Shijou Saikyou No Daimaou Murabito A Ni Tensei Suru (NL)

Volumen 1

Capítulo 19: El Ex-Señor Demonio Y Un Plan Para Atacar

O de lo contrario esa persona morirá.

Jack me había enviado estas inquietantes palabras, y lo seguí con creciente ansiedad a nuestro destino, la oficina de la enfermera en la academia. Era casi sereno allí, a diferencia del caos que actualmente causaba estragos en la ciudad.

El conde Golde estaba al lado de la cama, lanzando hechizos de curación sobre… Weiss y luciendo absolutamente lleno de desesperación. Pero tan pronto como me vio, se disolvió en una mirada de esperanza.

“¡Oh! ¡Gracias a Dios que estás aquí, Ard! Podrás curar a Weiss, ¿verdad?”

Tanto Golde como Jack emitieron simultáneamente un “¡Hey, Hey, adelante!”, así que asentí una vez y me acerqué a Weiss, que estaba semidesnudo sin heridas externas. Supuse que Golde las había sellado con sus hechizos, pero el rostro de Weiss estaba pálido y parecía estar al borde de la muerte.

Pero eso no fue gran cosa. Coloque mi palma derecha hacia su cuerpo, lanzando Heal, un hechizo de bajo nivel, y fui testigo de cómo el color volvía a su rostro en poco tiempo, hasta que finalmente abrió los ojos.

“¿Dónde estoy…?”, Preguntó Weiss, sentándose en su cama y escaneando la habitación con una expresión salvaje.

Pero no le llevó demasiado tiempo evaluar la situación. Lanzó una rápida mirada a Jack y Golde, ambos aturdidos de alegría.

“Te agradecería si tuviera tiempo”, se disculpó antes de volverse hacia mí. “Seré breve. Mi hija, Ireena… ha sido secuestrada.”

“… Ah, eso pensé”.

Puede haber sido lo que esperaba, pero esta noticia me apuñaló en mi corazón.

Weiss continuó sin tener en cuenta mi cambio de humor.

“Es… Elzard, el Rey de los Dragones Frenético, quien se llevó a Ireena. Parece que se infiltró en la academia disfrazada de Jessica, mientras unía fuerzas con los demonios y planeaba destruir el mundo…”

… Ya veo. Así que Jessica era la traidora, pensé para mí mismo, pero no estaba tan sorprendido de verdad. Había notado algo sospechoso en ella por alguna razón inexplicable. Pero no había tenido pruebas sólidas, lo que significaba que no había podido tomar medidas drásticas para echarla de la academia.

Pero… pensar que su verdadera forma era Elzard.

“Whoa, dame un descanso. ¿Primero un Dios malvado, luego el Rey de los dragones frenético? Un enemigo mítico es suficiente…”, señaló Jack. El sudor en su rostro era revelador.

“¿No hay algún tipo de error? ¿Podría ser un farsante haciéndose pasar por Elzard?”, Sugirió Golde, luciendo dudoso.

Weiss dejó escapar un suspiro laborioso y sacudió la cabeza.

“Mi conciencia entraba y salía, pero logré evaluar sus habilidades de lucha. Yo diría que es comparable al Dios Maligno que destruimos hace una década… No, tal vez aún más poderoso”.

Golde cayó en silencio, junto con Jack. Los tres parecían tristes. A fin de cuentas, esta era una situación difícil. Dicho esto, lo que teníamos que hacer era simple.

“Todo lo que tenemos que hacer es pensar en cómo traer de vuelta a Ireena. La fuerza de nuestros enemigos no cambia nuestra meta”, murmuré antes de hacerle a Weiss la única pregunta que me había estado molestando por un tiempo.

“Por cierto, ¿por qué demonios secuestraron a Ireena? Me di cuenta de que la habían estado atacando por algún tiempo. Supuse que era para vengarse de los héroes que derrotaron al Dios Maligno, pero este incidente lo lleva demasiado lejos. ¿Podría haber un motivo oculto?”

Weiss guardó silencio por un momento.

“Llevamos el nombre de Olhyde… pero es un alias. Toda esta charla sobre el barón Olhyde, quien gobierna las aldeas fronterizas remotas, es un frente. Mi verdadero nombre es…”

Se detuvo por un segundo antes de continuar con una mirada decisiva.

“Laville. En otras palabras, la verdadera familia real de esta nación”.

“Hmm. Lo tengo.”

“… ¿N-No estás sorprendido?”

“Simplemente no lo estoy mostrando”.

Si yo fuera un humano promedio, supongo que ahora sería el momento de expresar conmoción. Pero debes recordar que soy el Ex-Señor Demonio que ha vivido cerca de mil años en otra vida. Esto no fue suficiente para sacarme de mi juego A.

“Dicho eso, Weiss, incluso si tú eres el rey real e Ireena es la princesa…

todavía no explica por qué los demonios llevarían las cosas tan lejos.

Digamos que secuestraron a Ireena para usarla como una pieza de negociación por alguna causa. Todavía no puedo entender qué buscan. Lo que me hace creer que estás escondiendo algo más. ¿Me equivoco?”

Weiss dio una mirada de dolor y no dijo nada. Golde le dio unas palmaditas en los hombros.

“Creo que podemos decirle a Ard ahora ¿No crees? No hay nadie más confiable que él”, persuadió.

Weiss asintió con una nueva resolución.

“Nosotros… la familia Laville… llevamos la sangre de los Dioses Malvados…”

Su expresión decía que había planeado llevar esto a su tumba.

Por otro lado, Golde y Jack parecían saber esta verdad, ya que mantuvieron la compostura y me miraron fijamente.

¿Y qué? Esa fue mi reacción honesta a la bondad ante todo esto.

“¿N-No te sorprende esta noticia?”

“Estoy sorprendido, pero… todo tiene sentido ahora. Y eso supera mi sorpresa. Ireena fue atacada porque lleva la sangre de los Dioses Malvados. Todo se está uniendo. Supongo que los demonios planean usarla como sacrificio en su ceremonia para resucitar a los Dioses Malvados. Ella encaja perfectamente, ya que llevaba su línea de sangre y la atacaron por encima de ti, porque todavía no ha madurado como maga. Sí. Todas las piezas finalmente encajan”, concluí.

Los tres miraron boquiabiertos mi monólogo torrencial.

“¡Bwa-ha-ha-ha-ha! ¡Ese es mi hijo, está bien! ¿Ya ves, Weiss? ¡Está diciendo que no hay nada de qué preocuparse!” Jack golpeó la espalda de Weiss con una carcajada.

“Nunca imaginé que alguien más que nosotros tomaría las noticias con calma… Bueno, creo que la sangre lo hereda, tu padre fue igual”. Golde jugueteó con su barba con una sonrisa irónica.

“… Estoy aliviado”, murmuró Weiss, como si le hubieran quitado una pesada carga de los hombros.

Bueno, supongo que esto sería una gran revelación para cualquier persona normal.

Pero para mí fue como, ¿Y? ¿Qué hay de eso?

En mi vida anterior, había conocido a varias personas que llevaban la sangre de los Dioses Malvados, incluidos mis propios subordinados… y mi mejor amiga en esa vida, Lydia la Campeona, lo que explicaba mi total falta de reacción.

Weiss dejó caer más cositas.

“Debido a que adoramos al Señor Demonio como nuestra principal deidad, cualquier conexión con los Dioses Malvados se convierte inmediatamente en un objetivo para el asco y el odio. Si se descubriera que la familia real llevaba su sangre en su linaje… el gobierno sería derrocado sin lugar a dudas. Esta sangre es una bendición y una maldición. Hace a nuestra familia superdotada. Es por eso que la nación está mejor en nuestras manos”.

Esta era una situación difícil de todas las situaciones: estaba claro que una nación debía ser dirigida por los individuos más calificados y superiores, pero ellos eran los más discriminados en esta generación.

“Por eso nuestros antepasados crearon este sistema. La ‘familia real’ que se enfrenta al público en general está compuesta por títeres, ejecutando todo en la superficie, mientras que la verdadera familia real da su opinión sobre todas las grandes decisiones en las sombras… Creo que un nuevo sistema está muy retrasado, pero no he podido encontrar la solución correcta”.

Comencé a ver que algunas dificultades solo podían ser entendidas por verdaderos reyes como Weiss, que miraba hacia abajo y suspiraba abatido.

Respondí con un simple “Ya veo” antes de volver al tema en cuestión.

“Bueno, Weiss, me gustaría que me concedas acceso a la bóveda del tesoro en el palacio. Sé que esto es grosero de mi parte, pero tengo que dejar en claro que es una orden, no una solicitud. Lamento preguntar esto cuando te acabas de recuperar, pero tienes que moverte”, le dije secamente.

Weiss pareció sentir lo mismo y respondió: “Te lo dejo a ti”, mientras se levantaba silenciosamente de la cama.

Cuando salimos de la habitación, Golde gritó detrás de nosotros.

“¿Q-Qué planeas hacer, Ard?”

“¿Qué planeo hacer? Traer a mi amiga, y eso es todo”.

“¿C-Cómo puedes estar tan tranquilo…?” Golde me miró sin comprender por un momento antes de arruinar su rostro. “No quiero decir esto, pero estamos hablando de Elzard, ¿sabes? Incluso tú…”

Eh, claro. Más bien, ¿Quién es Elzard?

Para Golde y otras personas de los tiempos modernos, Elzard era un famoso dragón blanco: una entidad única con una inmensa presencia. Pero para mí, ella no era más que una lagartija descomunal. Como cualquier otro dragón. Por otra parte, estaba mucho más débil ahora que en mi apogeo. Seguramente no será una pelea difícil.

Dicho eso, no era tan débil que algún aspirante a lagarto pudiera arrojarme como su juguete. No es que yo diría eso en voz alta. Sabía que los problemas seguían cuando hacía ese tipo de declaraciones. Era lo que era.

Saqué mi pecho. “Conde Golde. Permítame informarle”, dije, fuerte y orgulloso. “La palabra imposible no está en mi léxico”.

… Gracias a que Weiss movió algunas cuerdas, pude entrar a la bóveda del tesoro bajo tierra con Weiss y la Reina Rosa, que en realidad era un sustituto de la verdadera familia real. La bóveda interior estaba llena de estantes que contenían un magnífico grupo de tesoros nacionales.

Algunos de ellos se destacaron para mí: un abrigo, del color del vacío. Una lanza carmesí. Un par de zapatos azules. Estos eran exactamente lo que estaba buscando.

Eran conocidos como la Armadura del Señor Demonio, o un poderoso equipo mágico compuesto por 666 piezas que personalmente había creado en mi vida pasada.

En mi testamento, había ordenado que estas piezas se extendieran a todos los rincones del mundo. Los había dejado como una carta de triunfo, en caso de que cualquier Dios Maligno resucitara después de mi muerte.

Parecía que mis subordinados habían seguido estas instrucciones perfectamente. Este país estaba salvaguardando actualmente tres de ellos como tesoros nacionales.

“Ard Meteor. ¿Qué es exactamente lo que planeas hacer con ellos? ¿Estoy seguro de asumir que no puedes empuñar la Armadura del Señor Demonio?”

“Sí, ciertamente no. Eso sería imposible”, admití.

No se trataba de que me negara a ser el centro de atención. Quiero decir, incluso en los estándares del viejo mundo, estas armas fueron configuradas para ser inutilizables para cualquier persona que no sean magos de nivel extremadamente alto. Con mi cuerpo ahora, mi poder mágico se agotaría por completo si manejara una pieza de armamento, y mucho menos tres.

“No puedo usarlos como están, por eso los transformaré en armaduras más apropiado para mis habilidades actuales.”

““… ¿Huh?””

Rosa me miró con los ojos muy abiertos, e incluso Weiss se sorprendió.

“¿Dije algo sorprendente? Estos pueden llamarse la Armadura del Señor Demonio, pero no son diferentes de cualquier otro equipo mágico, ¿verdad? Son armas que han sido imbuidas de características especiales usando un hechizo de atribución, más o menos. Eso también significa que es posible reescribirlos para crear algo utilizable”.

“¡No, no, no! En teoría, tal vez, ¡pero nadie ha podido lograr eso! ¡Debes saber que reescribir una fórmula mágica requiere una comprensión perfecta del funcionamiento interno de estos atributos!”

“Además, no fue un mago al azar quien trabajó en estas armas, sino el mismo Señor Demonio, lo que significa que sus hechizos deben ser complejos y extraños… He oído que muchos se han vuelto locos tratando de entenderlos”, vocalizó Weiss con escepticismo….

Rosa parecía estar totalmente convencida de que nunca sería capaz de manejar esta hazaña mientras procedía a reescribir las técnicas ante sus propios ojos.

“Abierto. Puerta de la esencia.” Recité dos encantamientos, haciendo que los patrones geométricos salieran volando de las tres piezas, creando círculos mágicos de seis metros uno frente al otro.

Si consideró el hecho de que los círculos mágicos en esta época eran menos de diez celtas en promedio, el tamaño de estos fue más allá de la norma. Eché un vistazo a las cuatro fórmulas mágicas contenidas dentro de estos círculos mágicos, señalando con el dedo hacia ellas, para comenzar a reescribirlas sin problemas.

““Espera, espera, ¿qué?”” Rosa y Weiss estaban una vez más en armonía.

Escuché fragmentos de su conversación mientras gritaban detrás de mí: “Me dijeron que sería imposible para nadie más que el Señor Demonio descifrar estas técnicas” y “Después de todo, te haré mi esposo”.

Hice caso omiso de todos sus comentarios, escribiendo con absoluta indiferencia para reducir las capacidades de las armas a un nivel más apropiado para mi yo actual. En cuanto a los zapatos, cambié su composición por completo. Originalmente se hicieron para permitir que el usuario se moviera a alta velocidad, pero ahora estaba reescribiendo la fórmula para que me dejaran volar ultrarrápido antes de continuar con más modificaciones.

“Realmente desafías todo sentido común”, observó Weiss con una sonrisa irónica.

“Esa debe ser la razón por la que está tan enamorada de ti”, agregó antes de dejar escapar un pequeño suspiro.

“Puede ser difícil de creer porque ahora es muy diferente, pero hasta que te conoció, solía encerrarse en la mansión”.

Mi trabajo se detuvo por un momento cuando me di cuenta de lo que estaba diciendo.

“En aquel entonces, cualquier extraño era una fuente de miedo, porque ella sabía por instinto de que nadie podría descubrir nuestro secreto.

Estaba segura de que todos la perseguirían algún día… Ha cambiado gracias a ti. Pero fue tan terrible cuando era pequeña.”

El secreto de Ireena no era gran cosa desde mi perspectiva. Pero había sido suficiente para que ella lamentara haber nacido y poseer esta cualidad especial. Y lo digo de mala manera.

Ireena nunca dejó ver que llevaba esta pesada carga, mostrando su sonrisa eternamente brillante cada vez que estaba en mi compañía.

… Me pregunto cuánto dolor estaba detrás de esa sonrisa, pensé, sintiendo que mi corazón se abría de mi pecho.

“Después de que ustedes dos se conocieron, Ireena comenzó a aventurarse afuera todos los días. E incluso tomó la decisión de asistir a la academia… A decir verdad, había vivido días similares en mi pasado. Por eso me preocupé, preocupándome por si ella podría vivir una vida plena. Pero ahora, no estoy preocupado en lo más mínimo. Sé que ya dije esto antes, pero… todo es gracias a ti, Ard”, ofreció, justo cuando terminé de modificar estas armas.

Weiss pudo adivinar lo que vendría y me dio una mirada endurecida.

“Si los demonios tienen éxito, habrá grandes víctimas, e incluso más que eso… Ireena morirá. Me niego a aceptar eso. Ella todavía tiene mucho que vivir. Quiero decir, su vida acaba de comenzar”, continuó con los puños apretados con fuerza.

Él inclinó la cabeza. “Sé que soy el llamado Barón Heroico o lo que sea, pero ni siquiera puedo salvar a mi propia hija… Sálvala en lugar de su patético padre. Por favor.”

La reina Rosa habló antes de que pudiera responder. “Ella es un enigma. Ella nadó directamente hacia mi corazón. Cuando la conocí, me molestó su timidez… pero ahora es mi única y verdadera amiga. También te pido esto. Salva a Ireena”, terminó, inclinando la cabeza al lado de Weiss.

Les sonreí a los dos y di mi respuesta. “Déjenmelo a mí. Después de todo, yo deseo salvar a… mi amiga, que es más preciosa que mi vida misma”.

Quería ver esa sonrisa de nuevo. La salvaría sin importar qué.

… Incluso si nuestra relación termina como resultado.

Me equipé con la Armadura del Señor Demonio antes de abandonar la bóveda del tesoro y salir de los terrenos del palacio.

“¡Ard!”

Escuché a alguien gritar y vi a Ginny acercarse a mí con su cabello color melocotón sacudiéndose detrás de ella.

Asumí que ella había estado tratando de encontrarme y corriendo por todos lados, mientras se acercaba a mí con respiraciones agitadas y sudor que brotaban de su cuerpo como pequeñas cascadas.

“Vas a… salvar a la señorita Ireena… ¿verdad?”

“Sí, pero las cosas se pondrán peligrosas esta vez… y no dejaré que me acompañes”, ordené.

Ginny bajó la cabeza mientras asumía una expresión turbia, permaneciendo en silencio por unos momentos hasta que finalmente logró unir lentamente sus palabras.

“Me ayudaste a encontrar mi fuerza, Ard… Me diste confianza… y pensé que había cambiado. Pero… todavía no podía hacer amigos. Honestamente renuncié a toda esperanza y asumí que nunca sería capaz de mejorar esto… Pensé que iba a morir sola sin amigos y seguiría sola para siempre. Pero…”

Ginny se detuvo por un momento cuando las lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos.

“¡Pero la señorita Ireena… me llamó su amiga…!”

Grandes gotas de lágrimas cayeron en cascada por su hermoso rostro, que se había arrugado de tristeza.

“¡Ella llamó a… alguien como yo… su amiga…! ¡Por eso…!”, Gritó, sollozando ahora. “¡Tienes que salvar a la señorita Ireena!”

Agachó la cabeza con fuerza, inclinándose frente a mí. Alejé mis ojos de ella a una torre de reloj en la distancia y le di una pequeña sonrisa.

“Hmm. Podemos llegar a la hora de la cena. Pues bien, Ginny. ¿Qué tal si cocinas un poco de curry mientras esperas nuestro regreso? Supongo que Ireena va a estar hambrienta.”

Cuando permití que la magia fluyera hacia las grebas de mi armadura, invoqué un hechizo que me elevó suavemente en el aire. Me preparé para volar hacia el cielo cuando de repente recordé una última cosa.

“Cierto. Acabas de decir que no tienes amigos. ¿No te das cuenta de que, junto con Ireena, también te considero una amiga?”

Ginny me miró con ojos tan redondos como platillos.

Mi sonrisa se extendió un poco más cuando la llamé. “Cuando Ireena regrese, seamos tontos y volvamos a reír”.

“… ¡Sí!” Exclamó con lágrimas en los ojos, pero me di cuenta de que no eran de tristeza. Sonreí al ver a Ginny brillar entre sus lágrimas.

Y luego corrí hacia el cielo nocturno manchado en la oscuridad, disparando hacia arriba con todas mis fuerzas.