Kami Tachi ni Hirowareta (NL)

Volumen 7

Capitulo 5: Crecimiento

Episodio 21: El Ex Gladiador Y Lo Que El Comerciante De Esclavos Estaba Escondiendo

 

 

~ Lado de ??? ~

“No es justo…” Murmuró el primer candidato con decepción mientras regresaba por la puerta del patio.


“Oye, ¿no era él el tipo que…?”

“¿Escogió los limos? Sí, no me equivoco… ¿No me digas que perdió?”

Los otros esclavos se animaron al ver el regreso del hombre. Uno de los empleados, tal vez en un intento de mantener lo que esperaba fuera de los candidatos restantes con tanta sorpresa como fuera posible, mostró al primer retador fuera de la sala de espera.

Por lo que parece, perdió. Incluso si técnicamente hubiera ganado, ciertamente no creía que peleara bien. Limos, eh… Nunca me he enfrentado a ninguno en el coliseo, pero algunas especies avanzadas son evidentemente más poderosas o difíciles de tratar. Ox Roade, después de haber visto pasar al primer candidato en silencio, decidió no pensar más en ese pensamiento. Si bien no podía negar cierto grado de curiosidad sobre el asunto, no se inscribió para luchar contra los limos. En lugar de especulaciones infructuosas, pensó en el chico con el que estaba a punto de pelear. Cuatro adultos, cada uno con un aura única: un noble, dos hombres de negocios y otro que claramente ha visto demasiadas batallas para ser un hombre de negocios. Y luego, el único niño entre ellos… Fue el más difícil de leer de ese grupo.

Si bien la mayoría consideraba que la fuerza bruta era el único requisito para un gladiador, eso por sí solo no hizo que los luchadores subieran en las filas. La popularidad hablaba mucho cuando se trataba de gladiadores, y los espectadores a menudo apostaban por su gladiador favorito. El atractivo del público y la cantidad de encuentros que sostuvieron influyeron directamente en su juego. No importa cuán feroz sea un luchador, ningún gladiador sería considerado un luchador doméstico sin estrellato a su nombre. Solo una vez que un gladiador logró fuerza y popularidad, marcó su nombre en la historia.

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Ox, como alguien que se había acercado a la cima de tal industria, había entrenado una habilidad particular no combativa a través de sus años de gladiadores: un buen ojo para el carácter. Era algo que tenía en común con el presidente del mismísimo comerciante de esclavos que pretendía venderlo como producto. Su carrera de innumerables batallas, gran popularidad y el establecimiento de conexiones con nobles y comerciantes lo habían ayudado a adquirir esta habilidad. Comenzó a ver aspectos del carácter de su oponente en cada paso o movimiento de su espada. Era una intuición que había desarrollado durante décadas de desafiarse a sí mismo. Lo llevó a sentir cada uno de los movimientos de su oponente en mente o cuerpo, elevando su habilidad con la espada como resultado.

Seguí perfeccionando esa intuición y mi doble espada alcanzó el nivel 5 una vez que cumplí los treinta. Incluso después de perder una mano, Ox Roade todavía se enorgullecía de su propia habilidad con las espadas. Un segundo cercano fue probablemente su intuición, que se había ganado su confianza a lo largo de los años. Pero ahora su intuición le falló cuando se trataba de Ryoma. ¿Quién es él…? Ciertamente parece un niño, pero se sentía completamente cómodo entre los adultos, como si tuviera su edad…

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como iguales. Pero más que nada… es fuerte. El hombre extranjero a su lado parecía haber visto una buena parte de los combates, pero ese chico…

Bueno, no tiene sentido insistir más en eso. Todo lo que puedo hacer es mostrar mi fuerza con mis espadas, sin importar a quién me enfrente.

Más candidatos regresaron uno por uno, todos luciendo desanimados. Ox Roade los miró por el rabillo del ojo, agarrando su par de espadas enfundadas, concentrándose.

Cuando regresó el noveno esclavo, Ox se paró en silencio, colocando sus espadas a los costados. “Solo para estar seguro… se me permite usar estos, ¿verdad?”

“Órdenes del presidente. Me dijo que los clientes lo están permitiendo”. “¿No es solo uno de sus juegos?”

“Entiendo tu escepticismo. Aparentemente, el presidente fue quien lo sugirió, pero esta pelea es tan real como parece. Lo verifiqué dos veces con el cliente hace un par de encuentros y él cree que te desempeñarás mejor con las armas con las que estás familiarizado”.

“Me alegro de escuchar… Aprecio su consideración”, dijo Ox, vaciando su mente de pensamientos que no estaban preocupados por la batalla que se avecinaba, tal como solía hacer antes de entrar en el gran coliseo. Con pasos poderosos, salió con orgullo al patio.


“Gracias por su paciencia,” le dio la bienvenida Ryoma, todavía de pie en la posición inicial del área de combate.

Esta pelea será de todo menos fácil, reconoció Ox. Ryoma estaba parado allí tan tranquilo como podía estar, a pesar de haber peleado ya con cuatro candidatos seguidos. Solo tenía una pregunta que hacerle a su oponente.

“¿Por qué me elegiste?”

“No importa quién sea mi oponente. Te mostraré el camino de mi espada”. La simple respuesta de Ox implicaba que solo iba a hablar más con su espada a partir de este momento. Ya había tomado su posición en la marca opuesta a Ryoma.

“Listo cuando lo estés, entonces”, anunció Ryoma, habiendo aceptado la respuesta de Ox. Ryoma desenvainó su espada de limo.

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Ox sintió astutamente un cambio en Ryoma. Puede cortar con esa espada desenvainada si alguien está a su alcance. Ryoma no había hecho nada más que desenvainar su espada, y Ox ya estaba ajustando su estimación de su oponente. Él también desenvainó una de sus espadas con la mano derecha, la única que tenía.

La espada de Ox era de un color gris mate, parecido a una piedra; era mucho más grueso que la mayoría de las espadas y, obviamente, bastante duradero. Su forma se parecía a la de un machete o un cuchillo de carnicero. Ryoma recordó una espada seax que había visto en su vida anterior. Ambos luchadores utilizaron la mediación energética sin esfuerzo para fortalecer todo su cuerpo.

“¡Empezar!”

¡Primera sangre! Ox se acercó a Ryoma y soltó un corte vertical. Ryoma se enfrentó al golpe con su espada, haciendo una parada segura. Cuando un fuerte sonido metálico resonó en el patio, los combatientes se distanciaron entre sí, como por respeto mutuo.

Ryoma, por ejemplo, estaba asombrado por lo rápido que Ox podía moverse dada su enorme estatura, y más aún por la inmensa fuerza con la que había blandido su espada. Ox se había ganado su silencioso respeto. Se imaginó cuánto tiempo y esfuerzo debió haber gastado el hombre para blandir el par de espadas extremadamente pesadas (que habían contribuido en gran medida a generar tal fuerza para el ataque) al mismo tiempo, dado que ahora solo tenía una mano.

Ox tuvo una impresión similar. Sin un rasguño en su arma, notó. Incluso sin su energía, el ataque se habría detenido solo con la técnica. Las espadas de Ox estaban hechas de piedra pesada refinada, un mineral único en este mundo. Además de su color de roca, era más duradero que el acero y más pesado que el plomo. Especialmente hecha para ser empuñada por un beastkin buey altamente entrenado y potenciada con energía, la espada era casi demasiado pesada para que un hombre común la sostuviera en alto, y mucho menos la empuñara. Multiplicado por la velocidad a la que Ox blandió su espada, su increíble masa generó un daño catastrófico. Si Ryoma hubiera parado de manera menos que perfecta, su arma no habría resistido el intercambio. La intuición de Ox le había permitido captar todo esto en cuestión de segundos. No es de extrañar que los otros candidatos volvieran actuando así. Aquellos que lo tomaron al pie de la letra deben haber quedado horrorizados. ¿Es todo esto idea de Moulton? Esa comadreja.

Aunque con un malentendido parcial, uno que el Sr. Moulton definitivamente se lo había ganado, Ox ahora estaba seguro de la fuerza de Ryoma. No tengo ninguna posibilidad de ganar, pensó. No con una espada… Con una estimación imparcial de sus fortalezas, todavía dio un paso adelante. Ox rugió y saltó hacia Ryoma. Entonces, ¿qué pasa si había perdido una mano, o sabía que no tenía ninguna posibilidad contra Ryoma? Ninguno de esos fue un motivo para que Ox deponga su espada. Había sobrevivido a numerosas batallas en las que estaba en desventaja o se enfrentó a personas más fuertes que él. Cada vez, luchó contra viento y marea con cada fibra de su ser.

Ryoma sintió el rugido de Ox, junto con la fuerza de voluntad del hombre que parecía personificar la vida que había vivido. Con el movimiento de su poderosa espada en la que había puesto toda su vida, Ox logró obligar a Ryoma a dar un paso atrás.

En una fracción de segundo, Ox dejó escapar otro rugido cuando su espada cortó el aire, volando hacia el rostro de Ryoma. Mientras Ryoma derribaba la hoja que se había acercado demasiado para su comodidad, Ox desenvainó su otra espada. Como para demostrar su estilo de blandir dos espadas monstruosas en rápida sucesión, el par de espadas se acercó a Ryoma.

“¡Ryoma!” Reinhart llamó, un momento demasiado tarde para que su advertencia tuviera algún efecto, mientras que los dos comerciantes ni siquiera pudieron reaccionar.

Los dos luchadores se habían enfrentado por un instante.

“No hay necesidad de preocuparse. Nuestro jefe está bien”, señaló Fay con un toque de alivio en su tono. Los luchadores se desconectaron por un momento antes de saltar a un furioso vaivén de la espada.

“¿Qué está pasando ahora…?” Serge murmuró. “Una de sus espadas esta…”

“¡Flotando en el aire!” Pioro terminó. De hecho, una de las espadas de Ox estaba flotando a una distancia determinada del tocón de Ox, como si estuviera sostenida por una mano invisible.

“Kinesis, lo más probable”, explicó Reinhart. “Magia neutral que usa energía mágica para mover objetos. Debe haberlo lanzado sin un encantamiento, usándolo en lugar de su mano izquierda. Acababa de hacer una abertura lanzando su espada, lo que obligó a Ryoma a derribarla. No solo eso, sino que recuperó la espada, manteniendo el impulso y balanceándose hacia arriba. La magia tiene un poco más de alcance que una mano física”.

“Jefe desvió la espada arrojada, dando un paso hacia Ox y atacando para detener sus pies y la espada derecha. Esquivó la espada izquierda del suelo inclinándose. No creas que el jefe esperaba que entrara en juego la segunda espada. Magníficos reflejos”.

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Incluso mientras comentaban lo que acababa de suceder, el encuentro continuó a toda velocidad. La mano física y mágica de Ox, cada una empuñando una espada con golpes devastadores, generaron brisas que soplaron por las mejillas de Ryoma. La ráfaga de Ox continuó, desatando tres o cuatro golpes durante cada latido del combate, cada uno de ellos potencialmente letal. Ryoma los estaba esquivando y parando a todos como una hoja en el viento, contraatacando durante las pocas aberturas que Ox permitió.

Kami Tachi ni Hirowareta Volumen 7 Capitulo 21 Novela Ligera

 

“Oh… ¡Qué increíble…! ¡Verdaderamente sublime!”

“Siento interrumpir tu pequeño espectáculo, Orest”, intervino Reinhart. “Pero nos debes algunas explicaciones”. Serge y Pioro se unieron silenciosamente a la acusación mirando al traficante de esclavos.

“¿Explicaciones?” Inocentemente repitió como loros. “Simplemente he recomendado esclavos que creo que son adecuados para mis clientes, al igual que siempre lo hago”.

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“¿No crees que has omitido algunos de los detalles de tu recomendación?” “No dijiste nada sobre la doble empuñadura con magia, al menos”.

“Recuerdo haberle dicho que estaba obsesionado con el arte de la espada, y que ya no podía usar la espada como solía hacerlo después de perder una mano… Quizás no estaba lo suficientemente claro”, dijo Moulton sin una pizca de culpa. “Como ha ilustrado, el Duque, está usando la magia neutra Kinesis. Y como seguramente todos saben, los beastkin, a cambio de su poderoso físico, tienen poca energía mágica dentro de ellos, haciendo de la magia una táctica desfavorable. Él, por supuesto, no es una excepción. Está dando todo contra el Sr. Takebayashi… Pero no puede seguir así durante tres minutos. Además, su habilidad con la espada no es tan buena como solía ser antes de perder la mano. Una vez que se quede sin energía mágica, ni siquiera podrá pararse, y mucho menos luchar. La medicina solo puede hacer mucho, y tomar medicamentos en medio del combate no siempre es práctico…” Moulton continuó explicando que Ox realmente no podía hacer doble empuñadura como solía hacerlo, y que solo había logrado un estilo de lucha incluso remotamente parecido a su original por el uso de magia incompatible con él, por su pura obsesión con la espada.

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“Ya veo”, dijo Reinhart. “Entonces, ¿cuál es tu objetivo final? Puede que tenga algo de equipaje, pero dado todo ese contexto, me cuesta creer que no haya tenido ningún comprador potencial interesado en él antes”.


“Como he mantenido desde el comienzo de nuestra reunión, creo que encaja perfectamente con el Sr. Takebayashi. Ox no se quejará mientras trabaje en algún lugar donde pueda usar sus espadas, especialmente si su patrón es más fuerte que él. Pero más que nada…” Moulton hizo una pausa teatral. “El Señor Takebayashi tiene muy pocos iguales”.

Reinhart abrió los ojos con sorpresa, al igual que Serge y Pioro.

“Cuanto más aprendo sobre él, más curiosidad me da”, continuó Moulton. “Su mentalidad es una cosa… Pero sus habilidades están muy avanzadas más allá de su edad. Estoy seguro de que tiene amigos que son iguales en un sentido social, como cualquiera de ustedes. Pero no hay demasiados individuos con habilidades comparables a las suyas, especialmente en lo que respecta al combate. Mi investigación muestra que ocasionalmente pasa tiempo con niños de edades similares en los barrios marginales, pero también he oído que actúa más como un tutor para ellos. ¿Qué crees que le hace ese tipo de cosas a un niño de su edad?”

“¿Me estás diciendo… que has estado preocupado por el desarrollo emocional de Ryoma todo el tiempo?” Reinhart preguntó con incredulidad.

“Está en una edad difícil. Idealmente, tendría un rival de su edad, pero no se puede esperar encontrarse con dos niños de su edad y nivel de habilidad. Lo mejor que pude hacer fue permitirle que considerara tener a alguien con al menos una fuerza similar y una sed de mejora en su vida, incluso como esclavo”.

“Nunca pensé que escucharía algo así de ti, Orest”.

“¿Así que no solo estabas bromeando con Ryoma para enojarlo?”

“¡Vaya! ¡Eso es de lo más innecesario! Ciertamente disfruto viendo a la gente, pero no tengo ninguna intención de sabotear el desarrollo saludable de ningún niño. De hecho, quiero que los niños aprecien todas las experiencias y la felicidad que el tiempo pronto les quitará”, declaró Moulton con toda sinceridad.

“Ya veo… me disculpo por dudar de tus intenciones”.


“Por supuesto, no me importaría convertirlo en un habitual para poder observarlo más de cerca”.

“La verdad sale a la luz, ¿eh? ¡A ver si alguna vez vuelvo a sentir simpatía por ti! ”

“Orest, eres un verdadero…”

“Solo… no te excedas, ¿de acuerdo?”

Cuando los tres adultos finalmente expresaron sus quejas y exasperación, Fay, el observador designado del encuentro, finalmente ordenó que se detuviera.

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