Oukoku wo Tsukuru Koto ni Shimashita

Volumen 1

Capitulo 10: El Matrimonio De Mi Hermana Y El Nuevo Castillo

Cuando recibí simpatías y pedí a los templos de todas partes que rezaran por un parto seguro, la construcción del Castillo de Maust hizo un gran progreso. Todavía tomaría más tiempo construir todas las instalaciones, pero el edificio principal estaba casi terminado. Hasta que se completara, trataría de la manera más amigable posible con los poderes cercanos para evitar conflictos innecesarios. La mayoría de los señores independientes restantes en el norte de Fordoneria habían enviado simpatizantes, por lo que probablemente también estaban preocupados.

Actualmente, el clan Rentrant de la Prefectura de Nagurry al norte era mi mayor temor, aunque los tres condados del norte de Fordoneria formaron una zona de amortiguamiento, por lo que todavía no estábamos conectados directamente. Hice que el buen comandante Kivik construyera un pequeño castillo, así que estaba listo para una emergencia, pero por ahora la situación seguía siendo pacífica.

En medio de todo esto, un mensajero vino de un señor en Olbia, la prefectura al sur de Fordoneria. Todo Olbia era empinado y montañoso, impidiendo el establecimiento de una autoridad general y haciendo que las cuencas individuales actúen como poderes separados. Sin embargo, los olbianos tenían un espíritu militarista sobre ellos; no serían agresivos si se tratara de la guerra.

El mensajero que vino representó al vizconde que gobierna Tacti y Naaham, dos condados que no nos limitan directamente. El apellido del vizconde era Naaham, igual que el condado. El mensajero era un therianthrope con orejas de gato, no es de extrañar, ya que muchos therianthropes con orejas de gato eran comerciantes nómadas sin hogar permanente. Naturalmente, algunos de ellos fueron nombrados comandantes o vasallos, y algunos cumplieron el papel de mensajeros.

“He venido con la esperanza de formar una alianza militar entre los dos”. El mensajero mostró bastante confianza. Un mensajero no calificado se reflejaría mal en su señor, por lo que enviar era una decisión crucial. “Actualmente, el clan Naaham gobierna dos condados, pero nos estamos expandiendo gradualmente al invadir otras cuencas. Lord Brando Naaham, de apenas dieciocho años, está en medio del fortalecimiento de nuestro país, tal como usted lo está”.

“Sí, he oído que el vizconde Naaham ha estado haciendo un trabajo brillante y después de convertirse en jefe de su clan a la tierna edad de doce años”. Estaba familiarizado con el nombre de Brando Naaham. Aparentemente, estaba tratando de unificar a Olbia, una tarea difícil, considerando las muchas montañas de la prefectura.

“Supongo que está considerando un asalto al norte, señor. Eso eventualmente lo llevará a la capital real, y no es imposible que pueda ascender al rango de regente o canciller”.

Me reí entre dientes y evité dar una respuesta directa. Me habían leído como un libro abierto. La forma más fácil de llegar a la capital real en el este sería tomar la Prefectura de Nagurry y avanzar desde allí. Si controlara Nagurry, también habría un fuerte aumento en la cantidad de tropas que podría desplegar. Sin muchas tropas, no podría derrotar a las fuerzas alrededor de la ciudad capital si intentan detenerme. El área alrededor de la capital era una región agrícolamente avanzada, y como resultado, la población era mayor que en el campo. Por lo tanto, también lo fue el número de tropas. Una prefectura allí, si está unificada, podría proporcionar más de diez mil soldados, según una historia. Las personas en esa área no estaban realmente unidas, pero si las personas con tanto poder se aliaran, el camino a la capital estaría cerrado.

“De hecho, sería un honor apoyar a la familia real, pero de lo que hablas es impensable”. No necesitaba admitir lo que realmente estaba pensando, así que dije lo que sonaba bien en su lugar.

“Actualmente, la casa real está dividida por la mitad. Si pudieras reunirlos, serías el vasallo más estimado del reino; Me atrevería a decir que tampoco estaría fuera de lugar que seas endosado como rey. Todo esto es solo mi opinión, por supuesto.”

¿Ser entregado al trono por la realeza misma? Eso sería sorprendente, pero ningún señor había tenido éxito en eso.

“Lo tomaré como un cumplido. Nunca pensé en hacer algo tan insolente como tomar el trono para mí”.

Mentiroso. Decías que serías el rey.

Tranquilo, tu. Algunas cosas solo necesito mantenerme más cerca de mi pecho.

Lo siento, lo siento. No, sé todo sobre eso. Además, estas cosas dependen de la situación, ya sabes. Cuando recién me había convertido en jefe de mi clan, quería poco más que ser de ayuda para Lord Yoshiteru, el decimotercer shogun.

Es cierto que si un rey era particularmente inteligente, entonces no había nada de qué aprovecharse.

No fue hasta que mataron a Lord Yoshiteru y se me ocurrió una forma de escoltar a su hermano menor a la capital que realmente pensé que podría tomar el poder. Incluso entonces, lentamente y gradualmente lo hice con el tiempo. Hasta que tuve al menos el mismo rango social que el shogun, absolutamente no lo maté incluso cuando tuve la oportunidad; incluso después de exiliarlo, planeé instalar a su hijo como shogun.

En otras palabras, sé discreto. No sería divertido si hiciera algo para justificar la envidia de alguien. Tuve que enterrar mis sentimientos en el fondo, compartiéndolos solo con Laviala y Seraphina, como máximo.

“Presumimos que usted querría asegurar su frontera sur en preparación para las cosas por venir, así que hoy estoy aquí para discutir una alianza. Para el beneficio de los dos, sin duda pediría su consideración.”

No fue una mala propuesta, para estar seguro. Era mejor mantener a tus enemigos en un flanco tanto como sea posible. Envié al mensajero lejos por el momento, diciéndole que lo pensaría. Ni siquiera había estado considerando el sur como una ruta, así que, en todo caso, habría llegado más tarde.

En realidad, tuve otra buena idea para hacer una alianza, aunque una parte de mí dudó en mencionarla. Decidí pensarlo con un paseo y salí al patio. Allí, Seraphina y Altia estaban jugando airball, un juego en el que usaste una raqueta de madera para golpear una pelota de un lado a otro a través de una red en el medio sin dejar que golpeara el suelo. Cuando entré al patio, Altia acababa de saltar delante de la red y golpear la pelota al lado de Seraphina, un bloqueo bien ejecutado.

“¡Eres tan buena en esto, señorita Altia!” dijo Seraphina.

“Soy un pensador. Si lo golpeas para que solo puedan devolverlo a un lugar determinado, será más fácil defenderlo”. Altia parecía un poco engreída.

“Oye, oye, Seraphina, no te excedas con el bebé en el camino…”

“No puedo salir mucho, así que estoy haciendo un poco de ejercicio”. No voy a saltar como la señorita Altia, así que no te preocupes”. Cierto, ella ni siquiera estaba sudando. Aparentemente, apenas se había movido de un lugar durante todo el juego. Altia, por otro lado, sudaba después de bastante esfuerzo.

“Te ves muy saludable, Altia”. Su enfermedad había desaparecido recientemente; el color estaba incluso en su cara.

“Sí hermano. Ahora ya no seré una carga para ti”.

“Nunca pensé en ti como una carga”. Altia era prácticamente mi única familia. Tenía otros parientes, pero realmente no podía abrirme con ellos. Un pariente podría potencialmente suplantarme como recuento, después de todo.

“Pero todavía estoy viviendo aquí contigo”. Era fácil saber a qué se refería. Ella realmente es la hija de un noble, pensé para mí mismo. Fue agradable verla tan lista, pero también me hizo sentir un poco sola. Colocando sus manos sobre su pecho, continuó resueltamente, “Estoy lista para que me cases en alguna parte”. Miré a los ojos de Altia. La niña, tan enferma que podría desmoronarse si la tocabas, se había ido. Cualquiera estaría feliz de casarse con la hermana de un conde como ella. Nunca había visto sus ojos tan llenos de determinación.

“En realidad, solo estaba pensando en eso también”.

¿Tal vez la familia Rentrant en la prefectura de Nagurry al norte? Su heredero ya debería tener unos treinta años.

No estaba seguro de si debiéramos discutir esto en el patio de todos los lugares, pero en realidad no era algo que debía ocultarse.

“Definitivamente no. Podría tener que atacar a Nagurry eventualmente.” En general, cuando una esposa había venido de un estado que luego se convirtió en enemigo, el matrimonio terminó en divorcio, pero a veces se quedaba y peleaba junto a su esposo e hijos. Creía que algunas de estas parejas incluso murieron juntas. Aparentemente, esos fueron en su mayoría los que realmente estaban enamorados. Ciertamente podría pillar a Nagurry desprevenido enviando a Altia, pero quería evitar usarla como un peón para un ataque sorpresa.

“¿Entonces la familia de Lady Seraphina en el oeste?”

“Hmm. Esa es una posibilidad para fortalecer aún más nuestra alianza, pero no tiene mucho potencial para llevarnos a ningún lugar nuevo. Ya hemos logrado construir una buena relación”. Aun así, Altia tenía una buena comprensión de lo que sucedía a nuestro alrededor.

“Entonces hacia el sur… ¿Quizás la familia Naaham en Olbia? Como el joven caballero Brando Naaham.

“Bingo. Me preguntaba si valía la pena casarte con él.”

Altia pareció pensarlo por un momento, cuando finalmente, golpeando su raqueta contra su mano izquierda, dijo: “No sabes si una pelota es buena hasta que la golpeas”, como si fuera algún tipo de proverbio. . “Para saber si vale la pena casarse con alguien, tienes que invitarlo y ver por ti mismo”.

“Como hermano, como hermana, ustedes dos tienen la misma personalidad”, dijo Seraphina, medio sorprendida, medio impresionada; Sabía exactamente a qué se refería.

“Bueno, ¿qué razón debemos dar para invitarlo? Realmente no puedo decirle que venga a valorarlo. Hay otros dominios entre nosotros, incluso si no están en guerra unos con otros”.

“¿Qué tal pedirle que venga a jugar airball con la hermana del conde?” Sugirió Altia, levantando la pelota y golpeándome suavemente con la raqueta. Lo atrapé en mi mano derecha; Fue bastante pesado. “Soy bastante bueno en eso”.

Accidentalmente me reí en voz alta. “Bien. ¡Probemos tu idea! Invitemos a este Brando Naaham”. Tiene sentido. Si no tuviera el coraje de atravesar la tierra de otros señores solo para jugar airball, no pasaría nada. Quería formar una alianza militar de todos modos. “Además, quiero ver con mis propios ojos si es lo suficientemente bueno como para hacerte su esposa”.

“Puede que tengas frío cuando se trata de estrategia, pero eres extremadamente suave con la señorita Altia”, comentó Seraphina.

“Los hombres siempre son así con las chicas lindas. De lo contrario, deberían ser monjes, sin importar la profesión que se les otorgue en el templo”.

***

Después de escribirle una carta a Brando Naaham, escuché que había venido de inmediato. Llegó a mi territorio sin incidentes después de pagar un alto costo a los dominios por los que pasó en el camino. Los dos nos encontramos en los terrenos temporales del castillo en la colina en Maust.

“Encantada de conocerte. Soy Brando Naaham, vizconde de dos condados, incluido el condado de Naaham”. Fiel a los rumores, Brando era un hombre con una mirada sorprendente en sus ojos. Parecía listo para cualquier cosa; se notaba lo inteligente que era solo por la forma en que te miraba. Pero su semblante me pareció más un líder que un héroe.

“¿Qué profesión recibiste en tu ceremonia de entrega, Lord Brando?”

“El templo me otorgó con Ladrón. He ganado muchas batallas desde entonces enviando tropas donde las defensas de mi enemigo eran débiles; tal vez esa es mi propia intuición de ladrón en el trabajo”. Se dijo que Ladrón mejoró el juicio en un 30 por ciento sobre las personas normales, así como la agilidad en un 50 por ciento. Era fácil ver cómo podía hacer que alguien fuera ingenioso. Por supuesto, este hombre había estado yendo a la guerra como líder del clan desde mucho antes de recibir su profesión, por lo que parecía más probable que todo se debiera a su propio ingenio.

“Ya veo. Puede sonar insultante decirle a un noble que Ladrón le corresponde, pero creo que es tu vocación.”

“Estoy de acuerdo. Bueno, entonces, ¿dónde está tu hermana?” “Ella está esperando en el patio. Te mostraré el camino”.

Altia estaba allí, con un vestido más corto de lo habitual. “No me contendré ni un poco, Lord Brando”, advirtió.

El partido de airball entre Altia y Brando Naaham terminó en su victoria. Realmente se movió con los ágiles pasos de un ladrón. Podría haber sido flojo de mi parte juzgar el carácter de una persona solo por un juego de pelota, pero este hombre estaba pensando en varios movimientos por delante. Si agregara la capacidad de liderazgo además de eso, ciertamente no sería superado por ningún señor de poca monta. No pensaron en otra cosa que defenderse de todos modos.

Justo después de que terminó el partido, Brando vino a mí donde había estado mirando e inclinó la cabeza. “Por favor, me gustaría tomar a tu hermana como mi esposa. No hay una mujer de su belleza en toda Olbia. Estoy encantado por su elegancia”.

Pensar que había venido a preguntarme él mismo. Probablemente no hubiera querido darle a mi hermana a un tonto que se fue a casa diciendo “¡Gracias por el juego!” de todos modos, sin embargo. Eché un vistazo a Altia. Ella asintió lentamente. Parecía que ya se había decidido.

“Muy bien. Sin embargo, no te prestaré tropas solo para mi hermana. Tengo enemigos más que suficientes para luchar por mi cuenta. Haz lo que puedas para hacerme sentir orgulloso”.

“¡Muchas gracias señor!” Él sonrió ampliamente, de oreja a oreja, se podría decir, y rápidamente bajó la cabeza.

“Además, no hagas nada para hacer llorar a Altia. Ella ya ha pasado por más que la mayoría de la gente. Quiero hacerle las cosas fáciles”.

“¡Sí señor! ¡Tienes mi promesa!”

“Te la enviaré pronto. No te preocupes.”

Por lo tanto, se formó una alianza con el clan Naaham.

Ese Brando es como Azai Nagamasa, otro joven comandante que una vez conocí. Tenía suficiente territorio como para justificar que se le llamara daimyo, otra razón por la que se parecen. Oichi parecía muy feliz, ella misma.

Oda Nobunaga parecía algo sentimental en ese momento.

Entonces también te casaste con tu hermana menor. Supongo que eso es típico de cualquier señor.

Sin embargo, la situación se volvió bastante espinosa cuando me traicionó. Casi pierdo mi hogar. Logré destruirlo más tarde.

Caray, ¿qué hay de tu hermana, entonces…?

La rescaté a ella y a sus hijas. Pero ella estaba desconsolada por el resto de sus días.

Me aseguraré absolutamente de que nunca ocurra algo así. Quiero que mi hermana sea feliz tanto como quiero ser rey.

Bueno, solo ten el mayor cuidado posible. Un rey no es alguien que lo tiene todo, sino alguien que sacrificó todo para ser rey.

Esa noche, Altia y yo miramos la luna juntas. Hicimos que todos salieran del patio antes de sentarnos en una mesa a tomar té.

“La luna es tan hermosa esta noche, hermano”. Su boca se abrió ligeramente como en un suspiro.

“Seguro es. Sé que debería estar feliz de que te cases, pero por alguna razón no puedo hacerlo. Tal vez eso me hace un mal hermano.”

“¡No nunca!” Altia insistió. “Hubiera muerto hace mucho tiempo si no te hubieras preocupado tanto por mí. Me mudé a la mansión de la colina fue lo que me ayudó a mejorar”.

“Y si no te tuviera, nunca habría ido a defender ese fuerte como Geisel ordenó. Probablemente nos hubiéramos entregado a Mineria, y ahora estaría liderando una sola compañía de tropas, como máximo”. De hecho, si no hubiera sido por Altia, no habría tenido que arriesgar mi vida defendiendo el Fuerte Nagraad. Y si no hubiera hecho eso, una vida completamente diferente me habría estado esperando. Mi vida como conde fue gracias a ella.

“Si no hubiera sido tu hermana pequeña, hubiera querido casarme contigo”, bromeó Altia con una sonrisa.

“Seguro que también hubiera querido casarme con una mujer como tú”.

“Estoy muy agradecido de que me hayas criado, hermano”.

“Entonces será mejor que estés tan feliz como puedas, o de lo contrario nunca te perdonaré, ¿vale?”

Después, cuando la llevaba de regreso a su habitación, me abrazó con fuerza. Me di cuenta de que estaba llorando. “Déjalo salir; llora todo lo que quieras”. Fue tan triste para mí como para ella. Silenciosamente deseaba su futura felicidad.

Estás destinado a ser la hermana de un rey. Solo espera.

***

Después de que Altia se fue a casar, me dediqué más que nunca al desarrollo urbano de Maust. La población había crecido más de lo que había anticipado, por lo que necesitaba expandir el área de la ciudad más de lo planeado originalmente. Con ese fin, decidí extender la ciudad hasta la vecindad del castillo en la colina donde estaba trabajando. Sin embargo, dado que era realmente difícil correr canales de agua más pequeños hasta ese punto, decidí usar un gran canal lateral para dividir el área en Ciudad del Río, más cerca del río, y Ciudad de la Colina, más cerca de la colina. Era toda una ciudad, si mirabas el panorama general, o podías verlo como dos uno al lado del otro.

Y finalmente, unos seis meses después de que comenzó la construcción, me mudé al Castillo de Maust. Normalmente estaba conectado a la ciudad del castillo por un puente, pero si se lo quitaba, se convertía en una ciudadela sentada completamente dentro del río.

Primero, reuní a mis vasallos en el gran salón del nuevo castillo. Era más grande que cualquier habitación que hubiera tenido en el Castillo de Nayvil, pero con el aumento en mi número de vasallos, todavía no se veía muy espacioso.

“Caballeros, de hoy en adelante, este lugar será nuestro centro político, centro económico y centro de todo lo demás. Puede que todavía no todo sea familiar, pero estoy seguro de que te encantará. Es tan bueno como el Castillo de Nayvil en su construcción, al menos”.

Mis vasallos escucharon respetuosamente: Laviala con su barriga gradualmente hinchada; el veterano comandante Kivik, mi general de largo apoyo; los Osos Rojos, encabezados por el Capitán Orcus; asimismo, las Águilas Blancas, encabezadas por el Capitán León; el intrépido general Noen, que vino a trabajar para mí después de la caída del antiguo clan al que había servido; Fanneria, la oficial financiera de hombres lobo; y Ornis, un ex comerciante de Maustia.

El resto de mis criados consistía en varios individuos reunidos aquí de muchas tierras diferentes. Los antiguos vasallos de la familia Nayvil estaban entre ellos, aunque no lo suficiente como para ser la mayoría.

“Ahora bien, déjame contarte sobre un cierto objetivo mío. Siéntase libre de reír si todavía piensa que estos son meras ilusiones de grandeza. Sin embargo, tengo la intención de hacer realidad esta ilusión particular. Cuando era señor de solo tres pequeñas aldeas, tenía planes de tomar el territorio que ahora tengo en mi poder; lo que voy a hacer a continuación no es tan diferente”. Me detuve un momento antes de continuar: “Actualmente, la familia real está en completo caos. Su línea se divide en dos, con poderosos vasallos superiores y clanes en ambos lados. Cada facción ha hecho una escena de tomar la capital de la otra varias veces. Como residente del Reino de Therwil, lo encuentro más reprensible. Y así…” Miré a mis vasallos a la cara, uno por uno. Ninguno de ellos parecía pensar que estaba siendo delirante.

“… Iré a la capital y ayudaré a la familia real caída a recuperarse. Sirviendo al lado del rey, terminaré con el caos en este país”.

Lo más probable es que alrededor de la mitad de ellos pensaran que quería tomar el poder haciendo del rey mi títere; muchos otros lo habían hecho en el pasado. Cerca, pero no del todo. Estaba apuntando aún más adelante: haría mi propio reino. Por supuesto, no sería fácil, pero mi territorio ya había crecido aproximadamente seis veces su tamaño desde que me convertí en jefe de mi clan. Si pudiera expandirlo otras seis veces, no muchos podrían ganar contra eso.

“Así que quiero que todos trabajen más duro. No será un camino fácil, pero te recompensaré lo mejor que pueda. Algunos de ustedes podrían terminar fácilmente con un condado entero, es decir, una prefectura completa. Trabaja con eso en mente. Ahora elevemos nuestras voces juntas, ¿de acuerdo?” Agarré esa larga lanza, la que había sacado de la catedral. Era una prueba de que estaba en la cima de esta prefectura, tanto en poder como en autoridad.

Golpeé el suelo con la punta de la lanza. “¡Gloria a nuestro reino!” “”¡Gloria!”” El nuevo castillo estaba lleno de sus voces. Al mismo tiempo, otra voz hizo eco dentro de mi cabeza:

Habilidad especial Aura del Conquistador activada.

Mientras un individuo con esta profesión resida en su castillo como conquistador, él y su familia envejecerán a un ritmo extremadamente lento.

Parece que tengo algo nuevo.

¿La familia incluye a mis esposas? Sería bueno si Seraphina y Laviala mantuvieran su belleza.

¿No puedes estar más emocionado? Después de que hice todo lo posible para otorgarle esto, qué decepcionante.

Ampliar mi territorio es más importante que algo así. Primero unificaré la prefectura tomando los tres condados que quedan en el norte.

Ah, el lugar con todos los señores más pequeños. No puedo esperar para mirar.

No estoy seguro de si te gustará lo que ves, pero diviértete.

Reuní a los Osos Rojos y las Águilas Blancas, así como a las unidades de élite lideradas por Kivik y Noen.

“Un señor de uno de los tres condados que no están bajo mi control no está cooperando. Vamos a eliminarlo a él y a sus fuerzas. Primero, captura ese fuerte suyo. Déjame ser claro: mátalos a todos. No dejes que nadie entre a ese fuerte con vida”.

“Mi señor, ¿puedo pedir una aclaración?” preguntó Noen Rowd. Todavía en sus treinta y tantos años, era un guerrero en la flor de su carrera. Originalmente había servido bajo un señor inútil, pero después de que lo destruí fácilmente, Noen vino a trabajar para mí. “Con el enemigo cerca de un pueblo esta vez, puede haber algunos residentes cercanos que se refugien con ellos, lo que hace que sea difícil distinguirlos. En ese caso-”

“Puedes matar a cualquiera en el fuerte”, respondí claramente. “Ya envié un mensaje al pueblo y a su señor, diciendo: ‘Mataremos a todos en el fuerte. Esto no es solo una amenaza.’ Si todavía se esconden en el fuerte, los consideraré combatientes”.

“Entendido. Por lo que sé, eso está bien para mí”. Noen asintió con la cabeza. “Además, en cuanto a cómo capturar el fuerte, ¿debemos rodearlos e intentar esperarlos lentamente? Esa sería la estrategia habitual de todos modos”.

“¿No sabes por qué los traje a todos aquí? Simplemente domínalos y tómalo”.

“S-Sí, señor…” Noen asintió de nuevo, un poco tímidamente esta vez.

“Dado que todavía no parecen entender mis intenciones, lo explicaré. Si erradica a todos tus enemigos a la vez en la primera batalla, ¿qué pasará con los que esperan en otro lugar?”

El veterano comandante Kivik dio un paso adelante. “Creo que la mayoría de ellos tendrían demasiado miedo de pelear”, dijo. “Si son tropas campesinas, probablemente intentarán desertar”.

“Exactamente. Si les mostramos en la primera pelea cuánto más fuertes somos, el enemigo se someterá rápidamente. Si la primera batalla sale bien, podemos subyugar a su señor sin más batallas”. Entonces, incluso si no fuera fácil, aplastaría el primer fuerte. Les haría ver que mis fuerzas eran de una calidad diferente a la que habían enfrentado antes. “Además, si la guerra continúa, llamarán a enemigos más problemáticos. Me gustaría evitar eso”.

“Te refieres a Colt Rentrant de Nagurry”. Con su abundancia de experiencia, Kivik estaba seguro. Los señores de los tres condados restantes siempre habían sido amigos con los Rentrants en Nagurry. Así fue como los señores más pequeños garantizaron su seguridad.

“Nunca ha sido mi objetivo unificar la prefectura eliminando a estos señores menores. Mi objetivo es eliminar a los Rentrants en Nagurry. Esta pelea…

no es más que el primer paso”. Eso asombró a mis tropas. Probablemente nunca habían imaginado unificar a la prefectura, mucho menos tomar otras prefecturas. Después de todo, durante mucho tiempo, nadie había aparecido que pudiera.

Sin embargo, un hombre entre ellos, el Capitán León de las Águilas Blancas, habló: “Bravo”. Continuó agregando: “Está pensando más adelante que nadie, mi señor. Por eso te seguiré a todas partes”.

Al menos quería que mi guardia imperial entendiera mi pensamiento, el de Oda Nobunaga. Cuanto más intentas por la cima, más solo estás, pensé.

Debe ser por qué tan pocos lo intentaron.