Last Round Arthurs (NL)

Volumen 1

Prologo: Abriendo Las Cortinas Del Escenario.

“…‘ Vamos, muchacho. Nuestro joven rey. En el día más sagrado de nuestro Señor y Salvador, debes sacar esta espada de la piedra “, dijo Merlín”.

Había algo inusual en esta noche.

Examinando la escena, uno podía ver los innumerables rascacielos que se alzaban como lápidas y sentir el viento seco que se deslizaba entre siluetas oscuras. La luna blanca brillaba en el cielo como una calavera. El aire escalofriante pasó flotando, a veces aparentemente conteniendo la respiración, como si también temiera algo siniestro.

“‘Con el debido respeto, Lord Merlin “, comenzó Sir Kay. “Es por voluntad de Dios que quien empuñe esta espada no será sino el rey de este reino”, recitó un niño japonés, de unos dieciséis o diecisiete años y que vestía uniforme escolar.

Era de mediana estatura y complexión con el pelo corto y negro, una nariz recta y bien formada, y ojos intensos en forma de almendra.

Una sonrisa audaz y sarcástica jugó en las comisuras de su boca.

“‘Por lo tanto, es inconcebible que Dios se lo diera a mi escudero y hermanastro, Arturo”. En palabras de Sir Kay,” No “, respondió Merlín”.

El niño sostenía un libro gastado abierto en una mano.

Era una copia de , un libro de primera edición, publicado por Cornaliver Press, escrito en 1884 por John Sheep, un estudioso del folclore inglés.

Continuó balanceándolo en una mano mientras recitaba dramáticamente su contenido para sí mismo.

“‘Ahí, señor Ector, debe entender esto ya. Este niño había nacido en este mundo, el rey de Gran Bretaña y gobernante del mundo entero”.

No había una sola persona allí para escuchar su actuación, leída como un verdadero baladista. Eso fue porque estaba parado en el techo de un rascacielos, en su repisa, para ser exactos.

“‘Señor, caballero, atestigüe. Cristo, nacido en esta noche, nos mostrará un milagro para señalar quién es el rey correcto de este reino”.

Incluso con toda la ciudad extendida debajo de él, no parecía temeroso mientras estaba solo, iluminado desde atrás por la luna plateada.

“A voluntad de Merlín, Arturo agarró el mango de la espada en la piedra y la sacó con facilidad, por lo que todas las personas proclamaron en estado de shock:” Debemos hacer de Arturo nuestro rey. Es la voluntad de Dios que él sea el rey”.

Satisfecho, cerró el libro de golpe.

“… Arturo se convirtió en el verdadero rey de los nobles y la gente común, juró gobernar desde entonces con justicia. Por lo tanto, las cortinas se abrieron a las aventuras y batallas de Arturo -rex quondam, rexque futuras-el rey una vez y futuro”.

Cuando terminó, el niño colocó el libro a sus pies.

Luego miró hacia abajo con ojos pedregosos y una vista que superó con creces a cualquier hombre normal. Pronto, se concentró en su objetivo en las calles, oscuro en la noche como el fondo del mar… Sonrió muy levemente.

“Bueno… supongo que es hora de comenzar…”

Entonces, saltó.

Desde el techo del rascacielos, se sumergió en la oscuridad de abajo.

A primera vista, parecía que se estaba suicidando.

Pero cuando se desplomó, arrastrado por la fuerza de la gravedad, no había rastro de tristeza o desesperanza que uno pudiera esperar frente a una persona que intentaba morir.

“Aquí es donde continúa el sueño: ¡la batalla para convertirse en su sucesor!”

Mientras se precipitaba por el cielo, su risa cacofónica resonó y resonó a través de la noche.