Jimi na Kensei (NL)

Volumen 2

Capítulo 3: Instrucción Del Maestro

Parte 7: Introducción

La Casa Caputo, una de las Cuatro Grandes Casas del Reino de los Arcanos… Junto con la Casa Sepaeda, la Casa Batterabbe y la Casa Disaea, tienen la influencia solo después de la Corona, y poseen tierras casi tan grandes como las de la Corona.

El mayor activo de la Casa Caputo es que su línea de sangre es extremadamente probable que produzca aquellos con el Poder Sagrado requerido para las Artes Místicas. Si bien no todos los miembros de la familia nacen necesariamente con el Poder Sagrado, en esta Casa, uno de cada dos de sus hijos tiene la capacidad cuando nacen. Dado que es un talento raro, uno que normalmente solo manifiesta a una de cada mil personas, esa tasa es extraordinaria.

Las Artes Místicas son de naturaleza defensiva, capaces de crear muros protectores, a la vez que son un arte curativo que puede corregir lesiones y enfermedades. Su efectividad no cambia independientemente de las circunstancias, y para decirlo de manera cruda, también es una fuente constante de ingresos.

Los humanos primero buscan agua y grano; y una vez que los tienen, buscan alcohol y carne; y una vez que los tengan, intentarán obtener dinero y riqueza más allá de su capacidad de gasto. Finalmente, con todas estas cosas en la mano, buscarán honor y rango.

La Casa Caputo tiene muchos de estos.

Reciben ‘donaciones’ y ‘ayuda’ de la Casa Disaea, pero incluso dejando eso de lado, tienen riqueza más que suficiente para ministrar a los pobres y brindan capacitación gratuita en las Artes Místicas, independientemente de los orígenes o circunstancias de la persona, con abundante sobrante. Debido a que la Casa Caputo es relativamente austero en lo que respecta al consumo personal, su riqueza no se destaca, pero son extremadamente seguros desde el punto de vista económico.

En términos de su habilidad en medicina, se encuentran entre los mejores de la región circundante, y muchas personas importantes de países cercanos vienen a Caputo para recibir la atención de la más alta calidad. Simplemente tomando una “tarifa apropiada” de estos turistas médicos, la Casa Caputo florece.

No tienen competencia y no requieren ningún esfuerzo para vender sus servicios. Son nobles que pueden ganar virtud simplemente practicando sus técnicas de curación todos los días y actuando continuamente con disciplina para evitar caer en la arrogancia.

“Gracias a todos por viajar tan lejos para reunirse aquí hoy”.

Los jefes de las diversas ramas cadetes de la Casa Caputo se han reunido en la finca de la rama principal, por invitación de la hija y heredera de la familia principal, Paulette Caputo. Como es el patrimonio de la rama principal, el tío de Paulette, el actual Lord Caputo, está presente y está de pie a su lado mientras organiza el evento.

Se han reunido aquí bajo la apariencia de una fiesta al aire libre, pero en base a su expresión tensa y una rápida mirada a los rostros del Lord Mariscal de los Paladines y el Mago de la Casa que la flanquean, es claro para ellos que no están aquí para Una mera llamada social.

Paulette es una mujer piadosa, digna de ser miembro de la línea principal, por lo que es difícil imaginarla juntando las cabezas de las ramas cadetes simplemente para celebrar una fiesta.

“Los invité a reunirse aquí… para discutir la inundación que ocurrió recientemente en un pueblo cercano”.

Una aldea cercana fue arrastrada por una inundación, y Paulette ha estado liderando los esfuerzos de reconstrucción; No había nada inusual en eso. Sin embargo, una investigación superficial reveló rarezas con la situación normal. Es decir, sobre la inundación misma. Un desastre en el que una enorme cantidad de agua arrastra una aldea… Por lo general, tal evento no se limitaría a una sola aldea.

Además, no hay grandes ríos cerca del pueblo, ni ha habido grandes tormentas o lluvias sostenidas en el área. En resumen, no había nada que pudiera causar una inundación. De hecho, hubo pocos costos humanos, ni hubo una enorme cantidad de daños. Pero era imposible ocultar que no había sido una inundación ordinaria.

“Lo diré sin rodeos. La fuente del agua que arrasó la aldea se debe a un solo mago, uno que posee una cantidad extraordinaria de maná”.

Debido al incidente con Canvus, Paulette ha elegido declarar directamente los hechos, incluso si eran difíciles de creer.

“Los aldeanos y el pueblo en sí fueron arrastrados por el mal manejo de un hechizo de agua por un hombre con el maná de más de diez mil magos promedio”.

Fue, por decirlo suavemente, una declaración extraordinaria. Incluso si todos los presentes fueran místicos y no fueran particularmente educados en magia, la existencia de un individuo con más de diez mil veces el maná de una persona común era difícil de creer.

Solo que las palabras vinieron de Paulette, quien era ampliamente respetada por los demás, evitó que estallaran en carcajadas y, en cambio, les permitió permanecer en silencio, tratando de encontrar la verdad del asunto.

“… Por favor, Shouzo”.

“Oh, está bien… quiero decir, sí, ¡mi señora!”

A las instrucciones de Paulette apareció un extranjero de cabello negro y ojos negros con una expresión nerviosa. Aquellos familiarizados con la apariencia del Joven Apóstol de la Espada no pudieron evitar armarse de valor al verlo.

“Este es Kyoube Shouzo, el mago que acabo de mencionar”.

“… ¡H-Hola! ¡Soy un mago!”

Se sonroja al ser presentado repentinamente a todas estas personas importantes como un mago, pero mantiene su postura de atención.

“Pongamos el asunto a prueba… Shouzo, por favor lanza el hechizo como lo discutimos”.

“Entonces, el agua primero, ¿verdad?”

“Sí, si pudieras”.

Tenso de nervios, se estabiliza. Shouzo levanta su mano derecha y señala con su dedo índice hacia el cielo. Inmediatamente después, todos los presentes levantan la vista sorprendidos. Toda el área se oscurece cuando algo bloquea el sol.

Aunque no se proyecta en la oscuridad absoluta, los terrenos de la fiesta van desde la clara luz del día hasta la penumbra de un cielo nublado. Varias docenas de metros sobre la cabeza hay un enorme charco de agua, como si alguien hubiera drenado un lago en el aire.

Crear agua donde no había nada… Si bien la magnitud puede ser diferente, es algo que cualquiera que use magia de agua podría hacer. En este caso, sin embargo, se hizo con diez mil veces la cantidad normal de maná.

“Ah, mierda… Eso es demasiado”.

“¡C-Cálmate! ¡No se asuste y lo deje caer!”

Después de haber producido más agua de la prevista debido a los nervios crudos, de hecho comienza a entrar en pánico, con su dedo todavía apuntando al cielo. El agua sobre la cabeza comienza a tambalearse en respuesta.

El mago de la casa de Caputo grita al ver esto, más aterrorizado que el propio Shouzo, aunque eso era comprensible. Si el agua cayera en su estado actual, mataría a todos debajo.

“N-No tienes que gritar”.

“Primero, ¡mantenlo! Mantenlo unido, ¿entendido? ¡Deberías poder hacerlo!”

“B-Bueno, claro…”

“¡Mantenlo! ¡Aguanta ahí! ¡Y luego usa tu magia de viento para volar el agua hacia arriba! ¡Deberías poder hacerlo!”

Las instrucciones eran algo que incluso aquellos sin mucho conocimiento de la magia sabían que normalmente sería bastante difícil de cumplir.

“Oh está bien…”

Lanzar un hechizo de viento mientras se mantiene un hechizo de agua, mientras se retiene el agua creada… Para un mago ordinario, eso no debería ser una opción.

Pero la realidad desafió esa imposibilidad. Tan repentinamente como el lago había aparecido en lo alto, un enorme viento huracanado, lo suficientemente poderoso como para dispersar las nubes en lo alto, despega el agua sin siquiera revolver nada en los terrenos de la fiesta.

Las cabezas de las ramas cadetes miran al cielo en estado de shock. Sospechan por un momento que habían visto una ilusión… Pero la breve lluvia que los baña del cielo ahora sin nubes prueba que lo que habían visto era real.

“Maldita sea… me equivoqué”.

Luego vuelven su mirada hacia él. Miran a Shouzo, quien después de disparar dos exhibiciones extraordinarias de magia no muestra ni el más mínimo indicio de fatiga.

“… Creo que todos entendieron por qué los traje aquí hoy. Esto es… Bueno, él es el mago más poderoso del mundo, y lo he puesto bajo mi cuidado”.

¿Cuántos de ellos escucharon realmente las palabras de Paulette? Todos miran a Shouzo como si estuvieran contemplando un monstruo.

Su expresión es una mezcla de vergüenza por su fracaso, alivio al tener éxito en la solución de la situación y timidez al ser presentado como el “mago más poderoso del mundo”. Él.

“L-Lo siento, Paulette… Lady Paulette… Me equivoqué…” “Está bien… Si pudieras estar callado por ahora”.

Mientras confiaban en Paulette, entendieron correctamente que el mago más poderoso del mundo también era demasiado inmaduro para controlarse. Esta fue la primera vez que comenzaron a pensar en el “Scarred Fool” como el as de la Casa Caputo.

“La razón por la que te he reunido hoy es sobre Shouzo. Propongo que lo contengamos con Artes Maléficas para asegurarnos de que no use accidentalmente su enorme potencial mágico. No creo que sea un asunto que pueda decidir usando mi propio criterio”.

Por lo general, las restricciones que utilizan Artes Maléficas son algo reservado para los peores delincuentes. Incluso si no es completamente inocente, no es ético simplemente atarlo con maleficios porque no puede controlarse a sí mismo. Si bien sienten cierto grado de vacilación ante el dilema ético, los líderes de la Casa Caputo comienzan a discutir nerviosamente la situación con sus vecinos.

Mientras Shouzo observa el proceso, un hombre se le acerca: Douverb Saive. De otra línea de sangre con talento para un Arte Raro, pero como proviene de una familia de Artistas Maléficos en lugar de místicos, es visto con miedo, no con reverencia.

“¿Estás bien con esto?”

“¿Qué quieres decir?”

Si bien entiende que las leyes son para que los políticos decidan, Douverb no aprueba la propuesta de utilizar las Artes Maléficas en este caso excepcional. Él, por supuesto, cumplirá con cualquier solicitud formal de la Casa Caputo, pero por su naturaleza, las Artes Maléficas también requieren el consentimiento del objetivo.

Por supuesto, el “consentimiento” en este caso ya está medio coaccionado, considerando la alternativa, razón por la cual Douverb está en conflicto sobre su papel en este caso.

“Que los términos del hechizo colocado sobre ti se decidirán sin tu opinión o deseos”. “Mm…”

Actualmente, los líderes de la Cámara de Caputo, incluida Paulette, participan en un acalorado debate. Dependiendo del resultado, Shouzo podría terminar incapaz de usar su enorme maná por el resto de su vida. Incluso con ese entendimiento, Shouzo no interpone su opinión en la discusión.

“Eh, creo que estoy más o menos de acuerdo, sea cual sea el resultado”.

“¿Puedo preguntar por qué?”

“Porque hay tanta gente aquí, pero ninguno de ellos sugiere que simplemente me maten”.

Difícilmente sería extraño si hubiera habido voces recomendando matar a Shouzo para eliminar el riesgo que representaba. De hecho, habría sido natural, considerando la escala del hechizo que acababa de usar, el que muy bien podría haberlos matado a todos unos momentos antes. Pero nadie presente ha presentado esa opinión, a pesar de que intentar matarlo en lugar de debatir su destino sería totalmente plausible.

“…Ya veo. Pido disculpas por molestarlo con una pregunta tan grosera.”

“No, está bien”.

“Al final, no soy más que el albacea”.

Douverb, que solo es leal a sus deberes, deja escapar un poco de su propia opinión.

“Pero espero que el hechizo que coloco sobre ti tenga términos que estén a tu favor”.