿puedo llegar a ser como Lady Olivia?”

¿Y si Lady Oliva hubiera tenido éxito porque tenía recursos? Esta idea, y los tímidos pensamientos que la acompañaban, hicieron a Ginny mansa.

“Deja de lloriquear”, advirtió bruscamente Lydia al ver a Ginny en este estado. Golpeó el trasero de Ginny, y un ruido sonó cuando un dolor agudo se instaló en el trasero de Ginny.

“Oye, ¿qué fue eso?” murmuraron los que les rodeaban, lanzando miradas en su dirección. A Ginny le dolía demasiado estar avergonzada.

“¡¿P-Para qué fue eso…?!” Con ojos llorosos, Ginny miró a Lydia. Sin embargo, la mujer no estaba en lo más mínimo intimidada, escupiendo sus siguientes palabras con una mirada hosca.

“Ser especial no tuvo nada que ver con eso. ¿Crees que hay una barrera que te impide alcanzar la grandeza? Esa es una ilusión sin sentido que muestra tus debilidades. Solo corre hacia adelante sin pensar en nada demasiado en serio. Estoy seguro de que algún día llegará el momento en que mirará hacia atrás y verá quién es ahora y se ríe de sus preocupaciones”. Lydia esbozó una suave sonrisa.

“Deja de dudar y sigue moviéndote. Si quieres pasar de ser alguien que arrastra a tus amigos a alguien en quien puedan confiar, eso es todo lo que puedes hacer. Preocuparse nunca cambiará quién eres ahora”.

Sus palabras y su sonrisa eran misteriosamente encantadoras, y tenían un poder persuasivo.

“Sí. Estás bien.”

No era como si su angustia hubiera desaparecido por completo. No estaba segura de poder decir que lo superaría.

Pero se despediría de su antiguo yo, que no hacía más que preocuparse.

Ginny miró la  bolsa de cuero  que Lydia le había dado… y bebió  su contenido de un trago.

Fue un licor destilado. Su garganta se sentía como si estuviera ardiendo. “Esto es delicioso.”

La sensación de ardor. El escozor en su trasero.

En este momento, todo se sentía bien de alguna manera.

“¡Ha-ha! El hecho de que puedas apreciar a ese bebé es una prueba de que eres una buena mujer”. Lydia la rodeó con sus brazos y Ginny le dedicó una sonrisa.

Este era la Campeona Legendaria. Ella cambió a las personas que la rodeaban, lo quisiera o no. Los llevó en la dirección correcta. Eso debe haber sido lo que le valió el título.

De todos modos…

Se sentía como si Ginny hubiera renacido, solo un poco.

***

No pensé que este último incidente fuera tan importante. Sin embargo, los peces gordos de esta época, como yo, aparentemente pensaron que valía la pena elogiarlo.

Varvatos, el Señor Demonio, lo había considerado un gran logro y deseaba convocarnos personalmente. Querría darnos medallas y expresar su agradecimiento.

Esto funcionó a mi favor. Todo avanzaba mucho más rápido de lo que esperaba.

Íbamos a encontrarnos con el Señor Demonio tal como lo habíamos planeado, y era la mañana de nuestra partida para verlo.

Nuestro principal objetivo de volver a la actualidad corriendo por nuestras mentes, partimos en un carruaje.