Slayers (NL)

Volumen 6

Capítulo 1: Ellos Realmente Tienen Una Copia de Seguridad Rápida …

Parte 3

Vezendi es una ciudad decentemente grande en la frontera occidental del Ducado de Kalmatt. Situada en el punto donde la autopista se desvía hacia Raltig y Dilse, Vezendi prosperó durante mucho tiempo al encontrarse en el punto crucial de una importante ruta comercial. También tiene una colina justo fuera de sus fronteras; Después de seguir la carretera que subía esa colina, nos detuvimos en la cima para mirar hacia abajo y recuperar el aliento.

Zelgadiss frotó un puño.

“No estoy emocionado por esto”, murmuró.

Me volví hacia él con sorpresa. No porque estuviera siendo deprimente, eso es algo de lo que es suyo, sino porque Zelgadiss no había hablado mal de la misión Vezendi antes de ese momento.

“¿Qué es lo que pasa?” Le pregunté.

“¿Y por qué estás mencionando esto ahora?”

Zelgadiss no respondió de inmediato. Él simplemente mantuvo su atención, como el resto de nosotros, en la ciudad extendida abajo. Los comerciantes y agricultores pasaron por la carretera a nuestro lado, viajando a la ciudad a pie o en carritos tirados por caballos.

“Lo he dicho antes”, explicó Zelgadiss por fin.

“No me gusta ir a las grandes ciudades. He tenido mala suerte con ellas en el pasado”

“Todo estará bien”, afirmó Amelia.

“Si hay un amor por la justicia en tu corazón, ¡nada puede interponerse en tu camino!” Zelgadiss se volvió hacia ella con frialdad.

“No hay”

Amelia frunció el ceño y frunció la boca. Probablemente quería decir algo, pero creo que su respuesta la había golpeado demasiado para hacerlo.

“Oye”, le ofreció Gourry a Zel.

“No te preocupes por eso. Nadie te va a reconocer con tu cara cubierta de esa manera. Quiero decir, si caminaste hacia mí vestido como eres, no podría reconocerte”

Esto viene de un tipo que no es conocido por ser la flecha más afilada del carcaj.

Xelloss intentó otro enfoque.

“Tal vez sería mejor…”, comentó,

“Si señor Zelgadiss-san no entrara en la ciudad en absoluto”

Me gire bruscamente hacia Xelloss.

“Oye”, ladré.

“¿Qué estás tratando de sacar?”

“Habiendo dicho eso”, continuó Xelloss con calma,

“Si crees que permanecer cerca de Lina-san es más útil para sus propósitos, ingresar a la ciudad es tu mejor opción”. Zelgadiss lo miró con furia.

“Aunque no estoy familiarizado con lo que le sucedió en el pasado, puede estar seguro de que cualquier posada en cualquier ciudad le permitirá alojarse con ellos, siempre que tenga el dinero”. Xelloss sonrió.

“Por supuesto, al final, sin duda es su elección, Zelgadiss-san”

Zelgadiss se giro con irritación.

“Lo que sea”, murmuró.

“Supongo que tienes un punto. Vámonos”

“¡Me alegra que te sientas mejor! “, Dijo Amelia con un asentimiento satisfecho.

Sí, pensé. ¡Y gracias por toda tu ayuda, señorita!

No mucho después de que pasáramos por las puertas de Vezendi, me di cuenta de que algo estaba mal. Los ciudadanos estaban zumbando en tonos bajos y urgentes, y todos nos miraron con recelo cuando pasamos. Quiero decir, incluso los granjeros en sus carretas y las mujeres y los niños de compras lanzaron miradas extrañas y me dieron escalofríos.

“Estamos un poco parados aquí, ¿verdad?” Amelia se aventuró con voz tímida.

Zelgadiss mantuvo sus ojos fijos hacia adelante.

“Definitivamente”, murmuró.

Ya estaba lo suficientemente nervioso como para entrar en la ciudad; Estoy seguro de que la atención no deseada fue un picnic total para el chico.

Al menos Gourry y Xelloss no parecían molestados. Supuse que Gourry estaba perdido, como de costumbre, en esa vasta caverna conocida como su cabeza.

Nos detuvimos y esperamos a que uno de los espectadores se moviera. No le tomó mucho tiempo a un niño de alrededor de doce o trece años correr hacia nosotros y gritar “¡Oye!”

El chico, cuya voz ni siquiera se había roto aún, sonaba molesto. Parecía ser el tipo callejero que había visto su parte justa de rasguños.

Decidí intentarlo y hacerle mear los pantalones.

“¿Qué demonios quieres?”, Le espeté.

El chico nos miró de arriba abajo, luego me miró fijamente.

“¿Eres tú, tonta?” Preguntó.

“¿Es tu nombre Lina Inverse, por casualidad?”

Me resistí a la tentación de calentarlo por llamarme “Tonta”. Niños en estos días, pensé con amargura.

La charla entre los ciudadanos se agitó más con su pregunta. Sentí que mi estómago se hundía un poco; alguien con rencor había puesto un precio en mi cabeza una vez, conduciendo a todo tipo de no diversión. La situación en la que me encontraba me recordó un poco demasiado de eso.

Tomé una respiración muy profunda.

“Sí”, le dije al chico de manera equitativa.

“Soy Lina. ¿Qué te parece?”

Las personas que nos rodean de repente estallan en vítores. La risa y la alegría llenaron el aire mientras se intercambiaban los abrazos. Estaba muy confundido.

Uhm, ¿alguien me dirá si estoy a punto de morir o no?

“¡Eso pense!”, Exclamó el niño felizmente mientras golpeaba un puño en su palma.

“Lo siento, pero hay más de ti de lo que nos dijeron. No pretendía mirar tanto”

La multitud comenzó a presionar hacia nosotros justo cuando el niño mostró sus dientes torcidos.

“De todos modos”, dijo,

“me gustaría preguntarte …”

“¡Espera, niño!” La voz pertenecía a un hombre adulto que salió de la multitud. Era un tipo mal vestido, de aspecto sazonado, pero no parecía muy amenazador. Se inclinó para dirigirse al niño.

“Mira,” gruñó.

“Vi a la señorita y sus amigas primero”

“¡Atrás, amigo!”, Gritó una anciana. Ella se alejó de la multitud, su cuerpo parecido a un sapo envuelto en un llamativo vestido rosa que tenía cincuenta años demasiado viejo para usar.

“¡Estaba aquí primero!” El hombre la miró fijamente.

“Eres tan ciego como un murciélago”, dijo bruscamente.

“¿Quién crees que te va a escuchar?”

“¡Te lo estoy diciendo!” Respondió bruscamente.

“¡Fui yo, cerdo!”

El hombre le gruñó.

“¡Yo!”, Gritó con toda la madurez de un niño pequeño.

Otras personas en la multitud comenzaron a unirse.

La situación amenazaba con empeorar muy rápido.

“¡Espera!” Grité.

“¡Espera! ¡¿De qué diablos se trata todo esto ?! ”Por supuesto, nadie me prestó atención, las disputas empeoraron.

“¡Espera!”, Gritó otra mujer.

“¿Quién de nosotros cuenta, entonces?”

“¡Yo!” Gritó la abuelita sin explicación.

“¡YO!” Gritó el hombre de aspecto desaliñado.

“Pero estaba allí cuando entraron”, insistió un hombre diferente, señalando un lugar cerca de mí.

“¡Basura!” Espetó la abuela.

“¡Estaba en la entrada de la ciudad!”

Lo había tenido con su basura. Levanté mis manos en el aire.

“¡Burst Rondo!” Llamé.

*¡KA-CRAKA-BOOM!*

Un gran silencio cayó sobre la multitud.

Eso es más así, pensé. Es una lección que he aprendido a lo largo de los años: si no puede poner orden en una situación, no hay nada como un Burst Rondo de aspecto elegante para callar a todos sin causar daños masivos a la propiedad. Afortunadamente o desafortunadamente, golpeé accidentalmente al chiquillo con la explosión y lo reduje a una masa ennegrecida y retorcida, pero a veces tienes que romper algunos huevos si quieres controlar una multitud. Estaría bien después de una larga siesta.

“¡Está bien!”, Dije alto y claro mientras ponía mis manos en mis caderas.

La multitud había retrocedido unos cuantos pasos colectivos, y me alegré de tener espacio para respirar.

“¿De qué se trata todo esto?”

Nadie respondió. Escuché murmullos confusos en la multitud, pero eso era todo. Finalmente, el chico que había empezado el alboroto dio un paso adelante.

“En realidad”, balbuceó, mucho menos arrogante esta vez,

“Radok-sama dijo que le daría una recompensa a quien haya encontrado a Lina Inverse”. Sacó una hoja de papel doblada de su bolsillo y temblorosamente me lo tendió.

Lo agarré y lo miré. Efectivamente, era un aviso que ofrecía una recompensa a quien entregó a Lina Inverse y su grupo en una dirección residencial particular de la ciudad. La recompensa no era tan grande, pero era lo suficientemente sustancial como si fueras un trabajador rígido. Bajo el anuncio había descripciones genéricas de cada uno de nosotros:

Zelgadiss, Amelia, Gourry y yo, pero nada para

Xelloss (probablemente porque se acaba de unir).

Eché un vistazo a mi descripción.

Pequeña, decía. Ruidosa. Tendencia a meterse en problemas, un pecho poco impresionante …

Arrugé el papel y apreté los dientes. Eso es suficiente de eso. Miré al chico.

“¿Puedes llevarnos a donde vive este tipo Radok?”

El chico sacudió la cabeza de arriba abajo. Asustar al infierno a la ciudadanía había hecho las cosas mucho más convenientes.

“Vamos”, dije, volviéndome para enfrentar a Gourry y los demás. Pero mi grupo leal ya se había retirado a mitad de camino, perfectamente contento de verme resolver sus problemas a distancia. Amelia en realidad estaba revisando sus uñas.

¿Qué estaba mal con estas personas? ¡Cuando las cosas se ponen peludas, deja que Lina lo resuelva? ¡Estaba sobrecargado de trabajo y subestimado! Cuando mi grupo se acercó casualmente a unirse a mí, rechiné los dientes para no estrangularlos a todos.

* * *

El chico nos llevó por el laberinto de calles empedradas de Vezendi hacia un vecindario de aspecto decente. De repente se detuvo, nos miró y señaló una casa en particular.

“Allí”, dijo.

“Esa es”

La casa en realidad era bastante impresionante, no es una mansión, pero definitivamente no hay choza. Y no tenía la insensatez que normalmente se encuentra en los nuevos hogares ricos. Tener dinero y gusto es algo bueno, pensé.

Me pregunté si Radok era uno de esos tipos adinerados y malvados que contrataron escoria para hacer su trabajo sucio. El chico nos había dicho que Radok Ranzaad era uno de los principales comerciantes de Vezendi.

“Aquí es donde me separo”, dijo Zelgadiss una vez que habíamos llegado a la puerta.

Parpadeé hacia él.

“¿Qué? ¿Por qué?”

“Piénsalo” Él desvió sus ojos.

“Si entro, probablemente nos darán té o algo y tendré que quitarme la bufanda. Lo último que quiero es asustar a todos a mi alrededor”

La quimera tiene un punto.

“Bueno, entonces alquila una habitación en una posada en algún lugar cercano. Después de que hayamos terminado aquí, nos reuniremos contigo”.

Zelgadiss reflexionó sobre eso por un segundo.

“Bien”, dijo, luego nos dio la espalda y se fue.

Nuestro pequeño guía tomó una mano alrededor de su boca.

“¡He traído a Lina Inverse!”, Llamó al portero de la casa, quien nos dejó entrar sin dudarlo. Le entregó al niño su recompensa, lo que hizo que el niño saliera corriendo por la calle en una combinación frenética de feliz para ser rico y feliz para no estar muerto.

Una vez dentro de la casa, nos llevaron a un elegante salón de recepción. Nos sentamos allí y esperamos, mirando la decoración y bebiendo un té decente, hasta que se abrió una puerta en una esquina del pasillo y entró un mayordomo anciano.

“Radok-sama llegará pronto”, anunció, desperdiciando así más tiempo de nuestro tiempo.

Amelia, Gourry, Xelloss y yo intercambiamos miradas. ¿Ese chico pensó que teníamos toda la semana? Estudié al mayordomo colocado en la puerta de la esquina; Parecía bastante desinteresado.

“Mira,” dije simplemente.

“Somos gente ocupada. Tal vez puedas burlarte de los invitados que no tienen acceso a una potencia de fuego masiva, pero nosotros …

“Radok-sama ha llegado”, el mayordomo intervino de manera uniforme. Abrió la puerta a un caballero de aspecto elegante, un hombre de unos cuarenta años con una mata blanca en el pelo negro.

Radok casi entró en la habitación.

“¡¿Eres Lina Inverse ?!”, Gritó mientras sacudía un puño hacia mí.

Supongo que no habrá ninguna pequeña charla.

El chico era bastante guapo y tenía una constitución delgada. Apretó un solo pedazo de papel en su mano derecha. Estaba a punto de preguntarle sobre el papel cuando un hombre mucho más joven, probablemente de unos veinte años, entró detrás de él. El chico más joven era moreno y guapo, y probablemente el hijo de Radok Ranzaad, a juzgar por el parecido.

Radok dio unos pasos hacia adelante y golpeó el papel en una mesa de cristal que teníamos ante nosotros.

“¡Soy Radok Ranzaad!”, Gritó.

Se dirigió a la silla vacía frente a mí, se sentó enojado, y miró dagas sobre dagas en mi dirección general.

De acuerdo, el hecho de que no fuera del todo bienvenido era más que un poco obvio. Pero él fue el tipo que envió a toda una ciudad a buscarme, así que, ¿por qué diablos me estaba tratando como si hubiera interferido en su vida?

“Radok-san”, espeté,

“¿Qué diablos está pasando?”

Me miró un poco más.

“¿Oh?”, Se enfureció, inclinándose hacia adelante para empujar el papel más cerca de mí.

“¡¿Qué significa esto?!”

Con mi paciencia agotada, agarré el papel y lo estudié.