Fushi no Kami (NL)

Volumen 4

Capítulo 2: El Papel Odia Los Espacios En Blanco

Parte 3

Mientras expresaba mi preocupación con respecto a mi preferencia, Lord Itsuki simplemente se rio. “Pero también me ha estado molestando por las noticias de la Oficina de Promoción de la Reforma del Territorio, así que no es tan malo”.

En otras palabras, ¿tenía permiso para hacer todo lo posible?

“Entonces, ¿van bien las negociaciones con esos coleccionistas de novedades?” Yo pregunté.

“Sí, Su Excelencia también parece estar bastante ansioso”. En ese caso, había una forma de ganar algo de dinero.

“¿Recuerdas cuando pedimos algas de un territorio junto al mar? ¿Sería posible negociar con ellos?” Yo consulté.

“Oh, sí, lo recuerdo. Debería ser posible. ¿Por qué?”

“Bien, bien. Y también había un territorio cerca de las montañas famoso por sus aguas termales, ¿verdad?”

“En efecto. Conoces tu geografía”.

Los baños se consideraban un lujo en este mundo, así que algún día había pensado en pasar un rato de relax en una fuente termal. Tal vez podría pasar un mes entero bañándome y simplemente divirtiéndome en una fuente termal después de nuestro viaje al infierno. No hace falta decir que invitaría a todos los que me acompañen al infierno. Mientras imaginaba mi recompensa, me motivé aún más. Una razón más para hacer mi mejor esfuerzo.

“Lord Itsuki, ¿consideraría entregar una de nuestras tecnologías a otro territorio?”

“¿Una tecnología?” En ese momento, el rostro de Lord Itsuki se ensombreció. Parecía ser un tema delicado que agrió el ánimo incluso entre dos personas tan amistosas como nosotros. “Es cierto que hemos desarrollado nuestras tecnologías gracias a ti. No obstante, no quiero dejarlos tan a la ligera”.

“Entiendo tus preocupaciones. Sin embargo, dependiendo de la tecnología, podría tener un precio más alto si lo vendemos ahora”.

En poco tiempo, también habría imitaciones del modelo de avión. Después de todo, copiar era más fácil que crear. Por supuesto, era lamentable perder un monopolio ventajoso en esos términos. En consecuencia, el mejor método para compartirlo era enseñar generosamente a su vecino a cambio de una tarifa técnica y su buena voluntad una vez que hubiera obtenido suficientes ganancias con el monopolio. Aunque el momento sería difícil de lograr.

“Pero yo divago. Estaba pensando en una tecnología que actualmente no nos sirve de mucho. Probablemente ayudaría a venderlo a otros territorios. Y tampoco tenemos el monopolio”.

“¿De qué estás hablando?”

“He oído que los comerciantes adinerados de la capital real también tienen acceso a la misma tecnología”.

En este punto, Lord Itsuki se dio cuenta de lo que estaba hablando. “Ah, te refieres al jabón. Ahora que lo mencionas, usamos esas algas para hacer jabón”.

“Exactamente. Pedí las algas porque era necesario para hacer un jabón sólido”.

Le había informado que teníamos éxito en la fabricación del jabón, pero desafortunadamente, la producción en masa no era posible en esta etapa.

Lord Itsuki sonrió mientras se acariciaba la barbilla. Aparentemente, no vio ningún problema en dejar de lado nuestra tecnología de jabón. “Estás bien. No nos causará ningún problema si el jabón circula más ampliamente. Probablemente nos beneficiará, ya que será más fácil de vender”.

El jabón líquido que estábamos desarrollando actualmente en el laboratorio estaba casi listo para el consumo privado. Sin embargo, los ricos comerciantes constituían un obstáculo a la hora de entregar mercancías a la capital. Según los rumores, eran molestamente viciosos y se confabulaban con los que estaban en el poder para aplastar a cualquiera que interfiriera con sus negocios. No solo económicamente, sino también físicamente. No era inusual que aparecieran de repente bandidos bien equipados. Naturalmente, incluso yo tenía que tener cuidado cuando se trataba de asuntos que pudieran poner en peligro el orden público del territorio.

Como resultado, el jabón con la marca fénix solo había circulado en territorios amigos en el vecindario directo. El Sr. Quid siempre lamentó que era un desperdicio de ganancias venderlo solo en un área tan pequeña. Aunque no lo lamenté yo mismo, había jurado que algún día arrojaría a esos malvados y tiránicos mercaderes al valle del dolor. Y ahora, durante mi conversación con Lord Itsuki, se me ocurrió una idea. ¿Y si el jabón comenzara a circular más ampliamente en otros territorios también?

Los ricos comerciantes de la capital ya no mirarían a Sacula solo. Y no importa cuán influyentes fueran ellos o sus patrocinadores, no podrían ganar si pusieran todos los territorios circundantes en su contra. Imaginé que el jabón se haría popular en todos los lugares donde la influencia de los comerciantes no se extendía. Eventualmente, su monopolio del jabón colapsaría y, con él, su influencia general se debilitaría.

Como resultado, Sacula pudo actuar libremente y comenzar a aumentar su producción y ventas de jabón. La aparición de una nueva mercancía conduciría a una expansión del mercado, lo que a su vez estimularía la economía. Una vez que aumentara la circulación, el jabón se volvería gradualmente más asequible. Con una base de clientes ampliada y una mayor difusión del jabón, las condiciones sanitarias también mejorarían. Y mejores condiciones sanitarias influyeron positivamente en la salud de la población. Y los ciudadanos sanos podrían proporcionar la mano de obra necesaria para una economía ampliada. Aparte de los ricos comerciantes acostados de espaldas con las piernas extendidas, nadie perdería en esa visión del futuro.

Lord Itsuki y yo nos miramos con una sonrisa en la cara. Fue una sonrisa un poco malvada.

“Solo pensar en eso me hace sonreír, pero sospecho que también habrá algo para nosotros sí compartimos nuestro proceso de fabricación de jabón, ¿verdad?”

“Sospechas correctamente. Creo que podríamos esperar mucha gratitud de nuestros vecinos”.

“Suena bien. Muy bien. Tendré que abordar el tema con cuidado, pero creo que vale la pena la molestia”.

Como Lord Itsuki parecía estar completamente a bordo ahora, me acerqué a él. “Bueno, entonces, Lord Itsuki.”

“Déjamelo a mí.”

¡Qué respuesta más prometedora! Me sentí tan realizado que la fatiga de mis noches de noche desapareció.

“Enviaré inmediatamente una carta a mi pa—a Su Excelencia el Conde. Deberíamos apuntar a territorios con una billetera lo suficientemente grande que sea adecuada para la producción de jabón, ¿verdad?”

“En efecto. Si pueden conseguir algas, podrán hacer jabón sólido, que también es más fácil de transportar para los comerciantes. Y estoy seguro de que el jabón sería popular entre los clientes de las aguas termales”.

“¡Y por supuesto, pensaste en esto desde el principio! ¡Como se esperaba de ti! Tengo suerte de tener un subordinado tan inteligente”.

“No tengo tanta suerte como yo de tener un superior tan razonable”.

En nuestra emoción, comenzamos a trabajar en los detalles del proyecto para distribuir la tecnología de fabricación de jabón. Principalmente nos devanamos los sesos tratando de averiguar nuestros requisitos mínimos y deseados para presentarle a Su Excelencia el recuento para futuras negociaciones. Después de que terminamos y volvimos a nuestros sentidos, el sol de la mañana había salido. A raíz de mi tercera noche consecutiva, el sol parecía haber salido directamente del infierno. Sin embargo, parecía que de alguna manera me las había arreglado para conseguir los fondos necesarios para mi proyecto.

Primero, había reclutado al mensajero, luego al patrocinador, y ahora era el momento de obtener la columna vertebral de la operación: maquinaria moderna. Planeaba crearlo en el laboratorio de la Oficina de Promoción de la Reforma Territorial.

Cuando pasé por la sala de desarrollo de nuestro laboratorio, Lady Reina, la directora principal, y Hermes, el ingeniero jefe, así como todos los prisioneros artesanos, que estaban a cargo de las diversas tecnologías, me estaban esperando.

La mesa de la sala de desarrollo estaba cubierta de comida deliciosa. Sirviendo doblemente como comedor, la habitación tenía un ambiente serio pero elegante. Aunque, en realidad, solo era cuestión de falta de espacio y sacar lo mejor de la situación. Sin embargo, considerando que el laboratorio comenzó con una sola choza, esta fue una gran mejora. Nadie había tocado aún la comida humeante, así que debieron estar esperándome.

“Siento tener a todos esperando. Discutamos mientras comemos”. No quiero que este festín se desperdicie.

Me senté y le di un mordisco. Como era de esperar, estaba delicioso. Sabía aún mejor después de una siesta después de mi tercera noche consecutiva. Ahora que lo pienso, mi cuerpo aquí en este mundo era bastante fuerte, no perdí el apetito incluso después de una noche entera. Era perfecto para un entorno cruel como este. Sin embargo, mientras comía a mi antojo, nadie más parecía tener mucho apetito.

“¿Hay algo mal? Creo que la comida de hoy es exquisita como siempre”, dije.

Lady Reina respondió a mi pregunta con una mirada seria. “La Jefa Maika nos dijo que habías comenzado una gran tarea. ¿Es por eso que nos llamaste?

“Sí. Esta vez será una tarea un poco mayor”.

Fue nuestro primer experimento a gran escala, por lo que también implicó un salto repentino a niveles de dificultad de pesadilla. Sin embargo, no iba a decir que sería difícil, porque no quería bajarles la moral. Prometí ser un buen superior que tomara en consideración la moral de su subordinado. Sin embargo, mi considerada declaración provocó una oleada de tensión, como si alguien hubiera arrojado una piedra al agua. ¿Qué ocurre?

“Y-Ya veo. No es inesperado. ¿Están todos listos?”

¿Listo para qué? Aparte de mí, todos parecían como si les hubieran dicho que defendieran el castillo hasta la muerte. ¿Cómo pudieron sospechar de mí? ¡Todavía no había mencionado una sola palabra sobre una carga total en el infierno de vida o muerte!

En un intento por sofocar el temblor y calmar el estado de ánimo, proclamé lentamente: “No hay necesidad de estar tan nervioso. Te pediré que trabajes, pero si haces tú parte como de costumbre, todo irá bien”.

Desafortunadamente, mi mejor mentira no fue lo suficientemente buena para engañar a una sola persona.

Lady Reina, que fácilmente me había visto, golpeó la mesa y se puso de pie. “¡De ninguna manera eso es cierto!”

¿Q-Qué te hace decir eso?

“¡No es normal bajo ninguna circunstancia que te quedes despierto toda la noche para discutir asuntos! ¡Especialmente después de que acaba de regresar de una expedición! ¡Todos ya se han dado cuenta de que este será un trabajo difícil!”

Hermes también se cruzó de brazos y tomó el relevo de Lady Reina con una mirada angustiada en su rostro. “Incluso admitiste que es una gran tarea. Y nunca antes dijiste eso sobre nada”.

Dije una tarea un poco más grande. El “levemente” fue muy importante aquí, por lo que no debe pasarse por alto.

Sin embargo, ignoró eso y continuó: “Ya consideramos todas las tareas hasta ahora demasiado grandes para nosotros. Si ahora estás diciendo que este es un gran problema, entonces no quiero imaginar lo que eso significa para nosotros…” De repente, Hermes comenzó a temblar. Temblando de emoción, me lo imaginé. Seguramente. Probablemente. Más probable. Sin duda.

En otras palabras, parecía que todos estaban llenos de motivación para la próxima tarea. Seguramente. Probablemente. Más probable. Sin duda. Incluso si mi confianza estaba fuera de lugar, no tenía la intención de confirmarlo, por lo que nunca lo iba a saber. Así, se podría decir que la motivación del personal del laboratorio estuvo presente y ausente al mismo tiempo. Llamémoslo la motivación de Schrödinger.

En general, la motivación era escasa. Entonces, si se pudiera decir que estaban medio motivados, eso era esencialmente lo mismo que ellos estaban motivados. En otras palabras, estaban motivados.

Habiendo llegado a esa conclusión, me levanté y me incliné cortésmente. “Me gustaría expresar mi gratitud y respeto por la resolución de todos. Estoy orgulloso de estar rodeado de compañeros tan maravillosos”.

Sentí que todos me miraban como si estuvieran sorprendidos por el giro que había tomado la discusión. Debe ser mi imaginación.

“Mientras te tenga a ti, estoy seguro de que puedo llevar esta tarea un poco más grande al éxito, sean cuales sean los problemas que puedan surgir”, proclamé. Una tarea un poco más grande. Solo un poco más grande. “Bueno, entonces, parece que todos están ansiosos por saber qué es, así que permítanme explicarles brevemente la tarea”.

Lady Reina y Hermes intentaron decir algo, pero me las arreglé para mantenerlos a raya con una sonrisa. Primero, escuchen lo que tengo que decir. Luego, puede hacer preguntas más tarde, si queda tiempo.

“Quiero que mejoren nuestra maquinaria y equipo agrícola. Especialmente el tipo de cultivadores que son atraídos por ganado y caballos”.

Actualmente, había una escasez extrema de mano de obra en la aldea de Ajole. Cultivar esos campos en ruinas solo con la fuerza humana no era factible. Por lo tanto, necesitábamos arados que pudieran ser tirados por ganado y caballos. Incluso a Noscula se le habían proporcionado caballos y maquinaria agrícola cuando se desarrolló la aldea. La reconstrucción de Ajole fue esencialmente lo mismo que la creación de una nueva aldea, así que quería que tuvieran el mismo apoyo. Sin embargo, los cultivadores aquí eran herramientas ineficientes y primitivas que se rompían fácilmente. Había mucho margen de mejora. Como yo mismo no había profundizado demasiado en ese tema, lo iba a delegar a nuestro personal del laboratorio.

“Mejorando nuestro equipo agrícola… creo que tenemos que empezar por buscar referencias”. Respuesta correcta de Lady Reina de aspecto sombrío. “Voy a pedirle a Madre Yae que me ayude también. Arthur ya está cooperando”.

Antes de que se fuera, le había dado a Lord Arthur una lista de información que quería. Su primera carta de la capital iba acompañada de una colección de libros sobre agricultura. Lord Arthur no solo era considerado sino también rico. En mi respuesta, le expresé mi gratitud, entusiasmo y profundo aprecio, y le hice saber cuánto la amaba.

“Solo hojeé los libros, así que no estoy seguro de los detalles, pero los que me parecieron útiles están en la biblioteca del templo”, dije.

“Saber que hay libros ya es útil, pero desearía que tuviéramos más personas que pudieran ayudar…”

Era comprensible que Lady Reina tuviera una expresión de preocupación en su rostro. La mayoría del personal del laboratorio eran presos. Si bien es posible que muchos de ellos hayan aprendido a leer, se les prohibió entrar al templo. Incluso los ciudadanos los elogiaron por no parecer en absoluto antiguos criminales, pero oficialmente, seguían siendo prisioneros. Lamentablemente, la investigación requirió una gran cantidad de recursos humanos, que no pudieron proporcionar.

Asentí para tranquilizar a Lady Reina. “Te prestaré algunas manos. De todos modos, necesitamos identificar rápidamente lo que requiere mejoras, para que podamos comenzar con las pruebas. De lo contrario, no llegaremos a tiempo para este proyecto”.

Lady Reina se puso una mano en la frente. No pareció tranquilizarla en absoluto con mi útil propuesta. “Tienes bastante prisa, ¿no?”

Al ver su rostro preocupado, Hermes se disculpó expresando su opinión. “Reina, deberíamos hacer la investigación rápidamente. No queremos que el trabajo que viene después se acumule…”

“Sé que será peor si se realiza una copia de seguridad de la segunda mitad del proyecto. Intentaré reducir el tiempo dedicado a la investigación tanto como sea posible”.

“Gracias. Ayudaré donde pueda”.

Se sentía como si cualquier cosa que dijera ahora mismo los iba a poner más ansiosos. Este fue el gran peso de quienes dieron órdenes. Si bien había buenas razones para ello, hice que mis subordinados pasaran por grandes pruebas. Era difícil para un superior competente ser amado también.

Con motivo de tan gran responsabilidad, recordé las enseñanzas de la academia y les proporcioné con firmeza la última información necesaria para completar el pedido. “Por el momento, te daré un mes para terminar tu tarea”.

Después de proclamar la fecha límite, todos me miraron como si estuvieran viendo la desesperación misma. Como la persona que estaba allanando su camino al infierno con buenas intenciones, deploré su trato hacia mí como la encarnación de un desastre, pero solo por dentro.

De todos modos, había reclutado con éxito la columna vertebral de la operación, aunque su participación aún no estaba garantizada. Por ahora, había entrado en la fase de preparación, pero no estaba seguro si la columna vertebral estaría lista a tiempo para la batalla. Aun así, dado que el personal de nuestro laboratorio era extremadamente capaz, estaba seguro de que terminarían a tiempo. El nuevo juguete favorito de Hermes, el torno, iba a ser útil. ¿No es genial, Hermes? ¡Puede trabajar con el torno a su antojo!

Ahora bien, finalmente llegó el momento de reclutar al segundo al mando. Ya había atravesado un camino largo y peligroso, pero aún quedaba una larga marcha por delante. Esas buenas intenciones eran un lote codicioso que requería aún más sacrificios cuando ya estaban programados innumerables cuerpos enemigos para caer por la dedicación.

“Poder” iba a ser nuestro segundo al mando. Si quería volver a cultivar los campos en ruinas, siempre necesitaba fuerza. No importa cuán eficientes sean las herramientas agrícolas, solo son basura si nada las hace moverse. En otras palabras, “poder” en este caso se refería a la fuerza motriz.

Los únicos dos tipos de fuerza motriz que podían usarse para los cultivadores en esta etapa eran la fuerza humana y animal, que dependían de la fuerza muscular. Anhelaba la conveniencia de la energía eléctrica, de vapor y térmica. Tres años más y podría haber proporcionado una máquina de vapor. Sin ninguna ingeniería química, nos quedamos con la elección de la fuerza humana o animal, de las cuales obviamente era preferible esta última. La brecha entre la fuerza de tracción generada por la marcha cuádruple y la marcha bípeda era abrumadora. Solo un humano elegido por los propios dioses habría podido seguir el ritmo de los animales. Entonces había dos posibles candidatos: ganado o caballos. ¿Cuál fue la mejor opción? El ganado se destacó como compañero de agricultura. Los caballos eran mejores para tirar de objetos pesados. A fin de cuentas, esta vez los caballos fueron probablemente la mejor opción. Posiblemente nos permitirían ahorrar algo de dinero.

Nuestro plan requería que lleváramos una gran cantidad de comida a Ajole, lo que a su vez requería un carruaje. Y los carruajes, obviamente, estaban tirados por caballos. Dado que los caballos de carruaje estaban acostumbrados a tirar de pesos pesados, eran una buena combinación para trabajar con los cultivadores. Entonces, si alquilamos temporalmente estos caballos para cultivar también los campos además de transportar suministros de alimentos, resultaría mucho más barato que comprar nuestro propio ganado o caballos. Aun así, eran caballos de carruaje ante todo, lo que significaba que no podían quedarse en el pueblo por mucho tiempo. Como tal, el cultivo se llevaría a cabo durante un período muy corto siempre que trajeran los suministros de alimentos. No me agradó que tuviéramos que dividir el proceso en lugar de hacerlo todo de una vez, pero de esta manera era más barato. “Barato” era de hecho una palabra muy importante. Al menos tan importante como el “dinero”.

Si bien se me ocurrió la idea perfecta que conduciría a un final feliz aplaudido por todos, la verdadera pregunta era si alguien estaría dispuesto a alquilarnos sus caballos.

“¿Qué piensas, Quid?”

“Si eso es todo lo que necesitas, déjamelo a mí”.

Con una sonrisa amistosa, el Sr. Quid aceptó en el acto una propuesta que muchas personas habrían recibido con desaprobación. Nada mejor que tener un viejo amigo como él. El Sr. Quid me ofreció té mientras hablábamos en su espléndida oficina.

“Le cobraré una tarifa adecuada e incluiré una cláusula de compensación en caso de que uno de los caballos resulte gravemente herido o muera, pero me aseguraré de ofrecerle un buen descuento”.

Antes de que pudiera decir nada, él ya había regateado el precio por sí mismo. Sorprendentemente, esta parte de mi viaje al infierno se jugó en modo fácil.

“Me alegra escuchar eso, pero no tienes que exagerar”.

Actualmente, el Sr. Quid y su compañía habían ganado mucha confianza no solo en mí, sino en todo el territorio. Sería una pérdida para todos si se arruinara al bajar demasiado el precio. Sentí que había llevado esa misma preocupación hacia él desde que nos conocimos.

“Gracias por su preocupación. Pero no se preocupe, me aseguraré de no terminar en números rojos”.

“En ese caso, aceptaré con mucho gusto su generosa oferta, pero…”

¿Realmente iba a estar bien? Mientras me preocupaba por mí mismo, el Sr. Quid me tranquilizó con una sonrisa. “Estaré bien. Últimamente he estado haciendo negocios con la familia del conde, que también me presentó a clientes de clase alta de territorios vecinos. Incluso si terminara teniendo pérdidas debido a daños en mis caballos, podría cubrir los gastos con mis ganancias hasta ahora”.

“Había oído hablar de sus tratos comerciales, pero parece que han ido incluso mejor de lo que esperaba”.

“Gracias a nuestra confraternidad. Puedo ofrecer artículos que nadie más tiene, por lo que no haré un déficit tan fácilmente”.

Las ventas del Sr. Quid de los nuevos productos de nuestro laboratorio iban bien. Qué socio comercial confiable y digno de confianza.

“Pero, lamentablemente, mi empresa todavía se considera un recién llegado debido a su rápido crecimiento. Últimamente, he estado recibiendo algunas advertencias de comerciantes más experimentados”, agregó.

“Es comprensible, ya que ha obtenido más y más clientes”.

Algunos chicos intentaban martillar el palo que sobresalía. Independientemente, el Sr. Quid estaba muy tranquilo en sus preocupaciones.

“Justo cuando estaba pensando en la advertencia de mis mayores, llegaste con tu propuesta, que parecía la oportunidad perfecta”.

“¿Porque se relaciona con la administración del territorio?”

Le permitiría asociar públicamente su empresa con la familia del conde, lo que luego actuaría como un disuasivo, ya que nadie quería quejarse con alguien cercano a los que estaban en el poder.

El Sr. Quid asintió con calma. “Sí. Y por lo que me dijiste, parece que estaríamos ayudando a la gente. Ahora que mi empresa ha crecido un poco, también necesito comenzar a pensar en devolver parte de mis ganancias a la sociedad”.

“¿Oh?”

Parecía que el Sr. Quid incluso estaba dispuesto a hacer algunas pérdidas para ser reconocido por el público como un comerciante benévolo. Si tuviera lazos con el gobernante y una buena reputación pública, ni siquiera un comerciante establecido desde hace mucho tiempo podría obligarlo. Y si alguien lo intentaba, lo más probable era que perdiera la pelea. El Sr. Quid ya estaba pensando como el dueño de una gran corporación. Estaba orgulloso de ver lo lejos que había llegado.

“Por eso, me encantaría aceptar su propuesta”, concluyó.

“También agradezco su ayuda. Parece que nuestros intereses se alinean esta vez”.

Nos dimos la mano con una sonrisa en la cara. Ya tenía muchas ganas de trabajar juntos durante muchos años.

“Por favor, hágame saber cuántos vagones y cuánto tiempo los necesitará una vez que lo sepa. Si los míos no son suficientes, arreglaré algo con otra empresa”.

“Aprecio tu ayuda. Te haré saber los detalles”.

Ya estaba compitiendo por crear deudas a su favor. Ya podía verlo convertirse en el principal comerciante de Sacula dentro de diez años. La astucia del Sr. Quid fue una gran ventaja.

De todos modos, había arreglado el tablero para que pudiéramos poner las cosas en marcha lo antes posible. ¿Y quién era el general a cargo de nuestro asalto? El general había estado sentado cómodamente en su asiento desde el principio. Si bien no necesitaba que lo convencieran, tampoco pude ejercer ninguna influencia sobre él. Su nombre era “suerte”. Algunos también lo llamaron “fortuna”, “suerte” o “destino”, pero de cualquier manera, no había mucho que pudiera hacer. Este general fue tan influyente que pudo anular todo el resultado. Era capaz de hacer un lío completamente solo. Todo lo que los mortales podíamos hacer era preparar todo lo demás de una manera que minimizara la influencia del general en la pelea. “El hombre propone; Dios dispone”, por así decirlo. Por lo demás, tal vez podríamos ir a orar al templo si tuviéramos algo de tiempo libre. Mis oraciones estaban dirigidas a la Diosa Yuika.