Nishino (NL)

Volumen 7

Capitulo 1: Gabriella

Parte 2

El ajetreado fin de semana se ha alejado y una nueva semana ha comenzado de nuevo. El lunes está aquí.

Nishino fue a la escuela para la clase 2A con el mismo entusiasmo que la semana pasada. Y ese día, el aula estaba extrañamente silenciosa en comparación con lo normal.

La razón de esto fueron los asientos vacíos que se veían aquí y allá. En primer lugar, la presidenta estaba ausente. Además, Risa-chan también estaba ausente. Cuando las dos chicas del centro del grupo de chicas están ausentes, se ha perdido parte de la vivacidad de la clase. Y por cierto, tampoco se ve a Matsuura-san.

Además, hasta los chicos estaban ausentes, los plácidos. Contribuyen a la vivacidad de la clase, de alguna manera. Si su presencia se perdía junto con el ímpetu del grupo de chicas, su efecto en el bullicio del aula se notaba en los ojos de todos.

Como resultado, incluso el insensible Nishino siente que hoy está algo tranquilo.

—…

El tiempo de descanso es un poco más larga entre el final del segundo período y el tercer período. El futsumen estaba en su asiento, preparándose para la siguiente clase. El tema es química. El aula se traslada a la sala de química. Saca de su mesa el material necesario, como cuadernos y utensilios de escritura, así como el libro de texto.

Mientras lo hace, un estudiante se acerca a él.

Nishino levanta los ojos de sus manos ante la presencia de alguien que esta frente a él.

—…¿Qué pasa?”

—Es la hora del descanso, así que he venido de visita.

—…

Es Gabriella.

Nishino no pudo pensar en una buena respuesta para ella, mientras intentaba hablar con claridad. En cambio, todo lo que le vino a la mente fue la confesión unilateral que le dieron en el restaurante del hotel y la habitación que estaba cerrada con llave automática.

La puerta de su habitación, que había estado cerrada durante algún tiempo. Sólo después de que Nishino abandonara el lugar, Gabi-chan se dio cuenta de esto. Y aunque volvió a abrirla a medias con el tapón entre la puerta, el futsumen la visitó después.

Si el otro hubiera sido Takeuchi-kun, podría haberla visitado dos o tres veces, incapaz de renunciar al festín que tenía ante sí. De hecho, fue el hombre guapo el que hizo algo parecido contra Francisca. Pero la autoestima de Nishino no era tan alta como para hacerlo.

Y fue por poco tiempo que la puerta de la habitación de invitados fue cerrada por la mano de Rose. Este antecedente también la ayudó a decidir que Nishino estaba asustado. Así que hoy, Gabi-chan visitó la clase de al lado para meterse con él de nuevo.

—No te molestes en visitar la clase de al lado, esa chica está ahí, ¿no?

—He venido a jugar contigo, pero ¿no tengo que decirlo así para que se entienda?

—…

Gabriella está sonriendo, una sonrisa bondadosa. Eso fue dirigido a Rose justo el otro día. La cabeza del futsumen está aturdida por un favor directo y honesto. Porque era algo que nunca había dejado de desear.

Sólo que Nishino no pudo calibrar sus verdaderas intenciones.

Para él, Gabriella no es sólo una hermosa estudiante nueva de la clase de al lado, sino una compañera con los mismos poderes que él. Aun así, las cosas podrían haber sido diferentes si la puerta de la habitación de invitados no hubiera estado cerrada ayer. Pero ese movimiento fue impedido con éxito por Rose.

Gracias a ella, me cuesta encontrar palabras para responder.

Mientras tanto, las palabras de Gabriella llamaron la atención de los que la rodeaban.

¿Eh?    ¿En serio?    Hay muchas miradas de los compañeros en el aula, que se miran entre sí como diciendo algo. El único que parece tranquilo es Takeuchi-kun, que sabía de su relación de antemano.

El estado de ánimo del futsumen se ve acrecentado por el interés que muestran por ellos los que les rodean.

Al ser consciente de la mirada de los demás, la respuesta se vuelve naturalmente pretenciosa.

—El vino barato es difícil de eliminar.

Se vuelve a sentar en su silla, con el libro de química en la mano, y pone cara de satisfacción. Todos los compañeros estaban molestos.

¿De qué está hablando este tipo?

Pero Gabriella no se inmutó por su cinismo y respondió.

—Eso no significa que el vino caro sea bueno para emborracharse.

Después de todo, Gabi-chan está acostumbrada a ese tipo de intercambio. Desde que dejó la casa de sus padres, ha estado viajando por aquí y por allá a su antojo, y ha sido bendecida con oportunidades para experimentar ese tipo de cultura. Su boca se mueve naturalmente para responder.

Es Nishino quien, como un pez fuera del agua, comienza a hablar.

—Vienes de una familia rica. El vino barato probablemente sea raro. Después de uno o dos tragos, pronto te cansarás de todos modos. Sólo el primer sorbo de estas cosas sabe bien. Al igual que la comida rápida, si la repites, pronto te aburrirás.

—¿Es así?    Ni siquiera recuerdo haber puesto mi boca en ella todavía. La irritación que causa a sus compañeros es considerable.

Suzuki-kun, por ejemplo, se esfuerza por contener sus pucheros, “Cállate un poco, tu”. Observa su intercambio con un tic en la boca. Si no hubiera sido por Gabriella, podría haber interrumpido la conversación.

Por otro lado, Takeuchi-kun, sentado en su asiento frente a Suzuki-kun, les mira a él y a ella con una mirada indescriptible. Aparentemente entiende que Gabriella está atacando sinceramente a Nishino.

—Dios, eres un cobarde, ¿no? Me tienes tanto miedo.

—Me hago a un lado. No me fastidies demasiado.

—¿Es realmente así?

—¿Qué quieres decir?”

—¿No tienes miedo, como virgen, de abrazar a una mujer?

—…

La fuerza en los dedos de Nishino mientras sostiene el libro de texto en su mano.

La mujer frente a él es un par, ese punto crea una voluntad de resistencia dentro de su mente. Si ella hubiera sido una alumna de su clase, él no habría reaccionado así. Pero ella y Rose son las pocas excepciones.

Pero al mismo tiempo le recordó un error del pasado. Sucedió una vez, en Santorini. Sucedió cuando estaba en un hotel local con Rose, Francisca y la presidenta de la clase, y unas palabras de consejo le llevaron a su primera experiencia con Rose.

No se puede volver a cometer el mismo error. Especialmente cuando es en el aula de la clase 2A.

—Te mereces algo mejor.

El futsumen murmuró brevemente y desplazó su mirada de Gabriella al escritorio.

Sigue preparándose para la siguiente clase.

Al presenciar este intercambio, las voces comenzaron a levantarse entre los compañeros. Desde el lado, parece que Nishino ha dejado a Gabriella de una manera u otra. Incluso si la confesión de este último fue una broma, es un gran problema en términos de la casta escolar.

—”Oye, oye, ¿qué pasa?” “Es una broma, ¿no?” “El Nishino de hoy es aún más molesto que de costumbre” “Ah, yo también” “¿No que Gabi-chan amaba a Rose?” “Por cierto, he oído que Rose está de baja hoy” “¿Un resfriado?”

Mientras tanto, el timbre sonó, señalando cinco minutos antes del comienzo de la clase.

—Lo siento, pero la siguiente es clase móvil. Lo siento

Nishino murmura brevemente y abandona su asiento rápidamente. A lo que Gabriella responde con una sonrisa de satisfacción.

—Te veré en el próximo descanso.

—No, gracias.

Sigo siendo el último de la casta en la escuela.

Ante la embestida de Gabi-chan, no hubo más remedio que huir. Si habla más con ella, podría difundir rumores innecesarios. Al sentir los ojos del otro en su espalda, Nishino se apresuró a salir del aula.

***

Después de terminar todas las clases de la mañana, llegó la hora del descanso.

Ya sea dirigiéndose a la cafetería o repartiendo sus almuerzos en el aula, la mayoría de los compañeros almuerzan en grupos de varios. En cambio, Nishino se sienta solo. Compra una barra de pan preparada y una bebida en la tienda, y luego se dirige a la azotea, que es su plan para el día.

Hace sólo unos días, Rose habría estado a su lado. Pero hoy no se siente bien.

Después de los acontecimientos del fin de semana, Nishino había recuperado su libertad financiera y era libre de comprar el almuerzo en la tienda de compras. Tiene suficiente dinero en su cartera para comprar la totalidad de las compras de hoy si quisiera.

Me siento bien con ese hecho y me apresuro a salir del aula. Pero sus pasos se detienen justo antes de pasar por la puerta.

—He traído mi almuerzo. ¿Quieres comer conmigo? Es Gabriella.

Justo cuando estaba a punto de dar el primer paso en el pasillo, ella apareció frente a él. Y en su mano hay una bolsa de mano que contiene una especie de caja de forma cuadrada que parece un bento.

Es la segunda vez que se pone en contacto con ella hoy, después del descanso entre el segunda y el tercera periodo.

—… no gracias.

—¿Por qué?    Hasta la semana pasada, recibías el bento de onee-sama. ¿Por qué comes la comida que hace onee-sama, pero no la que hago yo?    Así es. Quiero que me digas por qué.

—Sólo la semana pasada me hizo el almuerzo. A partir de ahora lo prepararé yo mismo.

—¿Pasó algo con onee-sama?

—No, no es nada. Y tampoco tiene nada que ver contigo.

—Entonces estarás bien conmigo.

—…

Por mucho que Nishino pinche y empuje, Gabi-chan no parece ceder. Comenzó a caminar por el pasillo, murmurando alegremente mientras guiaba a Nishino. Gracias a esto, también recibo mucha atención de los estudiantes que están allí.

—”Oi, Gabi-chan viene de la puerta de al lado otra vez” “¿Le estás haciendo la comida también, no sólo Rose-chan?” “Creo que tiene una debilidad por ellas dos o algo así” “¿En serio?” “Es tan molesto de ver” “Lo sé” “He puesto una foto de Nishino vestido de mujer en ese tablón” “Er… ya sabes, eso…”

Una situación que debería haber sido alegre, pero Nishino seguía con el ánimo mezclado.

Si hubiera sido la presidenta de la clase, lo habría seguido con cinismo, pero también con reticencia. Debía de estar tan ilusionado con los días agridulces de la juventud que iban a comenzar en ese momento, que le habría acompañado.

Pero con Gabriella, es difícil saberlo.

El hecho de que haya estado encima de Rose hace apenas unos días también le hizo desconfiar. Desde su punto de vista, es demasiado pronto para cambiar de opinión. Es demasiado pronto en el ciclo del amor para ser virgen.

Para él, las historias de parejas que se rompen después de un mes de salir parecen acontecimientos de otro mundo. Aunque sea un acontecimiento común en el mundo, un virgen de cabeza dura no puede entenderlo.

Me acordé naturalmente de la hermosa chica italiana que me había presentado Rose.

La desconocida corresponsal con la que perdí el contacto inmediatamente después de enviarle una fotografía. Había una sensación de peligro de que se repitiera. La experiencia de tomarse un selfie con un traje impecable y que lo rechazaran le había hecho dudar.

Y sobre todo, no se puede ignorar el fondo especial que ha proporcionado.

La posibilidad de ser sorprendido en el acto de acostarse con ella inmediatamente después de haber confiado y perdonado honestamente era concebible. En el pasado, de hecho, ha puesto su cama roja en numerosas ocasiones como resultado de caer en trampas similares. Cada vez, ha sido reprendido por Marquis.

Aun así, las cosas podrían haber sido diferentes si al menos le hubieran invitado a comer una vez. También podría haber habido un yarichin Nishino que pensara en jugar positivamente, que fuera algo que se disfrutara.

Pero lamentablemente, no se intentó todo.

Todo el mundo había rechazado al futsumen asiático en el intento. Ni siquiera un solo beso fue dado a su cuerpo.

De ahí que su hijo estuviera sin utilizar hasta hoy.

—…

—¿Qué pasa,?   Te gusta comer en la azotea, ¿no?

—No, hoy comeremos en otro sitio.

Murmurando brevemente, Nishino toma un rumbo opuesto al que lleva Gabriella.

Luego dirige su atención a un chico conocido. Es el bromista al que dijeron que estaba ausente en la clase de la mañana. Tenía una bolsa en la mano, al parecer acababa de llegar a la escuela.

El futsumen le vio y le llamó, contento de verle.

—Ogino-kun, ¿te encuentras bien?

El plan es trasladar la conversación a otro lugar y alejarse de Gabi-chan. El bromista se sorprende por la inesperada pregunta.

Aparentemente no esperaba ser abordado por Nishino. Pero sólo fue por poco tiempo.

—Aah, no es para tanto.

—El profesor de clase dijo que no te sentías bien.

—No, a decir verdad, tenía algunos asuntos en casa…

—¿Es así?    Está bien, entonces.

Al verlos intercambiar palabras, ahora los estudiantes presentes se sorprendieron.

Nishino y el bromista están teniendo una conversación normal. En ese momento, los compañeros de la clase 2A no pueden creer lo que ven. Hasta el otro día, tenían una relación unilateral de atormentar y ser atormentado. No hay manera de que puedan esperar tener una relación genuina.

Y sin embargo, de alguna manera, parecen amigos normales.

—Lo siento, tengo que ir a la sala de profesores ahora.

—No, perdón por retenerte aquí.

Ante esto, Nishino sintió una respuesta diferente a la habitual.

Y la actitud más suave de sus compañeros es algo que le alegra mucho. Se agradece, pero que no se tomen la molestia de preguntarse, y mucho menos de negarlo. Completa el saludo rápidamente, con un aire de haber sido amigos durante años.

Nishino, con una mirada de satisfacción, observa la espalda del bromista mientras se vuelve más amable con él. Tal vez el encuentro en Akihabara en su día libre tuvo alguna influencia, es la especulación que murmura en su mente.

El corazón del futsumen se llenó de calor después de la primera conversación escolar que había saboreado en mucho tiempo.

—¿Os conocéis?

Al ver su expresión, Gabriella pregunta.

Incluso en la clase 2B a la que pertenece, la arrogancia de Nishino era ampliamente conocida. Gabriella no podía creer que tuviera un amigo en la misma clase que estuviera tan cerca de el como para poder hablarle en público.

—Este es mi compañero de clase, Ogino-kun. También lo conociste en Akihabara de vacaciones.

—…¿es así?

Pero Gabi-chan, que no tiene ningún interés en Ogino-kun, tuvo una reacción tibia. Pedí conectar la conversación, pero no hubo palabras para seguir.

No surgió ningún tema de conversación, una pequeña inclinación de cabeza y eso fue todo. Había olvidado que se habían conocido en Akihabara hasta que Nishino se lo señaló.

—Lo siento, pero yo también…

Después de ver al bromista fuera, Nishino da un paso hacia la compra él mismo.

Muchos estudiantes quieren comprar el pan de la tienda, así que hay que llegar lo antes posible. Después de un tiempo, cuando la popularidad del pan se ha apagado, sólo se pueden conseguir algunos artículos, como bollos de mermelada con poca mermelada, o bollos demasiado duros, que no son buenos para el almuerzo.

Pero se le pidió una vez que esperara.

—¡Ah, Nishino-senpai!    ¡Gabriella-senpai!    ¡Justo a tiempo! Desde la esquina del pasillo, apareció Sakisaka.

Vio una cara conocida frente al aula 2A y gritó su nombre en voz alta. En medio del bullicio de la pausa para el almuerzo, el futsumen le escucha llamándolo “senpai” y reacciona de inmediato.

—¿Sakisaka? ¿Qué pasa?

Responde con una sonrisa en la cara y buen humor. Está tan feliz como siempre de ser llamado senpai. Y hoy, sucedió frente a su propia aula.

Te responderé con orgullo como mi querido kouhai aquí.

—¿Podrías venir hoy a la sala del club después de las clases?

—Eso está bien, pero ¿qué pasa?

—Me gustaría hablar contigo un poco sobre ese vídeo.

—Ya veo.

El vídeo de ejemplo al que se refiere Sakisaka es un vídeo de un baile que su club de breakdance bailó en un evento de baile local. Es uno de esos videos que fueron publicados en la web por un tercero y que de alguna manera terminaron siendo reproducidos bastantes veces.

—¿No estaba Nishino-senpai en la misma clase que Takeuchi-senpai?

—Ah, sí… ¿Quieres que vaya a buscarlo?

Una sugerencia fue hecha a Sakisaka por Nishino, quien se mostró extraordinariamente curioso por un intercambio tan casual, conectando el tema con sus compañeros de clase. Si asiente aquí, entonces el futsumen tendrá derecho a llamar a Takeuchi-kun en el aula, por su cuenta.

—No tiene por qué ser ahora, ¿podrías decirle lo mismo?    Ah, y Gabriella-senpai estaba en la misma clase que Rose-senpai, ¿no?    Sería bueno que también se lo dijeras. Lo discutiremos en la sala del club después de la escuela hoy.

Volviéndose de Nishino a Gabi-chan-chan, Sakisaka habló en rápida sucesión. Entonces apareció un estudiante alto por detrás del grupo.

—Si es así, ¿no podemos empezar ahora? Fue Takeuchi-kun.

Antes de darse cuenta, el hombre guapo que había dejado su asiento se había movido hasta detras de ellos tres.

—¡Ah, Ta-Takeuchi-senpai!

—Rose-chan, he oído que hoy está libre.

—¿Eh?   ¿Es así?”

—Pero desde el punto de vista de Sakisaka, es urgente, ¿verdad? La pausa para el almuerzo aún no ha comenzado, así que ¿por qué no vamos a la sala del club y lo discutimos durante la comida o algo por el estilo? Tampoco puedo tomarme mucho tiempo libre del club de fútbol.

—Sí. Me encantaría, por favor.

Sakisaka asiente ampliamente en respuesta a la voz de Takeuchi-kun.

Nishino hace un buen trabajo de corazón a este intercambio entre los dos. Hora de comer en la sala del club con los compañeros. El fondo de la casta está muy contento de conseguir una situación tan adolescente de forma inesperada.

Si se trata de un empate, pero con todos en el club, entonces Gabriella no tiene miedo de estar allí con Nishino. Es la hora de comer, con los alumnos presentes, por cierto. En este caso, desde un punto de vista del futsumen, el juicio de la adolescencia está superado. De ninguna manera, no hay razón para decir que no.

Gabriella también se alegra de tener la oportunidad de invitar a salir a Nishino.

—Pierdes el tiempo si vas a la tienda a comprar. Tomemos un poco de esto. Alza la voz y levanta la bolsa de mano con un gesto.

Gracias a un encuentro inesperado con Sakisaka, también tiene la oportunidad de alimentar a Nishino. Con una mirada de “Hice un buen trabajo, ¿sabes?”, Gabi-chan le mira, cuya chaqueta es de un color diferente a las que le rodean. Es un kouhai útil, punto más uno.

—Vale. Si ese es el caso, estaremos en camino pronto.

Fue el futsumen quien se dirigió por el pasillo hacia la sala del club.

***

Tras la llamada de Sakisaka, los miembros del club de breakdance se reunieron en la sala del club.

En una sala en la que se han retirado los escritorios y las sillas, cada uno de ellos se sienta en el suelo y mantiene una reunión durante el almuerzo. Estaban dispuestos en círculo alrededor de la fiambrera de Gabriella, en el sentido de las agujas del reloj desde Sakisaka: Takeuchi-kun, Gabriella, Nishino.

Estaban todos alineados juntos en la sábana de picnic que ella había traído.

—Entonces, todo el fin de semana ha sido un espantoso ataque terrorista… Mirando el terminal en su mano, Takeuchi-kun murmura en tono casual.

En la pantalla se muestra las líneas de tiempo de sus redes sociales favoritas. Lo que se trata de terrorismo es un festival de música en Odaiba. Aquel en el que Matsuura-san blandió un cuchillo de cocina, Nishino se apresuró y finalmente Gabriella se orinó en los pantalones.

Todo lo cual el mundo fingió que nunca sucedió.

—S-Sí. Al contrario, puedo sentir lo malo que es…

Incluso Sakisaka, que devuelve el gesto, reacciona como si estuviera viendo una película de terror. El encubrimiento de la mano de Francisca suprimió efectivamente los medios de comunicación.

Por eso las noticias recientes son tan incómodas para los dos que estuvieron allí. Si han de creer la información dada, se trata de un ataque terrorista en un evento musical.

El intercambio sobre la custodia de Gabriella también fue un completo no evento. Lo mismo ocurrio con la aparición de Marquis y el ataque rápido de Matsuura-san al falso Takeuchi-kun. Gracias a esto, los dos intercambian palabras con una mirada misteriosa, como diciendo que no entienden.

Por otro lado, es Nishino quien se refresca.

—No te preocupes por los detalles. No hay nada más que decir.

—Ts-…

La expresión de su cara es la misma de siempre, pero está algo más animado que de costumbre, ahora que se ha solucionado el montón de problemas. Naturalmente, las quejas entregadas a la sala de charlas también son más vigorosas.

Otra vista frustrante para Takeuchi-kun.

Desde su punto de vista, es difícil conectar los puntos entre el futsumen frente a él y cómo se desarrolló el evento del baile. Por eso hoy, como siempre, Nishino se presenta ante Takeuchi-kun como un kouhai en el fondo de la casta, maquinando para quedar bien ante sus senpai.

Siento que hay algo mal, pero aún no estoy convencido.

—Mas bien, ¿qué sabe Nishino?

—No es que sepa nada, pero es bueno tomarlo como un hecho.

—Ts-…

Incluso un comentario casual es karma, Takeuchi-kun. Siento el impulso de agarrarlo por el pecho.

Sin embargo, el inteligente hombre ha aprendido mucho en las últimas semanas al salir con un compañero de clase llamado Nishino. Como resultado, entiende correctamente que no le conviene seguir conversando con el futsumen por más tiempo.

Para ser más precisos, es una situación en la que Takeuchi-kun es el único que pierde.

—Por cierto, Sakisaka, sobre el vídeo que se colgó en internet… Takeuchi-kun cambia conscientemente de tema.

Incitado, Sakisaka abre la boca.

Dijo mientras miraba a todos en la sala del club.

—Ah, sobre eso, hay algo que me gustaría discutir con los senpais.

—¿Que es?

—En realidad, anoche recibí una llamada del sitio web.

—¿Hablas en serio?

—El vídeo de baile ha sido retirado, pero mientras tanto se va a pagar los gastos de publicidad. Pero parece que los maestros de aquí han presentado varias quejas al sitio, y los hechos del caso se nos han transmitido, y se han puesto en contacto con nosotros directamente.

—Aah, ya veo.

Para bien o para mal, fue obra de Otake-sensei, que estaba desesperado por proteger a su propio patrón.

La enseñanza es una profesión paralizante. Y en su caso, ya tiene más de cuarenta años.

Si lo despidieran de la escuela, tendría edad para unirse a los pobres.

—Así que, en términos sencillos, ¿por qué no repartimos el dinero? Ese es el tema principal de la discusión de hoy. Por la cantidad de dinero que vamos a recuperar, personalmente me interesa más acabar con esto sin tener problemas, o que acabe siendo un problema más adelante.

—Entiendo. Sakisaka tiene razon.

—U-uyus.

Takeuchi-kun responde con suavidad, como si lo hubiera asumido de alguna manera.

Para Sakisaka, que sólo es un estudiante, esa cantidad de dinero, aunque se reparta entre los miembros, es una suma tremenda de dinero. Durante los próximos dos años y pico de escuela, puede dedicarse al baile sin ningún trabajo a tiempo parcial. Era una oferta muy atractiva para él.

Pero las cosas son un poco diferentes para los otros miembros. Takeuchi-kun, por ejemplo, es rico, ya que su familia dirige un hospital. Desde que nació, le han pedido a su padre todo lo que quería y lo ha conseguido. También se le prometio un futuro.

Además, los padres de Gabi-chan son más que ricos.

Y esto va para Nishino y Rose también. Sólo el primero estaba sin dinero hasta ayer, pero gracias a la recompensa que recibió del padre de Gabriella, sus bienes se han restablecido en la misma medida que antes.

Gracias a esto, todos estaban bastante despreocupados, no importa cómo resulten las cosas. Probablemente por eso el diálogo cínico salió de la boca del futsumen.

—No lo necesito. Puedes compartirlo con el resto.

—No, no, no, eso es definitivamente un patrón del que te quejarás después, ¿no?

—No tengo problemas con el dinero.

—Quiero decir, Nishino era reacio a borrar el vídeo antes, ¿verdad?    ¿No fue porque quería dinero?    No se me ocurre ninguna otra razón, para ser sincero.

—Por desgracia, el dinero no puede comprar lo que quiero.

—Ts-…

Este es Takeuchi-kun, sintiéndose agitado de todos modos.

El hecho de que no haya malicia o ironía en la forma en que lo dice lo hace aún peor. Entonces, ¿ por qué vive solo en un piso tan pobre? es el verdadero sentimiento del ikemen, que casi le llega a la garganta.

—¿Entonces que se hara con el estudiante con una herida en la cara?

—¿El chico que era de algun club?

—Puedes poner mi parte del dinero para su tratamiento.

—Ts-…

Una sugerencia casual de Nishino hiere la autoestima de Takeuchi-kun.

“Eso es lo que iba a decir”, es su pensamiento melancólico, que ha vuelto a llegar a su garganta. La línea más importante del día, que había preparado de antemano, se arruinó. El ikemen nunca soñó que Nishino se le adelantaría.

—Eso es lo que estaba pensando, por favor dona mi parte a la caridad.

Gabriella expresó su aprobación a la propuesta de Nishino.

En este punto, es difícil que incluso Takeuchi-kun se apropie de todo el proceso. También sería muy indecoroso rebelarse contra Nishino. Las opciones restantes son extremadamente limitadas, y se ve obligado a dar su aprobación al futsumen.

—Estoy de acuerdo con Nishino.

—No hay necesidad de presionarte, Takeuchi-kun.

—Esa es mi línea. ¿Cómo puede hablar tan bien de sí mismo un tipo que ha estado rogando a Rose y a Gabriella por comida?    No pidas mas tarde que te paguen después, ¿vale?    Porque Sakisaka estará en problemas.

—Aah, está bien. Tengo un poco de dinero de bolsillo.

—… Ah si.

El futsumen no muestra ninguna señal de respuesta a la persecución.

Debido a la exasperación de la situación, Takeuchi-kun terminó la conversación antes de tiempo. Entonces Sakisaka quien pone cara de preocupación como resultado.

—A-Así es. Seguramente es la mejor manera. Si es así, haré lo mismo que mis senpais. El baile fue posible en un principio gracias a la ayuda de los senpais, y si lo hacemos, no creo que recibamos ninguna animosidad de otros lugares.

—¿Crees que es así?    No es que Sakisaka tenga que preocuparse, ¿verdad?

Después de un breve momento de irritación con Nishino, Takeuchi-kun se mueve ahora para consolar a su kouhai.

Después de todo, tiene un carácter bondadoso con la generación más joven. Tiene un gran apoyo de los jóvenes del club de fútbol.

—Pero…

—Puede sonar mezquino cuando digo esto, pero verás, mis padres son bastante ricos, así que no importa mucho. Además, esto es sólo mi imaginación, pero Gabriella-chan es probablemente así también.

Es un hecho conocido en el campus que Gabriella es vista como una joven en un buen lugar. Se murmura entre los estudiantes del hecho de que ella suele usar pañuelos, accesorios y otros artículos pequeños de ese tipo que son demasiado caros para que un estudiante los use.

Y este fue también el caso de Rose.

—Nunca he tenido problemas de dinero, eso es seguro.

—Pero no-no estoy seguro de querer ser el único… Sakisaka sigue dudando.

Nishino, que había estado buscando una oportunidad para decir algo, aprovechó la ocasión para intervenir.

—No es sólo Sakisaka. Rose también está ahí.

—Tengo la sensación de que Rose-senpai diría lo mismo que los senpais.

—… Bueno, no puedo negar esa posibilidad. La cara de Sakisaka es severa.

Si hubiera sido Matsuura-san, habría accedido a aceptar el regalo lo antes posible, aunque con una expresión de disculpa en el rostro, y se habría ido a casa con una gran sonrisa. Es probable que al día siguiente su teléfono seria el último modelo.

Pero el baritachi* era reacio a aceptarlo. (*=pareja dominante de una relación homosexual)

Nishino, sintiéndose bien con eso, es cínico como el infierno.

—¿Ha ganado Sakisaka alguna vez dinero con EL BAILE?

—¿Eh?    Ah, no, eso no…

—Entonces deberías tomarlo aún más. Este es el primer dinero que Sakisaka ha ganado con el baile. No sé qué tipo de éxito tendras en el futuro como bailarín, pero aun así, la recompensa generada esta vez seguramente será algo especial en tu vida futura.

—Ni-Nishino-senpai…

—Ts-…

Últimamente el futsumen ha estado en racha.

Unirse al club de breakdance ha convertido el ejercicio diario en un hábito. Al parecer la salud física que ha ganado con esto ha tenido un efecto positivo en su salud mental también. La magnitud del daño causado a los que le rodean es particularmente sorprendente.

Si la presidenta hubiera estado presente, habría apretado los puños. De hecho, la expresión de Takeuchi-kun es tan dificil como siempre.

Pero sólo Sakisaka, a quien van dirigidas las palabras, parece estar menos que complacido.

—…Uhm, ¿seguro que quieres hacer esto?

—No seas tímido. Es una recompensa justa.

—…

Después de la decisión inmediata del futsumen, cae de bruces mientras se mira los pies. Pero sólo por un tiempo.

Volviéndose de nuevo hacia Nishino, Sakisaka le respondió con la misma expresión de siempre.

—Entonces, u-uhm, ¿puedo tenerlo yo?

—Aah, por supuesto.

—…muchas gracias.

Ambos sonrien e intercambiaron sonrisas.

¿Por qué es tan importante Nishino? ¿Por qué Nishino está siendo tan pomposo? Sin embargo, en una situación en la que no sólo Nishino sino incluso Sakisaka parecen haber sido tragados por la atmósfera, el ikemen que valora el ambiente del lugar decide proceder sin interferir en esto.

—B-Bueno, lo siento, pero así es como va a ser, por favor, Sakisaka.

—¡Sí, lo entiendo!

Al menos para la resistencia, Takeuchi-kun habla para unir el lugar.

Era una situación en la que Nishino podría haber seguido y seguir si no se hubiera callado.

—Ah, y, uhm, tengo un informe más que hacer a los senpais.

—¿Informe?    ¿Podría ser una mala historia?

—Hoy por la mañana, justo después de la clase, mi maestro me ha parado y me ha dicho que el club de breakdance ha sido aprobado como actividad del club. Se va a conseguir un lugar adecuado en el edificio del club el próximo mes.

—¿E-En serio?    ¡Que bien!

—Sí, por eso quería decírselo a los senpais cuanto antes.

—¿No ibas a ponerlo en la reunión de personal a final de mes? Debería haberse alegrado, pero Nishino interrumpió.

Es un futsumen que recuerda cada detalle.

—Esa es la cuestión, pero parece que el director le llamó y se decidió sin problemas. Dijo que les dijo a los otros maestros que si tenían tan buenos alumnos, deberían dejarles hacer lo que quisieran.

—Ya veo.

Nishino, al escuchar la explicación de Sakisaka, asiente con la cabeza de forma bastante pomposa.

En secreto, en su corazón, ha elevado su sensibilidad al director de la escuela.

—¡Así que, se-senpais, muchas gracias!

En el asiento del picnic, Sakisaka, que ha enderezado su residencia, inclina profundamente la cabeza.

Al ver su torpeza el dogeza, Takeuchi-kun pone cara de preocupación. Es más bien un tipo de ikemen desenfadado y amante de la diversión que quiere vivir la vida al máximo. Parece sorprendido por el ambiente serio que ha surgido inesperadamente.

—No, no, no es tanto, ¿verdad?

—Pero estaba tan feliz. Y fue muy divertido.

—…Bueno, si Sakisaka era feliz, yo también lo soy.

—Takeuchi-senpai…

Por otro lado, hay chicos a los que les encanta este tipo de ambiente.

El futsumen se inspira al instante al ver a un kouhai repentinamente reformado frente a el. Encuentra el punto en el que debe vestirse e inmediatamente entra en acción. Agarra los palillos junto con el plato y se pone de rodillas.

—Si ese es el caso, entonces supongo que mi trabajo está hecho…

—¿Eh?

—Lo siento. Bailemos juntos de nuevo, si tenemos la oportunidad.

—Ah, Nishino-senpai…

La sabana de picnic que Gabriella extendió en el suelo del aula. Nishino se levanta de ella y se dirige hacia la puerta de la parte delantera del aula, de espaldas a todos los miembros del club presentes. Sakisaka le llama, pero no mira hacia atrás.

Últimamente ha estado hablando de espaldas a mí.

Garagaragara, salió del aula, cerrando la puerta hasta el final detrás de él.

Cree que está bien que un hombre que ha hecho su trabajo se vaya rápidamente.

—¡Aah, espera un momento!

Gabriella sigue a Nishino, despreocupada por la fiambrera aún extendida. Los dos que ven esto, se preguntan, ¿y ahora qué?

De alguna manera entienden lo que Nishino quería hacer. Aunque, en este momento, es un poco

de un dilema para salir unilateralmente, uno reflexiona en su corazón. Takeuchi-kun, por ejemplo, está temblando por la boca mientras soporta los repetidos comentarios. El límite está cerca.

Los pasos de Nishino y Gabriella se alejan rápidamente. Ahora el asunto sobre el club de breakdance está resuelto.