Campione (NL)

Volumen 2

Capítulo 4: La Conferencia de Los Reyes

Parte 4

Godou alcanzó el segundo piso de la biblioteca y entró en la amplia sala de lectura. El hombre alto y viejo y Yuri vestida de blanco estaban allí.

A diferencia de los rumores de ser un perro rabioso, el aspecto del anciano era muy intelectual, con una frente amplia y ojos hundidos. Aunque alto y delgado, su cuerpo no daba la impresión de ser débil. Tal vez era debido a la postura erguida de toda su espalda.

Vestido con un pulcro traje, parecía un viejo y distinguido caballero. “Kranjcar, fuiste muy violenta con mis sirvientes.”

El viejo caballero ― Sasha Dejanstahl Voban repentinamente habló. No fue una reprimenda, más bien mantuvo un tono más burlesco.

“Mis disculpas, como una Caballero, incorrectamente juzgué insolencia contra el Rey y alcé mi espada. Voy a aceptar cualquier castigo.”

“Ese tipo de servidores son como una moneda de diez centavos, despreocúpate de ello.” Respondiendo, como si jugara con ella, Voban lucía aburrido y miró a Godou.

Era el tipo de mirada que parecía más bien arrogante.

“Te ves muy joven, pero, ya que viene al caso, yo también me convertí en Rey cuando bordeaba tu edad. Di tu nombre, joven. Supongo que ya conoces mi nombre, pero yo no conozco el tuyo.”

“Mi nombre es Kusanagi Godou. Por favor, regrésame a mi amiga.” Godou dio su nombre sin usar honoríficos.

Después de escuchar acerca de las hazañas de este viejo hombre, Godou no tenía ninguna intención de aplicar su habitual respeto por los ancianos.

Godou miró la condición de Yuri. Ella se veía un poco pálida, pero no parecía haber sufrido un serio ataque. Ella estaba viendo la cara Godou con una expresión preocupada

“¿¡Por qué!? Kusanagi-san. ¡Venir hasta este lugar por mi culpa!”

“¿Qué estás diciendo?, ¿no sería problemático si no hubiera venido? De todos modos, ¿estás bien Mariya? ¿Te han lastimado?”

“No voy a hacer algo tan estúpido, esta miko es muy útil para mí.”

Los agrietados labios de Voban se abrieron para mostrar una sarcástica sonrisa.

“Sin embargo, joven, ¿quién es esta chica para ti? ¿Familia o esposa? ¿O amante? Lo siento, pero ella será mía.”

“¡No bromees! ¡Si quieres invocar a un dios, hazlo tu mismo! ¡No involucres a los demás!” Antes de llegar aquí, Godou descubrió la esencia de las cosas gracias a Liliana.

Sea el objetivo de Voban, la necesidad de Yuri, o los peligros del ritual de invocación de un Dios Hereje. No había razón alguna para que este viejo continuara con sus atroces acciones.

Así, Godou le reprochó fuertemente.

Voban bostezó como si se aburriera, y no estaba para nada afectado.

“Joven, este es un encuentro entre Reyes. Pido disculpas por la rudeza de entrar en tu territorio sin tu consentimiento. Sin embargo, no creas erróneamente que tus palabras puedan cambiar mis intenciones. Si solicitas algo de un Rey, ¿no deberías prepararte para pagar el precio?”

“¿El precio?”

“Sí, una miko para remplazar a esta chica, una que pueda invocar a un dios para que sea mi presa. Sin esto, no puede haber acuerdo.”

El anciano parecía no querer malgastar más palabras. Parecía que las negociaciones no podían continuar.

Godou chasqueó los labios. ¿Había alguna otra manera que no sea una demostración de fuerza? De acuerdo a los rumores sobre Voban, él creía solo en el Poder. Parecía que no había otra forma más que mostrar el poder que poseía ― las autoridades usurpadas del Señor de la Guerra Persa.

Justo cuando Godou estaba desesperándose ―

Se dio cuenta de que Yuri lo miraba como si le estuviera pidiendo algo, como si silenciosamente rogase algo.

— ¿Era debido a la ansiedad?

Godou dudó y soltó el puño derecho, que había apretado inconscientemente, y relajó su hombro. Yuri asintió con la cabeza en gran medida, por lo que la suposición era correcta.

(Pero entonces, ¿qué debo hacer…?)

Justo ahora, las palabras ‘usa la fuerza’ habían cruzado por la cabeza de Godou.

¿Es que ya no había más sentido en hablar con Voban? Aunque Yuri no lo había detenido, era algo que debía evitarse.

Él mismo, que siempre predicaba a Erica acerca de ‘vivir una vida pacífica con sentido común’, debería encontrar una solución más fácil para ese problema…

En este momento, Erica entró en acción.

Hasta ahora, ella había estado esperando en una esquina de la sala de lectura junto a Liliana. Sin embargo, parecía haberse dado cuenta de la vacilación de Godou, y caminó acercándose a su Rey.

“…No es bueno, el asunto se ha complicado, ¿podrías retirarte?”

“No, mi Rey, me disculpo profundamente por mi tardanza. Será mejor seguir el consejo de nuestro aliado Sir Salvatore ― Por favor, sea decisivo”

Con una encantadora sonrisa mientras rechazaba la solicitud de Godou, Erica le dio un consejo con el tono de voz de un súbdito leal.

Voban inmediatamente reaccionó ante esas palabras. “Oh, ¿un aliado? Esto no puede ser ignorado, chica.”

Ante el viejo Rey Demonio que había tomado un leve interés, Erica se inclinó con elegancia y se presentó.

“Es un honor conocerlo. Soy Erica Blandelli ― La Gran Caballero de la Cruz de Cobre Negro, y la actual Diavolo Rosso.”

“¿La sucesora de Paolo Blandelli? ¿Cuál era el significado de lo que acabas de decir? ¿Podrías explicarlo?”

“Sí, permítame continuar.”

Los ojos de Erica parecían tener un cierto brillo, como los de un niño feliz y juguetón. Era evidente que no había buenas intenciones.

“Yo no sé si usted habrá oído, pero mi amo, Kusanagi Godou y nuestro Rey italiano, Sir Salvatore, tuvieron una intensa batalla que terminó en un empate. Además, esta batalla alimentó un lazo de amistad entre los dos Reyes.”

Godou podía sentir un sudor frío por toda su espalda.

Era bien conocido, que hace cuatro años, el que frustró los planes del viejo fue Salvatore Doni. “¡No alimentó nada! ¡Es cierto que luchamos, pero no hay nada parecido a una buena relación!”

“Hoho, a pesar de que mi Rey ha dicho eso, sin duda es íntimo con Sir Salvatore, ¿no es así, Liliana?”

“¿Por qué me lo preguntas?…Sí, es cierto.”

Al ser consultada tan repentinamente, Liliana respondió bastante disgustada.

¡Si en verdad no eres amiga de Erica entonces no seas tan cooperativa!

Godou gritó, pero ya era demasiado tarde.

“Sir Salvatore está realmente preocupado por Godou-sama… En lugar de un aliado, tal vez sería más feliz si su relación se describiera como algo parecido a una relación fraternal o un mutuo amor.”

Desde su punto de vista, ella debe haber estado desempeñando bastante bien su papel como muñeca de Erica.

Mientras se compadecía de Liliana, Godou levantó la cabeza y miró hacia el cielo.

“…Sí. Para ser confirmado por un caballero de la Cruz de Bronce Negro, que es enemigo de la Cruz de Cobre Negro, joven ― eres aliado de Salvatore, no puede haber ningún error sobre ese hecho.”

“Además, hay algo acerca de la victoria de mi Lord hace un mes. ¿Desearía saber?” Erica añadió más leña al fuego.

Voban no contestó, pero hizo un gesto con sus ojos para que continuara.

“La diosa Atenea ― una poderosa deidad que no requiere explicación. Sin embargo, Kusanagi Godou luchó y la derrotó hace un mes, pero la dejó escapar justo antes de la final, y no usurpó su autoridad…”

“Ho, incluso si estás mintiendo, por favor, no te pases.” Cambió.

A diferencia de los rumores, el anciano lleno de aires de intelectual cambió su actitud. Esa postura era tan punzante como espadas, y tan feroz como las bestias salvajes.

Sentado en la silla como si fuera un trono, él empezó a temblar ligeramente.

Movimientos suaves del cuerpo, como los de un animal felino. Era impensable que un anciano pudiera ser capaz de hacerlos.

“¡Dices que él empató contra Salvatore y derrotó a Atenea! ¡Pero sin haber dado muerte a un solo dios! Jajaja, haber logrado todo eso, ¿luchar contra ese estúpido tipo sin otros trucos más que su espada, y hacerse enemigo de la diosa de la oscuridad definitiva? Diavolo Rosso, ¿qué quiere decir realmente Salvatore?”

El viejo Rey Demonio preguntó mientras reía con gran regocijo.

“Sí. Eso fue lo que dijo. Como Rey y como su superior, al visitarlo personalmente desde tan lejos, el Marqués definitivamente quiso tener una competencia de fuerza. Incluso dijo algo sobre comprender a alguien con un cuerpo tan viejo, y algo acerca de inclinarse al servicio del poder de los más jóvenes…”

“¡Nunca! ¡No importa cuán metiche sea ese canalla, él nunca diría algo tan ridículo!” Sin embargo, ya era demasiado tarde.

Voban se veía muy feliz, y sonreía sin piedad.

“Bueno, hacer de mi oponente a un mocoso que ni siquiera ha sido Rey durante un año no era mi intensión. Sin embargo ― siéntete honrado, porque jugaré contigo.”

Los ojos color verde esmeralda parpadearon brillantemente.

Los ojos de un tigre. Godou se sintió sin aliento mientras pensaba en una descripción de la intensidad de esos ojos.

“Mocoso ― como has solicitado, ten a esta chica de nuevo. Pero a cambio, tú y la chica se convertirán en mis presas de caza.”

Voban agarró violentamente el brazo de Yuri y la lanzó hacia Godou. Godou frenéticamente recibió su delicado cuerpo en sus brazos.

El cuerpo de Yuri estaba temblando ligeramente, con su cara pálida y sin sangre, como extremadamente asustada. Godou le acarició la espalda con una mano para consolarla.

“Treinta minutos. Toma a esta chica y ve a donde quieras. Me pondré en marcha de aquí en treinta minutos para tomar tu vida y la de la chica. Se pueden ocultar en cualquier lugar que deseen. Voy a perseguirlos por todos los rincones del mundo con el fin de cazarlos y acorralarlos. Estas son las reglas de caza, ¿entendido?”

En este momento, no había otro camino más que jugar ese juego. Godou se preparó, y asintió en silencio.