Kami Tachi ni Hirowareta (NL)

Volumen 5

Historia Extra 1: Diario De Dolce (Capítulo Del Festival De La Fundación)

Otro día de escribir en mi diario. Siento que he estado cubriendo repetidamente el mismo tema recientemente, pero sí, mi tema es el Festival de la Fundación. Ocurrió hoy, de hecho, entonces, ¿sobre qué más escribiría?

Toda la ciudad estaba extrañamente tranquila esta mañana. Era como si las últimas semanas de actividad hubieran sido suprimidas de repente. Pero no había desaparecido, y cuando finalmente sonó la campana, comenzó el festival. Los vítores de la oleada de visitantes se extendieron instantáneamente por la ciudad.

Salí a la ciudad por mi cuenta. Usando algo de dinero que ahorré, me propuse disfrutar del festival probablemente por primera vez.

“¡Hola, hombre!”

“¿Quieres comer algo de esto?”

“¡Está frío y delicioso!”

Los empleados me pidieron a gritos que comprara sus productos mientras conseguía algo para comer en uno de los puestos de comida.

Esta no fue mi primera vez en el festival; sucedió todos los años. Sin embargo, nunca tuve dinero hasta ahora. Nunca tuve suficiente dinero para más de unos pocos días de comida en un momento dado, así que todo lo que podía hacer era mirar los puestos del festival desde lejos. Había algunos que vendían muñecas o tenían juegos para ganar premios, pero nunca pensé en gastar dinero en algo que no pudiera llenar mi estómago en ese entonces.

Tampoco pude disfrutar del evento debido a lo mucho que mi ropa delataba mi falta de riqueza. Alguien con ropa extravagante es noble o rico. Incluso sin eso, siempre que la ropa de alguien sea nueva y esté en buen estado, puede asumir que tiene un ingreso decente. La mayoría de las familias compran ropa usada. La ropa nueva es un lujo.

Los de los barrios marginales llevamos ropa de la tienda de ropa usada de nuestro barrio. Ese lugar rebusca y cose ropa que está tan andrajosa que ni siquiera las tiendas de ropa usada habituales las venden. Están cubiertos de parches, por supuesto, y los pequeños agujeros tampoco son infrecuentes. Era obvio a simple vista que yo era pobre con esa ropa, por lo que los empleados ni siquiera se molestaron en hablar conmigo.

Sin embargo, si les demuestras que tienes dinero y les pides algo, te lo venderán. No recuerdo cuándo fue, pero en algún momento, cuando era joven, cedí a mi curiosidad y compré algo para comer. La cosa es que la forma en que la gente me miraba no era muy agradable. Estaba caminando con algo por lo que pagué, pero actuaron como si lo hubiera robado. Y cuando me acercaba a personas más ricas, me trataban como a un carterista. Pude comprar comida, pero a un costo que me perjudicaría en los días siguientes, y tampoco quería despertar todas esas sospechas innecesarias.

Cuando crecí, me di cuenta de que el festival no era para que lo disfrutaran los pobres y lo evitaba en su mayor parte. Pero ahora es diferente. Desde que empecé a trabajar en la lavandería, me han proporcionado comida y un hogar. También comencé a usar ropa de una tienda de ropa usada normal, aunque no compro repuestos con tanta frecuencia. Y después de comprar algo de ropa, todavía me quedaba la mayor parte de mis ingresos.

De la misma manera que mis hermanos y hermanas mayores me ayudaron en la vida cuando era niño, he estado enviando mi apoyo a los barrios marginales. También he estado bebiendo el trago que me recomiendan mis exitosos hermanos, e incluso he salido a probar unos dulces de los que un día hablaban las chicas de la lavandería. También compré algunos utensilios de escritura que Carme me presentó y obtuve un juego bastante bueno.

Todavía no lo puedo creer. No puedo creer que no tenga que preocuparme por el dinero en general, pero aún más que eso, no puedo creer que hoy haya sido el día en que gasté en exceso y se me acabó. Supongo que fui demasiado descuidado con eso. Siempre me concentré en ahorrar dinero antes, así que esta es la primera vez que me encuentro en la quiebra desde que comencé a trabajar para la lavandería. Pero como dije antes, no tengo que preocuparme por la comida o el refugio, así que no tengo ansiedades en la vida.

Pero mientras perseguía mi curiosidad y participaba en el festival, me quedé sin dinero antes de darme cuenta. Tenía una bolsa llena de monedas de cobre, así que, ¿quién sabe dónde fue todo eso? Al principio pensé que era un carterista, pero después de pensarlo un rato, llegué a la conclusión de que me lo había gastado todo. Probé toda la comida y los juegos fascinantes, desembolsando dinero por todos lados. En el pasado, ni siquiera tenía la opción de usar dinero como este.

Ahora que pienso en ello mientras escribo esta entrada en el diario, estoy bastante seguro de que simplemente desperdicié mi dinero. Una vez más, no tengo que preocuparme por cubrir mis necesidades siempre que me tome mi trabajo en serio. Pero todavía no creo que gastar dinero sea un buen hábito. Debería intentar no volver a hacerlo, pero no sé exactamente cómo evitarlo. Todo lo que sé es que me arrepiento. Si le pregunto a Carme, estoy seguro de que me dará un consejo.

***

Dejé mi bolígrafo y miré lo que escribí. Mientras lo hacía, reconocí nuevamente que algo había cambiado en mí. Cometí un error hoy, pero lo encontré un poco divertido, extrañamente.