Campione (NL)

Volumen 3

Capítulo 4: El Grimorio Secreto de Prometeo

Parte 3

Corriendo.

Erica Blandelli estaba usando la técnica de Salto para hacer de su cuerpo más ligero mientras corría con toda su fuerza.

Corriendo a través de los numerosos edificios que fueron alcanzados por los rayos, de toda clase de objetos que fueron arrastrados por el violento viento, y del gravemente dañado pueblo corroído por la extraña tormenta.

De hecho, Erica era tan rápida que bien podría estar volando.

Las empedradas calles se estaban rompiendo, y ella saltaba entre los tejados, las farolas, y todo tipo de puntos de apoyo en los edificios, con ello sus pies raramente tocaban el suelo.

Era difícil construir edificios de gran altura en Europa, especialmente en Italia.

Como no había muchas ciudades que poseyeran lugares emblemáticos como la Torre de Pisa o el Coliseo, a fin de no afectar el paisaje, habían muchas normas legales que impedían la construcción de edificios de gran altura.

Erica pensaba que eso era una vergüenza.

(― Si hubiera un edificio más alto, podría estar mucho más cerca de la Cabra.)

Los edificios de Dorgali eran de cinco o seis pisos como máximo, mientras que la Cabra volaba tranquilamente unos veinte o treinta metros más arriba en el cielo.

Aunque Erica era llamada una genio en la magia, no conocía técnicas de vuelo.

Su especialidad era el Hierro, la capacidad de manipular el hierro y el acero como sus propios brazos y piernas para el ataque y la defensa. Volar, visión espiritual y preparar pociones pertenecían al dominio de las verdaderas brujas como Lucretia Zola.

Llegando finalmente a la cima de una torre, Erica respiró profundamente mientras detenía sus pasos.

A pesar de que su objetivo era investigar, observar desde una distancia tan lejana no sería muy útil.

Quien no arriesga, no gana ―

Tenía que jugársela ahora. A pesar de que nunca lo había usado en combate real, ese hechizo ― la técnica secreta mencionada en el informe de su tío, era el momento de probarlo.

Angustiada durante unos diez segundos, inmediatamente tomó su decisión.

Ella primero se aventurará, y luego decidirá si avanzar o retroceder según lo que la situación amerite.

“¡Eloi, Eloi, Lama, Sabachtani! ¡Dios mío! ¿¡Por qué me has abandonado!?” Erica cantó en voz alta.

Las palabras de hechizo de Gólgota* eran un encantamiento de furia y oración, invocando el odio y el lamento.

“¡Te invoco de día, y no respondes, de noche, y no encuentro descanso; y sin embargo, tú eres el Santo, que reinas entre las alabanzas de Israel!”*

Señalando con Cuore di Leone hacia el cielo con la mano derecha.

Esta espada era emparejada con Il Maestro, la espada mágica de su rival, Liliana Kranjcar.

En el pasado, estas fueron dos preciosas espadas forjadas por el bien de los dos grandes caballeros que llevaban los títulos del Rey León y el Rey de las Hadas. Erica y Liliana habían descubierto las dos espadas en las catacumbas debajo de Florencia, y cada una se alzó con una de ellas como su arma personal.

“Soy como agua que se derrama y todos mis huesos están dislocados; mi corazón se ha vuelto como cera y se derrite en mi interior; mi garganta está seca como una teja y la lengua se me pega al paladar. Y me hunden en el polvo de la muerte. ¡Me rodea una jauría de perros, me asalta una banda de malhechores; taladran mis manos y mis pies!”*

Esta es la nefasta canción de la desesperación, la que lleva la ira al Señor que retiene la salvación incluso al borde de la muerte.

“Pero tú, Señor, no te quedes lejos; tú que eres mi fuerza, ven pronto a socorrerme. Libra mi cuello de la espada y mi vida de las garras del perro. Sálvame de la boca del león, salva a este pobre de los toros salvajes” *

(NOTA: El monte a las afueras de Jerusalén donde Cristo fue crucificado.)

(NOTA: Salmos 22: 3-4)

(NOTA: Salmos 22: 15-17)

(NOTA: Salmos 22: 20-22)

Este era un himno de oración, que contiene la voluntad absoluta de jurar lealtad al Señor enfrentando a una muerte segura.

“¡Yo anunciaré tu Nombre a mis hermanos, te alabaré en medio de la asamblea!”* El nombre del hechizo era ‘¡Dios mío! ¿¡Por qué me has abandonado!?’

(NOTA: Salmos 22: 23)

De todas las técnicas transmitidas por la Cruz de Cobre Negro, ésta era reconocida como una de las más difíciles artes secretas.

— Percibiendo el frío del gélido aire glacial, Erica supo que había tenido éxito. De sus labios salió la orgullosa sonrisa de una leona.

Claramente no es el resultado de la tormenta, la temperatura del ambiente fue decayendo lentamente.

Las palabras de hechizo de Erica, habían convocado un escalofriante frío.

La colina del Gólgota, el mismo aire que el del lugar en donde el Hijo de Dios murió, este mismo aire helado estaba llenándose alrededor de Erica. Solo bañarse en este aire frío haría que el corazón de una persona común se entumeciera.

Entonces para un dios ― o una existencia divina similar, obviamente también sería muy incómodo.

Y así, la Cabra bajó su mirada.

Lentamente descendió hacia donde estaba Erica.

Con la exitosa provocación, Erica sonrió mientras saltaba a una azotea vecina. Ella comenzó a observar a la Cabra.

Unos ojos extremadamente inteligentes. Las cabras fundamentalmente son animales muy inteligentes, aunque parezcan estúpidas ovejas, eran excepcionalmente alertas e inteligentes. Así que esto era natural.

Cuando conoció al Jabalí en Cagliari, el dios Viento apareció antes de que tuviera la oportunidad de acercarse así.

A pesar de que vio la batalla entre el jabalí negro y el tornado desde lejos, no pudo acercarse a observar. Sin embargo, así de cerca podía ver ahora que la Cabra no tenía la inteligencia de una bestia divina.

Probablemente sólo la inteligencia de un animal, ese probablemente era su nivel. (― Probémoslo.)

“¡Cuore di Leone, te ofrezco el lloro del hijo de Dios y del Espíritu Santo, conviértete en la lanza de Longinus!”

Usando la magia de Transformación en su amada espada, ella cambió su forma a la de una lanza.

Infundiéndola con las palabras de hechizo de la desesperación, le dio a Cuore di Leone el mismo poder mágico que el de la lanza sagrada que atravesó al hijo de Dios. Entonces, un arma mágica nació, capaz de dañar a los dioses y hacerlos sangrar.

“¡San Tomás, comparte tu martirio con los demás!”

Acompañando a las nuevas palabras de hechizo, Erica arrojó la lanza hacia adelante.

Hecha la maldición de no perder nunca su objetivo, ni siquiera un dios no podría escapar de la lanza arrojada, y ni hablar de existencias por debajo de los dioses ― como bestias divinas o sagradas.

La lanza dejó una profunda herida abierta en la parte inferior del abdomen de la Cabra.

*¡Roar!* Los dolorosos gritos de la bestia gigante llegaron hasta los cielos.

Erica reinvocó a Cuore di Leone usando magia, tras confirmar su corazonada, la bestia divina nacida del Dios Hereje ― ¡un rival de ese nivel no puede ser manejado con solo su poder!

Sin embargo, su oponente no era tan débil como para que fácilmente pudiera ganar sin preparación.

Mientras Erica analizaba el potencial en batalla de su enemigo, la Cabra bramó ruidosamente.

Los relámpagos descendieron continuamente desde el cielo.

Claramente, su objetivo era la arrogante que dañó a la bestia divina. Instintivamente, Erica comenzó a correr antes de ser reducida a carbón por el trueno y el relámpago.

*¡Crash!*

Cayó un rayo, mientras que el trueno rugía.

El lugar en el que se encontraba hace dos segundos fue alcanzado por un intenso relámpago.

Sintiendo el impacto y la caliente brisa que hicieron temblar su piel, probablemente era hora de retirarse.

Incluso si la lucha continuase de esta manera, en el mejor de los casos ella sólo podría mantener la situación actual. Después de haber decidido retirarse, Erica saltó una vez más, para pasar a la siguiente azotea, y luego saltó repetidamente. Si ella se detenía, sería carbonizada inmediatamente por el relámpago de la Cabra.

Erica levantó la vista hacia el cielo.

Corriendo a través del aire ― no, flotando en el aire se encontraba la gigantesca Cabra.

Hasta ahora, todas las bestias divinas que habían aparecido fueron derrotadas por el misterioso tornado, pero ¿qué pasa con esta Cabra? ¿Aparecerá la deidad opuesta?

Mientras meditaba sobre estas cosas, Erica calculó su ruta de escape.

Saltar hacia abajo directamente y mezclarse entre la multitud sería lo más seguro, pero también traería una gran tragedia.

Erica consideró y descartó rápidamente la idea.

Como un orgulloso caballero, ¿cómo podría elegir una forma tan despreciable de retirarse? Por supuesto que la rechazó resueltamente.

Entonces, sólo había un camino a escoger.

La dirección hacia las empinadas montañas que se veían desde Cagliari.

Erica continuó saltando y dirigiéndose en esa dirección. De esta manera, al menos ella podría llevar a la Cabra lejos de las calles, dándole a la gente más tiempo para escapar. Eso fue lo que ella concluyó.

“Tú estás vivo todavía, chico, parece que nuestras vidas son muy difíciles de extinguir.” Saliendo de la multitud que huía con gran dificultad ―

Ambos se reunieron una vez más, y esas fueron las primeras palabras del joven, habló con su habitual tono despreocupado.

“Sí, quiero decir, estaba muy preocupado por ti… Aunque he estado viajando de un lugar a otro, tu seguridad pesó mucho en mi corazón durante todo este tiempo.”

Observando la apariencia del joven en detalle, Godou respondió.

Al igual que antes, el joven llevaba un andrajoso abrigo. Su rostro era muy delicado y apuesto, con una especie de fugaz encanto que se mantuvo sin cambios desde el momento en que se conocieron en Cagliari.

Pero había un cierto sentimiento de disonancia.

Godou estaba extrañado, este tipo era diferente al anterior. No había cambios en su apariencia, pero algo estaba obviamente apagado. ¿Qué era?

“Hoho, tus instintos son excelentes. Con la educación adecuada, tal vez tú quieras llegar a ser un sacerdote increíble.”

Mirando al perplejo Godou, el joven sonrió.

Su sonriente cara era la misma de antes, pero de alguna manera daba una sensación más adulta.

(― Espera un minuto. ¿Qué acaba de decir?)

“Oye, acabas de decir algo extraño. Algo acerca de la educación y sacerdotes.” “Ninguna atención es necesaria, estaba hablando conmigo mismo. Bien, tú deberías agradecer al destino por permitir que nosotros nos encontráramos una vez más. Nuestros

destinos parecen estar profundamente entrelazados.”

No, esto no era el resultado de destino en absoluto, sino la intención humana.

La razón por la que llegó fue porque Kusanagi Godou y Erica Blandelli habían esperado encontrarse con el joven aquí.

Sin embargo, ¿por qué no tiene el valor de hablar sobre esto?

Percibiendo su vacilación en este asunto, Godou encontró que una sensación diferente estaba aflorando, una diferente a los sentimientos mutuos que compartió con el joven cuando se conocieron.

*¡Crash!* En ese momento, el estampido del trueno sonó.

¿El relámpago fue sorprendente cercano? Godou y el joven levantaron la vista y observaron los alrededores.

“¡―Erica!”

Varios relámpagos se veían descendiendo, mientras que Erica estaba saltando de izquierda a derecha para evadirlos.

Al ver esta escena desplegándose, Godou no pudo evitar gritar.

Si esto continuase, ¿no sería partida por un rayo de un solo golpe? A pesar de la terrible situación, la silueta de Erica corriendo todavía llevaba tal recto equilibrio.

La gigantesca Cabra había comenzado a volar cerca de la superficie en algún momento.

Deslizándose sobre los edificios, acechando a la hermosa chica rubia, la dirección a la que Erica se dirigía estaba al pie de las montañas de las afueras de la ciudad.

Moviéndose rápidamente entre los tejados, Erica corrió como una flecha. Probablemente estaba haciendo esto para evitar más víctimas en Dorgali.

Sin embargo, ¿realmente era seguro para ella correr sobre grandes espacios sin cobertura?

Olvidando sus disputas de los últimos días, Godou era consumido ahora preocupándose por la seguridad de Erica.

“¿Qué es esto?, la chica vino también. Parece que nuestros destinos están muy entrelazados también.”

En tales condiciones, el joven seguía manteniendo su ritmo sin prisa.

“Sí, muchas cosas han pasado y actualmente estoy viajando con ella. De todos modos, si esto sigue así podría resultar en algo trágico. ¡Voy a ir tras ella! ¿¡Qué vas a hacer!?”

“Tú deberás darte por vencido. Incluso si tú te vas otra vez, tú no llegarás a ser de ninguna utilidad.”

El joven aconsejó calmadamente a Godou, quien había exclamado imprudentemente y sin pensar.

Godou sólo sacudió con fuerza su cabeza, rechazando decididamente. “¡Aun así, no puedo mirar sin hacer nada!”

Erica era sin duda una mujer molesta.

Cada vez que ella hablaba, muy probablemente diría desagradables reclamos. Tratando a los demás con amigable pasión, pero siempre burlándose de él sin piedad cuando hablaban, además de ser malintencionada, egoísta, incluso así…

Ella no era una persona tan odiada como para que él pudiera abandonarla en un momento de necesidad.

Decidido, Godou corrió en la misma dirección que ella.

A pesar de que era muy molesta en muchas áreas, es un hecho que ahora estaba luchando sola, tomando a un dios como su oponente. Fingir no verla y hacer caso omiso de la necesidad de ayudarla ― imposible.

Por supuesto, Godou sabía que estaba siendo estúpido e impulsivo, pero aun así. “Tú eres un verdadero idiota. Aunque tú eres un tonto, esa chica no es mucho mejor,

luchar por sí sola es prueba de ello. Hay claramente formas más simples de escapar, pero

ella escogió tal método difícil.” El joven se sorprendió.

“Y yo, observando, por alguna razón no puedo verla a ella perecer sin ayuda, ¡qué molesto!”

Pensando en ello, ¿acaso este joven no posee también increíbles poderes?

Godou recordó cuando se separaron en Cagliari, cuando experimentó el increíble poder del dominación del joven ― ¿eso también era magia? ¿O una poderosa hipnosis?

Si ese tipo de poder se utilizara de nuevo, sería problemático. Mientras Godou trataba de retirarse, el joven sonrió.

Una sonrisa clásica y pintoresca.

Con una especie de esencia fugaz, era una sonrisa como la niebla.

En ese momento Godou se dio cuenta, la razón por la que sentía una disonancia cuando se reunieron de nuevo, estaba aquí.

El joven era más extraño que antes, comparado con un ser humano, se sentía más como frente a una estatua de Buda intrincadamente diseñada. Una sensación indescriptible de disonancia.

“Está asegurado, todos ustedes son tontos, pero los niños tontos son muy adorables. Yo no te detendré a ti, de hecho yo te concederé poder a ti ― así que saca el objeto que tú escondes.”

De repente, el joven tendió su mano. “¿Q-qué estoy escondiendo?”

“¿No es así? Cuando yo hablé por primera vez ante ti en el muelle, su sabor me atrajo. Yo puedo sentir que el gusto de eso es aún más intenso que el de la última vez. Date prisa, abre ese paquete.”

“¡Esa tableta de piedra!”

La mirada del joven se centró en la mochila de Godou, y él comprendió al fin.

Godou apresuradamente sacó la tableta de piedra ― el Grimorio Secreto de Prometeo.

“Sí, no hay error, esta antigua sabiduría oculta ― yo nunca creí que tal espécimen aún estaba escondido en el reino de los mortales. Con esto, incluso en mi estado actual, yo puedo resolver el asunto.”

La antigua tableta de piedra, cuya superficie mostraba a un hombre encadenado en un dibujo infantil.

El joven entrecerró los ojos con interés, mirando el cuadro.

“Oh, el castigado Titán… Sol… Fuego… Tontos plebeyos… Salvación. ¡Ya lo veo, esto carga el poder de Robo! ¡Hahaha, el Embustero Prometeo! ¡Engañando a los dioses, el héroe ladrón que llevó fuego ante los seres humanos ― tú eres la presencia que sentí en ese momento en el muelle!”

Al oír la alegre risa, Godou notó algo.

Él no le había dicho el nombre del Grimorio Secreto de Prometeo, pero ¿por qué el joven era capaz de gritar su nombre? ¿Podría realmente ser una existencia sobrenatural?

“…Al igual que Erica y el resto, ¿eres un mago?”

“No, yo soy completamente diferente a ellos, pero en la actualidad yo estoy aún incompleto. Siempre y cuando yo no pueda recordar mi nombre, yo voy a seguir estando incompleto. Sin embargo, hace poco yo pude notarlo, tal vez permanecer en este estado podría no ser tan malo después de todo.”

Mientras sonreía irónicamente, el joven estuvo acariciando el Grimorio Secreto de Prometeo.

“¿Acaso alguien utilizó esta tableta de piedra antes? Dentro de esta cosa reside el poder robado de alguna deidad.”

“¿Robado?”

“Sí, ¿no dije yo el poder del Robo? Este pedazo de piedra posee la característica de robar la autoridad de un Dios, y luego almacenarla en su interior… Sin embargo, si el objetivo fuera una poderosa deidad, probablemente sólo una parte de su poder será tomado. Esto va a ser bastante útil, muy interesante.”

Sosteniendo la tableta de piedra, el joven señaló las colinas a unos cientos de metros de distancia.

En esa dirección iban Erica y la Cabra persiguiéndola.

“¡Entonces yo voy a vencer al monstruo ― chico, tú puedes acompañarme a mí!” Ya estaba bastante lejos de las calles de Dorgali.

En la fuerte lluvia, Erica había llegado al pie de la montaña donde se encontraban los verdes bosques y las secas rocas blancas.

Cerca había varios árboles, pero era esencialmente una amplia cantera de piedra abierta.

Llegando allí, Erica finalmente se detuvo. Viendo en dirección a las calles, la Cabra parecía sin prisa, pero en realidad estaba cargando hacia allí a gran velocidad.

Entonces, ¿qué debería hacer a continuación? Erica comenzó a buscar ideas.

La mejor solución probablemente era usar un hechizo ilusorio para ocultarse, engañar directamente a los ojos de la bestia divina.

Pero lo mejor sería detenerla por más tiempo, si fuera a desaparecer de su vista, probablemente la Cabra volvería a destruir la ciudad inmediatamente.

“…Unos quince minutos, ¿probablemente podría detenerla durante ese tiempo?” Respirando irregularmente por la ansiedad, Erica murmuró para sí misma.

Agotada de mente y cuerpo por la persecución de la bestia divina, Erica hizo estimaciones basadas en su capacidad de batalla restante.

Con suerte, sería mejor si la gente pudiera terminar de evacuar durante este poco de tiempo.

Retenerlo durante más tiempo, Erica ― no, tal vez no había nadie que pudiera lograr esa hazaña, ello dependía de la misericordia de los cielos.

Contando sus opciones calmadamente, Erica miró a la Cabra con los ojos llenos de espíritu de lucha.

En ese instante, se encontró con algo inesperado.

— Un Rayo Negro.

Descendiendo desde el cielo, un rayo negro golpeó el enorme cuerpo de la Cabra.

*¡Roar!*

El aire se llenó de gritos de dolor, ¿cómo podría ser que la bestia divina gimiera al ser golpeada por su propia arma ― un rayo?

En ese momento, Erica notó que el rayo negro que descendió sobre la Cabra era una existencia diferente.

Como una maldición materializada, era muy similar en naturaleza a las propias palabras de hechizo de Gólgota cantadas por Erica.

Materializando una conciencia llena de odio y remordimiento, formando una negra maldición que trajo el desastre a su entorno.

Incluso sin la disposición de un usuario de visión espiritual, Erica podía reconocer fácilmente que la maldición del rayo negro era muy intensa. Pero ¿de dónde venía tal maldición?

— ¿Podría ser que la segunda deidad ha hecho su aparición?

Después de ser golpeada innumerables veces por el rayo negro, la Cabra finalmente cayó desde el cielo, haciendo a Erica estallar de nervios.

Inmediatamente después de salir de las calles de Dorgali, el joven había apuntado con el Grimorio Secreto de Prometeo hacia el cielo.

Y luego, desde las nubes negras aparecieron varios relámpagos negros que impactaron en la Cabra. Cada vez que era golpeado por el relámpago, el monstruo volador emitía gritos de dolor. Golpeada por un rayo, la Cabra sufría de un gran dolor.

Posteriormente, bañada por incontables rayos, la Cabra cayó al suelo.

Cayendo repentinamente en el vacío campo rocoso fuera del pueblo, su gigantesco cuerpo se convulsionaba. Los ojos de Godou se abrieron como platos al ver la inesperada caída del monstruo.

“Esto no es nada, los monstruos no eran tan fuertes como aparentan. Obviamente, para los seres humanos destinados a morir, tal vez ellos sean la mayor amenaza, pero esto es sólo una creación inestable de una fracción de la autoridad de un dios ― basta con aplicar un poco de poder divino, y ellos caen de esta forma.”

“A-aunque no entiendo muy bien, ¿estás diciendo que se ve grande, pero en realidad es bastante débil?”

“Sí, esa no es una mala explicación, tú has de ser alabado… Sin embargo, esta victoria fue gracias a este pedazo de piedra, guardar la maldición de algún dios de la tierra le vino bastante bien.”

Viendo despreocupadamente a la Cabra que yacía en el suelo, el joven con naturalidad conversaba con Godou.

De pie junto al fanfarrón amigo cuyas verdaderas cualidades iban siendo reveladas poco a poco, Godou se sentía cada vez más perplejo.

La descripción de una división de un dios era exactamente la misma que la de Lucretia Zola ― ‘el dios de la espada dorada se partió en varios monstruos gigantescos’.

Este joven claramente sabía más sobre la situación que Erica, quien es llamada una genio y prodigio por Lucretia Zola. ¿Quién demonios era?

“Godou, ¿así que eres cómplice de este tipo después de todo?” Una elegante voz lo acusó repentinamente.

La dueña de la voz era Erica, obviamente. Probablemente había sido testigo de la caída de la Cabra y se había apresurado hacia allí.

Aunque mojada por la lluvia y cubierta de barro, su esplendor no podía ser suprimido. O más bien, se podría decir que puesta en un estado tan extremo, su belleza era aún más acentuada.

“No es así, sólo nos encontramos por casualidad en el pueblo… ¿No dijiste tú también que era probable que nos encontráramos?”

Godou respondió con cautela.

Por supuesto, comparado a la dura actitud de Erica, la preferencia de Godou por el joven permanecía sin cambios ― pero cada vez que pensaba en el origen desconocido del joven, aumentaban sus dudas.

Podría ser… no, tiene que ser así.

“…Oye, el que derrotó a la bestia divina fuiste tú, ¿no?”

Cautelosa por palabras de Godou, Erica miró al joven con ojos siniestros. También notó el Grimorio Secreto de Prometeo, sostenido en la mano del joven. “Sí, gracias a esta piedra arcana de Robo, el monstruo fue derrotado.”

“Para haber descifrado el poder que posee este grimorio ― en otras palabras, ¿podrías ser un usuario de visión espiritual? Esto es imposible sin el grado más alto de visión espiritual”

“Hoho, no me preguntes sobre la identidad mía, mi nombre está sellado.”

Ante la pregunta de Erica, la actitud imperturbable del joven se mantuvo sin cambios.

“Por cierto, hay algo que yo debo decirle a ustedes, dense prisa y salgan ― un segundo estará aquí pronto. Un tipo muy feroz y violento, sería mejor no acercarse a él.”

“¿Un segundo?”

Al oír el aviso, Godou frunció el ceño.

*¡Squawk!*

El chillido de una extraña ave salió. ¿Qué era ese ruido? Godou y Erica miraron hacia el aire al mismo tiempo. ¿Quién sabe cuántas veces han experimentado esta sensación de miedo hoy?

— Esta vez era un Halcón dorado.

Planeando con sus gigantescas alas en los vastos cielos nublados, un ave de presa que posee plumas doradas.

Recordando sobre ello, Lucretia también había mencionado a un halcón nacido del dios de la espada, sin embargo, esto probablemente no era un halcón, Godou creía que era más como un águila.

La mejor descripción probablemente seguía siendo un Ave de Presa*.

(NOTA: Para hacerlo fácil de entender las aves de presa o aves rapaces son las siguientes: buitre, águila, halcón, azor, gavilán, secretario, búho, lechuza, etcétera. Es por eso que Godou no sabe cómo definirla, sin embargo por la imagen que tiene es un halcón. Otra cosa estuve investigando y a pesar de que en el anime dicen que es un fénix dado que los persas no tenían esa ave legendaria no es posible.)

Su envergadura de punta a punta medía unos cincuenta o sesenta metros.

Batiendo con fuerza sus alas en el cielo de Dorgali, el ave gigante daba vueltas ferozmente, el nombre de ave de presa era bastante adecuado.

“¿―No es peligroso?”

Cada vez que el ave batía sus alas en el aire, un torbellino de viento era creado como resultado.

El fuerte viento se convertía en un ciclón, y luego en un vendaval, y se fortaleció aún más para convertirse en un tornado ― todo en un período de tiempo muy corto, el viento del aleteo de sus alas ha creado un tornado que estaba ahora atacando a las calles.

Todo tipo de objetos, grandes y pequeños, eran mandados a volar por los aires.

Si tales fuertes tornados se produjeran en el centro del pueblo, la masiva destrucción causada empequeñecería totalmente a los relámpagos de la Cabra.

Justo cuando Godou sentía desesperación, Erica le preguntó al joven. “… ¿Has llamado al ave también?”

“Mal, chica, yo no los llame a ellos. Es porque están en busca de mí, que ellos vinieron.” Mostrando una sonrisa impecable, el joven respondió.

Godou se mostró molesto por su actitud informal, incluso en un momento de crisis, pero era incapaz de apartar la mirada del hermoso rostro del joven. Increíblemente, él estaba siendo atraído y no podía dejar de escucharlo.

…Esto no estaba bien, no puede continuar. “Ya veo… Entonces ― ¿podrías ser…?”

“Hoho, no lo digas en voz alta. Es mejor así. Así, chico y pequeña señorita, dense prisa y váyanse. Aunque es duro decir esto, el pueblo está condenado, sólo la destrucción le espera.”

El joven presionó la punta de su dedo índice en sus labios.

Esperaba que Erica estuviera tranquila, pero Godou lo ignoró y se enfrentó al atractivo joven:

“Espera un minuto, no puedes confirmar que va a ser destruido, ¿no?”

“Es cierto, la energía almacenada en la roca de Prometeo se ha agotado ahora. No hay otra manera de encargarse del monstruo. Si usted no puede entender eso, entonces usted sólo puede ser descrito como un tonto.”

“¡Lo entiendo, pero no puedo aceptarlo!” Impulsivamente, Godou gritó.

Justo ahora, cuando perseguía a Erica, se había sentido la misma manera. Aunque fuera difícil a un nivel de imposible, tenía que enfrentar las cosas directamente.

Incluso ahora, Godou no quería correr ni abandonar lo que se mostraba frente a él.

Como un niño testarudo, aunque Godou se daba cuenta. Pero pensando en la tragedia provocada por el tornado, imaginando a Erica luchando contra el monstruo sola, Godou se sentía muy agitado, por lo que tuvo que permitirse ser terco ―

“Si esto fuera la antigüedad, yo concedería mi protección sobre ti, dándote a ti la bienvenida como un guerrero mío, enviándote a ti de vuelta al campo de batalla ―”

Ante la terquedad de un niño ignorante, uno sólo podía apaciguarlo tanto como sea posible.

Con la expresión de un padre, el joven asintió con la cabeza.

“Ahora que lo dices, chico, tú también te quejaste de la misma manera en ese momento Ignorando la sabiduría de la supervivencia de los débiles ― apaciguar a los poderosos e inclinarse ante los fuertes. Tú eres verdaderamente inútil.”

Hmph. El joven ligeramente suspiró con tristeza.

“Tal vez esta sea la última vez que yo te ayudaré con tu estupidez. Una vez que esas dos bestias sean vencidas, ya no podré jugar tranquilo. Realmente, perder mi tiempo de descanso con este sujeto, ¡qué vergüenza!”

“… ¿De qué estás hablando?”

Completamente incapaz de comprender las palabras del joven, Godou preguntó.

¿Qué demonios estaba diciendo? Pero él no contestó, y sólo tiró el Grimorio Secreto de Prometeo.

Godou lo atrapó frenéticamente.

“Tenlo. Tal vez este pedazo de piedra sea necesitado otra vez.” “¿Eh?”

“Chico, prométeme a mí. Cuando llegue la hora tú usarás eso por el mundo.”

Dejando atrás estas palabras, el joven de repente salió corriendo.

Hacia las calles de Dorgali ― en dirección hacia donde se generó el tornado por el ave. “Esta es probablemente una despedida de toda la vida. ¡Que te vaya bien a ti!”

Godou quiso correr tras él, pero se distanció inmediatamente.

Como el viento. El joven estaba corriendo con una velocidad semejante a la del viento, y desapareció al instante.

“Ese tipo, él dijo que el enemigo era peligroso, ¿qué podría estar tratando de hacer ahora?”

Murmurando para sí mientras que el joven corría, Godou de repente encontró una ráfaga de viento soplando alrededor de él.

La ráfaga de viento se fortaleció, y voló hacia el cielo de Dorgali en donde el Halcón estaba volando.

“¡Godou, ten cuidado! ¡Ya viene!” “¿Venir? ¿Qué?”

Advertido por Erica que lo había alcanzado, Godou gruñó iracundamente en respuesta.

“¡La segunda deidad que apareció en Cagliari! ¡El dios del viento que derrotó al monstruo, no, el dios de la guerra que posee la encarnación del viento!”

En ese momento, la otra ráfaga de viento se había convertido en un vórtice, y un segundo tornado se formó.

El fuerte viento que soplaba fuera de las calles de Dorgali se convirtió en un torbellino.

Antes de este espectáculo, el Halcón dejó de volar en círculos. De repente, el tornado en la calle desapareció.

El gigantesco pájaro embistió inmediatamente contra el tornado restante.

El tornado que pudo incluso mandar a volar al Jabalí por los aires, capturarlo, y levantarlo hacia el cielo.

Volando hacia el centro, el Halcón mantuvo en control.

No sólo no fue arrastrado por el viento, sino que volaba en dirección inversa al giro del tornado. Bajo algunos principios desconocidos, la alta velocidad del vuelo del Halcón causó que el tornado disminuyera gradualmente.

Esto era demasiado ridículo. Godou sintió miedo mientras permanecía sin vida, clavado en el suelo.

En un instante, el tornado se desvaneció.

Sin embargo, al lado del Halcón apareció un objeto ― la espada dorada.

De gigantesco acero dorado, una hoja enorme, tan larga como la envergadura del Halcón, esa era una espada de doble filo.

Esta Espada flotaba en medio del aire, frente a frente contra el Ave de Presa, como sostenida por un gigantesco guerrero invisible, era una vista muy peculiar.

“Como esperaba… Esa deidad puede cambiar su forma de acuerdo a la situación. ¡El dios de la guerra que posee numerosas encarnaciones es…!”

En algún momento, Erica había llegado a lado de Godou.

Ninguno de los dos tenía fuerzas para correr, y sólo podían ver la batalla entre el Ave de Presa y la Espada.

Con una velocidad que era demasiado rápida como para ser vista, el Halcón volaba en el aire.

Cada vez que el viento soplaba como una onda sónica, el suelo quedaba destrozado. Todavía no había llegado a la velocidad del sonido, pero aun así era muy rápido.

Aun así, la Espada mantenía la ventaja.

Ante el rival súper rápido, estaba bailando elegante y tranquilamente en el aire, haciendo continuamente ataques cortantes.

La hábil esgrima conectó ataques sobre el Halcón que daba vueltas.

Con cada cortada exitosa, las plumas doradas danzaban en el aire mientras la sangre fresca manchaba el suelo de rojo.

El momento decisivo de la batalla finalmente llegó.

La hoja dorada hizo un corte profundo en el cuerpo de la masiva Ave de Presa, cortándola en dos.

Y entonces, el cuerpo partido del ave se convirtió en partículas como arena y comenzó a desmoronarse. Estas partículas fueron absorbidas por la cuchilla de la Espada.

Sin embargo, este no era el final.

La Espada dorada luego atravesó a la cabra que había caído al suelo.

Con el golpe final ― eso debe ser descrito de esa manera, el cuello de la impotente bestia gigante en el suelo fue perforado, fue un golpe final sin duda alguna.

Y así, el cuerpo gigante de la Cabra también se convirtió en partículas de luz que fueron absorbidas por la Espada.

De alguna forma, había dejado de llover y el viento y el trueno se habían desvanecido.

Mientras los rayos del sol llegaban a la tierra, la Espada dorada desapareció repentinamente y sin dejar rastro.

Dejando atrás Dorgali, devastada por la grandeza divina, Godou y Erica observaron el cielo muy preocupados y sin decir ni una sola palabra.