Campione (NL)

Volumen 5

Capítulo 4: Propuesta De Cita

Parte 3

Luego de salir del salón de clases y pasar a través de los corredores, al final subió corriendo las escaleras.

A pesar de que había entrenado su musculoso cuerpo en el club de kendo, está loca carrera estaba claramente fuera de lo común.

“¡Cálmate, Takagi! ¿¡Por qué eres tan impulsivo!?”

“¡Ni siquiera lo puedes entender! ¡Todos los hombres tristes del planeta― que nunca han probado el amor, y quedaron excluidos por todas las mujeres fuera del mundo 2D me han prestado su poder!”

Takagi cargaba a Godou y subió corriendo las escaleras sin parar.

Liliana sólo pudo observar anonadada la velocidad y la impetuosa manera de escapar de Takagi, cuya masculina figura ha superado los límites de los simples humanos y ahora estaba desafiando los límites de la raza humana.

***

Y luego en el techo―

El loco Takagi había cargado a Godou hasta el punto más alto de la escuela.

“Este lugar debe ser lo suficientemente alto…”

Takagi estaba murmurando para sí mismo mientras se acercaba al borde de la azotea, se detuvo ante la cerca destinada a prevenir accidentes.

El agitado Godou miró hacia abajo frenéticamente para encontrar al campo de deportes no muy alejado.

“¿Lo suficientemente alto? ¿¡¡Alto para qué!!?”

“Por supuesto que para saltar desde esta altura, es lo suficientemente alto para que muramos Kusanagi y yo.”

“¡Si te suicidas, tu familia estará triste! ¡Resolvamos pacíficamente este asunto ahora!, ¿¡de acuerdo!?”

“Ho… Mi hermana no es como tu Shizuka. Todos los días, lo único que ella dice son cosas como ‘¡hermano, eres tan anticuado, ve y muérete!’ No hay nada que me ate a este mundo.”

En ese momento, alguien se había colocado en secreto detrás de Takagi y Godou, y usó una serie de golpes de karate. Mmm… Takagi fue abatido dolorosamente.

“¿¡Qué!?”

“Godou, ¿estás bien? Finalmente te atrapé.”

Quien noqueó a Takagi y atrapó en medio del aire a Godou antes de que éste golpease el suelo de cemento, no fue nadie más que Erica Blandelli.

“Vi que fuiste secuestrado y vine a salvarte… Pero espero no haber interferido innecesariamente, ¿o sí?”

“No, en absoluto. Me has salvado. Realmente, muchas gracias.”

Mientras expresaba su gratitud, la rubia lo recostó suavemente y destrozó las cintas que unían sus manos y pies.

“Godou, espero que expreses tu agradecimiento con acciones.”

“Si es algo que pueda hacer, daré mi mejor esfuerzo… Pero, ¿qué quieres que haga?”

Ante esa respuesta sin dudas que claramente carecía de previsión, Erica no pudo más que reír con amargura.

“Aunque encuentro tus honestos pero imprudentes principios muy adorables, eres muy descuidado. Sería mejor si considerases cuidadosamente las situaciones y fueras flexible con tu juicio.”

Godou sintió un poco de preocupación en la apasionada advertencia de Erica.

¿Fue demasiado descuidado al aceptar hacer cualquier cosa que le pidiera tras haber sido salvado por ella?

Erica sonrió gentilmente a Godou, pero si se incrementase la maldad oculta en esa sonrisa en un 30%, se convertiría en la ‘sonrisa de demonio’, con que se jacta de haberle jugado una broma a alguien más.

Por lo que mientras Godou miraba a su hermosa salvadora, Erica estaba a punto de hacer su solicitud alegremente…

“Kusanagi-san, ¿está bien? Ena lo salvará de inmediato―oh, demasiado tarde.”

Una alegre voz alcanzó el techo, esta conocida voz de soprano le pertenecía a Seishuuin Ena.

“Como esperaba de Erica-san, nunca pierde una buena oportunidad.”

“Gracias por el cumplido, por nada. Ena-san también es muy rápida para actuar.”

Sin ninguna pérdida de aliento tras correr hasta la azotea se encontraba Ena, así como también la rubia rojiza de Erica, que conversaba amigablemente con ella.

Aunque su diálogo era amable, inesperadamente, parecían haber espinas ocultas en sus palabras.

Godou estaba perplejo.

(¿Qué tipo de relación han desarrollado estas dos?)

“De todos modos, este incidente ha llegado a su fin, entonces… Kusanagi-san, por favor responda a la pregunta ahora. Si Ena, Yuri, y Kusanagi-san van a una cita juntos, los sentimientos entre nosotros podrán profundizarse.” Ena propuso eso sin ninguna preocupación.

Cita. Dicho sea de paso, era algo que Kusanagi Godou nunca había experimentado antes.

A pesar de haber viajado junto a Erica por diferentes lugares, nunca hubo ninguna sensación de que estuvieran en una cita. Por otro lado, se trataba de una primera cita propuesta por el lado femenino, y ambas poseían niveles extraordinarios de belleza y atractivo _―no, definitivamente no puede aceptar.

“¡Por favor, perdóname, pero tengo que rechazarlo! ¡No tengo ninguna razón para tener una cita con las dos!”

“Si quiere razones, sí existen. Yuri y Ena se convertirán en las mujeres de Kusanagi-san, por lo que definitivamente tendrá que cuidar de nosotras dos, y de ahora en adelante nuestra relación irá viento en popa.”

¿De qué estaba delirando tan abiertamente esta chica?

Al oír a esta mujer hablar tonterías, Godou notó que su propia cara se estaba poniendo roja.

“¡Incluso si vamos a una cita, no iré con ustedes dos a la vez! ¡La opinión pública no va a aceptar una cosa así!”

“A quién le importa lo que piensen los demás, lo que importa son nuestros sentimientos, de los tres… Ah, si Kusanagi-san quiere que alternemos y esperemos nuestro turno, entonces puede comenzar con Yuri.”

Sin importar lo mucho que protestase, Ena lo vencía con un mínimo esfuerzo. Godou estaba desesperándose.

Aunque Ena no tiene las mismas habilidades de oratoria o sociales que Erica, la Hime-Miko tenía la capacidad para poner cualquier situación a su favor.

Cuando Godou estaba a punto de echarse atrás ante una oponente excesivamente molesta, una mano salvadora se extendió desde un lado.

“Ah, qué lástima, pero Godou tendrá una cita conmigo mañana.”

Quien dijo eso fue Erica, por supuesto, pero el humor de Godou quedó aún más deprimido.

Esta era una mano salvadora, no había duda de ello, pero si la tomase, estaría a punto de envolverse en una nueva situación problemática.

“Nunca he tenido una cita con un chico, así que quiero que mi primera vez sea con Godou, no importa qué. Desde luego… en la segunda vez, nadie aparte de ti podrá disfrutar de este privilegio.”

“Uh, con nuestra relación, no hay razón para ir específicamente a una cita, ¿no?…”

“Precisamente porque es importante para nuestra relación es que necesitamos una cita. Aunque hemos viajado a muchos lugares juntos, todo tipo de problemas sucedieron, y nunca disfrutamos de los placeres de las citas, así que por favor acepta, ¿ok?”

Erica estaba haciendo que Godou la consintiera utilizando un extraño tono suplicante de voz.

Pero al mismo tiempo, llevaba la mirada decidida y arrogante de una reina, como se esperaba de Erica.

“Kusanagi-san, tenemos a dos personas aquí, usted puede abrazar a ambas a la vez.”

“(Godou, la calidad es más importante que la cantidad. Eres la única persona en este mundo que puede tener todo de mí, Erica Blandelli, para ti. No lo desaproveches.)”

Después de que Ena cariñosamente le hablase a Godou, Erica se acercó y le dijo en voz baja.

Sus labios se acercaron a su oído, susurrándole dulces palabras. No es bueno. Si esto continúa, muy probablemente le robaría un beso. Godou sintió que todo su cuerpo se ponía rígido.

Sin embargo, lo que lo atacó esta vez no fueron labios, sino una ominosa advertencia.

“…Por cierto, permíteme decir esto, aunque cuente como mi deber. Godou, te acuerdas de la promesa de hace un momento, ¿verdad? Esa en la que acordaste hacer todo lo que pudieras como agradecimiento. Ah, acabo de recordar también, hubo un almuerzo hace unos días en el que acabaste debiéndome un favor. Creo que un hombre que no cumple sus promesas de momentos como ese sería de lo peor.”

Godou renovó su certera mirada en el bello rostro que tenía delante. Era un rostro sonriente no muy diferente al de un demonio. La Diavolo Rosso asintió ligeramente con la cabeza.

“Erica, ¿no sientes un poco de desprecio por ti misma por hacer esa clase de propuesta en un momento como éste?”

“No hay otra forma, si no hiciese esto, acabarás escapándote una vez más, debo ponerme seria de vez en cuando.”

Hablando con un tono inocente, Erica era verdaderamente enloquecedora aunque adorable.

Pensando en ello, desde que Liliana se había mudado a Japón, la frecuencia en que era molestado por la belleza rubia había disminuido claramente. Probablemente debido a que el número de regañonas aparte de Yuri había aumentado, Erica intentaba comportarse mejor.

O tal vez era del tipo que ajusta su estilo dependiendo de la situación. Reduciendo los abrazos en broma, pero compensándolos al abalanzarse sobre oportunidades seguras.

Evitando la táctica de avance continuo, y en su lugar pasando a calcular los momentos de victoria segura para atacar puntos débiles críticos. Justo como en este momento, con la estrategia de dejar a Godou sin vías de escape. “¿¡Kusanagi Godou, está bien!? Lo siento, llego tarde.”

“¡Godou-san, espero que no esté herido!”

Corriendo a la escena llegaron Liliana y Yuri.

La chica de cabellos plateados estaba cargando a la delgada Hime-Miko en sus brazos como si llevase a su novia.

Lo más probable es que Yuri quedara agotada mientras ambas corrían por los pasillos y las escaleras. Su resistencia física era claramente mucho menor que la de una chica normal, en verdad lo era.

Godou dedujo eso, pero en su mente recordó algo aún más triste.

Nadie había mostrado ninguna preocupación por la seguridad de Takagi.

Estas chicas pueden ser descritas como bondadosas y misericordiosas, y sin embargo lo trataban así. Godou finalmente entendió, aunque sea sólo un poco, la miserable vida del compañero que yacía tendido en el piso de concreto del techo.

“Como todo el mundo está aquí, entonces empecemos de nuevo. Kusanagi-san, ¿con quién desea tener su cita mañana? ¿Quieres escoger al trío feliz con Ena y Yuri, o pasar tiempo en pareja con Erica-san?”

En respuesta al contenido de la pregunta de Ena, Liliana dirigió una peligrosa mirada a Erica, que estaba apoyada en Godou, mientras Yuri asentía con tristeza.

Por alguna razón, Godou sintió que le debía una disculpa a todas, pero no tenía más remedio que tomar una decisión.

“Ah, esto… Yo en realidad no quiero estar a solas con Erica, pero debido a algunas circunstancias complicadas, tengo que salir con esta tipa de aquí mañana…” Godou explicó con una voz tan baja que apenas se oía.

Avergonzado y con la cabeza agachada, su cuello fue abrazado por la belleza rubia.

Sonreía como un ángel, pero para Godou, realmente era un demonio.

***

Esa noche, Erica estaba recostada en la cama en su habitación, descansando mientras buscaba el teléfono.

La primera persona a la que contactó fue Liliana Kranjcar.

“Hola, Lily, ¿podemos hablar sobre lo de mañana?”

“Engañaste a mi amo, y tienes la intención de preparar la desvergonzada lujuria que mostrarás mañana… Bien, ¿cómo vas a explicármelo?” Liliana respondió muy molesta.

“Yo no tengo que explicar nada. Para dos personas enamoradas, es necesario un tiempo y lugar en que no sean molestados por los demás, así que me gustaría hacerte una sugerencia.”

“¿Sugerencia?”

“Sí, después de todo, insistirás en ser su guardaespaldas y lo seguirás secretamente, pero eso va a estropear descuidadamente el ánimo, así que, ¿podrías no seguirnos? Esa es mi petición.”

“N-no puedo aceptar eso. La protección de Kusanagi Godou es una medida necesaria.”

“No habrá problemas con su seguridad si Godou está conmigo. Si no aceptas esta solicitud, entonces sería una verdadera lástima. Tu último trabajo se hará público para el mundo a través del Internet. El mundo entero conocerá el talento de Lily.”

“¿Mi último trabajo? ¿Cómo sabes de él?”

“¿Qué clase de historia es esa novela, eh? Al salir de su casa en la pintoresca campiña francesa para ir de viaje, una joven fue capturada por un atractivo jefe de la mafia siciliano, y se convirtió en su sirvienta y amante. Recuerdo esta parte del diálogo: ‘Haré que no puedas vivir sin mi cuerpo a partir de ahora…'”

“¡¡Ah, detente!! ¡¡No más, por favor!!”

“Lily, sí que eres atrevida, incluso me avergoncé con sólo leerlo. Debido a eso, todavía no he terminado de leerlo. Bien, déjame acabar de leerlo esta noche.”

“¡¡Por favor, no sigas leyendo!! ¡Me quedaré en casa mañana y no saldré!, ¿¡de acuerdo!?” Liliana rugió como si estuviera a punto de llorar.

“¡Eres un demonio! ¿¡Cómo demonios haces para conocer siempre de mis secretos!?”

“No puedo decirlo. Es un secreto comercial.”

Erica respondió despreocupadamente. Al parecer, Liliana también sospechaba de un traidor en medio, y había sido más dedicada al decidir la ubicación y los medios para ocultar su creativo cuaderno. Sin embargo, Karen ha estado un paso por delante de ella, y siempre sacaba copias que enviaba exitosamente.

Terminada la conversación, Erica llamó a Yuri.

“Hola, soy Mariya. Erica-san, ¿cómo está?”

“¿Estás libre ahora? Sobre lo de mañana, ¿Ena y tú han considerado seguirnos a Godou y a mí mañana?”

La Hime-Miko de buen corazón no sabía mentir.

Segura de esta creencia, Erica le preguntó directamente. Sin embargo, la respuesta de Yuri fue bastante emocional.

“¡D-definitivamente no haré algo tan despreciable!”

“Entonces no hablemos de ti, Yuri, pero es posible que Ena-san nos siga.”

“No, no creo que Ena-san piense en algo tan detallado.”

“Así que en conclusión, ella no es alguien que piense antes de actuar, sino que actúa por impulso e instinto.”

Normalmente, no vale la pena preocuparse por un oponente tan poco inteligente, pero las raras personas que poseen tan salvajes instintos han demostrado ser formidables enemigos imposibles de predecir con sentido común.

Lamentablemente, Seishuuin Ena era una de ellos.

“―Por cierto… Erica-san.”

“¿Qué sucede? Relájate, sé que Yuri está sujeta a muchas restricciones, así que apruebo que estés al lado de Godou, y no te voy a dejar de lado debido a la aparición de ese tipo de mujer.

Por tus sentimientos por Godou, en el momento adecuado, ayudaré a que Godou y tú estén juntos.”

Yuri era la chica que poseía la disposición de una miko de la que Erica carecía, así como un extraordinario nivel de visión espiritual.

Para Erica, Yuri era la mejor candidata a apoyo que encontró en Japón.

Liliana una vez se jactó de que podía hacer frente a todo tipo de situaciones, pero la asociación de Erica y Yuri la superaba ampliamente en capacidad total.

Para oponerse a la muy versátil caballero azul, era necesario evitar distanciarse de Yuri.

Ya que, además de sus preciadas habilidades, esta sacerdotisa tenía otras cualidades que no perdían ante las de Lily.

“Yo, Erica Blandelli, nunca abandonaré a los que he cuidado. Si puedes creer en mí, me harías muy feliz.”

“Y-yo sé que a veces le hago las cosas difíciles a Erica-san, pero creo que Erica-san es alguien en quien puedo confiar.”

Yuri era excepcionalmente adorable cuando actuaba tímida pero honestamente.

“Sin embargo, Ena-san ha sido mi importante amiga durante todos estos años… Espero que ustedes dos puedan llevarse mejor.”

“No pienso intensificar las cosas, pero ella empezó todo.”

“Lo siento mucho… Desde hace mucho tiempo, a esa persona siempre le ha gustado jugarle bromas a los demás…”

“Está bien, siempre y cuando Ena-san muestra una actitud amistosa. No quiero tener que enfrentarme a ella tampoco.”

“Gracias, entonces, ya hemos charlado un buen rato. Es casi hora de colgar… Ah, ¿puedo hacerle una sugerencia?”

“Por favor.”

“Umm… aunque Erica-san dijo anteriormente que me ayudará a resolver la incomodidad entre Godou-san y yo, no tiene que preocuparse demasiado por ello. ¡Porque si es realmente necesario, daré todo de mí para encontrar una solución yo misma!”

Yuri se quedó en silencio después de decir esas palabras, tal vez debido a la vergüenza, ella debe haber estado temblando por completo al otro lado de la línea.

Imaginando su estado, Erica sonrió, aunque esta miko a veces era un poco molesta, era muy amable por naturaleza, y ella actuaba con mucha consideración. Al actuar así, lo más probable es que le concederá el liderazgo.

Y ama mucho a Godou, así que nunca lo traicionará.

Como una aliada por el resto de sus vidas, su forma de ser es impecable.

(A pesar de que según nuestros respectivos puntos de vista, ambas estaremos compitiendo por el amor de Kusanagi Godou, no habrá problemas siempre y cuando pueda asegurar la victoria en un enfrentamiento directo. En verdad, sería mejor dejar que Godou tenga a Yuri como concubina.)

Ellas serán la primera y segunda esposas, velando por Godou a su lado, e impidiendo que alguna otra mujer tenga una oportunidad. Coquetear ocasionalmente está bien, pero definitivamente no pueden permitirle ir en serio con otras mujeres.

Sin embargo, si se tratara de mujeres como Liliana, con un talento excepcional, podrían hacer una excepción.

Sin embargo, el primer requisito era aceptar la superioridad de Erica. “Ya veo, entonces has lo que consideres lo mejor, te estaré animando.” Erica colgó el teléfono.

Entonces, mañana será la primera cita con Godou. Ella intentará dejar que Godou decida su destino y los detalles de las actividades, ¿cómo acabarán las cosas? Con gran anticipación, Erica fue a dormir temprano, esa era una decisión muy extraña.