Kami Tachi ni Hirowareta (NL)

Volumen 8

Capitulo 5: Crecimiento

Episodio 29: La Fiesta Previa A La Ceremonia Y El Recuerdo

Gracias al ejército de limos que trabajaban horas extras, el lago ahora estaba lleno de agua cristalina. Dado que la compuerta de agua tuvo que cerrarse para drenar el lago por completo, su nivel de agua aún estaba más bajo que antes, pero parecía que el lago volvería a la normalidad por la mañana. Realmente ya no había necesidad de mirarlo, pero yo estaba parado allí de todos modos, viendo cómo se llenaba el lago. La noche era un poco fría, especialmente junto al agua, pero se sentía agradable después de un buen día de trabajo. Mientras tanto, las doncellas que habían estado preparando el lugar de la boda comenzaron a regresar a la mansión.

“Y luego no había ninguno… Recuerdo haber leído ese libro”. El libro, por supuesto, era un misterio de asesinato y no era tan pintoresco como mi propia situación. Mientras mi mente comenzaba a divagar, cuatro pares de pasos se acercaron a mí desde la dirección de la mansión.

“¡Oye, Ryoma!”

“¡Hughes! Y Jill, Camil y Zeph también”.

El conocido cuarteto de guardias llegó con cestas de olor agradable y cajas de botellas.

“¿Para qué es todo eso?” Yo pregunté.

“Cena. Decidimos cenar contigo, ya que es la noche anterior a la ceremonia y todo eso”. Tradicionalmente, los novios pasaban el día cenando y hablando con sus familias, pero Hughes ya había perdido a sus dos padres.

“No es que tú estuvieras reemplazando a mi papá ni nada, pero ni siquiera estaría aquí hoy si no fuera por ti. Además, ayer no pudiste venir con nosotros. ¿Qué dices? ¿Qué tal suenan una copa o dos bajo las estrellas?”

Me sentí honrado de que me eligiera como compañero de bebida para una ocasión tan importante.

“Me encantaría.”

“¡Ahora estamos hablando!”

“Empecemos las cosas, entonces. Camil. Zeph”, llamó Jill.

“Trajimos una mesa y un juego de sillas. Aquí.”

“Pondré una barrera contra el frío”, ofrecí. “Y también sacaré algunos limos, así que pásales la basura”.

Cada uno de nosotros asumió una serie de tareas durante unos minutos, y pronto tuvimos un guiso caliente y hogazas de pan, así como una olla llena de queso derretido para fondue encima de un artículo mágico de la estufa portátil. El resto de la mesa estaba llena de bocadillos y bocadillos para acompañar bebidas.

“¡Bien, un brindis por el futuro matrimonio de Hughes! ¡Salud!”

“¡Salud!”

Los vasos se alzaron con júbilo. Incliné la mía hacia atrás y un rico aroma se precipitó a través de mi nariz.

“¡Mm! ¡Ahora bien, esto es muy bueno!”

“Trajiste las bebidas, ¿no es así, Jill? ¿No eran caros?”

“No tenemos una ocasión como esta para celebrar todos los días; no hay nada de malo en malcriarnos un poco “.

“Tienes razón en eso, pero habría traído mejores bocadillos si hubiera sabido que los combinaría con esto”.

Los cuatro continuaron su conversación y me di cuenta de que nunca les había preguntado cómo llegaron a conocerse. Parecían más cercanos que simples compañeros de trabajo.

“¿Cuánto tiempo han estado trabajando juntos?” Yo pregunté.

“¿Hm? Desde hace unos diez años. Jill ya trabajaba para el duque, mientras que Zeph, Camil y yo nos unimos al equipo de seguridad después de las aventuras. Todo comenzó en nuestro primer día… Nos contrataron a los tres al mismo tiempo, y Jill era nuestro entrenador”.

“Realmente…”

“Tratar con Camil y Zeph fue una cosa”, intervino Jill. “Pero Hughes me hizo pasar por el escurridor. Claro, podía cuidarse a sí mismo en combate, pero ni siquiera trató de ocultar cuánto odiaba las reglas y las formalidades. Ni siquiera pudo reunir el mínimo de etiqueta para tratar con los nobles”.

“Recuerdo que hiciste la misión de tu vida arreglar eso, Jill”.

“Incluso la seguridad tiene que aparecer en el frente de la casa cuando a veces hay invitados. Si algo sale mal, empañará el nombre del duque”.

“Recuerdo todos los gritos como si fuera ayer… ‘En caso de que hayas perdido el rumbo, ¡estás tratando de trabajar para un noble!’ Entre otras cosas”.

“No pude entender por qué decidiste postularte o por qué el Duque Reinhart decidió contratarte”.

“Bueno, ¿por qué lo hiciste?” Le pregunté al hombre de la hora.

Lo pensó un poco. “En ese entonces…” comenzó, y continuó contándonos cómo fue criado como el primogénito de algunos agricultores; Temiendo una vida de trabajo en el campo, dejó su hogar a una edad temprana para convertirse en un aventurero y poner a prueba su temple. “Luché al principio, pero comencé a tener una vida más estable y llegué al rango B. No me hubiera importado seguir siendo un aventurero … Pero más y más de mis amigos comenzaron a renunciar una vez que llegaron a B, diciendo que se estaban volviendo demasiado mayores para el trabajo, o que habían ahorrado lo suficiente para vivir una vida segura y vida normal. Ninguno de los grupos a los que me uní duró demasiado por eso. Fue entonces cuando conocí al duque y la duquesa”.

“Escuché que eran aventureros en su día”.

“Sí, también estaban en un grupo de rango B. Mantuvieron sus títulos en secreto mientras trabajaban, pero supongo que no pudieron mantener en secreto este tipo de elegancia. Algunos supusieron que eran nobles, pero todos sabían que estaban cargados”.

Divertido, Hughes nos dijo lo mal que sobresalían en el gremio. “Al principio pensé que eran un par de bichos raros. Pero luego, hubo una gran búsqueda que contrató a todos los aventureros de alto rango, y me lanzaron a un grupo improvisado para unirme a la refriega. Nuestra coordinación era inexistente, así que no lo logramos. Todos en el grupo menos yo estábamos tan lastimados que quedaron incapacitados. Pensé que habíamos terminado cuando el duque y la duquesa aparecieron y salvaron nuestras pieles. Empecé tratando de devolver el favor de alguna manera, y nos llevamos bien de forma natural, así que terminamos trabajando juntos”.

“También llegué a conocerlos a través de esa gran búsqueda”.

“¿De verdad, Zeph? ¿Y tú, Camil?”

“Bueno, yo…”

“Camil entró en escena un poco después de nosotros. Era bueno en la magia, pero apestaba en todo lo demás. Tuvimos que cuidarlo esta vez…”

“Qué… Está bien, Ryoma, no dejes que tuerza esto. Por ‘un poco apestado’, simplemente se refiere al promedio. Simplemente no llegué al rango B de primer nivel como estas personas”.

“Si tú lo dices.” Hughes se rio entre dientes.

“Camil está lo suficientemente versado en magia como para lidiar con diversas situaciones. Incluso sin la recomendación del duque, nunca se habría convertido en guardia si sus habilidades fueran insuficientes”, dijo Jill, aparentemente para alivio de Camil.

Ahora lo entiendo. Si bien los cuatro parecían cercanos, Camil siempre parecía estar en la parte inferior del tótem metafórico; Todo ha cobrado sentido ahora.

“Apuesto a que podríamos haber optado por el rango A… Pero se les acabó el tiempo”, dijo Hughes. “Fue entonces cuando el duque y la duquesa se sinceraron con nosotros. Nos dijeron quiénes eran y cómo tenían que casarse y heredar el ducado”.

“Esa fue una gran sorpresa… No es que alguna vez hayamos dudado de que esos tortolitos se casarían, ni que fueran nobles”.

“¡Pero nadie esperaba encontrar al futuro duque y su prometida en el Gremio de Aventureros!”

“Puedes decir eso de nuevo”, intervino Hughes. “Por supuesto, luego la conversación se centró en lo que íbamos a hacer con nuestras vidas, ¿sabes? Así que nos hicieron una oferta a todos y nos dijeron que éramos dignos de confianza y que sabían que podíamos manejarnos solos. Para ser honesto, necesitaba reflexionar un poco sobre ello. Pero no esperaba encontrar una fiesta tan buena como la nuestra otra vez, y además, ¿con qué frecuencia un aventurero humilde llega a ver al duque? En el peor de los casos, nunca los volvería a ver, y justo cuando empezábamos a llevarnos bien. No sentí que fuera el momento adecuado para despedirse, ¿sabes…?”

Eso terminó empujando a Hughes a aceptar, bajo la conclusión de que hubiera sido más fácil tener un trabajo para el duque y renunciar que tratar de conseguir uno. “Y como ese era mi motivo, Jill y yo terminamos chocando, por decir lo menos”.

“¡¿Qué esperabas?! ¡Servir a un noble, especialmente en una posición tan cercana como un guardia, exige lealtad! Cuando me permitieron trabajar aquí, resolví dedicar mi vida al servicio de…”. Quizás con la ayuda de algún estímulo líquido, Jill comenzó a insistir en Hughes al respecto, lo que provocó que los otros dos intervinieran.

Nuestra noche se espesó con la conversación, cuando Hughes comenzó a compartir aspectos del matrimonio que le habían puesto nervioso, pero que hasta ahora no había podido sacar a relucir. No tenía muchos consejos que dar, ya que no me había casado una vez en dos vidas, pero hice todo lo posible por consolarlo.

Eventualmente, todos menos yo colapsamos por completo. “Hola… ¿Siguen encendidas las luces? ¿Hay alguien en casa?” Ninguna respuesta.

“Uh… ¡Un poco de ayuda estaría bien!” Llamé.

Después de unos segundos, una mujer respondió detrás de mí, donde nadie más debería haber estado.

“¿Puedo ser útil?” Escuché a alguien acercarse a mí, la hierba crujiendo bajo sus pies.