Fushi no Kami (NL)

Volumen 1

Capítulo 4: El Papel Es Más Poderoso Que La Bestia

Parte 5

O eso había pensado yo. Ahora sentí que era nuestro deber levantarnos de las cenizas y sembrar semillas entre ellos. No sabía si esta era la manera correcta de llorar a los muertos, pero como alguien que eventualmente se iba a unir a ellos, hubiera querido que algo surgiera de mis cenizas.

Me había llevado diez años enteros obtener una perspectiva tan positiva. Qué negligente y cobarde había sido.

Anuncié mi partida a los que se habían convertido en cenizas en mi lugar. “Dejaré el pueblo este invierno, así que este es un adiós”.

No sabía cómo iba a terminar mi viaje. Y no estaba seguro de si sus muertes habían sido en vano. Aun así, sentí una sensación de responsabilidad.

“De ahora en adelante, haré todo lo que esté a mi alcance para cambiar este mundo”.

En ese momento, había sembrado las semillas entre sus cenizas. Aunque no sabía si se convertirían en flores, trigo o árboles, estaba seguro de que algo iba a surgir de las cenizas.

“Es hora de que me vaya ahora”.

Esta fue la última vez que iba a arder entre las cenizas. Estaba listo para enfrentar lo inesperado en la ciudad e iluminar mi sueño en un magnífico fuego.

Perspectiva de Yuika

El mantenimiento del cementerio era una parte importante de las funciones del jefe de la aldea. Los rituales, por supuesto, aún los realizaba el sacerdote, pero como persona a cargo, era mi máxima responsabilidad presentar mis respetos a quienes habían apoyado a esta aldea.

Habría mentido si hubiera dicho que era una tarea fácil. Especialmente inmediatamente después de que alguien había muerto, mi corazón se sentía pesado. Sentí como si las cenizas recién agregadas estuvieran presionando mi cuerpo y mi alma.

Sin embargo, este año, el peso fue más ligero que nunca. Y supe por qué. Todo gracias a ese chico que pensé que era un poco extraño, y que resultó ser extraordinariamente extraño, de hecho. Durante el año pasado, Ash había logrado reducir drásticamente nuestro número de muertos a un punto en el que nadie había muerto el invierno pasado.

Mientras me dirigía hacia el cementerio con un paso ligero, inesperadamente encontré a otro visitante. Y casualmente, era la persona en la que acababa de pensar. Ash estaba rezando frente a una lápida que ni siquiera pertenecía a su familia. Esto me recordó el día en que visité el mismo cementerio en el otoño de hace dos años.

Dirigiéndome hacia el cementerio, mi cuerpo se había sentido más pesado de lo habitual. La negatividad que me encadenaba los pies y las piernas no solo provenía del clima extraordinariamente frío, considerando que todavía era el comienzo del otoño. Hace solo unos días, una niña de la edad de Maika había sido enterrada en el cementerio. Hubiera sido más extraño si hubiera sido ligero. Dejé escapar un suspiro lo suficientemente fuerte como para caer como una roca en el suelo, pero la brisa de otoño se lo llevó inmediatamente, lo que me hizo sentir aún más miserable.

El cementerio estaba tan desierto que incluso el viento sonaba fuerte. Ni siquiera los afligidos padres del niño fallecido habían visitado la tumba. Pero pude entenderlos. La muerte estaba demasiado presente para seguir de luto. Constantemente acechaba bajo nuestra fina capa de piel, listo para intercambiar posiciones con los vivos tan pronto como mostraran un momento de debilidad. No había necesidad de visitar el cementerio; la muerte estaba constantemente con nosotros. Normalmente, esta era la filosofía de los aldeanos, pero ese día encontré una sombra entre las tumbas.

Por un breve momento, pensé, o más bien sentí, que había visto un fantasma. Tenía aproximadamente la misma altura que el niño que había muerto y estaba parado justo frente a su lápida. Parecía sin emociones y sus ojos eran más pálidos que los de alguien al borde de la muerte.

“Señora. ¿Yuika?

Como resultado, me congelé cuando esa sombra de una persona me habló.

“¿Estás aquí para limpiar el cementerio? Gracias por tus servicios.”

Sin embargo, me recuperé de inmediato. Mostró una sonrisa madura pero suave. Me sentí aliviada al ver que solo era Ash.

Le devolví el saludo cortésmente. “Hola, Ash. No tienes que agradecerme. Es mi deber como esposa del jefe de la aldea”.

“No, insisto. Todos están agradecidos por su trabajo”.

Qué niño tan logrado. Incluso muchos funcionarios civiles de la ciudad no mostraron tanta consideración como él.

Después de su cortés saludo, Ash se ofreció a ayudarme. Por supuesto, me negué al principio, pero como él insistió en que se quedaría aquí de todos modos, cedí. Nos separamos para limpiar el cementerio y lo miré varias veces. Parecía el mismo de siempre, pero no podía olvidar su expresión anterior.

Originalmente nací en la nobleza como hija de un señor feudal. Recibí la mejor educación para superar a todos los demás. En ese entorno, siempre me elogiaron por mi capacidad para ver lo que la gente realmente sentía y pensaba. Podría decir las verdaderas intenciones de alguien con solo analizar los débiles movimientos de sus caras, sus pequeños gestos y el contenido de su discurso. Debido a esa habilidad, me había dado cuenta por un tiempo que la sonrisa de Ash no era tan suave como parecía en la superficie. Fue una expresión de desesperación.

Como era un chico tan inteligente, no tenía ninguna duda de que siempre estaba anticipando el dolor y el sufrimiento más que la persona promedio. La mayoría de las personas no pensaban en el estómago vacío de mañana hasta que sintieron hambre al día siguiente. Sin embargo, Ash anticipó el hambre y comenzó a preocuparse por ello de antemano, dejándolo con la mente cansada una vez que se enfrentó a la realidad del estómago vacío. Eso debe haber sido doloroso para un niño pequeño como él.

Me sorprendió que hubiera podido interactuar normalmente con sus compañeros del pueblo hasta ahora. Sentí que su expresión fantasmal de antes, con ojos más muertos que los de un cadáver, era su yo real. Me hizo sentir impotente como esposa del jefe de la aldea; quería hacer algo por él. Sin embargo, era más fácil decirlo que hacerlo. Proporcionar suficiente comida para evitar un estómago vacío sonaba bastante simple en el papel, pero no sabía si era capaz de hacerlo.

Mi padre y los funcionarios civiles que servían a sus órdenes siempre me habían llamado genio y esperaban grandes cosas de mí. Por lo tanto, cuando decidí casarme con Klein y mudarme a la aldea de Noscula, mi padre se opuso con vehemencia. Dijo: “Solo desperdiciarás tu talento en una aldea rural como esa. ¡Hay un mejor trabajo esperándote!” En ese entonces, lo percibí como una declaración de un padre celoso que no quería perder a su hija mayor, por lo que no lo pensó dos veces. Quería apoyar a mi amado esposo y, algún día, convertir la aldea en una ciudad próspera. Estaba interesado en mis perspectivas, pero una vez que comencé a vivir aquí, me di cuenta de que mi padre tenía razón. No tenía ninguna habilidad que fuera útil en una aldea agrícola.

Mis talentos, que habían sido elogiados en la ciudad, eran habilidades relacionadas con las interacciones humanas. Por ejemplo, me di cuenta de que el funcionario a cargo de las finanzas parecía agotado. Cuando hablé con él, descubrí que era igualmente hábil en matemáticas y literatura, pero que no le gustaba lo primero y le gustaba lo segundo. No importa qué tan hábil fuera alguien en su trabajo, si no le gustaba, no iba a hacer ningún progreso. Por lo tanto, le propuse cambiar de puesto y terminó volviéndose mucho más feliz como diplomático. Llegué a la conclusión de que uno de mis puntos fuertes era determinar qué puesto se adaptaba a las personas que realizaban trabajos administrativos.

Obviamente, para utilizar mi talento en las interacciones humanas, necesitaba recursos humanos. En la ciudad había mucha gente, pero en el pueblo no tanto. Incluso podría haber ido tan lejos como para decir que no había personas que pudieran haberse beneficiado de mis talentos. Pero para no reabrir demasiado mis heridas, digamos que faltaron recursos humanos. La mayoría de los residentes eran agricultores que no estaban en condiciones de cambiar a un trabajo más adecuado para sus habilidades. No tenía sentido simplemente asignarlos a un nuevo campo.

Dicho esto, implementé algunos cambios. Junto con mi esposo, revisé y optimicé la gestión de recursos del almacén del pueblo, el uso de herramientas agrícolas como propiedad comunitaria y las reservas excedentes en caso de mala cosecha. Intentamos ralentizar el descenso, pero no pareció funcionar. El último caballo de batalla que quedaba se derrumbó, la pareja a cargo de la apicultura murió y solo quedó un cazador.

Cada invierno, tanto niños como adultos caían como moscas. Nuestra generación todavía estaba bien, pero me preocupaba la generación de mi hija. ¿Mi linda niña iba a poder criar a sus hijos en este pueblo? Si tuviera que ser honesto como administrador, no podría decir que sí. No había suficientes recursos humanos. Todo lo que podía hacer era interactuar y administrar personas.

Mi esposo Klein tenía mucho talento con las armas, y específicamente con su espada, pero ninguna de estas habilidades era útil en la situación actual. Esta aldea no necesitaba a alguien que administrara los recursos existentes ni a alguien que protegiera a la gente. Este pueblo y mi hija necesitaban a alguien que creara cosas nuevas. Desafortunadamente, la solución no iba a caer del cielo. No pude evitar forzar una sonrisa amarga.

Sin embargo, quedaba una pizca de esperanza: Ash. Era conocido como una persona extraña pero madura. Cuando era un niño, parecía tan tranquilo, si no más, que la mayoría de los adultos. Tenía la esperanza de que algún día se convirtiera en un líder entre los agricultores. Sin embargo, supe que estaba equivocado el día del octavo cumpleaños de Maika.

Por casualidad, Ash estaba ayudando a organizar el almacén y lo vi calcular casualmente la cantidad de sacos de trigo. Para mi sorpresa, usó la multiplicación, ¡que nadie le había enseñado! Me emocioné con la aparición de un recurso humano inesperado. Estaba asombrada. Con un poco de formación, podría convertirse en mucho más que un líder de los agricultores. Podía verlo como asistente del jefe de la aldea. Me pregunté cuánto más florecería una vez que comenzara a recibir una educación adecuada, considerando lo inteligente que ya era. Tal vez, solo tal vez, todavía había esperanza.

En ese entonces, había sentido tanta esperanza por Ash, pero su propia inteligencia lo estaba agotando. No habría habido mejor medicina que proporcionarle una vida abundante, pero, por desgracia, eso era imposible. Negué con la cabeza. Si no pudiera recompensarlo materialmente, tal vez al menos podría crear algo de diversión.

Veamos… No es del tipo que corre, así que, ¿qué tal leer algunas historias? Podría elegir el cuento de un héroe; eso también debería ser interesante para un niño.

Solo estaba un poco preocupada de que lo considerara un simple juego de niños, considerando su comportamiento maduro. Aun así, no estuvo de más intentarlo.

Decidí invitar a los otros niños también y crear un ambiente animado y divertido. Recordé una historia sobre un héroe solitario que salvó a una aldea que sufría, que parecía exactamente correcta. Sonreí por mi elección. Esto sonó más como un estímulo para mí que para Ash. Después de todo, quería que se convirtiera en un héroe que salvó nuestra aldea.

El recital transcurrió con mucha calma. A todos los niños y niñas les encantó y se emocionaron, pero Ash, mi invitado de honor, solo estaba escuchando en voz muy baja. Como era después de la puesta del sol, no vi su rostro correctamente, pero parecía no responder. Yo había fallado. Para Ash, debe haberle parecido un mero juego de niños después de todo. Había sido demasiado ingenua.

Poco tiempo después del recital, comenzaron a circular rumores por la aldea de que Ash estaba actuando de manera extraña. Sus visitas a la iglesia y su relación con el padre Folke dieron un doble golpe a los aldeanos. Sobre el papel, la iglesia era un lugar para estudiar, pero el número de residentes que realmente habían utilizado sus servicios era cero. Sin embargo, ahora Ash asistía a la iglesia con regularidad. Ese fue el primer golpe. Además de eso, estaba hablando con el padre Folke, quien era conocido como una persona difícil de tratar. Ese fue el segundo golpe, aún mayor.

Ash debe haber tenido increíbles habilidades de comunicación. El padre Folke casi nunca abandona la iglesia. Se veía extremadamente pálido y hablaba con voz sombría. A ninguna persona decente le gustaba hablar con él más de lo necesario, especialmente porque admitía abiertamente que le molestaba conocer a otras personas. Escuchar estos rumores casi me hizo querer presentar a Ash como un candidato para convertirse en diplomático. Aun así, eran solo rumores y no sabía qué estaba haciendo Ash en la iglesia.

Pero tampoco se detuvo allí. Cuando decidí observar las acciones de Ash, Maika también comenzó a comportarse de manera extraña.

Todo comenzó el día en que se suponía que debíamos limpiar el almacén. Le dije a Maika que viniera a ayudar después de que regresara a casa de jugar con sus amigos. Seguí adelante sola y la esperé, pero no apareció incluso después de que empezamos a trabajar. Estaba segura de que se había encontrado con uno de sus amigos en el camino y se fue a jugar con ellos. Desearía que tuviera un poco más de conciencia de sí misma como hija del jefe de la aldea.

Ya había preparado un regaño para ella, pero cuando Maika llegó al almacén, parecía diferente de alguna manera. Lo primero que dijo fue que lamentaba llegar tarde. Por lo general, se le ocurría una simple mentira o alguna excusa tonta, pero esta vez solo se disculpó. Me pregunté si tal vez habría comido una fruta extraña. Mientras me preocupaba seriamente y le hacía preguntas, ella hizo un puchero. Eso fue mi error.

Aparentemente, se había encontrado con Ash de camino al almacén. Recordando lo eficiente que había sido su ayuda durante el verano, intentó invitarlo a que nos echara una mano. Eso en sí mismo era normal. Cualquiera probablemente hubiera hecho lo mismo.

“Entonces, ¿Ash vendrá hoy?”

Como para confirmar mis pensamientos, una de las chicas interrumpió nuestra conversación. “Hoy no.”

No iba a venir. No parecía propio de Ash rechazar una solicitud de ayuda. Los otros niños estuvieron de acuerdo y comenzaron una discusión. La mitad de ellos estaban preocupados por Ash y la otra mitad lamentaba su ausencia. Ash era conocido por ser un bicho raro, pero también muy inteligente. Y parecía ser popular entre muchas chicas, como lo demuestra el ruido en el almacén.

Maika se molestó cada vez más por la situación y levantó la voz. “¿No se supone que todos ustedes deben trabajar?” Trató de poner fin al tema con su fuerte reprimenda.

Oh vaya. ¿Podría ser…? ¿Qué mi pequeña Maika se ha interesado por él?

Anteriormente, cuando me impresionaron las habilidades matemáticas de Ash, le pregunté a Maika si estaba interesada en tomarlo como novio. Esa habría sido la forma más rápida y confiable de asegurar los recursos humanos. Además, incluso yo tenía que admitir que Ash probablemente iba a crecer siendo un buen hombre. Aunque nunca podría haber superado a mi querido Klein, por supuesto.

Teniendo en cuenta lo popular que era entre las chicas, esperaba que Maika estuviera a bordo, pero…

“Lo siento mama. No me gusta Ash…”

Mientras lo decía, parecía triste, como si estuviera mirando un pajarito con un ala rota.

“Quiero decir, él siempre finge sonreír, pero parece que está sufriendo. Verlo así me duele…”

Lo reconocí. Al igual que yo, Maika tenía la capacidad de ver a través de los pensamientos y emociones reales de las personas. Por eso se estremeció ante su dolor y sufrimiento. Había sido descuidado; todavía era demasiado joven para llevar una carga tan pesada.

Además, ahora estaba preocupado por Maika. Similar a una lámpara, una habilidad como la nuestra tenía el poder de hacer brillar la luz en la oscuridad, pero al mismo tiempo, también proyectaba sombras. En esta aldea, estaba destinada a encontrarse solo con las sombras. En ausencia de aplicaciones reales para su talento, la gente podría haber terminado enfrentándose a ella o poniéndose celosa.

En consecuencia, ahora estaba preocupado tanto por Maika como por Ash, y ambos problemas no parecían tener una solución rápida. En primer lugar, en mi deber como madre, necesitaba asegurarme de que Maika no iba a sufrir por sus talentos. Mientras tanto, tuve que dejar de lado mis planes para Ash. Aunque parecía que pronto volverían a caer inesperadamente del mismo estante.

Pasaron los meses y sucedieron muchas cosas, incluido el funeral de Ash y su regreso milagroso. Eso se sintió como un incidente único en la vida, ya que el pueblo generalmente era bastante pacífico de lo contrario.

Un día, después de estudiar en la iglesia, Maika regresó con una sonrisa tan amplia que pensé que sus mejillas podrían caerse. Me pareció extremadamente linda, pero me preguntaba qué estaría pensando.

“¡Toqué la mano de Ash!”

Así que esa fue la fuente de su sonrisa.

Hasta hace poco, me había preocupado que estuviera demasiado ocupada jugando para enamorarse, pero ahora se había enamorado perdidamente. Afortunadamente, su enamoramiento era el serio y maduro Ash, de lo contrario podría haberme vuelto ansioso.

Maika continuó hablando emocionada sobre lo que había sucedido. Cuando me explicó por qué le había tocado las manos, mi presencia de ánimo fue arrasada por una tormenta. Ash había desarrollado una nueva medicina que había visto en un libro. Eso es una broma, ¿verdad? Pensé.

Descubrir tecnologías de los restos de la civilización antigua, ese habría sido el trabajo de los investigadores afiliados a los templos. Y tampoco cualquier templo cualquiera; estas personas solían trabajar en la capital.

¿Cómo pudo un niño haber logrado algo así?

Cuando le pregunté apresuradamente a Maika, ella me dijo que lo llamaba “ungüento de aloe”. Originalmente, se suponía que era un ungüento para tratar heridas, pero también suavizaba la piel áspera. Aparentemente, las manos de Ash eran suaves como las de un bebé. Maika dijo que con mucho gusto había compartido algunas con ella después de ver su interés. Yo también quiero un poco… Necesito hacer algunas negociaciones más tarde.

De todos modos, si esto era cierto, era una gran noticia. Este ungüento definitivamente se iba a vender. Tanto hombres como mujeres sufrían de manos duras, por lo que ya había una demanda. Especialmente, las mujeres probablemente se volverían dependientes de él. Iba a volverme dependiente de él. Todas las mujeres tenían el instinto de querer permanecer hermosas. Más aún cuando estaban enamorados.

Y contrariamente a las obras de arte, el ungüento se iba a acabar, había que comprarlo una y otra vez. De repente, este pueblo tenía un nuevo producto local exclusivo que ni siquiera existía en la ciudad, mientras que antes no lo tenía. Lo habíamos logrado utilizando escasamente un mínimo de recursos, pero ahora había una fuente de ingresos completamente nueva.

Me deslumbró el repentino rayo de esperanza que brilló en esta aldea cuyo futuro había sido incierto. Todas mis dudas se convirtieron en meras sombras de un sueño, y ya no me importaba que tales resultados parecieran imposibles considerando su edad, o lo impresionante que era su uso de los materiales originales. En la frontera del descubrimiento, lo más importante fueron los resultados. Como tal, el enfoque debería haber sido el logro de Ash. O, como me sentí tentado a llamarlo, su milagroso error.

A continuación, pensé en las ramificaciones. ¿Cuánto podríamos ganar?

¿Qué tan efectivo fue? ¿Se echaría a perder? También estaba el problema de la cantidad de materias primas disponibles. El precio podía esperar por ahora. También necesitaba conseguir algo para mí… Es cierto que mis pensamientos se estaban volviendo un poco salvajes; Me estaba adelantando.

Las palabras de Ash pronunciadas por mi hija me devolvieron a la realidad. “Ash dijo que lo use con cuidado porque todavía es un experimento”.

“¿Experimentar?” Me rasqué la cabeza ante esta palabra desconocida.

Maika respondió una vez más usando la explicación de Ash. “Uhm… Significa probar un medicamento antes de dárselo a muchas personas y usarlo para ver si no tiene efectos secundarios”.

“Ya veo… un experimento”.

De hecho, los resultados a menudo difieren de las expectativas. Mi esposo siempre decía que era difícil blandir la espada de la forma en que la imaginaba, y mi padre había hablado a menudo de la imposibilidad de mover tropas como se esperaba. Debe haber sido el mismo para el efecto del medicamento. Sonaba convincente viniendo de Ash, quien era algo así como una encarnación más allá de las expectativas. Me preguntaba si podría realizar un experimento con Ash. Para ver cómo se movería a continuación y si iba a superar mis expectativas.

Por ahora, decidí comenzar observando este experimento de ungüento. Necesitaba averiguar cuáles eran las intenciones de Ash antes de discutir cualquier plan. Una extraña mezcla de suspenso y alivio me invadió al pensar en tratar con Ash como socio comercial. Estaba seguro de que volvería a sorprenderme. Por otro lado, no tenía por qué temerle ninguna mala voluntad. Ambos estaban garantizados. Temí, pero al mismo tiempo esperaba con ansias mi conversación con Ash. Primero, le iba a pedir a Maika que me consiguiera un ungüento también. “Experimentar”, ¿eh? Seguro que suena bien.

Mi conversación con Ash durante la cena había sido un éxito. Como esperaba, me sorprendió y no tenía mala voluntad. Sin embargo, tampoco podría decir que tuviera buenas intenciones.

“Es simplemente un sueño infantil normal. Quiero vivir una vida conveniente y abundante como se describe en las historias de los libros, como las leyendas de las civilizaciones antiguas”, había dicho.

Mostró una sonrisa llena de hambre y sed, como si fuera un pobre frente a un buen banquete, o un necio que lo deseara todo. Un paso en falso en su elección de palabras y habría sonado grosero, pero estaba radiante. Puedo ver por qué mi hija se enamoró de él.

No había lugar para buenas o malas intenciones; simplemente se habrían quemado hasta convertirse en un rostro crujiente con la ardiente pasión de su deseo. Estaba concentrado en su sueño y sonrió porque disfrutaba persiguiéndolo. Cualquier humano había experimentado este sentimiento antes, pero este chico se expresó con tanto fervor. Incluso ahora todavía tenía la piel de gallina. Él era un monstruo. Un monstruo humano sobrenatural que hacía cosas parecidas a las de los humanos.

El aspecto más aterrador de este monstruo fue su extraordinario encanto. Cualquiera lo habría seguido si hubiera visto lo feliz que perseguía sus sueños. Cualquiera hubiera querido ver sus sueños. Cualquiera, incluyéndome a mí. Estaba convencida de que este chico era un monstruo… pero eso no importaba.

Esta no era la historia de un héroe que finalmente exterminó al monstruo. No iba a permitir eso. Me había convertido en una aliada de pleno derecho; Me había convertido en la bruja que protegía al monstruo de cualquier plan heroico. No iba a huir de él, y tampoco iba a pelear con él. En mi historia, le cortaba las uñas demasiado afiladas para que pudiera tomarse de la mano de los humanos. Todo el tiempo apoyé a la chica que se había enamorado del monstruo, a veces con suavidad, ya veces estrictamente, empujándola a convertirse en su esposa. Qué maravilloso.

Hubiera sido incluso mejor si el monstruo volviera a ser humano una vez que recibió un beso de la chica. Me pregunté si mi hija sería capaz de tal magia. De cualquier manera, todavía parecía un largo camino por recorrer. Primero, necesitaba cortar las afiladas uñas del monstruo y hacer que tomara de la mano a la chica.

Quería creer que había logrado cortarle las uñas. Suave y gentilmente, había tratado de hacerle entender que mantener las relaciones humanas no era tan malo sin usar esas palabras. De acuerdo con la declaración personal de Ash, que había resultado herido en su pelea con un oso, mi técnica fue de hecho tan efectiva que no quiso que explicara demasiado. Sin embargo…

“¿Señora Yuika? ¿Estás aquí para limpiar el cementerio? Gracias por tus servicios.”

Me saludó de la misma manera que ese día de otoño hace dos años. Su sonrisa suave, aunque no infantil, y su oferta de ayuda también se hicieron eco ese día. Pero esta vez fue diferente.

“Gracias. ¿Pero estás seguro de que deberías estar aquí? ¿No deberías empacar para ir a la ciudad?”

“Actualmente, sí. Quid ha abierto una tienda en la ciudad, por lo que no tengo que llevar tanto equipaje, pero terminar mi experimento en el campo ha sido más difícil de lo esperado. Al concluir, se me ocurrieron varias ideas nuevas que quiero probar”.

Mi única pregunta fue recibida con una ráfaga de viento. Últimamente, Ash estaba tan enérgico que a veces sentía que estaba a punto de quedar impresionada. Pensé que había logrado cortarle las uñas, pero a la menor oportunidad comenzaron a crecer nuevamente. No conocía a nadie más digno del nombre de “Ash” que él. Maika me había dicho que el nombre se originó en un dios que revivió de las cenizas. Eso definitivamente sonó como Ash.

El niño, cuyos ojos eran más pálidos que los de un cadáver hace solo dos años, ahora hablaba de sus sueños con una mirada ardiente. Del mismo modo, el pueblo, que tenía un futuro incierto por delante hace dos años, ahora estaba prosperando con la aparición de nuevas industrias. De hecho, esto pudo haber sido un milagro del dios de la resurrección.

“Bueno, de todos modos…” Ash sonrió, un poco avergonzado después de aparentemente darse cuenta de que él mismo había estado hablando demasiado. “Por favor, déjame ayudar a limpiar el cementerio. Todavía estoy muy endeudado contigo”.

“¿Por tus próximos estudios en la ciudad? ¡No te preocupes por eso! Me alegro de que Maika no tenga que ir sola”.

Respondí con una sonrisa tranquilizadora y amistosa, pero Ash negó con la cabeza.

“Por supuesto, también estoy agradecido por eso, pero eso no es lo que quise decir”.

“¿Te refieres a la pomada de aloe?”

Una vez más, negó con la cabeza. “No, lo que más estoy en deuda contigo es el recital que celebraste hace dos años en otoño. Realmente disfruté eso”, dijo Ash con una sonrisa sencilla e infantil.

“Oh, me alegro que te haya gustado”. Me alegra. Me las arreglé para ayudarte en ese entonces. Si guardé tu sonrisa despreocupada, entonces no hay nada de lo que esté más orgulloso. Estoy seguro de que esa sonrisa seguirá ayudando a muchas más personas.

“Pero hablando contigo ahora, me doy cuenta de que nunca podré pagar todas mis deudas contigo”, dijo.

“No te preocupes por eso”. Tú también me has ayudado y todavía planeo confiar en ti en el futuro.

“No, siempre me ayudas. Un día te lo pagaré”.

“Estoy deseando que llegue.” Y estoy un poco asustada.

Me preguntaba qué tan grande sería ese reembolso. Me encontré riendo ante el pensamiento.

“¿Qué quieres hacer en la ciudad, Ash?” Le pregunté sobre su futuro mientras limpiaba el cementerio. El mismo futuro envuelto en tinieblas inciertas. Me alegré de poder hablar de ello con un corazón ligero ahora.

“Hay tantas cosas que quiero hacer que no estoy seguro de por dónde empezar. ¡Definitivamente quiero leer muchos libros!” respondió alegremente.

Ash se parecía a un pájaro que extendía sus alas y se embarcaba en un viaje. Un pájaro que se eleva desde el montículo del cementerio y se esparce por las cenizas mientras agita sus alas. Estaba brillando en el cielo, atrapando las miradas de todos mientras volaba en la distancia. No podía volar solo, pero estaba preparado para seguir su brillantez hasta el fin del mundo, junto con una miríada de otras personas.