Kimi to Boku no Saigo no Senjo, Aruiha Sekai ga Hajimaru Seisen

Volumen 8

Capítulo 3: Camino Al Sol

Hotel Kamilish. Piso 41.

Cinco de la mañana. Una hora antes de que el servicio de habitaciones sirviera el desayuno.

Iska divisó a una chica caminando por el pasillo.

―¿Rin? Te levantaste temprano.

―Me desperté hace una hora. Estoy acostumbrada… y parece que tú también. Pensaba despertarte a golpes si te habías quedado dormido durante la guardia.

Iska estaba de pie frente a la habitación haciendo guardia. Rin sonaba increíblemente hosca.

―Es hora de cambiar.

―¿…?

―Digo que voy a intercambiar contigo. Tenemos otra sesión de estrategia a mediodía. Descansa hasta entonces.

―No, estoy bien. De todos modos, cambio con Jhin en dos horas.

―El destino de Lady Sisbell está en tus manos ―susurró Rin. Miró hacia el pasillo mientras hablaba en voz baja para que nadie la oyera en la remota posibilidad de que los estuvieran vigilando―. Realmente me siento así después de hablar con Lady Alice ayer. No me parece bien, sinceramente, pero por esta vez, te apoyaré sin importar lo que pase.

―Gracias, pero nos hemos turnado para descansar.

―Ve a entrenar o algo ―dijo Rin, porque era una luchadora de primera―. No es hacer guardia tanto como estar de pie en el pasillo durante dos horas. Yo me encargaré, así que dedícate a asegurarte de que estás en la mejor forma.

―……

―Puedes ocuparte de tus espadas o examinar tu equipo. En cualquier caso, seguro que hay algo mejor que hacer que estar de pie.

―…Ya entendí ―Iska fue el primero en rendirse cuando ella le miró fijamente―. Pero yo no puedo tomar las decisiones. Se lo preguntaré a la Comandante Mismis.

Se dio la vuelta para marcharse cuando su conversación con Alice del día anterior pasó por su mente.

―Oh…

―¿Qué? Haré guardia, así que date prisa y vete a tu habitación.

―Sobre lo de ayer. Quería preguntarte algo.

Se trataba de la sesión de estrategia con Alice, durante la cual se habían discutido los posibles lugares donde Sisbell podría estar cautiva. A Iska le preocupaba otra cosa: Alice le reveló un secreto sólo a él antes de su partida.

―Sé que es extraño que pregunte, teniendo en cuenta nuestras posiciones… ¿pero realmente la reina peleó contra ese Joheim durante la incursión de hace tres días?

―…¿Qué quieres decir con “ese”? ―La voz de Rin contenía una púa oculta.

“¿Supongo que eres la reina de Nebulis?”

“Soy Joheim. Que sepas que soy el Discípulo Santo del primer asiento”.

―La reina dijo que luchó contra alguien con ese nombre ―le dijo Rin.

―¿Qué aspecto tenía? Lo viste, ¿verdad, Rin?

―Obviamente. Era un hombre alto con una espada fina y larga. Tenía el pelo rojo y llevaba una armadura y una capa. Era diferente del uniforme de batalla habitual, así que debía ser una orden especial.

―…Entonces supongo que es cierto.

Joheim el Discípulo Santo. En esta época en la que las armas y la artillería eran la principal forma de batalla, él era el único Discípulo Santo que era un espadachín como Iska. No es que Iska nunca haya luchado contra él.

―Oye, Iska. Contéstame a esto: ¿Estás tratando de decir que la reina estaba equivocada? ¿O que el tipo era otro que Joheim? ―Rin prácticamente le espetó.

Iska negó lentamente con la cabeza.

―No es eso lo que quiero decir.

El Discípulo Santo del primer asiento había atacado a la reina. Iska se sorprendió al escuchar que Joheim se fue del lado de su maestro, pero nadie más podría haberla derribado.

―Tuvo que ser Joheim. No puedo dar demasiados detalles, teniendo en cuenta mi posición.

―¿Entonces cuál es tu pregunta?

―Es sobre cómo Elletear fue abatida.

―¡¿Qué?! ―Los hombros de Rin temblaron―. …¿Qué estás tratando de decir? Lady Elletear trató de proteger a Su Majestad, lo que hizo que sufriera un daño considerable. Lady Alice y yo lo vimos.

―¿Y Joheim se la llevó?

―Correcto. Se la llevaron en coche, pero nadie sabe si está viva-

―Eso es lo sospechoso.

La hermana mayor de Alice, la que era hermosa de forma inimitable.

Sin embargo, Iska había oído algo sobre ella. Justo antes de que Vichyssoise se llevara a Sisbell, la bruja declaró que Elletear estaba detrás de todo.

―Lo que me preocupa es el hecho de que nadie sabe si está viva.

―¿Qué? ¿Qué pasa con eso? Después de una herida tan grave como esa…

―Tiene que ser fatal. Por eso es tan extraño. Si un Discípulo Santo la hubiera abatido, nadie cuestionaría su estado. Incluso yo estaría más allá de la esperanza si estuviera en el extremo receptor de su espada.

―¡¿Qué?!

―Si ella fue capturada por Joheim, eso significa que él pensó que aún estaba viva. Excepto que todos los ataques serios realizados por un Discípulo Santo son fatales. Tuvo que haber fallado a propósito.

―…Pero no fue fatal. Entonces estás tratando de decir… ―Rin juntó las cejas.

Pasaron una docena de segundos de silencio.

―¿Crees que Lady Elletear estaba actuando?

―Ella es una de las personas que podría estar detrás de todo esto. Básicamente sabemos que está conectada con los Hydra. Además, nos estaba esperando, y amenazó a Sisbell para llevarla a la villa.

―…¿Así que crees que estaba actuando el papel de una princesa trágica al salvar a la reina?

―¿Y eso no tocó la fibra sensible de Alice?

Alice había sospechado la implicación de Elletear en el plan… pero ser testigo de esta tragedia la había obligado a reescribir su versión de la verdad.

…¿Y si eso era parte de sus cálculos?

…¿Y si recibir el golpe era su plan?

Alice y la reina fueron engañadas. Incluso su propia familia -su sangre- no pudo descubrir el diabólico plan de la princesa.

―Es… imposible. Me niego a creer que Lady Elletear haría algo así a propósito… No viste toda la sangre ―Rin se mordió el labio―. El suelo estaba rojo. Yo lo vi. Nadie estaba actuando ni nada. En realidad fue-

―La bruja Vichyssoise.

―¿Qué?

―La asesina de Hydra. El monstruo. No murió ni siquiera después de ser cortada por una espada. Sé que tú también lo viste, Rin.

“Después de no sentir resistencia en la punta de su espada, Iska fue quien se detuvo”.

“Fue como cortar a través del agua-”

Había tantas similitudes entre la bruja que Iska no podía herir y Elletear, que había sido atravesada por la espada de un Discípulo Santo.

―…Imposible ―Rin se quedó quieta, conmocionada. El color se drenó rápidamente de sus labios―. …¿Estás diciendo que Lady Elletear… es como ese monstruo…?

―Si lo es, entonces no moriría por un ataque así. Todo tiene sentido, ¿eh?

Especialmente porque aún está viva.

Elletear tenía que saber que ella no moriría. De hecho, si ella estaba en complicidad con los Hydra, ella podría haber conocido el secreto para convertirse en una bruja.

―Así que, básicamente, el Discípulo Santo nunca la habría capturado si pudiese estar muerta. Él debe haber sabido que estaba viva.

―…P-pero…

―Elletear se dejó golpear para poder salir del palacio. Todo tiene sentido si lo piensas así. No fue capturada por las fuerzas imperiales: Ella huyó al Imperio voluntariamente.

―… ―La asistente de Alice no ofreció nada en respuesta.

―Para que quede claro, no nos interesa Elletear ni lo que es.

Había una posibilidad muy pequeña de que la Unidad 907 se encontrara con Elletear en el Imperio.

―No tengo ni idea de lo que está pensando. No voy a investigar si era una espía del Imperio, y no puedo decirte ni siquiera si lo era. Lo único en lo que estamos trabajando juntos es en salvar a Sisbell, y eso es todo.

―…Entiendo ―Rin finalmente asintió―. Lo único que necesitamos es que la salves. Lady Elletear será manejada por la Casa Lou.

***

Por la tarde. En la suite que acoge la sesión estratégica.

―Bien, sólo para aclarar: ¿podemos actuar básicamente como fuerzas imperiales? ―Mismis, sentada en la mesa, se enfrentó a Rin, que estaba de pie frente a ella―. Las fuerzas imperiales siguen escondidas en el estado central. Y cuatro de ellas han atacado por casualidad una instalación propiedad de los Hydra…

―Así es. Y Lady Sisbell acaba de estar allí… o eso pretendemos ―Rin intercambió miradas con los asistentes―. Y estas dos trabajarán con usted.

Dos de los asistentes se inclinaron, con un aspecto increíblemente tenso, a pesar de haber compartido comidas y alojamiento con el grupo de Iska en el transcurso de los últimos días.

―Soy Nami Orcast. Es un placer conocerlos oficialmente.

―Soy Sistia Quo-Katz. Aunque este es un papel demasiado grande para mí, haré todo lo posible para ayudarlos y arriesgar mi propia vida para el rescate de Lady Sisbell.

Nami era una chica de pelo negro de sólo quince años. Sistia era una joven de dieciséis años con el pelo castaño. Ninguna de las dos era militar, pero como sirvientas de la Casa Lou, poseían el suficiente poder astral como para navegar en caso de emergencia.

Niebla de Nami invadiría la base enemiga.

El Eco de Sistia localizaría la posición de Sisbell.

La unidad 907 y estas dos sirvientas formarían el equipo que ejecutaría la maniobra.

―Resumí sus poderes astrales, pero creo que sería mejor escuchar los detalles de ellas. Nami ―llamó Rin.

―Mi poder es Niebla. Creo que puede ser más rápido mostrarlo.

La chica de pelo negro levantó la mano. Su entorno brilló como una ola de calor, y se fundió con el resto de la habitación.

―¡Te fuiste! ―El comandante Mismis gritó, pero Nene tuvo una reacción mayor.

―…¡Vaya! Eso es incluso más rápido que el camuflaje imperial ―comentó Nene.

La tecnología más reciente desarrollada por las fuerzas imperiales también utilizaba el desenfoque para el camuflaje total. Nene miró en dirección a Nami, con la mirada profundamente curiosa de una ingeniera, pero…

―Estoy aquí.

―¡¿Eek?! ¿Desde cuándo…? ―Nene estuvo a punto de saltar cuando alguien le tocó el hombro por detrás.

La maga astral había aparecido justo detrás de ella. Nami había silenciado sus pasos, pero sin contexto, parecía que se había teletransportado.

―¿Pudiste verla, Iska?

―…En absoluto. Apenas percibí sus pasos.

―Un desperdicio de poder para un ama de casa ―Jhin parecía tener sentimientos encontrados.

Podría haber sido contratada como asesina en el acto. Si le apetecía, esta pequeña niña tenía el potencial de asesinar a lo mejor del Imperio. Su breve demostración les había dado otra idea de la amenaza que representaban los magos astrales.

―Esa es una forma de pensar muy imperial ―murmuró Rin―. Los poderes astrales no son tan omnipotentes como creen los súbditos imperiales. Nami, por favor, enséñales.

―Por supuesto.

La chica del pelo negro dio un salto, y el camuflaje que antes era perfecto se desvaneció ante sus ojos. Una dispersión forzada del hechizo. Iska tuvo una idea después de haber visto todo de principio a fin.

―¿La velocidad es el problema?

―Sí. No puedo usar Niebla a menos que esté básicamente quieta. Si intento correr o saltar, el camuflaje desaparecerá.

Ella no podía luchar con el poder astral invocado, lo que significaba que no podía ir al campo de batalla.

…Sólo puede usarlo para esconderse.

…Supongo que no sería adecuada para una unidad de inteligencia.

Ella se especializó en proteger a Alice, la reina, y otros. Sus poderes tenían sentido como sirvienta.

―Puedo ocultar a varias personas, pero más gente significa menos tiempo. Asume que sólo podré ayudar en la búsqueda de Lady Sisbell durante unas horas.

Nami extendió el brazo. Les mostró el dorso de la mano -la ubicación de la cresta astral-.

―En cuanto toquen esta cresta astral, el camuflaje comenzará. Pero si se alejan de mí, el efecto desaparecerá, así que tengan cuidado.

―Creo que ya entendí la idea ―Jhin miró a la otra sirvienta―. Eres la siguiente, Sistia. ¿Cuál es tu poder?

―Eco puede recolectar sonidos y analizarlos. Puede oír voces y respiraciones desde muy lejos ―La chica de pelo castaño apretó el dedo contra sus labios, haciendo una señal para que se callaran―. Puedo utilizarlo en una esfera de cincuenta metros. En este hotel, eso significa cualquier cosa dentro de siete pisos. Por ejemplo, ahora mismo, puedo oír a los turistas que hablan en el piso treinta y cinco.

―¿Incluso detrás de las puertas cerradas?

―Depende de si la habitación está cerrada. Y supongo que también del tipo de sonido. Es más difícil detectar los ruidos metálicos, mientras que es más fácil captar los ruidos humanos y los pasos. Como los poderes astrales habitan en los humanos, es sensible a los sonidos humanos y…

―Sistia.

―…Mis disculpas por haber dado un sermón innecesario sobre el poder astral ―La sirvienta se aclaró la garganta cuando Rin la fulminó con la mirada―. Para poner todo en orden ―dijo Sistia―, usaremos la Niebla de Nami para entrar en la base de Hydra. Si nos acercamos a Lady Sisbell, deberíamos poder utilizar mi poder astral para determinar su ubicación. Pero no necesitamos desviarnos de nuestro camino para salvarla.

Sólo necesitaban determinar su ubicación. Entonces la reina podría iniciar una búsqueda obligatoria y entrar en la base de los Hydra.

―Llevaremos a cabo el plan en dos días y procuraremos que sea un momento en el que Talisman esté ocupado en una reunión. Aunque se den cuenta de nuestro plan, los Hydra tienen básicamente las manos atadas sin el jefe de la casa… ¿Alguna pregunta?

―Yo tengo una ―dijo inmediatamente Jhin a Rin. Miraba a Nami―. Es sobre esa Niebla. ¿Es invisible para las cámaras de vigilancia cuando se activa su poder?

―Sí. Ni siquiera una lente puede captarla.

―¿Y los sensores infrarrojos y de calor?

―Captarán el calor del cuerpo. Las puertas automáticas pueden plantear problemas.

―¿Eso significa que los olores y los pasos también pueden alertar al enemigo?

―Sí. Pero el Eco de Sistia podría ocultar algunos de esos sonidos. Reunir los sonidos significa también evitar que se difundan.

―Una última pregunta ―Jhin dirigió ésta a Sistia―. Sobre Eco, ¿puedes usarlo también para silenciar armas?

―Desgraciadamente…

―Entiendo. Entonces seguiremos con el plan de infiltración.

Evitarían el combate físico en la medida de lo posible. Las Taser de Nene y Mismis tenían una función de silenciamiento, pero no eran realmente silenciosas. Jhin no podía usar su rifle de francotirador.

―Si pasa algo, tenemos a Iska ―dijo Jhin.

―Ese es el plan.

Iska también había llegado a la misma conclusión.

…Mis espadas serían las más silenciosas que se pueden usar.

…Y no será difícil tomarlos por sorpresa si nos acercamos a ellos con Niebla.

Por supuesto, usar la fuerza era su último recurso. Si empezaban algo en una base enemiga, estarían en una desventaja fatal -en número y en familiaridad con el terreno-.

―Y, Rin, ¿no hay puras sangres allí?

―Es posible. Especialmente los que quedan a cargo en ausencia del jefe de la casa, como la princesa Mizerhyby.

―Una princesa, ¿eh?

Básicamente habían asumido que los Hydra tendrían otra candidata al trono, al igual que los Lou. Sin embargo, esta era la primera vez que sus sospechas se confirmaban.

―Rin, ¿puedes dar más detalles?

―Claro. Les contaré más sobre los Hydra y sus combatientes, pero… ―Rin frunció el ceño antes de parecer seria hasta el punto de que Iska dudó de sus propios ojos. Apenas parpadeó mientras lo miraba fijamente―. Este plan depende de ti.

―…

―No sé cómo sentirme al respecto, pero confío en tus habilidades. Por favor, salva a Lady Sisbell.

―Um, ¿Srta. Rin? Odio ser tan directa, pero… ―Nami parecía desconcertada―. ¿Conoce usted a esta gente?

―¡¿…?! N-no, um… me equivoqué… ―La cara de Rin se puso roja. O eso pensaron. Pateó su pierna―. ¡Espadachín imperial! Por tu culpa, ¡tienen una idea equivocada de mí!

―¡¿Cómo es esto mi culpa?!

―¡Cállate! ¡Cállate!

―¡Ay!

Iska se lanzó lejos antes de que Rin pudiera patearlo de nuevo.