Kami Tachi ni Hirowareta (NL)

Volumen 5

Capitulo 4: Regresar A Gimul

Episodio 4: Herencia Negativa

Pasé por la tienda para informarles que estaba de regreso en la ciudad y me contaron lo que había sucedido mientras estaba fuera. Parecía que todo había ido tan bien como de costumbre, pero tenían dos asuntos que informarme que no estaban relacionados con el trabajo.

“Esto es de Weizen”, dijo Carme mientras me entregaba una carta.

También había dos hojas de papel enmarcadas en el escritorio de mi oficina. Me tomó un tiempo recordar qué era Weizen, pero era el nombre de la aldea de Fina, María y Jane. Estaba escrito en sus currículums, pero lo había olvidado por completo.

“Parece que fue enviado por el alcalde”, señalé.

La carta decía que habían decidido producir y vender té de cebada y que estaban agradecidos conmigo. Parecía que la aldea estaba de acuerdo con la idea y que estaban trabajando bien con la Compañía Comercial Saionji. Cada una de las familias estaba procesando sus reservas de cebada, y estaban haciendo planes con Pioro para construir una planta de procesamiento donde muchas personas pudieran trabajar a la vez, así como aumentar su producción de cebada.

Cuando Pioro recibió mi carta de presentación y una muestra del té, aparentemente fue a visitar el pueblo él mismo. Mientras estuvo allí, incluso compró el exceso de granos además de la cebada. Ciertamente sonaban felices. Para mostrar su agradecimiento, también enviaron una carta de agradecimiento especial y un certificado que indica que yo era el asesor de Weizen Barley Tea Factory. Ambas cosas ocuparon los dos marcos de fotos.

Este puesto de asesor parecía ser completamente honorario y no requería mi opinión. Tampoco me pagaban por ello, pero tenían la intención de enviarme periódicamente algunas hojas de té para que pudiera evaluar su calidad.

“Felicitaciones por el puesto de asesor”, dijo Carme.

“Gracias.”

No había hecho nada para ganarlo, pero decidí aceptar el cumplido.

“¿Y el otro mensaje?”

“Cierto. Nos hemos enterado de algunos curiosos rumores. Los habitantes de los barrios bajos han estado diciendo que los barrios marginales serán demolidos para construir un nuevo distrito y que todos serán expulsados”. “Eso no suena bien”.

Sin embargo, fue extraño. Comprendí sus preocupaciones, pero no sabía por qué pensaban que eso iba a suceder ahora. Lo mismo ocurrió con Carme, por lo que de inmediato investigó, al parecer.

“Verifiqué con el gremio de comerciantes, y parece que la oficina pública no tiene tales planes. Pero hubo un escándalo en la oficina pública antes de que empezáramos a trabajar aquí, ¿no?”

“Había. Sin embargo, han nombrado a un nuevo líder desde entonces. ¿El público no confía en él?”

“Parece de esa manera. El incidente se consideró resuelto cuando expulsaron al antiguo líder, pero es probable que no hayan recuperado la confianza que perdieron. Parece que la sospecha engendra sospechas”.

Pensé en el hombre que conocí durante el Festival de la Fundación. Se hizo cargo de la oficina pública, pero parecía que limpiar después de que el lío del viejo líder iba a ser difícil.

“¿Esto afecta nuestro negocio de alguna manera?”

“Por ahora, en absoluto. Pero escuché que la gente de los barrios marginales ha estado buscando trabajo durante los últimos días y está visitando de manera proactiva las tiendas que actualmente están contratando. No estamos contratando en este momento, pero podríamos recibir visitantes en busca de trabajo. Creo que deberíamos averiguar qué hacer si eso sucede”.

“Bueno, ¿necesitamos más empleados?”

Tenía suficiente dinero para pagar a los nuevos reclutas, pero mis empleados actuales estaban manejando la lavandería sin problemas. Incluso si quisiera abrir más tiendas en el futuro, no podría pensar en una razón para apresurarme a contratar más trabajadores de inmediato.

Por otro lado, la gente de los barrios bajos había estado ayudando con mi tienda desde que abrió por primera vez. Incluso tenía muchos conocidos de los barrios bajos. Si estaban en problemas, entonces quería ayudarlos de alguna manera.

“Creo que depende de la persona, pero durante el tiempo que he trabajado aquí, no he tenido una mala impresión de nadie de los barrios marginales”, dijo Carme.

“Al principio pensé que yo mismo sería más peligroso”.

“En la mayoría de los casos, creo que su suposición sería correcta. Una vez que una ciudad alcanza cierto tamaño, suele haber lugares en los que los guardias no se molestan en patrullar. Se podría decir que el hecho de que los barrios marginales de esta ciudad todavía tengan patrullas los hace lo más seguros posible”.

Eso fue interesante, pero nos estábamos saliendo del tema. Si tuviera que contratar a alguien nuevo, tal vez podría transportarnos ropa, pero no necesitábamos tantos trabajadores en ese puesto. Eso fue excepto en las horas más ocupadas, por lo que contratar a alguien a tiempo parcial fue una idea. Eso liberaría a otro empleado para recibir pedidos, lo que podría reducir el tiempo de espera de los clientes.

Le propuse la idea a Carme.

“¿Qué piensas?” Yo pregunté.

“Tendríamos que realizar una entrevista con la persona primero y asegurarnos de que no estén tratando de robar limos más limpios. Aparte de eso, esto no nos daría más trabajadores de los que sabemos qué hacer, así que creo que estaría bien. Si encontramos a alguien que tiene potencial, tal vez incluso algún día podrían contratarlo a tiempo completo”. “¿Puedes configurar eso, entonces?”

“Como desees. Eso es todo lo que tuve que informar hoy”.

“Gracias como siempre. Te veré de nuevo en cinco días”.

“Yo me ocuparé de la tienda mientras no estés. Por cierto, jefe, ¿qué hará el resto de hoy?”

“Bueno, necesito ir a casa y revisar la mina. Si algo empezó a vivir allí mientras yo no estaba, tendré que exterminarlo”.

“Acabas de regresar de un largo viaje, así que no olvides descansar un poco”. “Gracias.”

Con su informe terminado, Carme regresó al frente de la tienda. Seguí el consejo de Carme y me fui a casa temprano.

***

Caminaba hacia la puerta norte en el camino a través del distrito residencial cuando olí un aroma dulce y refrescante. Parecía provenir de una casa cercana. En una inspección más cercana, en realidad parecía ser un café.

Un letrero junto a la acogedora casa de madera decía que esta era la frente del gato y que estaban abiertas en ese momento. Solo entonces me di cuenta de que era alrededor del mediodía y que probablemente era una buena idea comer algo. Aunque no estaba seguro de si estaba bien entrar. El letrero decía que estaban abiertos, pero ningún cliente entraba ni salía, y las palabras en el letrero eran lo suficientemente groseras como para que las hubiera dejado un niño travieso.

“¿Qué está haciendo aquí, Sr. Takebayashi?”

“¿Hm? ¡Oh!”

Me volví en la dirección de las palabras que me habían dicho y vi a un hombre bien arreglado con una pequeña bolsa un poco gastada bajo el brazo. Era el actual jefe de la oficina pública.

“Hola”, dije.

“Sí, hola. ¿Estás comiendo aquí también?”

“Terminé deteniéndome aquí porque huele muy bien, pero no estaba seguro de si debía entrar”.

“Ya veo. Déjame adivinar, ¿es porque el lugar parece una casa? Tuve la misma impresión cuando la vi por primera vez. ¿Te gustaría entrar conmigo?”

Me invitó a almorzar con él. De todos modos tenía hambre, así que no vi ninguna razón para negarme.

“Bienvenido.”

“Tomaré lo habitual; té negro y el bocadillo del día. Además, un poco de pastel de lamon cuando termine, por favor. Esta vez estoy con un invitado, así que haz un pedido doble”. “Muy bien. Por favor tome asiento.”

Cuando entramos al edificio, había un mostrador al frente. Sentada al otro lado estaba una anciana gata. Después de que Arnold tomó su orden con indiferencia, ella desapareció en la parte trasera del café.

“Por aquí”, dijo Arnold, guiándome hacia una mesa para cuatro contra la pared al este del mostrador. Había una mesa idéntica en el lado izquierdo, pero eso era todo. Este café no tenía capacidad para más de ocho personas, por lo que pude ver.

“Este lugar es tan pequeño como parece. Además, esos tres elementos que pedí constituyen el menú completo. Aun así, todos son bastante deliciosos”.

“Interesante. ¿Vienes aquí a menudo?”

“Supongo que sí. Últimamente vengo cinco días a la semana”.

Entonces, básicamente todos los días. Más que un poco a menudo. “Los otros dos días, compro algo cerca de la oficina pública. No sé cocinar, ¿ves?”

“Comprensible. Pareces un hombre ocupado. Escuché que se está construyendo un nuevo distrito al sur de la ciudad”.

“¿Sabes sobre eso? Sin embargo, todavía está en las etapas de planificación. Solo voy a estar más ocupado más tarde”.

La expresión de su rostro cuando dijo eso me recordó a mis compañeros de trabajo en la Tierra.

“Pido disculpas si me equivoco, pero te ves muy cansado”, le dije.

“¿Fue tan obvio?”

“Quizás no, pero tuve una corazonada. No eres el primero que veo en un estado como ese”.

Arnold me miró y dejó escapar un profundo suspiro.

“Supongo que no sirve de nada esconderlo”.

Luego llegó nuestra comida, así que me comí mi sándwich mientras escuchaba su historia. Lo describió en términos suaves, pero para abreviar la historia, se podría decir que tenía un montón de problemas.

En primer lugar, la oficina pública tuvo que deshacerse de mucha gente cuando derrocó al jefe corrupto que precedió a Arnold. Eso significaba que tenían algo de escasez de trabajadores. Reclutaron personal nuevo, pero aún necesitaban algo de capacitación para hacer su trabajo correctamente. El antiguo personal que no fue despedido pudo hacer el trabajo, pero estas eran personas que permitieron que el jefe anterior abusara de su poder. Este fue un momento tan bueno como cualquier otro para dar un paso al frente, pero la mayoría de ellos no fueron demasiado proactivos.

“Eso suena duro. Seriamente.”

“¿Tiene empleados así?”

“Oh, no, estoy bastante contento con mis empleados. Pero solía tratar con gente así en el pasado”.

Me estaba acercando peligrosamente a dejar que el gato saliera de la bolsa. En cualquier caso, todavía no habíamos hablado de los barrios marginales. Quería saber la situación allí, así que cambié el tema en esa dirección.

“¿También escuchaste sobre eso? Nada en nuestros planes para la construcción de este nuevo distrito establece que expulsaremos a los habitantes de los barrios marginales, y no tenemos ninguna intención de hacerlo. Sin embargo…” Arnold frunció el ceño y tomó otro sorbo de té.

Parecía que sabía qué había causado los rumores. Lo más probable es que haya sido un problema complicado y que provocó dolor de cabeza. “Hay algunas personas sin hogar en los barrios marginales y sus viviendas improvisadas a menudo bloquean las carreteras. Algunos también viven en edificios en ruinas que claramente no cumplen con los estándares de seguridad. Les pedimos que trasladen sus pertenencias y se muden a otro lugar, o que arreglen sus casas. Todo esto está de acuerdo con la ley, y si descuidamos este asunto, no estaríamos cumpliendo con nuestro deber”.

Después de que se corrió la voz de eso, en algún momento se extrapoló a la idea de que aparentemente los estaban expulsando de la ciudad. “Revisé nuestros registros y ha habido un aumento en los accidentes resultantes de viviendas destruidas o dañadas en los últimos años, así como un aumento en los casos de muerte por congelamiento en el invierno entre las personas sin hogar. Algo se debe hacer.”

Pero incluso él no creía que pudiera esperar que los ciudadanos de estos edificios se mudaran o repararan sus casas de inmediato. Sabía que tenían poco dinero de sobra. Por eso tuvo en cuenta las respuestas de los ciudadanos. Nunca consideró sacarlos por la fuerza, y por el momento, esto era simplemente una solicitud.

En la actualidad, se creó un departamento para tratar este asunto específico, y tal vez la construcción del nuevo distrito estaba parcialmente destinada a crear nuevos puestos de trabajo para estos ciudadanos. Pero el problema de la falta de vivienda era su propia bestia separada. “En cualquier caso, solucionar estos problemas de la mejor manera posible para todos nuestros ciudadanos es nuestro trabajo y nuestro deber”.

“Respeto tu dedicación”.

Pero comencé a preguntarme si estos problemas no existían bajo el jefe anterior. Quizás él también estaba holgazaneando en esa parte del trabajo.

“Aquí está tu pastel de lamon”.

“Oh, gracias— ¡¿Qué?!”

Esperaba un par de rebanadas de pastel, pero por alguna razón, nos dieron un pastel completo. Parecía un poco demasiado para dos personas.

“Voy a quitar esos platos viejos”.

Una vez que se retiraron los platos, se dejó otro pastel de lamon en su lugar. Cada uno tiene un pastel entero. “¿Qué demonios?”

“Lo siento. Quizás pedir el doble de mi pedido habitual fue un error”.

“¿Pides un pastel entero de postre cada vez?”

“No puedo comerlo todo de una sola vez, así que tomo el resto para llevarlo durante mi descanso en el trabajo. Tiendo a querer algo dulce cuando estoy cansado”, dijo tímidamente.

Fue la primera vez que lo vi sonreír ese día, pero probablemente debería haberse preocupado por convertirse en diabético. Yo mismo le di un mordisco al pastel. La corteza era sencilla pero tibia, y el lamon agrio resaltaba el sabor de la crema. Estaba delicioso. No parecía haber una tonelada de azúcar, pero no necesitaba más de dos o tres piezas. Decidí llevarme el resto a casa.

Mientras Arnold Bernhyde comía más y más pastel, nunca lo había visto más relajado. Este era el poco tiempo que tenía lejos de su agotador trabajo, así que traté de evitar arruinar su diversión.