Slayers (NL)

Volumen 5

Capítulo 1: Problemas Con El Seguimiento De Un Culto

Parte 1

 

 

Slayers Volumen 4 Capítulo 5 Parte 1 Novela Ligera

 

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El aluvión de clichés cayó sobre nosotros como mierda de mono.

“Entreguen el dinero si valoran sus vidas”, gruñó el bandido enmascarado.

Uno de los otros pícaros, que probablemente se dieron cuenta de que no estábamos tomando muy en serio a su pandilla, nos lanzó su larga espada. Pero eso solo lo hacía lucir más relajado.

Alguien está obviamente compensando en exceso.

Creo que los tres, Gourry, Amelia y yo, bostezamos simultáneamente.


“¡¿Q-qué ?!” gruñó el primer bandido.

“¿Qué hay con esa actitud?! ¡No te pases de inteligente!”

¿Por qué necesitaría inteligencia alrededor de un montón de babosos?

“No es ser inteligente”, le dije en tono sombrío.

“Es solo resignación.” Suspiré, echando un vistazo al camino de tierra debajo de mis pies.

“Hombre”, gruñí,

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“Pensé que ya nadie usaba estas carreteras secundarias. Pero no, tenemos una pandilla de bandidos idiotas tras otra. No puedo tener paz, ¿verdad?”

Decidí ser molesta y enojar al tipo.

“Todos estaríamos mejor si los bandidos callejeros hicieran crecer algunas bolas e hicieran su negocio en la carretera principal donde está la verdadera acción. Ya sabes, como verdaderos ladrones de carreteras. Pero tal vez eres demasiado gallina para morir como un hombre de verdad”

Los bandidos nos miraron boquiabiertos, probablemente demasiado aturdidos para creer lo que oyeron. Estirando mis brazos, continué.

“Desde que comenzamos en este camino, eres el … No sé, ¿el tercer grupo de bandidos que nos retrasa hoy? Entiendes por qué pierdo la pista de estas cosas”

“¡O-Oye, oye, Oye!” Protestó el bandido.

“Espera un segundo. No vas a tratar de decir ‘Los bandidos por el camino lo tomaron todo, así que no tenemos nada que darte, ¿verdad?’

Rodé mis ojos. Este tipo simplemente no lo entiende, ¿verdad?

“Es molesto tener que golpear a idiotas como tú todo el día”, le espeté.

“Dame un descanso, ¿de acuerdo?” “¿Idiotas?” Dijo Gourry a mi lado.

“No sé. El último grupo de muchachos me pareció bastante astuto”

Ah, Gourry, uno de mis compañeros de viaje, el alivio cómico un poco desorientado. Es el típico héroe alto, rubio y guapo. ¿Y mencioné que él es un espadachín ultra talentoso? Tal vez el mejor que he visto. Desafortunadamente, él también tiene el cerebro de un cangrejo.

“¡Cállate!” Gruñí por la comisura de mi boca.

“¡No eran más que basura! Y estoy ocupada aquí”

Atormentar bandidos. Es uno de mis pasatiempos favoritos.

Te puedo dar una gran pista, por ejemplo: Emboscar a un gran grupo de estafadores y golpearlos como basura, luego, cuando estén muertos y haya limpiado el polvo de la ropa, los clasifico. Robo el botín y tomo lo que quiero. Saqueo a los malvados

saqueadores; no hay ningún daño en eso ¿Y qué pasa si soy un poco codiciosa? Es mi placer culpable. Mi ansia por los tesoros es lo que me levanta por la mañana.

No solo eso, sino que este pequeño hobby me permite… A mi…A la hermosa y talentosa hechicera Genio Lina Inverse, mantener mis habilidades de combate y magia en plena forma. Una hechicera guerrera promedio atacada por bandidos durante diez días seguidos sin duda habría estado en un viaje de ida a la otra vida, pero para mí, esto ha servido como un ejercicio decente. Tal vez los bandidos siempre recurren a líneas cursis y apestan, pero enfrentarse a ellas puede ser algo interesante debido a su uso inteligente del terreno circundante.

Sin embargo, todos ellos tuvieron el mismo efecto en mí: Aburrimiento total. Así que esperé a ver qué tipo de giro de nuestro nuevo grupo de tontos pondría en un viejo acto cansado.

“Está bien”, le dije.

“Así que   ustedes   tienen   que   tener   un   botín,

¿verdad? Ya sabes, para que esto valga la pena” “¡P-Podemos hacerlo!” Tartamudeó el bandido.

“¡Tienes algo de nervios considerando que estás a nuestra merced, niñita!”

¿Niñita? ¿Y desde cuándo estoy a merced de alguien?

“¡Bien!” Rugió el bandido.

“Así que quieres pelear, ¿verdad?”

“Demonios” gemí, realmente aburrida. Me quité el manto y lo dejé caer con un ruido sordo; Vi a Gourry extender su mano hacia la empuñadura de su espada.

“Oye”, murmuró otro de los bandidos enmascarados, casi como una ocurrencia tardía.

“¿Qué demonios es eso?”

“¿Qué es qué?” Preguntó el primer bandido. Su amigo señaló la silueta de mi otra compañera, Amelia, que ahora estaba en un árbol cercano.

“Eso parece … alguien parado en un árbol”, comentó el primer bandido, sonando sorprendido y confundido.

“Gracias capitán obvio”

“¿Quién está allí arriba?” Espetó el bandido. “Sólo dale un segundo”, le respondí en breve. “Y no hemos terminado con esta conversación”

“Uh … si tú lo dices,” respondió el bandido lentamente.

“De todos modos, ¡Digo que abandonamos la pequeña charla y resolvemos las cosas por la fuerza!”

Estaba a punto de hacer un movimiento cuando Amelia salió de los árboles.

“¡Han ido muy lejos,  villanos!”  Rugió  ella, su  voz resonando como la Voz de la Perdición.

“¡¿Qué ?!” Gritó el primer bandido. “¡¿Dónde?!” gritó otro.

Los bandidos se agruparon en un grupo, lanzando miradas de pánico por todo el lugar.

Era el tipo de estupidez que leías en los libros de cuentos. Uno de ellos gritó y señaló el árbol que su intrépido líder había mencionado treinta segundos antes, y la mayoría de ellos, incluido el líder, se sorprendieron.

Esto da tristeza.

En el árbol, por supuesto, estaba Amelia, dio un paso hacia la luz del sol y ya no está oculta por las sombras de las hojas. Estaba orgullosa de su rama como una deidad todopoderosa a punto de llover un fuego infernal sobre el resto de nosotros.

Al final resultó que, Amelia estaba a punto de llover algo mucho peor: Un discurso.

“Dondequiera que haya muerte, hay vida”, anunció Amelia.

“Dondequiera   que    haya    oscuridad,    hay    luz.

¡Dondequiera que haya mal, hay justicia! ¡Has perdido el camino y has entregado tu alma a la oscuridad que es la inmoralidad!”

Entonces, como la reina del drama que es, levantó el brazo y señaló a los bandidos con un dedo condenador.

“¡Como verdugo del cielo, impondré tu castigo bajo el sol abrasador! ¡No importa qué excusas ofrezcas, debes saber que ya no puedes escapar de tu destino!”

En términos más simples, Amelia dijo:

“Soy la justicia y es demasiado tarde para decir que lo sientes”

“¡Vamos!” Ordenó Amelia. “¡Yaa!”

Con eso, ella saltó de la rama hacia el suelo debajo. Muy por debajo.

*CRACK*

Me estremecí

“¡Oye!” Gritó Gourry, con los ojos abiertos cuando se arrodilló para asegurarse de que Amelia no fuera eliminada.

“¿Estás bien?”

Amelia escupió una ramita y tosió.

“¡No hay que preocuparse!”, Gritó mientras se ponía de pie. Algo estaba muy mal.

“¿Amelia?” Pregunté.

“Tú…uh…todo el cuello está torcido. ¿Estás bien?”

“¡Estoy bien!”, Declaró Amelia con un gesto despectivo de su mano.

“¡Tomará más que una caída miserable para romper mi espíritu!”

… ¿Pero fue suficiente romperle el cuello?

Uno de los bandidos enmascarados pareció entrar en razón.

“Creo…”, murmuró,

“No deberíamos meternos con estas personas”

Demasiado tarde para eso, amigo, pensé. Nadie sale de una pelea después de haber iniciado Amelia.

“¡Prepárense, sirvientes del mal!” Gritó Amelia antes de comenzar a recitar un hechizo.

Para hacer el cuento corto aún más corto, el telón final cayó sobre esa batalla no antes de lo que había comenzado. No para tocar nuestros propios cuernos, pero nuestros hechizos mágicos y ofensivos fueron más que suficientes para cuidar de una pandilla de bandidos.

“Uhm … Oye”, murmuró Gourry después del frenesí muy rápido.

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Se quedó solo, abatido, empujando ociosamente su espada en la tierra detrás de Amelia y yo. Amelia estaba demasiado ocupada golpeando su Pose Heroica para darse cuenta, así que fui yo quien se giró.

“La próxima vez que tengamos la oportunidad de patearle el trasero de un bandido”

Preguntó Gourry, “¿Podrías dejarme uno a mí?” Rápida y firmemente, respondí:

“No”

Amelia y yo no estábamos dispuestas a esperar a que Gourry se encontrara con la situación. Al chico le lleva el tiempo suficiente para atarse los zapatos por la mañana. Además, quería interrogar a esos lamentables bandidos sobre el paradero de su botín.

Agarré al ladrón más cercano por el cuello y le arranqué la máscara. El hombre bajo el disfraz parecía muy desagradable. Él no era feo como un típico sinvergüenza de nariz de verruga, pero no nos dejemos llevar, tampoco era guapo. Él era muy normal.

“¡Oye!” Grité tan amenazadoramente como pude.

“¡Despierta!” Lo sacudí por el cuello un montón de veces hasta que sus ojos se abrieron.

“¿Uh … mmm?” Gimió, seguido de “¡Yaaaagh!”

Podía decir que no quería nada más que correr en la dirección opuesta hasta que su cuerpo se rindiera.

¿Ves lo que pasa cuando te metes con Lina, niños? “¡E-Espera!” Tartamudeó.

“¡Por favor! ¡No quiero morir!”

Maldije tan diabólicamente como pude.

“Tu tesoro a cambio de tu vida, tal vez”

Eran las mismas palabras que él y su lamentable amigo solían robar dinero de víctimas inocentes.

¿Qué te parece, escoria?

“Eso está fuera de lugar”, se quejó el bandido. “¡¿Cómo puedes ser tan cruel?!”

Eso sonaba particularmente divertido viniendo de un bandido.

“¿De dónde saliste cuestionando nuestra moral?”, Le pregunté.

“¡Ni siquiera vayas allí! ¡Y dime dónde escondes el alijo!”

“Lo siento.” La voz vino de algún lugar detrás de nosotros.


“¿Te importaría dejar ir a ese caballero?”

“¿¡Qué…?” Amelia dijo mientras girábamos sobre nuestros talones.

A la sombra de un árbol, una mujer nos miraba tranquilamente.

El bandido que estaba interrogando de repente gritó

“¡M-Mazenda-sama!”

Ella tenía alrededor de veinte años y usaba ropa blanca y suave que acentuaba su piel clara. Su largo cabello y sus labios eran rojos brillantes y hermosos.

Era el tipo de mujer que los amantes de los enamorados podían llamar una [Belleza sin igual]. La imagen de ella en una montaña blanca como la nieve, bebiendo un delicioso sorbete, cruzó mi mente.

“No quería que nadie saliera herido” “Eh,”, el bandido balbuceaba. “Bay…Nos puso a ello y …”

“No estaba hablando contigo”, interrumpió Mazenda.

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Después de cortar las palabras del hombre con tanta facilidad y ordenamiento, continuó dirigiéndose a nosotros:

“Por inútiles que puedan parecer, están a mi servicio. ¿Puedes verlo en tu corazón para dejarlos ir?”

Ella tiene que estar bromeando, ¿verdad?

“¿Realmente esperas que estemos de acuerdo con eso?” Pregunté, levantando una ceja.

Mazenda negó con la cabeza ante mi pregunta, con una sonrisa irónica en sus labios.

“No”, dijo ella simplemente, sin inmutarse.

“Hmm … entonces, ¿qué haremos al respecto? Estoy cansada de los trámites. Vamos a resolver esto con menos distracciones”

Mientras hablaba, dio un paso decisivo hacia adelante.

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Fue suficiente para poner a Amelia, Gourry y a mí en guardia. Amelia saltó hacia atrás, mientras Gourry preparaba su mano sobre la empuñadura de su espada. En cuanto a mí, solté al bandido que estaba interrogando y comencé a recitar un hechizo.

Las copas de los árboles de repente se estremecieron violentamente. Un instante después, las hojas cayeron sobre nosotros, llenando el aire y casi completamente ocultando nuestra visión.

Todo lo que pude decir fue “¡¿Ugh ?!”

Sentí una presencia en algún lugar por encima de nosotros y miré hacia arriba. Mazenda flotaba en lo alto, esa misma sonrisa irónica se fijó en sus labios. Sostenía una piedra en una de sus manos.

¿Ella iba a empezar a tirarnos piedras? Me pregunté si ella estaba lanzando algún tipo de magia protectora. Ella arrojó la piedra, no a mí, sino al suelo cerca de mí.

Inmediatamente retrocedí, saltando hacia los lados. Pronto descubrí que era una mala idea.

¡MIERDA!

Una débil carga de rayos me golpeó. Por un momento, una sensación de hormigueo entumecida recorrió mis extremidades.

El efecto no duró mucho, al menos. Regresé rápidamente a mis sentidos, pero todavía no podía entender qué truco intentaba esa mujer. Rápidamente recite un hechizo.

“Elmekia Lance!” Grité y lo solté en su dirección …

… O no lo hizo, en realidad.

Mi cabeza quedó completamente en blanco. Era como si una luz hubiera sido apagada de repente, y todos esos destellos de pensamientos sobrecargados en mi cerebro se desvanecieron repentinamente.

“Pareces ser la de este pequeño grupo”, se burló Mazenda, su voz sonando desde algún lugar detrás de la gruesa cortina de hojas que danzaban salvajemente.

“Entonces, como estoy aburrida, he decidido convertirte en mi nueva compañera de juegos. Si me derrotas, serás restaurada. Ven al pueblo de Mane si estás interesada”

Otra ráfaga de hojas cayó desde arriba, el ruido de su furioso susurro envolvió el bosque. Entonces, justo así, fue tan tranquilo y pacífico como antes.

Amelia, Gourry y yo nos quedamos estupefactos. No tenía idea de cómo, pero la pandilla de bandidos derrotada había desaparecido con Mazenda, era como si nunca nos hubiéramos encontrado con ellos en primer lugar.

“¡Argh!” Espeté, agarrando mis sienes.

Se sentía como si una nuez golpeara dentro de mi cerebro. ¿Qué demonios me había hecho esa mujer?

“Se han ido”, Amelia respiró con incredulidad. “¿Lina?” Dijo Gourry, envainando su espada.

“¿Estás bien?” Mientras caminaba hacia mí, algo apenas le enganchó el pie.

“¿Qué es esto?”, Preguntó, bajando los ojos al suelo. Una larga y roja aguja sobresalía del camino de tierra, esbelta y destellaba a la luz del sol. Gourry se agachó y la soltó; En el instante en que lo hizo, la aguja perdió su rigidez y colgó en sus dedos como una cuerda.

“Es un pelo”, declaró Amelia con su voz dominante, que en realidad no era necesaria.

“Probablemente es de esa mujer Mazenda”

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Unas pocas miradas rápidas fueron todo lo que necesitó para detectar cuatro agujas más plantadas en la tierra a mi alrededor. Junto con el que Gourry había encontrado, sumaban cinco … Creo un pentagrama conmigo en su centro.

Uhm…Maldición.

El gran despliegue de hojas enojadas de Mazenda solo había sido una finta. En el momento en que había dejado de centrarme, ella había creado un campo protector a mi alrededor usando su propio cabello como sus cinco puntos.

Pero algo más me molestó, algo potencialmente peor. Necesitaba probar mi teoría de inmediato.

“¿Qué pasa, Lina?” Preguntó Gourry, probablemente preocupado por el retorcido ceño fruncido en mi cara.

Nunca me molesté en responder a su pregunta. Comencé a lanzar un hechizo.


“¡Lighting!”

Y sí, niños y niñas, lo peor ha sucedió en ese momento.

Nada.

“¡Lina-san!” Exclamó Amelia.

“¿Qué está pasando?” Su rostro se puso blanco en un abrir y cerrar de ojos.

Gourry, sin embargo, todavía no se había dado cuenta.

“¿Ahora está molesta Amelia?”, Notó como el brillante detective que era.

“¡¿Qué diablos está pasando aquí ?!”

Con Gourry, vas a la mitad de la velocidad, si eso.

El vacío en mi cabeza confirmó la verdad. Me giré hacia Gourry, apretando los dientes con tanta fuerza que prácticamente hice chispas.

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“Gourry”, dije muy, muy lentamente, casi tanto como para convencerlo.

“Ya … no puedo … lanzar … hechizos”

¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaahl

 

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