Oukoku wo Tsukuru Koto ni Shimashita

Volumen 2

Capitulo 5: Descansando Con Las Esposas

Con solo mirar a Yanhaan, me di cuenta de que ella me respetaba. No era como la reverencia que me debían como regente; más bien, se sentía como respeto por alguien que sabía la verdad de las cosas.

A lo largo de los siglos, los artistas nunca se inclinaron verdaderamente ante alguien solo porque eran un gobernante, porque un gobernante que no entendía la belleza no era más que un sirviente en comparación con esa belleza.

Por tanto, para ser un verdadero rey, era necesario conocer la verdadera naturaleza de la belleza. Los grandes reyes de antaño lo sabían y tenían considerables colecciones de arte. Esas colecciones no eran solo muestras de riqueza.

Quizás esta ceremonia del té fue un ensayo accidental de algo de esa naturaleza.

“Por cierto, Yanhaan, no pusiste ninguna droga en este té, ¿verdad?”

“No, nunca lo haría. Puede que sea boticario, pero hacerle algo té profanaría la ceremonia. Si quieres, puedo beber el resto del tuyo”.

“Eso no es necesario.”

El hecho de que tuviera una profesión única fue un milagro de cualquier manera.

“Una fiesta del té es para pasar tiempo con otras personas, pero la ceremonia del té es la máxima confrontación con uno mismo. Creo que lo habías resuelto sin darte cuenta. En raras ocasiones, personas como tú se encuentran separadas de este mundo”.

Podría haber dudado de esas palabras si vinieran de un sacerdote, pero me sonaron naturales en ese momento.

“La próxima vez que necesite tomar una gran decisión, déjame hacer esta ceremonia del té de nuevo”.

“Ciertamente. La mayoría de los políticos lo han utilizado hasta ahora”. La mujer dragonewt sonrió alegremente.

“Ya veo. Parece que ha conocido a muchos políticos de la capital…” Luego procedí a preguntarle qué necesitaba hacer para fortalecer mi control sobre la capital.

“Este soy yo hablando como comerciante, pero…”

Yanhaan dio una respuesta pausada pero interesante. Después de todo, no era una persona normal. Ella misma habría sido una política destacada.

“Yanhaan Grantrix, creo que tendré una buena posición para ti. No me defraudes”.

Después, Laviala y los demás hicieron la ceremonia del té ellos mismos, pero Laviala salió decepcionada. “Fue realmente amargo”, refunfuñó. “Simplemente no entiendo…”

“Sin embargo, pensé que los elfos tenían una conexión especial con las plantas”.

“Eso no significa que nos gusten las cosas amargas…” “Por cierto, ¿hubo algo extraño en la experiencia?”

“Todo lo que puedo recordar es la amargura”, dijo Laviala, sacando la lengua con disgusto.

***

Con los resultados del examen de servicio civil, tuvimos nuestra primera ronda de burócratas. La mayoría de ellos terminaron como trabajadores gubernamentales de bajo rango. Y al mismo tiempo que fueron enviados, nos preparamos para la segunda ronda de pruebas. Kelara y Laviala me ayudaron.

Kelara eligió las preguntas. Laviala básicamente hizo todo lo que necesitaba, pero sabía bastante sobre armas y armaduras, así que tomé prestado de su conocimiento para incluir preguntas sobre esos temas.

“¿Seguramente no necesita tener tantas pruebas? El gobierno parece estar trabajando solo con los burócratas que tenemos ahora. De todos modos, todavía tenemos algunos de antes”.

“Laviala, no quiero más burócratas solo para poder mantener el antiguo status quo”.

“Cuantos más burócratas haya escogido por Su Excelencia, mayor será su participación en la influencia en la capital. Creo que puede ser eso lo que está pensando”. Kelara vio la verdad con facilidad.

Laviala parecía un poco molesta, como si la hubieran desairado. “Soy un soldado, después de todo. Nunca pensé que llegaría a la capital en toda mi vida”.

“Relájate. Sabes que Kelara no quiso decir nada con eso”. Calmé a Laviala acariciando su cabeza.

Un nuevo regente que anunciara cambios de política solo porque era nuevo sin duda provocaría descontento. Siempre hubo mucha gente que se resistió al cambio. Ese descontento conduciría directamente a la inestabilidad del gobierno.

Mirando hacia atrás en la historia, muchos gobiernos habían caído rápidamente cuando provocaron una reacción violenta por las medidas radicales que tomaron. La legitimidad y la utilidad de un gobierno eran de importancia secundaria.

Por ejemplo, las reformas que aumentaron los impuestos trajeron una furiosa oposición de la gente. Nadie aceptaría felizmente algo así. También sería una mala idea desafiar los derechos de los nobles de la capital.

Los seres humanos eran criaturas conservadoras. Cambio asustado, y el actual rey, Hasse, fue un excelente ejemplo de cambio.

De todos modos, en cuanto a cómo expandiría mi poder, necesitaba aumentar la proporción y el número de mis seguidores. No haría ningún cambio en la estructura de poder existente. Cambiaría constantemente a los responsables para que fueran personas bajo mi control.

Hasse y sus compañeros se sintieron tranquilos porque no había habido ningún cambio en el sistema. Pensaron que sería como todos los regentes anteriores: nobles que habían mantenido su poder mientras protegían a la dinastía. Para cuando supieran lo que estaba pasando, yo tendría el control de todo.

Con los exámenes, no podía ser criticado por elegir favoritos, ya que los examinados que fueron contratados no serían de mi ciudad natal ni tendrían ninguna otra conexión conmigo. El ex rey seguramente no se quedaría de brazos cruzados de todos modos, así que rápidamente fortalecería nuestras fuerzas. Si la capital real, no solo Maust, fuera mi base de operaciones, entonces el poder total estaría al alcance de la mano.

En ese momento entraron Lumie y Seraphina.

“Ah, veo que realmente se te ocurren preguntas de examen”.

“La princesa dijo que quería observar, así que la traje aquí”, me dijo Seraphina. Su sonrisa era la sonrisa de quien estaba tramando algo.

“Bueno, bueno, ¿cuál es el problema, queridas?” Dije con melodrama en broma.

Aun así, realmente tenía muchas esposas ahora, incluso considerando mi posición. Aparte de Fleur, que estaba descansando en Maust después de dar a luz, todas mis esposas estaban aquí conmigo. Kelara no era oficialmente una concubina, pero de todos modos era un secreto a voces.

“Sí, debes ser un hombre verdaderamente feliz de tener esposas tan hermosas esperándote”, dijo Seraphina. “La princesa también se está poniendo más bonita todo el tiempo”.

“¡Sí, me aseguraré de no avergonzarlo cuando esté a su lado, excelencia!” Lumie se tomó de la mano de Seraphina, sonriendo con deleite. Parecía haberse enamorado de Seraphina.

“Y otra de tus esposas también vino hoy de Maust”. Seraphina señaló detrás de ella con los ojos. Fleur entró tímidamente.

“¡Oh! ¡Fleur, nunca esperé que vinieras tú también!” Abrí mucho mis ojos.

Pensé que pasaría algún tiempo antes de volver a verla.

“Sí, Lady Seraphina lo había arreglado…” Fleur era una chica valiente, pero como había ido a mí alrededor para hacer esto, parecía un poco insegura de sí misma. En general, se considera adecuado mantener informado al marido, después de todo. “Perdóname por no decirte de antemano”.

“Fleur, no estoy molesto, así que no te preocupes. Además, este es uno de los planes de Seraphina, ¿verdad? No eres tú quien tiene la culpa aquí”.

“No es algo malo, así que no lo llamaría un plan. Fue solo un pequeño…

proyecto, eso es todo”. Seraphina sonrió, pareciendo realmente divertirse.

El culpable había confesado de buena gana.

Para ser honesto, fue un verdadero consuelo tener una esposa que jugaba conmigo así. Cuanto más ascendías en las filas, más distantes se volvían las personas. Como regente, a veces me sentí como un verdugo. Al parecer, tener un gran poder significaba estar solo.

Fleur debió haber tenido un largo viaje, así que la abracé suavemente, acariciando su cabello rosa brillante.

“¿Cómo está el bebé? ¿Está sana?”

“Sí, ahora está con su enfermera. Sin embargo, es un poco quisquillosa, por lo que su enfermera parece estar teniendo algunos problemas”.

“Ya veo. Esto puede ser demasiado pronto, pero supongo que Meissel aún no tiene hijos, así que tal vez nuestra hija pueda liderar el clan Wouge algún día. Por supuesto que también quiero criarla como miembro de mi propio clan”.

“Te estás adelantando”, reprendió Fleur. “No hay forma de saber cómo irán las cosas todavía. También tenemos que preocuparnos por lo que está haciendo el ex rey”. Por otro lado, pareció aliviada. “Para ser honesto, quería venir a la capital. Quiero decir, estás cambiando la historia dondequiera que estés, querido. Quiero ver cómo cambia”. Ella estaba un poco indecisa cuando me llamó “querido”.

“Hubieras sido un general fantástico si fueras un hombre… Lástima”.

Esta chica tenía sangre de Wouge. Eran una línea honorable que había defendido su territorio por su cuenta durante generaciones.

“Entonces podría empezar a entrenar como guerrero ahora. No hay ninguna ley que diga que solo los hombres pueden ser guerreros”.

“No puedo perderte en la batalla. No, gracias. Incluso Laviala casi muere más de una vez”.

“¡Oh, no vuelvas a mencionar eso! Sobreviví gracias a mis habilidades”.

“Sí”, respondí, “Supongo que no hay héroes que murieron en su primera pelea. No habría nada que registrar”. Todos nos reímos de eso.

De todos modos, había descubierto la razón del plan de Seraphina. “Querías reunir a todas mis esposas en un lugar como este, ¿no es así, Seraphina?”

“Ah, me has descubierto. Sí, porque pareces tan concentrado en la política que no tienes tiempo para prestar atención a tus esposas”. Ella rio. Detrás de ella vinieron doncellas llevando bocadillos. “Ya que todos estaríamos aquí, pensé, ¿por qué no tener una fiesta de consorte? La princesa dijo que quería saludar adecuadamente a todas tus esposas de todos modos. Aunque como la señorita Laviala y la señorita Kelara son oficiales, a ellas también les resulta difícil conseguir tiempo”.

Al escuchar su nombre, Kelara hizo una mueca, como para ocultar la vergüenza. Técnicamente, todavía no la había convertido en una de mis esposas. Ella era más una amante que una esposa. Actualmente la traté oficialmente como una oficial militar del clan Hilara. Si la designara oficialmente esposa, sería difícil nombrarla como mi oficial.

Laviala era algo similar. Sin embargo, el hecho de que ella fuera mi hermana de leche la convertía en algo así como mi oficial y mi familia, así que todos pasaron por alto ese aspecto.

Además, Seraphina había usado deliberadamente el término consorte, pero eso era algo que solo un rey tenía, por lo que técnicamente era una falta de respeto. Sin embargo, nadie iba a delatarla por hacer una broma.

Lumie tenía una especie de expresión formal en su rostro. “Sí, ciertamente me gustaría conocer a todas. Señorita Fleur, he escuchado de la señorita Seraphina de su asombrosa visión.”

De repente tomó la mano de Fleur. Cuando estaban uno al lado del otro, Lumie parecía que podría ser su hermana pequeña.

“Sí, espero que podamos llevarnos bien, aunque me avergüenzo de nuestra diferencia de estatus. Soy simplemente la hija de un pequeño señor”.

“No necesitamos hablar de eso. Todos estamos aquí para apoyar al clan de Su Excelencia”. Lumie sonrió inocentemente.

Junto a ellas, Kelara y Laviala repartían los bocadillos. Al ver a todos alineados de esta manera, no pude evitar admirar lo capaces que eran todas mis esposas. Su deseo de apoyar a mi clan tampoco parecía una mera palabrería. No era raro en la historia que las esposas se dedicaran a la diplomacia. Todos me dieron fuerza y cariño, aunque esto último no hizo falta decirlo.

“Pareces bastante impresionado. ¿Apruebas mi idea?” Seraphina parecía complacida consigo misma.

“Lo estoy. He estado completamente absorto en mi trabajo, así que es bueno hacer algo como esto de vez en cuando”.

“Tómate el resto del día libre. Vamos a charlar con algunos bocadillos”.

“Mis hijos todavía son pequeños, pero sería bueno traerlos aquí alguna vez”.

“Cierto. Honestamente, me gustaría que mi hijo le sucediera, pero tendremos que ver. Probablemente tendrás aún más hijos de todos modos”. La mirada de Seraphina se sintió casi como una advertencia.

“S-Seguro, sí. Tendremos que ver…”

Entonces, Seraphina se puso de puntillas y me susurró en voz baja al oído. “No has pasado la noche con la princesa todavía, ¿verdad?”

¡No digas eso aquí!

“Aún no. Eso puede esperar”.

“Aun así, tener demasiados amantes complicaría las cosas, ¿sabes?”

“Eso no va a pasar, eh, demasiado”. Dada toda la situación con Yadoriggy, no pude hacer ninguna promesa. Si mencionara que incluso había tomado a un espía como amante, Seraphina se horrorizaría.

La fiesta de Seraphina se desarrolló tranquila y pausadamente. Mis esposas también se divirtieron hablando entre ellas. Fleur le hizo a Kelara varias preguntas sobre la capital. Para ella, parecía que la capital era un lugar extraordinario. Después de todo, fue el escenario de la mayoría de las historias de mujeres.

“Una vez que las cosas se calmen un poco, podríamos ir a disfrutar del agua en el barranco en las afueras de la ciudad”, dije.

Las orejas de Laviala se movieron. “Lord Alsrod, estoy seguro de que se da cuenta de que sería mejor evitarlo. No se puede detener a todos los asesinos afuera. Es más, es difícil cerrar todos los caminos a un barranco de todos modos”.

“Lo sé. No expondría a mis esposas al peligro, al menos”.

“Por cierto, existe una gran preocupación diplomática en el futuro cercano”.

Laviala de repente puso cara de oficial.

“El encuentro con la catedral de Orsent, ¿verdad?” La catedral de Orsent gobernaba la prefectura de Fortwest y era la mayor potencia en el área de la capital. “Pueden reunir veinte mil devotos del área de la capital solamente y hasta cien mil de todas sus fortalezas en el reino, por lo que escuché”.

“Sin mencionar que, a diferencia de los reclutas campesinos forzados, las personas que luchan por sus creencias serían de voluntad fuerte”, continuó Laviala. “No solían tener mucho entrenamiento militar, pero supuestamente sus cualidades de tropas y armas son cada vez mejores”.

“Ahora mismo son nuestro aliado, pero, bueno, ¿quién sabe qué pasará?” Bebí un poco de vino lentamente. Los dulces que había comido antes le daban un sabor amargo.

Aparentemente, ese grupo no libró batallas ajenas a su fe. De hecho, en realidad no habían interferido en el conflicto real alrededor de la capital. Sería bueno si continuaran así.

—Nunca confíes en los sacerdotes. Fingen que tienen razón, pero las cosas que hacen desde las sombras son pura locura. Es mejor ser abierto y justo acerca de tu locura, como yo.

No estoy seguro de que puedas llamar a eso justo… pero sé a qué te refieres.

Las fuerzas religiosas eran tanto una especie de nobleza como gobernantes, y de esa manera, nuestro mundo probablemente no era muy diferente de cualquier otro. Asumir que eran un grupo de pura fe te metería en un mundo de problemas.

La catedral de Orsent, en particular, llegó al poder originalmente cuando una herejía llamada Orsentismo, dirigida por un hombre llamado Orsent, cobró fuerza. Y el rango de arzobispo había sido heredado por generaciones sucesivas del clan del fundador. Por lo tanto, ahora no eran realmente diferentes del clan de cualquier otro señor.

Fundamentalmente, era más probable que surgieran nuevos movimientos religiosos en las ciudades, donde había mucha gente. Los urbanitas buscaban nuevas religiones más que las personas de las comunidades agrícolas. Los vagabundos también eran más comunes en las ciudades, y esas personas no creían que las religiones más antiguas los salvarían. Fue un giro natural de los acontecimientos que tal movimiento surgiera en la populosa zona de la capital.

Una vez, cuando diferentes casas reales estaban luchando entre sí, el rey y su familia movilizaron a los Neo-Summoners, una secta militarista en los templos, permitiéndoles derrotar a los nobles opuestos. Después, sin embargo, los Neo-Summoners establecieron una especie de grupo de justicieros en la capital en un movimiento para tomar el control de la ciudad.

Aunque fue solo por unos meses, la capital se encontró en una situación extremadamente peculiar donde su autoridad policial estaba en manos de los Neo-Summoners. El grupo llevó a cabo juicios simulados, que aparentemente llevaron a la muerte de comerciantes y otras personas de creencias heterodoxas. Al final, algunos nobles capaces lo suprimieron y la mayoría de los líderes de los Neo-Summoners fueron purgados. La situación estaba al borde del desastre.

Los Neo-Summoners se habían suavizado desde entonces, pero valía la pena estar atentos al tratar con las fuerzas religiosas.

“Disculpe, señorita Laviala, no hablemos de política ahora mismo”. Seraphina nos reprendió, pensando que la conversación era demasiado difícil. “Estamos aquí para relajarnos. Me vas a dar rigidez en el cuello. Sería mejor hablar de estos bocadillos o algo así”.

“Sigue siendo mi trabajo… Soltarnos no es muy fácil para nosotros los elfos…”

“¡Muy bien ahora, sin excusas! Si no se toma el tiempo para relajarse, nuestro querido regente no tendrá ningún respiro del trabajo; ¡Se derrumbará de agotamiento!” Sí, tiene razón, pensé mientras escuchaba. “Aquí, beba un poco más, señorita Laviala”, instó Seraphina. “¡Disfrutemos, como si estuviéramos de juerga en una juerga libertina!”

“¡No, eso nos metería en problemas!” protestó Laviala. “Tantos templos estarían enojados con nosotros…”

Oh, por el amor de… No nos depravemos demasiado aquí… De todos modos, no le hará ningún favor a mi reputación de regente.

“Sin embargo, tomarnos todo tan en serio solo nos traerá problemas. No de los señores enemigos, sino de otros lugares”. Incluso Seraphina podía ponerse seria a veces.

“¿Como?” Yo pregunté.

“Hay un nuevo rey. Los comerciantes también están llegando a la capital desde Maust, y se está gestando un conflicto de intereses en su interior.

Lo mismo sucedió en mi propia prefectura también”. Tres segundos más tarde, Seraphina sonreía de nuevo mientras iba a buscarle un trago a Lumie. “Aquí, princesa, la fiesta de hoy es informal. No te sientas mal por ponerte un poco borracha”.

“Las monjas del convento siempre me decían que no bebiera alcohol…”

“No se preocupe. Una vez que pasas de las diez, está bien. Empezarás a sentirte bien en poco tiempo”.

“¡Oye, oye! ¡No la hagas beber si no quiere!” Mientras intervenía, Lumie se acercó y me abrazó con fuerza.

“El alcohol todavía me asusta…”

“No te preocupes, no dejaré que nadie te obligue a beber mientras yo esté aquí. Seraphina, esta no es forma de enseñarle a un niño. ¡Haz cualquier cosa para corromperla y te relevaré como tutor y se la confiaré a Fleur!”

“Tienes razón. Tendré más cuidado. Pero me gustaría que estuvieras agradecido”.

“¿Eh? ¿Qué quieres decir?” En momentos como este, no podía decir si Seraphina estaba siendo ella misma o si estaba planeando algo.

“Mira, tú y la princesa parecen estar más cerca ahora”.

Mientras Lumie se aferraba a mí, tenía el rostro de una chica enamorada por primera vez. “Tu cuerpo es tan musculoso… El de mi hermano era un poco más blando…”

No estaba seguro de cómo me sentía al ser comparada con Hasse, pero la larga permanencia de Lumie en el convento significaba que nunca había visto el cuerpo de un hombre.

“He pasado mucho tiempo en el campo de batalla, así que este es solo el resultado. Es natural que Su Majestad no tenga el físico de un guerrero; después de todo, el rey no puede ir a la batalla todo el tiempo”.

“E-Eso es cierto… ¿Pero por qué me siento sin aliento cuando estamos cerca, en lugar de relajados…?”

Coloqué una mano sobre su cabeza. “No creo que eso sea algo que puedas aprender en un convento”. Decidí que me gustaría acercarme gradualmente a esta esposa mía.

Aunque estaba un poco molesto al ver a Seraphina sonriendo de fondo…