Kami Tachi ni Hirowareta (NL)

Volumen 7

Capitulo 5: Crecimiento

Episodio 3: Reunión

Parte 1

Después de tres días de un viaje en gran parte pacífico, finalmente llegamos a Gaunago. Pero tan pronto como llegamos, surgió un nuevo problema en la puerta.

“Déjame preguntarte de nuevo”, dijo el guardia. “Tus nombres son Ryoma y Fay, ¿y por qué viajaste aquí desde Gimul?”

“Soy gerente de una empresa y la familia Jamil me ha concedido una audiencia”.

“Soy su guardaespaldas y sirviente”.

“Ya veo. Dice que no tomó la carretera de Keleban, sino que atravesó el Bosque de Gana y mató a quince bandidos que encontró mientras estaba allí. ¿Es esto correcto?” “Sí.”

“Creo que la mayoría de la gente tomaría el camino. ¿Por qué elegir atravesar el bosque cuando es más difícil?”

“Solía vivir allí y me sentía nostálgico, así que quería visitar mi antiguo hogar. También trabajo como aventurero, así que me siento cómodo caminando por los bosques y pensé que sería más rápido que andar por ahí”.

“Ya veo. Pero Fay, no pareces ser un aventurero”.

“Cumplí una condena como soldado en mi país de origen. Fue entonces cuando aprendí a atravesar bosques y a servir como guardia”.

“Entonces, eres un soldado de Gilmar”.

“Un ex soldado”.

“Ya veo, ya veo…”

Esto había estado sucediendo desde que nos llevaron a la estación de guardia para interrogarnos. Era el mismo conjunto de preguntas una y otra vez. Nos trataron amablemente, pero esto seguía siendo un interrogatorio. Había pasado por una buena cantidad de interrogatorios en la Tierra, así que supe que nos encontraron sospechosos de inmediato.

Pero es cierto que pensé que ya nos habrían dejado ir. Si solo necesitaran confirmar que matamos a esos bandidos para pagarnos nuestra recompensa, ya habríamos terminado. No sabía por qué parecíamos tan sospechosos solo porque uno de nosotros vivió en el bosque durante tres años y el otro era un ex soldado. Bueno, tal vez Fay sospechaba, ¿pero yo? El cristal también se estaba poniendo azul. Solo quería terminar.

Escuché a alguien caminar hacia la puerta desde afuera. “Oye, no me hagas caso. Entonces, aquí es donde… ¡Oh!” dijo el hombre al entrar. Fue Hughes, uno de los guardias de la familia Jamil, quien hizo que dejara el bosque. “¡Yo, Ryoma! ¡Mucho tiempo sin verte!”

“¡Es bueno verte otra vez!”

“Menos mal que te acordaste de llamarme. Permíteme manejar esto.”

Hughes mencionó que podía ponerme en contacto con él mencionándolo en la estación de guardia antes de que nos separáramos, y aparentemente estaba diciendo la verdad. Sin embargo, no esperaba que apareciera en medio de un interrogatorio.

“Hughes, ¿qué estás haciendo aquí?” preguntó el interrogador.

“¡Oye, Swanson! Trabajando duro como siempre, ¿eh?”

“Si sabes que estoy en medio del trabajo, entonces ve— ¡Oye! ¡Devuélveme eso! ”

Hughes rápidamente tomó el papel en el que el hombre estaba escribiendo y lo leyó. “Oh, Swanson, esto es lo que te molesta, ¿verdad? Todo esto es cierto, te lo garantizo. ¿Recuerdas la primavera cuando casi muero?”

“¿Cuándo atendías a la familia Jamil?” “Sí, y él es quien me salvó la vida”.

“Eso todavía no explica por qué vivió en un bosque durante tres años”.

“Es complicado. No es como si estuviera trabajando para bandidos ni nada. Reinhart podría decirte lo mismo. Déjalos pasar; realmente están visitando a la familia Jamil. Sin embargo, fueron invitados como invitados más que nada”.

“Muy bien entonces. No olvide el dinero de la recompensa”.

Eso parecía un poco agresivo, pero era libre de irme. “Gracias, Hughes,” dije.

“Hablaremos más tarde. Salgamos de aquí antes de que cambie de opinión. Toma, toma el dinero de la recompensa”.

“Correcto. Aquí está tu bolso, Fay”.

“Me gustaría que lo almacenaras con tu magia espacial. Simplemente sería más para llevar, y tengo suficiente dinero a mano por el momento”.

“Entendido, lo guardaré”.

Seguimos a Hughes fuera de la estación de guardia. El sol ya se había puesto y las estrellas brillaban.

“Qué desastre, ¿eh?” Preguntó Hughes con una sonrisa, como si finalmente pudiera soltarse.

“En serio. Sin embargo, solo estaba haciendo su trabajo”.

“Me alegro de que lo entiendas. No es un mal tipo, pero es terco con todo lo que encuentra un poco superficial. Sin embargo, funciona para atrapar a los criminales que el cristal no puede resolver”.

Hughes habló en apoyo del hombre, pero tenía más curiosidad por saber cómo podía fallar el cristal. “¿Hay alguna forma de engañar al cristal?”

“No sé si diría eso, pero esas cosas no están destinadas a encontrar criminales en primer lugar. No se pueden descubrir todos los delitos de esa manera”.

“¿Entonces para qué son?”

“La iglesia les hace ver si alguien ha quebrantado alguno de sus mandamientos. Asesinato, secuestro, agresión sexual, robo, daño corporal, todas estas son cosas que desafían las enseñanzas de los dioses, por lo que los cristales las captan. Sin embargo, hay cosas que son aceptables para los dioses, pero no para la ley. Como el contrabando, por ejemplo. La posesión de contrabando ilegal o el transporte de mercancías sin permiso son obviamente ilegal, pero debido a las reglas que los humanos establecieron más tarde, prohibimos o consideramos peligrosas las cosas que rodean. Entonces los cristales no reaccionan a esos crímenes”.

No sabía sobre ese defecto, pero poder confirmar algunos delitos graves fue bastante útil. Eso parecía que también podría actuar como un disuasivo para esos crímenes. De todos modos, solo estaba siguiendo a Hughes y no sabía adónde íbamos en realidad. Cuando le pregunté, se detuvo abruptamente.

“Oh, lo siento, solo quería salir de allí rápido. ¿Entonces adónde vamos?” él dijo. Siempre fue un poco descuidado. Pero seguía siendo una buena persona, por supuesto. No parecía tener ningún destino.

“¿Conoces esa posada con un nombre extraño, ‘Me Gustan los Caballos’? Se supone que debo reunirme con alguien de la Compañía Comercial Morgan allí y luego ir a visitar a la familia Jamil en los próximos días”. “¡Conozco ese lugar! Está dirigido por este tipo al que le encantan las carreras de caballos. A Guy le gustan tanto los caballos que acaba de nombrar su negocio así. No querrás criar caballos a su alrededor, créeme. Él hablará sin parar”.

Parecía que Hughes conocía a esta persona. Parecía divertido. Él también conocía el camino, y me llevó por un callejón estrecho. Cuando pasamos, un grupo de personas conversó con él. “Oh, ¿si no es Hughes?”

“¡¿Qué te trae por aquí tan tarde?!”

“¡Oye! ¡Estoy en el trabajo!”

“¿Por qué caminar por aquí por tu trabajo?”

“Suena como si estuvieras holgazaneando para mí. ¡Toma una bebida!”

“Oh Hughes, ¿qué tal si bebes en mi casa esta noche?” “Haré que valga la pena”. “Uh, agradezco la oferta, pero necesito llevar a estos dos a alguna parte. Volveré más tarde.”

“¿Quién es el niño? ¡No me digas que tienes un hijo secreto!”

“¡¿Qué?! ¡¿Quién es la mamá?! ”

“¡No es mi hijo!”

“¡Hahahaha, lo creo! ¡No se parece en nada a ti!”

“¡Parece demasiado inteligente para ser tu hijo!”

“¡Y él también se ve bastante agradable!”

“¡De ninguna manera podría ser el hijo de Hughes!”

“¡Qué montón de borrachos!”

“Oh, hola, Hughes. Ven a mi tienda alguna vez. Te daré un poco de té”.

“¿Qué, la anciana de la tienda general está aquí? Lo haré, solo incluiré algunos pasteles de té”.

“Estaré esperando. Sin embargo, tendrás que pagar por los pasteles de té”.

“Todo el mundo parece conocer a Hughes”, dije. “Y no solo porque vive por aquí, si tuviera que adivinar”.

“Es un buen hombre”, dijo Fay. “Se puede decir que estas personas confían en él”.

Pasamos por la ruidosa pero tranquila esquina de la calle y nos encontramos con un gran establo adjunto a una posada mucho más pequeña.

“Esto es Me gustan los caballos”, dijo Hughes. “El tipo que mencioné probablemente no esté aquí ahora mismo. Oye, señora, ¿estás aquí?”

Hughes entró casualmente. Lo seguí, y el mostrador estaba justo al lado de la entrada. Una respuesta igualmente casual vino del otro lado. “¡Sí, hola, Hughes! ¿Qué pasa?”

“Te traje un invitado.”

“Buenas noches, soy Ryoma Takebayashi de Bamboo Forest. Hice una reserva a través de alguien de la Compañía Comercial Morgan”.

“Y yo soy su guardaespaldas, Fay.”

“Oh, me enteré de ti por Serge. Hay dos habitaciones reservadas para usted, pero primero escriba sus nombres en el registro de la posada. ¿Cuáles son tus planes para cenar? Ya es hora de cenar y Serge está en la cafetería ahora mismo. También mañana hay… ”

Parecía una persona impaciente, que hacía una serie rápida de preguntas que respondí mientras escribía en el registro. Decidí cenar allí. Necesitaba saludar a Serge.

“Ryoma, me dirijo de regreso a la finca”, dijo Hughes.

“Oh, ¿ya?”

“Sí, me gustaría comer contigo y hablar de cosas, pero me queda trabajo por hacer”.

“Eso es una lástima, pero lo entiendo. Gracias por tomarse un tiempo de su apretada agenda para mí”.

“Bueno, pronto vendrás a la finca, así que podemos hablar entonces. Hay muchas cosas que me gustaría decir. ¡Hasta luego!” “¡Cuídate! Bueno, se ha ido”.

Hughes corría como el viento. Tuve que preguntarme qué quería decirme.

“Siempre ha sido así”, dijo la mujer.

Me reí torpemente. “Oh, terminé de llenar esto”.

“Yo también”, dijo Fay.

“Gracias; aquí tienes tus llaves. Sube las escaleras y al final del pasillo a la derecha para encontrar tus habitaciones. Puedes conseguir comida en la cafetería de allí”. Señaló las escaleras y el pasillo de la cafetería, pero me distrajeron todas las decoraciones. Había herraduras y cabezas de caballo montadas en exhibición. “Preguntándose de qué se trata, ¿no es así?” “Creo que se ven encantadores”.

“¡No es necesario que intentes halagarme! ¡Es mi marido quien compra toda esta basura! El segundo piso también tiene todo tipo de adornos y pinturas. Simplemente no sé lo que ve en todo esto”. Al parecer, su marido era un fanático de los caballos.

“Jefe, si va a saludar a su conocido, creo que primero debería cambiarse de ropa”.

“Buena idea. Volveré a cenar justo después de cambiarme”.

“Entendido, tendré algo listo para ti”, dijo la mujer.

***

Fui a la cafetería después de cambiarme.

“Parece ocupado”, le comenté a Fay.

“A juzgar por su atuendo, todos son comerciantes”.

“El establo también debe estar lleno. Oh, ahí está. ”

Entre los comerciantes de una variedad de regiones, vi a Serge en una mesa junto a la pared. Estaba comiendo con alguien, probablemente un hombre. Tenía el pelo negro y parecía familiar. Tras una inspección más cercana, parecía ser Pioro.

“Serge, Pioro”, dije.

“¡Oh!” Serge exclamó.

“¡Si no es Ryoma! ¡Ha pasado mucho tiempo!” gritó Pioro. Después de todo, era él.

“Es bueno verte otra vez. Sé que nos hemos escrito ocasionalmente, pero creo que este es nuestro primer encuentro en persona en medio año”.

“Seguimos extrañándonos el uno al otro. Gracias por ese trato con Weizen, por cierto. Ahora tenemos otro proveedor de trigo y nuevos productos”.

“Guarde su agradecimiento para los aldeanos”.

Mantuve la voz baja, como si estuviera tramando algo, pero solo porque sería extraño escuchar a un niño al azar hablando con los directores de dos compañías importantes. Pero ambos me respondieron con familiaridad, atrayendo la curiosidad de los invitados que nos rodeaban.

“¿Quién diablos es ese niño?”

“Ni idea. ¿Quizás algún noble?”

“De ninguna manera un chico noble vendría aquí”.

“Entonces, podría ser el heredero de un gran negocio”.

Escuché estos comentarios en medio de la charla de los otros comerciantes. También sentí sus ojos sobre mí. Se sintió como cuando fui por primera vez al gremio de aventureros. Excepto que estos eran comerciantes en lugar de aventureros, y esto era una posada en lugar de un gremio, pero aparte de eso, bastante similar. “Ahora tomen asiento, ustedes dos”, dijo Serge.

Nos sentamos y pedimos la cena. Fay se presentó a Serge y Pioro, y tuvimos una conversación animada, eligiendo temas que no tendrían que mantenerse en secreto para cualquiera que pudiera estar escuchando.

Finalmente, discutimos nuestro viaje aquí.

“¿Te detuvieron en la puerta? Eso debe haber sido una molestia”, dijo Serge.

“Simplemente estaban haciendo su trabajo; No puedo quejarme. Tenían una seguridad más estricta que otras ciudades en las que he estado; Supongo que porque la finca del duque está aquí”.

“Muchos otros nobles viven aquí también. Son más estrictos con la seguridad que la mayoría. Usaron el cristal contigo, supongo.”

“Sí. Con otras ciudades, solo tenía que mostrar mi tarjeta de gremio para pasar”.

Gaunago siempre hacía la prueba de cristal al entrar. El hecho de que derroté a esos bandidos quedó demostrado cuando lo tocamos, momento en el que nos llevaron a otra habitación.

“Esos cristales son objetos mágicos escasos, por lo que la mayoría de las ciudades solo los usarán con personas sin identificación o para confirmar que los bandidos fueron asesinados”, explicó Serge. “Los artículos se rompen después de un uso continuo, y se supone que reemplazarlos es difícil”.

“¿Son caros? Teniendo en cuenta la cantidad de ciudades que los usan, creo que hay muchos por ahí”. “El precio es una cosa, pero obtener el permiso de la iglesia lleva tiempo. Se dice que esos objetos mágicos fueron creados bajo el mando de los dioses por artesanos que reciben revelaciones divinas. Se pueden hacer más, pero no se pueden producir fácilmente para la venta. Uno solo puede alcanzarse por razones justas, como la seguridad de la ciudad; los nobles también deben otorgar el permiso, y las donaciones deben hacerse a la iglesia además del precio del objeto mágico en sí. Si no fuera por eso, me hubiera gustado tener uno yo mismo”, dijo Serge con un suspiro de decepción. Pude ver por qué; Yo también quería uno.

“Por cierto, Ryoma, ¿dices que ustedes dos vencieron a esos bandidos solos?” Preguntó Pioro. “Había un buen número de ellos, ¿no?”

“Fay ayudó mucho. Venció a ocho de ellos por su cuenta”, dije. Los invitados en las mesas contiguas a nosotros escucharon eso y se callaron.

“Le ganaste a siete de ellos. Solo saqué uno más porque obtuve el primer golpe”, señaló Fay. Escuché algunos murmullos incómodos detrás de mí. ¿Querían abordar este tema para mantener a raya a las personas que nos rodean, o qué? Fue una conversación divertida, pero no el mejor tema para discutir durante la cena.