Jimi na Kensei (NL)

Volumen 3

Capítulo 1: Los Nobles De Un Imperio Caído

Parte 1: Negociaciones

“¡Su Alteza! ¿Qué piensas de este tema?”

“Hari, pareces bastante agitada. Tienes el aire de un guerrero frente al enemigo”.

La noble emigrada, Hari, eleva la voz a Setenve Arcana. La princesa misma está tranquila; por lo menos, no parece particularmente preocupada por el resultado.

“Apreciamos su ayuda. Eso es cierto. Consideramos que esta información es extremadamente valiosa”.

“… Sin duda eres consciente de lo que realmente deseamos. ¡Por favor, bríndenos su ayuda para restaurar el Imperio!”

El ferviente deseo de los nobles que han escapado a Arcana y de aquellos que aguardan su momento en las tierras de Domino… Para ellos, no hay nada más que la restauración de su Imperio caído y el regreso a sus tierras ancestrales.

“Ya veo.”

No había necesidad de reiterar tal cosa. Setenve trata a Hari con bastante frialdad, pero, de hecho, aprecia la información. Es decir, aprecia la información, pero tampoco tiene la intención de seguir el plan de Hari.

“De hecho, es posible restaurar el poder a tu Casa Imperial. Con el as de la Casa Caputo, no hay ejército en el mundo que pueda detenerlo”.

“Sí, eso es correcto. Si puede prestárnoslo, sería muy sencillo acabar con los rebeldes”.

Aunque se refugió en el territorio de la Casa Caputo, Hari no se había dado cuenta de que había un monstruo tan poderoso acechando cerca. Además de su sorpresa, había celebrado cuando se enteró de su poder, y no estaba sola. Los odiados rebeldes habían sido destruidos por el castigo divino. Junto con una sensación de catarsis, sintieron que la esperanza brotaba dentro de ellos. El nuevo régimen era ahora un mero tigre de papel y los emigrados ahora estaban convencidos de que su restauración al poder era ahora solo cuestión de tiempo.

“Eso es posible, ciertamente. ¿Entonces qué?”

“¡Entonces criaríamos la niña Lain como la nueva Emperatriz y restauraríamos el Imperio!”

“Eso no es un problema. Pero de nuevo, ¿Entonces qué?”

Setenve identifica el problema con frialdad, arrojando agua fría sobre la certeza de Hari de que derrotarán al ejército rebelde.

“Con el poder de un hombre así, un hombre que es el castigo divino encarnado, haces que cualquier táctica carezca de sentido. No importaría si se esconden en una fortaleza o en una ciudad; podría borrarlo del mapa”.

“¡Si!”

“¿Pero qué piensas hacer después? Permítame decirlo sin rodeos: no resolverá su problema fundamental. ¿Cómo piensa abordar eso?”

Resolviendo la escasez de alimentos… La escasez fue la causa principal de todo lo que estaba mal en Domino. Incluso el nuevo régimen estaba luchando por resolver el problema, a pesar de haber depuesto al antiguo régimen. De hecho, no solo están luchando, sino que el problema está empeorando.

“¡T-También solicitaríamos su ayuda para ese problema!” “Ya veo…”

“Somos vecinos. ¡Nos hemos mezclado y mezclado durante mucho tiempo a lo largo de nuestra historia! Por favor, pedimos la mayor ayuda posible”.

“Entonces, admites que no tienes intención de resolver el problema por tu cuenta”.

Setenve conoce bien a los nobles emigrados y sus problemas. Incluso dejando de lado su opinión sobre su valor, frente a ellos siendo golpeados, también tiene una idea clara de su valor cualitativo. Ella es muy consciente de que carecen del poder para reconstruir su país o, en realidad, incluso del poder para formar un ejército propio.

“Ciertamente podrías acabar con el ejército ‘rebelde’ si te prestáramos el Tonto con Cicatrices. Si te proporcionáramos suficiente comida, podrías restaurar el Imperio. Pero, ¿qué ganamos a cambio?”

“Ciertamente, una vez que se restaure el Imperio, pagaremos la deuda a largo plazo. ¡Piense en la ayuda que podemos brindar militarmente!

¡Considere las posibilidades en un siglo o dos siglos!”

Bueno, ese podría ser el caso. Ciertamente es cierto que podría ser posible recuperar los costos a mediano o largo plazo, incluso si resultara en una pérdida a corto plazo. Sin embargo, Hari no parece darse cuenta de que sus palabras son huecas.

“Entonces dígame, ¿cuánta diferencia hay entre eso y nuestro reino exigiendo reparaciones al régimen actual, u obteniendo términos militares y económicos favorables, en el tratado resultante?”

“… ¡No hay comparación, Alteza! ¡Son rebeldes! ¡Has visto cómo piensan!

¡Han llegado tan lejos como para levantar la mano contra tu reino!”

“Es cierto, pero ya no son una amenaza para nosotros. No tenemos necesidad de luchar contra el régimen actual”.

Si la guerra es una cuestión de economía, y si proporcionar refuerzos es una forma de inversión, entonces los rendimientos de esa inversión pueden cuantificarse. Incluso si no hay ningún costo real en el que se incurre al derrotar al régimen actual, e incluso si no hay una desventaja previsible, no vale la pena hacerlo si no hay un retorno previsible.

“¿Quieres abandonarnos? ¿Aceptar al rebelde como legítimo soberano de Domino?”

“Eso depende totalmente de usted. Si puede encontrar términos que sean mejores que la paz con el régimen actual, los consideraremos. Aunque, espero que tal propuesta no sea una mera promesa vacía”.

Lo que ella está exigiendo es que los emigrados produzcan algún tipo de garantía. Algo que valdría la pena el esfuerzo requerido por el Reino de Arcana para hacer lo que piden.

“Considere el consenso no solo de la Corona y Su Majestad, sino de todo el reino”.

“C-Cómo… ¡¿Cómo puede un rey pensar de esa manera?!” Hari reacciona con enojo ante las palabras conservadoras, incluso tímidas, de Setenve. Dejó en claro que había una brecha sustancial en la forma de pensar de las dos partes.

“¿Cómo pueden los miembros de la realeza que dirigen un reino comportarse tan tímidamente?”

“Esa declaración proviene de alguien acostumbrado al gobierno autocrático del antiguo imperio. En nuestro reino, aunque no son exactamente nuestros iguales, tenemos cuatro Grandes Casas, y sus señores tienen una influencia y una autoridad que rivalizan con la de la Corona”.

La Casa Caputo tiene un as capaz de destruir un ejército y lo empleó abiertamente contra las fuerzas invasoras. Como tal, Hari cree que su as debe colocarse bajo el mando de la corona. Ella cree esto porque, en su antiguo país, la Corona tenía autoridad absoluta.

“Nuestra primera prioridad es velar por los intereses del reino, por supuesto, pero también debemos cuidar nuestros propios territorios y, como tal, las Grandes Casas tienden a ser las últimas en nuestra lista. Las Cuatro Grandes Casas operan bajo una lógica similar con respecto a sus propios intereses. En ese sentido, las acciones de la Cámara Caputo son perfectamente adecuadas. Si tuviéramos que exigir que entreguen al Tonto con Cicatrices, es probable que se nieguen, y es probable que las otras tres Grandes Casas los apoyen”.

“¡Ridículo! ¡¿Quién más sino la Corona debería controlar ese tipo de poder?! Dejar una fuerza desatendida que podría destruir tus reinos por capricho, ¿no es eso el colmo de la locura? ¡¿Quieres repetir los fracasos de nuestro imperio?! ¡El poder que puede desestabilizar al estado debe ser controlado por el estado!”

Las palabras de Hari son, hasta cierto punto, correctas. Ciertamente, Shouzo Kyoube posee el poder de destruir un país entero, y ese poder no lo posee la Corona, sino una poderosa casa noble. Es un estado de cosas absurdo y plantea el riesgo constante de un golpe de estado. Sin embargo, eso solo es cierto cuando se ve a través de la lente del cálculo político del Imperio.

“… Dime, ‘niño’. ¿No tienes la idea de aprender de los errores de los demás, o incluso de los tuyos?”

No es la cara de la decepción. La decepción solo existe si ya se esperaba algo mejor. Uno no puede sentirse decepcionado por alguien de quien no espera nada en primer lugar. Todo lo que está haciendo es lidiar con alguien a quien considera una pérdida absoluta desde el principio.

“¡Explícate, por favor!”

“Hay personas sobre las que puedes usar la fuerza para obtener obediencia y otras no. Te pregunto si aún no has aprendido esa lección”.

Es cierto que Shouzo se contenta con ser el as de la Casa Caputo. Pero eso es diferente de si él estaría contento o no con ser el as de la Corona.

“Hay personas en este mundo que están mucho más allá de lo común. Esas personas tienen derecho a elegir a sus maestros, y esos maestros deben generar confianza con ellos en consecuencia”.

“¿Quieres decir que la Corona carece del poder para controlarlo?”

“Eso es lo que te sigo diciendo, ¿no es así, tonto? ¿Cómo no captas este simple hecho? “

Es su decisión creer que la gente obedecerá cuando se le ordene. Sin embargo, la razón por la que el país de Hari colapsó es porque no pudieron ejecutar esa idea en particular.

“La casa Caputo lo tiene bien controlado. Aunque posee el poder de destruir el reino cuando le plazca, les ha dado la autoridad para controlar cómo se usa. Por eso lo han mostrado al público. Están demostrando que tienen un control total sobre el Loco con Cicatrices”.

El as es su vasallo y, mientras no lo traicionen, él no los traicionará a ellos. Ese es un entendimiento compartido por las cuatro Grandes Casas. Incluso el más peligroso de los cuatro ases, el Pensador, Shun Ukiyo, se considera leal a la Casa Disaea. La Corona comparte ese entendimiento. Las Cuatro Grandes Casas pueden manejar a estos individuos que son capaces de destruir el reino. Están seguros de ese hecho.

“Las órdenes del gobernante son absolutas y todos obedecerán. Aquellos que desobedezcan serán castigados. Que tuvieras una fe tan ciega en esa verdad es la razón por la que tu país ya no existe”.

“Entonces… ¿Estás contento de permitir que una de las Cuatro Grandes Casas, la Casa Caputo, tenga mayor influencia que la Corona?”

“Por supuesto que no estamos contentos. Pero es irrelevante en comparación con los intereses más amplios del reino”.

La Casa Sepaeda posee al mejor espadachín, Sansui Shirokuro; La Casa Batterabbe posee al portador de artes universales, Saiga Mizu; y la Casa Caputo posee al mago más poderoso del mundo, Shouzo Kyoube. Cada Casa posee un poder absoluto que la Corona no posee. Shun Ukiyo de la Casa Disaea, aunque aún no se ha revelado públicamente, cumple un papel igualmente importante.

La Corona es la única casa que carece de tal as. Tanto el rey como Setenve no están satisfechos con ese hecho, por lo que quieren atraer al actual gobernante de Domino. Sin embargo, ese deseo todavía está limitado por los límites de los intereses del reino.

“Hija de un imperio caído, estás equivocada. ¿Por qué? Porque tu imperio ha caído”.

La Corona ciertamente no está contenta de que su influencia sea limitada. Pero incluso entonces, están en mejores condiciones que los nobles emigrados como el que está frente a Setenve, y mucho mejor que la Casa Imperial, que actualmente está siendo perseguida por el nuevo régimen. El Imperio cayó porque anteponían los intereses del soberano. Esa es la verdadera historia detrás de la caída del antiguo régimen.

“¡Eso no es cierto! El Imperio cayó porque a un hombre con cuatro de los Tesoros Sagrados se le ocurrió la idea de destruir nuestro país… “

“Mientras crea eso, ciertamente fracasará, no importa cuántas veces se restaure su régimen. No importa cuánto apoyo brindemos, su estado seguirá destruyéndose a sí mismo”.

En teoría, si Shouzo o Sansui eran el enemigo, entonces no había un resultado justo para esa pelea. Incluso el Reino de Arcana caería si se enfrentara a un mago lo suficientemente poderoso como para destruir un país entero o un espadachín que nadie podría contener.

Sin embargo, los ciudadanos de Domino apoyan el régimen actual, a pesar de que el cambio en el sistema político del país no ha resuelto los problemas que lo aquejan. Aun así, los ciudadanos estaban descontentos con los gobernantes anteriores del país y no parece que los quieran de regreso.

“El problema real que subyace a la guerra civil no es que un individuo inició ese conflicto. La causa real es, de hecho, una falta de control”.

“¡¿Estás diciendo que somos responsables de la guerra civil?! ¿Que los gobernantes, no los rebeldes, tienen la culpa? ¿Qué significa ser apoyado por sujetos que no pueden captar el panorama general? Al final, cayeron bajo la influencia de aquellos que afirmaban que todo se resolvería simplemente derrotándonos. ¡Las mismas personas que luego decidieron invadir este reino!”

Eso también es cierto. Sería justo describir el régimen actual como uno que no ha cumplido después de hacer convenientes promesas a sus ciudadanos. Después de todo, no hay garantía de que una revolución exitosa conduzca a un gobierno exitoso y, de hecho, no está funcionando bien en la actualidad.

“¿El panorama general, mm? Entonces, me gustaría que pensaran desde nuestra perspectiva y consideraran el panorama general. ¿Cuál crees que es mayor? ¿Qué podemos ganar apoyándote o qué evitamos perder si te dejamos soltar?”

“Eso es…”

“No diré que su sistema político no tiene mérito. Sin embargo, su incapacidad para mantener ese sistema llevó a la caída de su imperio. Es difícil creer que quienes no gobernaron su propio país alguna vez podrán pagar sus deudas”.

“…”

“Al final, la única forma de juzgar si ha gobernado con éxito o no es si cuenta o no con el apoyo de su gente. El éxito de una rebelión es una prueba de que su población no está contenta con su gobierno y ha puesto sus esperanzas en la idea de tener un nuevo gobernante”.

El nuevo régimen había perdido la guerra y, por mucho que lo intentaran, ciertamente no podrán exigir dinero ni comida al Reino de Arcana. Sin embargo, todo lo que han hecho hasta ahora es perder una guerra y su estado sigue intacto. La verdadera prueba de su capacidad es si pueden o no mantener ese estado.

“Si voy a ofrecerles más consejos… Abandonen sus esperanzas de unir a su gente alrededor de Lain. La Casa Sepaeda no es el único poder que protege a esa chica. El Lightning Slasher está criando a esa niña por su propia voluntad. Incluso si sacas a relucir sus orígenes ahora, no hay duda de que ese hombre no te permitirá usar a su hija como figura decorativa”.

“Lightning… ¿Slasher?”

“El as de la Casa Sepaeda, Sansui Shirokuro. Tu padre ha sido testigo de sus peleas, creo”.

El as de la Casa Caputo sería relativamente fácil de matar, si fuera necesario. Sin embargo, el as de la Casa Sepaeda no es uno que se pueda deshacer tan fácilmente. Como tal, es completamente imposible para los nobles emigrados sacar a Lain como su figura decorativa sin su aprobación.

“… He oído que es poderoso, pero sigue siendo un simple espadachín,

¿no? No puedo creer que la Casa Sepaeda le brindara el apoyo suficiente para que pudiera rechazar las demandas de la Corona… “

“No es mi intención repetirme. Sin embargo, permíteme ser claro. Él tiene ese apoyo, y nadie más en este reino lo duda. A diferencia de tu parte”.