Fushi no Kami (NL)

Volumen 3

Capítulo 1: Aviones de Papel

Parte 2

“¡¿Oh?! ¡Esto es maravilloso!”

Sentí como si mi cuerpo se teletransportara hacia Hermes para mirar más de cerca el objeto en su mano.

Lo que yo había considerado un trozo de hierro era, de hecho, una delicada obra. El cuerpo principal tenía la forma de un cigarro, con alas y las hojas de un molinete unidas a él. Sin duda se trataba de un modelo de avión. Estaba ligeramente torcido aquí y allá, pero estaba recreado casi a la perfección.

“¡Es un monoplano! ¡Y la hélice también puede girar! Muy intrincado”, exclamé lleno de interés.

“¿Sabes lo que es?”

Asentí con la cabeza después de escuchar a Hermes preguntarme con ojos brillantes.

En mi vida pasada, los aviones no eran algo raro de ver. Incluso había estado en uno. Aunque ése era un avión de pasajeros con motor a reacción. Los que tienen un motor alternativo que solo había visto en películas clásicas.

“¿De dónde sacaste esto? Nunca antes había visto un modelo de avión”, le pregunté.

“Lo hice yo. Soy hijo de un herrero de renombre, después de todo”. Sonrió un poco con orgullo.

“¡Oh! ¡Eso es aún mejor! ¿Te gustan los aviones?”

“Sí mucho. ¡Son tan elegantes y pueden volar por el cielo! ¡Y son rápidos!

¡Más rápido que un pájaro!” Hermes habló vívidamente con una expresión brillante.

Mientras tanto, Lady Reina estaba sorprendida a su lado. No le sorprendió tanto el concepto olvidado de avión, sino la locuacidad de Hermes. Yo tampoco lo había visto nunca así. ¿A dónde se había ido el chico tercamente tranquilo de antes?

“Hace años, vi la imagen de una máquina volando en el cielo en un libro en el templo. Este es mi intento de recrearlo. La parte giratoria fue difícil de hacer”, explicó.

“Es un modelo magnífico. Debes haber hecho un gran esfuerzo para llegar tan lejos por tu cuenta. Supongo que también te gustaría hacer una verdadera máquina voladora algún día”.

“¡Por supuesto!” Hermes respondió mientras apretaba fuertemente su puño. “Por eso le pedí a mi padre que me dejara inscribirme en la academia. ¡Quiero aprender a leer libros para poder investigar cómo hacer volar esta máquina! Y algún día…”

Su mirada vagó hacia el cielo azul. Nada más a su alrededor parecía importar.

Conocía este look demasiado bien. Era el mismo que tenía el Padre Folke cuando intentó descifrar el idioma de la antigua civilización. Estaba preparado para perseguir su sueño sin importar lo agotador o doloroso que fuera. Estaba listo para ir más allá de las mil noches y aún no lograr su objetivo. Estaba mirando a través de un superteleobjetivo desenfocado para distinguir los contornos de un sueño que tal vez nunca se haga realidad. Como resultado, no notó el camino fácil a sus pies. Pero eso era natural. Fue pura alegría perseguir un sueño tan imprudente que otros intentaron detenerte. Se sintió genial arder de pasión y amor. Incluso cuando fallaste y te arrepentiste, fue divertido maldecir el suelo sobre el que caíste. Y fue el sentimiento más grande de todos jurar venganza hacia esa luz brillante que brilla en el cielo.

Conocía ese sentimiento demasiado bien. Yo era lo mismo. Y como tal, no pude evitar alabar honestamente a mi compañero soñador.

“Ese es un sueño maravilloso”, dije.

Moldo y su pandilla se echaron a reír. Estaban murmurando alguna burla, pero no les hice caso. Las personas que se reían de los demás por atreverse a soñar en grande eran personas de pequeño calibre. Sin embargo, a diferencia de mí, Hermes no tenía la madurez emocional que yo había heredado de una vida pasada. Parecía abiertamente disgustado. Casi se podía escuchar el sonido de sus dientes rechinando con solo mirar su rostro. Su boca estaba una vez más cerrada, y su expresión alegre de antes, cuando hablaba de su sueño, ahora parecía una mera ilusión.

Ya veo…

Era posible que Hermes solía ser tan silencioso porque los demás siempre se habían burlado de sus ambiciones. Cualquier joven inocente se habría encerrado naturalmente ante semejante burla. En ese sentido, había sido un verdadero privilegiado. El Padre Folke era un hombre de mediana edad que había estado persiguiendo sus propios sueños mucho antes que yo, y la señora Yuika me había aceptado con los brazos abiertos. Lady Maika siempre me elogiaba, decía que era increíble y me ayudaba en lo que podía. Habría sido trágico dejar que las ambiciones de este joven se desperdiciaran. Por eso… decidí transmitir la amabilidad que había recibido de la Sra. Yuika y los demás.

“Hermes, te ayudaré a lograr tus sueños”.

Debe haber sido la primera vez que escuchó estas palabras, ya que tardó unos tres segundos en responder.

“… ¿Qué?”

“El resurgimiento de una máquina que solo existe en los registros de la civilización antigua suena maravilloso. Estaba pensando en redactar un plan de desarrollo de fabricación. Te ayudaré a lograr tus sueños”.

La risa de Moldo y su pandilla se había vuelto aún más fuerte y vulgar, pero no me sentí molesto en lo más mínimo. Yo era un adulto en mente y ellos todavía eran niños. No había forma de que estuviera seriamente enojado con ellos. Como tal, mi siguiente línea estaba dirigida hacia Hermes con solo un toque de interés propio mezclado.

“Trabajemos juntos para callar a esa gente ruidosa de allí”. Hasta que se quedan sin palabras.

Por alguna razón, la expresión facial de Hermes se puso rígida cuando me miró. Debe haber estado tratando de controlar su ira hacia Moldo y sus amigos. Tal vez él tenía una mente adulta como yo, después de todo.

“¿Puedo interrumpir, Ash?” Sir George intervino con voz profesional. “¿Cuál es el problema?”

“Bueno, lamento interrumpir, pero de acuerdo con las reglas de la academia, debe haber un castigo por participar en una pelea. Incluso si hubo una disputa verbal, Hermes fue el primero en lanzar un puñetazo…”

“Sir George”. ¿En serio te vas a interponer en mi camino?

Sonreí alegremente y lo miré con ojos de cachorro. Mientras dudaba por un momento, Sir George, en quien el conde en funciones confiaba debido a su comportamiento demasiado serio, negó con la cabeza.

“No puedo tomar las reglas a la ligera. Se supone que esta academia debe educar a los futuros líderes”.

“Ya veo. Para liderar un grupo, debe mostrar disciplina y cumplir con las reglas. Por supuesto que tienes toda la razón”.

Consideré cuidadosamente su posición, pero no estaba lista para rendirme todavía. Las personas que se reían de los sueños de los demás merecían un castigo.

“Sin embargo, Sir George”, continué. “Si estamos hablando de comportamiento como líder, ¿no es peligroso regañar a alguien tan talentoso por un pequeño error? Corres el riesgo de amortiguar su entusiasmo y poner grilletes en su talento”.

“Hmm… Pero no puedo dejarlo pasar…”

Intenté manipular la situación intercambiando las palabras “romper las reglas” con “error escaso” y “castigo” con “regañar”. Como resultado, parecía que la postura de Sir George se estaba suavizando. Tengo que presionarlo un poco más.

“Por favor piénsalo. ¿Hay alguien más en la academia, o incluso en todo el reino, que esté tratando de revivir una máquina perdida hace mucho tiempo que puede volar en el cielo?”

Probablemente había algunas personas si mirabas por todo el reino. Especialmente si preguntaste entre los compañeros de investigación del Padre Folke en la capital.

“A Hermes se le han ocurrido ideas únicas y las ha puesto en práctica como nadie más podría haberlo hecho. ¡No hay nadie como él en todo el reino! Si no llamas a eso un talento poco común, ¿entonces qué es?”

Escuché algo que venía de la dirección de Lady Reina. Sonaba como si estuviera diciendo: “Tú eres alguien para hablar”. Bueno, soy un caso especial fuera de las normas.

“Y si todavía piensa que el talento de Hermes no es suficiente para excusar una mera disputa entre niños, por favor denos dos semanas. ¡Le mostraremos la posibilidad de revivir la tecnología para volar por los cielos!” Entonces, recordé rápidamente poner a Hermes en el centro de atención. “… ¡Bajo la guía de Hermes!” Yo añadí. Eso estuvo cerca. Casi hablo como si fuera yo el que manda.

Sin embargo, esta vez Hermes tenía que ser el centro de atención. Yo era simplemente un asistente. Iba a ayudar al logro de Hermes. De cualquier manera, era feliz mientras Moldo se callara.

“Ash… no sé qué está pasando…” murmuró Hermes.

No te preocupes, Hermes. Te ayudare. Mucho. Ya sé exactamente lo que tenemos que hacer. Todo está respaldado por mis recuerdos de vidas pasadas. Así que no te preocupes en absoluto.

Lady Reina golpeó cariñosamente los hombros del desconcertado Hermes. “¡No te preocupes! Maika y Arthur se asegurarán de que no se comporte demasiado imprudentemente, ¡así que hazlo por ahora!”

Hermes parecía como si le hubieran dado un golpe final.

Indignado por el trato injusto de Moldo y su pandilla hacia Hermes, Lady Maika, Lady Reina, Lord Arthur, y yo tomamos medidas para proteger a nuestro compañero estudiante de la academia y miembro de nuestro grupo de estudio. Dado que la Madre Yae también se había unido a nosotros como observadora externa, ya estaba claro quién estaba en el lado correcto de la justicia a los ojos de los tres dioses.

“¡Entonces, está decidido, entonces! ¡Nos esforzaremos por lograr una resolución pacífica ayudando a Hermes a revivir la tecnología aeronáutica!”

Después de escuchar mi proclamación en la sala de lectura del templo, todos menos Hermes estuvieron de acuerdo.

“¡Entiendo! ¿Qué tenemos que hacer?” Lady Maika dijo con entusiasmo.

“Acabas de regresar de tu recuperación y ya estás en pleno apogeo de nuevo. ¿Estás seguro de que estarás bien? De todos modos… ¿Hay algo que pueda hacer?” Lord Arthur preguntó como si se hubieran rendido.

“No pude detenerte frente a Sir George, así que acepté, pero… ¿Te das cuenta de que hay límites para lo que podemos hacer?” Dijo Lady Reina.

“Hm, un avión. Entre las muchas leyendas de la antigua civilización, esta parece la más lejana de nuestro alcance. No creo que haya muchos libros prácticos sobre el tema aquí en el templo”, agregó la Madre Yae.

Afortunadamente, todos se habían acostumbrado a mi modus operandi, por lo que no hubo necesidad de discutir mucho. Por otro lado, el inexperto Hermes, que se había unido a nosotros por primera vez, se estaba devanando la cabeza después de mirar alrededor de la habitación.

“Todo me suena un poco raro… ¿Estás seguro de que estás bien?” él dijo.

Al igual que Hermes, quien aparentemente estaba cuestionando nuestra cordura, miré la cara de todos antes de responder a su pregunta. “¿No nos vemos bien?”

“Honestamente, es un poco aterrador ver a todos tan tranquilos… Por lo general, cuando se habla de volar en el cielo, la gente dice cosas como, ‘¡Eso es una tontería!’ O ‘Eso es imposible’… Esperaba que todos fueran un poco más desconcertado.”

Como tenía recuerdos de mi vida pasada, las máquinas voladoras eran algo natural para mí, pero él podría haber tenido razón con respecto al sentido común de este mundo. Las reacciones de los demás cuando planteé el tema fueron sorprendentemente tranquilas.

Como pensé para mí mismo, todos intervinieron.

“Nada de lo que dice Ash puede sorprenderme más”, comentó Lady Maika.

“En todo caso, me sorprendió que alguien que no fuera Ash abordara el asunto”, dijo Lord Arthur mirando a Hermes.

“Me he acostumbrado gracias a Ash”, dijo Lady Reina.

“Esperaba que Ash dijera algo así tarde o temprano”, agregó la Madre Yae.

Al ver que parecía estar en el centro de todo, solo pude dejar escapar una risa tensa.

Hermes me miró con ojos dudosos.

Para responder a sus preguntas obvias, dije: “Quiero decir, he estado hablando de mi propio sueño durante un tiempo, así que supongo que decir que quiero construir un avión no sorprendería a nadie”.

“¿Cuál es tu sueño, Ash?” Preguntó Hermes.

Recuperando la abundante vida de la antigua civilización.

Los aviones eran una parte de eso. Era natural que los miembros del proyecto ya no se sorprendieran por mis ambiciones.

Mientras le explicaba todo esto a Hermes, se quedó boquiabierto. “¡¿Recuperando la vida de la antigua civilización?! ¿Eso significa que quieres hacer cosas como la máquina que puede producir hielo? ¿Los que pueden mantener la habitación fresca en verano y producir calor sin fuego?

¿Incluso eso que te permite escuchar música y ver imágenes donde y con qué frecuencia quieras?”

“Sí, incluyendo todo eso, quiero poder vivir una vida feliz y divertida. Este es mi sueño.”

Después de todo, el calor del verano me hacía añorar un aire acondicionado y un congelador.

“Wow…” Hermes dejó escapar un gran suspiro. No estaba claro si estaba impresionado o conmocionado. Pero justo cuando pensé que se iba a acurrucar en su silla, comenzó a temblar de risa. “¡Jajaja! ¡Sueñas en grande! ¡Me rindo! ¡Ese es un gran sueño ahí mismo!” Siguió repitiendo la misma línea una vez más. “Esta es la primera vez que conozco a alguien con un sueño más grande que el mío. ¡Realmente no sé qué decir, Ash!” Mientras su rostro se arrugaba por la risa, comenzó a derramar lágrimas. “No es de extrañar que hayas escuchado mi sueño sin reírte”.

Eran lágrimas de profunda alegría.

Lady Reina, que estaba sentada a su lado, le tendió un pañuelo con una sonrisa en su rostro.

Hermes se secó las lágrimas y murmuró una sola palabra. “Gracias.”

Al ver a Hermes así, me di cuenta de lo difícil que era tener un sueño en una sociedad pobre. Si estuviera desesperado solo por sobrevivir, cualquier plan para el futuro solo parecería una carga excesiva.

Conocía muy bien ese sentimiento. Yo había sentido lo mismo hasta ese fatídico día en que la Sra. Yuika nos leyó esa historia en voz alta. Me pregunté cómo se habían visto mis ojos antes. Imaginé que probablemente serían similares a los de un pez muerto.

Esa es otra razón más para mejorar el nivel de vida de la sociedad en su conjunto lo antes posible. Necesitábamos más jóvenes que pudieran soñar en grande, estudiar mucho y seguir adelante para lograr sus sueños.

Por supuesto, me consideraba entre los que batían sus alas de esperanza hacia un futuro mejor. Y si nuestros caminos se cruzaran, como lo habían hecho con Hermes esta vez, el cumplimiento de sus sueños en última instancia también significaría el cumplimiento del mío. Estaba dispuesto a ayudarlos uno tras otro para que a su vez ellos también me ayudaran a mí. Después de todo, la bondad se paga con bondad. Había llegado el momento de ampliar ese círculo de generosidad.

Después de reflexionar y llorar por un rato, Hermes dobló el pañuelo ahora mojado y miró hacia arriba. “Lamento que tuvieras que verme así”.

Mientras sollozaba torpemente, Lady Reina lo tranquilizó con su suave voz. “Para nada. Tienes un sueño maravilloso y admirable”.

“Bueno, supongo que también estoy un poco orgulloso de mí mismo”.

Su sonrisa tímida lo hacía lucir más alegre que nunca. La habitación, que se había quedado completamente en silencio, poco a poco se llenó de una sensación de pasión.

Como era un ambiente agradable, pensé que era un buen momento para tomar algunas decisiones. La alegría era importante para cualquier reunión. Le ayudó a apresurarse incluso en las tareas más arduas.

“¡Discutamos nuestros planes para seguir adelante, entonces! ¿Están todos a bordo? ¿Por dónde deberíamos empezar?” Les pregunté a todos.

Justo cuando había pensado en mejorar la eficiencia del horno y la estufa, el tema de la tecnología aeronáutica había llegado volando a toda velocidad, dejando mis planes en ruinas. Además, este último objetivo vino con el objetivo secundario de golpear a Moldo y su banda de forma lícita y pacífica.

Mientras vacilaba, Lady Maika levantó la mano. “¿Puedo? ¿Qué tienes en mente por ahora, Ash?”

“Mejorar el horno y la estufa, así como producir un modelo simple de un avión”.

“Aquí estaba pensando que estabas dudando, pero resulta que ya tenías dos cosas en mente”, reaccionó a mi respuesta con una sonrisa.

Aparte de Lady Maika, que parecía contenta con mi respuesta, los demás parecían asombrados.

Como representante, Lord Arthur levantó la mano. “Normalmente, solo una de esas ya se consideraría una gran empresa, por lo que plantear dos tareas de tal magnitud al mismo tiempo es un poco cuestionable”.

No es como si tuviera otra opción. Uno de ellos apareció de la nada.

Además, ambas tareas pertenecían al ámbito de la industria manufacturera, por lo que se podía argumentar que se trataba solo de una gran tarea en lugar de dos.

“Tienes toda la razón, Arthur. Sin embargo, justo cuando estaba pensando en planificar la mejora del horno y la estufa, que se suponía que era el primer paso en mi plan de mejora industrial, llegó Hermes, así que decidí armar todo”.

“Eres otra cosa. Tratar el sueño imposible de volar por los cielos con una máquina como un extra… Qué excéntrico…” Parecía que Hermes había quedado impresionado mientras murmuraba esas palabras.

Lady Reina le aseguró que no era nada inusual y le tocó el hombro. “¿Tiene algún sentido hacerlos juntos?” Preguntó Lord Arthur.

“Hermes puede ayudarme con mi plan y yo puedo ayudarlo a lograr su sueño, así que tiene sentido trabajar en ellos al mismo tiempo”.

Lord Arthur mostró una sonrisa forzada en respuesta a mi explicación suelta y dijo: “¿Qué hacemos, Maika? Esto suena muy parecido a Ash y ya no tengo ganas de discutir”.

“¡Si, Por qué no!”

“¡¿No vas a detenerlo?!” Lord Arthur parecía como si hubieran sido traicionados.

Por otro lado, Lady Maika, que les había dado un golpe despiadado con su daga de palabras, asintió con la cantidad de compostura de quien acaba de estrangular un pollo. “Si Ash lo dice, debe haber un buen razonamiento detrás del plan. Además, cuanto más grande sea el plan, más fácil será recibir fondos y contratar personal. Siempre que manejemos la implementación de su plan lo suficientemente bien, no debería haber ningún problema”.

Para obtener rendimientos óptimos, tuvimos que centrarnos en utilizar los recursos que tenemos actualmente disponibles. El resto podría llegar más tarde.

Mientras levantaba el pulgar hacia la solidaria y comprensiva Lady Maika, todo su rostro se iluminó. Ella tenía razón, yo tenía un plan. No era como si hubiera aceptado un nuevo y repentino desafío por capricho.

Si bien mi objetivo era aumentar el poder industrial, eso era bastante vago en sí mismo. En el corto plazo, ese objetivo abarcó la mejora de la estufa y el horno, permitiendo la producción de ladrillo. Sin embargo, no me iba a detener ahí. Esa era simplemente una base a partir de la cual me propondría mejorar todo lo demás, desde la tecnología de procesamiento hasta la capacidad de producción y las capacidades de desarrollo. Más específicamente, quería llevarlos a los estándares de la civilización antigua.

Sin embargo, ese plan en sí mismo no era del todo factible. El alcance era demasiado grande y el objetivo demasiado lejano en el futuro. Solo un poco. Entonces, ¿qué tal hacer un compromiso y centrarse en el resurgimiento de la tecnología aeronáutica? Eso implicó el resurgimiento de una gran recopilación de tecnología industrial, como la creación del motor de combustión interna, la fabricación de aleaciones ligeras pero duraderas, el desarrollo de técnicas de construcción precisas y una tecnología de procesamiento más avanzada. Por lo tanto, fue más fácil hacer una estimación aproximada de cuánto mejorarían las cosas tanto para las personas que hacen los planes como para las que simplemente observan.

Por encima de todo, la idea de volar por los cielos era fácil de entender y atraía enormemente a cualquiera que tuviera un espíritu aventurero. Esto ayudó a arrojar una buena luz sobre el proyecto. Era similar a cómo los hombres y mujeres de todas las edades eran más propensos a apoyar la tecnología para ir a la luna inexplorada en lugar de la tecnología de misiles ofensiva. La opinión pública siempre fue importante, después de todo.

El problema era que, desde un punto de vista práctico, el objetivo aún estaba demasiado lejos. No tan lejos como para elevar todo a los estándares de la antigua civilización, pero sí lo suficientemente distante como para deslumbrarse con las perspectivas. Solo un poco.

Por lo tanto, tuve que dividir el proyecto en pasos más pequeños, trabajando gradualmente hacia el logro total de nuestros objetivos. La primera parte iba a cubrir aproximadamente una décima parte del total, la segunda la siguiente décima, y así sucesivamente. Aunque, en realidad, probablemente estaba más cerca de la centésima. Ya sea el motor de combustión interna, el eje, el rodamiento de bolas, los engranajes o la nanotecnología, todavía había demasiadas tecnologías sin desarrollar o completamente inexistentes.

Originalmente, había planeado hacer del vehículo de gas de madera el primer paso, pero desde que llegó Hermes, me esforcé un poco y elevé el listón para construir un avión. En términos de dificultad, era algo parecido a subir escaleras con pilotes.

Mientras le explicaba todo eso a Lady Reina, dejó escapar un suspiro después de examinar cuidadosamente mis palabras. “Como de costumbre, no sé si tus ideales son demasiado altos para que yo los vea posibles o si no estás manteniendo los pies en la tierra”.

“Cualquier ideal que no sea realista es simplemente una ilusión”.

En ese sentido, Hermes estaba caminando por el camino correcto. Había comenzado tratando de adquirir la capacidad de leer para investigar la estructura de los aviones. Puede que solo haya sido el primer paso ante la enorme montaña de conocimientos avanzados relacionados con la tecnología aeronáutica. Sin embargo, la diferencia entre avanzar un paso y no moverse en absoluto era como la noche y el día. Ese pequeño paso abrió posibilidades ilimitadas.

Hermes, que había dado ese paso para perseguir su sueño, digirió lentamente mi propuesta antes de inclinar la cabeza. “Hasta ahora, nadie ha estado dispuesto a ayudarme, así que solo eso ya es genial. Estoy dispuesto a escuchar lo que Ash tiene que decir. Sin embargo…” Me miró como si aún no estuviera completamente convencido. “¿Es posible que ya sepa bastante sobre aviones?”

“Sé que nuestras capacidades técnicas actuales no son suficientes para construir una”.

“¡Lo sabía! No sabía cómo volar en el aire en absoluto, pero parece que sabes un poco más. Como, qué nos falta y cosas así”. Sonreía mientras hablaba. “¿Podría darme algunos ejemplos de lo que necesitamos?”

“Por supuesto, les diré todo lo que sé. Pero primero, ¡deberíamos hacer una máquina que realmente vuele por los cielos!”

Al escuchar esas palabras, la sonrisa de Hermes se hizo aún más amplia. Incluso se inclinó sobre la mesa como si ya no pudiera esperar para empezar.

“Oye, ¿cómo pasas de decir que carecemos de tecnología a afirmar que podemos hacer algo que vuele por los cielos?” Lord Arthur protestó.

“Bueno, es solo un pequeño primer paso”. Es tan simple que incluso recuerdo haber hecho uno en la clase de manualidades durante la escuela primaria en mi vida pasada. Incluso con el nivel actual de tecnología de este mundo, no debería ser difícil de recrear.

Estaba pensando en hacer un avión de papel impulsado por una goma elástica como prototipo de nuestro plan de mejora industrial.

“Como parece que Hermes quiere empezar de inmediato, dividamos las tareas. Maika, ¿puedes llevar a un grupo a investigar la fabricación de ladrillos?”

“Realmente no sé mucho sobre ladrillos, ¡pero déjamelo a mí! ¡Dime qué tengo que hacer!”

Como esperaba, podía confiar en ella.

“Bueno, entonces, ¿podrías investigar el proceso de fabricación de ladrillos junto con Arthur y la Madre Yae? Ese es el primer paso de nuestro plan de mejora industrial”.

Lady Reina y Hermes, a quien no había nombrado, se miraron.

“¡Reina y Hermes, me ayudarán a recuperar la tecnología aeronáutica!

¡Demostremos que están equivocados todos aquellos que piensan que volar es solo un sueño imposible!” ¡Tanto es así que sus corazones se detendrán!

Encantado, Hermes apretó los puños. Ya lo consideraba un socio confiable y le devolví el gesto con un puñetazo.

Lady Reina nos miró con ojos llorosos. “Veo que ambos ya se están llevando bien. De alguna manera parece que ahora hay dos personas que no están haciendo nada bueno… creo que voy a llorar…”

Lady Maika y Lord Arthur se apresuraron a consolar a Lady Reina con los ojos llorosos.