Fushi no Kami (NL)

Volumen 3

Capítulo 3: El Papel Es Más Afilado Que Una Daga

Parte 8

Perspectiva De Arthur

Era esa época del año en que fuertes vientos soplaron sobre Sacula. Por fin había llegado el día de mi partida.

Por la mañana, me vestí en un estado de ensueño y borroso. Primero, fui a ver a nuestra supervisora de dormitorio, la Sra. Rihn, quien me había ayudado tanto abierta como secretamente después de venir a esta ciudad. Sí, tenía que llamarla Sra. Rihn ahora; no podía estar muy familiarizado con la doncella principal de otra familia. Por supuesto, todavía no me había ido, así que todavía necesitaba cuidarme en público, pero ahora estaba a solas con ella.

“Muchas gracias por todo. Su ayuda fue muy reconfortante, Sra. Rihn”. “Me alegro de haber podido apoyarte con lo poco que pude hacer”.

Después de inclinarse formalmente en el ángulo adecuado, como lo hizo cuando nos conocimos, continuó diciendo algo que no era apropiado en absoluto.

“Pero esto no se siente bien”.

No era nada grande, pero era inusual escuchar a la sirvienta estricta y seria señalar esto con una sonrisa en su rostro.

“Estoy parado aquí frente a un estudiante a quien cuidé durante los últimos dos años en este dormitorio. Así que, por favor, sigue llamándome ‘Rihn’.”

Contuve el aliento al verla sonreír, lo que casi nunca había visto en los últimos dos años.

¿Estaba realmente bien llamarla “Rihn”? Esa forma de llamarla era una representación del tiempo muy limitado que había pasado con ella como Arthur. No me pertenecía, pertenecía a Arthur, que estaba a punto de marcharse.

“Pero…”

“No hay ‘pero’. No sé cómo es la capital real, pero aquí estás en la remota región de Sacula. Se aplican diferentes modales y etiqueta bajo la regla del

Conde. Como supervisor del dormitorio, te cuidé como miembro de la academia militar. Puede que solo hayan sido dos años, pero esa relación vivirá para siempre”. Su rostro se iluminó con una cordial sonrisa. “Con el debido respeto, no me siento cómodo con un niño travieso que en secreto come tomates siendo tan formal de repente. Así que, por favor, sigue llamándome ‘Rihn’.”

No era propio de una sirvienta estricta ser tan irracional. Sin embargo, también sentí una calidez familiar que irradiaba de la supervisora del dormitorio llevando a cabo su trabajo con seriedad.

“Sí… Gracias, Rihn”.

Nuestra relación, que se suponía que solo duraría dos años, se había liberado de las limitaciones de tiempo.

A continuación, visité el templo. Estaba especialmente agradecida con la Madre Yae. Siempre que fallaba en seguir el ritmo de Ash y Maika, ella era la que se sentaba a mi lado y me ayudaba.

“Madre Yae, muchas gracias por enseñarme tantas cosas”.

“Me alegra que te sientas así. Pero no es necesario que lo menciones”.

La sacerdote inteligente, que se veía más linda cada día, tenía su hermoso rostro iluminado con una mirada apasionada.

“Soy sacerdote y usted era un estudiante que perseguía con entusiasmo el conocimiento. Las puertas del templo siempre están abiertas para alguien como tú. Tanto aquí en Sacula como en la capital real. No lo olvides nunca”.

Luego procedió a entregarme una docena de sobres. “¿Qué son estos, Madre Yae?”

“Supongo que se podría decir que son cartas de recomendación que certifican su gran experiencia. Si se los muestra a la gente en el templo de la capital, debería poder recibir una recepción adecuada. Esto debería ser todo lo que necesita. Por lo demás, debería poder hacer las conexiones necesarias usted mismo”.

El lacre mostraba el escudo de la familia del Conde de Sacula. No era el que usaba el conde en funciones o el propio conde, pero era de igual formalidad y el sello de mayor rango que ella podría haber usado. En otras palabras, estos sobres no solo representaban la autoridad de la Iglesia, sino que también llevaban la autoridad del conde en el exterior. Eran como un maestro espadachín que lleva un arma hecha por un famoso artesano.

“Madre Yae, ¿no te vas a meter en problemas por esto?”

Para mi sorpresa, Madre Yae mostró una sonrisa traviesa. Casi pude escucharla decir: “Oh, ¿te diste cuenta?”

“Sí, posiblemente podría meterme en problemas”.

La Iglesia advirtió contra la cooperación abierta de autoridades religiosas y autoridades políticas como la nobleza. Esto se debía a que, históricamente, los nobles habían utilizado el poder de la Iglesia para obtener ganancias tiránicas.

“Sin embargo, esto es inocente comparado con lo que esos tipos de la capital están dispuestos a hacer”.

“Pero no quiero causarte ningún problema…”

“¿Estás en posición de decir eso?” El sacerdote intelectual mostró una hermosa pero aterradora expresión de cazador. “Ash me dijo que lo ayudaría con su investigación en la capital”.

Vacilé después de escuchar los hechos expuestos.

“Estoy segura de que Ash no dirá nada si solo le informas de vez en cuando. No es el tipo de persona que es dura con otras personas”.

Ella está en lo correcto. Eso lo hace aún más…

“Sin embargo, eres diferente. Te importará mucho si solo informas a Ash de forma esporádica. Tanto es así que la comida se te quedará atascada en la garganta”.

Me dolía el pecho de que me dijeran la verdad. Ella pudo haber tenido razón. No, definitivamente tenía razón.

“Debería hacer uso de todo lo que esté a su disposición. Por tu propio bien. Y mío.” Madre Yae expresó sus deseos egoístas con una hermosa sonrisa. “Si le resulta más fácil actuar en la capital, en última instancia, eso ayudará a Ash. Y si puedes ayudar a Ash, probablemente él también me ayudará a mí a cambio. Estoy tan cerca de ganarme el corazón de Baleas”.

Antes de que me diera cuenta, había comenzado a llamar a la persona a la que se había referido como “Sir George” cuando nos conocimos por su primer nombre.

“Así que no sientas que tienes que reprimirte. También es por el bien de mi romance”.

Ella fue sincera sobre sus sentimientos. Mi admiración se manifestó como una sonrisa irónica. Sir George debe haber sido un tipo afortunado por tener sentimientos tan fuertes dirigidos hacia él.

“Desde mi punto de vista, parece que tampoco estás en posición de elegir tus métodos”, Madre Yae interrumpió mis pensamientos con otra advertencia. “Si no tienes más remedio que separarte, debes asegurarte de permanecer en su mente. No eres tú quien debería estar irritado por la distancia, pero tienes que hacer que él se sienta frustrado por estar tan lejos”.

“¿De qué estás hablando…?” Sentí que la conversación se estaba moviendo en una dirección diferente.

En respuesta a mi desconcierto, Madre Yae se acercó y me susurró al oído. No como sacerdote, sino como mujer. “Dada mi posición, probablemente debería estar apoyando a Maika, pero después de pasar tanto tiempo estudiando contigo, también quiero apoyar tus sentimientos románticos. En cierto modo, también estoy en una posición en la que estoy robando la pareja romántica de alguien”.

Apartando la mirada, sentí que mi cara se sonrojaba de inmediato después de recibir este consejo amistoso pero burlón. “¿Q-Qué quieres decir?”

“Soy la prima menor de Lady Yuika y, como resultado, la pariente de sangre de Maika… Pero por encima de todo, y al igual que tú, soy una mujer enamorada”.

Me hizo saber que había visto a través de mi mentira, mis sentimientos eran obvios para ella.

“El amor es otra disciplina importante de la vida. Si alguna vez necesitas algún consejo, estaré ahí para ti, mi mejor discípulo”, agregó.

Y así fue como, justo en el momento en que se suponía que debía dejar esta tierra, me vi obligada a entablar una nueva relación.

Después de despedirme de varias personas, finalmente llegué a la mansión del conde. Tenía que despedirme de la persona más influyente actualmente en esta región.

“Lamento haber causado tantos problemas a la familia del conde y, por extensión, a la región de Sacula durante los últimos dos años. Nunca olvidaré tu amabilidad mientras viva, Lord Itsuki”. Mostré los modales que se esperan de alguien de mi legítimo estatus social.

Lord Itsuki asintió con un comportamiento digno de un conde en funciones. De alguna manera, había anticipado este resultado. Tenía la sensación de que esto no iba a terminar tan fácilmente.

“Quiero que empieces de nuevo”. Tal como había pensado, Lord Itsuki habló con una expresión seria en su rostro. “Soy tu hermano mayor y tú eres el hijo menor de la casa de Amanobe. Te diriges a mí en consecuencia.”

Dejo que la tensión salga de mis hombros. Mis cejas bajaron vergonzosamente.

Todos aquí eran así. A pesar de que construí un muro a mí alrededor y me distancié para no causar ningún problema, todos vinieron golpeando ese muro, invitándome a unirme a ellos.

“Gracias, mi querido hermano Itsuki.”

Agradeciéndole como mi alter ego, asintió una vez más. Esta vez con el comportamiento de un miembro de la familia.

“¡Eso es! Me entristece ver a mi lindo hermano menor irse a la capital, pero a juzgar por su informe de actividades de la academia militar, estoy seguro de que también podrá prosperar allí”.

Mi querido hermano hizo una pausa por un momento. Como estadista, siempre actuó con rostro hosco, pero ahora se mostró como un individuo privado.

“En el improbable caso de que al final le disguste todo lo que hay en la ciudad capital, quiero que recuerde el tiempo que pasó aquí. Cuando regreses, esos muchachos estarán encantados pase lo que pase”.

Me sorprendieron las caras que me vinieron a la mente después de escuchar esa declaración. No eran solo una o dos personas. No me di cuenta de cuántos recuerdos brillantes llevaba dentro de mí. Recuerdos que actuaban como hogar ahuyentando el frío. Verdaderamente me habían aceptado en este lugar.

“Me alegro de haber podido ver esa cara”, dijo mi querido hermano Itsuki, y sonrió como si hubiera visto una luz en la oscuridad. “Yo fui quien lo mencionó, pero admito que estaba un poco preocupado de que dijeras que no existen tales personas”.

“¡Por supuesto que existen!”

Me quedé perplejo por mi fiera y vehemente respuesta. Pero esos eran mis sentimientos honestos. Sentí como si una llama del fondo de mi corazón hubiera consumido mi cuerpo. Por supuesto que esa gente existía.

“Sí, habrá muchas personas que se regocijarán cuando vuelvas. Y no será simplemente por quién eres, sino por los dos años que pasaste junto a ellos como Arthur. No lo olvides nunca”.

Mi muy amable y gentil hermano mayor procedió a acariciarme la cabeza de una manera ligeramente áspera.

Después de despedirme de mi hermano mayor, fui recibido por alguien que no esperaba encontrarme aquí en los pasillos de la mansión.

“¡Oye! ¿Tienes un momento?”

Su brillante sonrisa parecida al sol parecía extremadamente linda incluso para mí.

“Claro, Maika. Ya casi termino de despedirme y no me queda nada más que hacer hasta mi partida”.

“Hablemos un poco, entonces.” Maika agarró mi mano. “¿A dónde vamos?”

“A la habitación de invitados de allí. Eso es mejor que estar parado en el pasillo”.

Seguí a Maika mientras tiraba de mi mano. Este comportamiento casual suyo me llenó de emoción. Ella siempre me había arrastrado así. Cuando Ash ya había avanzado a pasos agigantados por sí mismo, y se sentía como si me estuvieran dejando atrás, ella extendió su mano. Cuando pensé que tal vez debería dejar de perseguirlo, siempre fue su mano la que me trajo de regreso. Esta era la última vez que iba a ser arrastrado por su mano. No quería olvidar su calidez.

En ese momento, de repente lo dejé ir. Ya habíamos llegado a la habitación de invitados, que estaba profundamente entrelazada con mis recuerdos.

“Es este el lugar donde…”

“Sí, aquí es donde tratamos las heridas graves de Ash”.

Un Ash medio muerto fue traído aquí después de su pelea con un hombre lobo. Mis manos temblaron al recordar el frío que se había sentido en ese entonces.

“Pensé que este sería un buen lugar para hablar”, agregó Maika.

Sí, no parecía que solo quisiera despedirse. Ella eligió este lugar después de todo. Debe haber sido algo especial e importante.

“Veamos…” Después de cerrar los párpados por un breve momento, me miró directamente a los ojos. “Ya no te llamaré ‘Arthur’.”

Sus palabras desgarraron sin piedad mi mentira, al igual que las palabras de Ash lo habían hecho hace un tiempo. Pero había cambiado desde entonces. Estaba bien ahora. Después de todo, ella ya me había derribado una vez. No tenía sentido tratar de mantener la mentira con ella. Ese día en que me quedé helado, ella me abrazó con fuerza, así que, naturalmente, se habría dado cuenta.

“Lamento haberte mentido”, me disculpé.

“No me importa. Es un poco incómodo que no pueda llamarte por tu nombre, pero seguimos siendo amigos. Más importante aún…” Mientras continuaba hablando, Maika simplemente hizo caso omiso de mi secreto. “Hay algo más de lo que quiero hablarte. Hablemos de Ash”.

“Sí, eso es realmente muy importante”.

Después de todo, él era la persona que le gustaba. No, eso no está bien. Esa es una forma deshonesta de decirlo. Era la persona que nos gustaba a las dos. Naturalmente, habría querido decirle muchas cosas a la persona que había compartido habitación con Ash durante los últimos dos años.

“Primero…”

Maika respiró hondo un par de veces. Era un ritmo que no había escuchado antes. Independientemente, no fue nada extraño considerando que estaba a punto de precipitarse en un estado de tensión diferente de nuestras interacciones habituales.

“¿Qué es lo que más te gusta de Ash?” “Veamos. Tiene que ser su cálida sonrisa”.

Mis verdaderos pensamientos se habían deslizado. Probablemente porque siempre estaba pensando en esto. Cada vez que miraba a Ash y hablaba con él, siempre pensaba que me gustaba su expresión, así que cuando ella preguntó, esta respuesta salió al instante.

“¡Cierto! ¡Yo también lo creo! ¡Su sonrisa brilla más que el sol del mediodía en un día de verano!”

“¿S-Sí? Quiero decir, no es eso, Maika”. “¿No estás de acuerdo?”

“¡A-Ah, no, lo hago! Pero no solo quería hablar de su sonrisa…”

“¡Oh! ¡Hay más de una cosa que te gusta más de Ash! ¡Lo entiendo!

¡También me gusta lo inteligente que es!”

“Sí, ese es otro de sus puntos de encanto. Personalmente, también valoro cómo a veces puede ser un poco autoritario. Pero no de mala manera. Es más como darme una bebida caliente en momentos en que soy propenso a contenerme”.

“Yo sé, ¿verdad? Es como una bondad madura… o tal vez tolerancia”.

“Sí, realmente me hace feliz… Ah, pero me estoy saliendo del tema otra vez…” ¿Por qué estamos hablando de cosas tan vergonzosas? “Escucha, Maika. Puede que no sea mi lugar decir esto, pero ¿no tienes otras cosas que decirme?”

“¿Preferirías hablar sobre la comida favorita de Ash?”

“¡No, no, no! Eso no es lo que quiero decir en absoluto. ¿No estás enojada porque me gusta Ash?”

Había asumido que dos chicas a las que les gustaba el mismo chico solo iban a tener serias discusiones… Pero Maika se rio entre dientes.

“Pensé que probablemente estabas preocupada por eso. Es tan propio de ti”. Fue una risa agradable que salió del fondo de su corazón. “Supongo que estoy celosa. Por supuesto que lo quiero para mí… Pero también me doy cuenta de que les agradará a muchas otras personas. Después de todo, él es la persona que me gusta”, dijo Maika con orgullo con una expresión como si estuviera mirando el sol brillando a través de una grieta entre las nubes después del clima lluvioso. “Además, también me doy cuenta de lo difícil que es seguir gustando a Ash. Siempre es amable y me cuida, pero no se da cuenta de mis sentimientos”.

Y su expresión también mostraba que era consciente de que el mismo sol no solo brillaba sobre ella, sino que iluminaba toda la vasta tierra. Si lo sé. Sé por lo que estás pasando, Maika. Fue una sensación dolorosa que me creó unos celos ardientes, pero de alguna manera me gustó.

Mientras sostenía mi pecho por reflejo, vi a Maika hacer lo mismo. Ella asintió suavemente para reconocer nuestro sentimiento compartido.

“Tengo entendido que Ash realmente te ha gustado tal como es”, dijo.

“Sabía que estaba mal y mis sentimientos no serían respondidos, pero aun así…”

Ambas posiciones sociales. La distancia entre la capital y aquí. Las expectativas de mi entorno y sus sueños. Si hubiera seguido siendo Arthur, entonces tal vez hubiera sido posible tomar su mano, pero para mi verdadero yo, estaba demasiado lejos para extender la mano.

La verdad realmente no valía nada. Si fuera posible seguir siendo el falso yo, no me habría importado que mataran a mi verdadero yo. Eso era lo mucho que me gustaba. Nunca iba a poder olvidar este sentimiento.

“Entonces, no sirve de nada luchar contra el sentimiento. Nadie puede detenerlo”. Mi rival de amor, que llevaba los mismos sentimientos, mostró una bonita sonrisa. “Por eso pensé que deberíamos aprovechar esta oportunidad para decirnos lo que nos gusta de Ash”.

“Ya veo. Eso es, cómo debería decirlo…” Al igual que Ash siempre se comportó como Ash…”Es muy parecido a ti, Maika.”

“¿En serio? Jeje gracias.”

De inmediato supiste cuánto le gustaba Ash. Me puso un poco celosa.

“¡Pero no voy a perder contigo! ¡Mientras no estés, seguiré apelando a Ash con todo lo que tengo!” Maika añadió resueltamente.

“No te detendré, pero ¿no crees que es un poco injusto?”

Sentí que tenía una gran desventaja. Si bien ni siquiera sabía si alguna vez volvería a encontrarme con Ash (socialmente probablemente no se suponía que lo hiciera), Maika no tenía ninguna intención de frenar en absoluto.

“¡Ni siquiera un poquito! ¡Has compartido habitación con él todo este tiempo! ¡Eso también es injusto!”

“¡¿Eso no es lo mismo?! ¡No puedes comparar eso con que yo vaya a la capital! ¡Todavía estabas en el mismo dormitorio!”

“¡Para mí es lo mismo!”

Cuando se trataba de Ash, Maika realmente hizo todo lo posible. Por eso podía confiar en que ella lo cuidaría bien. Si tuviera que elegir a alguien para que cuidara de Ash mientras yo me iba a algún lugar donde mi mano ya no pudiera alcanzarlo, entonces no había otra opción que Maika.

“Bien. También haré todo lo posible en la capital para impresionar a Ash y hacerlo agradecido conmigo”, declaré.

“Seguro. Y haré todo lo posible aquí para ayudar a Ash”, dijo Maika por su parte.

Fue una promesa entre dos rivales amor. Nos comprometimos a darlo todo para ayudar a la persona que nos gustaba.

“Cuida bien de Ash. Sé que será difícil, pero asegúrate de mantener tus ojos en él”.

“Déjamelo a mí. Tú también lo haces. Ash tiene muchas ganas de viajar a la capital”.

Al final, hice otra promesa que continuó hasta mañana.

Una vez más, sir George y sus subordinados estuvieron a cargo de mi protección en el camino a la capital, tal como habían estado en mi camino hacia aquí. Y una vez más, nadie me estaba despidiendo, pero era de esperar. No debería haber estado aquí en primer lugar. Por eso, al salir, tuve que despegar tranquilamente para no dejar ningún rastro.

Estaría mintiendo si dijera que no me siento sola. Pero considerando las muchas cosas importantes que había aprendido y recibido durante mi tiempo aquí, decidí soportar la soledad. No por necesidad, sino porque quería hacerlo por mi propia voluntad. A medida que los recuerdos cruzaban por mi mente uno por uno, toleré el dolor que los acompañaba. El recuerdo de hacer mi primer amigo. Redactar un plan de proyecto con todos. Degustando el té caliente con miel. Las lágrimas de mis amigos que no reprimieron sus emociones. Trabajando todos juntos en el modelo de avión.

Reprimir mis emociones mientras recordaba todas estas cosas me resultó doloroso, pero no frío. Mi contención era como un muro de piedra que protegía el fuego cálido y reluciente dentro de un hogar. Era una estufa de moderación, donde mantenía ardiendo mis recuerdos importantes. Solo dentro del carruaje de caballos, sostuve mi pecho mientras me balanceaba hacia mis recuerdos.

“Disculpe, ¿puedo hablar contigo?”

Al escuchar una voz del exterior, abrí la ventana para encontrar a Sir George.

“Sir George, ¿qué es?”

“Pensé que le gustaría echar un vistazo a la ciudad”. Recordé haber tenido el mismo intercambio hace dos años. “Ah, ya veo. Eso significa que estamos…”

“Sí, es el mismo lugar que hace dos años”.

Habíamos llegado al lugar donde vi por primera vez a Itsutsu.

En ese caso, definitivamente quería verlo. Esta puede haber sido la última vez que pude verlo.

“Gracias. Aceptaré tu oferta”.

Cuando salí del carruaje, fui recibido por un fuerte viento. Era el mismo viento que había soplado cuando llegué aquí. Apretándome el pelo, recordé el pueblo donde había vivido hasta esta mañana. Sentí que la muralla torcida e irregular de la ciudad resonaba en mí. Probablemente porque mis emociones estaban igualmente distorsionadas y por todas partes.

“Era una ciudad maravillosa”.

Mis días allí habían sido incómodos, ruidosos y estrictos, pero extrañamente maravillosos y cálidos. Todas mis preocupaciones fueron eliminadas una a una, o mejor dicho, reducidas a cenizas de una sola vez. Fue un tiempo increíble. Estaba seguro de que esos días se convertirían en una luz que iluminaría mi vida en el futuro.

Mientras entrecerraba los ojos ante esta luz deslumbrante, Sir George me habló en voz baja, para no perturbar el fuego dentro de mí. “Como alguien nacido y criado aquí, me alegra que haya disfrutado de su estadía. Esto es exactamente lo que las murallas de la ciudad han protegido a lo largo de los años”. Al darse cuenta de que su voz baja no perturbaba el fuego, Sir George continuó en voz más alta. “Y si alguna vez siente la necesidad, no dude en confiar en este orgullo rústico nuestro. Ya te has convertido en parte de la ciudad que esos muros han jurado proteger”.

“…Gracias.” Si solo eso fuera posible… Hubiera querido volver allí de inmediato. De vuelta a esa habitación donde se está quedando.

Pero, lamentablemente, tuve que irme. Tuve que llevar la antorcha que me había confiado todo el camino hasta la capital real. En su lugar, tuve que iluminar el conocimiento que dormía en la oscuridad desconocida.

Mi pecho estaba caliente. Sentí como si una gran cantidad de fuerza fluyera a través de mí. Fue extraño. Si bien mi pecho se sentía como si fuera a estallar por la soledad en cualquier momento, no estaba frío en absoluto. Me sorprendí a mí mismo por no temblar ni un poco ante este fuerte viento que señalaba la llegada del invierno. Aunque era el mismo viento que había lamentado como violento hace dos años, ahora se sentía completamente diferente. De hecho, este fuerte viento me estaba empujando. Me animó a alejarme del lugar y de la gente que no quería dejar atrás. Sí, es el momento. Gracias.

“Adiós.”

Me enderecé e hice una profunda reverencia. Este fue el final de mis días fantásticos y de ensueño.

“Si adiós.”

Sentí como si escuché a alguien responder con su voz. Pero fue solo mi imaginación.

…¿O lo fue? Nerviosa, volví la cabeza.

Por extraño que parezca, tenía miedo a pesar de que era la voz que quería escuchar. ¿Por qué escuché la voz de alguien que se suponía que no debía estar aquí? Al escuchar su voz, me convencí de que estaba aquí aunque no debería haberlo estado.

Y cuando me di la vuelta, realmente era él. Ash estaba aquí. No había nadie más. ¿Por qué? Bueno, era Ash después de todo.

“Me alegro de haberlo hecho a tiempo. Maika me dijo que esperara por aquí, pero el mapa que usé no era muy preciso. El carruaje se detuvo a una distancia considerable por delante de donde esperaba. Sir George, debería volver a dibujar este mapa”.

Me reí. Todo lo que podía sentir era alegría por Ash siendo él mismo en un día como este, y por Maika, quien probablemente había planeado todo esto.

“Ash…” murmuré.

“Si, ¿qué pasa? Maika tampoco me dio detalles, pero ¿hay algo de lo que fue difícil hablar dentro de la ciudad?”

Para nada.

Seguramente Maika también sabía esto, pero había algo que quería decirle a Ash en este lugar. Quería que mis últimas palabras de los días que pasé aquí fueran mi despedida de Ash.

“Ash, solo quiero decirte…”

Cuando lo llamé, Ash respondió cortésmente con un “Sí”, esperando a que hablara.

Quería decirle que viniera conmigo, pero me abstuve de hacerlo. Quería decirle que deseaba encontrarme de nuevo, pero me contuve de decir eso también. Tomé una respiración profunda. Me di cuenta de que estaba brotando, en la parte superior de mi pecho sintiendo que estaba a punto de estallar.

“Gracias. Adiós.” No debería llorar. Esta podría ser la última vez, o mejor dicho, debería ser preferiblemente la última vez que veo a Ash, así que no quiero que su último recuerdo de mí sea mi cara llorando.

“Esa no fue una buena despedida. Deberíamos rehacer esto”, dijo Ash de repente.

Mis lágrimas se secaron. Antes de que pudiera hacer alguna pregunta, Ash sonrió. Era su sonrisa habitual la que siempre había alejado mi frialdad.

Reformuló mis palabras con su familiar sonrisa cálida. “Cuídate. Hasta luego.”

Su despedida implicó un reencuentro en voz alta. Me hizo saber que siempre podía volver y que me estaba esperando.

No me hagas esto, Ash. Si dices algo tan hermoso, ya no podré contener las lágrimas.

Entonces, recordé a Maika diciéndome que estaba bien llorar en momentos como estos. Ya no pude contenerlos.

“Hasta luego.” Me limpié las mejillas. Estaban calientes. “Me voy. Tú también cuídate. Absolutamente nos volvamos a encontrar algún día”.

Se sentía tan cálido. No había forma de que pudiera haber retenido algo tan cálido.

“Sí, volvamos a vernos”, respondió Ash.

“¿En serio? ¿Definitivamente? ¿Lo prometes?”

Qué egoísta de mi parte. Claramente, solo le molestaría prometerme que definitivamente nos reuniríamos de nuevo.

“Sí lo prometo. Definitivamente volveré a verte, si eso es lo que deseas”.

Y, sin embargo, Ash sonrió de acuerdo con mis deseos egoístas. No fue justo por su parte. No me dejó contenerme en absoluto…

Sentí que estaba dispuesto a dar mi vida por Ash. Y fue su culpa que no pude contener ese sentimiento.