Fushi no Kami (NL)

Volumen 5

Capítulo 3: Un Alboroto De Flores De Cerezo

Parte 4

Alicia, que también la había oído murmurar, se tapó la boca antes de estallar en carcajadas.

Oh, Alicia… Incluso ahora, te estás riendo tanto… Puse mi mano en las mejillas de mi amiga que se reía tontamente. “¿No duele retenerlo?”

Podía sentirme llorar al hacer esa pregunta. Ya sabía la respuesta. No había forma de que no estuviera lastimada. Debió haber querido llorar. Yo tendría en su lugar. Y sin embargo, ella estaba sonriendo.

“Duele. Tanto es así que lloro mucho”.

“Oh, ya veo…” Ella todavía se estaba conteniendo, pero al menos se había vuelto lo suficientemente honesta para admitir que había estado llorando. “¿Te has vuelto un poco más directa sobre tus sentimientos?”

“Solo un poco”, respondió mi amiga con una cara feliz. “Porque te enojarás conmigo si reprimo demasiado las cosas. He aprendido a llorar cuando tengo ganas”.

“Todavía te estás reteniendo demasiado. Deberías ser más egoísta. Puedes decir lo que tengas en mente. Después de todo, soy tu rival de amores”.

“Estás bien. Pero es por eso que quiero sonreír y mostrar moderación frente a ti. Eres mi mejor amiga, Maika”.

Las lágrimas brotaron, arruinando mi rostro y mi voz. “¿C-Cómo puedes ser tan amable…? ¡Tienes que dejar de reprimirte tanto!”

Debería decir que es injusto o llamarme cobarde, no mostrar una sonrisa tan bonita a la persona que está tratando de robarle su amor.

“Quiero contenerme. Siempre estás llorando en mi lugar, así que quiero bendecirte con una sonrisa”. Puso sus cálidas manos sobre mis mejillas, que estaban empapadas en frías lágrimas. “Oye, vas a ganar, ¿verdad? Mantén la cabeza en alto y sonríe. No tengo ninguna duda de que ganarás la final sin problemas. La verdadera pelea será después, así que no te preocupes por nada más”.

“S-Sí…”

“A pesar de tu fuerza, eres un bebé llorón…”

Porque estoy hablando contigo, Alicia. Sé mejor que nadie cuánto amas a Ash. Por eso yo… tú…

Mis lágrimas lavaron todo lo que iba a decir. Sentí como si me ahogara en mis propias emociones. En mi dolorosa angustia, sus delgados brazos me alcanzaron. El cálido abrazo de Alicia se sintió muy suave.

“Gracias por preocuparte por mí hasta el punto de llorar. Y felicitaciones por encontrar a alguien a quien amas aún más. No te preocupes por mí”. Mi amiga cercana me perdonó. “Usa esa bondad y salta con todas tus fuerzas hacia Ash. Me aseguraré de preparar el escenario”.

Mi amiga sonrió todo el camino hasta el final de nuestra tan esperada reunión.

Se sintió como si los vítores hubieran disminuido un poco para la final. No es de extrañar, considerando la terrible semifinal. El duelo se había prolongado sin reflejos. Eso debe haber sido increíblemente aburrido para los espectadores. Ya que habíamos hablado de arriesgar nuestras propias vidas, deberíamos haber luchado al menos hasta que alguien se desmayó. Era deplorable que alguien así llegara a llamarse caballero.

Con suerte, la final será una pelea emocionante… Recé para mí misma antes de mirar al caballero frente a mí. Era la primera vez que veía a alguien con una armadura más ligera que yo en este torneo. De hecho, mi oponente no llevaba ningún equipo de protección. No parecía que me estuviera subestimando en esta última etapa, después de que había llegado hasta la final sin ni un rasguño. Lo podría decir por la mirada nerviosa en su rostro. Además, su postura era tan rígida que probablemente debería haber respirado profundamente. No, no estaba descartando mis habilidades. Por lo tanto, debe haber sido para facilitar sus movimientos.

“No es una mala elección”, felicité la estrategia de mi oponente con una sonrisa.

“Oírte decir eso me dice que mi nerviosismo está justificado”. Él correspondió a mi sonrisa con un rostro semipálido.

Se dio cuenta de que no podía vencerme confiando únicamente en su habilidad con la espada. Para él era obvio que perdería bajo cualquier circunstancia normal. No obstante, no se enfurruñó ni se rindió, sino que buscó una salida de la oscuridad, una forma de ganar. La opción más alejada de la derrota y más cercana a la victoria. Y su respuesta fue ignorando su defensa.

Si hubiera optado por concentrarse en una protección fuerte como mi oponente en las semifinales, no habría podido reaccionar adecuadamente a mis movimientos. Por lo menos, quería asegurarse de que era lo suficientemente ligero para enfrentarme a toda velocidad. Para él, esa era la mejor opción, aunque peligrosa.

“Solo para hacerte saber, no puedo garantizar que siempre dejaré de golpearte”. Señalé los peligros de la elección de mi oponente, pero él parecía estar consciente de eso.

Asintió con su rostro pálido. “Entonces déjame también advertirte que no tendré el margen para ser fácil con un oponente como tú. Golpearé con todas mis fuerzas”.

Fue una decisión valiente enfrentar el peligro de frente. Este chico hablaba en serio. No quería perder incluso si terminaba muriendo, y no le importaba ganar matándome. Su mirada aguda me puso la piel de gallina. Por primera vez, tenía miedo de un oponente al que hubiera golpeado diez de cada diez veces en cualquier pelea de espada de exhibición. Sin embargo, esta fue una pelea real con espadas reales. Incluso si usáramos cuchillas parcialmente sin filo, sería una pelea real si ambos concursantes estaban preparados para arriesgar sus vidas.

Bien. Esto es excelente. Al final, pude arriesgar mi vida. “Luchemos con todas nuestras fuerzas”, proclamé para no arrepentirme.

“Por supuesto”, respondió con voz resuelta.

Asumimos nuestras posiciones iniciales una frente a la otra. Podía sentir mi corazón acelerarse y respiré hondo. Si Ash hubiera estado a mi lado, habría sentido mi tensión y habría tratado de aliviarla con una sonrisa. Y aunque actualmente no podía ver su sonrisa, el mero pensamiento de eso me ayudó a calmarme.

Tras la señal de listo del árbitro, desenvainé mi espada. El duelo comenzaría después de un aplauso, pero la verdadera pelea ya había comenzado. Inconscientemente miré a mi oponente. Con una expresión nerviosa, me miró fijamente. Las yemas de sus dedos se habían vuelto blancas por agarrar con fuerza su espada y sostenerla sobre su cabeza. A juzgar por sus muslos y el equilibrio de sus caderas encorvadas, estaba de puntillas, listo para saltar sobre mí en cualquier momento. Planeaba correr hacia mí en línea recta junto con la señal de salida.

Dada la tensión en su cuerpo, no habría sido difícil evadirlo a un lado.

¿Pero no sería eso lo mismo que huir de la pelea frontal con mi vida en juego? ¿Qué tan en serio podría ser tomado si terminara frente a Ash sin enfrentar adecuadamente a mi oponente? Llegué fácilmente a una conclusión.

Asumí una postura baja y me preparé para enfrentar al oponente que se acercaba de frente. Yo puedo hacerlo. Debería ser fácil. Puede que sea más pesado que yo, pero mi habilidad debería compensar esa diferencia.

Traté de tranquilizarme y, sin embargo, comencé a sudar al ver la determinación de mi oponente de matar. Me esforcé innecesariamente. Esta fue la gran presión de un combate a muerte. El miedo enredó todo mi cuerpo. No pude mantener la calma contra un oponente al que definitivamente habría vencido en circunstancias normales.

Sin embargo, di un paso adelante al escuchar la señal de inicio, y también lo hizo mi oponente. Su espada en alto se balanceó hacia abajo con toda su fuerza. Su simplicidad hizo que el ataque fuera poderoso. De hecho, era tan fuerte que habría acabado con cualquier oponente que se lanzara a un ataque de torso de barrido simultáneo.

Mi única opción era parar el golpe hacia abajo con toda la fuerza y luego acabar con mi oponente con el siguiente contraataque. Yo puedo hacerlo. Es simple. Con mis habilidades, puedo detener el ataque fácilmente. Había parado golpes a la baja mucho más fuertes durante mis sesiones de entrenamiento con Glen. Y no importa cuánto miedo tenía en esta situación de vida o muerte, tenía la fuerza para superar mi miedo.

Dije que arriesgaría mi vida. Desde el día en que el chico pelirrojo se apresuró a ayudar a Suiren y Renge para salvar la aldea de Ajole, me había dicho a mí misma que de ahora en adelante arriesgaría mi vida. En ese caso, ¿no era ya mi vida diaria una lucha a vida o muerte? Esto no fue nada especial. No había necesidad de estar nerviosa. Ya me había acostumbrado al miedo a la muerte. Este momentáneo intercambio de golpes fue solo otro evento ordinario para alguien como yo, constantemente arriesgando su vida por su amor. Como despertarme y arreglarme el pelo o decirle buenos días a Ash. Arriesgar mi vida era la norma. Y podría usar esa experiencia para superar mi miedo.

A toda velocidad, balanceé mi espada contra mi oponente para detener su intenso ataque hacia abajo. Su ataque, que fácilmente podría haber cortado un lado de mi cara, fue detenido precisamente por el guardia de mi espada. Esto resultó en un agradable sonido metálico que indicaba mi parada exitosa. Era el resultado esperado, tal como lo había entrenado. Por lo tanto, no me sorprendió en absoluto y logré lanzar mi contraataque lo más rápido posible. Sin esfuerzo innecesario, con movimientos flexibles y una mente clara. Por el contrario, mi oponente reaccionó demasiado tarde. Su miedo había estrechado su campo de visión, hizo que su respiración fuera inestable y tensó todo su cuerpo, lo que retrasó la reordenación de su postura. No logró recuperar el equilibrio a tiempo. Esa diferencia quedó clara por la espada que sostenía contra su cuello. Mi oponente dejó de sostener su espada en alto.

“Ese fue un ataque aterrador…”

El duelo se decidió con este único golpe. Su ataque casi me había abrumado, pero no era tan aterrador como mi amor.

“Lamentablemente… tengo que admitir la derrota”. El caballero se mordía el labio. Había un brillo en el rabillo de sus ojos. Sin duda, era el mismo brillo que había brotado de mis ojos esa noche de luna en las aguas termales. Aun así, estaba seguro de que estaría bien. Podría ponerse de pie de nuevo.

“Reclamo la victoria. Tendrás que idear otra estrategia la próxima vez”. “Sí, ese es el plan”.

Envainé mi espada mientras sonreía por su respuesta. Dio una pelea valiente.

Finalmente, había llegado aquí. Es hora, Ash. Dirigí mi atención hacia la sección visiblemente más ruidosa de las gradas. Sin lugar a dudas, el chico pelirrojo, parecido al sol, estaba parado allí. Eres el siguiente, Ash. Después de agredirme con tu confesión, me escapé bajo la luz de la luna. Ahora, es mi turno de lanzarte mi confesión. ¿Estás listo?

El escenario para la ceremonia de premiación estaba listo cuando la luz del sol comenzó a ponerse roja.

“Lady Maika Amanobe Sacula”, me llamó mi amiga cercana, la ganadora, en el podio. Aparentemente, el papel de la princesa era ensalzar al vencedor del torneo y entregar el premio en nombre de Su Majestad el rey.

Subí al podio con ropa limpia. Cuando mis ojos se encontraron con mi amiga, la princesa, sus labios articularon: “Déjamelo a mí”. Su expresión implicaba que se aseguraría de que Ash no pudiera escapar. Por supuesto. Como amiga jurada de la Alianza Anti-Ash y mi rival de amores, podría dejarlo en sus manos.

“Sí, Su Alteza Princesa Alicia”, respondí cortésmente con un profundo afecto en mi voz.

Por un breve momento, nuestras sonrisas nos transportaron de regreso a nuestros dormitorios. Fue un breve instante, después del cual inmediatamente me arrodillé y retomé una actitud formal. Aparte de nosotros dos, tal vez había una persona más en este lugar que podría haber notado la diferencia en nuestras expresiones.

Entonces, Alicia inició una nueva era para la relación entre los tres.

“La habilidad con la espada que demostraste en este torneo fue digna del término divino. Estoy feliz de que una hermosa y fuerte luchadora como tú viva en nuestro reino”.

Alicia se había reído un poco al llamarme “hermosa”. Es cierto que fue un poco vergonzoso, pero estaba feliz. Viniendo de alguien como Alicia, que era incluso más hermosa que yo, sentí como si me acabaran de regalar una hermosa cinta. De hecho, no había mejor regalo para una joven que estaba a punto de confesar su amor.

“Como recompensa por tu habilidad y victoria en el torneo, ahora escucharé tu deseo. ¿Hay algo que desee?”

Y así, Alicia empezó a encantar el hechizo que evitaría que el pelirrojo se escapara.

Al escuchar las primeras palabras salir de su boca, levanté la cabeza. “Muy humildemente, permítame expresar mi deseo, Su Alteza”.

“Lo que desees, Lady Maika.”

Un completo silencio cayó sobre la arena envuelta en el crepúsculo.

Escuchen todos. Por eso participé en este torneo. Por eso gané.

“Quiero que Sir Ash George Fénix, caballero de Sacula, escuche lo que siento por él”.

“¿Escuchaste tus sentimientos por él?” Alicia sonrió. Ella entendió que esto era una demanda excesiva incluso para el mejor espadachín del país. Sabía que esta victoria era necesaria para ganar la atención momentánea del chico pelirrojo que perseguía sin cesar sus sueños. Intentó transmitir eso a todos los demás con su sonrisa.

Y yo correspondí. Quería que todos los demás, y especialmente Ash, supieran cuánto había puesto en juego. Por lo tanto, respondí con una gran sonrisa en mi rostro. “Sí. No pretendo restringir su elección. Solo quiero que escuche mis sentimientos. Entonces él puede darme su respuesta honesta”.

Quería que entendieran por qué había usado mi recompensa para que él escuchara mis sentimientos en lugar de exigir su amor, desear un compromiso o su mano en matrimonio. Lo añoraba precisamente porque era una persona tan difícil pero maravillosa.

“Ya veo. Quieres tener la oportunidad de hablar con él. Eso suena como una humilde petición para el ganador de este torneo”.

“Para nada. Sir Ash George Fénix es un hueso tan duro de roer que se necesita tanto para que me mire. Al mismo tiempo, también es tan maravilloso que estoy dispuesto a llegar tan lejos solo para estar con él”. Seguro que entiendes cómo me siento, Alicia. “Muy humildemente, estoy seguro de que Su Alteza entendería si hablara con él”.

“Hm… De hecho, conocí a Sir Fénix el otro día en una reunión. De hecho, era una persona encantadora”.

Sí, lo escuché. ¿Disfrutaste el baile?

La había escoltado para que pudiera escapar del torcido Marqués Datara, e incluso se había enfrentado a un duelo para protegerla. Que adorable. Me puso un poco celoso. Al mismo tiempo, hizo que me enamorara de nuevo de Ash. Era tan amable y genial que incluso la princesa se había enamorado de él. Mi amado

Sin embargo, no podía seguir hablando con cariño sobre Ash. Si hubiera dicho todo esto en voz alta, seguramente todos habrían entendido qué tipo de persona era Ash. Por ahora, tenía que concentrarme en preparar el escenario para que no volviera a huir.

“De hecho, traté de confesarle mis sentimientos hace un tiempo, pero me interrumpió”. Necesitaba explicar por qué era necesaria la etapa de hoy. Y, sobre todo, hacerle entender a Ash que no lo dejaría escapar de nuevo. “Dijo que me amaba, pero no quería escuchar lo que tenía que decir. Por eso hoy quiero que me escuche”.

“Lady Maika, entiendo tu deseo.” Alicia asintió. Ahora que el escenario estaba listo, se dirigió a Ash entre la multitud con una mirada de satisfacción en su rostro. “Sir Ash George Fénix. En nombre de Su Majestad el rey, te ordeno que subas al podio y escuches a esta dama que tiene sentimientos tan fuertes hacia ti hasta el final”.

Bajo la mirada de Alicia, el chico pelirrojo se puso de pie. Había una ligera vergüenza mezclada con su sonrisa habitual. Sabía que a él no le gustaba sobresalir, así que hubiera preferido que no hubiera llegado a esto. Independientemente, Ash se había quedado a pesar de que indudablemente sabía que algo estaba pasando. Siempre fue tan considerado con mis sentimientos. Había visto todos mis partidos. Él había preparado mi comida. Y ahora caminaba hacia mí a través de una multitud de personas cuyos ojos estaban fijos en él.

“Sir Ash George Fenix, ven aquí”.

Por fin, Ash estaba de pie a mi lado. Se arrodilló frente a Alicia.

Gracias por subir al escenario a pesar de tu malestar. No compensará completamente esto, pero te prometo que siempre haré todo lo posible por ti de ahora en adelante.

“Lady Maika, Sir Fénix, no hay necesidad de ser modesto de aquí en adelante. Es hora de la recompensa de Lady Maika”, proclamó Alicia antes de bajar del podio.

Mantuvo su sonrisa hasta el momento en que apartó la cara. Juré no olvidar nunca su favor.

Y con eso, solo quedamos nosotros dos en el escenario en el crepúsculo. “Ash, puedes ponerte de pie”.

Ash me miró con una mirada seria en su rostro. Cara a cara.

¿Qué dices Ash? Ya no puedes huir. No dejaré que te adelantes otra vez. No te perdonaré si dices lo que piensas y luego te escapas después de hacerme amarte aún más. Primero tendrás que derrotarme si insistes en hacerlo. No voy a desperdiciar este gran escenario que me ofreció Alicia después de derrotar a todos esos concursantes. Entonces, por favor escucha.

“Ash… confesaste tus sentimientos hace un tiempo.” Mis primeras palabras ardieron tan pacíficamente como un fuego recién encendido. “Dijiste que me amabas, pero no pudiste hacerme feliz, así que no pudiste responder a mis sentimientos”. Las llamas de mis sentimientos, que había guardado hasta ese momento, comenzaron a arder con más fuerza. “Eso me hizo muy feliz. Sabía que estabas completamente absorto en tus sueños y que no tenías interés en nada más…”

La sonrisa de Ash era como un sol que había aparecido por la noche cuando mi vida en el pueblo se había sumido en la oscuridad. El sol iluminaba todo en este mundo: personas, bestias, pájaros, flores. No discriminó. El sol era simplemente demasiado grande. Como resultado, no podría brillar específicamente para una sola persona. Me tomó un tiempo, pero finalmente me di cuenta de eso.

“Me alegró saber que pensabas en mi felicidad”. ¿Te das cuenta de lo caliente y brillante que ardía mi pecho cuando me dijiste que me amabas en las aguas termales bajo la luz de la luna?

Se había sentido tan feliz como un abrazo del cálido sol de la mañana en una fría noche de invierno. Me había hecho muy feliz. Había sido como un tratamiento especial del sol. Momentáneamente, lo había acaparado todo para mí. Sin duda había sido la chica más afortunada del mundo. En ese momento, mi vida se había sentido completa… Pero mi amor era más grande que eso.

“¡Pero tienes una idea equivocada, Ash!” Era natural que el sol no discriminara entre los que iluminaba. No quería obligarlo a seguir brillando solo sobre mí. “¡No quiero que me hagas feliz!”

Me había dado cuenta de que si el sol no me iba a dar ningún tratamiento especial, tenía que volverme especial. Una flor especial tan infinitamente grande que podía absorber más luz que todo lo demás. ¡Seguiría creciendo más alto en el cielo, extendiendo mi follaje a lo largo y ancho y produciendo las flores más hermosas y extravagantes! Hasta que el sol solitario ya no pudo ignorarme al mirar hacia la superficie desde su cima en el cielo. ¡Y hoy había llegado ese momento!

¿Sabes de lo que estoy hablando, Ash? Probablemente no. Así que déjame decirte. Escuche estas palabras, que brotan de la luz que me diste hace tantos años.

“¡Quiero hacerte feliz, Ash!” Impulsado por una miríada de emociones, mis palabras se habían transformado en un gran fuego que ya no podía ser extinguido por nada ni por nadie. Incluyendo Ash. “Puedes hacer lo que quieras, Ash. Yo te apoyaré. Si quieres que te ayude a pensar en algo, estaré a tu lado con lápiz y papel. Si quieres que pelee contigo, desenvainaré mi espada. Si quieres que me ocupe de otra cosa, saldré corriendo para hacerlo. Incluso si tengo que ir al infierno o luchar contra un dragón, no retrocederé ni un solo paso”.

El fuego todavía no estaba lo suficientemente caliente. Necesitaba avivar más las llamas con leña emocional. Sin pensar en las consecuencias. Después de todo, este sentimiento nunca desaparecería. Necesitaba arder brillante para que todo el mundo lo viera.

“¡Me subestimas demasiado! ¡Ya sé que eres un bicho raro!”

Sabía que Ash era raro. Era capaz de sorprender a la gente con una sola palabra. Eso fue definitivamente extraño. ¿Y qué? Ese bicho raro fue el único que agarró mi mano temblorosa en la oscuridad de la noche y me arrastró hasta aquí.

“¡Pero te amo! ¡Amo tu rareza! ¡Ni una sola vez quise que fueras normal!”

Lo amaba tal como era. Eso fue parte de lo que lo hizo tan grandioso. Debería seguir volando por el cielo, iluminando el mundo con su luz cegadora, sorprendiendo a la gente y haciéndola reír. No necesitaba detenerse y preocuparse por nada especial. Tan alto y grande como había crecido, siempre me arrebataba un asiento especial para absorber y disfrutar de su luz mejor que los demás. Si se dirigiera a las montañas del norte, extenderé mis raíces a las montañas del norte. Si viajaba por el mar occidental, extendería mis ramas hasta el mar occidental. ¡Me aseguraría de florecer siempre en toda su gloria bajo su sol, para que pudiera disfrutar de una hermosa vista sin importar dónde mirara esta tierra!

Estaba sin aliento. Mi respiración no había sido tan inestable en ninguno de mis encuentros. Pero tenía sentido. Aunque había arriesgado mi vida, nunca me habían arrinconado. Sin embargo, en este momento realmente estaba arriesgando mi vida al pronunciar estas palabras. Solté lentamente mi puño cerrado. Extendí laboriosamente mis dedos temblorosos y extendí la mano hacia el sol.

“Puedes amarme con buena conciencia. Estoy dispuesto a arriesgar mi vida por mi amor así como tú estás dispuesto a arriesgar la tuya por tus sueños”.

Quiero que crean en la fuerza que me ha traído hasta aquí. No importa cuán fuertes fueran sus llamas, esta flor no se marchitaría. E incluso si se quemara hasta los cimientos, ¡simplemente resurgiría de sus cenizas! Nunca jamás daré por sentada tu amabilidad. Entonces, para demostrar mi valía, por favor pásame tus ardientes sueños.

“No me importa que me robes mi felicidad. A cambio, te robaré de tus sueños”. Miré a Ash a los ojos.

“Gracias, Maika”, dijo, y agarró mis manos. “Entonces tomaré tu felicidad sin dudarlo”.

Entregué mi felicidad. “Y tomaré tus sueños”.

Y a cambio, recibí los sueños del sol.

Se sentía tan caliente. Ardiente. Con este fuego, podría sobrevivir cualquier noche sin importar cuán oscura sea y cualquier invierno sin importar cuán frío sea.