Last Round Arthurs (NL)

Volumen 1

Capítulo 1: Reyes, Sirvientes y Joker.

Afilada y vivaz, una lluvia de rayas plateadas se lanzó y bailó, trazando arcos en el aire y ondulando mientras volaban. Cada vez que estos destellos se encontraban, los chirridos metálicos retumbaban y atravesaban la noche, mientras chispas estallaban y parpadeaban.

La oscuridad se asentó profundamente en un valle entre los rascacielos.

Bajo la luz de la luna, dos chicas se enfrentaron ferozmente entre sí con sus cuchillas. El arma de elección de una niña era una espada bastarda. El otro era un estoque. Sus armas estaban pasadas de moda para este día y edad, como si estuvieran en la era equivocada.

“¡HYAAAAAAAAAAH!”

“¡¿UUUUUUUGH?!”

Si sus armas parecían fuera de lugar, las chicas eran aún más extrañas. Para resumir su asombro, los dos se movían a una velocidad mucho más allá de lo que podría considerarse humano.

Recorrerían una docena de yardas en un solo paso. Con un salto, se lanzaron al aire, y en un solo suspiro, sus espadas brillaron innumerables veces mientras se cortaban rápidamente el uno al otro. Mientras giraban sus armas, la fuerza de los ataques creó un vacío, dividiendo el asfalto duro como el papel. Incluso los mejores atletas del mundo no podían competir con su agilidad.

Había algo extraordinario en ellos.

Su lucha frenética progresó bajo las estrellas sin que nadie más lo supiera. La luz de la luna rebotaba y centelleaba en las espadas, y más destellos de luz provenían de sus cuchillas. Pero a los ojos de una persona normal, la pareja solo se habría registrado como parpadeos en la oscuridad.

Si alguien pudiera ver a los dos, se darían cuenta rápidamente de que la chica con la espada bastarda estaba en una desventaja obvia.

“¡Oh-ho-ho-ho! ¡¿Es todo lo que puedes reunir, Luna Artur?!

La chica con el estoque dio la vuelta y empujó tres veces seguidas. Se movió a la velocidad del rayo, yendo hacia la frente, el estómago, el pecho; con tres destellos de luz plateada, asaltó meteóricamente a la chica espadachina bastarda.

“¡¿-UUUUUUGH?!”

La espada bastarda se enfrentó ágilmente a los repentinos ataques rápidos que la presionaron. Apartó un golpe a un lado, empujó otro lejos, y el tercer golpe encontró su espada.

¡SHLIIIIING! El aire vibró con el sonido penetrante de la oreja cuando chocaron en una explosión extravagante de luces brillantes.

“¡¿GAAAH?!”

El impacto hizo volar a la chica espadachina bastarda, inclinándose hacia atrás mientras intentaba recuperar el equilibrio.

Basado solo en la apariencia, el estoque parecía más delgado, más liviano y más débil en comparación con su gran contraparte, pero en verdad, era abrumadoramente superior en combate.

“— ¡¿Gah?!” Manteniendo su distancia de la niña del estoque, dio dos, tres pasos hacia atrás. “Ha… ha… ha…”, jadeó, conteniendo el aliento mientras preparaba ambos brazos de nuevo.

Parecía quince, tal vez dieciséis, una joven pulida de ascendencia mixta japonesa e inglesa, vestida con el uniforme de una escuela vecina. Bañada por la luz blanca de la luna, su cabello rubio emitía un tenue brillo, brillando como el oro y sacándola de las sombras. Enmarcaba su rostro como un halo.

Sus ojos dignos eran grandes con brillantes iris iolitas, casi de naturaleza felina. La pura voluntad y determinación brillaron en ellos, centelleando como llamas azules y penetrando en la oscuridad. Parecían agujerear el alma de los que estaban delante de ella.

Su piel era más blanca que la nieve, su rostro profundamente cincelado y definido con una delicada barbilla. Aunque sus curvas eran elegantes y femeninas, sus extremidades tenían un vigor juvenil… Era como si sus rasgos estuvieran unidos por voluntad divina, inspirados en una escultura de una diosa tallada en el mármol más fino del mundo.

Ella podría haber estado escondida bajo el velo de la noche, pero su presencia y mística no podían ocultarse. No importaba si alguien la había visto un millón de veces antes, ella todavía sería asombrosamente cautivadora con cada mirada.

Desafortunadamente, su espada era extraordinariamente… ordinaria. Era una espada bastarda simple y resistente, increíblemente común en la época medieval. En comparación con ella, el arma era mediocre en el mejor de los casos.

“Hmph… ¿Crees que podrías vencerme con una espada tan lamentable?”, Se burló la chica del estoque mientras golpeaba su punta hacia ella.

Esta chica de Irlanda del Norte vestía un abrigo negro y también parecía tener unos quince o dieciséis años con cabello plateado que instantáneamente recordó a las estrellas fugaces que se elevaban en el cielo de una noche de invierno. En coletas, ella era como un conejo blanco corriendo contra un fondo nevado. Con sus agudos ojos color esmeralda, su cara puntiaguda y su piel de porcelana tan suave como una muñeca de bisque, su aspecto recordaba a un elfo de una leyenda tolkienesca.

Y la espada en su mano valía una mención, o dos.

Era un estoque, pero obviamente no era uno cualquiera. Su hoja estaba forjada de un curioso metal que tenía un brillo peculiar, ni dorado ni plateado, y su guarda y empuñadura estaban adornadas con decoraciones brillantes. La espada claramente no estaba hecha por el hombre, era demasiado diabólica y santa.

“No te atrevas a subestimarme, Luna Artur”, escupió, girando el punto de su estoque hacia su oponente, Luna. “No dejaré que te burles más de mí”, advirtió. “¡Usando ese tipo de espada en un compañero candidato que espera tener éxito al Rey Arturo! Qué indecente de tu parte… Ahora saca tu Excalibur.”

Su hambre de batalla y su comportamiento intimidante asaltaron a Luna y casi la dejaron inconsciente.

“Si no luchas con todo lo que vales, si no te enfrentas a un rey con tu Excalibur, ¡entonces esta no es una verdadera batalla!”, Gritó. “¡Ahora saca la espada de tu Rey… tu Excalibur!”

Su estoque, su llamado Excalibur, brillaba divinamente en la noche.

Por un tiempo, Luna miró directamente a su oponente y su hostilidad visible, prácticamente irradiando de todo su cuerpo. Se permitió ser ridiculizada por un rato más antes de abrir la boca para responder…

“Vaya, mi querida (ex) amiga Felicia, me temo que eso es imposible”, anunció.

“¿Qué quieres decir?”

“Como dije. No puedo pelear contigo con mi Excalibur”.

“¿Qué? ¡Increíble! ¡¿Te atreves a insinuar que no estás dispuesta a lastimarme porque alguna vez fuimos amigas, ahora de todos los tiempos?!” Con estoque en la mano, Felicia entrecerró los ojos con indignación. “¡Me menosprecias! ¡Ya me he preparado para entrar en la batalla de sucesión del Rey Arturo! ¡No puedo soportar que estés fingiendo amabilidad cuando en realidad es desprecio! ”

Enfurecida, Felicia canalizó su pasión indomable hacia un rugido contra su oponente.

“Bueno, eso es porque… lo vendí…”, comenzó a admitir Luna. Su (ex) amiga se congeló como una estatua. “… Porque vendí mi Excalibur… por dinero”. “…”

“Por eso no tengo mi Excalibur en este momento. Entonces… ¡es imposible! ”

Heh. Las comisuras de su boca se aflojaron ligeramente en una sonrisa amable.

“¡¿Queeeeeeeeeeeeeeeeee?!” Felicia chilló histéricamente, parpadeando con incredulidad. “¡¡De ninguna manera!! ¡¿Tú lo vendiste?! ¡¿Por qué harías tal cosa?! ”

“Heh. Tuve un pequeño problema para reunir algo de dinero… ¡Pero wow!”, Contó alegremente. “¡Esa cosa era muy antigua, pero supongo que sigue siendo la espada legendaria Excalibur! Me deshice, así que…”

“¡¿Por qué ESTUPIDAAAAAAAAAAAAAA?!” La voz de Felicia se elevó una octava. “¡¿E-Entiendes algo, Luna?! ¡El Excalibur es esencial! ¡Es el arma principal de un Rey, y la necesitas como participante en la Batalla de Sucesión del Rey Arturo! ¡¿Qué vas a hacer después de perderlo tan temprano?! ”

“¡Está bien! ¡Ahorraré y lo volveré a comprar alguna vez! ”, Dijo ella en un tono fácil y alegre. “De todos modos, vamos a dejar esto por hoy…”

Ella trató de irse.

“¡¿Como si permitiera ESOOOOOOOOOOOOOOOO?!”

“¡¿UWHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGH?!”

Con una velocidad zephyrean despiadada, Felicia cortó la espalda de Luna, un ataque que apenas logró bloquear por un margen delgado como el papel.

“¡¿Qué crees que estás haciendo, Felicia?! ¡Estás llevando esta broma demasiado lejos! ”

¡Broma, maldita sea! ¿Crees que dejaría pasar esto? ¡Te haré abandonar la batalla aquí y ahora! ¡Prepárate!” Explotó, su voz rompiendo la noche mientras ella gritaba sin pausa.

“E-Está bien… um, ¡¿cuánto dinero quieres?! Ja, ja, ja…” Luna se rio entre dientes, formando un círculo en forma de moneda con su dedo índice y pulgar.

“¡No se trata de dinero! ¡¿Me tomas por un idiota?!” Ella, insensiblemente, hundió su espada.

“¡¿EEEEEEEEK?! ¡Esp-espera un segundo! ¡Yo… lo tengo, está bien! ¡Arreglemos esto con los Sirvientes! ¡Con los caballeros! ”Ella se enfureció en un solo suspiro mientras tomaba distancia en un nerviosismo. “Quiero decir, el verdadero Rey se mantendrá en el pináculo de la humanidad como el gobernante del mundo, ¿verdad? Y, um, el valor de un Rey se refleja en los caballeros que juran lealtad a ellos. ¡Somos reyes! En ese caso, ¿no deberíamos dejar nuestro destino en manos de los Sirvientes? Deberíamos, ¿verdad?”

“Hmph. Bueno… podría haber algún mérito en eso, “estuvo de acuerdo Felicia, envainando su espada y extendiendo una mano. “Sus afirmaciones están en línea con los objetivos de la batalla de sucesión. En ese caso, tendremos una pelea entre nuestros Sirvientes… ¡Desafío aceptado! ”

Su brazo estaba adornado con una pulsera de plata brillante, decorada con un fragmento de piedra con la inscripción VIII.

“Keter Chokhmah Binah Jesed Gevurah Tiphereth Netzach Hod Yesod Malkuth. — ¡Mana, dispersa y circula a través de mis Sefirot hasta mi Da’at!”, Recitó Felicia. Una luz fosforescente salió de su cuerpo.

Este era su Aura, su luz astral: la fuente de la vida, la sublimación de su maná y un poder alimentado por los milagros.

“Mi aura, guía a mi caballero. El octavo asiento de la Mesa Redonda, ¡presta atención a mi llamada!”

Con eso, su Aura estalló en varias rayas de luz púrpura, electrificando el aire, mientras corrían y bailaban por los alrededores. Después de enredarse intrincadamente, crearon un círculo mágico que se transformó en una Puerta.

Esta puerta convocó y materializó un caballero en el mundo. La figura era musculosa y juvenil, probablemente alrededor de veinte. Tenía el pelo recortado y rubio como la melena de un león, sus ojos de un verde intenso y su rostro masculino estaba bien arreglado. Era un joven caballero, lleno de majestad, que portaba una espada reluciente y vestía una armadura blanca en su forma alta, de huesos grandes y forma demacrada.

Este era el ritual secreto de la Dame du Lac: la invocación de caballeros. Este milagro convocaría a un caballero de la Mesa Redonda del Rey Arturo para servir como vasallo, un Jack. Esta magia solo puede ser realizada por un Rey, un candidato que compite para tener éxito en el trono de Arturo.

“He llegado humildemente a tus órdenes… mi señor”, anunció mientras se paraba al lado de Felicia, con su armadura haciendo ruido todo el tiempo.

Este caballero no era nada de lo que burlarse. Primero, estaba su valor discreto, que hacía que las armas modernas parecieran nada más que juguetes. Tenía una presencia poderosa y abrumadora que sacudió las almas de las personas.

Estaba más allá de los humanos: la frase lo describía tan perfectamente que era imposible que encajaran mejor en alguien más.

“¿Hmm? Eso parece un Sirviente bastante fuerte. ¡No tengo ninguna queja de tenerlo como oponente! ”Luna se jactó fríamente incluso mientras lo enfrentaba.

“Hmph. Date prisa y llama a tu Sirviente.”

“Bueno, no te apures. Llamaré al mío ahora mismo”.

Con una expresión serena, miró a Felicia, que resopló infelizmente, y sin perder el ritmo, Luna agarró el colgante de piedra en su cuello con la inscripción III.

“Aquí voy… Keter Chokhmah Binah Chesed Gevurah Tiphereth Netzach Hod Yesod Malkuth— ¡Mana, dispersa y circula a través de mis Sefirot a mi Da’at!”

Mientras recitaba las palabras, un brillo cegador también emanaba de su cuerpo.

“Mi aura, guía a mi caballero. El tercer asiento de la Mesa Redonda, ¡presta atención a mi llamada!”

En el aire, se abrió una Puerta para convocar a un caballero de la Mesa Redonda mientras las estrellas parecían valsar y atravesar la oscuridad. De esa escena fantástica, una niña se dejó caer para pararse al lado de Luna.

Ella era hermosa. Bajo la tenue luz de la luna, era inimaginablemente hermosa, casi etérea hasta el punto de que casi brillaba. Parecía apenas mayor que la chica que la convocó.

Su cabello vibrante solo podía describirse como llamas azul glacial, con ojos azules penetrantes que combinaban. Ella era como hielo encarnado. Y como si su belleza no estuviera más allá de la comprensión humana, todo su cuerpo también emitía un aire intrépido, haciéndola parecer inaccesible.

Solo tomó una mirada para ver que poseía un poder mucho más allá del alcance de cualquier humano común… lo que significa que era el mismo tipo de ser que el caballero masculino que tenía delante.

“Hah… ¿Qué tal? ¿Qué opinas de mi Sirviente?”

Con esta chica a su lado, Luna hinchó orgullosamente su pecho.

“¡¿Qué?!” Gritó Felicia.

“¡¿Q-Qué… es esto…?! ¡Esto es absurdo…! ”Tartamudeó su caballero.

Sus ojos se abrieron con asombro mientras miraban al Jack.

“¡¿Q-Qué está mal con ese Sirviente…?! Luna… ¡¿por qué harías esto?!” Felicia se estrujó, tragando saliva y sudando fríamente mientras perdía la calma.

Estaba perturbada por el estado de este pobre Sirviente.

Sus elegantes curvas estaban enfatizadas por un leotardo y mallas de rejilla, no por su propia voluntad, por supuesto, y llevaba una diadema de orejas de conejo… No importaba cómo la miraran, era una conejita, simple y llanamente.

“… ¿Eh?” Luna frunció el ceño al darse cuenta de la condición de su Sirviente.

“Sniffle, sniffle…” La conejita en cuestión abrazó su propio cuerpo avergonzada y se arrugó en un intento de mantener sus ojos fuera de ella. Su cara se puso roja como la remolacha, y todo su cuerpo tembló y tembló.

“¡¿Qué, qué pasa contigo?! ¿Qué pasa con ese disfraz ridículo y escaso? ¿Dónde está tu espada? ¿Tu armadura? ¿Qué demonios sucede? ¿Incluso te lo estás tomando en serio? ¡¿Eres una idiota?! ”Luna acosaba, haciendo que su caballero sollozara aún más fuerte.

“Uh… ¡T-Tú fuiste el que me obligó a tomar ese trabajo de escolta incompleto porque necesitabas dinero! ¡Incluso después de que te dije que no quería hacerlo…! ”

“¡Oh sí! ¡Lo olvide por completo! Tee-hee.” Luna sacó su lengua adorablemente y se tocó la cabeza.

“¿C-Cómo pudiste…? ¿Cómo puedes tratar a un caballero de la Mesa Redonda así…? Esto es demasiado para mí…” El caballero gimió, abrumado por las lágrimas mientras se desplomaba.

“¡L-Lo siento! ¡No debería haberte obligado a hacer eso, Sir Kay! ¡Dije lo siento!” Luna suplicó, rápidamente tratando de consolar a Sir Kay, la conejita llorando.

Felicia y su Sirviente miraron la escena que se desarrollaba con ojos impresionados por un momento.

“… Acabalas”, ordenó sin expresión.

“… Entendido”. El joven caballero preparó su espada como una muñeca mecánica.

“¡¿Espere?! ¡E-E-E-Espera un segundo! D-Deberíamos hablarlo primero, ¿no? ¡¿Correcto?! ¡La violencia no resuelve nada! ”

“¡Silencio! ¡Tus palabras no significan nada! ”, Gritó, haciendo a un lado a Luna, que era lastimosamente tenaz. “¡Casi vendiste tu precioso Excalibur por un cambio extra! ¡Hiciste que tu Sirviente trabajara por dinero! ¡Eres absolutamente inaceptable! ¡No hay forma de que seas apta para servir como Rey! ¡Echo mi juicio sobre ti!”

“¡¿No crees que estás siendo poco razonable?!”

“¡Actúa ahora, mi Sirviente! ¡Por favor vence a esta idiota a una pulgada de su vida!”

“¡Como desees!”

Blandiendo su espada, irrumpió hacia Luna a una velocidad aterradora, atravesando el espacio entre ellos. En comparación con sus movimientos seráficos, Felicia y Luna parecían moverse a paso de tortuga.

“¡Ugh-! ¡Ahora! ¡Agáchate, Luna!” Sir Kay se levantó para defender a Luna con su arma, pero…

“¡RAAAAAHHHHH—!”

En el mismo momento, los cerró con la ferocidad salvaje de un león y balanceó su arma para romperlos en dos.

Las espadas de los dos Sirvientes se estrellaron una contra la otra, sonando y haciendo sonar el aire.

“¡¿UUUUUGH-?!”

En el extremo receptor de un magnífico golpe, Sir Kay voló por el aire como una pelota de béisbol, atravesando la pared de cristal de un edificio cercano.

“¡¿Qué-?! ¡Es fuerte…! ”Luna gritó cuando fue testigo de esto y contuvo el aliento.

El caballero de Felicia no perdió otro momento y dirigió su atención a Luna.

“¡Prepárate!”, Le gritó, acercándose y balanceando su espada hacia ella.

O al menos, eso es lo que se suponía que debía pasar, pero algo más se interpuso en su camino.

“— ¡¿Gngh?!” El joven caballero debe haber notado algo de repente, cuando su espada se detuvo en seco antes de girar y finalmente barrer sobre su cabeza.

Al mismo tiempo, un fuerte chirrido de metal atravesó el aire y resonó a su alrededor una vez más. Había levantado su espada para encontrarse con la espada de otra persona.

En un instante, ese alguien se retorció hábilmente en el aire, y su segunda espada parpadeó y giró en una exhibición fantástica, como un rayo.

Aunque todavía estaban al revés, fuera quien fuese el recién llegado, apuntaban al torso del joven caballero.

“¡Tch!” Al intentar defenderse con su espada, el caballero se preparó para el impacto y sus cuchillas tronaron. La fuerza del golpe fue lo suficientemente grande como para derribarlo a pesar de su estatura, causando que las plantas de sus pies cortaran un camino de chispas en el asfalto durante varios metros.

“¡Cobarde! ¡Revélate! ”. Sus ojos intentaron localizar al intruso sin tacto, que lo había asaltado sin piedad desde arriba.

Pero este tercero se había ido, sin dejar rastro.

“Heh… ¿Dónde crees que estás mirando? Estoy por aquí.”

Esta voz rebotó y rebotó en las paredes, haciendo que cualquiera que escuchara se detuviera en seco. Eso fue todo lo que uno podía hacer.

En algún momento, el recién llegada se había movido detrás de Felicia… y sostenía una cuchilla desnuda en la base de su cuello.

“De ninguna manera…” Con la sensación escalofriante del frío metal rozando su piel, estaba completamente atónita…

“¡¿Qué-?! ¡¿Imposible?! ¿Cuándo…?! ”Los ojos del caballero estaban muy abiertos, prácticamente a punto de partirse en las esquinas. Solo podía pararse allí, quemando la imagen de su propio señor arrinconado en sus retinas.

“Oh, ni siquiera pienses en hacer algo divertido, ¿de acuerdo? Sí, tú, el Sirviente de allá “, advirtió el intruso con una sonrisa delgada y espantosa, acercando la espada al cuello de Felicia mientras hablaba. “Haz cualquier truco y cortaré la cabeza de esta chica sin pestañear”.

El tercero era un niño de unos dieciséis o diecisiete años, japonés, que vestía el uniforme de una escuela cercana. Con la excepción de las espadas que sostenía en sus manos, parecía relativamente ordinario.

Pero el tenor de su amenaza sugirió que realmente la mataría si quisiera… Había algo inexplicablemente terrible en él, lo suficiente como para que la piel de una persona se erizara.

Era obvio que no era una persona común.

En este sorprendente e inesperado giro de los acontecimientos, los cuatro: Luna, Felicia, el joven caballero y Sir Kay, asomando la cabeza por un hueco en la pared rota, estaban completamente estupefactos y aturdidos.

Este era un grupo de seres con una fuerza sobrenatural, capaz de atravesar el cielo en un solo salto y abrir la tierra con sus espadas. Pero incluso ellos estaban abrumados por la figura ante ellos.

“¿Qué-? ¿Quién eres?” Gruñó Felicia, con voz temblorosa mientras el desconocido continuaba presionando una espada contra su cuello desde atrás. “No podrías ser… otro participante en la batalla de sucesión del Rey Arturo… ¿o sí?”

“Bueno, supongo que sí. No es como si recibiera una invitación oficial de la Dame du Lac.”

“E-Entonces… ¿eres un rey? ¿O eres un Sirviente?”

¡Bam! En lugar de una respuesta, pateó a Felicia en la espalda y la lanzó al aire.

“¡¿Ahhh?!”

“¡M-Mi Señora!” El caballero de Felicia se movió rápido como un rayo para atraparla en sus brazos.

“¡Pfft!” El chico se echó a reír. En ese momento, su figura se nubló de lado, desapareciendo en la niebla.

“-¡¿Eh?!”

Él apareció de repente frente a Luna, protegiéndola.

Era casi como si se hubiera teletransportado.

“Bueno, no podría importarme menos si le corto la cabeza aquí y ahora, pero… bueno, ¿dónde está la diversión en eso? Te dejaré deslizarte por hoy. ¡Piérdete! ”Gritó el niño, sonriendo audazmente a Felicia y al joven caballero. “¿Qué? La batalla de sucesión del Rey Arturo acaba de comenzar. Tenemos mucho tiempo para jugar. Llamemos hoy una presentación amigable y déjelo así. ¿Cómo suena eso?”

Su risa era absolutamente radiante, como un niño que había conseguido un juguete nuevo… Al mismo tiempo, algo en él parecía una locura.

“¡Grr…!” La pareja derrotada miró al muchacho tranquilo y sereno. “¿Qué demonios…?”

Incapaces de entender el estado actual de las cosas, Luna y Sir Kay solo pudieron parpadear en respuesta.

Por un tiempo, esta tensión y ansiedad permanecieron en el aire y el silencio.

“…Muy bien. Si lo solicita, me retiraré por hoy… ”, Declaró finalmente Felicia, devolviendo su Excalibur a su vaina.

“Mi Rey, ¿estás seguro?”

“No me importa. Apenas tengo intención de perder con este chico en una pelea justa, pero… si hubiera tenido ganas, podría haber sido asesinado unos momentos antes. Si no pago esta deuda, estaría violando el código de caballería. Lo dejaremos así por esta noche”.

“Como desees…”, su caballero respondió solemnemente a su decisión.

“Tú el de ahí… ¿me das tu nombre?”

“Es Rintarou, Rintarou Magami”. El niño se rio con una sonrisa salvaje.

“Rintarou… ¿Magami…?” Hasta ese momento, Luna había estado completamente en silencio, pero ahora respondió, confundida.

“… Recordaré esto, Sr. Magami”. Tan pronto como escuchó su nombre, Felicia miró furiosa al niño, a Rintarou. “¡No olvidaré esta insolencia! ¡Prepárate para cuando nos volvamos a ver! ¡Juro por mi orgullo y espada que yo, Felicia Ferald, te derribaré!

“Claro, me gustaría verte intentarlo. No es que piense que tienes las habilidades para ello de todos modos”.

Ignorando sus burlas mientras se encogía de hombros, Felicia se volvió hacia Luna. “Por último, esto es una advertencia. Harías bien en retirarte de la batalla de sucesión del Rey Arturo”.

“¡¿Eh?! ¡¿Por qué?! ¡No hay forma de que haga eso! ¡Yo también quiero convertirme en Rey! ”. Ella pisoteó los pies como un mocoso malcriado.

“Te digo que no puedes hacerlo”, murmuró Felicia en voz baja. “Antes de que comenzara la batalla, el brazo administrativo de la Dame du Lac te evaluó. ¿Sabes lo que dijeron?” Ella la miró fría y lastimosamente. “Tienes el Sirviente más débil, sacaste el Excalibur más débil, y eres el peor candidato para el Rey Arturo… Todos piensan que eres un hazmerreír”.

“…!” Luna estaba en silencio.

“Los rumores eran ciertos: tu Sirviente es increíblemente débil. En ese caso, tu Excalibur no debe ser demasiado, tampoco… supongo que no importa, incluso si lo vendiste”. Después de denunciarla sin piedad, Felicia se dio la vuelta. “Al cruzar espadas contigo hoy, ahora estoy segura de que mereces tu título como el candidato más débil. Incluso si participas en la batalla, solo terminarás muriendo en vano. Luna, te aconsejo que te retires. Te advierto como tú antiguo amigo. Si no quieres escuchar… entonces no me dejas más que forzarte a salir”.

Al final, quedaba algo sin decir, una especie de firme resolución, pero Felicia no se lo explicó y dejó a su oponente con esas palabras cuando ella y su caballero se lanzaron del suelo y volaron hacia el cielo, tejiéndose y desapareciendo entre ellos. Los rascacielos.

“Finalmente se han ido…” Después de confirmar que habían abandonado completamente la escena, Rintarou envainó sus espadas.

Luego se volvió hacia Luna, parado detrás de él todavía confundido. “Ahora bien… no te lastimaste, ¿verdad? …Su Alteza.” “¿Huh? No, bueno… no lo hice. ¿Pero qué pasa contigo? ”

“Heh, lo sabrás pronto”, escupió nihilistamente, dejando la pregunta sin responder y dándole la espalda a Luna. “Bueno, eso es todo… Hoy es el acto de apertura. ¡Paz, alteza!”

Luego comenzó a correr a una velocidad tremenda y, en el momento siguiente, desapareció en las calles del crepúsculo como el viento.

“Ah… en serio, ¿qué pasa con ese tipo…?” Luna, ahora sola, solo podía suspirar.

“No puedo entender quién podría ser”. Finalmente volviendo a levantarse, Sir Kay se había acercado a su lado. “… Pero dudo que sea bueno. Por favor, asegúrate de mantenerte en guardia, Luna.”

Con ese comentario, el caballero miró con los ojos agudos y alertas de un guerrero, atravesando la oscuridad después de Rintarou… en su disfraz de conejita.

“Bueno, la Batalla de Sucesión del Rey Arturo finalmente ha comenzado…

Va a ser un largo camino de aquí en adelante”. Pero a pesar de sus

palabras, Luna tenía una leve sonrisa formándose en sus labios. “Hmm…

Rintarou Magami… ¿eh? …Jajaja…”

En ese momento, otra escena se desarrollaba en un callejón entre algunos edificios.

“Qué error… Él arruinó por completo mi comienzo”.

Allí, ocultándose, estaba Felicia maldiciendo amargamente a Rintarou.

“Se suponía que debía forzar a Luna Artur a salir esta noche… ¡Si tan solo ese tipo… si tan solo ese Rintarou Magami no hubiera intervenido! ¡¿Quién en el mundo es él?!”

“Felicia…” De pie junto a ella mientras se enfurecía estaba su joven caballero, reservado y callado.

… En ese momento, otra voz les habló.

“Oh, qué decepción, Felicia… ¿o debería llamarte Lord Ferald?”

Aunque estaba hirviendo en este callejón con rabia y resentimiento, esta voz helada la redujo instantáneamente a fuego lento, como empapada en agua helada. Desde las sombras profundas del callejón, estas palabras de repente se entremezclaron y se ataron tensamente a la pareja.

No parecía tener ningún calor humano, incesantemente despiadado y frío.

“Yo me encargaré de la candidata a la sucesión del Rey Arturo, Luna Artur, y la obligaré a abandonar… ‘Estabas tan entusiasmada, tan ansiosa, pero el estado en el que estás ahora… Por qué, como aliada, te encuentro deplorable. ”

Se les acercaron dos figuras, una grande y otra pequeña.

Fue la sombra más grande la que ridiculizó a Felicia. “Eres de una de las muchas casas antiguas y nobles que llevan el linaje del rey Arturo en los tiempos modernos. Como jefe de la casa del duque Ferald, ¿no te da vergüenza? Lord Ferald…”

“¡¿L-Lord Gloria?!” Felicia gritó, sin siquiera intentar ocultar su sorpresa y sospecha. “¡¿Por qué estás aquí?! ¡¿Qué negocio podrías tener?! ”

“Oh… No es necesario estar tan en guardia. Hemos unido fuerzas en la Batalla de Sucesión del Rey Arturo, para ser los últimos en pie… ¿No somos básicamente camaradas?” La sombra, Lord Gloria, se burló con considerable alegría.

Era difícil distinguir la figura bajo el velo oscuro de la noche en el callejón.

“Cuando un compañero está angustiado, te gustaría ayudarlo… ¿No es natural?” Lord Gloria se arrastró hacia adelante, acercándose cada vez más… y de repente sacó una espada del abismo oscuro.

Era tan largo como una persona era alta, una de dos manos. La hoja era completamente negra y gruesa, la empuñadura fundida en una forma siniestra. Verlo era desgarrador, como si estuviera irritando la cordura de uno… Ese era el tipo de aura ominosa que la espada desataba en el espacio entre ellos.

Esto estuvo mal. Esa espada fue una mala noticia.

Había algo en la espada que evocaba una respuesta instintiva de lucha o huida.

“Sí… Con los poderes de mi Excalibur, podríamos manejar a esos pequeños alevines…”

“¡Por favor espera!” Felicia gritó bruscamente, mientras se reprendía internamente por encogerse en respuesta a su sugerencia gélida. “¡No hay lugar para que entres aquí, Lord Gloria! ¡Este no es tu momento! ”

Con eso, sacó su propio Excalibur y se lo puso a Lord Gloria. La punta tembló ligeramente.

“¡Por el nombre de mi hogar, yo, Felicia Ferald, juro forzar a Luna Artur a abandonar de mi mano! Ella es mi presa. ¡Si interfieres, estarás violando el código de caballería! ¡Y si eliges oponerte a mí, entonces nuestra alianza ha terminado!”

“-?!” Junto a ella, los ojos del caballero se abrieron de sorpresa.

¿Estás haciendo esto, mi señor? ¿Estás realmente comenzando esto aquí? ¿Con este hombre?

Cuando se dio cuenta de la desesperada y firme resolución de Felicia, se preparó sin palabras para proteger a Felicia. De repente, los dos fueron asaltados por una intensa premonición de muerte, enroscándose a su alrededor como si fuera una serpiente venenosa.

Mirándolos, Lord Gloria parecía divertido cuando los dos se apartaron de él…

“Ah-ha-ha, solo estoy bromeando, Lord Ferald. No haré nada para dañar a tu preciosa amiga “, bromeó, empujando su siniestra espada de vuelta a la oscuridad de donde vino. “Cuento con la sangre élfica que corre por tus venas. Cuando Dame du Lac anuncie la búsqueda de los cuatro tesoros, sus poderes serán útiles. Hemos formado una alianza, después de todo…

Además, somos reyes, uno y lo mismo. Seamos un poco más amigables, ¿de acuerdo? ”

“¡…!” Felicia observó a Lord Gloria con extrema precaución y lentamente volvió a colocar su estoque en su vaina sin romper el foco. Sus dedos todavía temblaban levemente.

“Bueno, si eso está resuelto… ¿qué pasa con ese Rintarou Magami? ¿Se llamaba así? Es una especie de molestia “, maldijo Lord Gloria, sin preocuparse por su miserable estado. “¿Qué demonios es él? No parece que sea un Rey del linaje del Rey Arturo, y no es un Caballero de la Mesa Redonda… así que no es un Sirviente, y mucho menos una Reina que nos otorga nuestras misiones… ”

En ese caso…

“Ja, ja, ja… ¿Entonces tal vez podamos tomarlo al pie de la letra para ser un Joker?”, Estipuló la sombra más pequeña, acurrucada cerca de Lord Gloria.

De ninguna manera la sombra se parecía a un Jack, ya que la figura estaba envuelta de pies a cabeza en una túnica negra con capucha. Pero basándose en la voz y la estructura sola, la silueta parecía de alguna manera femenina, mujeril.

“¿Oh? ¿Sabes algo de él?”

“… No”. Después de un momento de silencio, la mujer en el capó sacudió la cabeza en silencio. “Pero sé que es una aberración. La organización que dirige esta batalla de sucesión del Rey Arturo, Dame du Lac, no aprueba a estos jugadores no invitados… Sí, creo que es como yo”.

Entonces, como si algo fuera gracioso, se rio para sí misma. “Ya veo, un Joker. Que apropiado. Ja, ja, ja… Independientemente, este es un juego unilateral, una victoria garantizada. Bueno… lo atribuiré como entretenimiento”.

En genuino deleite, Lord Gloria también soltó una carcajada. “Ahora bien, volvamos a nuestra conversación, Lord Ferald. Tal como lo prometieron, Luna Artur es tu presa. No interferiré… ¿Te parece bien? ”

“… Mientras lo prometas, no tengo quejas”.

“Pero… si veo que no puedes manejar a alguien como Luna… bueno, entiendes lo que sucederá, ¿no?” Lord Gloria le dio una sonrisa compuesta.

¿Hubo alguna otra persona en el mundo que pudiera causar tanto terror y miedo con una simple sonrisa?

“¡¿Ngh?!”

Más allá de esta sonrisa enmascarada había mala voluntad y malicia intimidante, sin fondo en profundidad. Felicia sintió que no era más que una niña.

“Espero… resultados de esta próxima batalla”. Con estas palabras de despedida, el hombre giró sobre sus talones y desapareció en la parte trasera del callejón.

La mujer encapuchada lo siguió como una sombra.

“… Luna… yo…”

Felicia solo pudo ver a la pareja irse mientras una expresión angustiada empañaba su rostro.