Nishino (NL)

Volumen 7

Capitulo 2: Compartir Casa

Parte 2

Ese mismo día se iba a celebrar una fiesta de bienvenida para Nishino en el comedor de la nueva casa.

—Entonces, salud a Nishino-boy que se mudó.

Levantando una lata de cerveza en la mano, el hombre conocido como Yukki da la iniciativa.

—¡Salud!

—¡Salud!

A esto, la chica gyaru y Nishino también respondieron levantando sus copas de la misma manera.

En la mesa, una olla está hirviendo a fuego lento en la estufa de gas. Lo repentino de la conversación ayuda, y es un plato preparado a toda prisa, compuesto por ingredientes comprados en el supermercado local, picados y echados, y rematado con algunos ingredientes de nabe.

Una mesa cuadrada para cuatro, con Nishino en un lado, la chica gyaru y Yukki sentados en el otro. El futsumen le hubiera gustado ocupar su lugar frente a la chica gyaru, pero como es el primer día que se conocen, está el guapo cara a cara.

Por alguna razon, el futsumen ha hecho algunos progresos en las relaciones con el sexo opuesto.

—Ahora entonces, Nishino-boy realmente puedes bailar?

—¡Asi es!    ¡Yo también me sorprendi!    ¡Estabas haciendo girar las piernas y eso!

El tema de conversación en la mesa fue el evento de hace unos minutos, el breakdance que el futsumen realizó en el tejado de la misma casa. Estaba un poco más entusiasmado que de costumbre, y realizó algunos de los movimientos más difíciles de la noche.

Esto fue inesperadamente bien recibido por sus dos compañeros de casa.

Debido a esto, fue recibido positivamente como residente de la misma casa. De lo contrario, ya estaría comiendo una fiambrera de una tienda de comestibles en su habitación solo. Tampoco estaría sentado alrededor de una olla en el comedor con los demas.

—Yo también lo intente un poco, pero no fue fácil.

—¿Eh?    ¿En serio?    ¡Yo también quiero ver bailar a Yukki!

—No quiero eso. No puedo bailar mejor que Nishino-boy.

—¿En serio?    Más bien, ¿podría ser que Nishi es bastante impresionante?

—Sólo lleva un mes bailando, ¿no?    Creo que es una gran cosa.

—¡Hee, asi es!

Gracias a ello, no se siente tan mal, parece un pelele.

Ahora que lo piensa, probablemente sea la primera vez que alguien le felicita por sus habilidades de baile. Incluso si se habla en clase, las mejores partes se las llevan gente como Takeuchi-kun y Rose.

Además, el hecho de estar sentado en una mesa con el sexo opuesto a su edad le hace sentir bien. Es un virgen que no duda que lo que puede ser un paso trivial para los hombres del mundo es el mejor paso para él.

—Pero realmente deberías usar lentes de contacto de color?    Es realmente terrible.

—Ah, ¿hablas sobre eso?    Mantuve la boca cerrada, incluso cuando me lo preguntaba. Yukki dijo, mirando los ojos de Nishino, que son de un color diferente en cada lado.

Sigue siendo el desprestigiado Odd-Eye Nishino.

—Aah no, estos no son lentes de contactos de color.

—¿Eh?    ¿En serio?    Al contrario, eso da miedo.

—Es-, ¿podría ser una prótesis de ojo?    ¿No te los puedes quitar?

—Sigue siendo un globo ocular real. Asi como ves.

—¿Hablas en serio? ¿Se llama heterocromía del iris?    Nunca he visto la cosa real o algo parecido antes.

—Bueno, es algo así…

Fue el futsumen quien ha decidido callar sobre sus ojos de color.

En esta casa compartida, decidio pasar sus días como un chico normal de secundaria. Si parece que se equivocan, dejaré que me usen tal cual, y asentiré vagamente.

Después de todo, ya estaba interesado en la chica gyaru que tenía delante.

Bajo un mismo techo, tal vez, sólo tal vez. Tales fantasías empezaban a extenderse lentamente en la mente del futsumen. A medida que habla con más naturalidad, toma la iniciativa de hacer preguntas a las dos personas que tiene delante.

—Por cierto, siento interrumpir, pero ¿podria comprobrar sus nombres?    Si no les importa, una breve autopresentación sería útil. Es mi primera vez en este tipo de grupo.

—Ah, ciertamente. ¡Tal vez no te lo dijimos!

Después de las palabras de Nishino, se dieron cuenta.

Que al principio del encuentro, no había pasado por la autopresentación de la persona que tenía delante.

—Soy Yukio Yanagida. Sabes que soy un bastardo al que le llaman Yukki?    Mi trabajo es en un negocio cerca, y soy lo que se llama un abandonado en la vida, así que no dejes que eso te moleste. Vivo en una habitación del tercer piso, igual que tú.

—Soy Arisa Yamanobe. Yo también soy un trabajador que abandonó la escuela secundaria, como Yukki. Vendo ropa y cosas en ropa durante el día, así que puedes venir a visitarme si te interesa, Nishi. Por cierto, mi habitación está en la planta baja, en una habitación de estilo japonés.    ¿ Sabes?    ¡Es 10.000 yenes más barata que el tercer piso!

Nishino graba el nombre de la chica gyaru en lo más profundo de su cerebro.

De ninguna manera esta faltando el respeto al otro compañero de cuarto. Es que para el futsumen hoy en día, la presencia del sexo opuesto de la misma edad con quien compartir la vida cotidiana es muy importante. En la cocina, en el baño, y en tantos otros lugares, es natural esperar sucesos.

Es un virgen que no puede esperar a empezar mi vida hoy.

—Yanagida y Yamanobe. Muy bien, por favor, cuídenme bien.

—¿Me llamas de la nada?    Tengo 21 años.

—Lo siento, si no te importa, usaré el honorífico…

—No, no me importa cómo me llames. No soy una persona a la que temer. Y cuando tenía tu edad, yo también era un poco temerario, así que sé cómo te sientes al respecto.

Yukki se rasca la cabeza con resignación y trata de hablar. Parece resignado y se rasca la cabeza. Es la chica gyaru quien le llama sin pausa.

—¡Eres muy amable, Yukki!    ¡Creo que es genial que seas así!

—No me alabes por algo tan trivial, tampoco. Me hace parecer flojo.

—Hehehe

Mirando a Yukki, la chica gyaru sonríe felizmente.

Al mirarla, Nishino sintió que su corazón se calentaba. A un virgen le es fácil enamorarse.

Es fácil enamorarse del sexo opuesto si te hablan de igual a igual y son incluso un poco amables contigo. Una vez que el ambiente de una casa compartida hace mella, las palabras “encuentro fatídico” empiezan a colarse en la mente como las de una colegiala adolescente.

—Sé que no siempre soy el mejor en esto, pero cuento con vosotros. Con la mesa delante, Nishino inclina la cabeza profundamente.

Entonces, tal vez en reconocimiento de su tonta honestidad, las dos personas respondieron de manera calmada.

—Ya te he dicho que no me gusta que me asombren así.

—¿No se siente bien que te llamen como mayor?    Soy el más joven del lugar.

—No te metas, ¿vale?    Mas bien, como un amigo.

—Lo sé, lo sé.

Aparentemente, la chica gyaru tiene la misma edad que Nishino.

Pensó que era mayor que él, ayudado por el fuerte maquillaje gyaru. Gracias a eso, el estado de ánimo del futsumen es aún más excitado. Es un subidón silencioso e invisible. Mayor no es malo, pero es el tipo de adolescente que no soporta tener la misma edad.

—Entones, ¿de qué escuela secundaria es ese uniforme?

—Eso no se ve por aquí.

—Aah, en realidad…

En respuesta a la pregunta de Yukki, Nishino explicó por qué habia llegado aqui.

Habiendo estado fuera de casa durante mucho tiempo, siendo cuidado en la casa de un conocido. Que cuando volví a mi piso, el edificio había sido destruido por el fuego. Que cuando estaba al límite de mis fuerzas, me presentaron esta casa compartida gracias a la amabilidad de un casero. Esto me puso un poco más lejos de casa y de la escuela.

Se sorprendieron al escuchar una serie de historias imprevisibles sobre el.

Él y ella habían imaginado que le habían hecho bullying en su antigua escuela y se habían mudado a una nueva. No creyeron que se haya mudado después de haber sucedido un incendio. Para variar, había una mirada de preocupación en sus rostros.

—¡No es bueno tener un incendio ni nada!    ¿Estás bien con el menaje y las cosas?

—¿Hablas en serio? ¿Estan tus padres bien?

—Vivo solo, así que mi familia está bien. El menaje de casa se lo llevaron a un conocido por una razón. Algunas cosas se quemaron, pero no ha sido un gran problema. Y era un piso viejo, esta casa parece mucho más cómoda.

Mientras tanto, la persona a la que se le preguntó habla de manera distante.

Era un futsumen que estaba acostumbrado a ver cómo su base ardía en llamas y se derrumbaba a causa de su trabajo.

—¿E-Es así?    Sorprendentemente, tienes algo de valor…

—Definitivamente lloraría si mi ropa favorita o algo se quemara.

—El aire se está volviendo más seco estos días, así que probablemente sea más fácil encender un fuego. Se dice que la causa del incendio es la mala gestión de un fuego de cigarrillos. Creo que cuan pronto conseguir un seguro contra incendios, así ya pensaremos en la ropa y en otras cosas más adelante.

Nishino había terminado todos los trámites junto con el embalaje de sus pertenencias para la mudanza. Ahora está esperando noticias de la otra parte para investigar y realizar el pago. En cuanto a cualquier otro trabajo que requiera un tutor, lo ha dejado en manos de Marquis.

—Si hay algo que necesites, házmelo saber, ¿vale?   Te prestaré un poco.

—¡Ah, y si encuentro algún descarte de hombre en la tienda, también te colaré!

—No, no puedo darles tantos problemas. Afortunadamente, no me falta el dinero, así que ayudaría si me tratan como una persona normal. Aah sí, sólo quiero asegurarme de esta casa a toda prisa, ¿cómo se maneja el mantenimiento de la casa, como la limpieza y la preparación de las comidas?

—Bueno, tendremos que decidir sobre eso también…

—Hasta ahora, hemos sido sólo yo y Yukki, así que ha sido bastante aleatorio… Y así pasa la hora de la cena.

Al final, el mismo día, se sentaron alrededor de la olla un rato, y antes de que el sol cambiara, era hora de dar por terminada la noche.

Acordaron que la limpieza sería mañana, y se retiraron a sus habitaciones. Sólo se tapan las ollas y sartenes y se ponen en la nevera. Lo comerán como gachas mañana por la noche. Nishino también volvió a su habitación directamente y se acostó en la cama que le habían proporcionado.

La conversación, que transcurrió pacíficamente en todo momento, fue muy productiva para el futsumen. Era una rara oportunidad para él, especialmente para estar en una olla con el sexo opuesto de su propia edad. Es algo que ha pedido y nunca le han dado.

Debe haberle cansado más que un poco. Se encontr{o dormido en pocos minutos.

Sólo que se despertó en medio de la noche con sed, probablemente porque había bebido una buena cantidad de alcohol. Comprobando el despertador de su mesita de noche, era un poco más de medianoche. Hace una o dos horas que se acostó.

Al sentirse incómodo en su boca, que se sentía más pegajosa que de costumbre, el futsumen decidió ir a la cocina para beber un poco de agua. En la oscuridad de la noche, sin encender la luz del pasillo, recorre el pasillo y baja las escaleras, confiando en la luz que entra por la ventana.

En la cocina, recogió con ambas manos el agua que goteaba del grifo y la bebio. Cuando se le humedece la garganta, cierro el grifo.

La cocina por la noche, cuando el sonido de los pinchazos ha cesado y está en silencio. Se da cuenta de una pequeña voz que resuena en el fondo.

—Aahn… Yukki, me haras gritar si vas tan fuerte.

—No importa, ¿verdad?

—Nishi está con nosotros desde hoy, ¿sabes?    Nos escuchará.

—Está en una habitación del tercer piso. No puede oírte, por mucho que lo desees.    Por eso he bajado hasta tu habitación. ¿O tal vez sólo te excitas más cuando alguien te escucha?

—No-No digas eso… Ahn

La voz parecía venir del piso de abajo. Son dos voces, un hombre y una mujer.

Era fácil para incluso la virgen Nishino imaginar cuál era la situación.

—…¿volvemos?

La vida agridulce de casa compartida imaginada por el futsumen se desmoronó estrepitosamente en la primera noche tras la mudanza. Parece que la chica gyaru y Yukki tienen una relación hombre-mujer. Es natural, ya que dos personas de aspecto hermoso viven bajo un mismo techo.

Pero tal naturalidad fue un shock para el futsumen.

***

A la mañana siguiente, Nishino subió al comedor para desayunar.

El despertador estaba programado para despertarle a una hora algo más temprana de la que había dormido y despertado en su piso y en casa de Rose. 6:30 a.m., fijado con bastante antelación, ya que se ha alejado de la ruta familiar a la escuela.

Y ya había una persona allí.

—Ah, Nishi, buenos días.

—Aah, buenos días. Era Yamanobe.

No hay señales de Yukki. Parece que está sola.

Mira por encima del mostrador y va de un lado a otro de la cocina. Aparentemente está preparando el desayuno. El comedor se llena del delicioso olor de las tostadas cocinándose. El bajo zumbido en sus oídos debe ser el horno de microondas funcionando.

—Llegas pronto.

—Tengo trabajo por la mañana. Yukki empieza a primera hora de la noche, así que suelo dormir hasta media tarde. A eso me refería, ayer tenía libre el trabajo. Gracias a ti, me alegro de que hayamos tenido una rápida fiesta de bienvenida para Nishi.

—Ya veo.

—¿Quieres una tostada?

—¿Está bien?

—He horneado dos rebanadas, te daré una. Últimamente he notado mi estómago.

Es un chico virgen que se sintió indescriptible por un momento al recordar los eventos de anoche. Se siente como, “Estabas chupando la cosa de un hombre con esta bonita boca”. Aunque no presenció el acto, el sonido sigue clavado en el cerebro y no se va.

Pero esa conciencia retrocede cuando ve la alegre sonrisa de la chica gyaru, dada a una distancia de contacto. Y cuando sigue ofreciéndole la comida que hizo para el, es imposible que tenga una mala impresión de ella.

Eso es, eso es. Mi corazón se calentó naturalmente

—Lo siento, gracias.

—La mantequilla está en la mesa. La mermelada está en la nevera.

—Vale.

Toma el brindis ofrecido por Yamanobe y se dirije a la mesa del comedor. Mientras tanto, el virgen cambia de opinión.

Por ejemplo, una de cada dos personas que caminan por la calle es una mujer. Y hoy en día, con el descenso de la natalidad y el envejecimiento de la población, ocho de cada diez personas tienen más de veinte años. Por supuesto, habrán tenido relaciones sexuales. Lo que significa que el 40% de los que van por la calle tomaron con la boca el objeto del hombre, sin falta.

O algo así. Utilizando las estadísticas, el vírgen puede mantener su tranquilidad. Se recuerda que, como raza humana, la felación es algo muy natural. Se recuerda a mí mismo que es tan común que si tiras una piedra, le dará a alguien que ha tenido una mamada.

Esto permite al futsumen ser natural y untarle mantequilla a su tostada.

—…es delicioso.

—¿Eh?    ¡Es sólo pan horneado!

—Soy nuevo en esta experiencia trivial de que alguien me prepare el desayuno.

—…

Si fuera la presidenta, tendría la piel de gallina. Los puños estarian a punto de volar.

Pero Yamanobe parece un poco triste ante la franqueza de las palabras del futsumen. Como si eso fuera así, de su boca escaparon naturalmente palabras de consuelo. El tono de su voz es algo suave, un cambio completo de su anterior tono alegre.

—Nishi, si necesitas ayuda, tu hermana puede ayudarte, ¿vale?

Nishino sentando en una silla del comedor con una tostada en la mano. Yamanobe dijo y abraza su cuerpo por detrás.

Nishino se sorprendió de esto.

Eso hizo que su corazón latiera dolorosamente alto.

Por primera vez en su vida, fue un ataque por la espalda dado por puro cariño.

—…Gracias. Me quedo con la sensación.

—Yukki también lo dijo, estás en una edad en la que no eres honesto. Ahora es una chica gyaru bastante maternal.

Ha hecho lo mismo en el pasado, enrollarse con chicos y romper con ellos una y otra vez. Sólo que ella no es consciente de ello. Sus buenas intenciones son, en cualquier caso, muy convenientes para el hombre, porque cuando se fija en ella, mueve su cuerpo.

Es la novia que se juntó con Yukki a través de un proceso similar. Y así el número de experiencias no hace más que aumentar.

—¿Es asi?

—Sí.

—…

Sólo que esta vez el otro lado era diferente que antes.

Era virgen.

Gracias a eso, no pasará nada.

—Lo siento, estoy a punto de derramar mantequilla derretida.

—¡Ah, lo siento!

Al ser señalada, Yamanobe se apresuró a alejarse de Nishino.

Si hubiera sido Takeuchi-kun quien estuviera allí, habría sido una situación en la que podría haberse salido con la suya. Pero el virgen no puede ver la oportunidad. La oportunidad única en la vida pasó desapercibida para él, y desapareció como mantequilla derretida en una tostada.

***

El mismo día, Nishino fue a la escuela como antes, al aula de clase 2A.

—Buenos días.

Debido a su cambio de residencia, salió antes de lo habitual, pero como el tren estaba más lleno de lo que había imaginado, llegó a la escuela casi a la misma hora que antes. Las aulas ya están llenas de alumnos que han comenzado su jornada escolar.

Comprobando la animada clase, pronunció solemnemente su saludo matutino.

—En los últimos días, los árboles a lo largo de las calles han comenzado a mostrar sus últimas muertes. Se pueden sentir los pasos del invierno.

Una mirada de disgusto cruzó los rostros de todos los presentes, y respondieron apartándose del ahora aparecido futsumen. De nuevo hoy, como en el pasado, no hubo respuesta a su saludo.

Pero no parece importarle lo más mínimo y se dirige a su asiento. Es importante seguir haciendo esto, incluso si es molesto. Fue el ejercicio de saludo matutino de Nishino que parece continuar por el momento.

Sólo hoy, hubo una persona que se involucro con él.

—Nishino-kun, ¿podemos hablar?

—¿Qué pasa?    Presidenta de la clase.

—¿Qué pasa?    Eso no… Esa es mi línea, ¿sabes?

Ha sido una presidenta tensa estos días, con los parciales a la vuelta de la esquina.

Esta es la época del año en la que incluso los amigos más cercanos están preocupados. Aunque no apuntan a la Universidad de Estudios Extranjeros de Tokio.

A ella lo que le hizo cosquillas en las fosas nasales fue el dulce aroma que se aferraba al cuerpo de Nishino. La causa fue el perfume de la chica gyaru con la que había compartido el desayuno esta mañana. Parece que el olor se transfirió cuando le abrazó.

Esto es lo que olio suavemente del futsumen cuando cruzo el frente de su escritorio.

—¿Qué crees que haces, llevar perfume de mujer a la escuela?

—¿Perfume de mujer?

—La escuela es donde estudiamos, ¿no?    No es un lugar para la autopromoción. Es como una novia que acusa a su novio de engañarla.

Pero nadie se entrometerá.

Al parecer no está estudiando bien para sus exámenes, es la conjetura de los que la rodean en cuanto a su temperamento. La Shimizu de hoy, que ha estado mirando sus cuadernos y libros de texto con cara de fuerza desde la mañana, estaba un paso por detrás incluso de sus amigos más cercanos.

—Antes de preocuparte por los árboles de la calle, ¿no deberías preocuparte primero por la apariencia?

Aparentemente, el saludo matutino de Nishino fue recibido. Está bajo mucho estrés cuando sale a quejarse.

—Ya veo, parece que el perfume de Yamanobe ha sido transferido.

—Yamanobe?    ¿Quién es?

¿Hubo alguna vez un estudiante así?    Una pregunta surge en la mente de la presidenta. A lo que el futsumen contestó de forma despreocupada.

—Somos compañeros de piso que viven en la misma casa compartida.

—…¿eh?

La conciencia de la presidenta se congeló por un momento mientras la boca de Nishino se llenaba de palabras que no parecían correctas. ¿Qué es una casa compartida, de todos modos? Mas bien, la última casa que visité era un piso de madera destartalado.

Y esto va para los compañeros que estaban prestando atención a su intercambio también. El hecho de que Nishino viviera solo en un piso barato había sido transmitido por boca de Takeuchi- kun y la presidenta, y era un hecho bien conocido en la clase 2A.

¿Cómo resultó? Es un cambio completo y es una casa compartida.

—”¿Pensaba que Nishino vivía solo en un piso?” “Pensé que se había dicho que era un piso bastante cutre” “Ah, yo también he oído ese rumor. Takeuchi-kun dijo que lo vio” “Parece una casa compartida a sus ojos, ¿no?” “No no, eso es demasiado triste” “Pero me temo que es posible”

Dicen lo que quieran aquí y allá.

Al menos en la resistencia, Nishino le contó a la presidenta lo que le pasó a él mismo.

—El piso en el que habia estado viviendo se quemó en un incendio. Me he mudado a una casa compartida por el momento. La razón por la que me ausenté de la escuela ayer fue porque estaba ocupado con los trámites relacionados con esto y el proceso de mudanza.

—Hm-hmm?

La cara de la presidenta pasa de la molestia a la sorpresa.

La casa de un compañero estuvo en llamas. No esperaba que la obligaran a moverse, después de todo. Al pensar en esta desgracia, incluso la furiosa presidenta vacila en continuar sus palabras. No importa lo irritado que esté con el, estas líneas están bien dibujadas.

—¿Eso, e-estas bien?

—No fue gran cosa. Estoy acostumbrado a tratar con este tipo de cosas.

—E-Estas acostumbrado…

Pero la persona en cuestión no parece que le importe, lo que lo hace peor. Responde con distanciamiento, como si hablara del mal comportamiento de un niño.

—Y la casa compartida a la que me mudo es un lugar bastante cómodo.

—…

Al escuchar el cínico comentario de Nishino, la cara de la presidenta vuelve a crisparse de fastidio. Fui un idiota por preocuparme…

Él cree que ha sido honesto con la situación, pero el destinatario no siempre está tan seguro.

Y para estos adolescentes, vivir en una casa compartida lejos de sus familias es una especie de statu quo. No es divertido para ella, de todas las personas, ver al futsumen frente a ella hacerlo .

La presidenta no es en absoluto reacia a vivir con su familia, pero también es una chica de secundaria activa. Estaba en la edad en que anhelaba vivir juntos en una casa compartida. La idea de tener un novio guapo no es más que la fantasía de una virgen.

Naturalmente, todos los compañeros están celosos.

—”Nishino definitivamente apunta a lo grande, ¿no?” “Que” “Dijo que no fue una molestia el mudarse a una casa compartida.” “Es decir, tiene más de 30 años y piensa que puede ser capaz de lograrlo.” “Vaya, eso es realmente asqueroso” “Era un perfume bastante fuerte, así que es posible.” “Es cierto” “No sé cuánto más puedo soportar.”

Yamanobe, el daño colateral, es tratada como una mujer de más de treinta años. Nadie espera que sea una chica gyaru de la misma edad.

—Creo que el segundo semestre de segundo año es un momento muy importante en la vida de la secundaria, pero tienes mucho tiempo libre, ¿no es así, Nishino-kun? Una casa compartida es un lugar ruidoso, ¿no? Me pregunto si podre estudiar bien en un entorno así.

—Bueno, me pregunto. Creo que estará bien…

—Ts-…

La expresión de Shimizu se vuelve extraordinariamente tensa mientras el tono de Nishino sigue siendo el mismo.

Si no se hubiera filtrado el vídeo de la selfie, habría podido afrontar mis estudios con más calma. Habría podido estudiar bien para mis exámenes. Con ese inevitable resentimiento en el estómago, la presidenta se estresa por los inminentes exámenes parciales.

Ha tenido un malestar estomacal los últimos días.

—¿Qué pasa?   No tienes buen aspecto.

—No-No es tu imaginación?

Shimizu vuelve a su asiento a dos asientos de distancia, pensando que sólo hará más el ridículo. La presidenta se retira.

Entonces, como para sustituirla, una voz llama desde otro lugar.

—Nishino-kun, ¿puedo hablar contigo? Es Rose.

Era un aula matutina con mucha gente entrando y saliendo, y el sonido provenía de la puerta instalada al fondo de la misma. En cuanto vio al futsumen en el aula, se arrastró hacia delante y se acercó al frente del escritorio.

—…¿Qué pasa?

—Acabo de escuchar algo sobre una casa compartida… Aparentemente escuchó la conversación con la presidenta.

Mientras se quejaba en su mente de que era una mujer molesta, Nishino respondió despreocupadamente.

—¿Qué pasa con eso?

—Así que decidiste a donde mudarte tan fácilmente, eh.

—Sí, asi es.

—Pensé que estarías perdido bajo el puente con todos tus enseres, pero me alegro de que estes a salvo del viento y la lluvia. No tiene ninguna gracia que un amigo mío de la misma escuela sea un adolescente sin hogar.

Aunque entiende la situación económica de Nishino, no deja de quitarle importancia. Entonces se le ocurrió al futsumen hacer una suposición.

—…¿Fuiste tú?

—Bueno, ¿qué quieres decir?

Esta mujer podría hacerlo, es su pensamiento inarticulado.

La conjetura que surge en su mente no es en absoluto un delirio unilateral, cuando recuerda lo que ella ha hecho en el pasado. No es algo en lo que quieras pensar demasiado, pero teniendo en cuenta el momento en el que se produjo todo, Nishino no pudo evitar tener una sensación de realidad.

—La casera me dijo que fue una mala gestión de cigarrillos.

—En invierno, el aire es seco, por lo que es importante mantener el fuego encendido, ¿no?

—…

—¿Qué?

—… No, nada

Tal vez no sea negro, pero tampoco es blanco, y Nishino dejó de sacar conclusiones tras escuchar la declaración. Para la conveniencia de involucrar a los vecinos, Francisca también puede tener una mano en esto. Teniendo esto en cuenta, Nishino decidió abstenerse de seguir con el asunto en este momento.

—Entonces, ¿qué quieres?

—Había oído hablar del incendio a esa mujer, así que me preocupé.

—¿Cómo te atreves?

—¿En serio?    He pensado en hacerte una buena oferta, no tienes otro sitio donde ir… Se miran el uno al otro.

Tan temprano en la conversación, las palabras de Rose son interrumpidas por otra voz.

—Buenos días. ¿Dónde estabas ayer? Es Gabriella.

Vio al futsumen en el aula y se acercó rapidamente. Apareció por la puerta trasera del aula, tal y como había aparecido Rose. Porque en ese lado está el aula de la clase 2B a la que pertenecen.

Las lolis de oro y plata se alinearon una al lado de la otra frente al asiento de Nishino.

—….No te preocupes. Es un asunto salvaje.

Recordando el incidente del hotel de hace un tiempo, Nishino se aleja de ella. La que la invitó a entrar a la habitación. Mientras la propia Gabriella es plenamente consciente de la invitación, él se siente completamente engañado, lo que aumenta la vergüenza.

Es la historia negra en la mente del futsumen que no puede soportar que se sepa ese hecho. Si la presidenta hubiera sabido lo que estaba pasando, habría hecho algún chiste sobre cómo había muchas otras cosas de las que avergonzarse.

Una serie de cinismos salieron de su boca, naturalmente. Esto provocó una gran reacción de los que le rodeaban.

En Suzuki-kun, en particular, la animosidad hacia Nishino ha sido notable últimamente. La frustración llega rápidamente a un punto de ruptura con los comentarios desenfadados del futsumen entregados inevitablemente. Impulsivamente, se levanta al estar sentado en la silla que había ocupado frente al asiento de Takeuchi-kun.

—O-Oi…

Takeuchi-kun lo llama, pero los pies de Suzuki-kun no se detienen. Sus pasos fueron en línea recta hacia el asiento de Nishino.

—Hey, Nishino.

—¿Qué pasa?    Suzuki-kun.

Nishino responde de buen grado, un cambio respecto a su respuesta a Rose y Gabriella. La presencia de Suzuki-kun en la cúspide de la casta escolar fue objeto de admiración tanto para el futsumen de aquí como para Takeuchi-kun.

—He oído un atisbo, ¿es verdad que compartís casa?

—Sí, es verdad. Aunque acabo de mudarme ayer.

—¿Hmm?

—¿Qué pasa?    ¿Estás interesado en una casa compartida?

Como Suzuki-kun, que nunca ha salido de casa de sus padres, esta no es una historia interesante.

Así que intuyó la posibilidad de que la realidad de la casa compartida de la que Nishino había intentado hablarle fuera una decepción. Se imaginó que podría estar conviviendo con desertores y sociópatas en una casa sucia y en mal estado.

Y aunque se hubiera mudado a una casa compartida en condiciones, allí no habría lugar para la persona que tenía delante, pensó.

Entonces exponer esto a la luz del día sería un pasatiempo conveniente para el exasperado Suzuki- kun. Además, se le había ocurrido una curiosa idea de aprovechar esta oportunidad para acercarse a la presidenta de la clase.

—¿Por qué no hacemos una sesión de estudio o algo así en la casa compartida a la que se mudo Nishino?

—¿Grupo de estudio?

—Los exámenes parciales comienzan pronto, ¿verdad? Suzuki-kun mira de nuevo a Takeuchi-kun.

Mirando al ikemen número uno de la clase, que podría ser útil para algo, continuó sus palabras. El tono de su voz es más con o sin de lo habitual. Se podía sentir su entusiasmo por asegurarse de que Nishino sufriera daños en su nuevo lugar, pasara lo que pasara.

—¡Hey, Take-chi!   ¿No crees que es una buena idea?

—Buena idea, ¿o es demasiado apresurado?

—¡Ah, sí!   ¿Le gustaría unirse a nosotros, presidenta?

—Eh…

Los dos se confunden cuando el tema se aborda inesperadamente. Ambos reaccionan de mala gana.

Takeuchi-kun y la presidenta de la clase, que prefieren mantener las distancias con el futsumen si es posible. El primero, en particular, todavía se está recuperando de la fractura del breakdance. La reacción es que se ha hartado de la cara de Nishino.

Y es Rose quien viene al rescate.

—Ara, es una sugerencia encantadora.

—¿Estás interesada en esto, Rose-chan?

—Sí, me encantaría unirme a vosotros.

—Si ese es el caso, me encantaría unirme a vosotros.

—Vale, vale, Gabriella estudiara con vosotros.

Rose y Gabriella expresaron su aprobación. En esta situación, frente a las chicas, Takeuchi-kun no puede negar con demasiada fuerza. Todavía, aferrado a un rayo de esperanza, el ikemen le pregunta a Nishino.

—Incluso para Nishino, sería problemático que se fuera de repente?

—No, no es nada.

Sesión de estudio en casa con los compañeros antes de los exámenes.

Es un instante de risa después de otra situación adolescente. Asiente ampliamente con la cabeza, no queriendo perder esta oportunidad. En su mente, un viaje rápido a la tienda para los bocadillos y el jugo está planeado para después de la escuela hoy.

Entonces la sesión de estudio está como decidida.

Takeuchi-kun y la presidenta no tienen otra opción que permanecer en silencio.

—¡Bien!    Después de la escuela tendremos una sesión de estudio en la nueva casa de Nishino. La alegre voz de Suzuki-kun resonó con fuerza en el aula de la clase 2A.