Campione (NL)

Volumen 3

Capítulo 3: La Bruja de Cerdaña

Parte 3

Bajo el cielo sin nubes, Oliena era una pequeña ciudad hermosa y pintoresca.

Cerca se encontraban refrescantes bosques verdes, así como hermosos muelles. Para una ciudad con menos de diez mil habitantes, sus instalaciones estaban muy bien equipadas.

“Si se trata de un pueblo tan pequeño, la casa de Lucretia-san no debería ser tan difícil de encontrar… El hecho de no haberla contactado de antemano es lo único que me preocupa―”

Godou sacó el mapa de la pequeña ciudad y comenzó a buscar la casa que su abuelo había descrito.

Ellos se encontraban actualmente en un café cerca del lugar en donde pasaron la noche.

Godou murmuró para sí mismo mientras desayunaba. Aunque Erica estaba a su lado, no habían intercambiado ni una sola palabra después del incidente de esa mañana. Habiendo terminado finalmente su desayuno, era el momento de buscar su destino.

Godou pregunto por direcciones a los transeúntes.

Utilizando torpemente el inglés para decirles a dónde iba, y luego sacando el mapa para preguntar cómo llegar allí.

Debido a la barrera del idioma, no había manera de transmitir los pequeños detalles.

Aun así, pudieron obtener la dirección aproximada, y luego se pusieron en marcha. En caso de que se perdieran, repetirían el mismo método con otros transeúntes.

Después de haberse repetido unas cuatro veces, ahora era la quinta vez ― “¡Ah, vamos, esto es desesperante! Dame el mapa, yo te mostraré el camino.” Callada hasta ahora, Erica finalmente estalló.

“¿Qué?, te tomó demasiado decir eso. No es como si tuviera que aceptar tu ayuda.” Godou respondió con frialdad.

Sí, era en parte su culpa que Erica haya permanecido silenciosa y callada desde esta mañana hasta ahora, pero ¿¡era realmente necesario estar tan ofendida!?

“¡No te estoy ayudando, sólo quiero encontrarme con Lucretia Zola rápido! ¿¡Qué diablos estás haciendo!? ¡Los transeúntes ya te han explicado con tanto detalle, pero todavía no tienes ni idea!”

“¡No puedo evitarlo! ¡No entiendo nada de italiano!”

La gente a la que Godou le preguntaba había explicado todo muy detalladamente.

Sin embargo, Godou no entendía italiano en lo más mínimo. Incluso cuando quería comunicarse seriamente en inglés, carecía de capacidad verbal, por lo que era incapaz de entender los detalles. Esta era la razón por la que estaban avanzando de una manera tan ineficiente.

Erica tomó el mapa y primero los llevó hacia adelante.

Aparentemente, recordaba todas las rutas explicadas hasta ahora, y era capaz de caminar hacia su destino sin vacilación alguna. A pesar de estar muy enfadado, Godou sólo podía seguirla.

A partir de entonces, todo fue sin problemas y llegaron a su destino veinte minutos después.

La casa de Lucretia Zola estaba ubicada cerca de un bosque en los límites de la ciudad.

Una casa de piedra en el centro del jardín despedía una atmósfera muy antigua. Debido a la sensación general de la casa, junto con la ausencia de casas vecinas, se sentía muy solitaria.

La casa de la bruja. Aunque era una casa pequeña, su apariencia coincidía con este nombre especialmente bien.

Al echarle un vistazo al jardín, notó que estaba lleno de malas hierbas por todas partes. El propietario, o no tenían ningún interés en la jardinería, o era demasiado perezoso como para hacer ello.

De todos modos, el objetivo de hacer todo el viaje hasta Cerdeña era llegar a este lugar.

Godou se puso delante de Erica, caminando hacia la entrada y presionó el botón del timbre.

— Después de esperar un rato, seguía sin haber respuesta.

“No está aquí… Si ese es el caso, esperaremos hasta que regrese ― ¿hmm?”

Godou repentinamente miró con los ojos muy abiertos. Con un fuerte chirrido, la puerta se abrió automáticamente.

Escudriñando cuidadosamente los alrededores se dio cuenta de que no había nadie delante o detrás de la puerta, y la vieja puerta de madera no parecía ser automática. ¿Qué había pasado?

“Probablemente, esto significa ‘por favor, entren’. Ya has llegado a la casa de una bruja, no te sorprendas por este tipo de truco tan simple.”

“Maldición, esto también es magia. Qué casa tan sospechosa…” Sermoneado por Erica desde atrás, Godou murmuró para sí mismo.

Al entrar en la casa con recelo, Godou encontró un gato negro esperándolo a la entrada.

*Meow~~* Estaba diciendo en voz alta, con un tono indiferente.

Para un cuerpo tan esbelto y elegante, con piel tan suave y radiante, el gato no se veía lindo en absoluto.

El gato negro repentinamente entró al interior de la casa. En el camino se detuvo y movió su pata, haciendo ‘meow’, como si llamara a alguien, y luego continuó su camino.

“¿En verdad nos está diciendo que lo sigamos?”

“Por supuesto, este gato es un familiar ― incluso para ti, algo tan clásico puede ser entendido, ¿verdad?”

Obviamente Godou ya se había dado cuenta, pero él no quería aceptarlo.

Godou negó con la cabeza, echando a un lado el impacto cultural. Vacilar en este punto sería una pérdida de tiempo, así que lo mejor es alcanzar a ese gato.

Los llevó a lo que parecía ser una habitación.

¿Era medicina? ― no, estaba lleno del aroma de las hierbas. La habitación estaba muy desorganizada, y recostada en la cama estaba una mujer medio sentada.

El gato de hace un momento estaba acurrucado en un rincón, bostezando de una forma aburrida.

“Bienvenido a mi casa, pariente de mi viejo amigo. ¿De quién eres pariente? Puedo notarlo de un vistazo, debes ser el nieto de Kusanagi Ichirou. Soy Lucretia Zola.”

De repente, la mujer de la cama estaba hablando en perfecto japonés. Godou estaba tan sorprendido que saltó hacia atrás.

Ante sus ojos estaba una hermosa mujer en ropa interior, saludando a sus invitados mientras permanecía recostada en su cama. Sus vidriosos ojos despedían una increíble sensación de encanto, mientras que su cabello color rubio era también muy hermoso.

Una hermosa mujer en su mejor momento, su edad aparente se encontraba en la segunda mitad de sus veinte.

Incluso si vestía juvenilmente a propósito, tenía treinta a lo mucho, eso desencajaba completamente con los cálculos. Si tanto sucedió entre ella y su abuelo, justo ahora ella debería ser una señora mayor, de avanzada edad.

“Ah joven hombre, ¿has sido fascinado por mí? ¿Hay algún problema? Hohoho, quizás este aspecto pueda ser muy estimulante para los más jóvenes. Algo molesto sucedido últimamente, así que he sido incapaz de levantarme de la cama… Además, ¿deberías estar tan feliz por dentro? Los hombres siempre son así.”

“Siento interrumpir. ¿Es usted Lucretia Zola-san?”

Ella asintió con la cabeza afirmando la pregunta de Godou.

“Ah, cierto. Eres Kusanagi Godou, ¿verdad? Ichirou me ha enviado una carta explicándome todo y dejando que su nieto venga en su lugar, así que he estado esperando.”―!?

De repente Godou dejó escapar un grito horrible.

Dioses, magos, los acontecimientos de estos tres días han llevado al sentido común de Godou al borde del colapso. Impactado con el golpe final, su mente finalmente se detuvo.

“Ya has llegado hasta aquí, ¿de qué te sorprendes? Mantener un cuerpo joven es un privilegio exclusivo de las brujas cuya magia ha llegado a los niveles más altos. Comparado con eso, considero que los Dioses Herejes son mucho más impactantes.”

“Oh, para haber conocido a los dioses que aparecieron en esta isla, que joven tan desafortunado. Por cierto, niña, ¿quién eres? No pareces japonesa.”

“Erica Blandelli. Gran Caballero de la Cruz de Cobre Negro. Debido a diversas razones, viajaba con él.”

“La sobrina de Sir Paolo eh, he oído rumores. Parece que has llegado a este campo debido a ese Dios Hereje, que iniciativa tan fuerte.”

Cuando Godou se dio cuenta, Erica y Lucretia ya habían iniciado una conversación entre mujeres.

Calmado finalmente, Godou sacó la tableta de piedra de su mochila.

“De todos modos, esta cosa… era lo que mi abuelo originalmente intentó traer aquí ― el objeto que Lucretia-san dejó en Japón. Por favor, acepte esto.”

La tableta de piedra que representa al hombre encadenado dibujado infantilmente. Dándole un vistazo, Lucretia dijo:

“El Grimorio Secreto de Prometeo, como se esperaba. Hace mucho tiempo, lo encontré en las profundidades de las montañas del Cáucaso, qué nostalgia.”

“Signora, ¿puedo hacerle unas preguntas?”

En italiano, ‘Signora’ era equivalente a dirigirse a alguien como ‘Señora’.

Lucretia sonrió a Erica, que estaba tratando de explicar sus intenciones de manera cautelosa.

“Está bien incluso si me llamas por mi nombre. Como puedes ver, no será apropiado tratar a una joven belleza como yo como si fuera una anciana. Entonces, Sir Erica, ¿por qué estas siguiendo a este joven de Japón?”

Las dos brujas se miraron.

Junto a ellas, Godou se sentía incómodo como una persona ordinaria.

“Entonces Lucretia, usted puede llamarme Erica. En realidad, alguien relacionado con el Dios Hereje que apareció esta vez ha estado en contacto con Godou. Además, incluso estaba llevando un grimorio de la edad mítica, por lo que podría estar involucrado en este incidente. Me preguntaba si tenía malas intenciones al venir a verla.”

Erica echó un vistazo a Godou como si hubiera visto algo insignificante.

“Después de pasar algún tiempo con él, claramente es un hombre que no sabía nada, no tenía modales, fracasaba entendiendo, y es muy desvergonzado.”

“¿Es así?, realmente no lo creo, de su apariencia diría que sólo luce como un joven inofensivo.”

Lucretia le dio su propia opinión, que iba en contra del malicioso comentario de Erica.

Godou objetó diciendo: ‘¡No hagas tales juicios sin fundamento!’ desde un lado, pero Erica lo ignoró totalmente, entonces continuó:

“Así que es cierto que él es el nieto de su amigo ― ¿significa que Godou realmente vino a Cerdeña por casualidad, y consiguió la posesión del grimorio por casualidad también?”

“Básicamente, su abuelo es un erudito, una persona común alejada completamente del mundo de la magia y los dioses.”

Escuchando las palabras de Lucretia, los hombros de Erica se hundieron en decepción.

“¿Cómo puede ser?, ¡Haber perdido tanto de mi preciado tiempo con un insignificante plebeyo, qué vergüenza para mí el haber hecho tal cosa!”

“… ¡Déjame aclararlo de antemano, no te dije ni una sola mentira!” Antes de que fuera culpado, Godou quiso resaltar ese hecho a Erica. Y después, Lucretia sonrió mientras hablaba.

“No tienes que estar tan desanimada, Erica-san, si deseas información acerca del Dios Hereje, entonces venir aquí fue lo correcto. Como recompensa por tu esfuerzo para llegar hasta aquí, yo te lo diré.”

“― Lucretia, ¿no será que usted sabe de qué dios se trata esta vez?”

“Para ser precisos, no estoy segura. Mi información sólo ha confirmado que se trata de algún dios de la guerra. Originalmente pensé que era una deidad como Melqart, pero luego resultó ser algo más que eso.”

Lucretia sonrió vagamente sobre la cama.

Melqart. Al oír el nombre de ese dios por primera vez, la mente Godou estaba llena de preguntas.

“Oh, ¿no lo conoces muchacho? Esto no se puede evitar, aunque es una deidad con importancia histórica, ya no es famoso en tiempos modernos. No, para ser precisos, ese debe ser su verdadero nombre.”

Lucretia continuó su explicación sin problemas:

“El rey divino adorado por las tribus semíticas, como por los cananeos y fenicios… Baal. Originalmente el dios de las tormentas, rayos y el cielo, su poder continuó creciendo hasta que finalmente poseyó muchas autoridades. Entre las lenguas indoeuropeas, Zeus y Odín son los más similares. Has oído hablar de ellos dos, ¿no es verdad?”

“Sí, los conozco.”

La deidad griega principal, Zeus, así como el jefe nórdico Odín que aparecía a menudo en las óperas.

Incluso para las personas japonesas como Godou, eran pocos los que no habían oído hablar de sus nombres.

“Este tipo de dioses del cielo, básicamente todos poseen características diferentes. Dios principal, rey, dios de la sabiduría, dios de la vida, dios de la guerra, dios del infierno, etc. Baal es también uno de estos arquetipos. Con muchas caras vienen muchos alias. Esto es muy natural, ¿cierto? …

Melqart era el título honrado por el pueblo cuando protegía la ciudad de Tiro.”*

(NOTA: Ciudad situada al sur de Líbano, se encuentra en la costa oriental del Mar Mediterráneo.)

Sonaba como un nombre que había escuchado antes.

Godou se enorgullecía por estudiar la historia seriamente. Lucretia sonrió vagamente.

“Tiro era la ciudad construida por los fenicios. Sus defensas eran tan grandes que a Alejandro Magno le tomó un año el conquistarla. También fue la sede naval de los fenicios, los capitanes de los antiguos mares. Al llegar a Cerdeña se convirtieron en los gobernantes de esta isla.”

Por lo tanto, Melqart era un dios con profundos vínculos con la isla de Cerdeña. Habiendo dicho esto, Lucretia agregó posteriormente.

“Alrededor de Grecia, Melqart era representado como un hombre gigante blandiendo garrotes ― hace unos días, fui testigo del dios Melqart apareciendo.”

“Pero Lucretia, ¿no empezó diciendo que esto no tenía relación con Melqart?” La anciana bruja respondió a la interrupción de Erica inafectada.

“Así es, ¿no hay formaciones como columnas de piedra en Sicilia? Hace cinco días, mi visión espiritual me indicó una reunión anómala de poder divino allí. Yo personalmente fui allí para observar la situación.”

Visión espiritual ― ¿era algo así como clarividencia?

Al oír estas palabras, Godou ya no podía negar que era una bruja.

“De allí, lo que tuve fue la visión del combate entre dos dioses. Uno era Melqart, el otro tomó la forma de un guerrero, empuñando una espada dorada. El resultado de la feroz batalla entre los dos dioses resultó en un perjuicio y derrota mutuos.”

Lucretia suspiró.

Como si estuviera muy cansada, Godou, preocupado por su condición, se acercó a su cama.

“No te preocupes, joven hombre. La conversación está a punto de terminar ― Melqart con su garrote y el otro dios con la espada dorada se atacaron el uno al otro en su golpe final, causando heridas graves a ambas partes. Melqart se transformó en un rayo se fue volando, mientras que el dios de la espada dorada se hizo pedazos.”

“¿Pedazos? ¿Entonces perdió su forma?”

“No, el cuerpo del dios de la espada se dividió en pedazos y cada pedazo tomó una forma nueva. Uno era un jabalí, el otro un halcón, también otras criaturas como un caballo o una cabra. Estos avatares volaron inmediatamente a través del mar o el cielo.”

En otras palabras, las bestias enormes que aparecieron en toda la isla nacieron a partir de los fragmentos del dios de la espada dorada.

Godou sentía que cosas se estaban poniendo cada vez más ridículas.

“Entonces el dios del Viento que derrotó a la bestia salvaje, ¿esa era la encarnación de Melqart?”

“Quién sabe, sea el dios Melqart o el de la espada, no podría haberse recuperado en tan poco tiempo. Si se recuperaran, mi visión espiritual debería haber recibido premoniciones, pero hasta ahora no ha habido ninguna. También es posible que hayan dejado Cerdeña.”

Ante la pregunta de Erica, Lucretia sólo respondió con un ‘¿quién sabe?’ y se encogió de hombros.

Aunque Godou no sabía nada, se podría decir que la situación era muy inusual.

“¿Eso significa que fue envuelta en la batalla entre los dioses, y agotó su poder mágico?”

“Sí. Con el fin de protegerme en ese campo de batalla, necesité usar magia que superaba mis límites. Gracias a eso, mi magia se ha agotado por completo, y probablemente tardaré tres meses en recuperarme. Mientras tanto no podré hacer grandes hechizos, ni siquiera mover mi cuerpo. Que problemático.”

Aunque ella lo dijo claramente molesta, su tono de voz era más bien lento.

Godou repentinamente pensó en la tableta de piedra que estuvo en su mano todo este tiempo.

“Entonces, una vez más, tengo esta pertenencia suya. Por favor, acéptela. ¿No usó esto Lucretia-san para reprimir a un dios antes? Tal vez podría ser útil en esta ocasión.”

“…Espera un minuto, Godou. ¿Cómo pudiste no haberme dicho un detalle tan importante?” “Esto es algo que pertenece a Lucretia-san, ¿qué razón tengo para revelarte todo a ti?” Ignorando a la molesta Erica, Godou extendió la tableta de piedra hacia delante.

“Hmm…” En lo profundo de sus pensamientos, Lucretia miró al joven hombre y la mujer.

¿En qué estaba pensando?

“Joven, lo que hice con el Grimorio Secreto de Prometeo, ¿lo has escuchado de Ichirou?” “Sí, pero… aún no lo creía.”

“Erica-san, ¿has venido aquí con el propósito de sellar al Dios Hereje?”

“Así es, tengo que superar este desafío con el fin de demostrar que puedo ser el talento más destacado de la Cruz de Cobre Negro. Por eso he aceptado esta difícil misión.”

“¡Es por eso que estás interesada en el paradero de los dioses, qué molesta!”

Lucretia se quejaba con un frívolo tono de voz, por otro lado―

“Lo entiendo. Joven hombre, voy a confiarte esto, úsalo cuidadosamente.” Habló con Godou.

“¡Ah!” esto sorprendió mucho a Godou, incluso a Erica.

“¡Lucretia Zola! ¿¡Qué está pensando!? ¡Darle un preciado grimorio de la edad mítica a este despistado idiota, tiene que haber un límite a las decisiones estúpidas!”

“Habiendo dicho esto, en realidad es bastante molesto que se haya traído esta cosa aquí ahora ― o mejor dicho, es inútil en mi estado actual. Puedes ver cómo está mi cuerpo ahora ¿Quién podría haber previsto que regresaría a mi lado en un momento como este?, a veces la voluntad del destino es bastante irónica.”

“¡Entonces debería darme el grimorio a mí en cambio! ¡Eso se llama usar a la persona adecuada para el trabajo adecuado!”

“Pero eso es demasiado razonable, carente totalmente de interés. Prefiero la opción divertida.”

“¡Por favor no bromee con un tono tan deprimente!”

A pesar de este inesperado desarrollo sorprendió a Godou, éste decidió interrumpir.

Dándole un casual vistazo a la cama en la que ella estaba tirada ― Godou se dio cuenta, al lado de la almohada estaba una vieja consola de videojuegos con un cartucho insertado en la parte superior.

¿          Quest? ¿Es ese RPG? ¿Debe haber sido un RPG de fantasía muy viejo?

“Espera un minuto, ¿quieres decirme que no? Permítanme decir primero que no estoy influenciada por el juego que he estado jugando para haber hecho esa propuesta. Aun así, un joven hombre de Nivel Uno partiendo hacia la aventura de completar la misión, realmente es un elemento básico del género de aventura. ¿Eso no hacer que tu sangre hierva de la emoción?”

“¡Mi sangre no hierve para nada, estoy completamente desmotivado!” Ignorando la objeción de Godou, Lucretia continuó:

“Por cierto, obviamente como Caballero de la Gran Cruz de Cobre Negro ― sobrina y aprendiz de Paolo Blandelli, no intentarás robarle este grimorio a este ordinario joven por la fuerza, ¿me equivoco?”

“¿¡Cómo podría hacer tal cosa!? ¡No me subestime así!”

“Bien. Erica-san, sólo aquellos que superan grandes dificultades pueden ser llamados Caballeros ¡Si deseas que otros presencien tu magnanimidad, no te quejes de este nivel de obstáculo ― en cuanto a ti, joven!”

“¿Sí?”

“Justo como has oído, espero con interés su desempeño. Sobre cómo se debe usar este grimorio, todo quedará en tus manos. Ayuda a la chica, huye, utilízalo de alguna manera que no pueda imaginar. Muéstrame un poco de diversión.”

Lucretia terminó, y añadió una frase más.

“Además, te encomiendo a esta chica, por favor, cuida muy bien de ella.”

“¿¡Cuidar de mí!? ¡Qué graciosa! ¡Que alguien como él cuide de mí, por favor, no me trate como a una tonta!”

Terminando enojadamente con estas palabras, Erica se dirigió a la entrada con pasos elegantes pero fuertes.

Luciendo extremadamente furiosa, salió directamente.

¿Qué debe hacer Godou?

Mientras Godou permanecía perplejo, Lucretia ondeó su mano como si guiara su comienzo.

Parece que la reunión había terminado. Preocupado, Godou negó con la cabeza y salió a la calle para alcanzar a la belleza rubia.