Kami Tachi ni Hirowareta (NL)

Volumen 5

Interludio: Mientras Tanto

Mientras Ryoma tenía un viaje tranquilo en el carruaje, las clases estaban en curso en la academia en la capital real.

“La clase comenzará ahora”, dijo la maestra, y procedió a leer con indiferencia un libro de texto. Fue una clase aburrida y repetitiva. Los estudiantes escucharon en silencio. Uno de esos estudiantes fue Eliaria. Se sentó con la espalda recta, miró directamente al podio donde estaba el profesor y escuchó la conferencia. Pero por dentro, le resultaba tedioso soportarlo.

***

Cuando la clase terminó esa mañana, Eliaria dejó su asiento y se apresuró al campo de entrenamiento mágico en una esquina de la escuela. Los estudiantes podían practicar allí de forma independiente, pero rara vez se usaba fuera de las clases. En otras palabras, no era un lugar popular. Eliaria se sentó en un banco al costado del campo de entrenamiento, comió el almuerzo que había preparado de antemano y mató el tiempo practicando magia hasta que terminó la hora del almuerzo. Esa tarde, después de clase, volvería a su habitación en los dormitorios. Ya había estado en la academia durante aproximadamente un mes, y esta era la rutina en la que se había adaptado.

Elia dejó de lanzar magia y suspiró. “Solo llevo aquí un mes, pero no sé cuánto más aburrimiento puedo soportar”, pensó para sí misma. “Nunca esperé que las clases fueran tan tediosas”.

Esta academia enseñó sobre cultura y varios fundamentos desde el primer año hasta el tercer año, luego enseñó conocimientos y habilidades más específicos desde el cuarto año hasta el sexto año. Después de la graduación, los graduados pueden convertirse en discípulos o ingresar a cursos de capacitación para cualquier campo que deseen seguir.

Elia acababa de inscribirse, por lo que sus clases enseñaron lo más fundamental de los fundamentos. Brindaron lecciones básicas sobre historia nacional, geografía, matemáticas, magia y manejo de la espada con el propósito de educación física. Si todos fueran nobles, las clases de primer año no les enseñaron a los estudiantes nada que no hubieran aprendido antes de inscribirse.

Como tal, Elia encontró las clases demasiado simples. Sus notas eran buenas, pero no sentía ningún logro. No solo eso, sino que ninguno de los cuarenta estudiantes de la clase hablaron con ella. Esto no fue porque estuvieran tratando de ignorarla o intimidarla, por supuesto, sino porque se sintieron intimidados. Ella era de la familia del duque y poseía una alta energía mágica, por lo que tenían miedo de asociarse con ella más de lo necesario.

Elia era consciente de que la estaban evitando, así que tampoco hizo todo lo posible para tratar de hablar con ellos. Algunos de los estudiantes probablemente tendrían personalidades que eran incompatibles con ella de todos modos, pero tampoco quería obligar a nadie más a hablar con ella. Incluso si le tenían miedo, serían incapaces de rechazar sus enfoques y Elia no quería entablar relaciones de esa manera. Como resultado, no hizo amigos durante su primer mes en la academia. Su tiempo allí lo pasó aburrida y sola.

“Sabía que las cosas serían así, incluso antes de llegar aquí, pero aun así…” dijo Elia, suspirando una vez más. “¿Qué pasa?” alguien le dijo de repente.

“¡¿Eh?!” Elia jadeó. No sabía cuándo llegó esta mujer, pero estaba parada detrás de ella. Elia se dio la vuelta y se sorprendió de a quién veía. “Oh, eres de la familia del Conde Wildan”. Elia hizo una reverencia.

“Mis disculpas. Soy Michelle, la hija mayor del Conde Wildan. No me di cuenta de que eras la hija del duque Jamil cuando te vi por detrás. Disculpe mi rudeza”.

Michelle Wildan era la hija de un conde, pero nada en ella era especialmente femenino. Llevaba el pelo muy corto para llegar a los hombros y llevaba pantalones para hombres junto con una camisa para mujeres. Llevaba consigo una gran bolsa negra sencilla, simplemente por su practicidad. Su rostro también era andrógino, y no sería descabellado suponer que se estaba vistiendo como hombre.

“No has hecho nada grosero”, dijo Elia. “Nuestro estado no importa aquí. Y he estado tratando de no llamar la atención sobre quién soy, así que no te culpo por no saberlo”.

Esta academia pretendía no prestar atención a la posición social de sus estudiantes, por lo que se suponía que tanto los nobles como los plebeyos debían usar los mismos uniformes. Sin embargo, no hubo restricciones en lo que respecta a los accesorios. Muchos estudiantes de familias nobles usaban pinzas para el cabello de color dorado chillón, brazaletes con incrustaciones de joyas y otros accesorios similares. La extravagancia de estos artículos fue la forma en que mostraron la riqueza de sus familias.

Pero Elia no usó ningún accesorio llamativo. Eso significaba que su uniforme reflejaba los ideales previstos por la academia, pero también significaba que Michelle la vio como una plebeya al principio.

“Gracias”, dijo Michelle.

“¿Puedo dirigirme a ti por tu nombre de pila, Michelle?” Elia preguntó con una sonrisa. No sintió la misma evasión que sentía por parte de los otros estudiantes, pero quería probar qué tan cómoda estaba Michelle.

“Por supuesto, mi señora.”

“Llámame Elia, por favor. Como dije, nuestro estado no importa aquí”.

Michelle rió. Entonces, Elia. Con suerte, ignorarás cualquier otra cosa que diga que pueda ser ofensiva, entonces. Me estoy cansando de ver mis palabras”.

“Eso está bien, por supuesto. Me haría más feliz si hablaras con libertad”.

“Uh huh. Entonces, como pregunté antes, ¿pasa algo?”

“No, nada en particular. Es solo que ya sabes cómo son las clases aquí”. “Oh, sé cómo te sientes. Solo estoy fingiendo que estoy tomando clases en este momento. Y si no te involucras en ninguna de estas pandillas tontas, tampoco tendrás a nadie con quien hablar durante los descansos”. “¿Ah, entonces es así? Pensé que eras popular, Michelle”.

“Jaja, tal vez cuando me inscribí por primera vez. Algunas chicas se equivocaron de idea por mi uniforme, pero me visto así porque es más fácil. Cuando se enteraron de que no era un travesti, la mayoría perdió el interés y me abandonó. Pero no es que sea tan social de todos modos. Evito a las personas porque pueden ser una molestia, lo que resulta que te deja sin nadie con quien hablar”.

“Ya veo. ¿Es por eso que viniste aquí?”

“No, estoy aquí para un experimento”, dijo Michelle y sacó un trozo de papel de su bolso. Sobre él se dibujó un círculo mágico con lápiz.

“¿Un círculo mágico? ¿Eres alquimista?”

Michelle se quedó con los ojos muy abiertos ante esa pregunta por un momento, pero luego sonrió con su mayor sonrisa hasta el momento. “Lamentablemente no. Estoy estudiando una materia llamada ciencia del círculo mágico”.

“¿Ciencia del círculo mágico?”

La ciencia de los círculos mágicos era un campo de estudio extremadamente menor que comenzó a partir de los círculos de alquimia, que brillarían cuando se enviara energía mágica a través de ellos. Implicaba investigar por qué los círculos mágicos reaccionaban de esa manera y si ese fenómeno podía utilizarse para algo.

Después de que Michelle explicó esto, Elia miró con curiosidad el círculo mágico en el papel. “Nunca había oído hablar de tales estudios antes”.

“Se derivó de la alquimia, y nunca ha salido mucho de ella, por lo que es un campo de estudio que está en declive. Vine a esta academia porque escuché que había un maestro que enseñaba ciencia del círculo mágico, pero ese maestro aparentemente renunció el año pasado, así que me vi obligado a estudiarlo por mi cuenta. De todos modos, tengo tiempo libre”. “¿Es eso así?”

“Seguro que lo es. ¿Puedo preguntarte algo, Elia?”

“¿Qué?”

“Sabes cómo los círculos mágicos se usan a menudo en alquimia, ¿verdad? Hay mucha desinformación al respecto, diciendo que no son círculos mágicos lo que necesitan, sino drogas superficiales o sacrificios en vivo. Y parece que no le disgusta la alquimia”, dijo Michelle. A Elia le pareció que estaba insinuando algo sobre alquimia. Preocupada por lo que pudiera pensar Elia, Michelle habló más. “No tengo nada en particular contra la alquimia. En todo caso, diría que me interesa”. “¿Eso es así?”

“La ciencia de los círculos mágicos surgió de los círculos que se usan en la alquimia, así que yo también tendría que tener algún interés en la alquimia. No hay nada extraño en eso, ¿verdad? Odio a todos esos estafadores que usan la alquimia para estafar a la gente, pero no creo que todos los alquimistas sean estafadores. Al igual que con la ciencia de los círculos mágicos, hay alquimistas reales que han estado investigando el tema durante años y es solo que no ha salido nada. Eso es lo que pienso.” Escuchar eso fue un alivio para Elia. “¿Es eso así?” ella dijo.

“Si pudieras enseñarme algo de alquimia, en realidad me gustaría”.

Pero Elia no era alquimista. Ella tenía algo de conocimiento gracias a su relación con Ryoma, pero no lo suficiente como para enseñarle a alguien más. Y aunque Elia no tenía nada en contra de Michelle, dudaba en presentarle a Ryoma a alguien que acababa de conocer.

“Lo siento, pero acabo de conocer a un alquimista antes. No conozco ninguna alquimia”, dijo Elia, rechazando su solicitud.

Michelle sabía que era mejor no insistir más. Dejó de preguntar y comenzó a prepararse para su experimento. Dejó la hoja de papel en el suelo, sacó un poco de polvo rosa de su bolso, lo puso en un poco de tinta y empezó a removerlo.

“Michelle, ¿qué es eso?”

“La tinta es tinta normal. El polvo es una mezcla de cristales mágicos elementales y no elementales de fuego triturados. A diferencia de los círculos mágicos de la alquimia, los de la ciencia de los círculos mágicos no pueden tomar energía mágica por sí mismos. Tienes que poner polvo de cristal mágico en tinta y dibujar los círculos con eso”. “¿Qué lo hace diferente?”

“Todo lo que sé es que los elementos de los cristales mágicos cambian los efectos, y que la proporción de esos cristales mágicos entre sí cambia la fuerza de los efectos. Por ejemplo, enviar energía mágica a través de un círculo dibujado con tinta que contiene cristales mágicos de fuego generará fuego. La fuerza de ese fuego puede diferir dependiendo de la mezcla de tinta, por lo que el fuego se puede controlar a través del círculo mágico. Sé que el diseño de los círculos tampoco es simplemente arbitrario, tienes que dibujar crestas particulares dentro de ellos, pero no sé mucho sobre cómo funciona eso”.

“¿Qué quieres decir?”

“La cresta que usas cambia la reacción y la eficiencia del círculo mágico, pero no sé qué crestas son más eficientes. Así que todo lo que puedo hacer es probar varios círculos mágicos diferentes y ver cuáles funcionan mejor.

Eso significa que necesito una tonelada de cristales mágicos, lo que significa que necesito fondos para mi investigación. Por eso no he investigado mucho”.

“Ya veo. ¿Por qué estás haciendo esta investigación?”

“Porque parece interesante. No muchas otras personas lo están investigando, por lo que debería haber mucho por descubrir. Por eso quiero ser yo quien lo descubra y hacer algo útil con mi tiempo. Y si bien puedo ser hija de un conde, la familia Wildan ha estado formada por investigadores durante generaciones, así que mi familia lo entiende. Dicen que debería investigar todo lo que quiera investigar y me proporcionan una cantidad decente de financiación”, dijo Michelle. Le recordó a Elia a Ryoma. Luego, Michelle dibujó un círculo mágico con la tinta y dijo: “No sé exactamente qué hará esto, así que retroceda un poco”.

Elia se distanció rápidamente del círculo mágico. Una vez que estuvo lo suficientemente lejos, Michelle envió energía mágica al círculo, haciéndolo brillar en rojo. Michelle se apresuró a alejarse del círculo mágico y, cinco segundos después, salieron de él algunas pequeñas bolas de fuego. Sonaban como petardos.

“Muy interesante, ¿Hm?” Michelle dijo, escuchando a dos personas gritar. Una era Elia, pero la otra era una chica zorro que acababa de entrar al campo de entrenamiento. “Suena como que te asusté. Lo siento por eso.”

“Este es un campo de entrenamiento, los ruidos fuertes son normales aquí”, dijo la chica zorro. “Parece que estoy interrumpiendo algo. Mis disculpas.”

“Oh está bien. Eres Miyabi, ¿no es así?” “Estás en mi clase, ¿no?” Preguntó Elia.

“Me siento honrada de que las hijas del Conde Wildan y el Duque Jamil me reconozcan”, dijo Miyabi. Trató de ser algo más educada de lo habitual cuando hablaba con los nobles.

“No hay necesidad de eso; todos somos iguales aquí. ¿Vas a entrenar un poco, Miyabi?”

“En realidad, había algo que quería decirte”.

“¿A mí?”

“Sí, tengo un mensaje para ti de un conocido. Para eso estoy aquí hoy”.

Miyabi no quería que nadie escuchara que este mensaje era de un hombre y comenzara rumores, así que pasó el mes esperando la oportunidad de hablar con Elia a solas. Y Elia vino al campo de entrenamiento sola durante el último mes, pero ese día, Michelle también estaba allí. Eso hizo que Miyabi entrara un poco en pánico, pero se mantuvo lo suficientemente tranquila como para responder de manera apropiada.

“¿Un mensaje para mí?”

“Si. ¿Conoces a alguien que se llame Ryoma?”

“¿Es de Ryoma?”

Ryoma quería crear una oportunidad para que Elia y Miyabi se hicieran amigas, pero pensó que si se volvían amigas debía dejarlas a ellas. Por eso no le dijo nada a Elia sobre Miyabi. Pensó que, dado que ambos lo conocían, al menos tendrían algo en común que discutir de cualquier manera. Pero al mismo tiempo, Ryoma también quería meterse un poco con Elia sorprendiéndola.

“Parece que lo conoces”, dijo Miyabi.

“Sí, pero ¿cómo sabes de él?”

“Lo conocí a través de mi padre, y cuando le dije que iba a la academia, me pidió que te transmitiera un mensaje”.

“Ya veo.”

“¿Es esta persona Ryoma alguien que conoces, Elia?” Preguntó Michelle. “Si. Es un poco extraño, pero es un amigo mío”.

“Ciertamente es extraño; aquí no hay argumentos”, murmuró Miyabi.

“Eh”, dijo Michelle, algo curiosa por saber cómo era.

“Entonces, ¿qué quería decirme Ryoma?” Preguntó Elia.

“Que te desee suerte. Y eso es todo. Parecía que estaba preocupado por ti”.

A partir de eso, Elia tuvo una idea general de lo que estaba pensando Ryoma. No necesitaba que Miyabi le enviara ese mensaje, ya que podría haberle enviado una carta. Eso significaba que recordó cómo ella le contó sobre su falta de amigos durante su último encuentro en Gimul, y deliberadamente creó una situación en la que ella conocería a Miyabi. Elia lo tenía todo resuelto.

“Gracias por el mensaje. Miyabi, siento que podríamos haber estado destinadas a encontrarnos. ¿Te gustaría que seamos amigas?”

“¿Estás segura? ¿Estarías bien con llamarme amiga?”

“El estatus no significa nada aquí. Además, odiaría pasar todo el tiempo en la academia sola”.

“Bueno, entonces estoy feliz de ser tu amiga”.

“¿Te importa si me uno al grupo?” Preguntó Michelle. “Yo tampoco tengo muchos amigos”.

Miyabi sonrió y le dio la bienvenida a Michelle también. Poco después de darse la mano, terminó la pausa para el almuerzo. Luego regresaron a sus aulas y soportaron sus tediosas clases de la tarde. Pero tal vez disfrutarían de este día un poco más de lo habitual.

***

Después de la clase del día siguiente, los tres fueron a un rincón del patio y charlaron. Había tiempo antes de que terminara la pausa para el almuerzo, y tenían que regresar a clase después, así que querían aprovechar esa oportunidad para aprender el uno del otro. Después de una discusión, Michelle tuvo una propuesta.

“¿Les gustaría formar un grupo de práctica conmigo?” ella preguntó.

Las clases de magia y esgrima en la academia hicieron que los estudiantes formaran grupos de cinco o seis para practicar. Los estudiantes tendían a elegir socios no solo en función de la personalidad, los valores y su capacidad para cooperar, sino también en función del estado. Algunos de los nobles odiaban que los plebeyos fueran tratados como iguales. Los estudiantes se invitaban unos a otros a unirse a grupos, y aunque ni los nobles ni los plebeyos estaban obligados a formar grupos entre sí, era la mejor forma de evitar conflictos.

Pero los estudiantes que no se unían a los equipos a tiempo terminarían en grupos mixtos o en cualquier grupo que aún no tuviera suficientes miembros. En esos casos, los estados y deseos de los estudiantes no se tomaron en cuenta. La postura oficial de la academia era que todos recibían la misma educación, independientemente de su estatus. Pero era fácil imaginar que esas situaciones pudieran ser extremadamente desagradables. Todo lo que se podía hacer era rezar para que los estudiantes se llevaran bien.

Elia y Michelle no serían tratados de manera inhóspita por nadie, pero dado que se encontraban agradables entre ellos, naturalmente pensaron que sería mejor formar un equipo de inmediato. Por eso Michelle propuso la idea, y Elia y Miyabi estuvieron de acuerdo.

“Pero todavía necesitaremos otros dos o tres miembros”, dijo Elia. “Los equipos deben estar formados por cinco o seis personas”.

“Eso es cierto”, dijo Michelle. “Si no encontramos a nadie, probablemente terminemos con miembros del equipo que no pudieron encontrar ningún otro grupo”.

“No me importa quién es un noble o quién es un plebeyo, pero ¿puedes pensar en alguien que no sea demasiado retorcido, e idealmente alguien a quien no le importe el estatus?” Preguntó Miyabi.

“Puedo pensar en uno”.

“¿Quien?” Preguntó Elia.

“Riela Clifford, la hija mayor del barón Clifford”.

“¿La hija del barón Clifford? Creo que comenzaron como una familia de caballeros”, dijo Miyabi. “Pero obtuvieron un estatus noble gracias a todos sus logros. De esa familia han surgido generaciones de grandes caballeros, ¿verdad?”

“Cierto. Riela puede ser orgullosa y quisquillosa con las reglas, pero nunca menosprecia a nadie por su estatus y está feliz de reconocer el talento de nadie. Creo que trataría a cualquier estudiante por igual”. “Suena perfecta”, dijo Elia. “¿La conoces personalmente?”

“Solíamos vernos mucho. Pero eso se detuvo una vez que me ocupé de estudiar e investigar, y ella se ocupó de la capacitación”.

Así, los tres decidieron invitar a Riela Clifford a su grupo. Se dirigieron al campo de entrenamiento de manejo de la espada, y tan pronto como llegaron allí, Michelle señaló hacia un lado.

“Ahí está ella. Vamos”, dijo.

Michelle los condujo hasta una chica con el cabello recogido hacia atrás que practicaba apasionadamente movimientos de espada. Tenía un aire digno en ella. La niña era alta para su edad y tenía un rostro hermoso, por lo que destacaba mucho. Mientras una multitud de chicos miraba a Riela desde lejos, Michelle se acercó a ella. “Riela, ¿tienes un momento?” ella preguntó.

“¿Michelle? ¿Qué pasa? ¿Y quiénes son ellos?”

“Oye, ¿quién es este tipo?” preguntó uno de los chicos.

“Este tipo tiene dos chicas con él”, se quejó otro.

“¡No sólo eso, sino que ahora también va tras Clifford!” gritó un tercero.

“¿Qué tiene a su favor? Es un renacuajo”, dijo un cuarto.

“Es casi como una mujer. En realidad, su rostro también es bastante femenino. ¿Estás seguro de que es un hombre?”

“Uh, err, ejem.”

“Quizás deberíamos llevar esto a otro lugar”, sugirió Michelle, mostrando una sonrisa sardónica ante todas las miradas descorteses y los malentendidos que la rodeaban. Se llevó a Riela con ella cuando salió del campo de entrenamiento. Elia y Miyabi los siguieron a un lugar de descanso con poca gente alrededor. Se sentaron en el banco, donde Michelle le contó a Riela sus planes.

“Ya veo, entonces querías invitarme”, dijo Riela. “Gracias, me gustaría unirme a su equipo”.

“¿De verdad?” Preguntó Elia.

“¡Gracias a dios!” Michelle lloró.

Elia y Michelle estaban eufóricas, pero Miyabi no estaba satisfecha. “¿Estás seguro?” le preguntó a Riela. “Por lo que he oído, obtienes las mejores calificaciones en esgrima, y varios otros equipos ya te han invitado”.

“Sí, pero no me preocupan las personas de esos grupos. Es evidente que solo me quieren en su equipo para que puedan mejorar sus propias calificaciones, y muchos de los hombres también me miran con bastante descaro. Tampoco me importa la forma en que muchas de esas personas desprecian a los plebeyos. Los nobles arrogantes como ellos no son amigos míos”.

Llena de juventud y pasión, Riela pudo haber sido todavía una estudiante, pero tenía el espíritu de un caballero valiente. Así, Riela pasó a formar parte del grupo, y pensaron en a quién más podían preguntar.

“No puedo pensar en nadie”, dijo Riela. “No tengo muchos compañeros”.

“Bien, has estado completamente concentrado en el manejo de la espada desde siempre”, respondió Michelle.

“Y te has concentrado por completo en estudiar, ¿no es así? Habla por ti mismo.”

“Cierto. Miyabi, deberías poder ayudar con esto. Eres un aprendiz de comerciante, por lo que debes tener muchas conexiones, ¿verdad?” “Realmente no. Solo he estado aquí durante un mes, y si quieres a alguien agradable que aún no se haya unido a un grupo, eso no deja muchas opciones. Además, aquí todas somos mujeres, así que probablemente quieras que los demás miembros también sean mujeres, ¿verdad?” “Si es posible, sí”, dijo Riela. “Aunque a mí tampoco me importaría un hombre, si se abstuvieran de mirarme lascivamente”.

“Tienes una gran figura, Riela”, comentó Elia.

“Es cierto, solíamos tener aproximadamente la misma figura”, dijo Michelle. “¿Cuándo cambió eso? Y estas firmes en todos los lugares correctos”.

“¡¿Qué estás mirando?!” Riela se quejó.

“Uh, ninguna parte de ti en particular. Todo tu cuerpo, supongo”.

“¡Deja de comerme con los ojos! ¡No es mejor viniendo de una mujer!”

“Cálmate, Riela”, dijo Miyabi. “De todos modos, eso no nos deja con muchos candidatos”.

“Pero todavía conoces a alguien, ¿verdad?” Preguntó Elia.

“Sí, pero dejarían a nuestro equipo bastante desequilibrado. Puedo pensar en cuatro posibles candidatos, pero tres de ellos quieren ser magos. De los cuatro de nosotros aquí, solo Riela va a ser muy buena para el combate cuerpo a cuerpo. Si ponemos a dos de esos tres posibles magos en ese momento, tendremos una persona luchando con una espada y cinco luchando con magia”.

“Eso suena bastante desequilibrado”.

“De todos modos, no me importan mucho mis calificaciones, pero esas peleas de práctica podrían ser peligrosas”, agregó Michelle.

“Proteger a cinco personas por mi cuenta sería una carga”, dijo Riela. “Si estuviéramos rodeados, estaríamos condenados. Los profesores supervisan estas peleas de práctica, pero no debemos depender de ellos. Si es posible, me gustaría al menos un aliado más que sea capaz en el combate cuerpo a cuerpo”.

“Desafortunadamente, aunque la cuarta candidata no es del todo incapaz de luchar, se especializa en el sigilo y en poner trampas. Sería mejor como exploradora o espía”, dijo Miyabi. “Habla del diablo, ahí está ahora”. “Maldita sea, me rechazaron de nuevo”, dijo la niña sentada en un banco cercano. Tenía el pelo corto y orejas de perro, lo que le daba un aspecto valiente, pero colgaba la cabeza.

“¿Ella?” Preguntó Michelle.

“Su nombre es Kanan. Es una plebeya con dedos ágiles y se le da bien hacer pequeñas manualidades. Ella tiene la intención de convertirse en artesana, aparentemente”.

“Ya veo. ¿Qué debemos hacer?”

“Mientras sea una buena persona, no tengo quejas”, dijo Riela. “Si ella no puede luchar, intentaré ser lo suficientemente fuerte para proteger a todos”. “Estoy bien con eso también”, estuvo de acuerdo Elia.

“Entonces iré a hablar con ella”, dijo Miyabi. “Un segundo. Kanan, ¿tienes un momento?”

“¡¿Eh?!” Kanan gritó, levantando la cabeza. “Oh, ¿no eres Miyabi? ¿Necesitas algo?”

“Mi grupo de práctica está buscando miembros, así que quería preguntar si te gustaría unirte”.

“¡¿De verdad?!” Kanan inmediatamente aprovechó la oportunidad y agarró la mano de Miyabi, para su sorpresa.

“Bueno, alguien está entusiasmado. El resto del equipo también está aquí, así que tal vez puedas hablar un poco con ellas”.

“¡Gracias!”

Miyabi llevó a Kanan al resto del grupo. Los ojos de Kanan brillaron cuando se presentó en voz alta.

“¡Soy Kanan Schuzer! ¡Encantada de conocerlas!”

Al reconocer su apellido, Michelle fue la primera en responder. “Igualmente. Entonces, tengo curiosidad por algo. He oído hablar de un Schuzer”.

En el instante en que Michelle mencionó su apellido, Kanan frunció el ceño, por lo que Michelle se detuvo antes de que ella realmente hiciera su pregunta, pero Kanan sabía lo que iba a preguntar y le respondió. “Sí, soy la hija del famoso artesano de objetos mágicos. Pero no soy buena creando objetos mágicos, así que no esperes nada de mí en esa especialidad”. “¿Por qué dices eso?”

“En realidad soy un mago que se especializa en magia encantadora”.

“Ya veo. Eso lo explica.”

“Lo siento, pero ¿puedes explicarme un poco?” Preguntó Riela. Michelle y Miyabi parecían saber de qué estaba hablando Kanan, pero Riela y Elia no.

Como tal, Kanan comenzó a explicar la magia encantadora. “Se dice que hace mucho tiempo, la magia encantadora fue creada por una persona nacida con características únicas. Supuestamente, solo las personas de ese linaje pueden usar esta magia. Esa persona tiene tantos descendientes ahora que están naciendo magos encantadores en todo el mundo, pero en raras ocasiones, alguien nacerá con las mismas características únicas que el creador de la magia encantadora. Esa persona podrá especializarse en magia encantadora, pero no podrá utilizar ningún otro tipo de magia. Para encantar un objeto con un hechizo, necesitas usar tanto magia encantadora como un hechizo de otra clase de magia con la que quieras encantar el objeto, pero no puedo usar ningún hechizo que no sea magia encantadora, así que No puedo hacer objetos mágicos por mí mismo”.

“Ya veo… Lo siento, pregunté”.

“¡Está bien! ¡Necesitas saber si dejarme en el equipo, así que tuve que decírtelo de cualquier manera!” Kanan declaró resueltamente.

Las peleas en las que se involucrarían no necesariamente serían seguras, por lo que era importante saber lo que sus posibles miembros podían o no podían hacer. Pero aun así, no todos hablarían abiertamente de sus fallas sin dudarlo. Muchos eludirían la verdad, y algunos tipos sin escrúpulos estarían dispuestos a mentir abiertamente. El hecho de que Kanan lo mencionó ella misma la puso en una luz favorable con los otros cuatro.

“No tengo problemas con ella. ¿Qué piensan los demás?” “Ella está bien conmigo”, dijo Michelle.

“Me encantaría tenerla en el equipo”, dijo Elia.

“Eso lo arregla, entonces”, dijo Miyabi.

La boca de Kanan estaba boquiabierta cuando escuchó eso. “¿De verdad me dejarás unirme?” ella preguntó. “No puedo usar magia ofensiva, y soy prácticamente un novato con una espada”.

“No te preocupes por eso”, dijo Elia.

“Tus habilidades son solo una prioridad secundaria”, dijo Michelle.

“Si no puedes pelear, te protegeré”, dijo Riela.

“Así que ahí lo tienes, estás en el equipo”, dijo Miyabi. “Por supuesto, puede rechazarlo, si prefiere no unirse”.

“¡No, quiero unirme!” Kanan gritó. “¡Gracias! ¡Me rechazaron tantos equipos que no sabía lo que haría! ¡Estoy muy contenta de ser parte de tu grupo!”

Ese día, Kanan evitó la posibilidad de arruinar su vida escolar al quedarse atrapada con un mal equipo. Pero tres de ellas eran nobles, y dos de esas nobles eran la hija de un duque y un conde. Este hecho casi mata a Kanan de la conmoción cuando lo escuchó, pero esa es otra historia. Al final, todos hicieron amigos con los que podían tener una conversación informal. Quizás habría discusiones de vez en cuando, pero con amigos como estos, la mejora en sus vidas escolares era un hecho.