Kami Tachi ni Hirowareta (NL)

Volumen 10

Capitulo 7: Preocupaciones

Episodio 8: Llegan Los Refuerzos

Lo primero es lo primero, tenía que asimilar mi entorno. En la oficina estábamos Carme y yo, recibidos por los guardias del duque Hughes, Jill, Zeph y Camil, así como por las sirvientas Lulunese, Lilian y Liviola. Y finalmente, por alguna razón, Glissela, la maestra del Gremio de Comerciantes, también estaba presente. Nuestra oficina parecía un poco abarrotada con esta gran multitud presente. Habiendo ofrecido nuestra única silla a Glissela, había un montón de preguntas en mi mente, pero tenía que empezar con la más obvia.

“¿Qué los trae a todos aquí?”

Hughes intervino para responder. “Estamos aquí por orden del duque. Estabas buscando obtener permisos para algunos establecimientos, como el que subcontrata la seguridad, ¿verdad?”

“Sí, lo estaba. Había estado considerando establecer una empresa de seguridad como contramedida contra el aumento de la delincuencia en Gimul, y discutí los obstáculos esperados y las soluciones a esos obstáculos con los maestros del gremio antes de solicitar un permiso al duque para establecerla”.

Sin embargo, una sola carta debería haber sido suficiente para responder a esa solicitud. Incluso si Reinhart quisiera enviar un mensajero, no necesitaba enviar tantos.

“Bueno, para resumir, el duque ha aprobado todos los aspectos del proyecto”, continuó Hughes. “Quiero decir, no hay inconveniente para el duque o la ciudad en general, por lo que no hay razón para negarse”.

“Si llega a buen término, puedo esperar grandes ingresos, incluso como una pequeña parte del proyecto, sin mencionar la compensación no monetaria. Traté de establecer los números para darle más beneficios al duque y a los trabajadores tanto como pude para alentarlo a aprobar el proyecto”.

“¡Ese es el problema!”

“¿Problema?”

“Él podría aprobar el proyecto, pero tú propuesta actual hace que parezca que el duque está siendo demasiado codicioso. Si da su aprobación con solo una carta, podría parecer que no está haciendo nada y cosechando todos los beneficios. Es por eso que… ¿Por qué estábamos aquí de nuevo?”

Tú eres el que vino hasta aquí, así que dime, ¡maldita sea!

Una exasperada Jill se hizo cargo de las tareas de explicación. “El duque quiere agregar una condición a la propuesta, nombrando a Hughes como gerente y entrenador de los guardias. Si bien no está mostrando todo su potencial hoy, Hughes fue ascendido recientemente y pronto tendrá guardias trabajando para él en el duque. Agradecería la oportunidad de adquirir más experiencia gerencial en su empresa. También ayudaré a dirigir la organización, para complementar a este nuevo jefe olvidadizo.

Creo que podría usar entrenadores experimentados para capacitar a los nuevos empleados. Si se trata de alguien que se queja del proyecto, no tendría una pierna para defenderse de que los dos guardias del duque son responsables de la calidad del personal”.

“No podría pedir a nadie mejor. ¿Significa eso que todos los demás están aquí por…?”

“Eso es correcto.” Lulunese, una bestia gata y esposa de Hughes, dio un paso adelante. “Conoces a nuestra ama de llaves, Araune. Ella está en la edad en que el trabajo manual se vuelve más difícil. Ha decidido seleccionar candidatos para su sucesor y comenzar a capacitarlos para que asuman su puesto. Al igual que con el jefe de seguridad, el ama de llaves debe poder capacitar a los nuevos empleados, liderar a sus subordinados, así como tomar decisiones ejecutivas y realizar tareas de secretaría. Lilian, Liviola y yo recibimos la orden de ayudarlo, maestro Ryoma, a probar nuestras habilidades. Desde este día hasta que seamos relevados por el duque, por favor, pónganos en el cualquier trabajo que crea conveniente”.

¿”Cualquier” trabajo…? Dame un descanso.

“Nos han dicho que ayudemos con el proyecto de seguridad, pero siéntete libre de pedir nuestra ayuda en cualquier cosa con la que necesites una mano extra. Todo depende de usted.”

“No me gusta levantar objetos pesados, así que mantenme entre bastidores si puedes”.

“Zeph, Camil…”

Toda esa perorata sobre ganar experiencia o elegir a la nueva ama de llaves parecía una mala excusa; parecía más que Reinhart solo quería enviarlos para que me ayudaran. Habían sido maravillosos conmigo antes, y sin duda todos tenían talento. Teniendo en cuenta lo ocupadas que iban a estar las cosas, estaba muy agradecido por su oferta. Además, el hecho de que vinieran hasta aquí para decirme esto significaba que no iban a aceptar un no por respuesta, no que yo los hubiera rechazado de todos modos.

“Muchísimas gracias a todos. Eso sería una ayuda maravillosa. Me encantaría discutir los detalles más tarde… Pero, ¿qué te trae por aquí, maestra del gremio?”

“He estado hablando con ellos. Sabía que aparecerían tarde o temprano”. “¡¿Sabias?!”

“¿Crees que eres el único que se mantiene en contacto con el duque? Sabes lo que está pasando en la ciudad”.

Supongo que los maestros del gremio estarían tomando sus propias medidas contra el aumento del crimen ellos mismos…

“Además, has estado actuando raro últimamente”, agregó Glissela. “Bueno—”

“¿Qué? ¿No crees que me daría cuenta, después de hablar contigo estos últimos días?”

“No es eso…”

Después de lo que sucedió en la conferencia, no pude evitar echarle un vistazo rápido a Carme.

“Así es, ustedes dos fueron a esa conferencia en el gremio, ¿verdad? Organizado por la ‘Unión Gimul de Pequeñas Empresas’, o algo así. Tuve el presentimiento de que parecían sospechosos, pero parece que algo pasó. Cuéntame sobre eso.”

Ella captó en esa fracción de segundo que algo había salido mal, y dónde salió mal. Al darme cuenta de que no podía ocultarlo, procedí a explicar todo lo que sucedió durante y después de la conferencia.

Glissela me miró una vez que terminé. “Sabes, a veces no puedo decir si eres realmente inteligente o realmente tonto. Yo mismo he puesto mis ojos en Wanz”.

“¿En serio?”

“El Gremio de Comerciantes también está investigando cosas. Ciertamente llamó nuestra atención, pero aún no ha hecho nada descarado, y no hay señales de alerta en su historial. No puedo simplemente ordenar búsquedas o imponerle multas basándome solo en mi propia intuición”.

Por supuesto, si el gremio pudiera hacer cosas así sin ninguna prueba, eso sería un problema mayor que el aumento del crimen.

“Simplemente lo dejamos en paz… Pero las emociones pueden ser algo engañoso. La lógica no siempre funciona con personas que están realmente enojadas. Un negocio sólido puede arruinarse por un pequeño aparte. Ahora, aprecio su determinación de proteger su tienda y empleados a toda costa, pero realmente no tenía que ir tan lejos como lo hizo…”

“Dale un poco de holgura. Ryoma aún es joven, por lo que necesita entusiasmo. ¿Correcto?” Hughes me pasó el brazo por los hombros, pero la diferencia de altura casi me hizo perder el equilibrio.

“Bueno, al menos no eres tan terco en aceptar ayuda. Digamos que usted y su empleado aquí han crecido un poco”.

“G-Gracias”.

¿Supongo que estoy fuera de peligro? Aunque parece que acabo de aprobar un examen con D-menos.

En ese momento, llamaron a la puerta.

“¿Sí?”

Carme salió rápidamente y volvió a entrar. Un poco consternado, dijo:

“Señor, Sieg y la señorita Pauline están de vuelta…”

Para recoger a sus hijos, supongo. Esto podría ser un poco incómodo. “Acompañado por Darson de la Armería Digger. Quieren hablar contigo.”

“¿Darson? Muy bien, ¿dónde están?”

“Los dejé en el suelo”.

Salí al frente de la casa después de unas breves palabras a todos en la oficina, y me vieron salir.

“Buenas noches. ¿La conferencia concluyó después de que me fui?”

“¿Quién sabe? Lo abandonamos”.

Espera, ¿qué?

“¿Por qué…?”

“Nos abriste los ojos, Ryoma,” dijo Sieg. “Estábamos empezando a aceptar lo que estaba diciendo, estando en ese espacio… Pero tus objeciones nos devolvieron a nuestros sentidos. Después de que te fuiste, todos los demás asistentes también comenzaron a hablar”.

“Algunas personas incluso se fueron antes que nosotros. Conoces a algunos de ellos, Ryoma. Pauline me dijo sus nombres; eran las personas que trabajaban en las tiendas que frecuentaba cuando salía a la ciudad a comprar cosas que necesitaba.”

“No queríamos traer un gran grupo a esta hora, pero todos quieren disculparse contigo. Nosotros, los adultos, dejamos caer la pelota, así que te dejamos con el extremo corto del palo. Lo lamento.”

Los hombres se unieron a su disculpa, que acepté.

Darson también tenía algo que agregar. “Incluso las personas que no se fueron cuando nosotros lo hicimos probablemente dudaron un poco desde el principio; la mayoría de ellos, al menos. Era un manicomio justo hasta que nos fuimos. ¿Cómo pongo esto?… Tu coraje no fue en vano, Ryoma.”

“Me alegra escucharlo, entonces”. Sentí como si me hubieran quitado parte del peso de los hombros.

“Parece que todo salió bien”, dijo Glissela mientras salía de la oficina, el resto de mis invitados la seguían. Había notado que miraban la conversación con preocupación, pero la forma en que todos salieron de la oficina a la vez sobresaltó a Sieg, Pauline y Darson, así que les expliqué por qué los había amontonado en mi oficina para calmarlos.

“¿Entonces estás diciendo que tenías esto planeado desde el principio, después de haber pedido permiso al duque? Es como la solución que presentaste de contratar luchadores profesionales”.

“Podrías decirlo.”

“Bueno, podrías haberlo mencionado cuando… Bueno, supongo que lo hiciste, más o menos”.

“Todavía no había recibido noticias del duque. Aunque estaba seguro de cómo respondería, no creo que pudiera haberlos convencido sin pruebas”.

“Si lo hubiera sabido, me habría apresurado a regresar aquí a caballo…”

“Bueno, no tiene sentido insistir en eso. Solo un caso de mala sincronización”.

Me volví hacia mis invitados de la residencia del duque. “¿Puedo suponer que podremos comenzar a trabajar en soluciones más concretas ahora?” Pregunté, y todos me dieron su seguridad de todo corazón.

“Ryoma”, llamó Sieg. “Si lo desea, puede hablar con nosotros en cualquier momento que necesite ayuda”.

“¡¿En serio?!”

“Por supuesto. No tiene sentido contenerse con nosotros ahora. Hablaré con las personas que salieron de la conferencia con nosotros. De todos modos, confiaría mucho más en ellos que en ese personaje de Wanz”.

“Esa es una buena idea”, dijo Darson. “Tal vez deberíamos organizar nuestra propia reunión”.

Compartimos una risa por esto, y dimos por terminado el día después de intercambiar algunas bromas.

Mientras estaba fuera de la tienda para verlos irse, Glissela me llamó desde su carruaje. “Ven aquí, Ryoma.”

Una vez que estaba a unos pasos de distancia, un bastón se deslizó por la puerta del carruaje y me empujó hacia adentro.

“Escucha bien, Ryoma. Necesita una perspectiva realista para administrar un negocio. Es solo un hecho que los sueños imposibles matan negocios como el suyo. Y también es un hecho que las personas no se dejarán gobernar con mano de hierro por mucho tiempo. Para ser un comerciante de primera clase, debe ser lo suficientemente suave para predicar sus ideales y proteger a su gente, y lo suficientemente duro para mirar los números en lugar de sus sentimientos y hacer cortes donde sea necesario. Por supuesto, eres capaz de desempeñar ambos roles; simplemente apestas cambiando entre ellos. Tienes que ser suave… De todos modos, no te olvides de lo que pasó hoy. Mire bien a todos los que lo rodean y manténgase fiel a sus convicciones. Necesitas creer en ti mismo.”

Concluyó su conferencia con una mirada amable pero firme, y luego me quitó el bastón del hombro. Sin esperar mi respuesta, rápidamente volvió a su forma habitual de hablar. “La próxima vez, será mejor que vengas a visitarme al gremio”.

Luego, la puerta del carruaje se cerró y el carruaje aceleró hacia el Gremio de Comerciantes.