Fushi no Kami (NL)

Volumen 4

Capítulo 1: Doblado De Papel

Parte 4

Ambos alimentos en conserva no cumplieron con el mínimo necesario para calificarlos como comidas agradables. Y, desafortunadamente, también representaron los límites de los alimentos en conserva a largo plazo en este mundo. De hecho, eran raciones de emergencia para consumir una vez que la ciudad se hubiera quedado sin alimentos, en caso de un desplazamiento masivo de ciudadanos por malas cosechas o ataques de demonios. Incluso entre los alimentos en conserva, estos eran probablemente los que habían recibido la menor consideración en términos de sabor. Si bien eran ciertamente mejores que comer corteza de árbol, no estaban destinados a ser consumidos como alimentos empaquetados. Realmente solo estaban destinados a emergencias, para evitar morir de hambre.

Dado que estos alimentos se fabricaron principalmente durante la cosecha de otoño, la mayoría se estropeó dentro del almacén. Y no hace falta mencionar que se tiraba la comida podrida. Si bien cumplían el importante propósito de minimizar el daño en el peor de los casos, también eran artículos altamente desechables, lo que era un gran desperdicio en un mundo asolado por el hambre. Como tal, la población del dominio había llegado a la siguiente conclusión: “Nos maldecirán si tiramos la comida.

¡Deberíamos usarlo antes de que se estropee, comenzando por los que se ven peor! ¡Qué idea tan genial! ¡Pongámonos a trabajar!”

Sin embargo, parecía poco probable que alguien que no estuviera hambriento fuera a comer una comida de tan horrible sabor. Además, no parecía la mejor idea dar alimentos después de su fecha de caducidad a aquellos que estaban hambrientos. Cualquiera que ya estaba debilitado por el hambre puede haber muerto por comer alimentos a medio echar a perder. Definitivamente no habría sido un buen aspecto si los suministros del conde hubieran dado el golpe de gracia.

A partir de ahí, la conversación pasó a: “¿Qué tal si se los entregan a esos soldados fuertes? Necesitan comidas en conserva para sus patrullas. Estas raciones de emergencia cuentan como comidas en conserva, ¿verdad?”

Como resultado, los soldados terminaron pagando el precio.

Pobres tipos. Tampoco querían llevar comida que fuera similar a veneno en sus ya difíciles viajes fuera de la ciudad. Y su lealtad no era lo suficientemente fuerte como para haber comido la comida desagradable sin decir nada. Por lo tanto, pensaron para sí mismos: “¿Qué tal si vendemos estas supuestas provisiones y compramos algo de comida con las ganancias? Podemos obtener fácilmente mejores carnes secas, pan duro u otros alimentos en escabeche. ¡Qué idea tan genial! ¡Pongámonos a trabajar!”

El único problema era dónde los iban a vender. ¿Y quién los iba a comprar? La mayoría de la gente habría dudado en recibirlos incluso de forma gratuita. Aun así, había personas que no tenían suficiente comida, por lo que las provisiones no eran imposibles de vender. Además, eran los soldados que mantenían la paz del dominio. Seguramente, pedir prestado un poco de dinero no iba a ser castigado. Si vendieran la comida barata, probablemente podrían conseguir que una persona pobre y hambrienta se la comprara. Sin embargo, si lo iban a vender barato, necesitaban vender lotes. Y como no había límite en cuanto a la cantidad que se les permitía sacar, y nadie sabía lo que podía pasar fuera de la ciudad, decidieron tomar más de lo necesario “como medida de precaución”.

“Eso explica en gran medida la situación actual de las comidas empaquetadas de las tropas. Para ser franco, es un hervidero de actos ilícitos: malversación, extorsión y colusión”, concluí.

“Sin duda eso es algo malo, pero no puedo culparlos demasiado”, expresó Glen sus sentimientos honestos.

Todos en la compañía de Sir George estuvieron de acuerdo con él. Fue fácil ver cómo ninguno de estos actos ilegales se había convertido en un problema hasta ahora.

“Hay una aprobación tácita de todos. Te muestra cuán mala es realmente esa comida almacenada”.

Nadie que hubiera probado esas provisiones ni una sola vez iba a denunciar sus actos ilegales. Sobre todo porque iban acompañados de ese hedor a descomposición. No era de extrañar que la mayoría de los soldados no hubieran cooperado con respecto a la encuesta sobre sus cantidades promedio de comida. Si las provisiones terminaran siendo limitadas, sus ventas disminuirían y, a su vez, ya no podrían comprar comidas empaquetadas decentes.

“Teniendo todo eso en cuenta, esta propuesta sugiere detener el reciclaje de las existencias viejas como alimentos empaquetados para las tropas”.

“¡Qué atrevido!” Sorprendido, Glen agregó: “Como se esperaba de usted”. “Ese es un incidente más grande de lo esperado”, dijo Roland. “¿Incidente?” Yo pregunté.

Estaba trabajando en proyectos y asignaciones, pero no recordaba haber causado ningún incidente.

“Sí, ¿no es un incidente importante? ¿Romper una regla tan antigua de las tropas? ¿Es siquiera posible?”

“No planeo romper nada; Solo quiero enmendar algunos malos hábitos. No olvide que el conde en funciones Lord Itsuki es el responsable del ejército. Estoy seguro de que lo entenderá”. Lord Itsuki era un gobernante que apreciaba a sus tropas. Sabía muy bien lo importante que era mantener su buena moral. “Además, aunque actualmente se pasa por alto todo el tema, es innegable que sigue siendo un delito. Y es un gran problema que los soldados que se supone que deben hacer cumplir la ley sean criminales”.

“Supongo que tienes razón en eso. Ya puedo escuchar a la gente decir: ‘¿Cómo se atreven?’.”

“Dado que las provisiones se están vendiendo a los comerciantes, muchos ciudadanos ya están al tanto de la situación. ¿Y cuál es la diferencia entre un soldado corrupto y un ladrón? Aparte de la escala de su crimen”.

Este problema era contraproducente para el mantenimiento del orden público del dominio. La existencia de criminales solo dio lugar a más criminales. Y el aumento de la delincuencia finalmente llevó a actos cada vez más atroces.

“Suministre a los soldados comidas mejor empaquetadas, eso es todo lo que necesita hacer para resolver este grave problema. Además, restauraremos un mercado más saludable al deshacernos de todos esos comerciantes que estaban comprando y haciendo circular las existencias medio podridas”.

Tener el lado del conde causando tal desorden fue una receta para el desastre.

Glen asintió con la cabeza a la mayor parte de lo que estaba diciendo, pero ahora hizo una pausa e inclinó la cabeza en confusión. “Todo eso suena bien, pero ¿qué pasa con el dinero? Las raciones almacenadas se recaudan como impuestos, por lo que son esencialmente gratuitas,

¿verdad? Si compra la comida en el mercado, le costará dinero”. “Examinamos esa parte en detalle en nuestra propuesta”.

Después de todo, la práctica de reutilizar las provisiones como comidas empaquetadas se originó a partir de un intento de aprovechar al máximo los recursos limitados disponibles. Esto puede haber sonado grosero, pero si esta región no hubiera estado tan afectada por la pobreza, estos problemas no se habrían producido. Sin embargo, ese no era el caso: el campo remoto de la región era casi por definición pobre.

“Es cierto que saldrá más caro”.

“¿No será difícil pasar, entonces? Yo mismo no sé mucho, pero tengo la impresión de que es menos probable que las propuestas obtengan aprobación cuanto más caro es llevarlas a cabo”.

Así es. “Sin embargo, ese mismo dinero también regresará a la economía del dominio. Aunque, para ser precisos, será comida más que dinero”.

“¿Cómo es eso?”

“Los comerciantes que dependían de las existencias tendrán que empezar a vender alimentos adecuados”.

Ese fue el beneficio de reemplazar las reservas, que incluso alguien tan serio como Glen dudaba en llevarse a la boca, con comida adecuada. Estaba seguro de que Lord Itsuki lo entendería.

“De todos modos, endurecer la disciplina de la tropa es mi principal objetivo. Aquellos que se supone que deben atrapar a los criminales no pueden cometer delitos habitualmente. Cualquier costo resultante de este plan también puede considerarse una ganancia si observa el panorama completo”.

Por lo demás, solo necesitaba restar importancia a los inconvenientes y explicar los beneficios de la manera más tentadora y completa posible. No iba a mentir. Los oyentes pueden terminar con una visión ligeramente sesgada de la situación.

Por supuesto, esperaba un rechazo de los soldados molestos por tener que cambiar sus hábitos. Sin embargo, estaba seguro de que les agradaría no tener que pasar por el esfuerzo de vender sus raciones. Especialmente una vez que se dieron cuenta de que sus comidas empaquetadas no iban a perder calidad. Cualquiera que se opusiera a los cambios más allá de eso probablemente abusó de las prácticas actuales para llenarse los bolsillos. Y alguien así era un enemigo al que estaba dispuesto a purgar con Lord Itsuki de mi lado. Estar preparado. Venimos por ti.

Varios días después, Sir George aprobó la propuesta de las comidas envasadas después de revisarla. Sin perder tiempo, inmediatamente reservé una cita con Lord Itsuki y me dispuse a argumentar a favor de nuestro plan. Como asistente de Sir George, se me había asignado esta tarea. ¿No se supone que es el trabajo del oficial de más alto rango?

“Y esto resume la propuesta de las tropas regionales lideradas por Sir George. ¿Tiene usted alguna pregunta?”

“Como siempre, sus explicaciones son fáciles de entender”, dijo el conde interino.

Lord Itsuki sonrió como si estuviera viendo una comedia en el teatro. Parecía completamente un tío pasando un buen rato con su sobrina, quien se sentó a su lado con una sonrisa similar en su rostro. Sí, hoy Lady Maika estaba trabajando una vez más en la oficina de Lord Itsuki para su aprendizaje como noble gobernante.

“¡Eres genial en esto, Ash! ¡Pasas por alto las desventajas y elaboras solo las ganancias! “

“Maika, eso casi lo hace sonar como un fraude…”

No podía decir con certeza que iba a haber ganancias, pero creía desde el fondo de mi corazón que los resultados proyectados parecían prometedores si teníamos éxito. ¿En cuanto a la tasa de éxito? No estaba seguro de qué fórmula usar para determinar eso.

“Estoy de acuerdo con Maika. Siempre me impresiona tu elocuente discurso”. Después de estar de acuerdo con su sobrina, Lord Itsuki se aclaró la garganta y comenzó a hablar en un tono más serio. “Bueno, suena como un plan con nada más que ventajas. Maika, imagino que también te interesa esta propuesta como jefa de la Oficina de Promoción de la Reforma Territorial. ¿Cuáles son tus pensamientos?”

Parecía que Lord Itsuki iba a usar esta propuesta como una oportunidad para enseñarle a Lady Maika. Al ver que Lord Itsuki había cambiado su actitud de la de un tío a la de un conde en funciones, Lady Maika también se enderezó. Su personalidad vivaz y alegre, típica de una niña, dio paso a una mirada más refinada y seria al articular su opinión racional. Su discurso formal fue un placer para los oídos.

“Déjeme ver. Ya se ha hablado mucho sobre los méritos de nuestras tropas, por lo que no creo que haya mucho que pueda agregar a eso. En lo que respecta a todo el territorio, creo que el aumento de la circulación de alimentos será un resultado neto positivo”.

Lord Itsuki miró fugazmente en mi dirección después de su respuesta. Al parecer, quería presumir que su sobrina le había dado la respuesta perfecta. Sí lo tengo. También me sorprende su crecimiento. Continúe la prueba.

“¿Por qué es eso? Las comidas envasadas siempre se han comprado en el mercado. ¿No habría menos comida en circulación dado que las existencias ya no se venderán?” Preguntó Lord Itsuki.

“Eso es improbable. De hecho, se podría decir que el método actual está disminuyendo la cantidad de alimentos que circulan en el mercado”.

“¿Qué quieres decir?”

“Las raciones tienen un sabor horrible. Son productos defectuosos en el mercado. Imagine que tiene un vagón que solo puede transportar diez artículos y tres de ellos ya están defectuosos. Eso significaría que solo podría entregar siete comidas adecuadas, perdiendo las ganancias de las tres defectuosas”.

Lord Itsuki dio una sonrisa extremadamente tensa ante la mención de “productos defectuosos”.

Lady Maika continuó: “Además, esas tres comidas defectuosas proyectarán una sombra sobre las ganancias del comerciante. Para los clientes, eso significará que tendrán que conformarse con comidas más pobres, pero a escala regional puede evitar la oportunidad para que decenas de comerciantes potenciales inicien sus negocios”.

“Hm. ¿Necesitamos tantos comerciantes? “

“Los comerciantes cumplen la función de distribuir productos en todas las regiones, asegurándose de que a ninguno le falten recursos. Naturalmente, esto también se aplica a la comida. Si nuestro territorio alguna vez se enfrenta a una hambruna, es más probable que los comerciantes traigan comida de otros lugares. En ese caso, cuanto más numerosos, mejor”.

“Estoy de acuerdo,” dije. “Tendría el mismo efecto que abastecerse de reservas de alimentos”.

Después de revisar el crecimiento de su sobrina como profesional, Lord Itsuki una vez más reevaluó la situación por su cuenta. Revisó cuidadosamente los documentos que le había entregado y le hizo a Lady Maika otra pregunta.

“¿Deberíamos deshacernos de nuestras existencias actuales?”

“Hmm…” Parecía que estaba a punto de estar de acuerdo por un momento, pero luego rápidamente negó con la cabeza. “No, todavía los necesitamos. Incluso si una guerra con los dominios vecinos parece poco probable, no podemos ignorar la posibilidad de ataques de demonios o malas cosechas”.

“Sí, yo también lo pensé. En ese caso, no podemos reducir ningún costo”.

Las raciones de emergencia se proporcionaron gratis de todos modos, por lo que habría costos sin importar qué, Lord Itsuki tendría que renunciar a reducir los gastos allí.

En un intento de animar al decepcionado Lord Itsuki, Lady Maika frunció el ceño mientras elegía cuidadosamente sus siguientes palabras. “Sin embargo, probablemente deberíamos volver a examinar el actual sistema de almacenamiento. Hay demasiados problemas. Deberíamos reducir ligeramente el período de almacenamiento y procesar las raciones antes de que se echen a perder”.

“Eso sería ideal, pero una vez más, eso supondrá una carga para nosotros. No solo en términos de dinero, sino también en personal,” respondió Lord Itsuki.

“En efecto. No podremos hacerlo todo a la vez. Recuerde que actualmente estamos desarrollando alimentos en conserva en la Oficina de Promoción de la Reforma del Territorio. Intentaré encontrar una solución una vez que regrese”, dijo Lady Maika.

Ahora que el conde en funciones y su ayudante habían llegado a un acuerdo, asintió en mi dirección. Lo escuchaste. Les daré una respuesta oficial después de deliberar sobre algunos de los temas más delicados, pero personalmente estoy a favor. Primero, me gustaría que realizaras algunas pruebas de práctica”.

Mientras me alegraba y asumía una pose de victoria por dentro, hice una profunda reverencia. Nada mejor que tener un supervisor razonable. “Entendido. Organizaré una expedición adecuada y prepararé las comidas de prueba”.

La risa de Lord Itsuki hizo eco en la habitación. “No hay nada mejor que tener un subordinado que sea rápido en la asimilación. El trabajo avanza sin problemas y podemos comenzar a resolver los problemas que quedaron en suspenso”.

“Me siento honrado por tus palabras”.

“Bueno, mira la hora. Maika, esto es todo por hoy. ¿Qué tal si le muestras algo de aprecio a tu subordinado?” Lord Itsuki, que estaba de muy buen humor, le entregó a su sobrina algo de dinero.

“¿Está seguro? ¡Gracias tío!”

La sonrisa de Lady Maika se parecía a una flor en flor mientras miraba el peso en su mano. A Lord Itsuki le gustó particularmente esa expresión suya, pude ver por qué.

“¡Ash! ¡Déjame invitarte a cenar esta noche! ¡Como jefe, te recompensaré por tu arduo trabajo diario!”

¡Con el dinero de su supervisor! Por supuesto, no dije nada con tanta falta de tacto. El truco para ser tratado con cualquier cosa es hacer que su benefactor se sienta bien al darle dinero.

“Tengo la suerte de tener un superior tan maravilloso. ¡Espero trabajar con usted durante muchos años más!”

“Muchos años para—” Parecía que mis palabras habían tocado la fibra sensible de Lady Maika, que se puso de un rojo brillante cuando la sangre se le subió a la cabeza. “¡P-P-Puedes contar conmigo! Si quieres, ¡siempre puedo ocuparme de tus comidas de aquí en adelante!”

Eso sería menos como un superior maravilloso y más como una mujer que cuida a un hombre económicamente dependiente.

Silenciosamente incliné mi cabeza hacia su superior, Lord Itsuki. Como subordinado, siempre esperaba comidas gratis.

Con la remuneración de Lord Itsuki en la mano, Lady Maika y yo visitamos la casa del Chef Yacoo, conocida como Canela Clara en toda la región de Sacula. Me sentí mal por los otros restaurantes, pero nada mejor que la comida aquí. Sin mencionar que las recetas que le había dado al Chef Yacoo se habían incorporado al menú, por lo que era posible comer bistec y pizza de Hamburgo. Realmente no había otra opción para Lady Maika, a quien le encantaba el bistec de Hamburgo. Nos sentamos en una mesa grande y brindamos con nuestras tazas de madera.

“¡Puedes comer todo lo que quieras hoy, Ash!” “Con mucho gusto aceptaré tu oferta”.

Como ambos nos conocíamos bastante, acepté de inmediato. Teniendo en cuenta que Lady Maika ya había pedido tres platos de bistec de Hamburgo, no tenía mucho sentido contenerse. Como una niña traviesa, hundió enérgicamente sus dientes en el bistec de Hamburgo. Recordé cómo se había cambiado al modo de trabajo justo antes cuando recogí un trozo de pollo de mi estofado.

“Me impresionó bastante tu conversación anterior con Lord Itsuki. Percibiste con precisión el posible impacto de la propuesta”.

“¿En serio? Heh-heh, me halagas”.

Valió la pena elogiarla solo para ver su rostro feliz solo. Este pollo es genial.

Distraído por el delicioso pollo en mi boca, seguí dando mis impresiones desde hoy. “Me alegré de ver cuánto has crecido. Es un gran problema, pero logró precisar la esencia y destilar los problemas esenciales. Sus argumentos también fueron muy claros y persuasivos”.

Lady Maika se defendió de mi arremetida de elogios con una sonrisa tímida.

“También fue genial cómo decidiste evitar ciertos temas. Especialmente porque no estás realmente involucrado en el ejército. Habría sido difícil encontrar un terreno común con respecto a las modificaciones de las existencias. Hiciste bien en no entrar en esas cosas”.

“Ah sí. Sé que es importante, pero no estaba seguro de poder hacer un argumento convincente, así que simplemente lo pasé por alto”. Lady Maika asintió mientras se llenaba las mejillas de carne. “Pero tiene sentido escuchar tu explicación. Como no sé mucho sobre el ejército, tampoco puedo decir mucho. Probablemente no hubiera sido posible llegar a una conclusión sobre las existencias”.

“Sí, eso es perfecto. Parece que tienes una gran intuición”. “¡Para nada! ¡Discusiones como esa son realmente difíciles!”

Las discusiones regulares eran fáciles siempre y cuando no le importara que las discusiones estuvieran por todos lados. Sin embargo, las discusiones productivas requerían altas habilidades de comunicación y algunos conocimientos compartidos de ambas partes.

Habiendo terminado más o menos mí revisión del discurso y la conducta de Lady Maika a partir de hoy, ahora me dediqué por completo a mi estofado. Todos los guisos de este restaurante fueron exquisitos. Podías ver y saborear la cuidadosa mano de obra que se incluía en el plato.

Mientras sonreía de oreja a oreja, Lady Maika, que ya había terminado dos filetes de Hamburgo, me miró mientras metía el tenedor en el tercero. “¡Ash, realmente eres increíble!”

“¿Qué—Qué te hace decir eso?”

Mientras inclinaba la cabeza mientras masticaba el pollo, Lady Maika se metió el bistec de Hamburgo en la boca con una mirada orgullosa. ¿Está por casualidad orgullosa de los deliciosos filetes de Hamburgo de este restaurante?

“La propuesta de hoy fue genial y tienes tantos talentos increíbles. Pero lo que es aún más sorprendente es la forma en que logras motivar a los demás. ¡Cuando me elogias, siento que puedo lograr mucho más!”

“¿Es eso así? Me complace que se sienta así”.

Siempre elegí cuidadosamente mis palabras al elogiar a la gente. En mi experiencia, era más probable que la gente creciera con elogios que con regaños. Como alguien que quería reunir a la mayor cantidad de personas talentosas posible, mi filosofía era elogiar a las personas cada vez que se presentaba la oportunidad. Afortunadamente, fue una tarea fácil, ya que había mucho talento a mí alrededor. Al principio, había empezado a hacerlo porque me había impresionado, pero antes de darme cuenta, esta se había convertido en mi filosofía.

“¡Sí! ¡Por lo menos, me gusta cuando me elogias! ¡Así que no te reprimas!”

“Si mi alabanza es buena para ti, te alabaré tanto como quieras. Después de todo, te estás volviendo más autosuficiente todos los días”.

Realmente estaba en un camino de progreso constante. Me habían impresionado sus pensamientos sobre los comerciantes y la circulación del mercado. Los días en que le había enseñado a leer y escribir en la iglesia desolada de la aldea agrícola parecían tan lejanos en el pasado. El rápido crecimiento de Lady Maika fue aún más impresionante si se considera que, de hecho, solo habían pasado cinco años desde entonces. Tener a alguien como ella para ayudarme a cumplir mis sueños fue como encontrar una olla de oro al final del arco iris.

“Maika, alguien tan talentosa como tú es difícil de encontrar. Eres preciosa para mí”.

“¡Qu—!”

Lady Maika se puso roja mientras los escalofríos recorrían su espalda. A ella le debe gustar mucho recibir elogios. ¡Qué lindo!