Campione (NL)

Volumen 5

Capítulo 4: Propuesta De Cita

Parte 1

En el Comité de Compilación Histórica, en la rama de Akasaka, Tokio.

Eran más de las once de la noche.

Amakasu Touma se quedó solo en la oficina.

Sin embargo, por como lucía la oficina, esta agencia estatal de inteligencia aparentemente no tenía muchos empleados.

La oficina, que ocupaba el piso entero de un edificio residencial y comercial, estaba cubierta por una serie de escritorios.

Apilados sobre las mesas había todo tipo de computadoras y documentos, libros (incluyendo mangas), así como también aperitivos y comida chatarra, equipos de salud, como masajeadores de puntos de presión, y juguetes dirigidos a bebes e infantes.

Sin ningún conocimiento previo, cualquiera podría confundir fácilmente esta oficina con la de personas en la industria de los juegos, anime, o publicaciones.

En ese espacio, en un cierto escritorio, Amakasu Touma estaba sentado ante una laptop. No trabajando arduamente, sino navegando por sus sitios web favoritos y leyendo mensajes en foros. Sin embargo, no estaba únicamente perdiendo el tiempo.

Sus orejas y boca estaban ocupadas en el celular, comunicándose con su jefe sobre asuntos relacionados con el trabajo.

“Ese asunto ya ha sido manejado, no te preocupes, ten más fe en mí.”

“Me gustaría poder hacer eso.”

La maravillosa voz de Sayanomiya Kaoru fluía desde el teléfono.

Si las jovencitas escuchasen este tipo de voz, muy probablemente causarían una conmoción con gritos como ‘¡¡¡Kyyaaah, esa voz es súper genial!!!’

“Me pides que tenga más fe en alguien que se pone a ver, en horas de trabajo, diversos blogs y noticias sobre seiyuus, idols y actores…”

“Esa es una importante recolección de información, es trascendental para nuestro trabajo.”

Mientras Amakasu buscaba excusas descaradamente, siguió mirando la página de subastas en línea ante él.

“Aparte de eso, ¿has discernido las intenciones del Anciano?”

“No, todavía no, pero hasta hace poco no había tenido ningún interés en Kusanagi-san.”

En la sucursal de Tokio del Comité de Compilación Histórica, Amakasu era el único que sabía cómo complacer las preferencias de Sayanomiya Kaoru y se volvió su subordinado de confianza.

“Hablando de los recientes acontecimientos que podrían haber despertado el interés del Anciano, ¿qué tal el incidente en Nápoles? La batalla contra Perseo.”

“Ah, cierto, Amakasu-san, lo llamaste héroe de acero, ¿cierto?”

“Sí, Perseo es el héroe típico con la característica Espada de acero. Verethragna, al que Kusanagi Godou involuntariamente derrotó, también pertenece a la misma categoría.”

“El antepasado de Verethragna, Mitra, también tiene una leyenda de ‘nacido de la piedra’. ”

“También está el dios armenio de la guerra Vahagn, que ha sido llamado hermano de

Verethragna. El dios héroe que posee flameantes barba y cabellos, y nació del mar carmesí.”

Piedras, en otras palabras, mineral, el origen de hierro. Fuego, para fundir el mineral. Viento, para iniciar el fuego y avivar las llamas. Agua, para enfriar el metal recién forjado. Las intrincadas relaciones entre los elementos son esenciales para los diversos dioses con espada.

“¿Al igual que el Rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda?”

“Exactamente. Usando la leyenda de Excalibur como punto de partida, existen numerosos mitos cuya esencia se origina de la historia de un dios de acero. Decir que los ‘Caballeros de la Mesa Redonda se originan de los mitos celtas’ sería simplificar demasiado las cosas.”

“Este es sin duda un tema muy profundo.”

“Por supuesto, no podemos ignorar los elementos de los mitos celtas tampoco, pero a fin de interpretar las leyendas, la historia de la nación multicultural formada por Gran Bretaña y el Imperio Romano debe ser considerada. Esto debería haber sido explicado por Kaoru-san desde el principio.”

La joven travesti, bisnieta de la historiadora naturalista y fundadora del Comité de Compilación Histórica, Sayanomiya Koremichi, se disculpó de manera deliberada, en respuesta a la denuncia irónica de Amakasu.

“Hahaha, lo siento. He estado ocupada con varias cosas, como la escuela, las Hime-Miko, etcétera, y no tengo mucho tiempo para los estudios.”

En la actualidad, la prioridad sería analizar los movimientos de Seishuuin Ena, la vanguardia de los ancianos.

Habiendo llegado a esta conclusión, la conversación terminó.

Amakasu decidió dirigirse directamente a casa, así que cerró la puerta y salió del edificio.

Planeando cenar, se acercó a una determinada tienda de ramen en el barrio Tameike-Sannou y se detuvo ante él.

Las mesas para los clientes estaban puestas tanto dentro como fuera de la tienda.

Un camarero vino a tomar su orden tan pronto como se sentó en una de las mesas de afuera. Sin pensar en ello, pidió un ramen de salsa de soja con un huevo duro y una lata de cerveza.

Al mismo tiempo, una hermosa mujer se acercó a él. No, llamarla mujer sería excesivo, más exacto sería describirla como a una hermosa chica.

Al ver el rostro de la chica, Amakasu se encogió de hombros. Después de todo, tratar de escapar sería inútil, ya que lo encontraría de nuevo. Por ello, decidió saludarla como de costumbre. “Ha pasado tiempo, Erica-san, y sigues siendo tan hermosa. Verte me hace tan feliz.”

“No ha pasado tanto tiempo, Amakasu-san. No te molestaría que me siente aquí, ¿verdad?”

Obviamente, no tenía derecho a negarse, por lo que Amakasu asintió con la cabeza de manera exagerada.

Erica se sentó en frente de Amakasu.

El modesto joven en sus veintes, miembro especial del Comité de Compilación Histórica.

Después de haber agotado los recursos de la asociación mágica Cruz de Cobre Negro, de su propia red social en Tokio, y de su propio ingenio, Erica decidió finalmente contactar con este hombre para maximizar la recolección de información.

“Qué sorpresa que Erica-san visite un lugar como éste.”

Amakasu habló despreocupadamente, aparentemente imperturbable ante su repentina llegada.

Erica sonrió mientras continuaba la conversación.

“Oh, yo siempre visitaba las tiendas de comida ambulantes cuando estaba en Hong Kong.”

“Sí, ahora que lo mencionas, te quedaste allí por un año más o menos.”

“Como era de esperarse de Amakasu-san, ya me has investigado, justo como si fueras un súper ninja japonés.”

Al recibir tan raro cumplido, Amakasu respondió con una sutil expresión difícil de describir.

“Recientemente, le he rogado ya a otra persona que no se dirija a mí de esa manera. Al menos llámame agente secreto o espía… Además, usar un calificativo como ‘súper’ es una especie de redundancia.”

“¿Es así? Muy bien, respetaré tu opinión.”

“Lo aprecio mucho.”

En ese momento, el camarero llegó con el menú, y Erica habló sin titubeos.

“¿Tiene fideos wonton? Y, por supuesto, camarón wonton sería genial.”

“Las ordinarias tiendas de ramen de Japón no ofrecerían ese platillo, por favor, ve a un restaurante chino si quieres algo así… Eh, a esta señorita le gustaría lo mismo que pedí yo.” Tras aceptar la orden de Amakasu, el camarero se alejó, y Erica hizo una mueca.

“Se llaman a sí mismos un restaurante especializado en fideos, y sin embargo no tienen fideos wonton.”

“Por supuesto que no. Debes saber, Erica-san, que hay diferencias entre los puestos de ramen en Japón y los restaurantes de fideos en Hong Kong. Ya has estado aquí durante tres meses.”

Erica se irritó por la expresión de sorpresa en el rostro de Amakasu. De alguna manera, le recordaba la expresión de Godou cada vez que hacía resaltar la ‘diferencia entre sus educaciones’.

“¿Cómo te digo? Esta es mi primera vez en este tipo de puestos.”

“Tú pareces ser sabia y experimentada, pero en realidad eres una joven sobreprotegida de una familia de clase alta, eres lo contrario a Ena-san.”

Tomar un trago de cerveza, Amakasu comentó despreocupadamente.

Erica sonrió. Ciertamente, este hombre al que llamó ninja era un excelente observador.

“Seishuuin Ena, ¿esa chica no es una jovencita de clase alta?”

“Ella es una joven señorita que recibió una educación perfecta desde su nacimiento. La perfecta Yamato Nadeshiko. Pero a pesar de eso, fue criada en un entorno natural. Sin embargo, Ericasan probablemente no vino a preguntarme sobre eso, ¿verdad?”

“Sí, de lo que quiero saber es de ella como Hime-Miko.”

“¿Me buscaste para preguntarme sobre eso? Pero no hay forma alguna en que te respondiera eso.”

“¿Es así? ‘El enemigo de mi enemigo es mi amigo’, probablemente, eso sea lo que mejor describe nuestra relación en este momento.” En ese momento, llegó la comida.

Dos grandes soperas llenas de fideos. Por el sabor y el color de la sopa, claramente se trataba del típico ramen de salsa de soja. Así como una lata de cerveza, a la que Erica abre tirando del anillo sin demora alguna.

“En Japón, los menores tienen prohibido beber alcohol.”

“Sí, ¿pero acaso no pediste lo mismo para mí? Además, soy mayor de edad en Italia, así que no te preocupes.”

“¿Qué pasó con el ‘en Roma, haz como los romanos’? Como sea, ¿así que el enemigo de mi enemigo es mi amigo?”

Amakasu cogió la cuchara blanca y tomó un pequeño sorbo de la sopa ramen.

Erica también la probó, resultando tener un sabor inesperadamente complejo, pero no estaba del todo malo.

“He oído que, recientemente, has estado ampliando tus círculos. Si es así, entonces deberías ser capaz de obtener información satisfactoria de los que se mantienen alejados del Comité… Especialmente la situación en Japón, debes tener una idea clara, ¿no?”

“Era bastante molesto, y además del Comité de Compilación Histórica, no sabía nada de las Cuatro Familias que servían al emperador ni de sus luchas de poder en el mundo de la magia.” Una lucha de poder dominada por los clanes familiares en lugar de asociaciones mágicas.

Esto era común en el mundo de la magia, y no era algo sorprendente. Sin embargo, fue una sorpresa descubrir que la familia ganadora era la que manejaba al Comité de Compilación Histórica.

“Tu lado también es responsable, a ustedes simplemente no les importaba saber profundamente sobre Japón.”

“Hace ciento cincuenta años, el vencedor del enfrentamiento político fue el clan al que sirve ahora el Comité de Compilación Histórica, pero no fue una victoria completa ni abrumadora.” Aun primera entre las cuatro, su influencia no superaba la de la segunda familia por un amplio margen.

“Sí, sí, es cierto que la existencia de la familia Seishuuin ha sido problemática para nosotros, pero de todos modos, ya que nuestro lado tiene la última palabra, no es un problema serio.”

“Eso es lo que dices, pero entonces, ¿por qué dejas que Seishuuin Ena haga lo que le plazca en este momento?”

“Bueno, nosotros tenemos nuestros propios problemas, no todo puede ir tan bien como se desea.”

Amakasu conversaba mientras comía su ramen de salsa de soja.

Cuando se encontraba ante comida que no coincidía con sus gustos, Erica tenía la habilidad para ignorar por completo el sabor.

Afortunadamente, ella no tenía necesidad de usar esta habilidad en esta ocasión. El sabor del ramen era tan bueno como el de los fideos wonton con camarones.

Después de haber terminado dos tercios de su plato, Amakasu dijo lentamente.

“Permíteme darte algunos consejos entonces. Pero no se malinterpretes esto como una peligrosa relación entre personas con un enemigo en común, sino que simplemente estoy filtrando información fascinado por la joven y bella dama de comparte una comida conmigo.”

“Hoho, es un honor.”

Sonrisas malévolas aparecieron tanto en el rostro de Amakasu como en el de Erica. Tal vez estas dos personas podrían ser descritas como un zorro y un tanuki maquinando una operación secreta.

“Seishuuin Ena es el arma secreta del viejo conocido como el Anciano. Sin importar las opiniones que este viejo hombre y sus compañeros mantengan, los miembros del Comité no podemos ignorarlas.”

“Al igual que la relación entre el Gobierno y el Senado.”

“Esa es una buena descripción. Además, el Anciano le ha otorgado la espada divina a Ena-san.”

“¿Espada Divina? ― ¿esa podría ser la Ama no Murakumo no Tsurugi?”

“También conocida como la espada Kusanagi.”

“Ah, ese es el apellido de Godou.”

“Esa es sólo una simple coincidencia. El apellido Kusanagi es bastante común en las áreas de Akita y Sanuki, así que creo que sus antepasados muy probablemente vengan de ahí.” (Conque así era.) Erica asintió con la cabeza.

Si él había heredado la sangre de aquellos inmersos en la magia, entonces sería aún mejor si tuviera mayor disposición a la magia.

“Esa espada, ¿podría ser la real?”

Ese nombre pertenecía a la espada preferida del famoso dios heroico de Japón.

Nombrar a una copia como un legendario artilugio divino era en realidad bastante común. Pero Erica encontraba extraño que ella misma sospechara que la espada de Ena fuera la auténtica y original.

Sin embargo, una presencia sagrada se podía sentir de la hoja divina.

Como esperaba, Amakasu mostró una expresión de preocupación.

“Bueno, eso depende de la definición de lo que significa ser el objeto real. Como uno de los Tres Tesoros Sagrados, la espada heredada por alguien de la casta más noble muy probablemente sea una falsificación desde un punto de vista arqueológico. Sin embargo, por otro lado…”

“¿Qué sucede?”

“Esa espada podría ser descrita como un tesoro igual que la original. Decir más sería revelar secretos confidenciales.”

“Entiendo. Me limitaré a pensar en ello como el potencial ilimitado propio de algo ‘hecho en

Japón’.”

Parecía que las Hime-Miko y el Comité de Compilación Histórica todavía tenían muchos misterios problemáticos, y Erica decidió que debería ser aún más cuidadosa de ahora en adelante.

De la misma forma que el Gorgoneion y el Grimorio Secreto de Prometeo. Si lo que Amakasu dijo era correcto, Ama no Murakumo no Tsurugi probablemente alberga el mismo potencial oculto que ese tipo de artefactos divinos.

Sin embargo, esos objetos originalmente eran herramientas que los dioses hicieron para sí mismos.

No estaban destinados a ser empleados por los humanos, y usarlos de forma imprudente podía acabar con la muerte. Si Kusanagi Godou no se hubiese convertido en un Campione, ya estaría muerto.

“Me estoy interesando cada vez más y más en los secretos de Ena-san. Por cierto, ¿puedo preguntar algo un poco más detallado?”

Amakasu se encogió de hombros en silencio, como si no tuviera ninguna intención de responder. Sin ningún otro recurso, Erica sólo atinó a cambiar de tema. “De todos modos, ¿Ena-san y tú son de la misma escuela de artes marciales?”

“En términos de habilidad, obviamente ella es más fuerte. Pelear no es mi fuerte.”

“En comparación con tu destreza en las artes marciales, he oído que Amakasu-san es aún más talentoso con los hechizos… ¿Es eso cierto?”

Desde el principio, Erica había estado interesada en las habilidades escondidas de este hombre.

“Me estas sobreestimando. Después de todo, yo sólo hago recados. No necesito ningún tipo de increíbles poderes, es así de simple.”

Erica asintió educadamente ante las excusas de Amakasu.

La investigación de esta noche había llegado a su conclusión. El siguiente paso era continuar investigando en base a las pistas brindadas por este hombre que definitivamente no debe ser subestimado.

Erica sonrió como una mujer de la nobleza cuando puso dinero sobre la mesa y se levantó.

“Qué agradable conversación, veámonos de nuevo si surge la oportunidad.”

“En realidad, realmente no quisiera que nos volvamos a ver en privado. Por cierto, Ena-san parecía estar preparando algún tipo de trampa o hechizo en tu escuela. Aunque no tengo ni idea de qué tipo se trata, ya que fue puesto por la Hime-Miko que posee la espada divina — no debes ser imprudente, por favor ten cuidado.”

Señalándola con la mirada, Amakasu le dio a Erica una pieza crucial de información.

***

Después de que las clases en la Academia Jounan finalizaran, dentro del club de la ceremonia del té—

“Ser capaz de tomar té libremente es tan genial, si estuviera en las montañas, el sólo hecho de hervir agua sería ya una tarea titánica.”

“Hooo…” Ena murmuró para sí mientras exhala profundamente.

En su mano estaba la taza de té en polvo que preparó. A su lado estaban la presidenta del club de la ceremonia del té, Hanabusa-san, y Mariya Yuri.

“Sin embargo, como alguien que no pertenece a este club, que Ena-san entre y salga del salón de té de forma tan abierta es un poco…”

Ena poseía una rauda agilidad que superaba incluso a la de los gatos y monos.

En la mente de Yuri aparecieron imágenes de Ena usando su habilidad para penetrar e infiltrarse en la escuela.

“Llamar extraña a Ena es demasiado, Ena ya ha saludado a todos los miembros del club desde la presidenta hasta la última. Además, incluso traje presentes el día de hoy, así que al menos traten a Ena como a una invitada.”

“¿P-presentes?”

Yuri con gran sorpresa dirigió su mirada hacia Hanabusa-san.

Avergonzada, la presidenta de buen corazón del club de la ceremonia del té procedió a confesar.

“Sí, sí, así es —justo acabo de recibir por parte de Seishuuin Ena-san todo tipo de cosas. ¡Mira! ¡Té en polvo, algunos aperitivos, e incluso esta vajilla de té!”

“¿Podría ser, que todas las cosas aquí fueron traídas de la casa Seishuuin…” Yuri comenzó a examinar de cerca la vajilla de té en uso.

Nunca había visto ninguna de ellas. En realidad era bastante alarmante. Esos utensilios de clase alta no eran apropiados para las actividades del club.

“Por cierto, no tienen que preocuparse demasiado. Estas son sólo cosas que sobraban en la casa de la abuela y no tenían uso. Herramientas como estas deben ser utilizadas.”

“Es cierto, pero los utensilios de clase alta deben utilizarse en un lugar más apropiado.”

“M-Mariya-san, ¿p-podría ser que todas estos objetos sean de alto valor?”

“Sí, aunque en realidad no es que sean invaluables. Después de todo, objetos de esta calidad se pueden comprar, siempre y cuando se cuente con el dinero suficiente. La pieza más cara probablemente no supere uno o dos millones de… ¡Presidenta-san, tenga cuidado!”

En ese momento desafortunado, Hanabusa-san estaba sosteniendo uno de los utensilios de té con una sola mano. Yuri y Ena cuidaron de ella cuando entró en pánico.