Nishino (NL)

Volumen 4

Capitulo 1: Viaje de Graduación

Parte 14

Por otro lado, el grupo del futsumen está parado en una iglesia sin nombre.

Mientras sus compañeros están en peligro, los tres, dirigidos por Rose, Nishino y la presidenta de clase, siguen disfrutando de las vistas de la ciudad. Hace unos minutos, Shimizu, que los había dejado para ir al baño, había vuelto abajo y los tres se habían reunido frente a la iglesia.

Este fue el resumen de la presidenta de la clase que estuvo fuera del mismo lugar por una hora más o menos.

Cuando los dejó, estaba muy encerrada en el baño.

Cuando exploró con Rose por mucho tiempo en la iglesia, encontró una cafetería cerca. Aunque dudaba de su localización desconocida, entró en la tienda sin ningún otro lugar a donde ir. Y, antes que nada, te negro, te negro. Pidió una taza de té con el mayor poder inglés que pudo reunir en sus estudios para sus exámenes de ingreso a la universidad. El café llegó.

Después de un repetido lenguaje corporal, finalmente se sentaron en una mesa para dos junto a la ventana. Ella se sentó a un lado de la mesa para pasar el tiempo. Estaba murmurando sus quejas a Rose en japonés de su trabajo diario.

Luego fue visitada por una diarrea psicológica, tal vez como resultado de su desacostumbrado viaje en moto. Su relación con Rose, que había sido reformada recientemente, probablemente también fue un factor.

Como resultado, bebió café y fue al baño, luego café y fue al baño. Tuvo que repetir el proceso una y otra vez. Además, había muchos otros clientes en el mismo lugar, y era difícil controlar sus nervios cuando se dirigía al baño. Esto irritó aún más su abdomen.

Finalmente, cuando ya no quedaba nada que sacar, ella volvió a donde estaban los dos.

Para la presidenta, fue una vida de recuerdos, su primera vez en el extranjero, su primera vez sola en un café.

— ¿Qué haremos?

Rose le pregunta a Nishino. Fue una declaración sin ninguna preocupación por la expresión agotada del rostro de Shimizu. No hay ninguna otra persona en sus ojos, excepto él. Para ella, Shimizu ya era algo menos que el aire.

Por otro lado, cuando se le preguntó, era más importante que la presidenta.

Presidenta, estás pálida, ¿estás bien?

— …

Cuando Nishino le pregunta, sólo se mira los pies y repite su respiración superficial.

Hiiifu, hiiifuu.

Tiene una anormalidad abdominal, y está pálida, tratando de retrasar una evacuación intestinal.

— ¿Presidenta?

— … ¿Eh?

— Te ves un poco pálida. ¿Te sientes bien?

— Ah, e-eso…

Cuando la llamaron de nuevo, fue la primera vez que Shimizu se dio cuenta de su pregunta.

Contestó, mirando el rostro de Rose.

— … Si es posible, me gustaría volver al hotel, tal vez.

— ¿Estás enferma?

— Hey, mi-mi estómago, eso…

Shimizu se veía bastante pálida.

Sin embargo, no creo que sea una enfermedad mental. No puedo decir que soy una enferma mental, y no creo que se esté extendiendo a mi cuerpo. Había llegado a la conclusión por sí misma de que comer y beber en el extranjero debía ser incómodo para su estómago.

Para el empleado que trajo el café en lugar de té, fue un resentimiento más duro.

Seguramente que el café era malo, o algo así.

— Bueno, entonces, supongo que volveremos por el día, ¿no?

— Te lo agradezco…

La chica con dolor de abdominal responde con un acto débil.

Por otro lado, Rose es la que se queda mirando esto.

— …

Mirándola. Lo está mirando implacablemente.

Está mirando fijamente a Shimizu, como si se hubiera olvidado de parpadear. ¿Qué quiere decir con eso? La expresión de su rostro está desprovista de toda emoción. Y eso es lo que es tan aterrador. -Tarosuke se habría estremecido si lo hubiera presenciado.

Gracias a eso, Nishino también notó el cambio en la otra parte.

— … ¿Qué pasa?

— Deberías usar esto.

Independientemente de su pregunta, Rose le tiró algo a Shimizu.

— ¿Qué!?

La presidenta rápidamente extiende su brazo y lo toma tan pronto como puede.

Con un pequeño chirrido, se puede sentir un duro toque en la mano que lo agarró. Abrí la palma de mi mano y encontré las llaves de la motocicleta que había estado conduciendo hasta el mismo lugar. Era una de esas motos cuyo motor estaba a punto de enfriarse.

— O-Oye, sólo úsala…

— ¿Ha conducido alguna vez una motocicleta, presidenta?

— ¡No!

Shimizu gritó a la pregunta que era demasiado.

Nishino fue un tonto por hacer esta pregunta con una cara seria.

Por otro lado, Rose dice sin perder el ritmo.

Arranca el motor y suelta el embrague. ¿Y bien? Es muy fácil, ¿no?

— ¿¡Donde es tan fácil en absoluto!? ¡Y es muy rápida!

La presidenta de la clase dijo en voz alta, señalando la réplica que Rose había dicho. De hecho, los veloces autos japoneses son, según parece, las motos más rápidas del mundo. Aparecieron en el Libro de los Récords Guinness por su velocidad máxima.

Shimizu recordó haber visto un artículo sobre ellos en la revista de motos favorita de su padre.

No tenía nada que ver con Rose, que había estado priorizando el turismo griego.

— No es gran cosa. Son como ponis en términos de razas de caballos, ¿sabes?

La loli rubia mira su cara, pero se ve más fiera que nunca. Aparentemente, tiene otros lugares que quiere visitar. Su deseo de viajar es genuino. En estos días, su casa está llena de folletos de viaje y otras cosas por el estilo.

El futsumen, sin embargo, fue despiadado en su decisión.

— No seas tonta. Volvamos al hotel.

— Todavía no ha oscurecido, ¿sabes?

Eran sólo ellos dos solos en las colinas de Oia, viendo la puesta de sol en silencio.

Esa era la expectativa de Rose para la comida de hoy.

Pero no hay esperanza.

— En ese caso, puedes volver por tu cuenta. Llevaré a la presidenta al hotel.

— …

Nishino habla con obstinación.

Como los dos argumentaron, la conciencia de Shimizu se movió naturalmente para compararse con Rose. Esto se debe a que el objeto de la comparación es una hermosa loli rubia y blanca. Si las dos estaban alineadas, no había duda de que todos se llevarían a Rose.

Nadie más, la propia Shimizu había llegado a esa conclusión. No descartó su vida basándose en la desviación facial. Si estuviera en la misma posición que Nishino, definitivamente abandonaría a la mujer del dolor de estómago y se llevaría a Rose.

Sin embargo, el futsumen puso a Shimizu primero.

— Bueno, entonces.

— Ara, ¿vas a dejar que una mujer como esta salga sola?

— Sólo creo que la presidenta de la clase es mejor mujer que tú.

Lo dijo claramente.

— Qu-…

Gracias a esto, la expresión de Rose se hizo tan fuerte que se hizo evidente hasta en los márgenes.

Por otro lado, la mujer que fue tratada como una buena mujer, por otro lado, palpitaba de dolor en su pecho.

Es bueno que tuviera una buena conciencia.

— Uhm, Ni-Nishino-kun…

La mente de la presidenta recordó naturalmente las interacciones que había tenido con el futsumen antes de hoy. Todo esto es tan unilateral y parcial que es difícil imaginar que se esperara de un compañero de clase.

Al menos no podría estar orgullosa de ello ante su propia familia.

— … Lo sé. Siendo asiático, no puedo negar la posibilidad de que te sientas igual.

Naturalmente, es Rose la que no se divierte.

Como un títere de cuerda, la presidenta de la clase está al final de la inclinación de su cabeza. La burla es inevitable en su boca mientras habla. Con una sonrisa en la cara, trata de mirar a las dos personas de piel amarilla, incluyendo a Nishino, con una sonrisa.

Sin embargo, no tiene sentido esa fuerza.

— Odio eso de ti y Francisca.

— Es humillante para mí estar con esa mujer.

— Cuando pienso en ello, fue una gran apuesta, ¿no?

— …

— Dentro de tres meses, ¿lo recuerdas?

El futsumen que habló fue implacable.

Nunca soñó que la persona que tenía delante estaba enamorada de él. Es por eso que puede lanzar palabras despiadadas en cualquier medida. Para él, Rose no era nada más que un gusano que venía a su dulce néctar.

— Ve a Oia o Thira, o donde quieras. Sola.

Era demasiado pronto para decirlo, pero Nishino le dio la espalda a Rose.

Por otro lado, su elección de Shimizu fue rígida con una mirada atónita en su cara. Estaba aturdida, olvidándose de seguir al futsumen. Dejó caer su mirada hasta los pies, y algo pasaba por su cabeza, dando vueltas y vueltas. Es una visión muy poco probable, considerando que ella nunca pierde su actitud resuelta.

Sus mejillas están un poco rojas.

— ¿Qué pasa, presidenta? ¿Estás tan enferma?

— ¿Eh?

Nishino, que sólo había dado unos pocos pasos, preguntó cuando se dio cuenta de que no había ninguna señal de que lo siguiera.

La presidenta finalmente vuelve en sí cuando se le llama por su título en la escuela.

— Si es demasiado difícil de moverte, llamaré un taxi…

— ¡No-No es tan malo, y no me trates como a una persona enferma!

Ella siguió la espalda de Nishino con una mirada de pánico.

— ¿Estás segura? No subestimes el hecho de estar enfermo cuando viajas. Especialmente si estás fuera del país.

— ¡Te dije que está bien!

La presidenta de la clase gritó a Nishino, quien le preguntó repetidamente. El color bermellón que se mostraba en sus mejillas nunca fue porque estaba indignada por la serie de intercambios. Sin embargo, desafortunadamente, Rose fue la única en el mismo lugar que se dio cuenta de ese hecho.

Si Nishino lo había intuido, entonces la serie de objetivos que se había fijado en la febril clase A en medio de los preparativos para el festival escolar hace algún tiempo debe haberse logrado en este mismo momento.

Para que ese color bermellón sea permanente, las palabras que siguen deben haber cambiado inevitablemente. O sus mejillas también podrían haberse vuelto rojo brillante por la confusión.

En cualquier caso, considerando el extraordinario comportamiento del futsumen, habría alcanzado su objetivo en un futuro próximo.

Pero ese es el punto de ser virgen.

— Lo entiendo. Entonces vamos al hotel.

El tono de su respuesta fue bastante normal.

— … Conduce despacio, ¿bien? No hay ningún volante ahí atrás y tengo miedo.

— Sí.

Los dos hablan juntos y caminan hacia la motocicleta americana.

Naturalmente, Rose no está tranquila mientras ve esto.

— …

Sus dientes bien alineados chasquearon con un pequeño sonido, apenas.

Además, por mencionar, las llaves de la motocicleta en la que viajaba estaban en manos de Shimizu.