Shijou Saikyou No Daimaou Murabito A Ni Tensei Suru (NL)

Volumen 2

Capítulo 35: El Ex-Señor Demonio En Estado De Shock

“Con esto, nuestro festival escolar ha llegado a su fin. De aquí en adelante, comenzará el tradicional Festival del Espíritu. En un momento podrás disfrutar de la deslumbrante danza de los espíritus”.

El Torneo de Batalla del Rey Espada había terminado, y multitudes de multitudes salieron del área mientras este anuncio viajaba por la escuela.

“Me pregunto qué tipo de programa será este año”.

“No hay forma de que pueda vencer al último. Fue increíble.”

A pesar de que el evento principal del torneo había terminado, todavía había invitados mezclados con los estudiantes mientras miraban colectivamente el dosel oscuro arriba con anticipación. Mientras esperaban el final del festival, me dirigí al Árbol del Rey Espada.

Para cumplir mí promesa con Sylphy.

… Arrastré mis pesados pies. Cuando pensé en lo que me esperaba, mi ritmo se volvió lento. Probablemente ya estaba esperando.

Temía tener que hacerla esperar un poco más.

“… Honestamente, ¿por qué las cosas resultaron así?” Suspiré y miré hacia el cielo. Sería muy fácil echarle la culpa de todo a otra persona. Pero…

Lo hice. Tuve que asumir la responsabilidad.

“No tengo más remedio que aceptar cualquier resultado que se me presente”.

Estaba ansioso y asustado mientras seguía avanzando con dificultad.

Mi destino se acercó cada vez más… Y finalmente llegué al Árbol del Rey Espada.

En la oscuridad, se erguía con dignidad, se cernía sobre mí con cierto carácter sagrado. El área alrededor del enorme Árbol estaba vacía… excepto por Sylphy, que esperaba frente a él sola.

En su pecho, sostenía la réplica de la Espada Sagrada, el premio por ganar el torneo… el modelo de Lydia.

Podía sentir mi pecho apretarse. Al mismo tiempo, me hizo darme cuenta de que era hora de afrontar lo que me venía encima.

… Mientras mantenía esta sombría resolución, sentí una presencia detrás de mí.

“¿Me pregunto por qué lleva la réplica de la Espada Sagrada?”

“Obviamente, es para que él elogie su victoria. ¿Me estás preguntando eso en serio?”

Eran Ireena y Ginny. Oculto a la vista, los dos tenían curiosidad por ver qué estaba pasando.

“Oye, Ard Meteor. Te he estado observando todo este mes”, comenzó Sylphy con una voz tranquila, dejando que sus labios formaran una sonrisa suave. “Siempre has sido amable y confiable… y has limpiado mis líos sin un solo mundo de queja”.

Ella no tenía más que elogios para mí.

“Oh, esto es absolutamente una confesión. No hay duda de eso. ¡No puedo esperar a ver cómo responderá! “

“… ¡V-Voy a detenerla!”

“¿Qué? ¡Espera! ¡No se interpongas en el camino!”

“Deja. Me. ¡Ir!”

Tanto Sylphy como yo decidimos ignorar a los dos que estaban jugando en la parte de atrás.

“Oye, Ard. Yo—”

En este punto, sabía lo que estaba pasando, incluso si estaba totalmente indefenso en lo que respecta al amor.

Sylphy estaba tratando de transmitir sus sentimientos por mí.

“Ard, yo—”

No hay forma de que pueda permitir que me digas esto.

“Sylphy, escúchame.”

Me preguntaba qué pasaría una vez que revelara todo.

Lo sabía perfectamente bien, y era hora de irse.

Pero Sylphy me interrumpió y siguió hablando con la expresión más amable: lo último que esperaba.

“Yo… yo… no puedo evitar querer matarte”.

No pude entender esto en absoluto. No pude hacer nada más que quedarme estupefacto.

Por otro lado, Sylphy me lanzó una sonrisa de sed de sangre y locura.

Un instante después, la réplica de la Espada Sagrada en sus manos comenzó a emitir una luz tenue. Junto con él, el Gran Árbol detrás de ella estaba liberando un aura de color blanco plateado.

“¡Esto es…!”

Su brillo despertó un sentimiento de nostalgia de alguna manera…

Sentí un latido en mi pecho.

No era mi corazón. No… Fue el alma de Lydia la que respondió desde mi interior.

“E-Es Aquí Donde Proclamaré Tu Liberación”, cantó Sylphy.

Al mismo tiempo, la réplica de la Espada Sagrada y el Gran Árbol estallaron en partículas de luz, emitiendo una masa iluminadora que convergió en una colonia y se reunió ante Sylphy.

Se convirtió en una sola espada gigante y reveló su verdadera forma.

“¡¿Qué…?!” Mis ojos se abrieron de par en par.

Mi corazón latía rápidamente y estaba absolutamente empapado en sudor.

Thrump.

Thrump.

Thrump.

Además, podía sentir el alma de Lydia gritando. Era la primera vez que reaccionaba de esta manera tan obvia. Y la causa de todo eso tenía que ser esa cosa flotando ante Sylphy: una espada plateada tallada con un complejo diseño azul cielo. Ornamentación sencilla y silueta tosca.

“La Espada Sagrada Vald-Galgulus. Y antes, el arma amada y divina de Lydia la Champion,” murmuró Sylphy de una manera fría e inhumana.

Ella agarró su empuñadura. “El verdadero estaba sellado dentro del Árbol del Rey Espada, y la réplica fue la clave para desbloquearlo. Ahora, ¿por qué la academia estaría ocultando esto? Que fascinante. ¿Es el destino? Quizás. De todos modos, he logrado uno de mis objetivos”.

Ese tono claramente no era el de Sylphy. Era como si estuviera poseída…

Pero irradiaba un deseo de matar, y eso no era ningún truco o fraude.

“… Demise-Argis”, ordenó, y otra Espada Sagrada fue convocada a su mano vacía.

La espada dorada, Demise-Argis.

La espada de plata, Vald-Galgulus.

Una Espada Sagrada en cada mano…

Me hizo pensar en Lydia la Champion, mi ex amiga.

Mi pecho dio un vuelco… Podría ser que el alma de Lydia dentro de mí estuviera evocando algo con las Espadas Sagradas.

“¡Sylphy…! ¡Tú…!”

¿Qué estás planeando? Antes de que tuviera la oportunidad de hablar, dejó claras sus intenciones.

“Arstella. Brilla, Oh Alma. Fotoblis. Conviértete En Mi Luz… ¡Tenneblick! ¡Y Disipa La Oscuridad!”

Con su antiguo encantamiento, el patrón azul tallado en la Espada Sagrada Vald-Galgulus parpadeó. Entonces todo su cuerpo se envolvió en un aura plateada, como una armadura, y dio un paso adelante mientras esos ojos ardían y brillaban con una luz salvaje.

“Tu cabeza será mía, ya sabes, Ard Meteor”.