Nishino (NL)

Volumen 7

Capitulo 4: Exámenes parciales

Parte 3

Hoy es el último día de los exámenes parciales, que se han celebrado durante días consecutivos. Y ese mismo día, la presidenta estaba de peor humor que nunca.

Porque los resultados del examen no fueron buenos. Pasará algún tiempo antes de que las hojas de respuestas sean marcadas y devueltas a los alumnos. Pero al haber hecho ya una autocalificación, tenía una idea de la puntuación aproximada.

Koei fue el que obtuvo una mejor puntuación de la que esperaba en un principio. Pero los otros temas fueron un completo desastre.

—…lo peor.

Se acomoda en su asiento y murmuro para sí mismo sin decírselo a nadie. Debilidad antes del inicio del último tema restante.

Parece que he perdido la voluntad de abrir siquiera mi libro de texto. Ha sido así desde hoy después de la hora de comer.

Y para aumentar la presión sobre su salud mental, ha estado apostando por las notas de sus exámenes. Intenta no pensar en ello, pero sigue siendo una presión nada despreciable sobre sus dos hombros.

El bromista tiene una sonrisa en su cara. La jocosidad habitual ha desaparecido, y está leyendo tranquilamente su libro de texto y sus apuntes. En el pasado, habría preferido hablar con sus amigos, incluso el día del examen. Ha estado en el centro de la clasificación de la escuela desde que entró.

Al mirarlo, Suzuki-kun, que se había pasado el tiempo charlando con Takeuchi-kun, levantó la voz.

—¿Qué hace ese Ogino estudiando tan seriamente?

—No, eso es normal, ¿verdad?    Es periodo de exámenes.

—Estudiar ahora no servirá de nada, ¿no?    Es un idiota normal.

—…

Durante los últimos días, influenciado por el mal humor de la presidenta, incluso Suzuki-kun ha estado de mal humor. Es como la Bolsa de Tokio, donde el mercado de valores sube y baja bajo la influencia del mercado estadounidense. Incluso Takeuchi-kun, que está de acuerdo con esto, no tiene la energía para decir nada de vuelta.

—Incluso con una recomendación deportiva, ¿no sería malo que te pusieran un punto rojo o algo así?

—No voy a tener marcas rojas. Al menos estoy escuchando la clase, así que puedo evitarlo.

—¿Hmmm?

—Si pudiera estudiar tan bien como Takeuchi, la presidenta me felicitaria o algo así. Suzuki-kun mira a Shimizu apoyado en su escritorio y dice.

Takeuchi-kun se muestra indiferente mientras responde.

—Nunca lo lograrás. La presidenta apunta a la Universidad de Estudios Extranjeros de Tokio.

—Lo sé, ¿sabes?

—Pero incluso Suzuki, si va a ir a la universidad y a jugar al fútbol, el inglés es imprescindible, ¿no? Si quieres ser un profesional, no puedes evitarlo. Si no puedes al menos mantener una conversación cotidiana, creo que te arrepentirás después.

—Eh, ¿por qué no?    ¿No es normal que los futbolistas tengan su propio intérprete?

—Esos son sólo para unos pocos ases. Leí en una revista o algo así que incluso en la liga japonesa es normal que haya jugadores de fuera del país, y cada vez hay más oportunidades de jugar contra equipos extranjeros, por lo que los jugadores con un alto nivel de conciencia estudian y aprenden a hablar cuando tienen alrededor de 20 años.

—Eh, ¿en serio?

—Bueno, no sé si es verdad en el campo, porque lo he oído de otros.

—…

Suzuki-kun se pone pálido, un cambio total de su jovialidad anterior. Porque odiaba el inglés.

Si consigue superar la única asignatura que le queda, tendra un divertido lanzamiento después de las clases. Su cabeza estaba en un campo de flores, y fue lanzado en medio del asombro después de las palabras de Takeuchi-kun. Era un tema que lo arrastraría incluso después del periodo de exámenes.

—Po-Por cierto, Takeuchi, ¿qué escribiste para tu mejor tema en la apuesta de ejemplo?

—No, no, sería aburrido si te lo dijera aquí y ahora.

Todo el mundo en el aula está trabajando duro en las dos letras del examen. Algunos intentan subir sus notas. Algunos están tratando de aumentar su dinero de bolsillo. Algunos se esfuerzan por hacerse más atractivos para el sexo opuesto. Algunos están trabajando duro en sus escritorios para estudiar.

Pero siempre hay excepciones en todos los lugares.

Una persona que destaca entre la multitud es Matsuura-san. Estaba sentada en su asiento, jugando a un juego de móvil. Estaba jugando al piko piko.

—…

No se vio ningún libro de texto o cuaderno en los cajones, y mucho menos en el escritorio. No se sintio la más mínima pasión por el examen.

La razón radica en los depósitos realizados en la cuenta bancaria a su nombre.

Al igual que Nishino, su cuenta también había recibido una cantidad sustancial de dinero del padre de Gabriella como recompensa y dinero por el fiasco del baile. Es suficiente dinero para vivir el resto de su vida sin trabajar, si no derrocha.

De ahí que haya abandonado sus estudios. Había abandonado su vida escolar.

Cualesquiera que sean las circunstancias y los motivos, el hecho de que realmente pusiera su cuerpo en juego para salvar la vida de Gabriella fue un logro interminable para ella. Por eso es capaz de jugar a juegos como este, aunque sea justo antes de los exámenes. A partir de ahora, Matsuura-san estaba decidida a tener un modo de vida fácil.

Con este telón de fondo, ayer le dio una gran charla a la presidenta en el aula. Aunque perdiera su plaza en la escuela, Matsuura-san no tenía nada que temer. Incluso en la escuela por debajo de la casta, ella puede comportarse libremente.

Naturalmente, hay miradas de envidia de los que la rodean.

Pero ni un solo alumno levantó la voz. Matsuura-san el cuchillo es su nombre de dos caras, que se ha extendido rápidamente en los últimos días. Matsuura-san, que se ha vuelto invencible tanto en nombre como en la realidad, no tenía nada que temer en el campus.

Mientras tanto, la campana previa sonó, señalando el comienzo de la hora de clase.

—Mmm, ya es hora del próximo examen…

El soliloquio casual de Nishino molestó a sus compañeros de clase que estaban presentes.

***

El mismo día, la hora era un poco después de la hora de comer Rose había recibido una llamada de Francisca y estaba visitando la casa compartida donde vivía Nishino. Vino a la casa después de abandonar el resto de sus exámenes parciales, alegando su mala salud.

Aunque en un principio se le insistió en que no se moviera por su cuenta, se le pidió que acudiera al lugar debido a la urgencia de la situación. Después de trasladarse al lugar, Rose utilizó sus habilidades físicas naturales y su destreza en la recolección para entrar en la casa. Había llegado a la habitación de Nishino, que estaba instalada en el tercer piso.

—Francisca, hemos llegado a nuestro destino.

A través del terminal que tiene en la mano, habla con su jefe.

Desde el otro extremo de la línea, vuelve una voz, no diferente a la habitual.

—”Dicen que el robo tuvo lugar en el tercer piso.”

—Ya lo he comprobado.

—”¿Dónde estás ahora?”

—Estoy en su habitación según tu informe.

—Are, ¿en serio?    Me alegro de que trabajes tan rápido.

La razón por la que fue enviada fue un robo en la casa compartida donde vive Nishino. En respuesta a esto, se le dio a Rose la tarea del día para comprobar la situación en el interior antes de que los residentes regresen a casa.

Tiene sentimientos encontrados sobre la inesperada oportunidad de entrar en la habitación de su amado hombre, feliz y molesta a la vez.

—Por cierto, ¿cómo va la vigilancia?

—”Estamos rastreando al intruso. Pero parece que los hemos perdido por el camino…”

—Qué inútil.

—”Por eso no creo que haya sido un robo accidental.”

El personal que Francisca ha dispuesto para vigilar la casa compartida. Hace apenas una hora que confirmaron que se trata de alguien que irrumpio en la residencia del futsumen. Con la ayuda de la presencia de [Normal], Rose pudo intervenir antes de que se llamara a la policía.

—¿Qué clase de adulto manda a un estudiante a examinarse?

—”¿De qué estás hablando? ¿No es este tu verdadero trabajo?”

—Por cierto, ¿qué se supone que debo hacer ahora que me acompañas?    Ya que soy tu subordinada, creo que es lógico que seas tú quien me diga qué hacer en esta situación.

La mirada de Rose, que había estado fija en el interior del apartamento de Nishino, se desplaza hacia una figura que está de pie justo al lado de ella. Allí, con su uniforme escolar también, está Gabriella, mirando la habitación saqueada.

—”Espero que seas buena en eso.”

—Me debas esta, ¿no?

—”Vale, vale. Entonces lo has recibido, ¿no?”

—Si.

Rose termina la llamada y guarda el terminal en el bolsillo de su falda. Y se vuelve hacia la persona que está a su lado.

Una mirada interrogativa viene de Gabriella mientras confirma la secuencia de eventos.

—¿Qué significa esto?    Onee-sama.

—Es tu trabajo y el mío averiguarlo.

—Ya veo.

Sus miradas, que habían estado fijas la una en la otra, ahora se dirigen de nuevo a la habitación.

Es casi el final de la pausa para el almuerzo, y Rose, que parece haber recibido una llamada telefónica en su asiento, decide repentinamente levantarse e irse a casa. Fue la curiosa Gabi-chan la que intuyó algo sospechoso en sus movimientos y le siguió de todos modos.

El desgraciado lío, sin lugar donde pisar, le comunicó a Gabriella sus intenciones, aunque fuera la respuesta cortante de Rose dada en pocas palabras.

La caja de colores de la esquina de la habitación está volcada, y las cosas que podrían estar guardadas en ella están esparcidas por toda la habitación. El suelo es un desastre de libros, ropa y objetos personales del dueño.

—Ya que has venido por tu cuenta así, no me digas que no te gusta.

—Si es por su propio bien, entonces ayudare. Parece que estan de acuerdo.

Las dos se han enfrentado muchas veces en el pasado. Aun así, Rose, que propuso la idea, y Gabriella, a la que se le acercó, asintieron con sinceridad. Aunque no hay garantía de que la cooperación sea duradera, al menos en este momento, han demostrado que están dispuestas a trabajar juntas.

—Yo iré desde arriba, tú desde abajo, y nos repartiremos el trabajo.

—Entiendo.

Si lo hacemos bien, tal vez Nishino nos alabe. Tal era la débil esperanza de las lolis que vinieron a mostrar su connivencia. Después de asentir la uno a la otra, cambian de opinión para hacer sus respectivos trabajos.

Poco después, se oyó un ruido de crujido en la esquina de la habitación. Giran en la dirección del ruido sin pausa.

En la esquina de la habitación desordenada, bajo un uniforme en el suelo, se puede ver algo moviéndose. Es del tamaño de sus puños. Sigue deteniéndose y moviéndose, retorciéndose bajo la chaqueta del uniforme de Nishino.

—Onee-sama, hay algo.

—Sí, lo hay.

Rose pensó de repente en las palabras de Gabriella mientras hablaba con ella.

Que el compañero de piso con la que vivía hace unos días había llevado un hámster de mascota a su habitación. Ha perdido la cuenta de las veces que ha sentido celos de la existencia de quien era el único objeto de afecto de Nishino.

—Vive en una casa donde las ratas pueden salir… Gabriella movio el brazo hacia el uniforme en el suelo. Intenta usar el mismo poder mágico que el futsumen.

—Espera un momento.

—¿Por qué?

—Solía tener un hámsters como mascota.

—¿Es así?

Ignorando a Gabriella, Rose se dirigió al fondo del uniforme en el suelo. Y lo recoge, retorciéndose bajo la chaqueta del uniforme liberado. Ante el inesperado contacto, el oponente comienza a agitarse dentro del uniforme.

Rose se despreocupa de esto, y mira alrededor de la habitación de Nishino.

Entonces encuentra una jaula que está un poco más lejos. Es el mismo diseño que identificó durante el tiempo que vivió con el. El contenido estaba desordenado y abollado en algunas partes, pero afortunadamente no había agujeros en la propia jaula.

Después de comprobar el estado de la jaula, coloca el bulto de la chaqueta sobre su boca.

Espera unos segundos, y una criatura peluda emerge de entre la tela de su uniforme. Después de todo, era un hámster, que también había visto antes. En el improbable caso de que lo aplaste, no sé sabia qué clase de bronca recibiria de Nishino.

Dejó escapar un único suspiro de alivio cuando estuvo segura de que el objeto estaba en la jaula.

—Ciertamente no es un ratón de campo.

—Sí, lo es.

—¿Qué vas a hacer con ese hámster?

—Lo llevaré a un amigo suyo más tarde.

—entiendo entiendo

—Entonces te pediré que hagas lo mismo que antes.

Asintiendo entre ellas, las chicas se ponen a investigar la casa compartida.

***

Ese día, la clase 2A de la secundaria Tsunuma terminó todos sus exámenes parciales.

En el aula, después de las clases, hay un zumbido constante de estudiantes intercambiando palabras. En un cambio total del ambiente tranquilo durante los exámenes, ahora están libres de estudiar y están haciendo ruido con sus buenos amigos sobre sus planes futuros.

Discuten el lanzamiento para celebrar el fin de los exámenes.

Algunos grupos salieron corriendo en cuanto terminó la clase, decididos a no perder ni un minuto. Los demás, incapaces de contener su impaciencia, discutían en voz alta a dónde ir y a quién unirse. Algunos no estaban tan entusiasmados.

El más llamativo entre ellos es un grupo de chicas guapas y bonitas, lideradas por Takeuchi-kun. Este es el comienzo del lanzamiento, que, en contraste con el lanzamiento del festival cultural, sólo está abierto a la parte superior de la casta seleccionada.

—Bueno, vamos a ponernos en marcha, ¿vale?

Las risas surgen alrededor cuando Takeuchi-kun da la orden. Todo el mundo sonríe, todo el mundo parece divertirse.

Gracias a ellos, es Nishino quien se siente solo.

—…

Por supuesto, nadie le ha invitado a salir.

Lo único que queda es hacer las maletas y volver a casa.

Si la tendencia reciente es algo a seguir, Rose y Gabriella han estado visitándolo en lo que a él respecta. Pero sólo hoy, ambas están ausentes de la escuela. Aunque Nishino nunca se arrepiente de este hecho, sigue sintiendo una pizca de soledad.

Seguía siendo un pelele solitario en el aula.

Sólo que ahora tenía otros lugares para divertirse. Es una casa compartida a la que se mudo.

De vuelta a casa, habrá una chica gyaru que acaba de llegar del trabajo.

Habiendo probado la conversación con ella, Nishino no se desanimó tanto y se preparó para volver a casa. En el fondo de su mente, piensa en sus planes después de dejar la escuela. Ya que estamos aquí, ¿pasamos por el supermercado y compramos un pastel un poco caro o algo así? Creo que Yamanobe estará contenta…

Algo así.

Esta inusualmente excitado.

Pero es su vida la que va mal de alguna manera.

—¡Ah, alli!    ¡Nishino!    ¡Hey, Nishino!

La puerta del fondo del aula, entra una alumna con un uniforme desconocido.

El tono de su voz le resulta familiar. La atención del futsumen se aparta del equipaje sobre el escritorio y se dirige hacia la dirección de la que procede la voz. Y allí, por alguna razón, había una chica blanca. Es la amiga de la chica gyaru que encuentra en la sala de la casa hace tiempo.

—…¿Por qué estás aquí?

—¿Eh, Mayu?    ¿Por qué?

Además de Nishino, Risa-chan también reaccionó. Parece que es cierto que hace unos días, cuando intercambiaron palabras en la sala de la casa compartida, mencionó que se conocían. Aparentemente, su nombre es Mayu.

Aunque parezcan de la misma edad, ella es la única con un diseño de uniforme diferente, y destaca en el aula de la clase 2A. Además, su aspecto de chica hace que destaque entre la multitud La atención del resto de los estudiantes en el aula fue atraída de inmediato.

Empiezan a surgir preguntas aquí y allá sobre su presencia.

El hecho de que el nombre de Nishino haya salido de su boca también es significativo. Todo el mundo en la sala está diciendo.

—¿Cómo has llegado aquí?

—¡No es momento de estar tranquilo!    ¡Ven aquí un momento!

—Está bien, pero ¿por qué no dices al menos lo que quieres?

—¡Yamanobe y Yukki están en problemas!

—Hoo, eso no es agradable de escuchar.

La chica blanca intenta hablar con una expresión extraña.

Nishino, al ver el pánico y encontrar una forma de disfrazarlo, decide inmediatamente ser cínico. Ella, por el contrario, se ha embalado y ha desviado su atención del futsumen a otra parte. Tras unos instantes de corretear por el aula, su mirada acaba por posarse en un punto.

—Además, ese chico guapo de ahí es Takeuchi-kun, ¿verdad?

En un rincón del aula, un grupo de personas está a punto de lanzar los exámenes parciales. En medio de ellos, una chica blanca vio a un chico con una cara sobresaliente y levantó la voz. En el mismo grupo están Risa-chan y la presidenta.

—Es el que dijo que rescató a sus compañeros de clase luchando con los yakuzas, ¿no?

—…¿Yo?

Es Takeuchi-kun, que se sorprendió interiormente por el comentario demasiado bullicioso. Su boca casi se tuerce, pero se esfuerza por mantener la compostura en la respuesta.

—¡Por favor!   ¡Sólo quiero que vengas conmigo!

Una petición de una chica blanca que aparece inesperadamente.

En respuesta, Nishino y los demás trasladaron la conversación a otro lugar.

***

Después de dejar el aula 2A, se trasladaron a la parte trasera del edificio escolar.

Los seis miembros son Nishino, Takeuchi-kun, Risa-chan, la presidenta, y Suzuki-kun, dirigidos por la chica blanca gyaru. Se fueron por caminos separados, diciéndoles a sus compañeros de la escuela que debían reunirse para el lanzamiento extraescolar que querían que empezaran ellos primero.

En cuanto al resto del grupo, Risa-chan, que conocía a la chica blanca, se fue con ellos debido a su relación, seguida por la presidenta, que era buen amigo de Risa-chan, y Suzuki-kun, que estaba ansioso por demostrarle lo genial que era, levantó la mano como si quisiera aprovechar la oportunidad.

—¿Yamanobe fue secuestrada?

—¡S-Sí!

Fue la noticia de la situación de la compañera de cuarto la que fue transmitida a Nishino y a los demás por la chica blanca gyaru.

Continúa sus palabras con una mirada impaciente.

—¡Iba a ir a su casa a visitarla cuando vi que la metían en un coche en una calle cercana! ¡Un coche se acercó por detrás, y unos tipos que parecían tener problemas se acercaron a mí y me sujetaron, y luego me obligaron a ir con ellos!

—¿Llamaste a la policía?

—¡Lo-Lo hice!    ¡Claro que sí!

Los rostros de todos los presentes se tensan ante la mención de un tema tan inquietante. Incluso Takeuchi-kun está sorprendido por el inesperado secuestro.

Una imaginación no muy buena comienza a recorrer la mente del ikemen sobre el comentario de los yakuza que escuchó en el aula. Empieza a impacientarse por el hecho de que puede adivinar fácilmente lo que la gyaru que tiene delante tiene en mente cuando visito la clase 2A.

Por otro lado, es Nishino quien no pierde su postura en estos temas.

—Entonces tu trabajo está hecho aquí. El futsumen habló claramente.

Un tono lleno de reserva y cinismo innecesarios, que irrita irresistiblemente a la otra parte. Esto no fue una excepción para la chica blanca.

Su bofetada en la mejilla.

¡Poof! Un sonido atronador. El futsumen de los brotes ligeros tropieza y cae de rodillas al suelo. Ya sea por puntería o por accidente, la pose es sutilmente genial. Esto hace que la rabia de la chica blanca se encienda aún más ferozmente.

—¿Cómo puedes decir eso?”

—…escucha el final de la historia.

—¡Ese tipo de comentarios me cabrean mucho!

Tras las palabras de la chica blanca, todos los presentes muestran su acuerdo. Todo el mundo se está conteniendo.

—No sé quiénes son, pero ¿qué puede hacer un simple estudiante?    Si los has denunciado a la policía y les has dado la información, entonces deberías estar tranquilo. ¿Qué pasará si involucras a Takeuchi-kun?    ¿Está diciendo que un estudiante sin el equipo adecuado o sin capacidad de organización puede conseguir más que la policía?

—Pero…

—En los casos de seres humanos, la policía de este país está entre las mejores del mundo.

—Ts-…

El tono de voz bien informado toca un nervio en la chica blanca. Ella cree que dice la verdad basándose en su propia experiencia, pero eso no es lo que entiende la gente de su entorno. Todos los compañeros que observan el intercambio entre ambos tienen una mirada que dice: “Vas a morir”.

Sólo que, esta vez, hay una voz de apoyo para el futsumen.

—Yo creo que Nishino tiene razón. Es Takeuchi-kun.

Sabía correctamente que si Nishino había perdido su argumento aquí, él sería el que se llevaría la peor parte. Por eso no pudo evitar afirmar sus palabras, aunque su oponente fuera un cachas.

Es Takeuchi-kun quien no cree que pueda ganar contra un oponente que secuestra gente a plena luz del día.

A él, la chica blanca apeló con una mirada aferrada.

—¡Pero Takeuchi-kun es muy amigo de Nishino, ¿verdad?    ¡La que fue secuestrada es una chica que vive en la misma casa compartida que Nishino!    ¡Los amigos de los amigos son amigos, ya sabes!    ¡Por favor!    Al menos di un consejo…

—¿Eh?

Una voz interrogativa se escapó de la boca del ikemen. Por un momento, sospecha que ha escuchado mal.

—No-No?    He oído que sois amigos…

—…

La mirada de Takeuchi-kun se dirige a Nishino. Todos los demás también miran fijamente a Nishino. Y la chica blanca, por supuesto.

—…somos amigos que estan en el mismo club. No estoy mintiendo. Gracias a ello, se vuelven amargados.

Parece que la factura por vestirse delante de la chica blanca ha llegado. La forma en que gira la cabeza es una señal segura.

—Bueno, dejemos de lado su argumento por el momento…

Como la otra parte conoce a Risa-chan, Takeuchi-kun continuó sus palabras con relativa calma. Si hubiera sido un extraño bastardo al otro lado, habría dicho adiós con o sin él.

—No sé qué rumores has escuchado, pero sólo soy un estudiante normal como Nishino. Puede que haya causado un poco de revuelo antes por varias razones, pero incluso eso es como un golpe de suerte.

Takeuchi-kun habla con la otra persona como si dijera.

—Si lo dejas en manos de la policía, estarás absolutamente bien.

—Pe-Pero…

—Creo que es más problemático para la gente si no hacemos nada.

—…

El ikemen sigue la persuasión infructuosa del futsumen. Habiendo sido apaciguada por el ikemen superior, la chica blanca perdió su impulso. Empieza a sentir que si lo deja en manos de la policía, todo irá bien Las palabras del ikemen fueron lo suficientemente convincentes como para hacerle pensar eso.

Poco después, el sonido de vibración de un terminal suena de repente. La fuente no es nadie más que Nishino.

—…

Hace caso omiso de esto y se gira para encarar la conversación, aunque su terminal tiembla en el bolsillo del pantalón. En cambio, es la gente alrededor la que le preocupa. No importaba cuánto tiempo esperara, el terminal de futsumen nunca parecía dejar de sonar. Una vez que se detiene, comienza a zumbar de nuevo.

—Oi, Nishino…

—No importa.

El futsumen valora la conversación con sus compañeros. Escuela, te quiero. Aula, te quiero.

Pero los queridos son una gran cosa.

El terminal de Nishino-kun siempre llama a horas extrañas, es el pensamiento honesto de la presidenta, recordando un intercambio pasado. Hubo un incidente similar hace algún tiempo cuando se preparában para el festival de la escuela.

Ella no lo sabe, pero se repitio en la sala del club de breakdance. Takeuchi-kun también se acordó de esto, y levantó la voz con irritación.

—Ya te lo dije antes, estoy preocupado por esto.

—… lo entiendo.

El futsumen saca a regañadientes su terminal tras ser reprendido por sus compañeros.

Entonces el nombre de la persona que llamaba era Marquis.

—Soy yo.

La brevedad de sus primeras palabras irritó a todos los presentes. Se preguntan si es realmente una llamada telefónica.

Pero no parece importarle lo más mínimo.

Continúa el intercambio por teléfono, actuando como si todo valiera la pena.

—”Siento seguir llamando, pero se trata de un trabajo que he hecho antes.”

—Es una noticia oportuna.

—”Lo siento, pero ¿le importaría presentarse en la tienda ahora?”

—¿Qué quieres decir?

—”Ha habido un desarrollo en el otro extremo.”

—Ya veo.

—”Será mejor que te demos prisa si quieres ocuparte del objeto de la investigación.”

—Muy bien, estoy en camino.

En primer lugar, no hay duda de que tiene que ver con la historia que trajo la chica blanca. Con eso en mente, Nishino decide sus planes para después de la escuela.

Operando rápidamente el terminal, cuelga la línea de llamada. Ha pasado menos de un minuto.

—Lo siento, ha surgido algo. Ahora me despido.

—¡Ah, es-espera!”

La chica blanca levanta la voz, pero Nishino no le da importancia y sale por la parte de atrás del edificio de la escuela.

Cualquiera que sea la conclusión de la discusión en el mismo lugar, él iba a trabajar para la chica gyaru. No hubo vacilación en sus pasos. Después de salir de la escuela, el futsumen cogió un taxi en la calle frente a la puerta de la escuela y se apresuró a ir a la tienda de Marquis en Roppongi.

Aquí un resumen de la conversación del futsumen después de recibir la llamada telefónica.

—”Soy yo.” “Es una noticia oportuna.” “…¿Qué quieres decir…?” “Ya veo.” “De acuerdo, voy para allá.” “Lo siento, ha surgido algo.” “Me despido ahora.”

Las personas que se quedaron detrás del edificio de la escuela miraron hacia otro lado con expresiones indescriptibles a su espalda.