Slayers (NL)

Volumen 5

Capítulo 4: La Bestia De Plata Se Levanta De Nuevo

Parte 2

Nos tomó otros dos días regresar a Mane, ya que tuvimos que viajar a través de pueblos, puertos de montaña y bosques sin caminos para llegar allí. Cuando llegamos, estábamos seis días por detrás de Krotz y extremadamente malhumorados. No tardó mucho en llegar al lago que Duclis había mencionado; estaba justo al sur de Mane, y estábamos ansiosos por comenzar la fiesta.

Nos agachamos detrás de unos arbustos y celebramos una sesión de estrategia. Un edificio antiguo no estaba lejos de nuestro escondite, probablemente otro remanente de la época de Letidius. Al igual que con el primer escondite que habíamos echado de una semana más o menos, no notamos que ningún guardia patrullara el edificio. Krotz o no creía en la seguridad o nos estaba preparando.

“Creo que es bastante seguro asumir que Krotz está sufriendo por sus recientes pérdidas”, dijo Zelgadiss en voz baja.

Suspiró, mirando a través de la vida vegetal oculta en el complejo que se avecinaba.

“Por supuesto, eso podría ser una razón más para que él salte una trampa”

Gourry se encogió de hombros. “Todavía tenemos que entrar”, señaló. “Ya sea trampa o no”

De repente me sorprendió una idea brillante. Los llamé más cerca.

“¿Qué tal esto?” Susurré.

“Primero, hacemos que Gourry se cargue en una misión suicida. Si él no vuelve a salir después de un rato, asumimos que está muerto y comenzamos a arrojar a Dragon Slaves a su escondite”

“¡Está bien!” Amelia hizo un gesto de aprobación. “Me parece bien”, coincidió Zelgadiss.

Gourry suspiró.

Antes de que empieces a juzgarme, todos necesitábamos un rompe tensiones y Gourry había hecho el menor trabajo. ¡Solo estábamos bromeando! Bueno … medio bromeando.

Después de que terminamos de reírnos a costa de Gourry, me puse seria.

“No podremos usar hechizos ofensivos muy grandes en el interior”, murmuré.

“¿Entendieron?”

Ellos asintieron. Estaba a punto de continuar cuando escuché Fire Ball.

*¡FWOOOM!*

Una esfera en llamas se arqueó hacia nosotros y detonó, su penacho rojo y naranja se expandió a medida que explotaba. Por supuesto, para entonces los cuatro nos habíamos dado cuenta de lo que estaba sucediendo y hacía tiempo que nos habíamos dispersado.

Cinco figuras con túnicas rojas que fluían estaban cerca. Cuatro de ellos, basados en sus enormes estructuras, eran obviamente hombres bestia. El quinto parecía sospechosamente como …

¡No él de nuevo!

“Lamento informarle que no se tolerará su entrada aquí”, declaró Balgumon.

Amelia agitó un puño.

“Así que…” ella dijo, alto y claro.

“¡El sub-líder del culto malvado finalmente ha salido para enfrentar a la justicia!”

“No hay justicia ni maldad entre los humanos”, replicó Balgumon en breve,

“Solo debilidad y fuerza. Pero las formas de vida tan bajas como ustedes mismos, parásitos vulgares que son, son incapaces de entender eso”.

Con eso, entrecerró los ojos, barrió su túnica a un lado y cargó.

Directamente a Gourry.

Por un segundo, pensé que era una broma. Mientras el hombrecito flaco y pastoso corría hacia nuestro enorme espadachín, me pregunté si Balgumon estaba loco. ¿Qué hechicero en su sano juicio carga físicamente a alguien tres veces su peso?

De repente, algo plateado brotó de las manos de Balgumon.

“¡Ahh!”

Para mi sorpresa, el sonido vino de Gourry. Mientras observaba, Gourry se dobló por la fuerza del golpe y retrocedió unos pasos.

¡¿Qué demonios?!

Balgumon agarró dos espadas en sus manos. Mi cerebro se saltó la ridiculez durante un segundo y luego trató de procesarlo rápidamente. ¿Había golpeado a Gourry? ¿Con espadas dobles? La habilidad de espada de Gourry era prácticamente la mejor que había visto, y Balgumon no parecía lo suficientemente fuerte como para levantar dos espadas, y mucho menos para empuñarlas.

Siempre había asumido, considerando los delgados brazos de Balgumon y el ropero que usaba como túnica, que el tipo era un hechicero. Pero Balgumon era un espadachín.

“¡Sé del fracaso de Duclis!”, Gritó, golpeando sus cuchillas de un lado a otro.

“Sé que fue él quien te informó de nuestra ubicación.

¡También sé que portas una de las espadas más problemáticas!” Balgumon golpeó, giró y presionó a Gourry, con sus túnicas girando a su alrededor mientras se movía.

“Sin embargo”, se burló,

“Si no te doy la oportunidad de sacar tu espada, ¡no correré ningún peligro!”

Balgumon daba miedo. Se movió tan rápido que las cuchillas en sus manos se convirtieron en movimientos borrosos; Apenas podía seguirle la pista mientras él y Gourry saltaban de un lugar a otro. No me malinterpretes; Gourry siguió el ritmo de los movimientos rápidos de su oponente, pero Balgumon se mantuvo justo en la cara de Gourry y se negó a darle la distancia que necesitaba para invocar la Espada de Luz.

Me hubiera gustado echarle una mano a Gourry, pero Amelia, Zelgadiss y yo estábamos un poco preocupados; los cuatro hombres bestias nos habían atacado como moscas.

Incluso si no hubiera estado ocupada con mi propia pelea, todavía habría muy poco que pudiera hacer por Gourry. Mi habilidad con una espada no era lo suficientemente buena como para enfrentar a Balgumon, y la lucha era demasiado estrecha para que pudiera lanzar un hechizo y no matarlos a los dos.

A menos que pueda crear una distracción …

“¡Amelia!” Grité mientras paraba la espada de un hombre bestia entrante con mi espada corta.

“Zel! Cómprame algo de tiempo, ¡voy a volar su escondite con un Dragón Slave!”

Al oír eso, Balgumon se detuvo con un chirrido.

¡¿Q-qué?”, Balbuceó.

La pausa momentánea fue suficiente para que Gourry diera un salto gigante hacia atrás y finalmente consiguiera algo de espacio. Pero antes de que pudieran continuar su batalla, fueron interrumpidos.

*¡KA-BOOOOOM!*

No había duda de ello. Era el sonido de una explosión, muy grande, desde dentro del recinto del culto. Y ni siquiera hice nada, me maravillé.

Balgumon parecía visiblemente sorprendido. “¡¿Qué ?!”, Exclamó.

“¡¿Qué significa esto?!”

Balgumon se alejó apresuradamente de Gourry y examinó nuestro grupo. No le tomó mucho tiempo darse cuenta de que uno de nosotros estaba notablemente ausente.

“¡¿Dónde está él?!” Gritó. “¿Dónde está ese sacerdote?”

Xelloss. Si la explosión fue realmente suya, entonces tuvo una excelente sincronización.

Balgumon nos fulminó con la mirada. “¡Así que ese era tu plan, tú …!”

Estaba demasiado ocupado corriendo hacia su escondite para terminar cualquier insulto que tuviera en mente. Los hombres bestia lo vieron irse, se miraron confundidos, y luego se escabulleron detrás de él.

“¿Balgumon-sama?” Escuché a uno de ellos chillar cuando desaparecieron en el edificio.

Habíamos atrapado un golpe de suerte, parecía. Y Zelgadiss quería aprovecharla al máximo.

“¡Vamos!”, Gritó.

A su señal, seguimos a Balgumon y los cuatro hombres bestia al escondite.

* * *

“Maldición,” murmuró Zelgadiss en voz baja. Con su pie, rodó con cuidado sobre el cadáver del hombre bestia que yacía justo dentro de la entrada del edificio.

El hombre bestia probablemente había estado en guardia. No podía haber sido muy guapo con vida, pero su muerte casi parecía una broma cruel sobre su apariencia: le habían volado la cabeza y se habían manchado partes del mismo en el suelo y se habían salpicado contra las paredes.

Sabía que los hechizos mágicos no funcionaban en los hombres bestia de Krotz, por lo que quienquiera que hubiera matado al tipo tenía un conjunto especial de poderes en su haber. Si era Xelloss, entonces desearía saber cuál era su secreto.

Amelia obviamente se preguntaba lo mismo. “¿Cuál es su técnica?” Murmuró ella.

“No lo sé”. Zelgadiss frunció el ceño. “Nunca lo he visto de primera mano”

Personalmente, solo había visto las habilidades de Xelloss en dos ocasiones; Blast Bomb cuando nos conocimos por primera vez y el vendaval gigante en la aldea. ¿Cómo diablos hizo eso?

“De todos modos”, sugerí, sacudiendo la cabeza, “Vamos. Estamos perdiendo el tiempo aquí”

Nos detuvimos en una pequeña habitación con una sola salida; una pequeña puerta directamente enfrente de la entrada. La puerta estaba abierta, por lo que podíamos ver el largo corredor con pendiente descendente más allá. Desde el punto de vista de las cosas, el lugar era una estructura subterránea bastante grande y elaborada.

El pasillo era cálido, sus paredes calientes al tacto y en gran parte chamuscadas. A medida que avanzábamos por el corredor, nuestros sentidos esforzándose por cualquier señal de una trampa, oímos un ruido continuo de pasos y el ruido ocasional de explosiones desde lo más profundo. Cada habitación a lo largo del corredor carecía de una puerta completa e irradiaba calor y humo, como si acabara de incendiarse. Obviamente seguimos a un destructor de hechizos muy destructivo, uno que fue un poco exagerado con las bolas de fuego.

“Maldito sea”, gruñó Zelgadiss cuando nos dimos cuenta de la carnicería.

“¿En qué demonios está pensando?”

Xelloss obviamente había querido causar tanta confusión y alarma entre las fuerzas de Krotz como fuera posible. Me pareció que estaba siendo muy estúpido al respecto, considerando que estábamos buscando un manuscrito antiguo y probablemente altamente inflamable.

*¡BOOOOOM!*

Otra explosión más, esta vez mucho más cerca

¡Nos estamos poniendo al día!

“¡De esta manera!” Llamé a los demás, entrando en una carrera por el pasaje.

Una figura solitaria, recortada contra las luces parpadeantes de las paredes, se cruzó de repente en nuestro camino.

Balgumon.

Los cuatro nos detuvimos y nos preparamos para pelear, o, más probablemente, comenzar una pelea y luego ser interrumpidos en medio de ella, pero él apenas se detuvo para reconocernos.

“Maldición” siseó antes de alejarse corriendo por un corredor lateral cercano.

Obviamente, había algo en su mente que tenía prioridad sobre tratar con nosotros.

¿Algo más importante que tratar con nosotros? Eso sonaba justo donde queríamos estar.

“¡A él!” Grité, y todos perseguimos al hombre.

Llegó a una puerta delante de nosotros, se metió dentro y logró cerrarla antes de que pudiéramos llegar allí.

“No se abre”, gruñó Gourry mientras probaba el botón.

“Está cerrada”

¡Gracias, Gourry!

“Fuera del camino”, ordenó Amelia. Cuando ella comenzó a recitar un hechizo.

Gourry, Zelgadiss y yo rápidamente dejamos lo que pronto se convertiría en un radio de explosión.

“¡Dam Brass!”

*¡CR-RACK!*

El hechizo de Amelia no solo destruyó la puerta, sino que también destruyó el marco y una gran parte de la pared que la rodeaba. Echamos un vistazo a través de nuestro agujero recién creado y en lo que parecía una pequeña capilla.

El interior de la capilla parecía haber sido recientemente modificado. Las estatuas de antiguos dioses en pedestales habían sido arrancadas, y en un pequeño altar en el centro de la habitación había una estatua de Ruby Eye Shabranigdu. Sin embargo, no era una estatua particularmente precisa; El real era más feo.

En el extremo opuesto de la capilla había otra puerta. Ahí es donde vimos a Balgumon, jugando con su cerradura.

“Así que aquí es donde escondes el manuscrito”, gruñí.

Los cuatro nos dirigimos hacia él, tratando de parecer lo más amenazantes posible.

La cerradura bajo las manos de Balgumon se abrió. Se giró hacia nosotros, con una sonrisa triunfante en sus delgados labios, y abrió la puerta.

Una forma de sombra bloqueaba su ruta de escape. La expresión de Balgumon pasó de estar confiada a aterrorizada en un instante.

“¡Tú!”, Gritó.

En cuanto a las últimas palabras, la suya era bastante poco impresionante.

*¡Splonk!*

Con un sonido como un tomate maduro explotando violentamente, la cabeza de Balgumon se desprendió de su cuerpo. El misil gris voló una distancia sorprendente a través de la habitación, salpicando la estatua del Señor Demonio con un rojo apropiadamente espantoso.

El cuerpo de Balgumon se mantuvo en equilibrio sobre sus piernas durante varios segundos, luego se colapsó.

Xelloss salió por la puerta. Agarró una sola hoja de papel amarillento en su mano.

“Uhm”, murmuró mientras pasaba por encima del cadáver sin cabeza y entraba en la habitación.

Estudió la página por un tiempo, ignorando todo lo demás, y finalmente levantó la vista.

“Una página del manuscrito”, dijo con un asentimiento satisfecho.

“No hay duda al respecto. Déjame agradecerte por la diversión que me brindaste; Me resultó bastante útil mientras buscaba esto”

Fue entonces cuando me di cuenta de su estrategia detrás de disparar el lugar a la izquierda y la derecha. Xelloss sabía que cualquier ataque contra el enemigo era un ataque al manuscrito, por lo que, si el enemigo se sentía amenazado, su primera prioridad sería protegerlo, lo que también significaría llevar a cualquier observador. Aun así, había sido una apuesta peligrosa; pudo haber incendiado fácilmente el manuscrito por accidente durante su primer ataque.

Zelgadiss, por primera vez desde que lo conocí, en realidad pareció perder el valor.

“¿Podrías … por favor entregar eso?”, Preguntó en voz baja.

Xelloss negó con la cabeza.

“No puedo hacer eso”, respondió.

“Incluso esta pieza incompleta es demasiado importante”

Nadie se atrevió a dar un paso hacia Xelloss. No teníamos idea de qué método había usado para matar a Balgumon, pero cualquier cosa que hubiera hecho había terminado de forma brusca y espantosa. Ninguno de nosotros tenía la intención de conocer su secreto de primera mano.

Xelloss pareció notar la expresión de preocupación en mi cara, porque se inclinó hacia mí.

“Ah, Lina-san”, dijo con suavidad, pero siniestramente.

“Pareces muy preocupada. Te estás preguntando cómo pretendo usar esto, ¿no es así?”

Bueno, ya que lo mencionaste …

Mi estómago se revolvió, lentamente asentí. Xelloss arrugó la pieza del manuscrito en su mano.

“Esto”, dijo simplemente, y el pergamino estalló en llamas.

Mi boca se abrió, pero todo lo que esperaba decir murió en mi garganta. Todos vimos, arrebatados, como el invaluable manuscrito se convirtió en un montón de cenizas sin valor ante nuestros ojos.

Ahí fue cuando se me ocurrió. El rumor de alguien quemando una copia del manuscrito en el Reino de Dils.

“¡T-Tú!” Zelgadiss gritó.

La expresión serena de Xelloss se mantuvo sin cambios.

“La desgracia le sucede a aquellos que usan tecnología que no entienden”

Luego se giró casualmente y desapareció por la puerta.

Zelgadiss todavía estaba en estado de shock.

“¡P-por qué…!”, Tartamudeó, demasiado mortificado para formar un pensamiento coherente.

“¡No puedo creer que él …!”

Zelgadiss hizo un movimiento repentino para perseguir a Xelloss, pero luego se quedó inmóvil.

Escuchamos a alguien que se acercaba a la puerta por la que Xelloss acababa de pasar. Antes de que pudiéramos siquiera pensar en un escape, aparecieron Krotz y dos hombres bestia, los tres envueltos en su siniestro rojo.

Cuando Krotz pasó por la puerta, su mirada cayó sobre el cadáver a sus pies.

“¡Ba …!”, Gritó con voz ahogada. Cayó de rodillas y tocó a la figura sin cabeza y vestida de rojo.

“¡Balgumon!”

No fue difícil darse cuenta de que el cadáver era Balgumon, incluso sin la cabeza. Las túnicas rojas, las marcas en él y el cuerpo demacrado lo delataron.

Krotz se arrodilló allí por un momento, sus labios se separaron en shock, luego lanzaron sus ojos afligidos hacia arriba para fulminarnos con las dagas.

“¡Fuiste tú!”, Exclamó, señalando de manera muy grosera.

“¡Le hiciste esto a Balgumon!” Negué con la cabeza. “Supéralo, Krotch”, le espeté.

“No fuimos nosotros. El tipo que acabas de ver salir por esa puerta” se lo señalé a él.

“Él fue quien lo hizo”

Pero Krotz mantuvo su odiosa mirada fija en mí, sin estar convencido, mientras se ponía de pie.

“Una mentira abominable,” siseó.

“No vimos a nadie salir por aquí”

¿Por qué no estoy sorprendida?

“¿Qué ha pasado con el manuscrito?”, Exigió.

Me encogí de hombros en respuesta. ¿Qué se suponía que debía decirle? ¿Que el pergamino se volvió tostado por el mismo tipo que no vio?

“Muy bien”, dijo Krotz lentamente. “¡Vileus! ¡Rudia!

Los    hombres    bestia    que    lo    flanqueaban   se adelantaron al unísono militar.

“¡Señor!”

“¡Ve a despertar a Grouj!”

Los hombres bestia se quedaron sin aliento y se miraron con rostros de horror.

“¡K-Krotz-sama!”, Gritó el llamado Vileus, temblando. “¡No debemos!”

“Eso ya no es Grouj”, se quejó Rudia. “Si no tenemos cuidado …”

Era inquietante ver a dos hombres bestias enormes y temibles, tan aterrorizados de hacer lo que parecía un simple recado. Pensé que el personaje de Grouj tenía que ser un tipo aterrador.

Krotz se apartó de los hombres bestia y comenzó a escanearnos con su mirada fulminante. Luego nos señaló y volvió a dirigirse a ellos.

“¡Bien, estúpidos lloriqueando! ¡Mantenlos fuera de aquí, y despertaré a Grouj con mis propias manos!” Él salió pisando fuerte por la puerta y desapareció.

“¡Krotz-sama!” Rogó Vileus.

Los dos hombres bestia lo miraron fijamente con expresiones completamente aturdidas. Después de un momento, ambos se dirigieron a la puerta.

“¡Esperen, ustedes dos!” Grité.

Era mi oportunidad de obtener toda la primicia, así que me puse en cuclillas y traté de sonar tan fuerte como pude.

“¿Qué diablos está pasando aquí?” “¡Silencio!” Rudia espetó, mirándome. “No tienes derecho a hablar—”

Vileus lo calló con una mano levantada. “Tú”, dijo, mirando hacia nosotros.

“Ustedes son los que mataron a Duclis, ¿no es así?”

Gourry asintió.

“¿El chico tigre?” Preguntó. “Sí, fuimos nosotros”

Vileus consideró el hecho por un momento y luego dijo:

“Ven por aquí”

¡Genial!

La mandíbula de Rudia cayó. “¡Vileus!”