Nishino (NL)

Volumen 4

Capitulo 1: Viaje de Graduación

Parte 23

Mientras que Nishino está en total rendición ante Rose, este es Tarosuke, por cierto.

— … Finalmente conseguí perderlos, ¡qué tal! Haha.

Gritando alegremente, no se podía encontrar a nadie detrás de él mientras caminaba por Santorini por la noche, tal como lo acababa de decir. Parecía haber logrado escapar a salvo de los hombres fuertes que había conocido en el restaurante. Era un hombre guapo que gritaba para sí mismo como para confirmar la paz que había conseguido con ello.

Takeuchi y el resto del equipo escaparon sin incidentes, y se sintió aliviado al poder dar un suspiro de alivio.

— Es un infierno de un viaje de rodaje, ¿no es así?

Toda la zona es un desierto sin ninguna otra popularidad. Una vez que se aleja de la ciudad de Fira, el número de edificios disminuye rápidamente, y la escena se parece más a un pueblo frío que a una atracción turística. Esta es una isla llamada Santorini.

En medio de todo esto, en un estrecho tramo de asfalto, él es el que avanza a pie.

— …. Creo que los habría despistado mucho antes.

A medida que su estado de ánimo se estabilizaba, la imagen del futsumen que no podía dejar de adorar apareció de forma natural en su mente. Nunca soñó que el hombre en cuestión estaría en una moto, con unas tetas apretadas contra él por voluntad del sexo opuesto.

La visión de un hombre guapo con la barbilla levantada, mirando al cielo nocturno y mirando las estrellas en el cielo era una visión muy pintoresca. Si Takeuchi-kun hubiera visto una sonrisa tan pequeña y burlona, definitivamente la habría imitado.

— Bueno, supongo que es lo mejor que puedo hacer ahora mismo…

Sus pies giran su curso hacia Oia en busca del alojamiento de esta noche.

Pensó que no sería bueno volver a Fira.

Por el rabillo del ojo, hubo una figura de una persona reflejada inesperadamente. Son las figuras de gente corriendo apresuradamente por el camino en medio de la noche sin otras personas a la vista. Dos o tres en fila, moviéndose en una sola línea por el camino.

Es una escena que se puede ver desde la distancia, ya que la zona está poco poblada después de salir del centro de la ciudad. El camino por el que camina Tarosuke es un cruce en el que se cruzan en una encrucijada a la que se dirigen si continúan. La distancia es de unas pocas docenas de metros.

— … Oi oi, ¿no es esa la mujer de Nishino?

Después de un corto paseo, los detalles fueron revelados.

Al frente del camino estaba Shimizu.

— No es realmente un aburrido viaje de rodaje…

Empieza a correr de nuevo, motivado completamente.

La razón de esto es la presencia de dos hombres que la persiguen. En cuanto a uno de ellos, tiene un cuchillo en una mano. Esta es la razón por la que la cara de Tarosuke se puso tensa de forma natural al oler el mismo olor que el que lo había estado persiguiendo.

Afortunadamente, su oponente estaba tan desesperado por perseguir a Shimizu que parecía no darse cuenta. Como la presidenta de la clase estaba en buena salud, estaba bastante desesperada por huir. Si hubiera llevado zapatos deportivos en lugar de sus zapatos de cuero extra grandes, sin duda habría abierto más distancia en primer lugar.

Mientras tanto, Tarosuke está corriendo lo más rápido que puede para reducir la distancia.

Cuando la otra parte se dio cuenta de la aproximación de Tarosuke, ya estaba en una situación insostenible. La oscuridad de la noche fue probablemente un factor también. Bajó el puño del lado en dirección al hombre que perseguía a Shimizu, apuntando a su cara.

— ¡Hombres pervertidos!

Los nudillos fuertemente apretados se clavaron en las mejillas del hombre.

— Gah…

Con un corto grito, el oponente fue sorprendido enérgicamente.

El hueso del puño con el impulso de la carrera mostró más potencia de la que había imaginado. El hombre fue enviado indefenso a volar y cayó en la calle. Y luego dejó de moverse. Al mismo tiempo, algo duro cayó en su pecho y se escuchó un sonido seco.

Naturalmente, la persona a la que golpeó no golpeó lo suficiente. Trató desesperadamente de soportar el dolor en su puño, aunque. Ouch, duele, un verdadero dolor, un gemido que casi se filtra sin querer, pero de alguna manera se lo traga el hombre apuesto. Su mano empezó a hormiguear con el calor pero lo soportó, como consuelo la brisa nocturna enfría su puño cerrado.

Naturalmente, todos dejaron de caminar.

Tanto Shimizu, que iba en cabeza, como el hombre que lo perseguía, resoplaron y miraron al intruso. Aparentemente, había corrido una distancia razonablemente larga, y su frente estaba cubierta de sudor.

— ¿Eh? Ah, er…

Bajo la oscuridad, Shimizu se dio cuenta de que la otra persona era un japonés igual que ella.

Y era asombroso darse cuenta de que es alguien que también conocía.

— ¿Estás bien?

— ¿¡Uhm, eres, Ta-Tarou-san!?

— Sí, soy ese Tarou-san. Encantado de conocerte.

La persistencia de Tarosuke es lo que lo mantiene en buen estado incluso en esta etapa de su vida. La persistencia de Tarosuke es evidente en su habilidad para comportarse como el futsumen. Siempre está listo para mostrar su compostura en cualquier situación. Ese comportamiento es, como él dice, de lo mejor.

— Oi oi, tienes muchas cosas.

La mirada de Tarosuke se mueve mientras intercambia palabras con Shimizu. Lo que vio en su visión fue un objeto que se le cayó a la persona que había golpeado. Es una pistola. Parece que fue insertado en su cinturón, y parecía haber caído al suelo tan pronto como fue golpeado.

Afortunadamente, como hay muchos problemas, es bueno recogerla.

La recogió con una mano diferente a la que golpeó al hombre.

Después de comprobar la situación, el hombre que quedaba, que había perdido a su pareja, comenzó a entrar en pánico. Dos a uno en número, uno de ellos en contra, además, parecía temblar extraordinariamente ya que había derrotado a su compañero de un solo golpe. El arma que acaba de ser recuperada es también una gran influencia.

— Chico, ¿cómo llegaste hasta aquí?

El hombre ladró en un inglés pobre.

Es una opinión razonable.

A esto, Tarosuke hace todo lo posible para responder con un comportamiento tranquilo.

— No necesito una razón para salvar a una bonita chica. ¿No es así?

La presidenta de la clase fue elogiada por esto, pero desafortunadamente, no tenía ni idea de qué trataba la conversación entre los dos. Aun así, los observa con una expresión difícil, tratando de entender la conversación de alguna manera. Si hubiera entendido el significado, habría tenido la cara roja y feliz.

Como el hombre que fue citado, estaba extremadamente irritado.

— T-Tú…

— Whoa, no te muevas, ¿de acuerdo? ¿Tengo algo de experiencia en esto, sabes?

Recuerda y habla de su vuelo de antes de ayer.

Al hombre que revelaba su enojo, Tarosuke respondió sosteniendo el arma. Su puntería es borrosa. Sin embargo, desde el lado, parece que va a por el tipo. Si recuerda el golpe de gracia de hace un momento, la mentira sería sólo una excusa. Se puede sentir la dignidad, aunque sea un poco.

— Tú, asiático…

La mano del hombre llegó a su bolsillo.

Tarosuke le gritó a esto.

— No hagas nada sospechoso, ¿de acuerdo? A menos que quieras más orificios nasales.

— Q-…

El campo de conflicto era unilateral.

Pensando en los términos de Tarosuke, era una escena de rock en este momento. Rescata a una chica de secundaria perseguida por unos callejeros, él solo. Es un desarrollo que estimula la mente masculina más que cualquier otro escenario cinematográfico caro.

Estoy bien.

Estoy bien.

Yo soy rockero.

Teniendo los ojos de una activa colegiala mirándole con admiración, y sabiendo que es alguien con quien quiere estar, Tarosuke Ogata se emociona por primera vez en su vida, formando un gran drama. En ese momento, el corazón del apuesto hombre estaba en un estado de suprema excitación.

Pero, sin embargo, sus hazañas terminarían aquí.

Fue transmitido con el sonido del escape del motor principal.

En el momento siguiente, un coche salió del lado del edificio detrás de él. La dirección de las luces cambió en un círculo, deslumbrando a Tarosuke y a los demás. La voz de un hombre en aloha se asomó por la ventana del lado del pasajero.

— ¡Ooh, lo encontraste!

Diego, el hombre aloha, gritó con satisfacción.

— ¡Diego-san! ¡Po-Por aquí! ¡Aquí!

El hombre que estaba siendo perseguido gritó felizmente el nombre de su amigo.

Parece que Tarosuke ha sido atrapado de nuevo por sus perseguidores. A través del parabrisas, se podía ver a varias personas en el coche, como sus secuaces. Antes de que pudiera confirmar el número de personas en detalle, las luces del coche le iluminaron los ojos, que están acostumbrados a la oscuridad, gritando.

— ¡Va-Vámonos!

Era un hombre apuesto que había sido obligado a darse la vuelta.

Es la persecución de nuevo.

— ¡Oe! ¡Mátenlos a la vez!

Las instrucciones del hombre de Aloha volaron desde arriba del coche.

En las afueras de Fira, Tarosuke y Shimizu eran perseguidos en coche por Diego y sus amigos como si estuvieran cazando ciervos. De vez en cuando, se disparaban ráfagas de munición real a sus pies, sin piedad. Uno de ellos raspó el brazo de Tarosuke, manchando una cosa roja en su piel.

— Ku, ¡harán lo que quieran!

Murmuró evasivamente mientras corría.

Tenía el arma en su mano derecha y la mano de Shimizu en la izquierda.

— Acelera el ritmo un poco más, ¿vale?

— ¡S-Sí! ¡Todavía estoy entrenando para esto!

A diferencia de Matsuura-san de otro lugar, el tono de la voz de la presidenta, que asintió con la cabeza, fue muy tranquilizador.

Confirmando esto, Tarosuke aumentó un poco su impulso de carrera.

— Buena respuesta. Es sólo natural de la mujer a la que Nishino le ha echado el ojo.

— Err, Ni-Nishino, uhm…

Después de recibir una declaración inesperada de un oponente inesperado, Shimizu comienza a impacientarse instantáneamente.

— El desnivel del terreno va a hacer más difícil que nos sigan en su coche. Nos desviaremos de la carretera y nos dirigiremos hacia allí. Sé que va a ser difícil encontrar tus pies en esta oscuridad, pero de alguna manera tendrás que soportarlo por ahora. Voy a sacarte de aquí en una sola pieza.

— S-Sí.

Asintiendo ampliamente, Shimizu se dio cuenta de que acababa de asentir con la cabeza.

La mano del hombre que había dicho que definitivamente la ayudaría y tiró de su propio brazo hacia atrás estaba antes de que ella se diera cuenta, humedecida con un sudor grasiento y temblando aún más. No importaba lo fuerte que fuera, era fácil de entender, incluso si ella no lo conocía bien, que lo que era aterrador debía serlo.

— …

Por eso la lucha de Tarosuke por los demás, aunque tuviera que sofocar su egoísmo, estimulaba los instintos maternales de la presidenta. Si el objetivo era un hombre guapo, sería un efecto doblemente mayor. Naturalmente, los ojos estaban abatidos——

No existe tal cosa, y luego tengo que recordarme a mí misma que tengo que ser fuerte, dijo mentalmente.

Se destripa las piernas y los pies con el impulso de liderar a Tarosuke.

Echo de menos estar sola. Digo que estoy lloriqueando. Quiero estar para alguien más. Pero incluso en circunstancias similares, la presidenta era capaz de hacerse un poco más fuerte cuando alguien más débil que ella estaba a su lado, incluso si estaban en la misma situación. — ¡Sigue!

— Sí.

La respuesta también es poderosa.

Las orgullosas piernas de la presidenta nunca fueron tan fuertes como las de Tarosuke.

— ¡Puedes correr más rápido que esto!

— A-Aah, está bien.

Las dos personas comenzaron a correr a través de una franja de carretera plana y fácil de recorrer, dirigiéndose a un área desnivelada. Utilizaron los obstáculos dispersos, como los setos de las casas privadas y los bloques de ladrillos dispuestos al azar en los límites del terreno, para ganar distancia del coche que se acercaba.

Es lo mejor que los dos podían hacer ahora mismo.

La fuente de luz es la luna flotando por encima, que es lo mejor que se puede ver en la oscuridad, y el sentido de la dirección no funciona tan bien como puede ser, porque va acompañado del miedo a ser disparado por detrás con un arma. Además, como es la primera vez que se visita un lugar, no tienen más remedio que decidir a dónde ir basándose en su juicio inmediato.

Tarousuke y los demás sólo tomaron la dirección que era difícil seguir para el coche ir.

Gracias a esto, la banda del Aloha también se bajó del auto en medio de la carrera y tuvieron que perseguirlos entre ellos. La brecha entre los dos lados se mantuvo abriéndose y estrechándose. Los sonoros disparos y maldiciones ocasionalmente disminuían en volumen, pero nunca cesaban.

Pero, aun así, los hombres fueron disminuyendo gradualmente en número.

La diferencia de resistencia parecía dar a Tarosuke y Shimizu la ventaja. En lo que a ellos respecta, comparado con un gángster que no hace ejercicio y lleva una vida insana repetidamente, Shimizu se ejercita todos los días en actividades de club, y el hombre guapo alquila el gimnasio de un hotel de lujo para ejercitarse durante las vacaciones, así ambos tienen unas especificaciones inesperadamente altas.

Sin embargo, no todos los hombres se rendirían con los dos.

Aunque era el último, Diego siguió persiguiéndolos sin cesar.

***

Finalmente, llegaron y el escenario estaba al borde de un acantilado frente al océano.

— Haa… Haha… Chicos, definitivamente los mataré…

Diego está mirando a Tarosuke y Shimizu con los ojos inyectados en sangre. Es un hombre muy vengativo. Tiene una pistola en la mano, y su mira apunta inquebrantablemente a la frente de Tarosuke. Su respiración es muy irregular porque ha estado corriendo sin parar.

En respuesta a esto, los dos perdieron su escape y tuvieron el mar a sus espaldas.

Sólo hay una docena o más metros entre ellos.

Tarosuke también está en una postura con un arma en ambas manos, dando la bienvenida a Diego. Shimizu está a su lado. Ambos están resoplando, resoplando y respirando pesadamente, y en este momento, están en un apuro por suprimir su deseo de gritar.

— ¿Por qué no haces más ejercicio? Todavía respiras con dificultad.

— ¡Que te den, tú estás haciendo lo mismo!

Es un momento tranquilo en la noche, y el único sonido que resuena es el de las olas que vienen de la cima de un acantilado.

Gracias a esto, se pudo ver fácilmente la respiración del otro.

— Ta-Tarou-san, no más…

La expresión de la presidenta se hizo más fuerte al perder su escape, también.

El acantilado detrás de ella no estaba lo suficientemente calmado como para saltar y salvarse. Debido a la altura del acantilado, que está a varias docenas de metros sobre el nivel del mar y la pendiente que existe, no importa cuánto intentara, su cuerpo seguiría siendo golpeado de frente por la roca dura.

— ¿Qué? Estaremos bien si decidimos hacerlo aquí.

Voy a ponerte una bala de plomo en tu asquerosa cara.

Por cierto, la conversación entre los hombres sigue siendo en inglés.

Shimizu, que tiene un puntaje de 500 en el TOEIC, no podía entender una palabra de lo que decían. Estaba segura de sus habilidades en lenguas extranjeras, así que fue un poco chocante ver a los verdaderos nativos hablando entre ellos.

Era la presidenta de la clase, que había decidido estudiar mejor el inglés si podía volver con vida.

— …

— …

Tarosuke y el hombre de aloha se miran el uno al otro con sus armas preparadas.

En lo que respecta al primero, sus rodillas se tambalean y tiemblan sin ocultarse. El sudor que huele mal se filtra por los costados y el pecho, cambiando el color de su camisa. La garganta está reseca por haber estado corriendo tanto tiempo. La saliva pegajosa se enredó alrededor de su garganta, y hasta el más mínimo respiro dañó sus bronquios.

Las condiciones eran terribles.

La impaciencia creció extraordinariamente intensa mientras miraba fijamente el hocico de mi oponente al final de mi vista. Mi corazón late dolorosamente con un golpe. Al momento siguiente podría ser disparado. Podría estar muerto. Ese tipo de tensión sacudió violentamente la mente de Tarosuke.

— ¿Qué voy a hacer…?

Las palabras murmuradas en voz baja son un soliloquio que sólo él puede oír.

El punto muerto continúa, sin que ninguno de los dos lados pueda moverse.

En una inspección más cercana, el hombre Aloha también tiene una expresión seria en su rostro. Todo su cuerpo está cubierto de sudor por correr sin parar. Desde la frente hasta el cuello, sus manos y pies están mojados. Así es como es, hasta el punto que las gotas gotean de su barbilla.

Aun así, no mostró ni el más mínimo tic y se concentró en el oponente que tenía delante.

— …

— …

Era como una batalla de uno contra uno que se vería en una película del oeste. Sin embargo, ya se han sacado las armas. Los dos hombres habían perdido completamente la noción de cuándo disparar. Nadie podía darles una respuesta sobre cuándo sería el momento adecuado.

Desde unas pocas docenas de metros debajo del acantilado, el sonido de las olas chocando y regresando se puede escuchar débilmente. Se repetían a un ritmo constante, como si se agitara un metrónomo. A medida que las olas volvían, su tensión aumentaba.

Tarosuke quiere tirar el arma en su mano y salir corriendo.

En medio de todo esto, al final, recuerda la historia del futsumen que hablaba de manera pomposa. Fue anteayer, en la cabina de un avión, cuando estaba dando una conferencia en el cielo.

— “Vuela de lado a mi orden, apunta a la cabeza de la mujer y dispara.”

— Hehe, no tengo instrucciones, nada.

No funcionó.

No parecía ayudar.

Ahora Tarosuke no iba a ser capaz de decidir el momento con su propia conciencia. Ahora que lo pienso, incluso cuando me sermoneaban, no terminaba de recibir las instrucciones, un arrepentimiento se remontaba a su pasado. En cambio, lo que Nishino elogió fue una clienta desconocida que estaba presente.

— Maldición, soy patético…

— ¿Qué pasa? ¿Te tiemblan las rodillas?

— Q-…

Incluso Diego señaló que el tiempo de decidir de Tarosuke había terminado.

— Ustedes los niños japoneses no juegan tan a menudo. Podría llevarla a casa y encerrarla. Aunque con esa cara plana, gritaría de forma incomprensible, ¿no? Lo vi en un viejo video porno de su país una vez.

… Eso.

Sin embargo, es el hombre guapo de hoy el que todavía intenta motivarse.

Aprieta los dientes y se traga los nervios.

— Esta es la mujer de la que Nishino se enamoró. No puedo dártela.

— … ¿Eh?

El comentario casual y alegre de Tarosuke se levantó.

Shimizu mostró una reacción sin precedentes ante esto.

Una frase memorable llegó a sus oídos, mezclada con el idioma inglés.

— Uhm, Ni-Nishino…

— Tengo que hacerlo cuando tengo que hacerlo, ¿verdad? ¡Nishino!

Con un vergonzoso rugido, Tarosuke saltó.

Patea el suelo y salta de lado. Con la mira puesta en las cejas de Diego, la punta de su dedo apretó el gatillo. Era el comportamiento que acaba de recordar, tal como se lo había transmitido algún testarudo. Al mismo tiempo, dos disparos de diferentes tonos sonaron en rápida sucesión con un pang-pang.

Sin pensar en el aterrizaje, el irreflexivo vuelo lateral golpeó el cuerpo de Tarosuke contra el suelo sin piedad. Se golpeó el costado con fuerza y soltó un grito desdichado. Tal vez debido a la presión en sus pulmones, pierde su ritmo de respiración, gorgotea y tose.

— Gu…

Al momento siguiente, sostiene sus propios muslos y ceño fruncido.

Parece que le han disparado.

La materia roja que se filtró a través de la tela de los pantalones se extendió lentamente en el suelo.

— ¿¡Ta-Tarou-san!?

Shimizu se precipita en pánico.

Por otro lado, Diego es el que se ríe de esto, presenciando una serie de escenas.

Este no se ha movido ni un solo paso con el arma en posición de desenfundado. De la boca de la pistola sostenida con ambas manos, la punta del humo blanco como el lirio se eleva, y una sonrisa que parece burlarse de la gente sigue apareciendo en la cara de la sonrisa.

— … He-Hehe, tú.

En respuesta a su murmullo, la conciencia de Shimizu se vuelve hacia él.

Lo mismo ocurre con Tarosuke.

— ¡Co-Corre!

El ikemen empuja ligeramente el hombro de Shimizu.

Luego levantó su arma de nuevo desde su posición de descanso.

Pero no había necesidad de apretar el gatillo.

— …

El cuerpo de Diego se desplomó al perder la siguiente línea de diálogo.

Se desplomó sobre su estómago y dejó de moverse.

El disparo de Tarosuke había atrapado con precisión el corazón del hombre Aloha.

— … ¿Lo hice?

Preguntó sin decir una palabra a nadie, todavía tenso.

— No-No se mueve…

Aah.

Unos momentos después, se dieron cuenta. Una gran cantidad de sangre se había desbordado debajo del hombre caído, creando un charco. Estaba sangrando profusamente, y era difícil de creer que todavía estaba vivo. El hecho de que el cuerpo del hombre no se moviera en absoluto hizo que pareciera seguro que estaba muerto.

— Parece que realmente lo logre.

— Sí…

Instantáneamente, los dos se vuelven locos de repente. Sin embargo, considerando las heridas de Tarosuke, no es una situación en la que se pueda tomar las cosas con calma. Aunque no tanto como el de Diego, se puede ver un sangrado considerable en el muslo donde le dispararon. Al ver esto, Shimizu dijo con pánico.

— ¡¡Uhm, t-tú pi-pierna, te daré los primeros auxilios!!

Se quitó el cárdigan que llevaba puesto y lo ató a la entrepierna de Tarosuke para ejercer presión en la zona afectada. Era su favorito el que había comprado para los dos viajes, pero la situación, que no podía decir cuatro o cinco veces, naturalmente hizo que sus manos se movieran.

— Siento haberte hecho ensuciarlo.

— E-E-Está bien. ¡Puedo comprar un montón de cosas!

— Te ayude, pero terminaste ayudándome…

Tarosuke inclinó la cabeza.

Pasará mucho tiempo antes de que consiga sus ideales para el futuro inmediato.

— Eso no es cierto, ¡e-eso fue realmente genial!

— Pero, aun así, Nishino habría decidido más bellamente.

— ¿Eh? … Nishino-kun, u-uhm…

— Ah no, no es nada. Olvídalo.

En el interior, Tarosuke comenzó a entrar en pánico mucho. La batalla de la vida y la muerte está en juego, y está tan abrumado por la emoción que lo dejó escapar de su boca. Ahora que lo pienso, también mencioné su nombre hace un rato, dijo, empezando a preocuparse, incluso después de todo este tiempo.

— ¿Me prestas tu hombro? Volvamos al hotel.

— Ah, sí…

El hombre guapo se pone de rodillas para levantar su cuerpo.

Al mismo tiempo, hubo una punzada y un sonido seco.

Inmediatamente después, se quita la pistola de la mano de Tarosuke.

El impulso que ganó, voló por el aire y cayó del acantilado primero.

— Qu-…

Las dos personas miraron a Diego con pánico.

Entonces había un hombre parado ahí, justo al lado del hombre caído de aloha.

Era el otro matón que inicialmente había perseguido a Shimizu.

— He-Hehe, esto va a ser un golpe de suerte para mí…

Tiene una pistola en la mano. Debe haber sido tomada del cadáver de Diego.

El cañón del arma fue apuntado sin vacilar a Tarosuke.

La persona que era el objetivo estaba nerviosa. La única arma que tenía era su pistola, que se perdió, y la pierna herida de Tarosuke hacía difícil que pudiera caminar cómodamente. Y la presidenta de la clase, que lo apoya, no entiende el inglés, así que no puede entender lo que dicen.