Nishino (NL)

Volumen 7

Capitulo 2: Compartir Casa

Parte 1

Zona diurna del lunes, la presidenta que faltó a clase estaba esperando a alguien en una cafetería de Tokio.

Un proyecto para erradicar los vídeos pervertidos de la JK activa, que había estado en marcha hasta el otro día. Se lo pidió un ingeniero que estaba presente en ese canal. No sabe de dónde sacó la idea, pero dijo que había alguien que quería conocer al líder de la comunidad, concretamente a Shimizu.

Le pidió que me reuniera con este de todos modos, así que no tuvo más remedio que ceder e ir con este. Es la presidenta de la clase que ha estado ayudando al ingeniero que se acercó a ella desde el principio, y que ha sido un buen amigo suyo.

Aunque este era un tema complicado, porque ella no quería que lo tocara.

—… ya es hora.

Sólo faltan un par de minutos para la hora señalada. Sorbiendo el café que tiene en la mano, mira la puerta de la cafetería. Tomó al llegar una taza, y poco después le añadió leche y azúcar.

Mientras sorbe esto, su atención se dirige a la taza.

—El café aquí es tan malo… La presidenta frunce el ceño.

El lugar fue especificado por la otra persona.

Si era una indicación del sabor a sabiendas, hace que uno se pregunte sobre el estado de la lengua. Buscó casualmente con el rabillo del ojo al camarero, y vio al hombre que parece ser el gerente detrás del mostrador, sonriendo y sacando brillo a una copa.

—…

Sintiéndose incómoda por el mal sabor del café, la presidenta deja su taza. Entonces, justo a tiempo, se abrió la puerta de la cafetería.

La campana colgante hace un sonido seco y metálico.

—Ah…

Reconoció a la persona que había venido.

Es Francisca, la vieja cascarrabias, que aparece en la cafetería. En el mostrador, responde al saludo de bienvenida del gerente con una sonrisa y mira la tienda. Como no hay más clientes en la tienda, las dos se miran inmediatamente.

—¿Ara?

Parece que la otra persona también se acordó de Shimizu.

Una mirada de sorpresa aparece en su rostro al ver el uniforme familiar. Después de pisar el suelo, Francisca se dirige a la mesa donde está sentada la presidenta. El sonido de los tacones golpeando el suelo es extrañamente fuerte en la tienda.

—¿Me pregunto si eres el Community Manager?

—…si.

Después del incidente en Santorini, la presidenta está naturalmente incómoda. Naturalmente, hubo una vacilación en las palabras que devolvió.

Sin embargo, no puede mentir. Ser irrespetuosa aquí sería traer la desgracia a la cara del ingeniero que le ayuda. Además, si ha de creer en su palabra, estaba hablando con una persona bastante grande.

Shimizu no tiene ni idea de dónde o a qué altura están.

—…

—¿No-No te vas a sentar?

Junto al asiento donde se sienta la presidenta, Francisca esta de pie y mira fijamente la cara de ella.

Shimizu se siente especialmente incómoda bajo la mirada escrutadora. Sin embargo, es difícil hablar en contra de la acusación cuando la otra parte es una belleza rubia mayor que ella. Si hubiera sido Nishino, le habría echado una mirada de soslayo y le habría dejado tomar asiento sin rechistar.

—¿Eres uno de esos?

—¿Eh?

—¿No fue una coincidencia que estuviera al lado de [Normal]?

—Uhm, ¿de qué estás hablando de repente?

—…

La presidenta no tenía ni idea de lo que la otra persona estaba hablando. ¿No está esta mujer un poco loca?    Está de humor para una o dos bromas. Pero se trata de una hermosa chica blanca con gran estilo, no es rival para una chica asiática de secundaria.

La respuesta fue naturalmente defensiva.

—Bueno, vale, lo consultaré con él a ver si puede corroborarlo.

—…

Después de una larga y difícil reflexión, Francisca finalmente tomó asiento. Dos asientos, uno frente al otro, con la presidenta.

No se tomó la molestia de llamar al camarero.

Sabe que el menú del restaurante es excepcionalmente malo. Francisca opina que si vienen a tomar el pedido, debe preguntarle. El gerente del restaurante también tiene dudas sobre si ir o no, debido a la reciente situación de las sobras.

El gerente del restaurante es algo consciente de que ella sólo busca un lugar aquí, basándose en su relación de los últimos meses.

—Uhm, ¿puedo decirte algo?

—¿Qué es?

—¿Están tú y Rose-chan en la misma página?

—¿Misma pagina?    Que chiste tan risible.

—Er, pero solian estar juntas…

—Somos jefe y subordinado. Ni más, ni menos.

—…

La presidenta no puede evitar preguntarse si Rose, que parece tener la misma edad que ella, es todo menos una jefa. Pero no cree que se lo diga sinceramente si se lo pregunta. Y no quiere tomarse la molestia de preguntar a otra persona para averiguarlo.

Habiendo decidido que debe haber algún tipo de situación familiar, Shimizu decide priorizar su propia conveniencia.

—…En realidad tengo un problema en la escuela.

—Si quieres un consejo de vida, ¿no sería más fiable preguntar a un maestro de escuela?

—Hay alguien con quien no estoy bien.

—¿Qué tiene que ver eso conmigo?

Francisca da un paso atrás ante la afeminada Shimizu.

Pero eso también cambia cuando escucha las palabras continuas.

—¿Puedes decirme en qué no es buena Rose-chan?

—…Tienes una pregunta interesante, ¿sabes?

—¿No es bueno?

—¿Sera que puedo decirte algo especial?

—¿Está bien?

—Pero sólo si me haces un favor a cambio.

—¿Eh?    Ah, s-sí. Por favor, dilo.

La presidenta que ha sido abusada unilateralmente por Rose durante días. Por eso, para ella, la debilidad de su enemiga natural, la rubia loli, parecía irresistible para restablecer una vida escolar tranquila.

Sacudiendo la cabeza enérgicamente, espera con curiosidad las siguientes palabras. Mirándola, Francisca, sonriendo con satisfacción, dijo.

—Voy a ser franca – ¿estarías dispuesta a venderme tu comunidad?

—… ¿Si?

—Para decirlo más claramente, me gustaría que me presentaras de forma positiva a los miembros del equipo internacional de ingenieros que diriges, y luego decir que me dejaras a cargo del equipo como lider. Por supuesto, si el trabajo se realiza con éxito, te pagaré bien.

—…

—El nombre puede ser cualquier cosa, incluso la represión de los vídeos porno. ¿Qué te parece? Sólo cuando se abordó el tema, la presidenta comprendió el valor de la comunidad que dirigía.

***

Al salir de la escuela ese mismo día, Nishino fue directamente a casa de Rose después de terminar su trabajo escolar.

Después de dejar el bolso en su habitación y ponerse cómodo, practicó su breakdance. Ahora que ha empezado a aprender, es un fanático del hip-hop. Tiene una débil esperanza de que algún día pueda ser popular.

Después de bailar durante una hora más o menos, se da una ducha para quitarse el sudor y vuelve a su habitación.

Luego se puso en contacto con el proveedor para la mudanza, que está prevista para el fin de semana.

Pero el mundo era más duro de lo que pensaba. Lo que era difícil era el horario del proveedor. Le han dicho que los sábados y domingos ya están reservados hasta el próximo mes. Y eso era así independientemente del proveedor con el que se pusiéra en contacto.

—”Estoy disponible entre semana, digamos mañana.”

Después de unas cuantas llamadas telefónicas, decidió aceptar la oferta de un proveedor. Quiere salir de la casa de Rose lo antes posible.

—Aah, entonces me gustaria preguntarle algo…

—”Sí. ¿A qué hora quieres empezar mañana?”

—Siento volver con una pregunta, pero ¿a qué hora le conviene?

—”Sí. Agradecería que fuera sobre las diez.”

—Está bien, entonces, por favor, hazlo.

—”Entiendo. Entonces, por favor, dame tu dirección y datos de contacto…” Por teléfono, Nishino da varias informaciones.

El destino era uno que le pidió a Marquis que mantuviera el contrato de arrendamiento en el que habia estado viviendo. El certificado de residencia, etc., es el mismo que antes. Mientras pueda conseguir a los de la mudanza y trasladar sus cosas, estara listo.

Y siendo un chico soltero, no tiene muchas cosas que mover. Unas cuantas cajas de cartón de la casa local y terminará de empacar en poco tiempo. En el peor de todo estaba pensando en pedirle a Marquis una furgoneta grande y un conductor.

—Nishino-kun, ¿podemos hablar?

Inmediatamente después de contactar con el proveedor, Rose apareció en su habitación.

Entrar en la habitación sin llamar a la puerta es su estilo estos días. Ella ha estado haciendo esto a menudo desde el principio de su vida juntos, para ver las escenas traviesas del hombre que ama. Pero hasta ahora, no ha podido presenciar la escena deseada ni una sola vez.

Ha puesto cámaras por toda la casa y Rose todavía queria verlo en carne y hueso.

—¿Qué pasa?

—Pensé en comprobar tu horario de mudanza.

—Aah, menos mal. Me he puesto en contacto con un proveedor hace un momento.

—¿Es así?

—Me iré mañana. Lo siento, pero va a haber un poco de ruido.

—Ts-…

La expresión de Rose se tensó al escuchar las palabras de la cara de salsa de soja.

Aunque le habían informado con antelación de que se íba, en principio estaba previsto que el futsumen se trasladara el fin de semana. Ella no esperaba que Nishino, que suele mostrar un extraordinario apego a la vida escolar, se tomara un tiempo de sus estudios para mudarse.

—To-Todo es muy repentino.

—Escuche que tenian una agenda repleta en las vacaciones de las próximas semanas. Me dijeron que podían hacerlo lo antes posible en un día laborable, así que les pedí que lo hicieran mañana, que es el último día disponible. No hay muchas cosas, así que sólo debería tomar una hora o más para sacarlo.

—¿Es asi?   Me alegro de que todo esté resuelto.

Rose habla en un tono conscientemente ligero, tratando de arreglar el cambio de expresión.

En esto, Nishino es cínico hasta la saciedad. Se mete el terminal en la mano en el bolsillo del pantalón y se gira para mirarla en un ángulo de cuarenta y cinco grados. Habla con una mano aún en el bolsillo.

—Esta es la última vez que veo tu cara.

Parece un Nishino bastante normal y feliz.

Una de las razones para esto es tratar con el deseo sexual. Ni siquiera puede animarse cuando vive aquí. El hecho de que Rose no haya podido presenciar la escena que busca se debe únicamente a su paciencia. Es un chico viril que ha estado acumulando desde que dejó su piso.

—La mudanza está prevista que comience a las diez de la mañana. Estarás en la escuela, así que no creo que te de problemas. Devolveré las llaves en la escuela pasado mañana. Si no es mucha molestia, estaré aquí más tarde ese día para dartelas.

—… Sí. Vale.

Murmurando brevemente, Rose giró sobre sus talones. Sale directamente de la habitación.

Al ver esto, Nishino comienza a empacar sus cosas para preparar la mudanza de mañana. La convivencia que se decidió en medio de la conmoción del viaje de graduación fue un abrir y cerrar de ojos una vez que pasó. Y no hubo ningún cambio en su relación, sólo una superposicion en la casa.

Debido a su trabajo, Nishino está acostumbrado a vivir con otros. Fue este fondo suyo el mayor perdedor para Rose. En primer lugar, la propiedad que preparó era una disposición demasiado grande para que los dos se acercaran el uno al otro.

Con esto en mente, la rubia loli se retiró temporalmente.

***

Al día siguiente, tras dejar sus pertenencias con los de la mudanza en casa de Rose, Nishino se dirigió a su apartamento.

Por supuesto, se saltó la escuela.

Toma el tren y camina por una calle conocida de la estación más cercana. La zona residencial en la que se encuentra el piso es tranquila, a lo que contribuye el hecho de que sea un día laborable. La mayoría de las personas con las que se cruza en la calle son amas de casa y pensionistas.

Después de un rato, el edificio que busca aparece a la vista.

Sólo que su aspecto es notablemente diferente de los apartamentos que conoce.

—…

El edificio en el que estara, la mitad interior ha sido espectacularmente incendiada. Aparentemente sufrio un incendio.

Un edificio de apartamentos de madera de dos plantas. Aproximadamente la mitad de uno de sus extremos, que es largo horizontalmente, ha sido completamente destruido por el fuego. Y la otra mitad está negra de hollín. No es probable que sea muy habitable.

—… Incendio, eh.

El futsumen no esperaba que la casa se quemara.

De pie en el límite entre la obra y la carretera, mira el edificio con consternación. Justo delante de él hay una cinta amarilla de keep out, que le bloquea el paso, diciéndole que no se acerque más porque es peligroso.

Mira hacia arriba durante un rato, y de repente oye una voz detrás de él.

—Araa, ¿eres quizás del piso de allí?

—Hm?

El futsumen se gira para ver a una mujer con un delantal, que parece tener unos cuarenta años, de pie cerca. Tiene la apariencia de una imagen de una tía del centro. En su mano hay una bolsa de plástico con el logo de un supermercado local impreso.

De camino a casa después de comprar los ingredientes para el almuerzo, al parecer.

—Parece que fue causado por un cigarrillo mal colocado. Mira, sólo ese lado era extremadamente inflamable, ¿sabes? Parece que los habitantes del primer piso tiraron los cigarrillos que fumaban en el balcón de fuera, y eso fue lo que provocó el incendio.

—Ya veo.

No lo pidio, pero él divaga.

Gracias a ella, Nishino entiende la situación en casa.

—¿Tal vez no escuchaste hablar del incendio, chico?

—Sí, algo así.

—Bueno, eso es duro. El otro lado todavía es habitable, pero han dicho a los residentes que se vayan porque podría derrumbarse en cualquier momento. Pero bueno, este es un piso barato, ¿ no?    He oído que mucha gente no tiene dónde ir.

—…

El futsumen que no tiene donde ir no tiene palabras para responder.

Él es quien podría haber evitado el incendio cuando aún era pequeño, si hubiera estado allí cuando se produjo. Así que el hecho de que después de todo se acabara fue una mayor decepción para él.

La tía, sintiendo sus sentimientos, continuó consolándolo.

—La tia ha oído un rumor de que el propietario de un piso, que es muy listo, está aceptando residentes de aquí en la propiedad que administra en otro lugar, ¿sabes?    Si no sabes a dónde ir,

¿por qué no lo compruebas?

—Ya veo, es una gran información. Gracias.

Si hubiera sido la presidente de la clase, se habría enfadado mucho, pero si se trataba de una anciana que sólo quería hablar con él, no había tanto problema. Y Nishino consiguió nueve vidas gracias a la información que obtuvo inesperadamente.

Son una pareja sorprendentemente buena, la vieja del centro y el cínico futsumen.

—¿Entonces?    Supongo que la afición de tia por los cotilleos es útil a veces.

—Tendré que contactar con el propietario.

A pocos minutos de la llegada del camión de la mudanza, Nishino se apresuró a ir a la casa del propietario.

Recordó haberle conocido una vez cuando se mudó al mismo lugar.

Afortunadamente, la persona que busca no vive lejos del piso. Si el sujeto estuviera en un condominio en el centro de la ciudad, el procedimiento habría sido extremadamente complicado. Fue una historia muy humana, sólo posible en un único edificio de apartamentos.

***

Finalmente, Nishino está listo para mudarse a la casa compartida.

En lugar del piso incendiado, le ofrecieron una plaza en otra propiedad gestionada por un propietario. Todavía eres joven, te divertirás más en un lugar como este, fue el intercambio.

Por cierto, la nueva casa está en una ubicación algo mejor que el piso en el que habia estado viviendo.

Sin embargo, como el espacio es de sólo seis tatamis y las instalaciones como la cocina, el aseo y el baño son compartidas, el alquiler será el mismo que antes. Sin otra opción, el futsumen respondio inmediatamente y recibio la llave.

Los detalles del contrato se discutirán más adelante.

El arrendamiento es con una empresa de garantía, y el garante y contacto de emergencia es Marquis.

Luego, tras explicar la situación a la empresa de mudanzas, Nishino cambió el destino del camión con poca antelación. Trasladaron sus pertenencias a la casa compartida que se convertiría en su nuevo hogar. En cuanto a los recargos por el cambio de distancia de la mudanza, la empresa, compadeciéndose de su situación, se ofreció a prestar el servicio.

Inesperadamente, Nishino volvió a sentir el calor de la gente.

Ha decidido volver a ser amable con los demás cuando tenga la oportunidad.

La nueva casa que le presentaron estaba desocupada durante el día, ya que todos los residentes estaban fuera de la casa. Siguiendo las indicaciones del propietario, lleva sus pertenencias al apartamento vacío. A continuación, se le dio una breve explicación de las normas del establecimiento. La limpieza está de servicio, las facturas de los servicios se dividen, etc.

Le dijeron que había otros dos compañeros de casa. Ambos son adultos trabajadores. El propietario se fue diciendo que volvería al atardecer y que los residentes deberían hacer un buen trabajo de saludo.

Luego, más empaquetado.

Para cuando todas las cajas de cartón habían sido recibidas, el cielo se había vuelto rojo.

—… Esto es todo.

Se limpio el sudor de la frente con la manga de la camisa. Todo lo que le llega a sus oídos es el graznido de los cuervos.

La caja de colores de mil cuatrocientos noventa y nueve yenes que flotaba de forma tan prominente en la sala de estar de Rose parece completamente diferente aquí, mezclándose con el paisaje circundante. El resto de los muebles también encajan, como si dijeran: “Este es su sitio”.

Incluso el hámster mascota está girando su rueda en su jaula sin ningún efecto negativo. Después de comprobarlo, Nishino por fin se siente cómodo, y se acomoda en la silla frente a su escritorio para descansar.

—…

No hay nada que hacer más que mirar por la ventana la vista.

Se le asigno una habitación en el tercer piso de una casa unifamiliar, orientada al sur. A su alrededor hay casas de tamaño similar. La vista desde la ventana es muy diferente a la del piso en el que habia vivido, que era un bloque de pisos mal iluminado y encajado entre altos edificios de apartamentos.

Gracias a esto, estaba de un humor no tan malo.

—…bonito.

Es algo natural tener una sonrisa en la cara.

Eventualmente, mientras hace esto, escucha un ruido de abajo.

Era el sonido de la puerta principal abriéndose y cerrándose.

—Ts-…

Al sentir que se acerca el momento de la autopresentación, Nishino cambia de opinión. Si fracaso aquí, mi vida futura será difícil.

Y lo que es más, lo que esta a punto de afrontar es la última tendencia en viviendas compartidas. Hombres y mujeres jóvenes de todas las edades viviendo juntos bajo un mismo techo. Un virgen de cualquier edad debe tener una expectativa o dos de lo que está por venir.

Incluso el futsumen aquí, sin excepción, estaba lleno de expectación. La conciencia se eleva naturalmente, y el estado de ánimo aumenta, esperando ganar una buena sensación a toda costa. En su mente parpadea el brillante futuro de sentarse alrededor de la mesa del comedor, charlando alegremente con una chica guapa.

Es la adolescencia cuando contabilizas unilateralmente a tu pareja como el sexo opuesto.

—Bien…

Más bien, esto es una oportunidad, se dice a sí mismo, y comienza a actuar. Sale de su habitación y se dirije a la planta baja y al pasillo.

Entonces, al final de la escalera, encuentra al primer habitante, que acaba de llegar a casa.

Está sentado en el pilón, quitándose las botas de cordones. Tiene el pelo y la piel morena. Lleva muchos metales preciosos, como collares, pendientes y anillos, y tiene una apariencia que la hace parecer una gyaru sin revisar su cara.

La prenda es también un vestido de punto de color crema sin hombros. Las mangas son holgadas, mientras que la falda es ajustada. También es bastante corta, tanto que si mueves las piernas aunque sea un poco, casi se podría ver su ropa interior.

Por detrás de ella, parece bonita.

Cualquier virgen del mundo habría dudado en llamarle.

Sin embargo, el futsumen está acostumbrado a hablar con este tipo de personas debido a su profesión. Más bien, está más emocionado con su uniforme escolar. No hubo ninguna confusión al respecto, y abrió la boca como había planeado en un principio.

—Lo siento. Me gustaría saludarles al mudarme, ¿puedo tener un momento?

—¿Woow!?

Estaba tan ocupada quitándose los zapatos que no pareció percatarse de que el bocinazo se acercaba por detrás. Recibió el saludo que le lanzaron y sacudió mucho su cuerpo. Entonces se dio la vuelta y gritó con fuerza.

—¡No-No sé quién está en casa!

—Yo soy el que se ha mudado hoy a esta casa.

—…en la habitación vacía del tercer piso?

—Aah, sí.

—Ah, por cierto, de camino a casa, el propietario podría haber llamado… La chica recuerda algo y murmura para sí misma.

Probablemente no sea mucho mayor que Nishino. Sin embargo, llegar a casa de civil a esta hora en un día laborable significa que probablemente ya se ha graduado en la secundaria. En un instante, las especulaciones sobre la mujer que tiene delante pasan por su mente.

Es un virgen que acaba de mudarse y se siente animado al ver al sexo opuesto en su nuevo hogar.

—Mi nombre es Gokyou Nishino. Encantado de conocerte.

—¡Es muy gracioso que seas tan genial en tu saludo!

—¿Es así?    Eso es bueno.

—¡Qué es esa respuesta!    ¡No es un poco de broma!

—No, no es tan malo. Por cierto, me gustaría preguntarte algo…

—¿Eh?    ¿Qu-Qué es?

—¿Está bien usar el techo de esta casa sin permiso?

—¿Techo?    Dices, ¿usarlo sin permiso?    Nosotros solemos utilizarlo.

—Ya veo, eso sería útil.

—¿Eh?    Quiero decir, ¿qué haras en el techo?    ¿Masturbarse?

—No, estoy buscando un lugar para practicar mi breakdance.

—Buh…

La saliva voló de la boca de la chica gyaru.

Salpica la cara de Nishino sin falta. Las gotas grandes y pequeñas que salieron volando vigorosamente mancharon la parte normal de la cara del futsumen. El futsumen ha experimentado la sangre muchas veces, pero esta es la primera vez que ha sido escupido por el sexo opuesto.

—Es realmente sorpresivo… ¿No es malo bailar breakdance con esa cara?

—¿Es así?

—¿No es malo?    ¡Es malo!    ¡Es simplemente hilarante!    Ah, siento lo del escupitajo.

—No, está bien.

Limpiando la saliva que voló a su cara con la manga de su camisa, Nishino sigue contestando.

Una conversación con una persona del sexo opuesto que acaba de conocer. Y la otra persona es una chica amateur, por así decirlo, como Rose o Francisca, que no es de la industria. Una situación así, sin duda, hizo que su corazón palpitara de emoción. uando la conoció, hizo gala de sus habilidades de breakdance y pasó a la ofensiva.

Aunque se rían de él hasta escupirle, Nishino se asegura de que la otra persona tenga una sonrisa en la cara, y se da un aprobado. Después de vivir en lo más bajo de la casta durante los últimos meses, estaba feliz de sonreír de cualquier manera, siempre que fuera con el sexo opuesto de su edad.

—Lo siento entonces, pero voy a subir a la azotea.

—Ah, es-espera, yo también voy. ¿Puedo ver?

—Puedes mirar, pero no es para tanto, ¿no?

Práctica de breakdance, que es una rutina desde hace unas semanas. Ha estado buscando un lugar para hacerlo, es cierto. En comparación con el amplio vestíbulo de la casa de Rose, el de la nueva casa es de una construcción muy común. Está lo suficientemente lleno como para que dos personas se pongan de pie. Realmente no puede girar las piernas.

Había confirmado que la nueva casa tiene techo cuando mir{o la propiedad desde fuera. El edificio es una estructura de madera de tres pisos.

En la planta baja hay un baño y una cocina, además de una sala de estar. Un 3LDK en la primera planta. Es un apartamento de tres pisos con dos habitaciones en el tercer piso. Este es un plano común en Tokio. Es una casa con forma de lápiz, estirada verticalmente para compensar la pequeña superficie del terreno.

Tenía una azotea en su último piso.

—Si fuera una gran cosa, estaría en problemas, ¿no?

—Me gustaría que un día me dijeran que estoy en problemas…

—Buh… no se puede hacer eso con la cara. No, ¿sabes?

—¿Es asi?

—¡Sí!    ¡Definitivamente estás fuera!

Mientras intercambiaban palabras, la puerta principal se abrió de nuevo. Es un hombre de unos veinte años el que aparece.

Su rostro es inconfundiblemente guapo.

Es un poco más alto que Nishino, más o menos la misma altura que Takeuchi-kun. Lleva un peinado teñido y despeinado que recuerda a un anfitrión. Incluso la ropa que lleva es un vaquero estropeado, una camisa blanca y una chaqueta negra. Sus dedos, muñecas y cuello están forrados de joyas.

La chica guary grita alegremente al ver al hombre.

—¡Ah, Yukki, bienvenido de nuevo!    Has terminado tus recados antes, ¿no?

—Oh, he vuelto… mas bien, ¿quién es ese?

—¿Eh?    Dice que es un nuevo residente.

—Aah, asi que ese es el del que habló el propietario…

—Mi nombre es Gokyou Nishino. Encantado de conocerte.

—…¿Estudiante de secundaria?

—No, estoy en segundo de secundaria.

—¿En serio?

—Aah, de verdad.

La expresión del hombre se vuelve lúgubre al ver a Nishino.

Más concretamente, una expresión como “Este tipo es un poco molesto”. Parece que está a punto de quejarse por tener que vivir con este tipo. De hecho, después de esa breve respuesta, inmediatamente empieza a pensar en cómo va a deshacerse de el.

La razón de esto es que Nishino es un futsumen. Porque es un desaliñado sin cejas para hablar. Por eso está hablando el hombre mayor y guapo de forma casual, aunque no se hayan visto nunca. En cuanto a la otra persona, siente que le tratan con ligereza, y eso ya no tiene gracia.

Además, debido a la disposición de la casa de tres dormitorios, él y la chica gyaru estaban disfrutando de su vida juntos, cuando el futsumen se mezcló inesperadamente. Era natural que no fuera interesante cuando era el mismo tipo, y menos una chica.

Sin embargo, tal estado de ánimo fue interrumpido temporalmente por las palabras de la chica gyaru que continuó.

—¿Sabes que el breakdance es su afición?    ¡El dijo que me mostraría en el techo!

—Eh, ¿en serio?

Es una completa sorpresa.

Nunca soñó que la palabra “breakdance” seguiría del futsumen frente a él. Era un chico guapo que había asumido unilateralmente que era un bastardo otaku cuyo hobby eran los ídolos y el anime nocturno.

Nishino, por otro lado, es muy serio.

—Aah, lo digo en serio.

—… ¿lo vas a hacer ahora?

—¿También veras?

—O-Ooh…

Impulsado por la confianza infundada que llena todo el cuerpo del futsumen, él también es llevado al techo.