Fushi no Kami (NL)

Volumen 5

Capítulo 2: Flores Fantasmas

Parte 6

Después de jactarse de la valentía de sus soldados, el obediente perro faldero comenzó a jactarse de sus propios logros antes de convertirse en el jefe de su región con una voz aún más fuerte. Las historias eran todas extremadamente sangrientas. Como matar brutalmente a una banda de ladrones, cazar un jabalí grande o luchar contra tres hombres lobo a la vez. De hecho, estaba declarando que carecía de habilidad administrativa con una confianza equivalente al volumen de su voz.

Lady Alicia le había hecho saber cortésmente que era una molestia, pero el vizconde simplemente la había ignorado. Tres veces. Violando completamente toda la etiqueta. Las personas que no podían leer una situación en realidad eran otra cosa. No es de extrañar que los nobles de la capital real pensaran tan mal de los líderes provinciales después de ver a un representante como él. Él era el niño del cartel de campesinos.

“Oye, amigo, ahora que lo pienso, también derrotaste a un hombre lobo,

¿verdad?”

Llamar “amigo” al vasallo de otro señor iba en contra de todas las reglas de etiqueta. Ni el vizconde Sukuna, ni la oficial Raino, ni la princesa Lady Alicia me habían llamado así.

“No, excelencia. Solo lo detuve para ganar algo de tiempo”.

“¡Oh vaya! Por favor, acepte mis disculpas. Maté a dos y uno se escapó,

¡así que pensé que un Caballero de Sacula podría encargarse cómodamente a uno!”

“No soy un gran luchador”. Estaba bastante seguro de que ni siquiera duraría un minuto si tuviera que luchar contra dos hombres lobo a la vez. Contra tres, ni siquiera un segundo.

“¡No, no! Luchar contra un hombre lobo ya es una gran hazaña. Soy simplemente excepcional”.

“Sí, tiene usted razón.” Si estuvieras diciendo la verdad.

Parecía que uno de los líderes provinciales que había sufrido un ataque demoníaco antes compartía mis pensamientos. “Es difícil de creer que incluso sobrevivirías a una pelea uno a uno con un hombre lobo…”

Comprendí la necesidad de decir algo así, pero en un esfuerzo por evitar una situación complicada, la mayoría de los demás y yo simplemente mantuvimos la boca cerrada.

Como era de esperar, el vizconde Yanga respondió con una voz aún más fuerte. “¡No puedo ignorar ese comentario en este momento! ¿Dudas de la valentía de la casa de Yanga y de la casa de Sacula?”

Ves, se ha vuelto desordenado. ¿Quién dijo eso hace un momento? Sal para que pueda regañarte.

Antes de que tuviera la oportunidad de suspirar, el vizconde Yanga aparentemente había decidido algo por su cuenta. “¡Muy bien! ¡Te demostraré mi valentía aquí y ahora! ¡Hora de batirse en duelo!” Gritó el vizconde Yanga mientras agitaba los brazos. Parecía algo cómico debido a su barbilla temblorosa. “Aunque tendré que luchar contra un caballero a la par con mis habilidades. De lo contrario, no probará mi coraje”. Los ojos deslumbrantes del vizconde Yanga se clavaron en mí. “Supongo que un renombrado caballero de Sacula no huiría de un duelo”.

Desafortunadamente para el perro faldero que muestra los dientes, yo no era fanático de costumbres tan salvajes. “Dependiendo de los términos, daré la vuelta y correré”.

Varios líderes provinciales se echaron a reír al escuchar mi respuesta. No para burlarse de mí, sino de la cómica diferencia de entusiasmo.

“¡¿Y-Y te llamas a ti mismo un caballero?!”

Sí, uno muy profesional. Me pagan y todo. “No sé cómo es el territorio de Su Excelencia, pero la misión de los caballeros de Sacula es proteger a los ciudadanos, no mostrar su fuerza ni acumular honor. Ya sea que el oponente sea un demonio o un bandido, si una pelea es imposible de ganar, es nuestro deber escapar e informar a los demás del peligro a toda costa. Es mi responsabilidad como caballero evitar peligros innecesarios”.

Un caballero de Sacula no podía permitirse perder. Por cualquier medio necesario. Aguantaron hasta el final y siempre ganaron. Si me preguntara por el secreto de la reconocida valentía de los caballeros de Sacula, tendría que decirle su determinación de soltar la espada, el escudo y el honor, y correr. Eso es lo que nos enseñaron en la academia.

El vizconde Yanga había rechinado los dientes con furia hirviente cuando no había aceptado su desafío, pero finalmente había recuperado la compostura. Una mueca se apoderó de su rostro rojizo. “¡Ha! Esperaba más de un renombrado caballero de Sacula. ¡Resulta que eres un cobarde!

¡La reputación militar de Sacula cayó como una roca!” “Oh, ¿por qué es eso?”

La mueca del vizconde se hizo más grande al escuchar mi respuesta. “¿Porque preguntas? ¡Porque te escapaste de mi desafío!”

“¿Cuándo dije que no estaría de acuerdo con tu duelo?” Le devolví la sonrisa e imité su desconcierto. “Me preguntaste si huiría de un duelo, y dije que dependería de los términos. Entonces, ¿cómo puedes decir que corrí cuando ni siquiera me has dicho los términos?” Como adulto, debes escuchar adecuadamente lo que dice la gente.

Mientras me hacía el tonto, la risa ahogada a mí alrededor se hizo más fuerte. Lady Alicia había desviado la mirada y sus hombros temblaban de risa. Según su leve murmullo, quedó impresionada por la fuerza destructiva de mi guerra verbal al escucharlo de nuevo por primera vez en mucho tiempo. Me alegro de que te estés divirtiendo.

“Bien, entonces, excelencia, ¿cuáles son las reglas? Si el ganador es el que pesa más, me temo que tendré que retirarme…” Estaba bastante claro quién era más grande.

“¡¿Me estás llamando gordo?!”

“Nada de ese tipo. Solo di un ejemplo. Me han retado a un duelo así antes y sufrí una aplastante derrota”, dije en tono serio mientras los espectadores estallaban en carcajadas.

En peleas verbales como esta, el ganador se decidió de manera indirecta a través de las reacciones de la gente circundante. Sin embargo, tenía que tener cuidado de no ser demasiado directo, ya que todas eran personas con el poder de iniciar una guerra.

“¡Una pelea física por supuesto! ¡Con espadas! ¡Una pelea de espadas!” “¿Uno a uno?”

“¡Por supuesto!”

Le había hecho prometer que no permitiría que nadie más interfiriera en su nombre. El vizconde Yanga probablemente había estado de acuerdo en el calor del momento.

“Entonces, una pelea de espadas uno a uno. No soy un gran luchador de espadas…”

“¡Aha, vas a correr esta vez!”

Entrecerré los ojos pensativamente y observé el físico del vizconde. Era un hombre corpulento de apariencia imponente. Lo más probable es que solía entrenar adecuadamente en el pasado, pero ahora ese cuerpo entrenado estaba cubierto de grasa para varios años. Me imaginé que había estado viviendo una buena vida desde que se convirtió en jefe de su región. Por lo tanto, llegué a la conclusión de que su poder de combate no representaría una amenaza.

“Bueno, dados esos términos, no necesito dar media vuelta y correr”.

Básicamente estoy diciendo: “Contra ti, puedo ganar”.

La multitud circundante vitoreó. El vizconde Yanga también se mostró muy satisfecho con mi respuesta.

“Vaya, vaya, ¿qué está pasando aquí?”

En ese mismo momento, el Marqués Datara hizo su entrada. Incluso el conde de Sacula no fue capaz de evitar que el anfitrión revisara una raqueta como esta. Sobre todo porque probablemente el marqués fue el instigador.

El perro faldero meneaba la cola ante la aparición de su amo. “¡Marqués Datara, ha venido en el momento justo! ¡Vamos a tener un duelo para entretener a los invitados!”

“Dios mío, ustedes, los jóvenes, están llenos de energía”. “Como anfitrión de la fiesta, ¿serías nuestro testigo externo?”

Sin pestañear, Su Excelencia el Marqués, quien aparentemente era un tercero, accedió instantáneamente. Que interesante. Los nobles de la capital parecían tener una definición diferente del término “tercero” que el resto de nosotros.

Como habría sido demasiado bárbaro tener el duelo dentro, nos trasladamos al patio. En cuestión de minutos, las espadas se colocaron ante nosotros. Había una amplia selección que iba desde corta a larga y delgada a gruesa.

“Por favor, elija el arma de su elección”.

“Con mucho gusto, Su Excelencia.” El vizconde Yanga se inclinó apresuradamente y corrió hacia una espada. Con tan poca vacilación como si estuviera buscando su espada personal, agarró una espada que se ajustaba perfectamente a su estatura.

“¡Tomaré este!”

Ni siquiera intentan ocultar su conspiración.

Forcé una sonrisa y tomé una espada que era comparativamente más corta y más delgada. Después de examinar dos hojas más, me di cuenta de que la espada del vizconde Yanga debía haber sido la única decente. Todas las espadas restantes parecían muy refinadas, pero tras una inspección más cercana, había pequeñas grietas debajo de la superficie de la hoja.

Para endurecer el acero, tenía que someterlo a un proceso de tratamiento térmico llamado “temple y revenido”. No alcanzar el equilibrio adecuado de temperatura hizo que el metal se volviera quebradizo y se agrietara. Incluso en nuestro laboratorio, habíamos fallado un buen número de veces al intentar producir tornos porque era muy difícil acertar en el momento adecuado. Esa experiencia ahora me ayudó a examinar el estado de las espadas.

“¿Ninguna de estas espadas se adapta a tu gusto?” Preguntó el vizconde Yanga con una sonrisa en su rostro.

“No había mencionado mi nombre desde antes. ¿Lo había olvidado? No es tan improbable con él.”

“No, solo estoy dudando porque cada uno es una joya. Como mencioné antes, no soy muy bueno luchando con espadas, así que me preocupa romperlo”.

“Hmph, eso fue bellamente dicho. Tienes buen gusto”, el vizconde Yanga elogió mi elección de palabras mientras reprimía la contracción de su boca.

Al mismo tiempo, Marques Datara se unió a la conversación. “Como se esperaba de un caballero de Sacula, tienes un ojo experto. Estas espadas fueron forjadas por un maestro herrero de la región de Datara”.

No estoy seguro de que puedas llamar “maestro herrero” al hombre que forjó estas espadas defectuosas.

Parecían que se romperían con el primer intercambio real de golpes. Pero, de nuevo, probablemente se requirió habilidad para hacer espadas quebradizas que se vean tan bien. Que desperdicio de talento.

¿Era una estratagema para que el vizconde pudiera presumir de su habilidad infinitamente superior, dado que ambas armas procedían del mismo maestro herrero? De hecho, estaba ansioso por ver qué explicación habían preparado. Qué lástima que no tuviera la oportunidad de escucharlo.

“No me atrevo a utilizar un arma tan refinada, pero elegiré esta”.

Dado que el resultado sería el mismo de cualquier manera, elegí una espada corta de ancho y largo promedio. Era ligero y permitía movimientos ágiles.

Una vez que hice mi elección, el Marqués Datara ordenó a sus sirvientes que quitaran las espadas restantes. Después de todo, sería malo que saliera a la luz la manipulación. Aunque, la mayoría de la gente debe haber notado lo antinatural del curso de los eventos, ya que el vizconde Yanga era un actor terrible.

Lady Alicia parecía un poco nerviosa. Ella también debe haber sentido que algo andaba mal. Sin embargo, el Conde Gentoh le aseguró fuertemente que todo estaría bien. Estaba agradecido por su confianza, pero qué pensó exactamente que era cuando dijo: “¿No morirá incluso si lo matas”? Por supuesto que moriré si me matan. De hecho, me habían matado antes.

Aunque no recordaba la causa exacta de mi muerte pasada porque tenía demasiados recuerdos de vidas pasadas mezclados, tenía el presentimiento de que tenía que estar relacionado con mis pesadillas recientes. La sensación de la hoja de cerámica reforzada perforando mi estómago era demasiado real para ser solo un sueño. ¿Cómo había sobrevivido una antigüedad como esa? En retrospectiva, esa fue un arma fuera de lugar. Pero, de nuevo, la pesadilla en la que me desmayé por inhalar los gases de escape también se sintió muy realista. El insoportable dolor de mis pulmones perdiendo gradualmente su función…

Quizás uno de ellos fue la verdadera causa de mi muerte pasada mientras yo había sobrevivido al otro. O tal vez fueron solo pesadillas inspiradas en historias de ficción. Tenía una imaginación bastante fuerte. Independientemente, el hecho de que ambos sueños me hicieran revivir la sensación de que mi fuerza vital abandonaba mi cuerpo fue sin duda el resultado de mi experiencia pasada de muerte.

Y una vez que muere, su sentido del miedo está fuera de control. Sin miedo, me distancié del vizconde Yanga.

“Antes, dijiste que no eres bueno con las espadas”.

“Sí, de hecho. Prefiero arcos y lanzas”. Seguido de piedras y dagas. Aunque si se me permite incluirlos en la lista, las trampas y el veneno son mis favoritos.

“Hmph, lanzas, ¿eh? Supongo que estás acostumbrado a herramientas largas debido a tu educación”.

“Bien, porque yo era granjero. Cuando me encontré con el hombre lobo, también luché con él con una pala y una horquilla que estaban por ahí. Afortunadamente, estaba familiarizado con esas herramientas”.

Mientras acababa de ignorar sus burlas, el vizconde Yanga se indignó. Incluso sentí un poco de pena por él al ver lo ineficaces que eran sus provocaciones. Pero, ¿qué se suponía que debía hacer? Simplemente no sentía ninguna vergüenza por haber nacido agricultor, así que no había forma de que perdiera la compostura. Prueba con otra cosa.

Una vez que terminó nuestra guerra de burlas, el marqués Datara se levantó para hablar. “Ahora bien, comenzaremos el duelo entre el vizconde Yanga y Sir Fenix. Prometo, por mi honor, que esta será una pelea justa”.

Esa promesa se rompió antes de hablar.

“Rezo por una buena pelea y la seguridad de ambos”, concluyó el marqués en su pequeño discurso.

Parecía que mi voz interior no había llegado al marqués Datara, que ahora estaba dando la señal de inicio.

Con un grito de guerra, el vizconde Yanga saltó hacia mí y bajó su espada desde lo alto por encima de su cabeza. Fue un ataque total bastante imprudente, pero probablemente una buena elección considerando que tenía una espada defectuosa. El peso y el impulso detrás de este ataque hubieran sido suficientes para romper mi espada sin importar si elegí bloquear o desviar el golpe. Por lo tanto, adopté una postura oblicua y evadí el golpe.

“¿Eh? Bien jugado, leíste mi ataque”.

Bueno, gracias, respondí mentalmente y seguí esquivando ágilmente sus sucesivos golpes que iban hacia arriba, barriendo de lado y cayendo en diagonal.

El vizconde Yanga no era un espadachín talentoso. Incluso con una evaluación generosa, no lo habría colocado por encima del nivel superior inferior. Ya lo había anticipado al examinar su complexión, pero probablemente podría incluso enfrentarlo con las manos desnudas. Por eso exactamente había aceptado el duelo, pero no entendía por qué me había desafiado con ese nivel de habilidad.

Lady Maika lo habría derribado justo después de evadir el primer golpe. Glen lo habría cortado junto con su espada larga. Pero como yo era su oponente, el vizconde Yanga hizo un buen ejercicio.

El vizconde continuó blandiendo su espada sin esperanzas de golpearme, y cuando parecía que su resistencia estaba llegando a su fin, decidí pasar a la ofensiva. Después de esquivar un golpe hacia abajo, golpeé ligeramente al vizconde con mi espada corta para hacerle perder el equilibrio y medir la durabilidad de mi arma. Sí, esto se romperá, concluí, y di unos pasos hacia atrás para distanciarme. El vizconde Yanga pareció algo aliviado al verme alejarme. Debió haber pensado que podía tomarse un breve descanso. Bueno, cumplamos su deseo. Este próximo golpe resolverá el duelo, y luego podrá descansar todo lo que quiera.

Cargué contra él y aceleré lo más rápido que pude. A esta velocidad, solo podía correr en línea recta. El vizconde Yanga adoptó apresuradamente una postura defensiva y golpeé violentamente su espada con mi espada defectuosa. Puse todo mi peso e impulso detrás del ataque. Tanto es así que me topé con él.

Como esperaba, mi espada se rompió. Si hubiéramos estado bloqueando espadas y empujando, habría terminado indefenso frente al vizconde Yanga, pero como sabía que mi espada estaba defectuosa, había elegido una estrategia diferente. Usando el impulso restante de mi carrera, pasé al vizconde.

Pude ver una sonrisa en su rostro cansado, pero su mirada no me siguió. Mientras los fragmentos de la espada rota volaban, cerró momentáneamente los ojos y, por lo tanto, creó una abertura fatal. Si bien pudo haber estado convencido de que había ganado después de romper mi espada, eso era una creencia ciega.

Saliendo detrás del vizconde, me detuve abruptamente y sostuve mi espada, que se había convertido en una especie de daga después de romperse, hasta su garganta.

“¿Cede, Su Excelencia Vizconde Yanga?” Le pregunté desde atrás.

Su espalda estaba temblando. Mientras giraba la cabeza con cuidado para confirmar la situación, me miró con incredulidad. Intentó lanzarse hacia adelante, pero falló porque lo agarré con fuerza por el cuello. Yo era un cazador experimentado, no bajé la guardia hasta que terminé con mi presa. Como mi oponente no mostraba ningún signo de rendirse, miré al árbitro, Marques Datara.

“Su Excelencia Marqués Datara, ¿debería acabar con él?” Si quieres, me deshago de tu perro faldero.

Tras un momento de vacilación, el Marqués Datara negó con la cabeza y me declaró ganador. Qué maestro de corazón tan frío, que incluso dudó en absoluto. Me encogí de hombros y le presenté la espada rota al despiadado marqués.

“Lo siento terriblemente. Parece que tenía razón. No tenía la habilidad para blandir tal gema de espada”.

Si puedo cantar mis propias alabanzas por un momento, “joya de espada” fue una gran elección de palabras. Si bien la mayoría de las gemas tenían una dureza impecable, faltaban su tenacidad y dureza, y eso las debilitaba a los impactos sin importar cuán duros fueran. En otras palabras, eran frágiles como esa espada. Ese fue un defecto fatal para un arma utilizada por un soldado imprudente. Desde el principio, mi elección de palabras había implicado que el arma estaba defectuosa. Me alegro de que hayan disfrutado de mis elogios. Si lo hubiera comparado con el vidrio, probablemente se habrían ofendido.

En ese sentido, probablemente debería haber hablado bien para justificarme por haber roto la espada de un maestro herrero. Después de todo, no quería que la reconocida industria metalúrgica de Datara sufriera. Aunque sabía que estaba defectuoso, la espada seguía siendo una obra de arte exquisita. Necesitaba tratarlo con respeto.

“Parece que realmente debería ceñirme a las herramientas agrícolas. Una azada o una pala Sacula no se habrían roto así”. Por cierto, esas no eran obras de arte. Solo herramientas normales forjadas por un herrero cotidiano. “Probar el arma de otro territorio como este realmente me hace apreciar la durabilidad de nuestras herramientas agrícolas. Una pala y una horca resistieron múltiples golpes de las atroces garras del hombre lobo”. Mientras que la espada del maestro herrero se había roto en pedazos después de un solo golpe directo. “Quizás debería pedir una pala la próxima vez que me reten a un duelo. Supongo que realmente no soy un luchador de espadas habilidoso si ni siquiera puedo manejar la espada de un maestro herrero. ¡Ha ha ha!”

Por supuesto, todo esto acaba de aplicarse a mí, yo era un caso único. Un mal espadachín que había logrado derrotar al vizconde Yanga sin apenas intercambiar golpes y sin sufrir heridas. Para cualquier otra persona, la artesanía en metal del Marques Datara debe haber sido excelente. Realmente detestaba mi falta de talento. Si había alguien tan poco calificado como yo, probablemente también debería mantenerse alejado de las armas de Datara. ¿Y tal vez comprarlos en Sacula? Incluso nuestras herramientas agrícolas podían manejarse con bastante facilidad en las luchas contra los hombres lobo, ya que eran rústicas, a diferencia de ciertas espadas delicadas y difíciles de usar.

Hice las rondas y les expliqué amistosamente a los invitados que me rodeaban la diferencia entre las industrias metalúrgica de Datara y Sacula utilizando el ejemplo de hoy como ilustración.

Mientras proporcionaba atentamente esta útil información, Lady Alicia se había unido a mí una vez más. “¿Estás tratando de reducir la influencia de tu oponente?” Ella susurró.

“Solo estoy haciendo un pequeño seguimiento porque rompí la espada del maestro herrero”.

Esto no estaba relacionado, pero aparentemente, durante la guerra, la mayoría de los avances militares se obtuvieron durante las batallas de persecución. Una batalla de persecución era una especie de pelea de bonificación que tenía lugar después de ganar una batalla decisiva, aprovechando al enemigo derrotado mientras se retiraba. Solo una pequeña trivia. No relacionado con la situación actual de ninguna manera.

Mientras le sonreía a Lady Alicia, ella me correspondió con una sonrisa traviesa. “Realmente no se vuelve aburrido contigo alrededor. Me estoy divirtiendo mucho. Me alegro de que estés aquí, Fenix”.

También estoy feliz de poder ver tu sonrisa de cerca.

Después de que el alboroto del duelo se calmó, la multitud se dispersó nuevamente para mezclarse en la fiesta. Bueno, la facción Sacula al menos. La facción Datara se reunió cómodamente en un lugar donde andaron silenciosamente. Como resultado, la facción Sacula pudo disfrutar de la fiesta a su antojo.

Era comprensible que la facción Datara ya no estuviera de humor de fiesta después de perder de una manera tan pública y humillante. Probablemente les hubiera encantado volver a casa, pero desafortunadamente, su cabecilla, el marqués Datara, era el anfitrión, por lo que tampoco pudieron hacer eso. Además, algunos de ellos vivían aquí.

Mientras tanto, mi cabeza estaba a punto de explotar de conocer a tanta gente nueva. No había conocido a la mayoría de los invitados antes, y después de mi llamativa actuación, muchos vinieron a presentarse. Afortunadamente, Lady Alicia estaba feliz de hacerme compañía y, como resultado, todos fueron breves. Se presentaron formalmente y me invitaron a hablar de nuevo si surgía la oportunidad. A diferencia de cierto vizconde, todos fueron muy corteses.

“Sir Fenix, eres muy popular”. La Sra. Raino se acercó a mí después de que hube terminado de saludar a la mayoría de las personas. “Mis disculpas. Estoy seguro de que debes estar cansado, pero no pude resistirme a hablar contigo”. Ella sonrió disculpándose antes de dirigirse también a Lady Alicia. “Su Alteza, me disculpo sinceramente por la intrusión sin tacto y por perder su precioso tiempo”.

“No me importa. No pensé que podría tener el Fénix para mí solo de todos modos. No se contenga, oficial Raino”.

“Aprecio su generosidad, alteza. Intentaré que sea breve”. La Sra. Raino me sonrió. “Tu actuación anterior fue impresionante. Me hizo reconocer una vez más la habilidad de los caballeros de Sacula”.

“Gracias.” Pero la mitad de mis ex compañeros de clase podrían haber ganado ese duelo. Sin las espadas saboteadas, probablemente incluso más de la mitad.

“Heh heh, me gusta cómo tu mirada implica que no era un oponente difícil. Pero ya sabes, el vizconde Yanga fue subcampeón en el último Torneo Real”.

“¿En serio? Entonces, ¿hace cinco años?”

“Sí, hizo una gran actuación. Aunque en ese entonces estaba un poco más delgado”.

“Ah, ya veo.” Solía ser fuerte en su apogeo. Hace cinco años, eso debería ser justo después del golpe de estado del vizconde Yanga. Lo más probable es que solía entrenar adecuadamente antes de convertirse en vizconde y simplemente estar acostado de espaldas con las piernas extendidas todo el día. “Pero eso realmente no dice mucho sobre el duelo de hoy”.

“Tal vez, pero ha ganado varios duelos como este en los últimos años”. Eso dijo aún menos. ¿Quién sabía qué trucos había utilizado en esos duelos? “De todos modos, después del duelo de hoy, tengo muchas más ganas de que llegue el Torneo Real, Sir Fenix”. La Sra. Raino apretó el puño, convencida de que yo participaría. La hermosa e inteligente mujer se veía linda haciendo ese gesto juguetón.

“Sí, creo que puedes esperar un espectáculo estelar”.

“Oh, suenas bastante confiado en ti mismo”.

Teniendo en cuenta que iba a participar alguien mucho más fuerte que yo, tenía todas las razones para tener confianza. Esperaba su reacción dentro de unos días.

Ignorando el significado detrás de mi sonrisa, la Sra. Raino se despidió sonriendo.

Una vez que la despedimos, Lady Alicia se tapó la boca y se rio. “La oficial Raino realmente cree que lucharás en el torneo. Bueno, también la mayoría de la gente, de hecho”.

“Pero parece que sabes quién participará realmente”.

“Sí, me lo dijo ella misma”, confirmó Lady Alicia y me miró. Parecía que quería decir algo.

“¿Su Alteza? ¿Qué es?” Intenté buscar información.

“Nada.” Ella negó con la cabeza con una mirada serena. Como siempre, era genial reprimiendo las cosas.

“Sabes que puedes ser sincero conmigo”.

“Gracias. Pero esto es algo que no puedo decir precisamente porque eres tú”. Me pregunté cómo debí de haberme visto en ese momento. Sentí que mi decepción se estaba mostrando. “No pongas esa cara. Seguiré trabajando duro para poder contártelo algún día”, proclamó Lady Alicia con una expresión inesperadamente alegre. Me sentí un poco aliviado de que no parecieran ser malas noticias. Aun así, no pude evitar preguntarme.

“Bueno, entonces estoy deseando que llegue ese día. Por lo tanto, asegúrese de recordar. O mi decepción será inconmensurable”.

“Heh heh, ¿tanto?” Lady Alicia se rio entre dientes y se secó una lágrima de risa al escuchar mi obstinada pregunta. “Está bien. Te prometo que definitivamente te lo diré algún día”. Continuó pronunciando mi nombre en silencio como si fuera a hacer un voto. Por un momento, ella desvió la mirada avergonzada, pero inmediatamente recuperó la compostura. “Heh heh, ha pasado un tiempo desde que me divertí tanto en una fiesta, Fenix”.

“Me alegro de que te estés divirtiendo”. Parece que me he convertido en todo un caballero. ¿Quizás pueda convertirme en un caballero senior pronto?

“La gente ha comenzado a bailar. ¿Me harías el honor? En conmemoración de este día”. Ella extendió su mano.

“Con mucho gusto, Su Alteza.” Cortésmente tomé su mano y la llevé a la pista.

Destacamos entre la multitud, pero eso era inevitable ya que ella era la princesa. Yo también habría mirado en su lugar. Sin embargo, como caballero, y también personalmente, no pude negarme a tal solicitud que me viniera de ella. Así era la naturaleza de nuestra relación tal como se había cristalizado hace dos años.

Comenzó la canción, pero antes de que pudiera dar mi primer paso, Lady Alicia se echó a reír una vez más.

“¿Hay algo mal? No tengo mucha confianza en mis habilidades de baile, pero ¿no me vas a decir que me equivoqué al escoltarte aquí?”

“No, en absoluto. Eres muy suave”. Casi había empezado a sudar frío allí por un momento. “Es solo que… nunca hubiera pensado que terminaríamos bailando así cuando te conocí”.

“Yo tampoco.”

Cuando conocí a Lady Alicia, ella se había disfrazado de Lord Arthur. Incluso durante las lecciones de baile en la academia, ella siempre había interpretado el papel masculino.

“Es muy divertido estar cerca de ti, mi Fenix”.

Ambos comenzamos nuestro baile con una sonrisa y, a medida que avanzaba la canción, nuestros pasos se acercaban gradualmente.