Oukoku wo Tsukuru Koto ni Shimashita

Volumen 3

Capítulo 8: Yuca La Concubina

Esperé a que Hasse se rindiera y viniera a pedir mi ayuda, pero esto fue más difícil de lo que pensaba.

Evidentemente, mi personalidad no era adecuada para sentarse en mis manos y esperar.

Pero había un problema que tenía que resolver antes de dar mi siguiente paso.

En una palabra, era un problema doméstico, algo que tenía que resolver por mi cuenta.

Ese día, visité la habitación de mi concubina Yuca. “Oh… Sir Regente… Pido disculpas por el desastre…”

¿Cómo lo expreso? Yuca no estaba acostumbrada a su habitación, o mejor dicho, no estaba acostumbrada a la vida en el castillo de Maust en general.

A pesar de ser la hija del clan Nistonia, cuyo señor ahora era un conde, todavía había algo rústico en ella. Sin duda eso era algo con lo que había nacido. Había un mundo de diferencia entre ella y Seraphina, la hija de otro señor.

Aun así, también podría deberse a que no había sido mi concubina durante mucho tiempo. El nuestro era un matrimonio político demasiado obvio y yo no había visitado mucho Yuca. Nuestro matrimonio hasta ahora se había traslapado con un período de intenso movimiento militar.

Incluso hoy, a pesar de ser la dueña de esta habitación, estaba en un rincón, tratando de hacerse parecer pequeña.

“Yuca, no eres un sirviente. Se te permite relajarse un poco más. ¿Mi cara es tan aterradora? No creo que parezca un orco o un ogro”.

“No, eso no es…”

Por alguna razón, ver el comportamiento asustado de esta chica me hizo cosquillas en mi sadismo, lo que me hizo querer burlarme de ella. Hice todo lo posible por controlar ese deseo.

“¿O tienes miedo de estar al lado de alguien que ha matado a tanta gente?”

“N-No, en absoluto… Eso no es todo… Estoy asombrada… todavía no puedo creer que pueda ser una de tus consortes, incluso si soy la menos importante…”

Yuca simplemente no tenía ninguna confianza en sí misma. En grado excesivo.

Por supuesto, no necesariamente la culpé. La historia se estaba reescribiendo a una velocidad vertiginosa. No era de extrañar que hubiera personas sin idea de lo que tenían que hacer en ese entorno para sobrevivir. Si eligen el camino equivocado, podría significar el final para ellos y para toda su familia. Debe ser mucho más estresante que ser un señor en una era estable.

La gran mayoría de la gente fingía no tener miedo o era demasiado densa para asustarse.

Aun así, que una de mis concubinas fuera así fue un problema para mí. Después de todo, todavía habría días inciertos esperando a Yuca. No iba a quedarme remilgadamente en mi lugar como regente. Si bien no declararía mi propio reino de la noche a la mañana, al menos estaría en el campo de batalla.

Razón de más para resolver esto rápidamente.

Por supuesto, estaba el asunto político con el clan Nistonia, pero mi relación con ella como mi concubina era más importante.

Me acerqué lentamente a Yuca, que se puso de pie y se alejó poco a poco hacia la pared, lo que hizo que pareciera que la estaba persiguiendo.

“¿Por qué te escapas, Yuca…?”

“Um… lo siento…”

Terminé empujándola contra la pared.

“¡Eep!”

Esto solo me hace parecer un villano…

“Yuca, me disculpo por asustarte, ¿pero seguro que huir cuando tu marido se acerca es un poco demasiado…?”

“Mis disculpas… todavía no estoy acostumbrado a tratar con hombres… No, eso no es todo… también me siento bastante intimidada por tus otras consortes…”

Yuca fue tan seria que terminó expresando todo lo que la preocupaba.

Incluso después de haberse convertido oficialmente en mi concubina, se había encerrado en su habitación.

Al principio, algunas de las otras consortes habían intentado invitarla a salir. Seraphina había estado entre ellos, pero según ella, “Yuca fue más difícil de mover de lo que esperaba. Ella es un desafío”. Evidentemente, las mujeres se habían rendido y, en algún momento, dejaron de invitarla a salir. Supuse que Seraphina y Yuca tenían personalidades opuestas.

Para empeorar las cosas, nuestro matrimonio se había producido justo antes de que yo partiera para mi campaña de conquista del norte, lo que significaba que no había estado mucho cerca de Yuca desde nuestro compromiso.

Por eso, Yuca se había encontrado aislada en los salones de mis consortes y mis sirvientes. No, esa no es la forma correcta de expresarlo. La propia Yuca había querido estar sola. Tampoco había salido mucho cuando todavía estaba con el clan Nistonia.

“Intimidada… ya veo. Bueno, estoy aquí para tratar de resolver eso”, dije mientras miraba a los ojos de Yuca. Lentamente acerqué mi rostro también.

“¿Resolverlo…?”

“Yuca, somos solo tú y yo ahora mismo, así que déjame ser franco. Quiero hacer el amor contigo, Yuca”.

Yuca se estremeció.

Yuca y yo estábamos casados, pero nunca habíamos consumado la relación.

Esto no fue raro. La mayoría de los matrimonios políticos son por el bien de los clanes involucrados. En los peores ejemplos, he oído hablar de señores que encarcelaron a su consorte en una torre al día siguiente de casarse.

Pero eso no lo hace bien.

Si no consumara la relación con Yuca en absoluto, significaría que simplemente la usaría por conveniencia política.

“Para poner mis excusas, estaba extremadamente ocupado. Pero tú misma eras muy tímida y una parte de ti me tenía miedo. Por eso seguí posponiéndolo, diciéndome a mí mismo que en ese caso no debería presionarla demasiado”.

“No, no es su culpa, Sir Regente… No soy tan hermosa como sus otras consortes, por eso sentí que era natural que no me visitara. Y me pareció tranquilizador”.

Pensé que ese sería el caso.

Comparado con una extrovertida como Seraphina, había algo sin adornos en la introvertida Yuca.

No era cierto que no fuera tan hermosa. Ella solo tenía un tipo diferente de belleza.

“Si me permites…” Suavemente tomé la mano de Yuca entre las mías. “Me gustaría hacerte el amor esta noche. Como mi consorte”.

Sin duda, ella no tenía ninguna experiencia. Los ojos preocupados de Yuca me devolvieron la mirada.

“Si te asusta, no presionaré el tema. No tiene sentido hacerte sufrir. Pero creo que si simplemente dejamos pasar el tiempo, te asustarás más. Porque probablemente volveré a estar en guerra”.

Esperé lentamente la respuesta de Yuca.

No había podido esperar mucho hasta este momento. Mi personalidad se adaptaba mejor a la ofensiva, al igual que durante la guerra, por eso no había podido resolver este problema con Yuca.

Ahora esperaría, hasta que Yuca comunicara sus sentimientos con sus propias palabras.

Si terminaba porque me tenía miedo, entonces no había nada que hacer.

Solo podía dar marcha atrás.

Yuca tardó un rato en hablar.

Mientras nuestros ojos se encontraban, la mirada de Yuca comenzó a vacilar.

Me pregunté si mi enfoque era demasiado extremo… Supuse que tratarla como lo hice con Seraphina o Laviala terminaría confundiéndola.

Realmente sentí que Yuca, aparte de su estatus, era una chica completamente normal. Había habido bastantes chicas como ella cuando yo era gobernante de una aldea rural. Cuando me convertí en un lord, dejé de ver a esas chicas.

“Si tienes miedo, simplemente podemos dar un paseo por el jardín tomados de la mano. Si incluso eso es demasiado… entonces estoy bien tomando el té juntos. Hagamos algo que te haga feliz”.

Sentí que me estaba esforzando muchísimo.

Era como si estuviera intentando cortejar a una chica de la que me había enamorado.

No… Este era yo estando realmente enamorado de la chica llamada Yuca.

Hasta ahora, había sido un señor. Si bien podía amar a alguien, nunca había intentado enamorarme de alguien. Estaba prácticamente garantizado que una pareja deseada miraría en mi dirección, así que no tenía ninguna razón para intentar que alguien me mirara.

Estaba esforzándome mucho para que esa chica Yuca me mirara. Esto era algo que nunca había hecho antes.

Sin duda, los hombres de las ciudades y pueblos tuvieron que hacer este tipo de esfuerzo para cortejar a las mujeres de las que se enamoraban. Entonces tendrían que ganarse su confianza, o terminarían siendo abandonados… Supuse que hicieron los movimientos una y otra vez.

— ¡Ba-ha-ha-ha-ha-ha-ha! ¿Qué estás haciendo, el hombre que sería rey? ¡Tienes casi treinta años! ¡¿Por qué pasas tanto tiempo cortejando a una chica tan sencilla?! ¡Es como si fueras un niño de catorce o quince años!

Incluso mi profesión se reía de mí. Supuse que cortejar desesperadamente a una chica no era el tipo de cosa que debería estar haciendo un hombre que aspira a ser rey.

Solo quería hacer felices a mis consortes.

Y había nombrado a esta chica como mi concubina de nombre, pero la había descuidado.

Solo quería enmendar eso.

—No había nada de malo en tu plan. Para hacer que el clan Nistonia enviara tropas, tu plan era dirigirte a la prefectura de Siala mientras tuvieras esa oportunidad. No fue un error. Si mostraras tu rostro, Soltis Nistonia se aliaría contigo. Siala también estaba cerca de la capital. Serviría como un excelente perro guardián.

Oda Nobunaga comenzó a entrar en un análisis detallado en mi cabeza.

—Pero luego empezaste a pensar en la chica que hiciste tu concubina, que era hija del clan Nistonia. Y luego, antes de que te des cuenta, tu cabeza está llena de esta mujer. Por supuesto, no hay nada mejor que poder informarle a su padre que tienes una relación amistosa. Pero eres el regente, no espera mucho de ti.

Mira, como te sigo diciendo, solo quiero hacer feliz a mi esposa.

No quería hacer más mujeres trágicas como mi hermana Altia. Pero afirmar eso y no poder cuidar de mis propias concubinas hacía que mi juramento pareciera vacío.

Yuca luego me miró a la cara.

“¡Heh-heh! ¡Sir Regente, esto es tan divertido!” dijo, y estalló en carcajadas. Pero había lágrimas en sus ojos.

“Soy simplemente la sosa hija de un lord promedio. No soy ni de lejos tan hermosa como Lady Seraphina, Lady Lumie, Lady Laviala o Lady Fleur. Pero aun así, a pesar de eso… me estás mirando con tanta seriedad…”

Yuca presionó su peso contra mi pecho.

“Pido disculpas por mi inexperiencia, pero le pido que me ame esta noche…

No sé nada, pero me gustaría hacer todo lo que pueda…”

“Gracias, Yuca”.

Apreté el cuerpo de Yuca. Se sintió tan ligera en mis brazos.

Después de eso, tuve mi primera noche con Yuca. Había tardado demasiado.

Yuca lucía como si estuviera luchando, pero al final me puso la mano debajo de las sábanas.

“Esto puede sonar presuntuoso, pero creo que encontré el secreto de tu fuerza”.

“¿El secreto?” lo dije con una sonrisa.

“No habría ningún otro caballero que fuera tan intensamente serio en su búsqueda de alguien como yo. Ya estamos más allá de las meras ganancias y pérdidas. Ir más allá de las ganancias y las pérdidas y querer lograr algo a pesar de eso no es algo que la mayoría de la gente pueda hacer”.

“Oh, ya veo lo que quieres decir”.

Quizás nunca hubo un regente que se esforzara tanto en amar a una mujer soltera.

Pero una cosa sobre su declaración me molestó.

“Yuca, no uses la expresión ‘alguien como yo’ de aquí en adelante. Esa es una orden como regente”, dije, endureciendo mi voz solo un poco. “Eres bastante hermosa. No te menosprecies así. Eres una de las concubinas del regente”.

“… Sí, me gustaría intentar no hacer eso de ahora en adelante”. En la cama, Yuca volvió a hundir su rostro en mi pecho. “Estoy muy feliz de ser amada por ti. Verdaderamente, verdaderamente feliz…”

Había tomado tiempo, pero pensé que al final podríamos amarnos como es debido.

Si es posible, quería mantener esta relación a partir de ahora.

Mañana, estaba planeando ir al clan Nistonia, pero estaba seguro de que podría soportar perder un poco de sueño.

Esa noche, busqué a Yuca por segunda vez.

***

Llegué a la capital del clan Nistonia, Port Nistonia, en la prefectura de Siala, con Yuca a mi lado.

No fue un viaje particularmente largo si se tomaba en barco desde Maust y luego a lo largo de la costa. Pudimos aprovechar las mareas y llegar a Port Nistonia esa noche.

“Bienvenido, sir regente. Debe haber sido un viaje largo”.

El conde, Soltis Nistonia, vino a recibirme. Era tarde en la noche, pero supongo que no pudo ignorar exactamente la llegada del regente. Debo haberle causado algunos problemas.

“Simplemente puedes llamarme tu yerno”.

Ante mi broma, Soltis Nistonia agitó las manos e insistió: “No, no, eso sería presuntuoso…”

“Escuché que las conquistas occidentales no van muy bien. Pensé que sabrías más”, le dije.

Ésa era la excusa, pero Soltis no era tonto. Sin duda, había adivinado mi verdadera razón para estar aquí.

“Es tarde esta noche, así que quizás sea mejor que descanses un poco.

Después de todo, uno no piensa bien cuando está fatigado”.

“Aprovecharé tu oferta. Gracias. Además, Lord Soltis…”, agregué con una sonrisa. “Tu hija y yo somos bastante íntimos. Yuca es una de mis queridas consortes. Te garantizaré que la haré feliz”.

Con eso, puse mi mano sobre el hombro de Yuca.

Soltis pareció momentáneamente desconcertado, pero luego respondió: “Gracias, sir Regente. Mi hija es una mujer afortunada por ser amada por ti”.

Pude ver por su expresión que estaba aliviado.

Incluso si ella era un chip político, no existía un padre que no se preocupara por la felicidad de su hija.

***

Al día siguiente, le pedí a Soltis que despejara la habitación y discutimos el tema en cuestión.

Soltis había sido mi aliado desde antes de que yo fuera regente. Siempre había sido leal a mi causa. Dado que mi suegro y mi cuñado me habían traicionado, no era una exageración decir que era mi suegro de mayor confianza.

“Sobre la conquista occidental, ¿parece que no sucederá sin mi participación?”

“Sí, ese parece ser el caso. Sin duda, estaba más allá de los límites de las capacidades de Su Majestad. Por supuesto, no era solo responsabilidad de Su Majestad. Los soldados eran débiles y los generales carecían de experiencia… Toda la situación hizo que ganar un ascenso ascendente… ”

Soltis describió un entendimiento que era idéntico a mi visión de la situación. Así de buenas eran mis fuentes de inteligencia.

“El vizconde de Kark no es un especialista en la guerra de asedio defensiva”, dije. “No hay generales especialmente capacitados en la prefectura de Orba. Sin embargo, si están luchando por ganar en el ataque, entonces el problema está en las fuerzas de la expedición occidental. Mientras regresaba a mi castillo de residencia para levantar las sospechas que se dirigían hacia mí, tengo la plena intención de marchar para ayudar a Su Majestad en el momento en que me pida ayuda”.

Soltis asintió lentamente.

“Una vez que haga su movimiento, Sir Regente, este enemigo no tendrá la más mínima posibilidad. Como mínimo, podrás conquistar fácilmente las dos prefecturas de Orba y Bilgund. Dudo que tengas alguna intención de luchar en alguno de los territorios antes del canal”.

“No. Y me gustaría que también participara en esta campaña, Lord Soltis”.

El  rostro  de  Soltis  se  tensó.  Aun  así,  no  parecía  ser  por  disgusto.

Probablemente esperaba que le pidiera tanto.

“Por supuesto, ayudaré… Sin embargo, el campo de batalla será tierra adentro esta vez, en la prefectura de Orba, por lo que no habrá mucho papel para la marina. No sé qué tan útiles serán mis fuerzas para ti”.

“No te estoy pidiendo que te comprometas con las líneas del frente. Pero si participas con una gran fuerza, estoy seguro de que los otros señores también enviarán tropas a la causa”.

La expresión de Soltis cambió. Parecía que entendía mi intención.

Si los lores que no se habían movido cuando Hasse partió en su expedición actuaran repentinamente cuando yo, el regente, llegué al frente, ¿qué clase de impresión causaría eso en los demás?

Llevaría a casa el punto de que yo era, de hecho, el líder de este reino.

Sin embargo, no tenía sentido probar la lealtad de cada señor individualmente. La mayoría de los señores fueron cautelosos. No tenían otra opción, dado que un paso en falso los condenaría.

Dicho de otra manera, si un gran señor da un paso al frente y lidera el esfuerzo, los demás podrían participar con confianza.

“Ya veo. Así que necesitas que te sirva de ejemplo para atraer a aquellos que están en conflicto sobre el envío de tropas”.

“Para los rufianes que no enviaron tropas a la expedición de Su Majestad, imagino que se volverán más cooperativos si ustedes toman la iniciativa en el suministro de fuerzas militares para mis refuerzos. Usaré mis propias unidades de élite para manejar la tarea de acabar con el enemigo. La duración de la expedición occidental ha significado que obtuvimos información sobre el enemigo. Deberíamos poder derrotarlos”.

Ya había obtenido información sobre el funcionamiento interno del enemigo de Yadoriggy. Parecía que no tenían muchos suministros, y si sembrábamos confusión entre su último escalón, estaba seguro de que terminarían haciendo una apertura. Después de todo, tenían un ejército bastante grande para una defensa prolongada.

Si bien el vizconde de Kark y sus fuerzas probablemente tenían la moral alta por derrotar a las fuerzas de la expedición occidental, esa moral estaba destinada a colapsar cuando se enfrentaran a la realidad del hambre.

“También aconsejaré a Su Majestad que pida su ayuda, Sir Regente. Creo que Su Majestad está buscando una oportunidad para retroceder tal como está”.

No pude evitar sonreír.

Eso se agradecería. Como mínimo, a Hasse le resultaría mucho más fácil asentir afirmativamente que si le ofreciera mis tropas directamente.

“Gracias, espero sus esfuerzos. Hagamos nuestro mejor esfuerzo para asegurar el futuro del reino”.

“En efecto. Para eso debemos contar con su ayuda, Sir Regente.”

Soltis y yo nos levantamos de nuestras sillas e intercambiamos un firme apretón de manos.

Luego agregué con calma a un lado: “Por favor, Lord Soltis, no me traicione como Ayles Caltis o Brando Naaham”.

Inmediatamente me di cuenta de que el rostro de Soltis palideció. Pensé que estaba sonriendo, pero tal vez esa sonrisa era aún más desconcertante que cualquier otra cosa.

“Juro sobre esto, pero todavía tengo que dejar en libertad a cualquiera que me haya servido lealmente hasta este momento. Siempre recompensaré la lealtad a mi causa. Me aseguraré de que el clan Nistonia progrese más. Así que, por favor, tenga cuidado de elegir el camino correcto”.

“Sí… Eso nunca sucederá… Además, ¿con quién se supone que debo ponerme del lado si no es usted, Sir Regente…?”

“Es cierto, me temo que no estaba preocupado por nada”.

Eso debería haber eliminado cualquier hostilidad.

Solo sírveme lealmente. Eso beneficiaría a su familia. No tomes una decisión estúpida como las que terminaron destruidas.

“Espero continuar con nuestra cooperación”, dije con una sonrisa serena.

El clan Nistonia definitivamente continuaría sirviéndome lealmente.

***

Después de confirmar el siguiente paso con el clan Nistonia, inmediatamente abordé el barco para regresar al castillo de Maust.

Era un viaje en barco y Yuca estaba a mi lado. Ambos nos sentamos en la cama. Si el barco se moviera erráticamente, simplemente recostarse en la cama aliviaría el mareo.

Si bien no había viajado mucho en barco cuando era más joven, por alguna razón no se vio realmente afectada por el mareo. Quizás vino de la sangre de los señores de una ciudad portuaria.

“Um… ¿es la razón por la que me amas tanto por el bien de esta alianza?”

Su voz era débil y no me miró a los ojos, pero había una crítica implícita a su pregunta.

“Estaría mintiendo si dijera que no tiene nada que ver con eso. Yuca, después de todo no eres una campesina, sino la hija de un conde “, le dije mientras pasaba mi brazo alrededor del hombro de Yuca. Pero creo que conoces mis sentimientos. Sí, sé que tengo varias consortes, pero eso no significa que no te quiera, Yuca”.

“Sí… entiendo eso…” Yuca se apoyó contra mí. “Aprecio el hecho de que me diste la oportunidad de reunirme con mi padre. Después de todo, si no tenemos suerte, es posible que nunca nos volvamos a ver”.

“¿Es eso lo que estabas pensando, Yuca?”

Era raro para ella hablar en términos tan drásticos.

“No, eso fue lo que me dijo mi padre cuando estábamos hablando a solas. Que habrá batallas que serán mucho más grandes que antes, y habrá demasiadas cosas que él no pudo leer o explicar”.

Evidentemente, Soltis se había preparado por completo para lo que estaba por venir.

Por supuesto, tenía la intención de ganar. Me había estado preparando para asegurarme de que lo haría. Pero eso no significaba que el enemigo vendría desprevenido, y era posible que lo inesperado cambiara los resultados en un instante.

Había muchos ejemplos en los libros de historia de una fuerza más pequeña derrotando milagrosamente a una más grande.

No sabíamos qué pasaría a continuación. Era posible que mis aliados pudieran morir en el proceso. Uno de los hermanos de Oda Nobunaga fue asesinado por el enemigo mientras estaba en campaña. Muchos de sus vasallos también murieron. No existía una campaña de unificación sin pérdidas.

Lo máximo que podía hacer era mantener esas pérdidas al mínimo.

—Oh, ¿qué es esto? Estás siendo bastante sentimental y pesimista hoy.

Oda Nobunaga, en asuntos como este, un poco de pesimismo no es tan malo. Los grandes comandantes no deberían confiar solo en que las cosas funcionen de la mejor manera, ¿verdad?

—Lo suficientemente justo. Al final, no lo sabrá hasta que realmente tome medidas. El camino del conquistador es solitario. Te has empezado a acostumbrar a esa soledad. Es una prueba de que has crecido. La unificación pronto estará a tu alcance.

Lo tomaré como un cumplido.

Oda Nobunaga, unificaré el mundo de la manera que no lograste.

No sé dónde estás, pero mírame.